VEGUETA, Número 1 octubre 1993. 121-301 2 1

El po6lado fortificado de

la Edad del Cobre del

«Puente de Santa Bárbara)

(Almevía)

Dpto de Cieiicias Históricas

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

&& Dpiu dc Prciiisiurid, Aiiirupuiugía e iiistui ¡a Antigua

UniversiCad de La Laguna

*** D ~ t od e Prehistoria. Universidad d e Granada

2 2 P Gnnzalez /A hkderos / A. Díaz / D Martín 1' tvl! D. Camlich /l. 1 López

-

D entro de la línea de actuaciones prioritarias

financiadas por la nirección Ceneral

de Bienes Culturales de la Junta de

Andalucía, en lo que denominan como actuaciones

de emergencia se planteó la necesidad

de realizar una excavación de esta índole

en un yacimiento que iba a ser afectado en

más de un 30% de su espacio arqueolíigico

por el traiado de la autovía Puerto Lumbreras-

Almería. Por ello y teniendo en cuenta que

a nivel superticial aparecían restos de artefactos

e incluso afloraban posibles eslructurds,

se e!aborS cnz memoria que fue entregada cn

la Diputación Proviricial de Aimeríd doride se

solicitaba la realización de la mencionada actividad

arqueológica.

Una vez aprobada y dotada de presupuesto,

se iniciaron las actuaciones en el mismo

que, como veremos ron posterioridad, tuvieron

dos fases diferenciadas. En un primer momento

se estimó qiie la artiiaciñn tendría una

duración aproximada de un mes. No obstante,

con posterioridad, tuvimos que realizar una

segunda fase varios meses después para poder

finalizar cl estudio dcl yacimiento puesto

que. éste, debido a las obras de la autovía. iba,

irremediablemente a desaparecer p no podíamos

abandonar dicho estudio sin conocer

de una forma más precisa la ocupdcióri del yacimiento,

tanto desde una perspectiva cronocultural

como en relación a las diterentes actividades

tecno-económicas

[,a primera campaña tuvo lugar entre el 2 y

el 22 de abril de 1991 bajo la dirección de

GorLzálezG üintci-oy A,I ?\ i j far Cai-ltóii,y la

colaboración de las dos empresas adjudicatarias

de la construcción de la mencionada autovía,

las cuales aportaron gran parte de la infraestructura

y la mano de obra -7 obrerosnecesaria

para la realización de las mismas \;,

la segunda campaña se realizó entre los días

15 dc julio y 14 de agosto del mismo año baio

la dirección do ? Y~nzS!ezQ uintrm y A ?Ac

deros Martín, contando, además de los firmantes,

con la ayuda de las Lcdas. Esther

Cháves Álvarez y Margarita Ruiz-Gómez de Fez,

junto con 6 obreros suministrados. en esta

ocasión, por la propia Delegación de Cultura a

través de una contrata especifica Por último,

iiermos de dgrddecer, dsí rriismo, !a colaboracion

en ambas campanas de D. Emilio Aramburu

Escribano.

Fste yacimiento, denominado Puente de

Santa Bárbara, se encuentra situado sobre el

pucnte del mismo nombre a una altitud sobre

el nivel del mar de 321 m, en un espolón orientado

al NW sobre el cauce del río Almanzora,

dcnt::: dc1 t2:mino münicipn! de [ iü2i~al-

Overa provincia de Almería. Fue identificado

durante el verano de 1990 en una dc las prospecciones

arqueológicas que dirigíamos dentro

del marco generdl del Proyecto de investigación

aprobado y subvencionado por la Dirección

General de Bienes Culturales de la

Junta de Andalucía: Los inicios de la nzetaiurgia en

ln r ! w m d e! río A.!.wn~nrnd, irigido por la D r Ms

Dolores Cáinalich Massieu. En la mencionada

actuación de Prospección Arqueológica se

constatü que el poblddo e5Ldi)d i111nerso en el

trazado de la autovía Puerto Lumbreras-Almería

por lo que nos dirigimos a la Diputación

Provincial de Almería para que iniciara los trámites

pertinentes con la finalidad de evaluar

el yacimiento y en la medida de las posibilidades,

poder realizar una excavación dc cmergencia

que permitiera valorar el impacto que

el trazado de la autovía teridría sobre el mismo.

l'artiendo de esta premisa y una vez concedidos

ius peririisos periirieriies de excavación,

se iniciaron los trabajos arqueológicos

de la primera campaña donde contamos con

la ayuda anteriormente mencionada, y fundamentalmente,

la de las dos empresas adjudicatarias

de la autovía que nos aportaron una

gran parte del material de trabajo. así como

los 7 obreros, sin los cuales no hubiera sido

Pa3jb!c c8h0 ~5:s :siro. e[lu, qüeremos

agradecer a las mismas su inestimable

colaboración.

24 I?Gonzale; , /A Mederos /A. Día: ,/ D. hlartín MzilD' . Cáciiaiich / l 1 Lópc

mayor número de información posible teniendo

en cuenta que con toda probabilidad una

parte del mismo desaparecería una vez que

acabásemos los trabajos arqueológicos para

dar paso a la nueva vía de comunicación.

En superficie se observaban una serie dc

restos artefactuales definidos por fragmentos

cei áiiiicus y ur id I iuldbie caritidad de escorias

de cobre. así como la aparición de unas piedras

de dimensiones medianas que parecían

corresponderse a un lienzo de muro. De ahí

que partiésemos de la hipótesis de que se trataba

de un pequeño poblado, con una doble

finalidad económica -agraria y metalúrgica-.

En este sentido, concebimos la posibilidad de

la cxistencia de una organización del espacio

interno con la correspondiente área de habitdción,

otra con fines de almacenamiento 51,

por último una zona dedicada a la explotacion

metalúrgica.

En efecto, tras un trabajo meticuloso cn

esta área del yacimiento se pudo comprobar

que se trataba de un asentaniierito fortificado

dentro del cual se había desarrollado básicamente

una actividad económica destinada al

tratamiento del mineral de cobre, tanto de

malaquita como de azurita y donde con toda

probabilidad, se llevaba a cabo la manufacturación

de la misma.

La nipotesis metalurgica se vio retrendada

por el conocimicnto dcl entorno que poseíamos.

Así teniendo en cuenta que a unos

3 km en línea rectd tras atravesar el río Almanzora

en dirección NE se encontraba una mina

en el cerro Minado que ha e ~ ~ rein opr ndiicción

hasta los años 50 de este siglo, donde

existen los óxidos de cobre del tipo malaquita

y azurita. Sc vio además reíreridadd por Id gran

cantidad de materia prima existente en el poblado

y por el control y visibilidad que desde

el asentamiento se tenía de la mina que ectimamos

podría ser una de las que surtía a esta

comunidad.

Los resultados de la primera campaña

-abril de 1991- se constriñeron básicamente a

la delimitación de parte de la estructura defensiva

que rodeaba el yacimiento. la cual estaba

realizada con la misma técnica y aparejo que

otras de yacimientos contemporáneos, caso,

por ejemplo, del poblado de Ztiiara, o cl conocido

yacimiento de Los Millares. Es decir, se

trataba de dos hiladas de piedras de dimensiones

medianas y grandes que estaban encalonadas

sobre cl suelo originario del cerro aprovechando

en ocasiones las oquedades del misrnu

pard enitiuLir las piedras y, en otros casos

reutilizando la propia base del espigón para levantar

la primera hilada del lienzo de rniirn Sil

interior se encontraba relleno de piedras dc

pequenas dimensiones con tierra que le servía

dc argamasa para cohesioriar toda Id estructura.

Hemos de mencionar que únicamente pudo

detectarse la primera hilada o la base de cimiento

de la misma, como consecuencia de varios

fenómenos. En primer lugar, la propia erosión

del medio, tan activa en esta zona del Sureste

Hispano y, en segundo lugar, otra aún más

perjudicial, como es la accion antrópica que a

principios del prescntc siglo transformó parte

de la estructura originaria del espolón

Es~arr iodilicación afectó a u n área importante

en el yacimiento como conseciirriria de

la consLruccióri sobre gran parte del mismo

de una era que fue instalada en su partc ccntral

aprovechando el rellano que existía en el

cerro, rompiendo una parte de la niuralld que

circunvalaba al poblado y casi toda el área interior

de la misma que debió corresponderse

con cl árca de habitación y las zonas de man~

ifactur.ciíinT.a mbiGn la acción del hombre

sc dejó sentir en la reutilización de los elementos

constitutivos de la muralla -piedras e

inclusive, algún iiiolirio- pira pldntear los

muros sobre los que se iba a apoyar la mencionada

era. Igualmente, una gran parte de las

piedras sirvieron para formar muros de contención

y aterraplanar zonas colindantes a la

ladera Esle, que fuerori destinadas para el cultivo

y donde en la actualidad, se encuentran

sembrados varios olivos.

El poblado fortificado de la tdad del Cobre del alJuente de Santa Bárbara) (Almería) 29

bargo, en un perfil cortado por la construcción

de esta carretera, se pi~dod elimitar parte de

un peyueño rehuridimiento de tendencia oval

y de unos 35 cms de profundidad con una

gran cantidad de tragmentos cerámicns

Para finalizar, hemos de hacer una breve

reseña del material identificado y del encuadre

crunülógicu cultural al que titribuiiiius el

presente yacimiento. En este sentido, podemos

destacar la presencia de 1 vaso campaniforme

y varios fragmentos de otros, pesas de

telar y cuernecillos; 3 piedras de pizarra de

forma circular y perforadas por el centro; un

número considerable de fragmentos cerámicos

con restos adheridos de metal -crisoles-;

rcstos dc azurita y malaquita así como

escorias y algunos fragmentos de piems, posiblemente

martilleadas; 3 piezas metálicas

-punzones y aguja-: varias piedras pulimentadas;

molinos de mano 2 puntas de flecha de

base cóncava; un número considerable de

restos de talla de sílex y, por último, una importanle

represenlacióri de fragmentos cerámicos.

Si tratamos de considerar las variables que

inciden en el emplazamiento del yacimiento

del Pucntc dc Santa Eárbara, éstas se presentan

relativamente nítidas Desde un punto de

vista s~ibsistencial se ubica inmediato a una

exIensa area con suelos de ¡a clase iils. factibles

de soportar sistemas de explotación de

laboreo de forma permanente, aun cuando

existen factores limitantes como pedregusidad

y escasa profundidad. disponiéndose dichos

suelos a ambas márgenes del río tanto

en dirección a La Concepción como entre

Santa Bárbara y Overa.

El abastecimiento de agua pcrmancntc

está garantimdo por la presencia del río Almanzora,

que justamente traza un meandro

coincidiendo con la ladera occidental del yacimiento,

lo que reduce la velocidad de la corriente

y facilita una potencial captación del

mismo, inclusive en períodos de estío, pues

se produce su estancamiento en dicha zona.

A nivel de las comunicaciones, su papel

estratégico se advierte por la continuada reutilización

del área inmediato a lo largo del proceso

histórico desde el Neolítico hasta época

hispanomusulmana Su presencia en un nudo

de tres vías naturales de comunicación así lo

evidencian, que podríamos ejemplificar en el

prupiv iíu A ~ l ~ i d l i f ~or edj e WE-Ew justo en

las denominadas Bocas del Almanzora; el Pasillo

del Pozo de la Cuesta o eje septentrional,

que procedente de la Depresión Lorquiria,

atraviesa la Sierra de Alrnagro sirviéndose de

la liambla de Santa Bárbara que desemboca a

poco más de 500 m del mismo; y el Pasillo de

Ballabona o eje meridional, hoy aprovechado

por la carretera nacional 340, quc pone en

contacto las vías restantes de comunicación

con la Depresión de Vera. El desplazamiento

poblacional durante la kdad del Bronce de

unos 600-700 m hacia el Cerro de San Miguel

en esta última dirección, aprovechando las

mejores posibilidades defensivas de dicho

emplazamiento, apoya dicha hipotesis

La presencia de 6xidos de cobrc, del tipo

de la malaquita y azurita, en ambas márgenes

de Sierra Alriragro, tienen su correspondencia

en el yacimiento con la pi-esencia de dichos

minerales eii bruto, así curiiu inirierdles parcialmente

procesados de varias menas, nodu-

Iiilos de cobre y crisoles. La presumible principal

fuente de abastecimiento se encontraría a

tres kilómetros en dirección NE en el Cerro

Miriado, donde abundan dichas mineralizaciones,

y cuyo acceso no tendría excesivas diticultades

valiéndos~ bien de la Ramhla de

Santa Bárbara o bien de la Rambla de la Ermita,

siendo corroborado el aprovechamiento

pretérito de la ine l i~i~~idmdinda a través de

algunos indicios como la presencia de marti-

110s de diorita con ranuras de enmangue (Domerge,

1987: 131.

Finalmente, su carácter amurallado se corresponde

bien a la dinámica que lierrios venido

apreciando desde la desembocadura del

río Almanzora, Almizarque-Zájara-Campos-

OUrvcrsdal <le Las Panias do Ira, Canara i t o e c a Unuestsrs a e m m D g a l e Caniris 2015

30 P Gonzálzz ,/ A. Mederos , /A Díaz ,/ D.M arlín / M" D Cunzuli~h,/ l. l. Lópn

Puente de Santa Bárbara, pudiéndose para- do no hayamos podido documentar torres

lelizar el bastión documentado con los pre- huecas como las presentes en este ultimo

serites en Campos y Almizaraque, aun cuan- yacimiento.

DO~ ~ E RCC F10 87 <Catalogued es mines et des fonder

i r i dritiqiir\ de la Peiiirisule luérique» Puuli~dons

de la Casa de Veliízquez, serie Arqueologique, Vlll P 14

Madrid