VEGIJETA, Número O, mayo 1992. 1293-308) 293
Canarias erz e2 pmoraina
i~t eruacio~adl e la movilidad
poblacional
* Profesora Titular d e Escuela Universitaria d e Geografía Humana.
2 94 Josefina Doaínauez Mujica
« L a actualidad» de las migraciones
El estudio de los movimientos migratorio~
h a rebasado las fronteras de las Ciencias
Sociales. Con mayor frecuencia, cada vez,
los medios de comunicación social se hacen
eco de los dcsplazamicntos espaciales de la
población y de sus repercusiones, un fenómeno
tan antiguo como la propia historia de la
Humanidad.
Dicha actualidad se debe a la preocupación
que suscita en gran parte de la sociedad
de los llamados países desarrollados la
afluencia masiva de poblaciones provenientes
de lus «países pobres, o «países menos evolucionados
». cuando ésta sólo es una de las
modalidades de las migraciones de signo
contemporáneo, la de los desplazamientos internacionales
de mano de obra a corta o media
distancia. Aún así, es cierto que la rnagnitud
de las migraciones de las últimas décadas
de la presente centuria plantea serias dudas
uccrca dc != di-,:;ibüF,ón de la poblaciól, y dc
los recursos económicos en un futuro inmediato,
de la misma forma en que también lo
supusieron históricamente las espectaculares
migraciones transoceánicas.
Por otra parte, cuando se intenta abordar
el estudio de la movilidad poblacional, es decisiva
la interpretación inicial dcl proceso y no
sólo la caracterización de! fenómmo o la PXpresión
de sus electos. Tras todo análisis
cuantitativo se enmascara normalmente la explicación
y, por ello, nos parece conveniente
señalar las más aceptables en el estado actual
del conocimiento. En torno a ellas gravitan los
distintos apartados del presente artículo, que
nos permiten, finalmente, reflexionar acerca
de los procesos de inmigración de población
extranjera a Canarias en un contexto internacional.
Los movimientos migratorios, expresión de
desequilibrios
«¿os movimientos ae personas y puebios son
irremediables siempre que el mundo esté dominado
por el intercambio desigual, de tipo
político o económico». «Mientras persistan las
desigualdades políticas. ecoii6rnicas y sociales,
las migraciones serán eternas»' En estas
sentencias, generalmente aceptadas por los
recientes estudios demográficos, se destruye
la consideración tradicional de las migraciones
como decisiones libres. adoptadas por las
personas que aspiran a mejorar su situación
socioeconómica. Por el contrario, aparecen
equiparadas las migraciones dc mano de obra
a las migraciones forzadas, a las migraciones
de refugiados, es decir, la huida del hambre y
del subdesarrollo con ia de la persecución.
Sin embargo. la consideración de que las
migraciones internacionales de trabajadores
son el resultado de un intercambio desigual,
que agudiza los desequilibrios territoriales
mtre el Norte geopolítico y el Sur debe matizarse
actualmente ya que dichos movimientos
se han convertido en sinónimo de invasión y
yüe dpdleLUi dciiiudes ~riariiTiesrasd e desprecio,
rechazo y agresión al inmigrante en los
países de la Europa Occidental.
Lo que conduce a revisar las interpretaciones
tradicionales de las migraciones, las argumentaciones
de <causa-efecto»e, s el importante
papel que juegan hoy los factores de expulsión;
es decir, las exigencias de las poblaciones
rle !os paker de emkión, qile ohlin~n 3
los países de acogida a aceptar flujos de inmigrantes
aunque no tengan necesidades específicas
en su mercado o Id voluntad política de
hacerlo2. Por ello, uno de los interrogantes
más importantes en relación a los movimientos
internacionales de población es si constituirán
en el futuro uno de los puntos principales
de fricción entre ricos y pobres No obstante.
no aparece superada la idea de que la fuerza
de trabajo sea una mercancía, un objeto de
intcrcambio cn el mercado7, puesto que sólo
considcrando la cvolución de las estructuras
productivas y los procesos de polarización e
internacionalización del capital podremos explicar
la intensidad de los proccsos migratoCanarias
en el panorama internacional de la movilidad poblacionai 295
rios en una época reciente! Es decir, aún se
puedc defender la existencia de una bolsa de
trabajo a escala riiurididi y, en coiisecuencia, la
integración del mercado de trabajo nacional
en un contexto complejo de circulación de
mano de obra a escala interestatal.
Finalmente, no hemos de olvidar la importancia
que, en el área concreta del Mediterráneo
y del Archipiélago Canario, alcanza un tipo
peculiar de flujos e intercambios internacionales
como es el fenomeno turístico. De
acuerdo con la tipología utilizada por Bote
Gómez5, estas áreas geográficas, con un nivel
de desarroiio economico intermeaio y con
una economía de mercado, son áreas preferentemente
receptoras, lo que determina repercusiones
cconómicas complejas entre las
que cabe destacar, para los fines de este trabajo,
un incrernmto del empleo bc en consecuencia,
de la movilidad poblacional. En este
sentido, al desequilibrio territorial y econórnicu
u~igiiiaclü p i e l drsaii-ollo türistico henos
de sumar el del reparto de efectivos por procesos
de inmigraciUri.
La movilidad reciente, ¿un cambio de signo?
Ya se ha mencionado que das migraciones
constituyen uno de los hechos socjales más
conformes a la naturaleza humana>)h«. Estos
m~rimientocq iie desarraigan temporal n d ~ f i -
nitivamente a los hombres de su lugar de origen
para introducirlos en otra región o pab7
sólo dyiiierein la complejidad que hoy reconocemos
a partir de la Segunda Guerra Mundial
En los años de dicha contienda y en los inmediatamente
posteriores, se producen movimientos
de gran magnitud. relacionados con
los grupos de (personas desplazadas), y (refugiadas~
E. l nuevo orden internacional determina
una rcordenación fronteriza y, por ende,
una rcacomodación en el asentamiento de la
población. Son años en los que se asiste a un
auténtico paroxismo de las migraciones políticas"
fundamentalmente en los continentes
europeo y asiático. Posteriormente otros
acontecimientos de la historia reciente van a
dar lugar a fenómenos migratorios semejantes,
procesos de descolonización, fundación
de los estados de la India, Pakistán e Israel, las
guerras de Corea, Vietnam, las de liberación
nacional, las crisis internas de los nuevos Estados,
la conflictividad intestina y fronteriza en
lndochina, América Central, Oriente Próximo y
gran parte del continente africano.. Y por último,
los episodios de fines de la década de lcis
80 y principios de los 90, a los que dedicaremos
una atención preferente, más adelante.
¿a aaccuada vaioracióri Ue esids rriigrdciunes
escapa a los objetivos de este artículo. Sin
embargo, querernos evocar el éxodo de los
boat people, el abandono de Vietnam en embarcaciones
pequeñas, mal preparadas y abarrotadas.
que naufragaban o eran ignoradas por
los grandes barcos que encontraban, porque
este hecho «constituyó el recordatorio real de
qüe !as presiones migratoriac cn c! Su: rm
pueden c~ntenerse)E)~s .d ecir, que la tradicional
separación entre migraciones de tipo político
y económico queda rota con los acontecimientos
recientes
En otro orden de cosas, la intensificación
de las migraciones por motivos laborales, tras
finalizar la Segunda Guerra Mundial, sc produ-
CP a partir de Ins añnq 50 ciiando se ppnpra
un aumento del empleo, sin precedentes, en
Europa Occidental. <La gran industrialización
de la postguerra exigió recurrir a mano de
obra extranjera. del área mediterránea, ya que
las posibilidades de cubrir los empleos con
trabajadores nacionales eran escasas debido
al débil crecimiento que la población europea
había experimentado durante las décadas de
los 30 y los 40 y las pérdidas de vidas humanas
que la 11 Guerra había ocasionado»i0.
Una atracción semejante, respecto a otros
colectivos, ejercen Estados Unidos, Canadá,
Sudátrica, Australia y, en la década de los 70,
ios paises proaucrores de perróieo aei Oriente
Próximo.
296 losefina Dornínquez Mujica
Todas ellas ejemplifican una nueva tendencia
migratoria, la de los movimientos de
población desde países mcnos evolucionados
a los más desarrollados, cn el proceso de
expansión del capitalismo.
Nos merecen una atención especial las
que se desarrollan en el ámbito de Europa
Occidental y yue sirvieron a la República Federal
Alemana, a Francia, Bélgica, Reino Unido,
Suiza, Holanda ... para impulsar el crecimiento
económico La razón furidamental estriba en
la reducción de la presión inflacionaria que
ejercían los salarios de los emigrantes Éstos
pioueiiíari de upaíses eri ius que el creciniiento
de la población era más hierte; donde las
actividades agrarias seguían teniendo un gran
peso y el paro permanente o estaciona] era
mas intenso»" (Espana, Portugal, Yugoslavia.
Crccia, Italia, Marruecos, Argelia. Turquía.. ).
A partir de 19734974, la llamada ucrisis
del petróleo, inaugura una nueva etapa de
drástica pc,triccion u 2-ta inmigraCiSnj,-1 desarrollo
de actividades postindustriales (alta
tecnología), la incorporación de las generaciones
del baby boom a las actividades productivas
y los procesos inflacionarios, derivados
del incremento de los costes de los inputs
energeticos, marcan la última etapa (en este
caso, limitativa) en la regulación de las migraciones
a través del mercado del trabajo Simultáneamente,
se producen los niovimientos
de retorno hacia los países que habían
enviado emigrantes y, cn consecuencia, un incremento
del paro en ellos". En el enunciado
de este apartado se plantea el interrogante
de un cambio de signo en las migraciones actuales.
Para contestar a dicha pregunta nos
referiremos a los procesos migratorios del
entreabierto mundo de los 90 y al hecho de
su dependencia de la situación económica y
geopolítica mundial. Por tanto, nos parece
necesario hablar del vértigo de los recientes
acontecimientos históricos, del que es buena
prueba el contraste entre íos articuios de presentación
de las obras <El estado del mundo.
1990~y «El estado del mundo. 1991»'3.E n la
primera se habla de la tendencia al apaciguamiento
en la escena iiitei~~acior-i(aiul rriierizo
de solución de los conflictos regionales, nueva
situación de distensión este-oeste ... ) y en la
segunda del «vuelco de la Historia) represión
de la vía democrática en China, hundimiento
de los r&ímenes de Europa Oriental.
podcrosa expresión de aspiraciones nacionales
en dichos países, crisis del Golfo>, De todos
estos acontecimientos debemos dcstacar,
por sus consccuencias migratorias, la
transformación radical de los países socialis-
Ias europeos, con sus diferenciados efectos,
dependiendo de los distintos estados, y la
ucrisis del Golfo).
La caída de los regímenes de Europa
Oriental y la apertura de fronteras ha desencadenado
un incremento d~ los movimientos de
población; a medida que se produce en ellos
un reconocimiento de la libertad, particular-
---&- A,. 1- A - - l - - - l - -
iiiciilc uc la uc u ~ ~ ~ ~ c l ~ a Um qiu~e niidirüi d,u -
mentado las tensiones políticas y la crisis
económica, se mueven hacia Europa Occidental
y, sobre todo, hacia el territorio de la antigua
República kederal Alemana importantes
contingentes humanos (xalemanes orientales),
húngaros, rumanos, usoviéticos~...) . Un
movimiento semejante también tiene lugar
hacia I q r a ~ ln nr parte de los j~rdíorr oviPticoc,
lo que representará una alteración sustancial
en el mercado de trabajo de alta cualificación.
De ahí que muchos articuiistas Iiaydri tidtiiado
de dnvasiónu y de mareas humanas). Por todo
ello, las tendencias futuras dependerán dc
la estabilización de la economía y de la introducción
del libre mercado cn la Europa del
Este. De esta forma se pronunciaba Edvard
Shevardnadze, Ministro de Asuntos Exteriores
de la Unión de Estados Soberanos cuando redactamos
estas líncas, cn una pasada entrevistaI4.
De los movimientos mencionados resiiltaron
especialrriente dramáticos los protagonizados
por la población albanesa en los mcses
Canarias en el panorama internacional de la movilidad poblacional 297
de verano de este año de 1991. La llegada a
los puertos de Bari y Brindisi de auténticas
ulwdds de perhurlds que liuíari de la riiiseiia
determinó la intervención del Gobierno Italiano
en un intento de contención de este movimiento
y ello supuso una dura represión y la
expulsión de decenas de miles de inmigrados.
Las imágenes de los barcos atiborrados,
de la reclusión de los albaneses en el estadio
de la ciudad de Bari y el intento de escapada
de muchos de ellos, pese a la persecución policial,
pervivirán en la memoria colectiva de
Occidente.
Otro tanto sucede con la poblacion laboral
repatriada en el Conflicto del Golfo. La habilitación
de campos de asistencia para atender a
los miles de pakistaníes. egipcios ... en el periplo
de regreso a sus países de origen manifestó
la dependencia del mercado de trabajo y
del porvenir personal en áreas geopolíticas
inestables.
Pudrídrrius idrribiéri reíerirrius d id iiiuviiidad
originada por sitiiaciones políticas estructurales
y de marcado efecto coyuntural: la
dcl pueblo kurdo, la del pueblo palestino, la
previsible de los refugiados croatas, la de los
haitianos en su huida de la isla (noviembre de
199 1 )... Dicha movilidad se ha acrecentado en
estos últimos años en función de la iritensidad
de ~ e t n rm~RyC~Gcpc.fi Ctey cc imton cien-
-'a--.. -'-..
do sus escenarios aquellas zonas de la tierra
que todos consideramos upuntos calientesr>.
Finalmente, en el ámbito estrictamente laboral,
conviene señalar que en Europa se
mantienen las corrientes rnigratorias procedentes
de los países mediterráneos, si bien,
ahora, exclusivamente, desde los países del
Magreb y desde Turquía. movimientos que
tienden a aumentar a consecuencid de la crítica
situación económica del norte de Africa.
Son los «espaldas mojadas» europeos. A ellas
sc han sumado, intensificándose, las provenientes
de otros países africanos, fundamentalmente
del drea del Goifo de Guinea. En estas
tendencias migratorias continúa apreciándose
una cierla vinculdción entre las antiguas
metrópolis y sus excolonias, es decir, es más
frecueinte que u11 rameiunés emigt-e a Francia,
por ejemplo, que lo haga a otro país europeo.
hos es imposible aportar cifras que desvelen
la importancia de estas riadas rnigratorias
pero lo cierto es que la percepción de estos
movimientos parece refleiar que han ganado
intensidad. E1 destino de todos ellos sigue
siendo el de los países comunitarios y, como
factor de cambio mas acentuado, cabría destacar
la incorporación de Italia y de España a
los territorios receptores, a cierta distancia de
iJortugal y Grecia. kn este contexto, Canarias
se convierte también en área geográfica de
acogida.
Las tendencias migratorias españolas en los
años de la Dictadura de Franco y de la
Transición Democrática
Proponemos, a continuación, la siguiente seiuciicid
icriipur~id e didld5 i e i i d ~ n ~ iiau~ .
hacemos, sin embargo, de una forma un tanto
irregular, puesto que no aducimos fuentes y
criterios de delimitación, por la necesaria brevedad.
a) 1946- 1950. Tras la traumática Guerra
Civil, los movimientos migratorios, a excepción
del exilio, no se reinician hasta la auturi-
7 s r i ñ n de !y libre s2!iY2 en !O?h,,A , =&ir de ---.v.,
esa fecha, las migraciones heredan el destino
secular de 1 iispanoamérica.
h) 195 1-1 960 Incremento paulatino de
los flujos emigratorios hasta alcanzar su máxima
intensidad a fines de la década (saldo migratorio
del decenio 1951-60: -71 2 300 personasI5).
C omienza 3 mermar la emigración transoceánica
y se abren las puertas de los países
de Europa Central a la recepción de inmigrantes.
c) 1961 1973. Saldos migratorios negativos
en todos estos años. Las consecuencias
del Plan de Estabilización 11 959) y la onda de
fuerte prosperidad apreciada en buropa a
partir de 195816 suponen la salida de un gran
volumcn dc mano de obra. Simultáneamente
se produce una cierta atracción por parte de
determinadas 5reas geogrjficas y, cn consccuencia,
una inmigración extranjera dc cscasa
importancia cuantitativa y de variada procedencia.
d) 1974-1981. Inversión de la tendencia.
Saldos migratorios positivos. Reducción drástica
del número de salidas e inmigración de
retorno, procesos acentuados por la intensificacihn
de la atracción apuntada para el período
anterior.
En conjunto. un comportamiento propio
de U I I pdíb pe~iíéricu,c ori urid iiicapaciciaci
crónica para armonizar economía y crecimiento
demográfico.
e) 1982-1991. Consolidación de las corrientes
de inmigración. (Se le dedicará un capítulo
independiente, al finalizar éste).
A continuación, queremos profundizar,
aunque sea brevemente, en la inmigración de
!os a f i ~6s0 y 70. E: cscasa !a atcnciSn qüc cc
le ha brindado en los estudios poblacionales
y sin embargo, nos parece ineludible su consideracion
En primer lugar se encuentra la relacionada
con el retorno de los emigrantes insatisfechos
o de los que veían colmadas sus aspiraciones
tras un breve período de estancia en el
extraniero No es una inmieración sensu estricto
pero tiene una repercusión inmediata en la
economía de las áreas emisoras-receptoras.
En segundo lugar estj la vinculada a las
expectativas que ofrece nuestro país para el
área limítrofe, menos evolucionada. Nos referimos
concretamente a la población portuguesa
y a la atracción ejercida por las actividades
económicas de la minería, la agricultura y
el servicio doméstico De ello es un buen exponente
el trabajo de Gonzákz Vecín y otros
sobre «La inmigración portuguesa en las
cuencas mineras de L e ó n ~ ' ~ .
Los dos tipos señalados corresponden esiricidrricriic
a U I I ~i1 1111igrd~iólanb oral. De orro
signo. aunque relacionada también con la
economía, es la inmigración de técnicos especializados,
por el desarrollo de algunas actividades
productivas (profesionales europeos y
americanos de empresas multinacionales) y la
del personal de establecimientos geoestratégicos
(inmigración americana de Torrejón de
Ardoz, por ejemplo)
Por otra parte, no se puede considerar
muy importantc cl establecimiento de refugiados
y asilados en los años de ese período. La
Dictadura sólo representa una expectativa para
los perseguidos en regímenes democráticos
(alemanes comprometidos con el nazismo,
argentinos pcronism .i y los habitantes
descontentos o acosados en los países del
llamado socidlismo real: Cuba y los de Europa
Oriental.
Las transformaciones políticas tras la
muerte de Franco dan lugar a una nueva situación
de acogida que se manifestará plenamente
en la década siguiente. La llegada de
,..,.L,.- A- 1^" ^ . . A ----: ----- i i i u ~ i U~=~ ~3V U~ u u a t l ~ ~ ~ i ~yuaci iauuai i v i v c i i
en España está relacionada con este cambio
de rumbo en la historia reciente de Esparia.
Algo semejante sucede con la población filipina
fundamentalmente femenina, que se emplea
cn cl servicio domEstico a partir de fines
de los 70.
Findmcnte, debemos hablar de la mayor
de las inmigraciones de este período la relacionada
con el desarrollo de las áreas turísticas.
«La llegada de más de 43 millones de turistas
a España en 1985 es el final de una larga
evolución que se inicia en 1951 con 1.262 197
y que adquiere un ritmo vertiginoso desde
1959 (cuatro millonesi, sin desfallecirnientos.
i 1966: 17 millones y 1972: 32,5 millones)». «Este
desbordamiento de la actividad turística
impidió una planificación armónica que le hubiese
permitido desarrollarse con el equilibrio
deseado>I8. En consecuencia, carencias en la
política de inversiones y en la de regulación
del empleo, además de en muchos otros aspecIos
ajenos a este estudio. Carencias que
cubrirán los inversores europeos, estableciénCanarias
en el pdnorarna internacional de la movilidad poblacional 299
O U ~ V ~ l s d<alel L as Palniai do (,re, Canara 3 L l o e c a UnWestsrs Mem<,ra D g a l e C ani r i s 2035
dose como empresarios o empleándose como
asalariados En suma, una atracción para
los capitales y mano de obra foráneos que intensificaron
determinadas leyes y acuerdos internacionales.
Por otra parte. también debemos sefididr
la importancia que adquiere el establecimiento
simultáneo de rentistas y jubilados. Junto a
los primeros, contribuyen a la formación de
auténticas colonias en determinadas zonas de
España
La inmigración española en el proceso de
-2 S- 2,.-2.. iii~ry,iariuii ruiiiuiii~ciiia
uiispana ha pasado, en muy pocos años, de
ser un país de emigrantes a ser tierra de asilo
para la emigración. Su situación geogrática, su
expansión económica y su pertenencia a la
CE, junto a las condiciones de vida en el mundo
subdesarrollado, han sido las causas principales
del aumento dc la inmigración»iYE.s ta
3.f.i..r.m ,L~.Lr.-i.A. nla .c,iu~.c, -r.r. -ih. .o, nl i toralmonto Inc Í~!ti- ..L-.-....-..Lmos
estudios acerca de las tendencias rnigratorias,
siendo un claro exponente de ello el
trabajo pionero de E M u Ñ w P ~ K ~y LA.. I za
u i t ~ o oE SCR~BANyO l~a Od edicación de una
de las ponencias de las 3: jornadas de la Población
Española a dicho tema.
Por otra parte, estas circunstancias suscitan
una gran preocupación en la actividad política
española y en los propios organismos
oficiales. A este respecta, no conviene olvidar
que tras el ingreso de España en la Cornunidad
Europea han ido aplicándose acuerdos de
carácter supranacional que desembocarán en
la ciesaparición de íronreras en ir93 y que, pdralelamente,
ha aumentado la actividad gubernamental
para regular este proceso2'. La nueva
orientación del propio Instituto Español de
EmigraciónAy2 las declaraciones de representantrs
políticos sitúan la inmigiación reciente
en iin plano de preocupación, de intento de
contención de los flujos, de legalizari6n de los
a5eritamien~oyc de integiaci~n solidaridad
respecto a los distintos colectivo^^^.
Sin lugar a dudas, la población extranjera
ha experimentado recientemente un fuerte
crecimiento. Los intentos de aproximación
cuantitativa, en la medición de esta tendencia,
son difíciles. Las distintas fuentes de informaciúii,
sus raracteiísticas y la escasa correspondencia
entre'las entidades que las proporcionan
obligan a la elaboración de estimaciones
que encierran importantes márgenes
de error
Hcmos de recordar que son competentes
en este terreno la Dirección General de Policía
del Ministerio del Interior, las Delegaciones
prr,rincia!cc; dc Trabajo de! Mir,iste:io de Trabajo
y Seguridad Social, los recuentos poblacionales
del Instituto Nacional de Estadística
y la Estadistica de Variaciones Residenciales
que elabora el INE con los datos de altas y bajas
de las hojas de los Padrones municipales.
Estos organismos manejan una iriformación
incompleta que persigue, por lo demás, diferenrixios
objetivos
Los datos que vamos a utilizar proceden
de los cálculos realizados por el investigador
Diego LVpw de Lera del Instituto de Demografía
del Consejo Superior de Investigaciones
científica^^^.
De acuerdo con la corrección censal realizada
por él, se mantiene. a lo largo de la década
de los ochenta, una tendencia exponencial
en el ritmo de crccimiento de la población extranjera,
desde unas 216.102 personas en
1979 a 532.444 en 1989, de lo cuál coricluye
que <nos encontramos en los comienzos de
un proceso de inmigración, formado por flujos
prucedeiiies de Uiíereiiies iugares; de elivs algunos
crecerán, otros se estabilizarán y otros
disminuirán, ya que aún no se ha consolidado
la estructura de las corrientes inmigratorias
que llegan al país».
En general, los colectivos más numerosos
son los de europeos y, fundamentalmente, los
provenientes de otros países comunitarios. En
conjünto, cüpcra:, e! 609" de !o-, cxt:nnic:o-, re
sidentes. A cierta distancia se encuentra el Bujo
procedente de los países de América Latina,
que ronda el 20% de los efectivos, los asiáticos
con un 8% y africanos y americanos septentrionales
con cifras en torno al 6%25N. O he+
mos de olvidar, sin embargo, el alto valor del
subregistro, máxirrio eri el caso de los originarios
de países iberoamericanos y africanos
(del orden del 36 y 1208, re~pectivamente)~~.
En el ya mencionado <proceso de regularización),
que tiene por lema usa1 a la luz. Ponte
en regla». los inmigrantes que han normalizado
su situación, a quince de noviembre de
1991, son casi 100.000, en más de un 50%, ma-
,,n,,,;,,27 rr+-, ,+-, ----- -1 - 1 ~ -
i t r i q u n L a Lian,a dczlua CuLlubulall c, alw g I d -
do de ilegalidad que caracteriza las recientes
tendencias inmigratorias, sobre todo, en el caso
de la población atricana, y que dificulta su
adecuada valoración. El temor cal otro) y a
que España se convierta junto a Italia en la
puerta de acceso a Occidente esconden públicamente
una realidad mucho más compleja
y cnntrastm con !a pripis construcci6n de
España, «un país formado sobre un crisol de
civilizaciones»28.
Es dilícil predecir el panorama en un futuro
inmediato. Ahora bien, no cabe duda de
que la libre circulación de mano de obra en la
Comunidad Europea y la agudización de la
pobreza en el «mundo subdesarrollado^ serán
los ejes en torno a los que gravitará la evolución
de la inmigración española El desmantelamiento
de los regímenes de la Europa
Oriental tendrá, probablemente, un menor impacto.
cvoiución de ia inmigración y áesamiio
económico en Canarias
d a emigración es un hecho constante en la
historia contemporánea del archipiélago, motivado
por una razón histórica: la limitación de
los recursos de las ishs para alimentar a una
población en constante crecimiento^^^.
A partir de 1960. sin embargo, varía definiti-
..-----LA 1 - _:A
v a l I CI ILC la ~ l l ~ d ~ ieúl lsld idü ~iiigrdiuiiud e
Canarias comienza a arrojar un balance positivo
(de más de 15.000 pcrsonas cn la década de
los 60 y de más de 65.000 en la de los 70301 Esto
no nos indica que cesen las corrientes emisoras.
El destino de Hispanoamérica, un cierto
volumen de salidas hacia Europa y la atracción
económica de las colonias españolas de África
producen un fenómeno de continuidad en la
expulsión de flujos de población. Es decir, inicialmente,
al menos, los saldos migratorios positivos
apuntan más a una ralentización de la
emigración y al retorno de emigrantes que a su
detención, tal y como había ocurrido durante
la coyuntura de prosperidad económica de
1926-1933 y cuino dceriaddr~le~lireio s lo revela
el profesor Juan Fco. Martín Ruiz".
Sin embargo la importante transformación
económica de la década de los ahos 60
consigue cerrar, poco a poco, el éxodo estructural
de la población canaria, tras un período
de particular intensidad. (Hay constancia estadística
de que entre 1945 y 1960 se dirigieron
c AmGricu Latina una s ~c h c a t am i! cana;ios,
calculándose cifras más altas si se tiene en
cuenta que muchas de las salidas fueron de tipo
clandestino7?)
Parece existir acuerdo en cuanto a los factores
que propician esa transformación cconóniica:
el Plan de Estabilización de 1959 y los
posteriores Planes de Desarrollo. la llegada dc
ca~italesv divisas procedentes de la emieración,
el incremento de la actividad portuaria y
comercial y, particularmente, el desarrollo turístico.
En conjunto, un acclcrado proceso de
terciarización que transforma completamente
la estriictura productiva del archipiélago. A este
respecto nos parece muy interesante la siguiente
sentencia. «En la división territorial
del trabajo, Canarias se conformó hasta la década
de los años 60 de la presente centuria,
como un espacio que expulsaba secularmente
sus recursos humanos y fuerza laboral. Pero,
desde ese momento, el desarrollo del capitalismo
y de la división social del Archipiélago
Hiiáriiico ... trajo consigo un cambio ae renciencia
en los movimientos rnigrat~riosn~~.
Canarias en el panordma interriacional de la movilidad poblacional 30 1
Los elemcntos favorecedores del desarrollo,
anteriormente mencionados, introducen
una «norrnrilizcición~en el proceso de evolución
de la economía canaria que, en consecuencia,
se asemejará mucho más, a partir de
ahora, a la de otras áreas geográficas del territorio
nacional. Son signos evidentes de ello la
expansión urbana, el desarrollo de las comunicaciones,
el incremento de las migraciones
campo-ciudad, la crisis del sector agrario, el
auge del silbsector de la construcción ..
Sin embargo, hay síntomas de diversidad
evidentes en el comportamiento migratorio.
7 1 - n~ - - 1- 1- 1:---1- J- l - - Lr, --:--:
C I I I d I ~ e l l l l l b U L did UcCdUd uc uv ~"lliiid?
con el período de máxima intensidad en la
emigración hacia [os países de Europa Ccntral;
en Canarias, por el contrario. las llegadas
y el retorno comienzan a superar las salidas.
«La situación insular y geográfica que, por una
parte dificulta la emigración exterior a Europa,
en un momento en que la ruta americana cs
mucho r?.enec ~~r j~bcrljen,i ns [jn imn n r t r n t p
b.' '.* . . . . - . - - . . - -
crecimiento demográfic0)9~
A tenor de ello, debemos desvelar aquí si
en el caso de las islas existe alguna peculiaridad
en el comportamiento de la irirnigracióri,
analizando con más detenimiento sus características
Planteamos, inicialmente, las siguientes
hi~ótesisE. n grimer lugar, en Canarias. los flujos
inmigratorios históricos han sido muy importantes,
desde un punto de vista cuantitativo
y, fundamentalmente, cualitativo. Es decir,
el archipiélago ha recibido numerosos contingentes
de población extranjera desde muy antiguo,
lo que ha rcpercuricio aecisivamenre,
en su economía y en la percepción del fenómeno
inmigratorio por parte de su población
En segundo lugar, a partir de la década de los
años sesenta se produce un incremento espectacular
en esta tendencia3'
1 Desde el siglo XVI hasta la Segunda
Guerra Mundial se asentaron en las islds grupos
de cvicciividddes Íuiáiieas que, ati-aldos
por la posición estratégica del archipiélago,
proyectaron desde allí la expansión de sus negocios.
Se trata de minorías que contribuyeron
decisivamente al peculiar desarrollo económico
de CanariaP y que, particularmente,
impulsaron la incardinación de las actividades
producti,.ris iiisulat.5 en el engranaje de la expansión
neocolonial, en el tránsito de los siglos
XIX al XX (británicos y, a gran distancia,
alemanes y franceses).
Este fenómeno no tiene claro parangón en
el ámbito peninsular, salvo que estudiemos
determinadas áreas geográficas. en momentos
históricos diferenciados. Casos conio los
las familias b;i:ánicac; y, cr, rr,cni,r medida,
francesas que en los siglos XVIII-XIX se asientan
en el área icrczana; el de los grupos de
belgas, pioneros en la organización minerometalúrgica,
que se establecen en Asturias en
la segunda mitad del siglo XIX; los de colectividades
de italianos, alemanes y franceses
que ocupan los terrenos de Sierra Morena, a
partir de !a po!Ctica de cnlonización horh8nica;
o, el más pdrecido, a lo largo de la historia
el de Baleares, que, sin embargo, no representa
la perrrieabiiiddd y deperidencia respecto a
10s grupos extranjeros que supuso el de Canarias
Por otra parte, también fue frecuente, en el
ámbito insular, junto al establecimiento de los
mercaderes nenoveses, flamencos, portugueses,
franceses, irlandeses,.. el dc otros grupos
no privilegiados
Desde la incorporación de Canarias a la
Corona de Castilla, la puesta en explotación
de las tierras supone una atracción para la población
Íoránea menos Íawrecicid, que se desplaza
por iniciativa propia o como mano de
ohsd esclava. En el primer caso se encuentra el
asentamiento de grupos de portugueses y, en
el segundo, el de bereberes, guineanos, indios
anleri~ti11.0. ~
Además hemos de recordar que la posición
estrategica, de tipo marítimo, favorece el
cmkicto con ninorias de iiiuy diversa procedencia,
como botón de muestra apuntamos el
302 losefina Domínguez Muiica
caso de los judíos en el siglo XVI y primeras
décadas del XVII, piratas de fines del XVI y
principios del XVII, científicos y naturalistas
en los siglos XVIII y XIX, francmasones a principios
del XIX, sirios y palestinos a comienzos
del XX,.. En síntesis, la inmigración ha contribuido
a conformar la historia e idiosincracia
de la comunidad canaria
2. Hasta la década de los 60, sin embargo,
la población de procedencia foránea constituye
una minoría de escasa importancia
cuantitativa3'. A lo largo de este período empiezan
a advertirse cambios. Se produce ana
primera g r x ma!anchu de turistas. de inEigrantes
extranjeros, la consolidación de unas
colonias de huéspedes, la inversión de irnportantes
sumas de capital para dotar de infraestructura
y servicios a las islas y también la
apertura de numerosos negocios pequeños y
medianos (cafeterías, bares, espectáculos, bazares,
etc.). En suma, turismo y comercio
atraen a la población extraniera, sin desri~íiar
por otra parte todo lo que significa el subsector
pesquero, las exportaciones agrícolas, el
mundo financiero y las ventas de maquinaria
(riego, desalinización, precisión, etc.)~?
Si tomamos como ejemplo el magnífico
estudio realizado para la ciudad de Las Palmas
de Gran Canaria por el profesor R D~AZ
HERNANDEZp,o demos afirmar que en este período
asistimos a un mayor equilibrio de la inmigración
en cuanto a la participación por
continentes, apreciándose iin claro incremento
en los casos europeo y africano39S. imultáneamente,
disminuye el éxodo migratorio
Las ter1dt.i-icias mas destacadas en esie
proceso y que constituyen, realmente, un preludio
de las de años venideros son las siguientes:
a) El retorno de los emigrantes americanos.
Los inmigrante5 de naturaleza latinoamericana
son, en su mayor parte, pseudo-inmigrantes,
es decir, emigrantes que adquirieron
nucionu!idad umcricanu G hijos Uc &tos nacidos
en aquellas tierras40. De ahí el mayor peso
de los venezolanos, cubanos y argentinos. Este
contingente tiene una gran importancia demográfica
y económica ya que contribuyó al
crecimiento de la población canaria de esos
años e invirtió sus pequeiias ufortunas~ en
una amplia gama de actividades": dgricultura
de exportación, inversiones inmobiliarias, explotación
de bares, taxis, comercios y otros
negocios Junto a ellos pueden existir otros
casos en los que no haya habido ese vinculo
anterior, así sucede por ejemplo en el de algunos
cubanos empleados en la industria tabaquera,
llegados a Canarias tras la consolida-
c:.o .n de! rCgirnc:: castrista y cn el de los asilados
chilenos, argentinos,.. que analizaremos
en el siguiente período.
b) La mayoritaria participación de los inmigrante~
europeos, con una auténtica evolución
in crescendo a lo largo de los sesenta y setenta.
Se trata de ciudadanos alemanes, nórdicos
y, a considerable distancia, británicos, ho-
Iandes~sd, aneses, italianos, portugueses... La
razón de ser de este proceso se halla en la
atracción que supone para ellos la oferta de
empleos cualilicados, eri dctividades relacionadas
con el turismo, o en las multinacionales
del comercio y de la distribución de mercancías.
La posibilidad de inversión en la propia
explotación turística, la reducida presión fiscal,
la menor carestía de la vida y la benignidad del
clima de Canarias favorecen también el establecimiento
de estos grupos; sólo así se explica
que en 1974, por ejemplo, unas 1.000 empresas
de la provincia de Las Palmas pertenecieran
o estuvieran a nombre de extranjero^^^.
c) E! es~d'uiecimienrod e grupos de comerciantes
del ramo de bazares, en función de
las facilidades fiscales del drchipiéiago y, fundamentalmente,
a partir de la promulgación
del Decreto-Ley que regulaba el ejercicio de la
actividad mercantil por personas de nacionalidad
extranjera (de 27 de noviembre de 1974)
Se trata, en su mayoría, de ido-pakistaníes
(hindúes) yUe, er, mayüi- pi.ü.pOiC~~,-l
que a principios de siglo, instalan sus negoCanarias
en el uanorama internacional de la movilidad poblacional 303
cios en las zonas comerciales. El desarrollo
portuario y turístico favorece, indirectamente,
estas actividades. Otros grupos semejantes
son los de jordanos, cirios, libaneses.. cuya
presencia obedece más a circunstancias históricas
que d las de la exparisióri ecoriórriiia
de estos anos. A la misma actividad también
se dedican algunos marroquíes y mauritanos,
si bien, en menor proporción en este período
d) La importante presencia de japoneses,
chinos y, sobrc todo, de coreanos, en rclación
con la actividad pesquera Concretamente,
en 1964 llegó al Puerto de La Luz y de Las
n-l-,- -1 ,-,,,.,,, ,,,, ,,, 1, ,.,, i -ai i i iaa ri pi i i i i r i ~ L J Y U C -CII ~ 1 ~ 1 8 IU~ . ~ 12 ~1 1~ U C
sentó las bases de una intensa actividad que
no se limitaría cxclusivarnente a la arribada de
las unidades sino que daría lugar a la instalación
permanente de una colonia que operaríd
a través de comercios, talleres de reparación y
ciertas inversiones inmobiliarias4'.
e) La llegada de algunos inmigrantes
africanos \!incijladn- a1 ej~rriciod el comercio,
tal y como se sefidló en un aparlado anterior.
La propia actividad pesquera también supone
el esldbie~iiilieritu de alguiiüs de ellos. En
ambos casos, nos referimos a africanos magrebíes,
marroquíes, especialmente Los inmigrados
subsaharianos, por el contrario, tienen
una menor representación. en estas fechas,
aunque conviene exceptuar a los senegaleses.
En relación al continente africano queremos
destacar además que su proximidad origina
frecuentes despíazdniieritos por parte de
una minoría adinerada, que adquiere mercancías
en el archipiélago para venderlas en sus
lugdres de piucedeiicid; que cieria trdtüs iíndustriales
y comerciales con empresarios de
Canarias; que se desplaza con la finalidad de
trasladarse posteriormente a la Península o a
otros paises europeos o que viene, exclusivamente,
a utilizar algunos servicios, como 10s
sanitarios, por ejemplo. En suma, una población
flotante, con un considerable efecto eco-
no-mi.co o la qüc dcbcmns añudir !u mcms
privilegiada, en tránsito hacia otros territorios
o a la búsqueda de un puesto de trabajo como
asalariada.
Un aspecto muy poco estudiado y que debe
ser incluido en este apartado es el de la repercusión
de la descolonización de Guinea
Ecuatorial e11 1969 y de la dura repi-esión del
gobierno de Macías en años posteriores, circunstancias
que, probablemcntc. cxpliquen la
dimensión de este colectivo en !os años 7044.
Lo mismo puede decirse de la descolonización
del Sáhara, si bien, en este segundo caso
es probable que haya sido mayor para Canarias
el impacto de la población repatriada.
. . 9 !.a pcrvriTvrcr,dc:cz un peque:',,= cdectivo
de población portuguesa. Se trata, probablemente,
de una herencia en la relación secular
de proximidad. Su caracterización tropieza
con muchas más dificultades ya que no se encuentran
especialmente vinculados a determinadas
actividades, no se concentran espacialmente,
no actúan como grupo ...
g) Escasírima p~rticinari6n de nnrtwmericanos.
europeos orientales y de asiáticos
y africanos no mencionados.
Canarias, región frontera. Los recientes
procesos de inmigración en la perspectiva
de 1993
Intentaremos poner de manifiesto las modificaciones
que se producen en las tendencias
caracterizadas en el apartado anterior y que
nos aproximan, de forma inequívoca, hacia el
cumpurtamieiito migratnrio de una región
frontera, aunque con ciertas peculiaridades.
En primer lugar, debemos destacar el consi~
eia,nleii. lcirl .,.,e í.rtu de! í.,fimeiu de {lega&s,
lo que repercute en una mayor proporción de
extranjeros en la población de Canarias. Dicho
incremento puede medirse atendiendo a que
en el Censo de 1981 la población foránea rondaba
el 1,5% de la población de derecho de
Canarias y en el Padrón de 1986 alcanzaba el
3,4%.O tras fuentes demográficas, como las de
! x L ~t~di s t icdacs! Dcp:tummto dc Extrun
leros de las Comisarías Superiores de Policía
304 losefina Domínquez Mujica
(Censo sobre Extranjeros), apuntan hacia una
mayor presencia de estos inmigrarites; en estos
últimos años se han multiplicado las solicitudes
de permiso de trabalo y han aumentado
también las renovaciones.
Por otra parte, hemos de considerar la importancia
cuantitativa que ha adquirido la inmigración
ilegal, tal y como señalan las elevadas
cifras de expulsion de extranjeros y de solicitudes
de regularización presentadas en las
provincias canarias. Ello lo corrobora además
la frecuencia con que aparecen en la prensa
noticias acerca de la llegada clandestina, en
ncasinnw p~perialmented ramá~ira"d~e, población
extranjcra. La existencia de un centro
especial. habilitado en las antiguas dependencias
de la instituciún penitenciaria de Id
ciudad de Las Palmas de Gran Canaria (Barranco
Seco). para acoger a los ciudadanos extranjeros
que van a ser expulsados y la frecuente
detención y encarcelamiento, por la
práctica de actividades delictivas de una población
en situación de estancia irregular, son
otros signos evidentes de esta tendencia. En
suma, un volumen mucho mayor de población
extranjera que el que cualquier aproximación
estadística podria reflejar.
ras UII breve dridlisis de las variaciones
más importantes que se producen en los distintos
colcctivos, ya caractcrizados en el apartado
anterior, concluiremos este artículo con
la interpretación, que nos parece rriás oportuna,
de estas nuevas tendencias.
a) Los emigrantes americanos retornados
incrementan su número en estos últimos
- . uiios. Las mayores c!ificu!:ades cconomicuu dc
algunos países latinoaniericanos, particularmente
de Venezuela, favorecen este regreso.
Sin que hayamos podido comprobar esta hipótesis,
creemos que esta inmigración de retorno
está afectando ahora a los colectivos
menos favorecidos en la aventura de la emigración,
mientras que en el período anterior
nrednminaha rl regreso de aq1uPl10s que habían
conseguido medrar y que volvían para
invertir sri fortuna en distinto tipo de negocios.
Por el contrario, de forma rigiirosa, cstadísticamente
hablando46, podemos defender
la importaricia que adquiere la inmigración de
argentinos y chilenos a partir de la segunda
mitad de los 70 y que coincide con la crisis de
tipo político y econónlico de dichos paíscs.
Estos inmigrantes junto a colombianos. cubanos
y uruguayos, a considerable distancia,
son, en su mayoría, hombres jóvenes y adultos
que inmigran ocasionalmente con su familia;
están sujetos a un proceso creciente de asalarización;
re ocupm en más de un 85?" e?, c!
sector servicios y tienen, en gerierdi, unos riiveles
de renta bajos, una dimensión empresarial
muy reducida en los negocios. unos debiles
ingresos en aquellas actividades desarrolladas
por cuenta ajena y escasez de recursos
propios.
En los últimos años se incorporan a estas
caracteristicas los inmierantes holiviannc,
ecuatorianos, colombianos, etc., es decir, los
provenientes de las naciones más pobres.
b) Una valoración especial debe hacerse
en e! caso de los inmigrantes europcos. Ya hemos
descrito que. paralelamente a la penetración
de capital extranlero en Canarias, se ha
producido desde la segunda mitad de los
años 60 un importante movimiento de polillaci6n
alemana, británica, holandesa,.. y que el
motor de impulsión de esta inmigración fue el
desarrollo turístico. El sector hostelero es el
que ha contemplado un mayor volumen de inversiories
y el que ha generado junto al co-
,,,, ,- "+,. A- l - - -- iiiLic;u, lo i a i o y v i pai L c uc CIII~ICV>
Actualmente, sin embargo, el proceso de
consolidación dc la Comunidad Europea nos
obliga a analizar la situación desde otra perspectiva.
Desde la de la aprobación del Acta
Única Europea y el Acta Final. Ello suponc la
garantía de la plena integración económica en
1993 y por ende, la libre circulación de personas,
cenricioc y capita!ec, qiin so cencretw, en
el primer caso, en el libre ejercicio de una actiCanarias
en el panorama internacional dc la movilidad poblacional 305
vidad asalariada, en el libre establecimiento y
en la libre prestación de servicios.
E1 impacto que pucdc qiiponcr dicha normativa
es objeto de un encendido debate
puesto que existen distiritas consideraciones
y posturas al respecto En cualquier caso, cs
difícil pronunciarse. ¿No e5 cierto que los inmigrante~
e uropeos han gozado de todo tipo
de facilidades para establecerse en Canarias
y que, por tanto, no es previsible un incremento
de la tendencia a partir de 1993? ¿No
lo es también, que un territorio con un alto
índice de paro y con una presión en el mercado
labcral muy acentjuada por parte de !a pblacióii
joven no cualificada no puede arriesgarse
ante dicha competencia? A modo de
hipótesis queremos plantear, sin erribdrgo, Id
siguiente consideración. es probable que se
produzca una mayor inmigración de población
europea asalariada, escasamente cualificada
y, hasta cierto punto, de menor consideración
social. Mas aventurado nos parece
pronunciarnos acerca de los posibles desplazamientos
de trabajadores, a raíz de las
hondas transforrnacioncs de la Europa del
Estc.
Sin dudas al respecto. podemos afirmar
que en los precedentes de da libre circulación
» (década de los 80). los trabajadores europeos
comunitarios residentes en Canarias
disfrutan mayoritariamente de permisos de
trabajo temporales, lo que confiere gran movilidad
al mercado laboral, las únicas actividades
rechazadas por ellos son las relacionadas
con el sector prinidriu, gomri, en general, de
..m- clcvada cüalificació:: profesionu! y se er?.-
plean predominantemente en actividades
propias del turismo y de otros servicios históricos
empresas anexas a los transportes, com
e r ~.. ¡Ju~nto~ a ~es tos trabajadores se establecen
también ciudadanos europeos en situación
de clara ilegalidad y de ello recibimos
información a través de las noticias de su expu!
ciSn. la mriycr parte de lar VPCPS pnr la
prácticd de dctividddes cieiictivas.
c] En este apartado analizábamos en el
capítulo anterior el estableciriiiento de comerciantes
indo-pakistaníes y marroquíes. En
el primer caso, podemos hablar de una colonia
consolidada (hacia fines de los 80 el Club
lndostjnico contaba con unos 2.500 socios),
ha disminuido la corriente emisora y, simultáneamente,
se ha incrementado la integración
del colectivo en la sociedad canaria La única
especificidad sigue siendo la de su dedicación
al comercio de bazares y, mejor aún, al de
electrónica. Los marroquíes, por el contrario,
ganan importancia en este período y en este
tipo CIP actividades $11 mayor pr~wnr iae n las
localidades turísticas dc rccicnte expansión,
así lo atestigua
d) La inmigl-ación del Asia oriental ha seguido,
aproximadamente, la misma evolución
que la indo-pakistaní, un retroceso en cuanto a
nuevos establccimicntos y la consolidación de
una colonia que conserva sus rasgos de identidad
propios (Iglesia, colegios, comercios especializados
en comida oriental...)N. o sabemos si
a medio plazo se establecerá también en Canarias
un importante colectivo de población
procedente de Hong-Kong. En el verano de este
ano se desplazaron algunos de sus empresarios
para estudiar posibles inversiones tras
la incorporación de dicho territorio a China.
Presumimos que las características de esta inmigración
serían muy semejantes a las de japoneses
y corearios, si bien, actividad y ocupación
profesional no estarían forzosamente relacionadas
con la actividad pesquera v los niveles
de renta podrían ser más elevados.
Cupltu!o .parte, dentro de esta inmigración,
merece la llegada de población filipina.
Se trata de un movimiento con las mismas características
que para el resto de! territorio nacional:
población femenina, joven-adulta, que
se emplea en el servicio doméstico, Su incidencia
en Canarias ha sido menor que en
otras zonas de la geografía nacional (Madrid,
por qemplo!, aiinqiie se detecten corrientes
importantes de este tipo a fines de los 70.
el La llegada de inmigrantes africanos ha
registrado un notable incremento en la d&cdda
de los 80, fenómeno que no reflejan las fuentes
estadísticas, en toda su magnitud. por la ya
mencionada ilegalidad de muchos de estos
desplazamientos. Sin embargo, sí pucdc apreciarse
que se han diversificado los lugares de
procedencia, predominando, por una parte,
marroquies y mauritanos, y senegaleses, ecuatoguineanos,
guineanos, ghaneses, gambianos,
sudafricanos, liberianos por otra. ¿Cuáles son
las causas? Creemos que, indudablemente, los
factores de expulsión, es decir, la miseria, el
hambre y la inestabilidad política 11, pir otra
parte los de atracción. Canarias aparece como
un primer escalón del ansiado El Dorado europeo,
que se halla, además, bien roniuriicado
con aquellos países de procedencia. Finalmente,
a modo de hipótesis. queremos señalar
otro de los factores de innegable repercusión
en estos movimientos migratorios: la evolución
de la economía del archipiélago en estos
últimos años, una evolución en la que las actividades
marginales han ganado un terreno,
que abonan los elevados índices de paro, la
crucial situación de las islas en las rutas del
narcotráfico y, en consecuencia, el auge del delito
En síiitesis. iius pldriteamos aquí, hasta
qué punto la inmigración de población africa-
NOTAS
1 EsTEtmiA, l . aLas migraciones son eternas) EI innis,
jueves 20 de junio de 1991.
7 Pnr A "Cl T h A . , - A , . ---- ----- F> uvrii"i.ixir.i i i iLLi i v i u i i u v i iacr 3 1 1 1 " d l O I i . I 1 1m-64.:,,-
jueves 20 de junio de 1991
3 C A I I D ~ L1 Uy ~P.A SCUAAL. (. 19791 Movimiefl!~m~i gratorlos
y orqanización socia Ed Península Barcelona Pág 1 X
4 D ~ M ~ N G UMEUZII CA1, 11984) aLos iberoamericanos
en Canarias, hoy una relación desestimada por los
estudios sobre Canarias y Américan, VI Colaqu!ode Historia
Canario-Americ~inaE. d Excmo Cabildo Inwlar de
Gran Canaria Pág 289
5 Boi't GJ l i l t ~V. (1 990) Planificatian economica del turismo
no IUMO o<tiltoqin wi1sil'n n w n n r t e w v ! Ed Tri!!as Mevico
Pág. 2 1
na ya descrita no es sólo una de las causas sino
también una consecuencia del desarrollo
de la economía sumergida de Canarias.
f) Los colectivos mencionados en los
apartados f y g del capítulo anterior no merecen
una consideración distinta puesto que
mantienen las mismas caracterícticac.
Para finalizar podemos destacar quc la inmigración
reciente de Canarias demuestra.
- La complejidad que adquiere la movilidad
poblacional en una región frontera - La similitud de comportamientos en
territorios que se convierten en las puertas de
Occidente para !a pob!ación de qxíscs p:
bres)). - La pérdida del carácter histórico de la
inmigración a consecuencia de la normalización
impuesta por el devenir histórico (integración
en la Comunidad Europea). - La aparición de nuevos signos de percepción
en el fenómeno inmigratorio (el rechazo
al «otro»l frente a la qeciilar intepracifin
de colectivos de muy diversa procedencia, por
parte de la población del archipiélago.
- V. por último, algo que exige una especial
consideración y que no ha sido abordado
por la especificidad de este estudio, el desequilibrio
espacial en el reparto de la población
y de la riqueza en Canarias.
UOLLOT, L. (19711 Las v~igrnciones humanas Ed. Oikostaii
Barcelona Pág h
mn.i-c ~ z nV E OKY',v ' I i9Oój Gecigrajia genera¡ Ea iaurus
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Facultad de F" Letras. Facultad de Leon. IJag l i -
92
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sociedad en España Op. cit Pág. 34 1-342.
El PAíS ( 1 991 1. uEspafia. tierra de acilo~ El Pnk, jueves,
28 de noviembre de 1991
MUNOZ PEREZE e IZOUIERDO ESCRIBANA O(,1 9891
aLEspagne, pays d'inmigration~e n Population, nu 2
Mars-avril 1989 INFD París Pág 257-289
Son síntomas de ello la Lcy Orgjnica 7/85 de 1 de
julio de 1985, la Oroen Miriisleridl del 6 de inarzo de
1989. e1 oproceso de regularizacióno de trabajadores
extranjeros y la comunicación del Gobierno al Conereio
de lo5 Diputados sobre aSituzciór de lus extranjeros
en Españaa Asimismo, Organismos no guhernamentales
han elaborado distintos informes, de
entre los que sobresalen el realizado por el Colectivo
1O.E. Cáritas española y los artículos editados pur Id
Organización de la Cruz Roja.
Convocatoria de ayudar a la rea!ización de estudios
sobrc procesos de inniigrociún de Id D~recc~óGne neral
del 1 E E Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
B.O E 12 de febrero de 1991.
a...se estd Liuscdiidu un equilibrio entre dos tendencias,
una de propiciar un rr:dyor coi'lrul, y la otra que
es más generosa, del deseo que perdure el espíritu
de solidaridad que siempre ha existido er Europa
iiacid Ida ptisuiias pciscgüidas por algüno csü;us
Declaraciones de la Ministra de Asuntos Sociales,
1989
aPara ascgurar el rcspcto a nuestros valores y preservar
eficazmente la dignidad de los extrdrijeros presentes
en España no debemos acoger más que
aquéllos que podamos integrar, impidiendo con el
desarrolio de ura poiitica cohererire, el surgiiiiiriiiu
de corrientes racistas y xenófubds eii r,uestro país3
Texto de la comunicación del Gobierno al Congreso
dc los Diputados, lQQ1
LOPEZ DE LERA ü (1 99 1) nAriáliiis de la estadística
sobre pobiación extranjera^ en 3Varnadas de la Poblati&
española Ed. Excrna Diputación de Málaga Pág
95-107
MUN3Z PEREZE, e IZOIJitiWo EXIIB&NO,!A 1.9 89).O p
cit. Pág 270
Lúi .~ure ¿m,\, D í i 09 1 =p. cit p&g 1 %
EL P4fS (19911 Op. cit
28 Párrafo del Manifiesto en contra del racismo y la xenofobia
y en favor de la inteeracion de los trabaladores
inrnigrantes en El País, jueves, 19 dc julio dc 1990
29 GARC~RAOD RIGUEZ, l. L (1985) aLa dinamca reciente
de la pohlacióna en Geografia de Ca~iarias Ed. Interinsular
Sta Cruz dc Tenerife Tomo 2 Pág 95
30 CIES ( 19761 Canarus en 1975.Análisis desu economía EIItre
el subdesarrolb y el neocolonLlismo. Ed Caja Insular de
Ahorros de Cron Canaria Las Palmas de G C
3 1 MART~RNUI Z J F i 1985).D ~nLírn~cya e structura de la pobiacicn
de las Caiiarias Orientales (slglos XIX y m) EL1 Exinid
Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas Excrno
Cabildo Insular de Gran Canaria Madrid Pág 384
3 2 MAEIR~ONL N : I I F /N. ( 1 9891 Aporta~ioncd) estudio de la
emiqratión clandestina de los barcosfantasmac efl la proviiicia
de Santa Cru: de Tenerie Ed Excrno Cabildo Insular de
Tenerife. Sdnld Cruz de Terterife.
33 MAPTIRNU IZ1 . F y SANIANSAN IANMA C, i 1991):u La
inmigración extranlera en el Archipiélago Canario y la
problemática socio-iaborala er 3* Jornadas de la Pohlación
Espafiola Op cil Pdg 127
34 BURRIDEEL O RIJETEA ,( 19811 . Ca~wiasp oblación y agritultttra
en una sociedad dependiente Fd Oikm-taii Barcrluna
Pág. 32
35 DmlntiutL h l u ~ ~1 c1~19, 9 1).~ Siluacióiia ctual de la
inmigración comunitaria en Canariaso en 3" {onzadas
de lil Población espuño!a Op cit Páa 45
36 beria proiila la enurneracion ae la cuantiosa Uibiiografía
que se ha publicado en relación a este tema
Su análisis, por otra parte deqhorda las pretensiones
del presente artículo
37 MART~RUNIZ , 1 b (1985).O p. cit Pag 404.
38 Di ~ rH FRN~NBFzR. 11991). aLa inmigración de extranleros
en las Canarias Oricntalcs. una valoración glob
a l~en 3" Jornadasd e la Población Espat7ola. Op cit Pág. 38.
JY U~P.ZH ERNAUDRE (Z1,9 90) Origen geagrúfico de la actual
población de Las Palrvias de Gran Canaria Ed Cala Insular
dc Ah ~ r a ;U r C3n1:kz LIS Palmas de Gran Cinzria
Pág 134
40 MPRT~RNUI Z,1 F (19871 Canarias. Entre e! éxodo la iiiniiqraci6n
Ed Excrno Cabildo Insular de Tenerife Sta
Cruz de Tenerife Pág. 32-33
41 GARC~~ A~ A R T ~B N(1, 991) alnmigración reciente en el
área metropolitana de Tenerifea en 3" lor~iadasde..Op
iii Tdg 75
42 Díhz HERNANDRE.Z (,1 990) Origen geogrúfico Op cit
Pág 149
43 Soro A 119911 a1.a flota coreana estudia más la forma
que el lugar de ubicacióna en La Provincia 14 de
j u k de 1991
44 En el caco de esta comunidad, la ecuatoguineana. más
en el de los filipinos, andorranos, portugueses e iheroamericanos
las Leyes de 30 de diciembre de 1969 y de 15
de enero de 1970 establecieron la igualdad de sus derechuí
sr,cin!ci :i-.pcctr 3 !r?-, truhujadores nacicina!es. !c
que favorecía estatutariamente su establccimicr.to
308 Iosefinu Domí~quezM ujica
45 La llegada de pasaleros ilegales qLe. ante el peligro 46 Véaw rl trahajo ya citado d e DOMIUGUEMZU IICA1,
de una mcpeccion costera, son arrojados al mar por <Los iberoamericanos en Canarias, h c ~ y una reldel
capitán de la embaicacióri lid origiiiddo, al menos ción .o
en dos ocasiores, la muerte de vdrius 1iur.ibres que 47 DOMINGUEZ MUI CA 1 11YYl l <Situación actual de la
no sabían nadar irmigración .D. Op cit.