VEGUETA Número I octubre 1993 í 1 1 7-1 251

Una carta satírica sobre

las monias r del co~ve~to

de San Bernardo

de Las Palmas. i 780.

* Profesor de Historia Moderna

Unnersidad de Las Palma? de Grdn Canaria

118

E 1 autor de esta carta, en la que se ironiza

- sobre la oposición de las monjas del

convento de San Bernardo de Las Palmas a la

reforma «tocante a la administración dc sus

U I U L I Cy~ C UII-11CJaI I ~ e Í ~ i ~ ] tqüurei i~n»ic ~~ciiú

obispo Fr Joaquín de Herrera, fue el propio secretario

del obiym, D Antonio Torres

Torres llevaba tiempo en el pinto de mira

de la Inquisición Fue denunciado el 15 de

agosto de 1780, por el inquisidor Dr. D. Fernando

García de la Pradal en la audiencia de

dquella mañana dijo a su compdñero. el licrriciado

D. Antonio de !a Mota y de !Irado, que

«hallándos~de sohrcríiesa PM SU PaIacio mn PI 121~-

do Obijpo de esta Islas, el día cinco o seis de jicnio pró-

~ i m ux,8 m ~ v i úL U I I V L ' I ~ L ~UÚLE~I LU de íu, Eg e r ~ i ~ i uL,I -

terariosqite havía hecho el Racionero D. Manuel Berduyo

en dichu díu timo u la Cunouzgíu D o ~ t o r i h

Uno de los comensales el presbítero D

José iiomero. comentó que podía haber

«cumplido el Opositor mui bien con solo lo

que trae cl Señor Conzálcz». A lo que Torres

respondió menospreciando la obra, ay haciendo

méritos de otras 5e pasó a proponer y drnpliar

las facultades de los obispos». [El tema

de aquellos elercicios había sido la ~~irisdicción

de los obispos electos no cüiisagi-ados)

El inquisidor, que sabía lo que enseñaba Torrcs

en la i\cademia de Disciplina Eclesiástica',

«procuru'urraslrur Iii ~ o n v r r ~ u ~liicónsnlu proponerle

y afirinarconzo eran ciertas estas tres proposiiiones i a.

que el Sunio Pontífice puede ordenar en todo el Mundo

sin licencia de los Ordinarios; ia. Que no se puede

oprht'dd Popa; y lo y a qut2el Papa es iflffllibíf ft? materias

de Fe y ¿ o _ ~ t u ~ ~Ab larstq~u-a les,según seacuerda.

respondici que eran fulsim

Le i-econviino el inquisidor y como Torres

se afirmase pn In dicho,

«COMag rado y sin faltar al rcspeto del Revdo. Obispo

Ic dcsapvobó semejantes sentiwiientos, y persuadió a MUC

no era mzón enseñar ni defender dichas proposiciones,))

especialniente ante jóvenes, corno dlgunos

que había -y citó a Domingo Huesterling- en

la citada Academia

Se hizo sumaria y de las declaraciones de

.In- c- t.~- -c .t. i gocre wlta qiie Torres recomendaba a

los asistentes a la Academia que él presidía. la

lectura dc N. Dupin Natal Alexandro, Bossuet

y Opsiraei. Tciiiri libros prühibidüs jr !ice~-icia

pard leerlus y, dice un testigo, «rno Iia entendido

que los haya prestado a quien no la tenga,

pero tamhien es cierto que no los tiene con

custodia particular, sino que el que llega puede

cogerlos y leerios)> Según el bibliotccario

del seminario, D. Rodrigo Raymon3, Torrcs citó

a propósito de la Ialibiliddd del Papa a Van

Fcpen He!armino. Ce!i!?gin, Cano, e! !'a!ert!no,

Lamy, Cavaziicio y el decreto de Graciano, y

«..no hate ineworia de que sen tencin seguía el dicho

D. Anivniv deTvrro, hinu q u e L ~ ~ U Y ~ditUhuUh Aui i~we>

por ambas opiniones decían los concinrre~itesq ue eligieron

lu yuc. más ieutoniodnru, y ~idvirtióetle stigoen S1 dguna

repugnancia a decir la suga. huyendo a juicio del

&c/amnte, de que 10s mn~urrrntesp or C O M ~ P S C ~ ~ Y I ~ ~ P I C ~ ~

o respeto siquiesen su rlictainen contra el propio de cada

uno ni sabe tampoco que opinión tligiero~i 105 COIICUrrentes

>>

Todas Ids proposiciones de que se le acusa

y se dan a calificar. se refieren a la potestad

respectiva de los obispos y el papa, y a la falibilidad,

o infalibilidad, del papa en materia de

fe! En la recorrección de los registros no se

halla nada contra Torrcs, «pero --dicc c! secrctario

(7 de marzo de 1781)- hago a VS. presente,

que este sugeto ha residido por mucho

tiempo en la corte de Madrid».

Los calificadores. Fr. Antonio Elvira y Fr.

Domingo Gordillo, manifiestan que necesitan

rn5q tiempo del hnhitiinl para dar sii censiira

Se Ics concede un plazo dc 12 días (el 13 de

marzo de 1781 ). El 1 1 de mayo presentan, conjuntamente,

su larga, interesante y sorprendente

censura

«Antes de calificar en particular las proposiciones

ionzetidas a Muestra censura, nos parece necesario dar

una bnve noticia del estado de esta controversia Los

asertos deferldidos por el Presidenk de lu Acadernia se

han ensenado en todos tiernpos en divcrsas naciones

catholicas, y especialrnfnteen Francia, que i i í t ~ r í i a n ~ ~ ' n ~ e

Una carta satírica sobre las rnonias del convento de San Bernardo de Las Palmas 1780 119

los han autorizado en I 9 de marzo de i 682 con la decla-

. *

v,i.nm l n l rlnvrnnl i ,n, ,n nn ndnr&,dnn.n

!L,b,"r, LtGL L L G , " UWLLLW,," V G L,&tG2tCA,.bCA , "GbJ,M&e L r L

las Ouatro Proposicioizes, que tomo reglas generales

contienen todo el fondo y extensión de esta opinión y do(-

lrina ..»

El argumento más contundente se lo reservan

para el final:

«Aunque pudiéranios acopiar niuilios exeinplares

prácticos de que abundan las Hystorias. nos parece bastarile

recordar el aue úliimumeníe ocurrió eui nuesíros

díaseii el Duudo de Parma. Corilru la Bula omoniloriu

de Clenzente Xlil (onzitiendo otros wianifiestosi salió en

E:pa:?a d jui~i r :! :nparciin"!, íj:::dr: :u y:;:.: :pi.n 7! i n ' ~ ~ :

mento la defensa de esta doctriiiii.

En el se leen y defienden todas las especies que debernos

censurar Ue orden de 5u Magestad reconocifron

esiu obra, coino se irilvierk al Pr i n ~ i p i ode ellu, lo, Prelados

que assistían (1 su Concejo lsicl Extraordinario los

que la aprobarori y detlararon libre de toda iensura

theológica, por lo qire está corriente y sin notas. Y este

misnio es nuestvo dictamen de todo lo que defendió el

Presidevite de ltr Academia. Assílo jeritinios acordes y lo

~~YMUYMOS.

Fr ,\ntonio Elvira y Fr Uoiningo Cordillo »

Al margen de la tirma tigura esta nota: « 1 1

de Maio y la llevaron el 13 de Marso con 12

dias de térmlinlo». La censura no gusto, cvk

dentemente, al tribunal. CI fiscal pide hasta

catorce certiíicaciuiies -de Cartas Acordadas,

del Expurgatorio, etc.- con el objeto de anular

la calificacifin, y 5e abren expedientes a t.lvira

y Gordillot.

Poco después el hscal vuelve a presentar

cargos contra Torres, esta vez por

~ P r o p o s i c i o ~y eh~a ~ wes crito urm mr tn a11611irt2a

cori expresiones satíricas, sediciosas, mal sorzantes, y injuriosas

notablementea los Religiosos de San Francisco

y IheGlogu, de E ~ ~CI aL p ilul »

El día 5 de mayo le había denunciado el

P Mro. Fr. José Ryan, quien dijo que estando en

su cuarto, cn diciembre del año anterior,

«Ir virí escribir qu~i stio da uila a r t a anónimu Jiqumrzdo

qup 11i1 r~liqiosnr ~ s p o ~ ~ad uí ana consulta d~ una

Religiosa :obre la reforima que PM e/ Co n v t ~d.e San Bernardo

deestu Ciudad inteiztó l z n i ~dr icho Reido. Obispo

tocantea la admiriistrución desus bielies y comida en repfn"+,.,+"&

.I,r ;.l ,, n, J i , ; v t ; ;nm ,,lln niir irnrs'n ,vv;i;Air lnI q r DA [JlL,, Y mLA>,, L a " r,lC,,Vlu,llL l l W i l Y l I I I lil",, D1L ,Y., ,\eligiosos

y Religiosas, especialmente de dicho Convto., ya

sobre la pobreza de ~ a d uun a en p a r t i ~ u le~ H~LI ;s obre el

uúujo de libratorios, ~ u p o n i e ~ e~ dmos f u i t ~ iej n Íos Reiigiosos

y Religiosas, y aunque no seacu~rdad e s~rsexpresiones

en particular: le han disonado hasta obligarle la]

Iiaceresta denuncia para descargo de su conciencia ... »

y hacía ocho meses,

uesiando en Arutas. en la Vega u le wareceaue tambiSn

en Aguin~ezl s i ~dl e i~isilaro n dicho Revdu. Obispo.

se ofrecilí roiwersació~s obre lieligiosos eil la mesa, y pro-

/I,,," a>n'.;,- ni,v>,~,rr;n,"nr/ -," tvn i I n r t n l n Dril;";,,," ,,";,,

"",U """"'C"~"<"",,'C'""'L" L1 L-'L"MY 1 \ C I I ~ L " , Y i ,,,,,,-

riándole ~zotublementey, aunque no se acuerda siizo de la

que dird, si se acuerda que le d i s o i i am~t mt o que fovnzó

concepto de que ¡es era tan contrario como io pudiera ser

u11 Herrge; y eui unu de d i ~ h a soc usiones dijo, ciíando a

Fleuri. que habían sido más perjudiciales que útiles a la

iglesia las lieligioezes niendicantes, y significó con sus

expresiones que era del inisino dictamen que Fleuri, y

aún teiztó el probarlo a que se opuso el Declarante corz

ardor; hasta llegar a decirle que por d i ~ h aex prejión y

otras que no se acuerda devía ser delatado y castigado

por el Sa i ~ t oO frccc~,a irunoandolr qur en eso h a v h dr

parar; y hai;ieezdo serenado la conversación el Revdo.

Obispo, repnliendiéndolc, auriqiu con dcmasiuda suavidad,

y asiiztiendo tambitii al a ~ i i i z i i ode que pararía

en la Inquisición, se coricluyó la íonversatióri.>>

En febrero tiabid vislo und wpid de id cdrta

en poder del beneficiado de San luan de La

Orotava, y sabía que había otra en La I .aguna,

en manos del presbítero D. José Soler

Aunque en lar declaracjones de los test¡-

60s vuelven a aparecer las proposiciones ya

denunciadas, y alguna que otra nueva, más expresión

disonante -piarum auriuwl oferisivaque

proposición. la investigación se centra

allora eri Id idrld, O rnejur, erl Ids cartas El caudatario

del obispo, D luan Quevedo. declara

haber visto dos cartas anónimas

«injuriosas a 10s Religiosos y Religiosas, ospecialmente

de S L ~ BI Ie rnurdu, e,crifuj con molivo de la reforma

df las monjas d~ San Bernardo, y las vió [ter u aún

legó a ú l t ~ m od ~~ 1añ o pasado. f u i PI qlrartn de dicho

D. .4ntonio 1Torresl quien satirizó la cauta que se supone

120 Jesús Gonzal~dz e Ckávez Menéndez

escrita por una Monja a un Frayle, diciendo quiteri esa

allá, que no tiene funda~~ento.»

La primera carta, la que se suponía escrita

por el fraile, la atribuían algunos a D. Nicolás

Viera, otros el agustino Fr. Antonio Raymon, y

los más al verdadero autor, D Antonio Torres.

La respuesta de la monja se atribuía a D. Santiago

Bei-icüiiiu, cdLedrátic0 de Teologia en el

Seminario, al agustino Fr. ]osé Machado, o al

teniente-capitán D. José de Lugo y Cabrejas

Pero por la declaración de éste saberrios que

sil autor era el subdiácono D. Antonio Arroyo7

Se hicieron muchas copias de las carta?

especialmente de la primera, la que firmaba el

supuesto Fr. Plácido Diaz. El cirujano del obispo,

D. Gregorio de Ugaldc, dcclara que hizo

una copia por encargo de Torres y, añade,

((aunque ha oydo que corría otra carta anóninza so-

DYP PI mismo asumpto, ni la ha visto hasta ahora ni se

acuerda a quien lo oyó, ni en doi~deiz i quando..~

D. Domingo Huesterling, clérigo de menores.

de 2 1 años de edad, dice que vio a Torres

escribir la carta,

<<enla qual se hallol~e]x pvesiones sobre Religiosos

que no le escandalizaroil por haverle parecido un jugu~te,

por lo que sacó copia de ella y enzbió una a D. Manuel

Ficrro,Al/udaiitem-or en la Palma, y otra dióa D- Muydalena

Alfaro, quien la ernbió a D. Ioaquiiz Pogio vecino

de la Palma 1 1

Hcinzisino na visto otra Carta en que flngióque una

monja respondía a dicha anterior Carta, la que también

copió a excepción de algunos párrafos que íe parecían

iinpuros; y adquirió la copia u original de que saco las

suyas, de D. Christóbal de Urtusaustegui, Diácono so-

6rino del Dr D I. ov~n:nV igo,P M iu~w de, hace cttese~,

y le dijo que teizía copia de la respuesta de la Monja al

Frayle. la qual havía entregado a su Primo D lose\Lugo,

Theriierik Capiiári, un hovvibre, di~iiívidule que em uiza

carta de Guía ..»

D. Francisco de Frías. beneficiado de la parroquia

de San Juan, dc la Villa de La Orotava,

«Dijo quees cierto que haviendo tenido noticia queel

i? Lectorde Prima de¡ Cowento de San Fraflciscn de esta

Villa, fv Josef Escobai: tenía ciz su poder copia de jierta~

cartas que el Rd-o Obispo de estas Islas havía escrito a

las Religiosas Bernardas de la Ciudad de Canaria 1 entre

ellas la que se solicita. se las pidió pam I ~ ~ r l ay se.w istiendo

en su poder hate exivo de ella. .u

A Fr. José Escobar, del convento de San Lorenzo

dc dicha villa, se las había rriviadc~.. Fr.

Domingo Gordillo Interrogado en Las Palmas.

dice que las tuvo por chabérselas comunicado

1 . ] cierto sugeto,. ¿Quién? -se le pregunta-.

Antonio Torres. No sabe quién es el autorKp,

orque Torres no se lo dijo, pero ha oído

que es él, «ya por el estylo. y ya porque creen

que no hay otro que la pueda formar assí)). Lo

qiie se inclina a c!-eer por las citudar razones

«y por el conocimiento que tiene de dicho D

Antonio)) Cuando se la envió al P. Escobar, dice,

éste le ioiiiu~iicóq ue no le parecía bien,

«añadiendo que la leería hasta tanto que el

Sto. Oficio la prohiviese»

El presbítero de La Laguna D. José Soler,

preguntado

«si sabe o ha oudo decir que alp~cna versona ~ I P M P

copia de una carta anónima en que se figura que un Reliaioso

responde a una consuita df una R~ligiosa so6re

In reforvrin que en el Conveiito de San Bernardo de 1'1

Ciudad de Canaria iza intentado hacer el Rdo. Obispo

de estas Islas,))

r e s p o r d e que, efectivamente, recien llegado

de [Gran] Canaria, se la mostró su padre, a

quien se la había confiado el Alcalde Mayor,

D. Manuel Pimienta. «para que se impusiera

en los chistes que corrían en la expresada Ciudad

de Canaria con motivo de la dicha reforma

de monjas)). Al alcalde se la había enviado

«D Josef Hernández Abad, ya Presbytero en

tiazpo que tenú su rcsidcncia en e! Comento

de San Francisco de dicha Ciudad de Canaria,

el que se halla en el día asistiendo en casa de

dicho Alcalde Mayor».

Los calificadores consideran que

«mucha parte de su contenido es sedicioso, mal sonante,

errónea, y próxima a heregía aquella proposición:

la fe es la que salva l...) irrisoria y a b u s i ~en lo que dice

dp iuidirlg~uirins, rnrnpmiuc cot? !ihvntouisis; p i m w

aurium ofensiha; iizjuriosa no~ablemente a íos Religiosor

y theólogos l...] por lo que l...] no solo juzgan estar

compreendida en las reglas del Expurgatorio, sino también

combeniente que se prohiba expresamente; y el sug

~ t oq.u e suponen instruído. tiene fa misma censura que

la carta.))

El fiscal hace su petición el 30 de julio y el

tribunal vota (el 3 de septiembre: todavía se estaban

tomando declaraciones) que cuando

vuelva de la visita en que se halla con el obispo,

se le de a Torres la ciudad y sus arrabales por

cárcel. se le embarguen bienes por valor de 200

ducados -«en los que se pueda hacer sin estrepito

»-, se le recojan los libros prohibidos y

la licencia para leerlos. y se le siga la causa hasta

definitiva Y que antes de ejecutarlo se dé

ciienta. como es de rigor, al Consejo. y se le remita

testimonio íntegro de los autos.

E1 Consejo decide (16 dc diciembre de

1781)

<por aora prohivir para el primer edicto la carta Idc

Fu. Plácido Díazll 1 por ser toda ~ l l aun a sátira injuriosa

contra dichas religiosas, valiéndoseei Autorde un medio

mui ageno e impropio para reprender los abusos; y el ordenar

a S S prorur~isr ecoger con secreto disirwdo. por

medio de vuestros Ministros, los exernplaresque hubiese

de ella »

Que se hagan nuevas diligencias para averiguar

el autor, y se formen expedientes separados

contra Raymon, Elvira y Gordillo.

m ~uddvídel 24 de I I I ~ I L Ude i 782, cínti-eg6ü n

cura apellidado Calañas una copia de la carta,

<y dixo que la havía havlildo en la calle de un

muchacho que llevaba un manojo de exemplares

para repartir a qualquierax

El 16 de abril de 1782 se vota por la Inquisición

de la Corte [sic] que se suspenda la

causa -«por ahora-, y que el inquisidor más

antiguo le llame con disimulo y secreto. y le

advierta,

«que las ~ o ~ ~ f u s i oO r~ioen~ft renciaqs ue ha tenido

ensei2ando a los seminaristas [sic1 pueden x r muy pdigrosas

para la Juventud poco ins[ruída erz seinelantes

materias Y que en punto de religiones hable con la estima

~ i ó nqu e merecen...)>

El Consejo sin embargo, el 5 de junio de

1782, manda que se suspenda la sentencia

hasta que se evacuen las diligericias encargadas

al Tribunal de Canarias para averiguar la

autoría de la carta. El 11 de septiembre se

aprueba lo acordado por el Tribunal de la Corte,

y el 23 de noviembre informa el Tribunal de

Canarias que, siguiendo el mandato del consejo,

ha llamado a Torres, le ha hecho presente

los cargos, reprendido. advertido, conminado,

etc.

La Carta

Hay por lo menos tres copias de la carta en la

documentacion inquisitorial AHN Inquisición,

Lcg. 1828, cxp.7; AMC col. BUTE, vol

XXXI, l a serie, fols 1 57-1 64v 11 175- 178 (la que

entregó el cura Calañas). En AMC. lriq. Leg

CX-33 hay además un fragmento de la primera

parte. La transcripción -en la que únicamente

sc han desarrollado algunas abreviaturas y

corregido la puntuación- se basa en el fragrriento

hasta doride acaba, y luego sigue ia copia

del AHN. Las variantes más significativas

de la primera copia de BUTE y de la copia del

AHN. -en la primera parte- se ponen entre

corchetes.

«Mini <u" vnícn. Ketivíia deVR con la copia de la carta

que el Su. Obispo escrivió a esa comunidad para arreglar

el govierno económico de ese convento, y precisada

T I n i i - L...,-..l.. : J . ... : 1 : ~ e..e.... - -..- v . ~ u. LV~ IEALUIt u 11t c p t u c r r t , u L L i u r r t t r t Are LYMC d t b ~

decir Estimo muchkiwro el honor que VRu me hace de

considerarme capaz de dar dictarnen sobre este asunto

queaVRP le parece de la nzayorgravedad, y yo lo doi porque

locontemplo de la meizor consideración para resoiver;

sin embargo que VRa. me dice que se ha cotzsultado algunos

de nuestros mauores tlieólogos, Izan estudiado g

resuelto queb! Ra-s no deven obedecera el Prelado, ni deveM

adtnitir refnrmn PM lo< abuwc, por wá t g r n ~ dqu~e

sean, respecto que las Duelias de Sevilla, fur?dadoras de

ese Monasterio asílo establecieron, que b! Ras - no puedeti

say uir otra cosa q ue lo q ue pr-ofesurun y ius eviseviuruvi en

el noviciado; que no deven comer en refectorio, ni vnenos

sufrir que [B.: se] lesquite el horno, que no deben permitir

que la Me Abadesa dexede nzanexar el caudai a su advitrio,

y quesobre todocortarles la librecourziclñción con los

de acá afuera es quererlas encerrar

I r k G vr~iulezd e Chávez hlenéndez

«Me parece salvo meliori queV Ras - han respondido

~ o n i oun as Religiosas que caminan a la perfección, y los

que han dado dictanzen han decidido como Theólogos

inísticos. Losfundameiitos son los más sólid~sy, las mzones

particulares que tudu una tiene son tan eficaces

que yo izo se quien dude sobreesto.

«S.Y no d i ~ oelr u cosa eii su carta sino quees necesario

arreglarel Cotzvento CM SUS rentas y economía po~que

se ve practicamente que\! Ra-s no tienen que comerpor /a

mala adrninistraciórz, y V Rus re,ponden que asílo prolesuron

y asílo enseñaron l a s ~ r a sde Sevilla L a culpa

quien la tienen lsicl son las talesL>ueñas de Sevilla que

dexaron mandado queV Ras profesen no tener economía

1A.H.N y B. sigue 'y t e i z e ~ ~ a ~ o r d omquoes s e coman

las rentas del Monasterio. o que nunca den cuentas.Y las

Sras fu~dadorasp arese que dixeron en profecía q u r~i

huviese un Mayordomo llamado Cachazo que no diese

quentas en nueveaños y que si se las pidieron [[B. pidiesenl]

y no las tuviesefornzadas aunque las \orrviedecasquís,

las Reiigiosas estén siemprea su favor por ser obra

de caridad].

«Adema8 de esto a fliíse me Ojrece una razón con la

que no ai quede~enterrarlo s huesos de las Sras Sevillanas

Duerias fundadoras, y es esta: las 9% G e l se 110-

rnan DueMas pudieron mui bien, por la ~v~nuuiicrn~diUe n

privilegios que tenemos los regulares, pasar a V Ras - el

títulode Dueñas. y poresta causa w V R -as I>u~ñasahsolutas

d~ SUS rentas.

<Pero por otro lado: no es un principio serztado que

U;^iS Cai?il j,qj7 put; \' Rfij vMt&ii

[B.:q uieren] hacer de sus rentas lo que se les a i t o j ~y, el

So-r Obispo no podrú impedirlo, y es la ruzón:V Ras profesan

pobreza, cuantas vnenos rentas tuvieren mucho

más pobres estarán 1A.H N y B.: ' q u a ~ t a sm enos rentas

tenga el Monasterio mucho más pobreestardI, y quanto

mayor sea la pobreza tanto mayor será la perfección de

este voto.

«Medirbacaso algiin Theólogo segijunto y riiido no

es ésta la pobreza morzástica, ésta consiste principalmente

en la pobreza de espíritu, y en que las particulares

no poservi riada, ni el deseo de puwr. Y bien, quien negaráqueV

Ras 170 son po6rt.sdeespírilu? No hay masque

tratarlas ver la pobreza espiritualque\! Ras tienen.

«Las DueMas fundadoras IB: 'religiosus'l $dieron

nzui bier~ hacer sus reglas particulares a las que el Pontífice

haún no ha dado su aprobación, y llamar a \( Ras

monjas de San Bernardo, y ponerles el hávito de tales;

no serlo V Ras en toda su vida. lo uno porque el hávito no -

hace al khonje. y lo otro porque no es lo primero apellidarse

con un nombre que no es de su fundador vg lo

nionjes gerónimos no tienen por fundador a san Geróninzo,

y sin embargo se lhman qerónimos, lo misrno acontece

con los agustinos. Todos íos días vemos que se ponen

a los niños 10s nombres que qui~rene l Padrino o los Padres,

y no por eso nacieron en el día en que se celebra el

Santo, no porque tiene tal nombre pertenece a la hernzandad,

cofradía o religión de aquel Santo. Bueno fuera

que el que se ~íumuraD onzingo perteneciese a 105 Religiosos

de Santo ~ omi f l g oy, la que se llama María dp

G r a ~ i fau era de la Cofradía de Nra Sra -- de Gracia. Las

IR - S~Momsl dueñas de Seiiilla twierorz el adbitrio de

poner a V Ras - el no~nbreq ue quisieron. pusiéronlas Bernardus.

conzo pudieron ponerlas Giius, y izo por esLo profrsuríu

IB : profesurul el nombre de San Gil.

~Deaquíinfieroq ue V Ras no están obligadasa seguir

la regla de San ~ernardo<ino la que las dos fundadoras

de Sevilla formaron, y si esta regla se perdió, o acaso

los Holandeses en tiempo de la toma de esta ciudad se

/a líevaron jaquítermiiia A.M.CL.eg . CX-171 a Holanda,

y ojalá qtte allá hilgan formado por ella otro Monasterio

como este, si se perdió, digo, esta regla Vnzds la han

conservado auilientaizdo o di s~inuyendolo s USOS y COStuwibres

del Monasterio según lo han pedido los tiempos.

Y tienen Vmdes. conzo tenían los ludíos la Ley oral. y su

T(. -1. . iriu~rv~indcv i el que >c evi~uniriibuvi iu, irudi~iune,.

V i n d ~ stie nen por tradición frequentar la puerta y los libratorio~

d: eben sostener esta tradición Y a la verdad que

ésta es la constumbre más interesante, no soloal convento

siizo al plíblico. pues en u n p u ~ b l oen donde no hay diversiones,

es necesario tornar las de las reliqiosas, u esta

virtud se llama la Eutropdia Monastica.

Yo no puedo convenir con que los libratorios sean en

~ l e ~ hoosra s, o CM menos días, porque adtmáj de lo que

acabo dedecir; el Sor Ca r d ~ n aDl dgado siendo obispo de

estas islas quitó ezre otras cosas el que los libratorios

juesen de sol a sol, siendo una practica semejantea la visita

de las Iglesias en día de Indulgencia plenaria, y

quien sabe si esta cosiunzbre nació de que se ganaba Induigencia

por un Día de libratorio: y vm Vmd. que si ~ s t o

es ~ i e r l o~ o r n olo digo, por la determinación del Emrno -

llna carta satírica sobre las morjas del convento de San Bernardo de Las Palmas 1780 123

[sic] Sor Delgado iquantas Indulgencias no se han perdido?-

4esto aiíada Vind que jamás se ha salido ninguna

Monja por el libratorio Y bauvios claros. si saliesen y no

pzresiesen quaiztos n i o ~ o sb ultoj ~ z á scl aridad, y se iJer

i j i ~ dein breve que liuviese un núinero conpetente \sic1

a las rentas del blonasterio, según 10 desea su l l h a y lo

manda el Concilio de lreizto; pero V ~ d sd.i r a n F e s t e

caballero Conc[iliol de Trento vaya a rnandar a Trento,

que a Vrndes. las mandan las Du~Rasd e S~ v i l l as,u s

fundadoras.

Otm cosa si Vmds. estuviesen acá fuera; sin duda

\!iu!do. !eedríav su< ~!isi!osy lifl~íobi~ I A P I I O~ l<t ~ n c i n -

nes que pide la urbanidad y política. y que por m~terse

blonjas han de SPY Vindes dp ppor ~ondiciónq ue lo eran

unle5 ? De ninyuviu rnunera; Vvndes estdn obligadas en

conciencia a ser urbanas y a tener c o ~ n u ~ i c ac~oni ólo~

de acA fuera, que somos tan Próxiinos coino lo son las

Monjas unas con otras, y tan Herwmos conlo todos Hijos

de un Padrequ~f u i Adan; y si por estos títulos sedeben

Vmdes. tratar M amar: por los wiijmos los debw ha-

CPY COM ~ O S O ~ Y O S .

Deeste misn$o principio nacequeVdes hagan algunos

reyulos, ají porque estos son a las Religiosas itluy

provechosos, pues dicen comúninente rosquete de Monja

fanega de trigo, corno porque si no relaqan ustedes algunos

dulces o viscochos quantas personas tonmTun el

chocolate en cerm.

Pretende también 5.1 que echen las criadasque tieneu

las particular~sy, esto PM verdad es (con perdón del

S-or Obispo) izo aver considerado que Vmdes. son intituídas

Isicl por las Du~ñas; y quien ha vistoa una Dueña

sin criada7 Esto es querer trastornar el orden de las

cosas del M~cizdo.P ero dexando ésto a parte, las criadas

hacen g ~ c c d a ra las sms ?.o!iginsns o! rotrn, puos !as

riadas biljanal torno adar y llevar los recados deforma

que si ésto lo hiciesen las Religiosas serícnn unas /avanderas

IB: lanzaderasl.

Se dice que las criadas enseMan a las Religiosas tosas

del Mundo que no deben caber: y yo digo que sí, porque

~oiza~iuvidaol Mundo saben lo que han dejado

En puiltodehovno [B. y] de Refectorioespuniomuy

z i r b t f o n t ~ n r i I~rilc l. y PM esto confieso que tuve alguna

dificultad para rejolvev, airizque ciertainente no me dió

buen alor kto de ref~rtnriop, orque PS cosa de Fragles. y

Vmdes. son clérigas y canónigas, y sobre el horno procuré

buscar alqunos libros que imtasm de la materia, y

halle un arte de panadería, con un tratado de pastelería,

que si el libro fuem i ~ í olo regalaría u la Comunidad.

porque trae evcele~teso b s e n ~ ~ r i o ~snehsre masas; trae

tain6ién la historia del Pan y cn unas lántinas dibujadas,

todas las figurasque han tenidoeit todos tiernpos los

panes, las tortas, bollos, roscas, rosqueiei y rusqueli!lu5; y

de todos los particuiares panes deque se habla en ¡a Historia

antigua, como del pan subcinericio. Da el origen de

los pasteles y kalu del gran p u n k ~s obre si en tiempo de

Noé \iavíu pasieles, 11 últimamente discurve sobre todas

las ilases deoialdres y da noticia de los hornos y como se

deben fabricnu, y diceque figura tenki el horno de Babilonia.

Deczle libro >I(LO yo u11 argumento convincent~p ara

que\hdes deben tener hovno, porque asíquaitdo habla

de rosquetcs, de pasteles y pastelones y de otras nzuchas

cosas, annota [sic1 los conventos de lieligfosas que en todos

tiempos se lian distinguidoenesto- luego ¡as Religiosas

deben tener horno

Aesto agrego yo las rasones y ue Vwides. tienen particulares

a ese convento para convnlar el horno que son

muchas y graves, y aunque bio fuera mas qiAe lo ne~eiidad

de Aavr tortas para los r~~ihini ientdoes l os Sres del

Cabildo, bastaría; es un poderoso motiijo para tenesor-

M@

En ésto estaba quando ley una carta del Pe N. en

que responde a una Religiosa que le consultó sobre esto,

y me healegrado rnucho verla, Q no esperabiz yo otra cosa

de su cienci~ip,u es me acuerdo desde niño oy decir que el

PP era un poso de ciencia 11 el mayor Methaph(ísilco que

acía en SU provwa; dice pues que Vms. no deben sino

seguir sus ai~tigmosU SOS porque a u n q u ~V J ~ ~ hEaSn .

pvnfedo n h d i ~ ~ cgi hn nhroifi, !I ~ i l w p l i rT OM 10 crup

inanda la orden del císter: ésto no es inás que una cosa de

for~nularioy. así lo han predicado [B:' pmcticado'l las

Srus del Monusterio. y sigue habfuvido del horno y del -

refectorio así. aunque ~impl i c i teer l horno no convei.iga

dentro, secundurn quid es tnuy necesario pam todas las

obras ad extm de las Religiosas; y awque h j obras ad

intra, como hacer el pabi, materialiter se puedan hacer

fuera, fornialiter no puede ser, porque Vmdes. hurcín el

pan con mayor primor y delicadeza que lo hacen las panaderas,

y porconsequetxia, 'ubstantialiter asírí~ontalesus

Gonzalez de Chivez Menérzdez

rá más IB : 'substantialiter alimentará rnús 1. Y para la

vida el pan bien hecho, en ciertas naturalezas es esetitialiteu,

y no es simpiex qualitas, como quieren algunos.

Dicen que las Religiosas txercite tiene^ mucho trabajo

con el horno, pero si ésto seentiende in sensu diviw.

PS verdad. esto es. si fuera una sola, pero como son quatro

las que cuidan del horno, in sensu composito no es nin-

~ U I Ztr abajo

Seguir el Refectorio no es adequate para ese convento,

porque las viviendas estúiz nzuy disgregadas de él; y

asiaunque regulariter loquendo sea constitutivo de los

conventos el tener el refectorio, en éste resp~ctoa las Religiosas

es sujedive, imposibile moraliter; y quando uno

está impedido coi? impedimento físico o moral 120 está

obligado. Y así digo que Vdes.lsicl tienen dirigibilidad

bastante para gitardar lo substancia/ conzo lo accesorio

de la regla; porque aunque directe [B.: 'por lo que iiirtcte'.

por lo que aunque direciel izo se opongan al S Obispo,

puede11 hacerlo negative Estees mi dictamen subo el parecer

de los Theólogos mis contenzporáneos, y lo someto

al de Vm. porque creo tierzc mucha havilidad.

Este es a la letm un párrafo de la carta del Rmo. y

ella convence, aunque no ud honzinem, ai menos ad mulierem.

Y ad~nirola delicadesa de tratar un asunto como

éste. mu y agei~ode las materias tomunes, pero por ésto se

dixo a Perro viejo no hay tus tus

E n fin C-m, l a Fees laquesalva, y el deseoardieiztede

servir a Dios de qualquier manera que sea IB.. a1 niargen

'Enowiio y Lutero Trio' ; no entiendo lo que sigue].

UuEn i u ~peo r cierro que vierzdo un bueiz nombre en una

Semana Santa el paso de N.S.q ue a caballo de u n jumento

entraba eiz lerusaléiz, se pujo de rodillas e kiso esta

deprecación

Asno que a rni Dios llevais

Oiali uo fuera vos!

-

NOTAS

1 Para el proceso inqu.sitorial de Antonio Torrcs vid.

Alrchivo del I Mluseol Clanario inquisiciónl. Leg

CX-33 CLXXIL'78; CLXXVI-108 y BUTE, vol XXXI. I

serie, AHh. Inq Leg. 1828, n" 7

2 Especie de tertulia eclesiástica que se reunía en el

Palacio Fpiscopal Vid ~NFAVT ECF LCRIDlOos,é Anto-

Suplicoos Señor nze hagais,

coino ese asno en que bais..

Y &en y ue le oyó Dios.

IAl rnarqen: 'D. Juarl de lriarte'; B.. al nzargen: 'lriart

~to,w i i , Epigrama 34 y fol 2 2 1'1.

De que se infiere, mi Sra, quecomiendo en el Rejectorioo

en un pesebre. como c&erfa este ~lowibre~onvertid~

eri DUIIU, le 'irbe a Diu,.

Ello es cierto que una Monja gusta del puchero más

salado que otra, y aquella quiere especies y esta no: sobre

gustos nada hay escrito. Vms. así lo hullaron y así lo

quieren dexav, y lo que con el capillo se torna con la mortaja

se dexa. Así lo siento u éste es wii parecer

Vvnd. me tienecorno siewipre a su obediencia, y Icencargo

nzucho por amor de Dioj, queVm. se tranquilise, y

MO tenga tanta pem C O Y ~ ~~On deic e tiene sobre este usunto,

pues quiere wiorir de pena, y me advierte que wuchas

de su partido o se fueran del convento o se volvieran locas

a /v eresta n u t a c ~ o ne ~ o n omi ~Paer o no, Rnza Me. eso no, - -

y oyga Vnl un texto que aunque no es sacado de nlngun

Evangei~oe s de UII hombreque dixo rnuchas verdades, y

viene a pelo y al cabo IB caso']

De este modo M@ es cordura

Ouerer CUYAY la pasión

Quando los remedios son

Muerte, mudanza y locura.

[Al nzargen. 'Quevedo ', B.. al margeri: 'Dn Ouijot~. -

Part 1 , cap 27'1

Puede V M . avisarme quando tenga locutorio, que

ire p r o ~ t a ~ e nat ese rvir a V m .y entonces hablarenzos

largo sobre ésto, y añadiré otras reflexiones que me

quedan en la manga Deésta su celda, a 5 de Diciembre

de i 780.

B.L.Md.e Vm. s u capn y sewr -

Fr Pláridn nífi7»

nio. U n sewiinario desu siqio eriii-e la I~iquisi~ióyv i11 15 LULC)

Ed El Museo Canario hladrid, 1977, p 47 En las páginas

siguientes se da una b r e ~ eno ticia del proceso

de Torres.

3 También a D Rodrigo Raymon. a consec.xncia de

estas actuaciones se Ic harían autos 4 ia vista de

Una carta satírica sobre las monias del convento de San Bernardo de Las Palmas. 1780. 125

ellos el 11 de sepknibre de 1782 resuelve el con

sejo <que el Tribunal torme extracto de todos los

carens qiir reiiiltan de esta causa coiitra dho U Rodrigo

Raymon, y hacicndolc comparecer en la Posada

del Inquisidor más antiguo le hdga Iprtlserlte todos

er cúmulo (con exprc?ihn dr que están

justificadosi con asistencia de un Secretario del Secrcto,

y a su consequencia le reprehenda adbierta y

cor,mine con apercivimiento de que si riu se abstiene

en adelante de pyoferir y dcferder semexantes

proposiciones, se procederá cont-a el a lo que hubiere

lugar eii dereiliu y coi1 este se suspenda por

ahora la causa» vid .\WC Leg Xlll - 22 y CXlX - 13

4 Temas centrales del jniltuviicno eipaño de la segunda

mitad de' s XVlll Cf. entre otros TOMSICHM, ,'

Giovaqna El ianjen;smo en tspann tsiudio sobrc las idvas

re!iqiosas en la sequi~dan zi!ad del s~gkX \/ll l t d siglo XXI,

Madrid 1977, pp 44 - 51 MLSTRESA NCIIISA ntonio

Ilustraiióri y reforrnil d? !a Igksiii P~ilsamieizrop o!itito-vdigio'ode

Dan tiregcrio Mayuic y Sixdi 1 i Oyrr- i 76 I j Valencia

1968 pp 275-290. y «Religión y cultura en el siglo

XVIII». Histom di. la lglcsia 01E spañ~iia ir GARCiA-VILLOSi

A~IA, Ricardo1 BAA Madrid, 1979

5 se trata, claro esta del Jiciiio in~pauciailo bre lztras eri jormn

d2 brevequ~hpau blicado IRC uria romana. zn que se ii~ientan

dcrognrcicrtos edictos del sewíiiwo Sr iizfai~te-Duqued e

Paríiia y disputarle la soberania lernpcrnl iun riie prrtevto ae

Campomares [Madrid, 17681 Sobre el cornportamiento

de los cinco obispos miembros del Cnniqo

Extraordinario, vid Er cc, Teófanes «El regalismo y

las relaciories Iglesid-Eslado en el siglo XVlllo, l listoria

du iu IyI& wi E~~LIW(dUi1 GAIIC~A-VILLCSL~IZ~icDaAr-,

dol. p 241

6 Que el Coiselo rcjuclic cl 1 1 de septiembre de

1782 ordenando la suspensión de 'a causa, y que el

Triounal no se valga de ellcs en los sucesivo para calificar

7 Dice aqLe habicndosc publicado Lina carta anónima

I 1 Ila de t.r lJiacido Uiazl e dilo o .%nronio Arruyo,

sub-Diácono. sobrino del Canónigo D loseph Arroyo

que quería escribir a respuesta a nombre de 'a

IMonla. lo que paih rnriio 4 íi liirir>\ de Enero. y después,

a principios de Febrero le entregó dicha Carta

dándolc a entender que e1 la navía escritn: havién-

Cold leído y díctivle o criticádole algunas palabras

le resonde quc si si. le q u i t ~ t lmno tenía gracia, y no

i-,aviend el Declarante formado escripulo, no dudó

comuriicarla a otros. como fué lino de ello? a iu Prirriu

D Cliristóvul Urtus5uste+yi, y otros, ocultándoic

quien se ia havi; dado, y ting endo al abrirla delante

de ellos. Iiirgn qiie para que mejor le creyesen hizo

que estrañaba no tubicra firma la Carta y que por eso

rio quería leerla y se sal:ó del Quarto, como cii ac

ción de ir a buscar a un hombre de Capote o desconocido.

que Ir? quería hacer creer se la havía dacio

»

8 De la que firma tr Placido Diaz De las otras dos del

obispo no se vuelve a hablar