VEGUETA, Número O, mayo 1992, (25-34) 25
Co~tribucióna la c a h
rupestre de G vía M Canaria.
La estación del Barranco de
la Sierra (Guayadeque.
* Profesor Titular de Prehistoria. Facultad de Geografía e Historia.
llniversidad de Las Palmas de Gran Canana. ** Licenciado en Geografía e Historia. *** Estudiante de 5? Curso de Geografía e Historia.
26 Ernesto Martín / Jorqe Miranda / Javier Velasco
E n el siglo XVllI y, particularmente, en el siglo
XIX se tendrá noticias de las primeras
estaciones rupestres del Archipiélago. Los ha-
Ilazgos se iniciaron en La Palma en 1752 con el
descubrimiento de los grabados de la Cueva
de Belmaco, citados por J. DE VIERA Y LLAVIIO;
en 1873 el presbítero Aquilino PADRÓN dará
cuenta de sus descubrimientos en distintos
puntos de la geografía herreña, fecha en que
se descubrirá también la Cueva Pintada de
Gáldar y. por los mismos años, los grahados
rupestres del Barranco de Balos (Agüimes],
aparte de otros señalados por R. VERNEAU en
Zunzaxñs (Lanzarüte) y püi i DEN~TEUZE ¿Utio
y R.E CASTANEYReAn la Península de Jandía
y Barranco de la Torre (Fuerteventura)r, espectivamente
Las investigaciones emprendidas en torno
a esta manifestación cultural a partir de los
años cuarenta hasta la actualidad, han engrosado
sensiblemente cl catálogo de estaciones
rupestres en todo e! .A.rchipié!ago, uunquc pu
ra Gran Canaria este aumento apenas si es
significativo, por lo menos en cuanto a estaciories
estudiadas. Las pinturas de la Cueva
Pintada (Gáldar) y los grabados del Barranco
de Ralos parecen haber acaparado y ultimado
el interés por este tipo de manifestación cultural
prehistórica.
Dejando a un lado las pinturas, que no son
objeto de estudio en el presente artículo, los
grabados de Balos interesaron muy pronto a
eruditos e investigadores como S. Berthelot,
G. Chil y Naranjo o R. Verneau que realizan calcos
parciales de las representaciones y darán
idb primeras inrerpre~aciones cuituraies. Mas
tarde, a partir de la década de los años cuarenta
F! HERNANDEZB EN~I'EZy: S. JlMENEZ
~ÁNCHEZ' también se ocuparon de los mismos.
Recientemente se deben destacar los
trabajos de A. BELTRANy" la Tesis noctoral. lamentablemente
inédita, de M. S HERNANDEZ
PÉREzC~U,Y OS resultados para Gran Canaria se
pb!ican en diversos aiticülüs. A pesar L ~ cd io,
la investigación gira prácticamente sobre este
yacimiento, pues en los trabajos más recientes
sobre la prehistoria de la isla6 se recogen
tan sólo 4 estaciones rupestres, a pesar de
que en 1974 la Comisión de Arqueología del
Museo Canario7 publica un breve estudio que
engloba 28 yacimientos rupestres, de los cuales
13 son estaciones de grabados, entre las
que figuran algunas de la importancia de la
Cueva de los Candiles (Artenara)q, ue sí fue recogida
en su momento por M. S. HERNANDEZ
P É r w . Aquel colectivo, que en la actualidad sc
identifica como Comisión de Historia y Etnografía
de Canarias. ha continuado publicando
esporáaicamcnte en la prensa otros hallazgos
rupestres sobre los que, desgraciadamente,
apenas conocemos otros datos que los publicados.
De lo dicho se desprende que dicha manifestación
cultural es más importante de lo que
hasta no hace mucho se pensaba y su estudio,
además de que aún pueda deparar alguna
q"- -+"- -------- ---: -- -- 1 - - - ~
UL uua Jviyicaa,c i ~ ~ i ~ u c eci c~iu~~ l u ~ i l ~ l i e ~ l -
to que hoy se tiene acerca de esta parcela de
nuestro patrimonio arqueológico. Éste es el
sentido del trabajo que presentamos aquí:
una pequeña aportación al catálogo de una
manifestación cultural que, a la vista de los últimos
datos, debe tener una extensión bastante
mayor de la quc se ha considerado hasta
ahora.
Boca de la Sierra: emplazamiento y descripción
La estación rupestre que estudiamos está situada
en el cauce medio del Barranco de Guayadeque,
en las proximidades de la intersección
de éste con el Barranco de la Sierra. El
Barranco de Guayadeque, frontera entre los
términos municipales de Ingenio y Agüimes,
es de sobra conocido por su alto valor patrimonial,
pues constituye un complejo asentamiento
prehistórico cuyo estudio se inicia en
las postrimerías del siglo XIX.
La estación, aenominaaa provisionaimente
Boca de la Sierra, se localiza en la margen
Contribución a la carta ru~estrede Gran Canaria La estación del Barranco dc la Sierra.. 27
izquierda del barranco a unos 20 m. sobre el
cauce, en una cornisa basáltica situada entre
los conjuntos arqueológicos del Risco del Canario
y Risco Vicentico. El acceso a los grabados
se realiza con facilidad a través del andén
sobre el que se sitúan los grabados.
El hallazgo de este yacimiento se produce
en 1987 con motivo de la realización del Inventario
de Yacimientos Arqueológicos y Etnográf
cos del municipio de Ingenjos, contabilizándose
en este momento sicte paneles con
motivos antropomorfos. cruciformes, alfabetiformes,
lineales y un meandrilornie sencillo.
- - --..-.-,-..- , . - A ., notrr h Ilo7nn =o iias la cuiiiuiii~o~u~c~ ,L.J~LL~ 1~~11C116V YL
realizaron los primeros calcos0,d escubrihiose
durante cstos trabajos catorce nuevos paneles,
lo que arroja un total de 2 1 paneles grabados.
Éstos los hemos agrupado en dos conjuntos,
en función de la proximidad entre paneles,
estando el primero iritegrado por siete
unidades rupestres y por catorce el segundo.
Los pane!es gr-barios se iihican a distintas
alturas de la cornisa basáltica, muy afectada
en su estructura por el desprendimiento de
bloques y los procesos erosivos que han meleorizado
intensamente la superficie de la roca
soporte. Ello ha motivado que muchos paneles
no pudieran ser reproducidos, pues los
grabados sólo son visibles en rondiciones
muy especiales de luz, especialmente a primeras
horas dc la mañana o de la tarde según la
exposición de los paneles y durante breve
tiempo.
Descripcion de los grabados
La iécriicd de ejecüciín es el picado, en ucasiones
de trazo discontinuo y en otras representado
por un somero piqueteado que apenas
si traspasa la capa meteorizada de la roca.
En la mayor parte de los casos el surco es sustituido
por un trazo más o mcnos ancho que
en ocasiones, debido a los procesos antes
descritos, se pierde completamente, confundiér,
c!oce c m ! 3 CG!VTICra~ji~zaE d e 12 siiperhcie
de la roca. La facilidad de acceso al yacimiento
supone también un grave peligro para
la conservación de los grabados, presentando
uno de los paneles estiidiado huellas de repicado
reciente.
La técnica enipleada en la reproducción
de los giahados fue el calco directo, cmplean
do para ello películd plástica de alta transparencia.
La ordenación de los paneles se hizo
desde el primer panel del Conjunto A hasta el
último del siguiente o, lo que es lo mismo, dcl
Noroeste al Sureste.
Como hemos dicho, algunos paneles debido
a su deficiente conservación no sc pudieron
cz!cai; mientras que utros, coma 10s ~ I IpPr+
sentan las inscripciones alfabéticas, sumaban a
esta dificultad su ubicación algo más elevada
en la cornisa. A pesar de ello, se tomaron buenas
fotografías a través dc las cuales es posible
estudiar estas representaciones.
Conjunto A
Situado en el extremo más cercano a la confluencia
del Barranco de la Sierra con el de
Guayadeque. Está integrado por siete paneles
que a continuación pasarnos a describir.
Panel 1
Pancl con orientacion al oeste. El soporte presenta
una inclinación de 90". La técnica de
ejecución es el picado continuo, con surcos
de escasa profundidad y anchura entre I y 2
cm. Presenta en una hilera vertical cuatro caracteres
alfabéticos.
Panel 2
"8 mU-.. I E L-W.,.~;,~n, n,LtU-AU,r . "-,1 , nn,,,Lc. to E! ,c,,r,.i,n, nrt~,n.,.-r ocont~
una inclinación de 90". Los grabados están
ejecutados mediante picado continuo con
surcos que oscilan entre 0,5 y 1 cm. Presenta
dos hileras verticales compuestas por un total
de siete caracteres alfabéticos.
Panel 3
Pane! orientado 8.1 s'iroeste FII wnorte presenta
una inclinación de 90". Los grabados es32
Ernesto Murtín ./ Jorge Miranda / IavierVelasco
Panel 10.
Panel orientado al su[ El soporte presenta
lino inclinación de 85". El grabado está ejecutado
mediante picado discontinuo que apenas
indica el motivo. La anchura del trazo oscila
entre 1 y 1.5 cm. Se trata de un pusible aritropomorfo
aparentemente no concluido. Su
estado de conservación impidió la rcproducción
del mismo.
Panel 1 1.
Panel orientado al suroeste. El soporte presenta
una inclinación de 90". Los grabados están
e j e c t i t~dm~e?d~ii nte picade contixc, os
cilando la anchura del surco entre 0,3 y 1 cm.
Las representaciones se componen de dos hileras
verticales de caracteres altabeticos y un
posible motivo antropomorfo situado a la izquierda
de aquéllas.
Panel 12.
Panel orientado al suroeste. Elecutado mediante
picado, representa un posible antropomorfo
del que apenas se aprecian algunos trazos. Sólo
es visiblc cn condiciones especiales de luz.
Panel 13.
Panel orientado al sur, El soporte presenta
una inclinación de 75". El grabado está ejecutado
mediante picado aunque por los efectos
de la erosión apenas se aprecia la silueta del
mismo. La anchura del trazo se sitúa en torno
1 cm. El motivo representado es un antropomorfo
que no se pudo reproducir debido a la
deficiente conservación que presentaba.
Panel 14.
Panel orientado al oeste. El soporte presenta
una inclinación de 80° 1.0s grabados están ejecutados
mediante picado discontinuo. Los
motivos representados son un antropomorfo,
un posible zoomorfo y dos pequeños círculos
tangentes ubicados bajo los anteriores. Los
grahadcc están mtiy afectada pcr !u sesión y
la presencia de colonias de líquenes.
Panel 15.
Panel orientado al oeste. situado bajo el anterior.
El soporte presenta una inclinación de 80°.
Los grabados están ejecutados mediante picado
discontinuo Los motivos representados
son un antropomorfo y trazos de otro sin identificar
Panel 16.
Panel orientado al suroeste. El soporte presenta
una inclinación de 80" Está ejecutado mediante
picado discontinuo, oscilando la anchura
del trazo entre 0,5 y 1 cm. Los motivos repre-
. .
r,cr,tüdas can dos an:mpvmvifes apenas Visibles
a primeras horas del día.
Panel 17.
Panel orientado al sureste. El soporte presenta
una inclinación de 85". El grabado está ejecutado
mediante picado discontinuo, oscilando la
anchura del trazo entre 1 y 1,5 cm. El motivo renres~
ntadne $ lln antropomnrfo.
Panel 18.
Panel orientado al sur. El soporte presenta uina
inclinación de 90". La técnica de ejecución es
inapreciable dada la conse~aciónd e los grabados.
Los motivos representados son dos antropomorfo~.
Panel 19.
Panel orientado al sureste. El soporte presenta
una inclinación de 8O0 1.0s grabados están ejecutados
mediante picado discontinuo, estando
la superficie de la roca muy meteorizada. El
iiiüti~ü i-epi-esei-itddü es dpdrt!iiieirit!iiie u11
zoornorfo.
Panel 20.
Panel orientado al sureste. El soporte presenta
una inclinación de 80". El grabado está ejecutado
mediante picado discontinuo, oscilando la
anchura del trazo entre 0,5 y 1 cm. El motivo representudGe
= dificil de idcntificuCb it:, pudic;o
ser un antropomorfo como un zoomorfo.
Contribución a la carta rupestre de Gran Canaria. La estación del Barranco de la Sierra .. 3 3
Panel 2 1.
Panel orientado al suroeste. El soporte presenta
una inclinación de 1 lo0. El grabado está
ejecutado mediante picado discontinuo, oscilando
la anchura del surco entre 1 y 1,3 cm. El
motivo representado es un ari~ropu~iiorfgue -
minado y trazos informes de difícil interpretación
Conclusiones provisionales
El hallazgo dc esta estación rupestre junto
con otros hallazgos de los que se ha hecho
eco la prensa en los últimos años, viene a replmtcnr
de nuevo !3 imp~\rtal?ciya exte~siór!
de esta manifestación cultural en Gran Canaria
donde, como hemos dicho en un principio,
ha sido el Barranco de Balos el único centro
considerado tradicionalmente por la investigación.
No obstante, deben de existir otras
muchas estaciones en la isla, algunas de la envergadura
de la citada, que por ausencia de
estudios sistemáticos permanecen inéditas o
sin descubrir.
La superficialidad con que han sido ejecutados
estos grabados, cuyo trazo, en muchos
casos, no llega a superar la capa de meteorización
de la roca, constituye un factor que dificulta
aun mas las prospecciones. Si a esto unimos
las alteraciones posteriores que han afectado
a los soportes, debidas tanto a los procesos
erosivos como a la actividad biológica
(líquenes, musgos), comprenderemos el por
qué del bajo numero de estaciones conocidas.
Los grabados descritos para la estación de
Boca de la Sierra son sólo aqudlos que han
nndirJn ser identificados clarament~, piipq
existen superficies donde cs posiblc apreciar
la presencia de trazos que podrían corresponder
a oLros grabados. Asimismo, los numerosos
bloques desprendidos en la base de la
cornisa basáltica del Conjunto B nos hacen
suponer la posibilidad dc que alguno de ellos
pueda contener también nuevos grabados.
En cuanto a los motivos representados, su
iconografía es sirnjlar a la que encontramos
en el Barranco de Balos aunque no estén representados
todos los tipos allí estudiados
Es interesante destacar la presencia de nuevas
inscripciones alfabéticas [paneles 1, 2 y
11) que representan caracteres líbicos. que
amplían el número de las ya conocidas, estudiadas
por l. ÁLVAREDZ LLGALXYy,O m ás recientemente,
por R. SPRINGESiRn .e mbargo, todavía
estamos lejos de conocer su verdadero
signilicado. a musa fundamentalmente de la
evolución sufrida por este alfabeto en el norte
de África. La presencia de estas inscripciones
junto a motivos figurativos debe ser considerado
un fxtor de gran importanci-, pues quizás
la interpretación de aquéllos sirva para conocer
el exacto significado de estos lugares
para la poblacióri pre1iisLvricd de Gian Canaria,
matizando el tópico habitual de considerarlos
genéricamente como santuarios o lugares
de culto.
El resto de los motivos representados en
este yacimiento son figuras humanas muy esquematizadas,
a las que ocasionalmente se
indica el sexo, posibles zoomorfos, algunos
motivos geométricos y signos cruciformes. La
tipología de los motivos antropornorfos representados
en Boca de la Sierra incluye figuras
humanas asexuadas ápodas-crucilurrries,
figuras humanas asexuadas bípedas, y figuras
humanas asexuadas o sexuadas con brazos y
piernas paralelas, todas ellas afines en su
morfología a las descritas para Balos por M. S.
HERNÁNDPEEZR EZ.
Dentro del apartado de los motivos geométricos,
de escasa representación, alguno,
romo siic.4~ pn el pan~l 14, podría tratarse
de signos líbicos aislados, mientras que el
resto está integrado por meandriformes de
escaso desarrollo, uno de los cuales inicia en
su extremo un espiraliforme. Los signos cruciformes,
presentes en todo el archipiélago,
debemos considerarlos históricos, debiendo
tener un significado mágico-religioso de protección
o bien responder, como parece más
probable en el caso que nos ocupa, a la cris34
Ernesto Martín j Jorge Miranda ,/ JavierVelasco
tianización de un primitivo lugar de culto prehistórico.
Nuestra intención con este breve trabajo
ha sido sólo la de dar a conocer una nueva estación
rupestre que reúne, a nuestro juicio, un
doble interés: c o n s t a t a r de u11 lado la ~ridyur
difusión yue tiene esta manifestación cultural
prehistórica en la isla y, de otra parte, cl hecho
NOTAS
I Comunicación presentada al 1 Congreso de la Asocidciúii
de Arqueoiogíd y Prehisroria. Las Palmas cie
Gran Canaria, erieru 1991
2 HERN.4NDEz BENITEZP, a!nscripciones y grabados rupestres
del barranco de Baloso El Vusm Caimrio, añn VI.
n.O 15. Las Palmas de Gran Canaria, 1945, pp 3-14.
3 JIMENESZA NCHESZ . <Nuevas aportaciones al mejor
conocimiento de las inscripciones y de los grabados
rupestres del Barranco de Balos, en la isla de Gran
Canariao. Anuario de Estudios Atlánticos, 8 Madrid-Lds
Palmas de Gran Canaria 1962, pp. 87-125
4 R F I T R ~MN ART!N.h.. ELnZr g, mhads de! 3n~%xc.'?c %!es
(Gran Cananal. Las Palmas de Gran Canaria, 1971
5 H~IRNXNUPEEZK EZM, . S aLas representaciones antropornorfas
en los grabados rupestres del Archipiélago
canario^ Tabona, 3 La Laguna, 1979. pp 14 1 - 162, Grabados
rupestres del Archipidaqo Cunurio Lds Palmas de Gran
de estar ubicada en un paraje de la importancia
del Barranco de Guayadeque. Con toda seguridad
la investigación que se desarrolle cn
el futuro en torno a los grabados rupestres de
Gran Canaria servirá para ampliar el catálogo
actual, aproximándonos un poco mas a su interpretación.
Canaria, 1981 <Algunas consideraciones sobre el arte
rupestre canario> Altamira Symposiuin 1981. pp. 495-504
6 MAR~DINE G uzIiIAN, C., 1984 Las culturas prehistóritas de
Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria. pp 444
7 Comisión de Arqucologia del Museo Canario oln
ventario de yacimientos de arte rupestre en Gran Canarian
El Museo Canario XXXV Las Palmas de Gran Canana.
1974, pp. 199-226
8 Dirigido por 1. I Roouicuez YANES y 1 MIRAND\'AAL EKON.
9 Los trabajos fueron concebidos como una clase
...&"+:"- 1-- A- t. -- - - -
Ciiuiricu pciici, ~ CaIIU IIIIIV~ uc m d > l s ) ~ t ud~rd i vieiudo
ArqueolUgicv de cudrto curso de Historia de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
10 ÁIVAREDZF IG ADO. l Ins~npcionesIí biras decanarias Ensauode
interpreta&ín La Laguna 1964. pp 15- 18