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ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 45
La Problemática Urbana del Risco de San Juan:
Análisis y Propuestas
Silvia Sobral Garcia*
Ricardo Fernández-Tellechea**
Juan Luís Gonzalo Gómez**
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
*Departamento de Geografía. ssobral@dgeo.ulpgc.es
**Alumnos de la asignatura Urbanística de 4º Curso de Geografía
Resumen
En este artículo se aborda el estudio
de un sector urbano antiguo de la ciudad de
Las Palmas de Gran Canaria que surge en
el siglo XVII como un espacio marginal localizado
en las laderas que rodeaban el centro
histórico, y que todavía hoy se ve afectado de
numerosos problemas sociales y urbanos. La
metodología utilizada se basa en el análisis
de diferentes variables urbanas a través de
las cuales podremos descifrar las claves de
ocupación de este barrio y, en función de los
resultados, buscar soluciones prácticas centradas
en reformas, adaptaciones y aprovechamientos
de elementos existentes. Con ello
se pretende mejorar la calidad de vida de sus
habitantes, y ayudar a que el barrio recobre
su lugar dentro del conjunto urbano y salir del
olvido y marginación.
Palabras clave
Crecimiento marginal, morfología urbana,
trazado viario, mobiliario urbano, mejoras
urbanas.
Vegueta. Número 11. Año 2009 - 2010
Anuario de la Facultad de Geografía e Historia
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
ISSN 1133-598X. Páginas 45 a 60
Abstract
This article is about the study of an old
urban sector of the city of Las Palmas de Gran
Canaria, that arises in the XVII century as a
marginal space located on the slopes that surrounded
the historical center, and which still
today is affected by many social and urban problems.
The methodology used is based on the
analysis of different urban variables through
which we can discover key facts about occupation
in this sector, and as a function of those
findings, look for practical solutions through
reforms, adaptations and the use of existing
elements. All of these are intended to improve
the quality of life of its inhabitants, and help
the neighborhood regain its place within the
urban area, as well as to get out of oblivion and
marginalization.
Key-words
Marginal growth, urban morphology, road
network, urban, fixtures and improvements.
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 46 1. Introducción
Desde
un punto de vista urbanístico uno de los fenómenos más interesantes de la ciudad contemporánea es la coexistencia de diferentes formas de crecimiento que se han ido superponiendo a lo largo del tiempo, dando lugar a un entramado urbano caracterizado por la variedad y diversidad morfológica y espacial.
Dentro
de los diferentes tejidos urbanos que componen la ciudad, los que presentan una problemática más difícil y delicada son los barrios antiguos, debido a su mayor fragilidad y deterioro, sobre todo cuando no se trata de centros históricos amparados por un planeamiento encargado de proteger y cuidar su patrimonio urbano y arquitectónico, sino de sectores históricos marginales de crecimiento espontáneo y complejo.
Este
es el caso de los Riscos que rodean la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, barrios que surgieron a mediados del siglo XVII como una forma de ocupación marginal sobre las laderas de poniente que bordeaban extramuros el centro histórico de Vegueta Triana. Estos suburbios se fueron consolidando a lo largo de los siglos siguientes con una población pobre que se asienta en la zona, adaptando el trazado viario a la accidentada topografía, y organizando el hábitat en casas cueva, a las que se irán añadiendo diversos tipos de vivienda popular.
En
la actualidad estos sectores urbanos se encuentran afectados por graves problemas derivados del entramado viario, difícil accesibilidad con el resto de la ciudad, degradación de las viviendas, falta de servicios y equipamientos, ausencia de planificación, etc., dando lugar a entornos urbanos deficitarios e insalubres ocupados por amplios sectores de población empobrecida y marginada.
Todos
estos factores contribuyen a conformar un panorama desolador, producto de un olvido secular que parece obstinado en perpetuarse, pese a ser espacios de gran valor desde el punto de vista urbanístico y emocional por haber contribuido a forjar la identidad de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y tener significados arraigados en sus habitantes, tal y como lo reconoció el movimiento de pintores indigenistas (Oramas, Santiago Santana y Felo Monzón) de los años cincuenta y sesenta que destacaron y potenciaron la plástica de sus volúmenes, su cromatismo y su localización privilegiada sobre la ciudad y el océano atlántico.
En
esta línea se asiste en estos últimos años a un interés especial por la recuperación de estos barrios buscando soluciones desde diferentes instancias. Así, desde la óptica de los arquitectos y urbanistas, se plantea la necesidad de desarrollar una batería de actuaciones centradas en la rehabilitación y reposición de viviendas, creación de equipamientos y dotaciones, mejora de las comunicaciones y accesibilidad. En definitiva acciones dirigidas a acabar con el aislamiento, potenciar su condición de espectaculares miradores y recobrar su lugar en el conjunto metropolitano. (La Provincia, 18 enero 2009)
Desde la reflexión sobre el legado patrimonial se apunta a que el conjunto histórico artístico que forman los Riscos es un patrimonio que hay que recuperar, defendiendo que esta zona tenga la categoría de conjunto histórico-artístico y sea debidamente protegida tanto por su interés inmobiliario como paisajístico, dada su estética popular y colorista, y su emplazamiento en las laderas que bordean el barranco de Guiniguada (ALONSO HERNÁNDEZ, 2007).
Pues
bien, desde el enfoque geográfico queremos contribuir también al conocimiento de la realidad de estos barrios históricos profundizando por medio del análisis en las características del espacio urbano y en la problemática que los afecta, tratando de buscar soluciones prácticas con las que mejorar la calidad de vida de sus habitantes y hacer posible que recuperen su valor y dejen de ser un residuo urbano.
Para
ello hemos escogido como ejemplo el Risco de San Juan, el primero de los existentes en la ciudad, centrando el estudio en el sector localizado en la zona más baja, en torno a la ermita del mismo nombre, que constituye el primer eje de crecimiento de la ciudad fuera de las murallas, contiguo al cenFigura
1. Localización del Risco de San Juan.
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tro histórico de Vegueta. La zona de estudio,
que comprende un conjunto de siete calles,
con una configuración muy particular al ser la
zona más antigua, servirá como laboratorio de
ensayo para entender la complejidad urbana y
social que afecta a todo el barrio y por extensión
al conjunto de los riscos.
Como metodología de estudio se propone
en primer lugar una aproximación histórica
general sobre la génesis y evolución del
sector para entender su configuración actual.
A continuación, mediante un sistema de análisis
a escala microurbana y tomando como
unidad básica la calle, se examinan las características
de la trama viaria y del espacio construido
desde un punto de vista morfológico y
funcional, utilizando datos catastrales junto a
un exhaustivo trabajo de campo, lo cual nos
permitirá reconocer la disposición del tejido urbano
actual. En una tercera y ultima fase, tras
el diagnóstico de los principales problemas
que afectan a la zona, se plantean propuestas
de actuación, cuya finalidad es contribuir a la
mejora de algunos de los elementos analizados,
desde el sentido común y el consenso de
todos los agentes involucrados.
2. Génesis y Evolución del Risco de San Juan
El origen del barrio no se conoce con
certeza, aunque es seguro que a mediados
del siglo XVII ya existían caserones dispersos,
antes de que se levantara la ermita de San
Juan Bautista por iniciativa de los oligarcas de
la ciudad. Este hito marca la existencia oficial
del caserío de San Juan y una identidad como
espacio urbano marginal, todavía intramuros y
que compone un paisaje de cuevas habitadas,
salpicadas por alguna casa aislada y pequeñas
parcelas agrícolas.
Las razones que explican la ocupación
de este espacio difícil, de gran pendiente y
abrupta orografía, se deben a que las mejores
tierras ya se habían repartido entre las clases
privilegiadas, bien para su urbanización o para
su aprovechamiento agrícola, quedando estos
suelos residuales comunales que son colonizados
por familias de origen humilde, dedicadas
sobre todo al servicio de los señores de la
ciudad y por población inmigrante procedente
del interior de la isla y de otras islas, que huyen
de sequías y hambrunas periódicas que
asolan el campo1 .
En el siglo XVIII se incrementa el interés
estratégico del Risco como atalaya militar,
instalándose la Batería de Santa Isabel, en
mitad de la ladera, y posteriormente la Batería
de San Fernando en la cota más alta. Ello
lleva aparejado la presencia de guarniciones
y personal civil que se establece también en
la zona, configurándose un espacio urbano
adaptado a la topografía y caracterizado por
un intrincado y abigarrado entramado urbano
de callejones y escalinatas y una tipología
edificatoria de casas cuevas excavadas en la
roca y casuchas de tierra.
El ligero crecimiento demográfico de
la ciudad a fines del siglo XIX, con la construcción
del Puerto de La Luz, se plasmó también
en el sector, siendo en esta época de bonanza
económica cuando en la parte baja se construyen
viviendas de una y dos plantas de mayor
nivel a lo largo de la calle calle-camino Real
de San Juan, que da entrada al barrio, y aparecen
los portones, construcciones populares
en torno a un patio con los servicios de baño y
cocina comunes2 . Sin embargo ello no modifica
la irregular morfología urbana, ni la construcción
de servicios públicos y sanitarios que
siguen siendo inexistentes.
La gran transformación se inicia en la
década de los sesenta del siglo XX con el desarrollo
económico que supuso la irrupción del
turismo y el incremento de los servicios en la
capital, lo que trajo una emigración en masa
procedente del interior de la isla y resto del
territorio nacional. La ciudad sin una planificación
eficaz para hacer frente al enorme crecimiento
demográfico, ni viviendas suficientes
para acoger a esta nueva población, expulsa
a una gran parte de esta mano de obra hacia
los barrios marginales tradicionales, así como
a los nuevos núcleos ilegales que surgen en
su periferia.
Los nuevos habitantes que se asientan
en el risco de San Juan, en su mayor
parte adscritos al sector de la construcción y
servicio doméstico, levantan sus casas en la
zona alta en solares de difícil pendiente, con
materiales de mala calidad, y repitiendo usos
y costumbres del medio rural3. Esta forma de
construcción desordenada, con tipologías edificatorias
de mayor altura, tipo salón-vivienda,
y ocupadas por sectores de población desfavorecidos,
no hará sino ahondar en la marginalidad
que ya caracterizaba al barrio.
La fuerte transformación acaecida en
estos años hace que en la actualidad se distingan
dos áreas urbanas bien diferenciadas.
Por un lado el asentamiento antiguo, que es
el que nos ocupa, localizado en la parte baja,
compuesto por gente que se considera sólo
del Risco y con una trama urbana caótica y
desorganizada. Por otro la “ladera alta”, con
efectivos de población que todavía guardan
memoria de su procedencia rural, y con una
morfología urbana algo más sistematizada.
En cualquier caso, las dos áreas, merced
a los severos problemas sociales que padecen,
reivindican mejoras para el barrio, tal
como se pone de manifiesto en los carteles
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 48 y panfletos pegados por muros y paredes, donde los vecinos exigen al ayuntamiento aparcamientos, zonas verdes, equipamientos sanitarios, centros de ocio, etc. Exigencias, que además están contempladas en el Plan Especial de Reforma Interior que afecta a esta área (PERI de San Juan-San José aprobado desde 1991 y revisado por el Plan General en su adaptación de 2002), donde se propone, entre otras medidas Mejorar las condiciones de salubridad, habitabilidad y ornato, dotando al barrio de los equipamientos necesarios, pero que a la vista de los hechos no se han llevado a cabo.
3. Características Socio-Demográficas
El
ámbito de estudio, presenta unas características demográficas similares al de otras áreas urbanas consolidadas desde muy antiguo, determinadas por su escasa población (según datos de 2010 el número de habitantes del sector se cifra en 288 habitantes, un 27% del total del barrio que asciende a 1.052 vecinos).
Las
causas que explican esta pauta de crecimiento habría que buscarlas en una serie de factores diferenciales de esta área, como es la tipología edificatoria dominante constituida por viviendas de una o dos plantas, lo que conlleva menor número de personas por parcela edificada, el estado de la edificación, en algunos casos ruinosas y abandonadas, y los solares vacíos que se localizan en el perímetro analizado.
En
cuanto a la composición por edad, esta sección urbana presenta una estructura envejecida, tal como puede apreciarse en la pirámide de población adjunta que muestra un conjunto de jóvenes, de 0-19 años, que representa el 20,8% del total, con una base muy reducida lo que denota bajas tasas de natalidad. Un grupo de población adulta, entre 20 y 60 años, que absorbe el 59,7%, con un mayor número de varones que de mujeres en edad de trabajar. Y un colectivo de mayores de 60 años que supone el 19,4%, y con un predominio claro de mujeres sobre hombres.
Esta estructura demográfica condiciona una serie de rasgos específicos, como es un mayor porcentaje de jubilados y de personas mayores dependientes y un nivel de instrucción de baja formación, donde destaca un número significativo de analfabetos. Todo esto evidencia que nos encontramos en un sector de la ciudad caracterizado por la concentración de población con un nivel socio cultural bajo y escaso poder económico, tal como corresponde a zona donde sigue predominando la clase proletaria4.
4. La Morfología Actual
La
morfología urbana actual del área, comprendida entre la calle real de San Juan al norte, la calle cruces de San Juan al sur y este y la calle Aries al oeste, aparece formada por un entramado de calles y callejones densos y pequeños que han seguido manteniendo su configuración original, ya que dentro de los procesos de crecimiento urbano, los espacios públicos son los más estables y menos sometidos a cambios a lo largo del tiempo (ESTEBAN y NOGUERA, 2004). Y por un espacio privado, configurado por manzanas de formas y tamaños diversos predominando las de formas trapezoidales o en longueros. Dentro de las manzanas, y dada la ausencia de parcelación previa, los solares se han ido constituyendo sin un esquema de organización interna, ni instrumento regulador, adaptándose a las necesidades que van surgiendo y a la forma de las manzanas, tal como se muestra en la Figura 2.
4.1. El Trazado viario
La configuración del trazado viario ha estado condicionada a la forma del relieve y, al igual que ha sucedido en otros centros históricos, a la manera en que se concibió el espacio publico en su momento, no como una red funcional ligada a los sistemas de transporte que hoy conocemos, sino como un medio sólo de acceso a la vivienda, que va surgiendo prácticamente simultaneo a la edificación, a medida que se necesita nuevo suelo urbano (SOLÁ MORALES, 1997). De ahí que en ninguna de las calles se diferencien los dos sistemas reglamentarios: aceras para los peatones y calzadas para la circulación, al ser casi todas las calles peatonales.
Este
entramado viario formado por un conjunto caótico de calles y callejones, de anchura y tamaño variable, de trazados quebrado y curvilíneo y con fuertes pendientes, constituye uno de los principales problemas urbanos con los que se enfrenta el barrio deGráfico
1. Pirámide de población del sector de estudio 2010.
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bido no solo a las dificultades de adaptar este
callejero a las condiciones de vida actuales,
sino también a la situación de deterioro en que
se encuentra5.
4.1.1. Tipos de calles
Dentro de este complejo y denso entramado
de calles, con predominio de las de
tipo peatonal, se ha establecido una jerarquía
funcional y dimensional en función del
tipo de calle y del papel que juega dentro de
la red urbana, tal como puede apreciarse en
la Figura 3.
• El primer nivel se corresponde con
la calle de San Juan que da entrada al barrio
y que es la única de acceso rodado y la de
mayor dimensión y ancho, en torno a los 5,5
metros, aunque con una alineación poco uniforme
ya que va modificando su trazado en
función de cómo se ha ido ubicando la edificación.
Esta calle principal carece de aceras
para el paso de los peatones lo que provoca
un enorme peligro para los vecinos que se ven
obligados a pasar por ella para entrar o salir
del barrio.
• Como segunda categoría se ha seleccionado
la calle peatonal que cierra el sector
de estudio por el sur paralela a la principal
con una longitud considerable pero con
un contorno muy irregular y con anchos que
oscilan entre los 2,5 metros en la parte más
estrecha, hasta los 4 metros en los tramos
mayores, aprovechándo los ensanchamientos
como pequeños espacios libres.
• Las calles interiores transversales y
paralelas a las dos principales, de pequeño tamaño,
alineación tortuosa y trazado quebrado,
se han clasificado como peatonales de tercer
nivel, con anchos que oscilan entre los 2 y 2,5
metros las transversales, y en torno a los 4
metros algunas de las paralelas, y cuyo desnivel
se salva por medio de escaleras o cuestas
empinadas. En algunos tramos de estas
calles se han constatado graves infracciones
derivadas de la invasión del espacio público
por construcciones que se han apropiado de
la calle, cerrándola e interrumpiendo el paso.
• Finalmente en el último rango se
encuentran dos pequeños callejones muy estrechos,
de menos de un metro que salen de
la principal y que se utilizan como pasillos de
entrada a las casas.
4.1.2. Tipos de firme
En relación al firme, este se caracteriza
por el fuerte deterioro, debido a los malos
Figura 2. Delimitación y morfología de la zona en estudio.
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 50 Figura 3. Tipos de calles.
Figura 4. Tipos de firme.
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materiales y a la situación de abandono en
que se encuentran, y por la escasa uniformidad
del mismo ya que se mezclan diferentes
materiales a modo de pegotes.
A la vista del plano adjunto (Figura 4)
se observa como la única calle asfaltada es
la rodada que da entrada al barrio, aunque el
asfalto presenta numerosos parches y no tiene
pintadas las indicaciones de tráfico, ni dispositivos
de disminución de velocidad, sobre
todo teniendo en cuenta que es una travesía
sin aceras por donde entran todos los coches
al barrio.
La mayor parte de las calles peatonales
que dan acceso al interior del recinto urbano
utilizan como firme hormigonado, pero de
mala calidad, que en muchos casos presentan
desperfectos que son reparados por los propios
vecinos, colocando baldosas sueltas, o
del mismo material que la fachada, a la entrada
de las casas, lo que se ha convertido en
una señal de diferenciación.
Las calles transversales que salen de
la principal, dado su gran desnivel, utilizan escaleras
para acceder a la zona alta, aunque no
todas tienen los escalones en buen estado ni
están provistas de los pasamanos necesarios
para poder transitar por ellas. Por último solo
existe adoquinado en un tramo de la calle peatonal
principal.
4.2. El Espacio construido
La edificación, que al igual que el
trazado viario ha surgido sin un concepto de
planificación y con una organización del suelo
muy relacionada con las condiciones del emplazamiento,
ha tenido un proceso de formación
marcado por la simple yuxtaposición de
viviendas dentro de las parcelas que se construyen
buscando el máximo aprovechamiento
del solar, sin ningún tipo de control geométrico
y sin guardar una alineación regular con respecto
a la calle, dando lugar a una construcción
densa y constreñida, en muchos casos,
con falta de salubridad y ventilación.
Desde el punto de vista funcional
este espacio presenta un uso meramente residencial
ya que todas las construcciones se
destinan a esta actividad, detectándose una
ausencia total de equipamientos, deficiencia
que viene de antiguo y que todavía no se ha
solucionado, lo que empobrece su estructura
dotacional al no contar con esos elementos
claves de carácter público. Asimismo muestra
un déficit importante en materia de servicios
terciarios ya que solamente se ha contabilizado
un comercio en todo el ámbito de estudio.
4.2.1. La tipología edificatoria
Este espacio construido, con una larga
trayectoria en el tiempo, ha ido experimentado
importantes cambios tipológicos (desde
las casas cuevas primitivas, a los portones,
pasando por todo un muestrario de vivienda
popular) y de sustitución edificatoria, a medida
que se han ido reemplazando las antiguas edificaciones
por otras nuevas. Sin embargo, a
pesar de estas renovaciones relacionadas con
la capacidad de cualquier espacio a la transformación,
ello no ha implicado una pérdida
de identidad ya que el sector ha seguido manteniendo
como tipología edificatoria la vivienda
unifamiliar entre medianeras, de una y dos
plantas, aunque también se detecta la presencia
de edificaciones nuevas de tres alturas, tal
como se representa en la Figura 5.
• Las viviendas de una planta, o casa
terrera, constituyen el tipo predominante, sobre
todo en las calles interiores, y en menor
medida en la calle principal, donde ha habido
más renovaciones, localizándose en general
sobre parcelas de pequeño tamaño. Este tipo
de edificaciones se construyeron en su mayor
parte entre 1900 y 1950 y constituyen ejemplos
de arquitecturas populares, quedando
incluso vestigios de antiguos portones, en general
en un estado de conservación muy precario,
aunque también hay algún ejemplo de
rehabilitaciones de calidad.
• Las construcciones de dos alturas,
que en algunos casos son de nueva planta y
en otros antiguas casas a las que se ha agregado
una planta más, se localizan de forma
más llamativa en la calle que da entrada al barrio
sobre solares de mayor dimensión, dándose
algunos casos donde debido a la pendiente
presentan un frente de una planta y el otro
de dos.
• Las edificaciones de tres plantas
de carácter plurifamiliar son más puntuales
y presentan diferentes tamaños y formas en
función del solar y del momento de su construcción,
en su mayor después de los años sesenta.
Esta tipología de edificio que sustituye
a las antiguas viviendas supone una ruptura
con el modelo tradicional al aumentar el volumen
edificado, lo que plantea problemas de
adecuación con la calle, sobre todo teniendo
en cuenta la dimensión de las mismas, contradiciendo
además uno de los objetivos del Plan
Especial de Reforma del barrio que es mantener
la tipología de la zona para conservar su
idiosincrasia.
Finalmente resaltar dentro del conjunto
edificado la presencia significativa de solares
sin construir, de importante tamaño actualmente
utilizados como escombreras, que
los vecinos reivindican utilizar no para nuevas
construcciones sino para la localización de
equipamientos.También se detectan construcISSN
1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 52 Figura 5. Número de plantas.
ciones insertas en parcelas de tamaño mínimo que no cumplen los requisitos de edificabilidad, así como el fenómeno ya comentado de ocupación de calles y callejones por pequeñas construcciones que se han apropiado de parte del espacio público y que habría que derribar para volver a recuperar el tramo de calle ocupado.
4.2.2. Estado de la edificación
El
conjunto arquitectónico presenta en general un estado de conservación regular debido a problemas técnicos ligados a la antigüedad y a las características de la construcción, en su mayor parte levantada con materiales malos y baratos, aunque no siempre el deterioro está relacionado con el año de construcción ya que hay edificaciones antiguas que han mantenido mejor el paso del tiempo que las más recientes. No obstante, casi todas necesitan mejoras técnicas y un adecentamiento a base de pintado y encalado que revitalice su carácter, buscando una identidad en el tratamiento de las fachadas, ya que si no el espacio edificado va abocado a la degradación, tal y como se manifiesta en algunas viviendas, en muy mal estado e incluso ruinosas, que necesitan ser sustituidas.
5. El Mobiliario Urbano
Se define como mobiliario urbano el conjunto de elementos que forman parte del paisaje de una ciudad y que se instalan en el espacio publico para servir de utilidad al ciudadano afectando al orden, confort de sus habitantes y calidad de vida. (FERNÁNDEZ REBOLLO, 2005).
En
el caso que nos ocupa la zona presenta un mobiliario urbano precario, desigual, poco ordenado y muy constreñido, de tal manera que todos los elementos parecen amontonarse sin un orden claro como consecuencia de la configuración del trazado viario, pero también de la improvisación y del olvido a que se ha visto sometido este barrio.
De
la lectura del plano adjunto, Figura nº 6, se destaca la presencia de contenedores de residuos sólidos localizados sólo en la calle principal debido a su mayor anchura. Sin embargo, su número es, a todas luces, insuficiente para dar salida a la recogida de basuras, sobre todo teniendo en cuenta las cuestas y escaleras que hay que sortear para trasladarla hasta estos contenedores. A ello se une que no existe ningún tipo de dispositivo para la recuperación electiva
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Foto 1. Ejemplo de vivienda popular de una planta.
Foto 2. Ejemplo de construcción
invadiendo espacio.
Foto 3. Edificación en mal estado de conservación.
de envases, vidrio, y papel y cartón6.
El alumbrado compuesto por farolas
en fachada se ubica por todas las calles, aunque
en algunos tramos la red de alumbrado es
insuficiente para iluminar convenientemente la
zona, sobre todo teniendo en cuenta los recovecos
que dibujan las calles y la difícil accesibilidad.
Los maceteros son abundantes, sobre
todo en la calle peatonal principal y en algunas
de las transversales, donde se aprovecha
los recodos más anchos para colocar este tipo
de ornato, muchos de los cuales son improvisados
por los propios vecinos, de ahí que no
se ubiquen con un orden lógico, ni guarden
ninguna homogeneidad en su diseño. En este
sentido es indudable que existe una costumbre
muy arraigada en la población de engalanar
con macetas y tiestos calles y fachadas
(de hecho en una de las calles hay una placa
que recuerda que fue premiada por su ornato
con motivo de la festividad de San Juan).
Los bancos, al igual que los maceteros,
se localizan en las calles más anchas
aprovechando la formación espontánea de espacios
libres, aunque sin guardar una regularidad
ni en su ubicación ni en su diseño ya que
aparecen desordenados y en mal estado.
Finalmente, el barrio no escapa al
desastroso sistema de cables aéreos que se
entrecruzan por todas las calles, además de
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 54 Figura 6. Mobiliario urbano.
discurrir por fachadas, y que comprende tanto postes de electricidad como de teléfono, lo que supone un enorme impacto visual, aparte de la inestabilidad, ya que el despegue de uno de esos cables puede interrumpir el servicio de luz, teléfono, etc. La solución para ello es soterrar todo el cableado, operación que se esta llevando a cabo en el casco antiguo de Vegueta, que ha intensificado estos trabajos sobre todo de cara a su candidatura como ciudad patrimonio de la humanidad. En el Risco de San Juan este tipo de operaciones esta todavía lejos de realizarse, a pesar de ser una vieja aspiración de todos los barrios antiguos.
6. Las Propuestas
Las
propuestas que se adjuntan en materia de dotaciones y mobiliario urbano, son el resultado de haber analizado las principales deficiencias del sector, haber entendido y escuchado el sentir de los vecinos en sus justas reclamaciones, y utilizar el sentido común para buscar soluciones. Estas soluciones no radican tanto en la realización de grandes inversiones, sino en reformas, adaptaciones y aprovechamientos de elementos existentes, y en la introducción de otros nuevos para hacer frente a las necesidades que tiene este barrio para incorporarse a la vida urbana moderna
Foto 4. En la imagen se observa una de las calles del sector donde destaca el firme con parches, maceteros y bancos sin orden, y el cableado aéreo.
y salir del olvido y marginación. De ahí que haya sido fundamental la comprensión del espacio urbano en su conjunto y una visión clara y detenida de los componentes que se van a introducir y donde van a ser ubicados, teniendo además en cuenta la economía y racionalización en su diseño y la funcionalidad e integración con el entorno.
6. 1. La Mejora del mobiliario urbano
La
organización y renovación del mobiliario urbano es una de las operaciones
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urbanísticas que más pueden ayudar a mejorar
la calidad de vida de un barrio, sobre todo
cuando se trata de sectores degradados, con
deficiencia de elementos, deterioro de los mismos,
y con un espacio publico muy constreñido
por el tamaño de las calles.
En este sentido, las mejoras no consisten
tanto en introducir nuevos elementos
ornamentales que llenen el espacio público de
bancos, maceteros alumbrado, etc, sino de ordenar
su ubicación y elegir aquellos que mejor
se adaptan a las peculiaridades específicas
del lugar, es decir que armonicen con la estética
ambiental y contribuyan a proporcionar
un entorno acogedor sencillo y cómodo. (FERNÁNDEZ
REBOLLO, 2005).
Para plasmar esta cuestión en el sector
de estudio, hemos creído más conveniente
cartografiar la ordenación de cada uno de los
elementos del mobiliario urbano de forma pormenorizada.
• En lo que respecta al sistema de
contenedores existentes en la actualidad, caracterizado
por la escasez de los de residuos
sólidos, y la ausencia de mecanismos para la
recogida selectiva de plásticos, vidrio y papel,
se proponen una serie de medidas tendentes
a optimizar este servicio publico, manteniendo
la localización en la única vía rodada del barrio,
dada la estructura de calles y la pendiente
existente, pero mejorando su localización y
diversificación.
La solución, tal como se muestra en
la Figura 7, consiste en mantener los contenedores
de residuos sólidos existentes en la
actualidad pero soterrados, e incorporar iglús
y resto de elementos selectivos también bajo
suelo. Asimismo y para solventar la dificultad
para trasladar la basura desde las zonas más
altas hasta dichos puntos, debido a la pendiente,
estrechez de las calles, y presencia de
escalones, se propone un sistema neumático
de desplazamiento aprovechando dos de las
calles transversales más anchas, indicando,
asimismo, el sentido lógico de eliminación.
• En relación a la iluminación, la zona
posee un sistema de farolas en fachada que
alcanza prácticamente a todo el sector, aunque
en algunos tramos, debido a lo tortuoso
del trazado, el alumbrado es insuficiente quedando
parte de las calle a oscuras. En este
sentido la solución consiste en incorporar
nuevas farolas en dichos tramos de tal manera
que la iluminación sea uniforme en todo el
sector (Figura 8).
• En lo referente a los elementos de
vegetación, tal como se indica en la Figura 9,
la medida consiste en ordenar los maceteros
en las calles que lo permitan, alineándolos de
manera más lógica para evitar su amontonamiento,
y unificar su diseño para que el conjunto
sea más homogéneo. Asimismo se anima a
Figura 7. Propuesta recogida de basura.
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 56 Figura 8. Propuesta de iluminación.
Figura 9. Propuesta de vegetación.
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Figura 10. Propuesta de bancos.
incorporar en fachadas y azoteas maceteros y
tiestos, ya que a falta de plazas y espacio verdes
propiamente dichos, estos elementos de
vegetación, en muchos casos ya introducidos
por los propios vecinos, pueden suplir esta deficiencia
y actuar como elementos de verdor
y embellecimiento, aparte de recuperar una
costumbre muy arraigada antaño en las casas
terreras de utilizar las azoteas como cubierta
con plantas y evitar que estas se conviertan en
zonas de desechos.
Finalmente para mejorar el sistema de
bancos que aparecen actualmente sin orden
en su localización y diseño, y en mal estado de
conservación, la solución radica en emplazar
nuevos bancos con una ubicación más sistemática
en calles longitudinales y bocacalles,
de tal manera que el conjunto de bancos cumpla
uno de los requisitos fundamentales del
mobiliario urbano como es la utilidad, sobre
todo en zonas de pendiente tan pronunciada,
y la sencillez en su diseño para que se adapte
a la anchura de las calles (ver Figura 10).
6. 2. Las Propuestas dotacionales
La mejora en materia de infraestructuras y
equipamientos es uno de los principales retos
a solucionar para corregir la disfuncionalidad
que presenta la zona en materia de dotaciones,
siendo la administración publica quien
tiene la obligación de dar respuesta a estas
deficiencias que viene arrastrando desde antiguo,
aunque a efectos de este trabajo vamos
a señalar las que, según nuestro criterio, son
prioritarias y factibles de llevar a cabo, si existe
voluntad política para hacerlo.
En lo relativo al trazado viario y para
regenerar el estado de las calles, se propone
adoquinar todas las calles peatonales para dar
uniformidad al trazado y recuperar el adoquín
como material que mejor se adapta a este tipo
de calles.
En segundo lugar se indica asfaltar
la calle principal y construir aceras para los
peatones, que hoy en día están totalmente
desprotegidos frente al tráfico que circula por
la zona7.
En la línea de solucionar el problema
del trafico y el estacionamiento de vehículos,
uno de los grandes males que afectan a la
zona y que constituye una de las demandas
más solicitadas por los vecinos, debido a la
imposibilidad de tener garajes o aparcar el
coche en la calle, se plantea la construcción
de un aparcamiento de importante tamaño en
el extremo oeste del sector aprovechando la
existencia de un gran solar.
En el interior del espacio urbano y
para suplir las deficiencias en materia espacios
libres se opta por aprovechar la existencia
ISSN 1133-598X · Vegueta·11/09-10 · página 58 Foto 10. Estado que presentan los solares vacios.
Figura 11. Propuesta dotacional.
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de solares de cierto tamaño, que actualmente
aparecen como zonas de desecho y basura,
para reconvertirlos en espacios ajardinados,
mientras los propietarios deciden que hacer
con ellos. El acondicionamiento de estos vacíos
urbanos que hoy por hoy constituyen un
foco de peligrosidad e inmundicia, crearía elementos
de verdor dentro de la masa edificada,
paliaría al menos de forma temporal la falta de
espacios libres, y seria una llamada de atención
al ayuntamiento para que finalmente dejara
uno de estos solares como parque publico8.
Junto a estos espacios verdes también
se insta a aprovechar otros solares vacíos para
la instalación de dotaciones de carácter social,
inexistentes en la zona, como son un centro asistencial
donde atender las necesidades de la población,
y un local de reunión de para mayores.
Finalmente, y con un carácter de tipo
cultural, se maneja la posibilidad de instalar
un pequeño museo pictórico como reconocimiento
al legado de los pintores indigenistas
que contribuyeron con su obra plástica al conocimiento
del paisaje urbano de Los Riscos,
lo cual aparte de enriquecer el legado cultural
de nuestra ciudad, permitiría incorporar este
barrio a los itinerarios turísticos9.
7. Conclusiones
Una vez analizada la realidad morfológica
y funcional de este sector urbano y diseñadas
las propuestas dirigidas a subsanar las
deficiencias que demandan mayor urgencia
destacamos lo siguiente:
1º Las mejoras planteadas para este
sector podrían hacerse extensible a todos los
Riscos, lo cual significaría una oportunidad para
convertirlos en mejores barrios donde vivir:
a) potenciando su personalidad como
unidades residenciales singulares, sobre todo
teniendo en cuenta su privilegiada localización.
b) corrigiendo sus debilidades, resultantes
de su especial configuración y estructura
morfológica muy diferentes al resto de la
ciudad.
c) aprovechando sus fortalezas, derivadas
del sentido de pertenecía y afección
que tienen los vecinos con el lugar, pero reforzando
las Asociaciones Vecinales para consolidar
estos cambios
2º Partiendo de la base que por su
tradición histórica y por su significado urbano
estos barrios tendrían que tener un tratamiento
especial por parte de los organismos públicos
que son los que tienen la obligación de dar
respuesta a las necesidades básicas urbanas,
también es cierto que en su recuperación también
debería participar la iniciativa privada mediante
la incorporación de mecanismos económicos
y fiscales para dinamizar los cambios y
diversificar las funciones urbanas.
3º Una última solución que permitiría
garantizar las operaciones de mejora y revitalización
de estos sectores urbanos seria integrar
Los Riscos en el ambicioso “Proyecto
Urbano del Guiniguada”, por su situación en
las laderas del citado barranco y por formar
parte de este ámbito paisajístico.
Notas
1 Estos primeros habitantes proceden asimismo del centro histórico del que son expulsados tras la reconstrucción
de la ciudad, y están formados por representantes de diferentes oficios: criados, artesanos, jornaleros, pescadores,
etc. Ascanio Sánchez y Amador Armas, 2004, p. 5.
2 Este tipo de portones fueron muy populares en los riscos aunque también existen ejemplos en otros barrios de la
ciudad baja. Alemán Hernández, 2000.
3 Para ello se formaban las llamadas “juntas de vecinos” para construir las viviendas, lo proporcionaba una cierta
cohesión interna de pertenencia a una misma comunidad. Ascanio Sánchez, y Amador Armas 2004, p. 10.
4 Según las cifras de 2010 proporcionadas por el Excmo Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, el número
de analfabetos asciende a 27, los graduados tipo graduado escolar a 212 y los titulados de grado superior a 4.
5 Aparte de las dificultades que sufren los vecinos en su día a día, los problemas se acentúan cuando se trata de
dar acceso a servicios urbanos, emergencia, transporte público, etc.
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6 Esta situación se viene arrastrando desde antiguo ya que hasta hace relativamente poco tiempo, según los vecinos más viejos, no existían ni siquiera esos contendores, depositándose la basura en las traseras de las casas o en espacios comunes entre varias viviendas, lo que traía consigo graves problemas de insalubridad.
7 Los vecinos van más allá en sus demandas para hacer frente al peligro que supone caminar por la calle principal pidiendo la ampliación de la misma quitando el muro que se encuentra en uno de sus lados. Y sugieren asimismo para aminorar la velocidad de los coches colocar guardias muertos como elemento disuasorio de frenado.
8 Según los vecinos, algunos de estos solares son propiedad del ayuntamiento, lo que de ser verdad, significaría una dejadez de la administración publica para con los vecinos de este barrio. Canarias7 7 abril 2010.
9 Aparte de estas dotaciones de tipo publico, sería necesario fomentar la iniciativa privada para introducir algunos servicios terciarios, sobre todo comercios, ya que tan solo existe un establecimiento comercial en todo el sector de estudio.