Críticas al exceso de clero en las Canarias de los Austrias
Palabras clave:
Austrias, Canarias, clero, fundaciones conventuales, crítica a su número, Spanish Habsburgs, Canary Islands, religious buildings, critics to clergy's quantity.Resumen
Las quejas por el crecimiento desproporcionado del clero bajo los AUstrias no fueron privativas de los reinos peninsulares de la Corona de Castilla. En Canarias también las hubo, aunque la voces contrarias d Id proliferación de conventos y monasterios y -en menor medida- a la amorti7ación de la tierra, se escucharon comparativamente tarde (después del primer tercio del XVII y, sobre todo, en la segunda mitad del siglo). Al igual que en otros territorios de la Monarquía hispánica, la crítica procedió del mundo seglar, pero también de dentro del propio estamento eclesiástico. La protesta del primero se organizó en torno a los concejos o cabildos insulares (aunque no faltó la del vecindario sin mediación institucional), a la cabeza de todos el de Tenerife, isla que contaba con el clero secular más numeroso del Archipi6lago y donde se fundó la mayor cantidad -con diferencia- de casas de religión. También el episcopado, el cabildo catedralicio y el clero parroquia se opusieron a lo que entendían como un aumento desmedido de la fundaciones del clero regular, en ocasiones en perfecta sintonía con las autoridades seglares, si bien su comportamiento no se comprende al margen de la conflictividad intestina del estamento (lo cual, sumado a la competencia por la captación de limosnas y rentas, explica las críticas vertidas por unas órdenes religiosas contra otras). El estudio de estas posturas -y de los casos particulares a través de los cuales se manifestaron habitualmente- apenas si puede ser esbozado, dado el estado actual de nuestros conocimientos sobre el tenia. No obstante, todo apunta a que semejante conciencia de saturación obedeció -en parte, al menos- a un crecimiento del clero en las Islas desequilibrado desde los puntos de vista demográfico, económico y espacial.
The complaints due to the desproptionate increasement of fhe clergy in the reign of the Spanish Habsburgs were not exclusive of the territories in the mainland of the Castilian Crown. There also existed complaints in the Canary Islands, though the voices opposing the high growth of convents and monasteries and, to a Iesser extent, the depreciation of the land were listened to later (after the frist third of the Seventeenth- Century and, above all, at the second half of it). As in other parts of the Spanish Monarchy, critics came from the secular side, though also from the ecclesiastic body. Secular demostrations were organized around the concejos or cabildos (municipal councils of each island), particulary in Tenerife, wich had the most numerous lay clergy in the archipelago and were the most religious buildings were founded. Also the episcopate, the cathedral chapter and the parish clergy were in opposition (sometimes in perfect harmony with seglar authorities) to what they thought was a boundless increase in buildings for friars and nurses. Their behavior cannot be understood apart from the inner disputes in the clergy. This fact, added to rivalty to charity and incomes, explains the critics among the orders. The study of these atances, and of every particular case in which they are noticed, are difficult to outline due to the present state of knowledge on this subject. Nevertheless, all the facts point that such a consciencie of saturation is due, at least, to an excessive aumentation (demographically, economically and spatially) of the clergy in the Canary Islands.