VEGUET.4, Número 6, 2001-2LW2 247

LAS MIGRACIONES INTERNACIONALES O EL GRAN

DESAFÍO DEL SIGLO XXI

OUnversdad de a s F a n a i d? Gran Canara i t o e c a u n u e s t s r i M e m m ~ g t lae c ani r is 20815

Resumen: El recien estrenado Siglo

XSJ se enfrenta al reto de la inmigraci6ii

m.~s i \~pao r medio de la cual se L~ansvdsan

rxcedcmtes ciemográficos legales y

clandestinos inip~llsados por ciifermtes

calamidades drsdr 10.; países en desarrollo

hacia las zonas más próspcras drl

I'lnneta. Estc fcn6meno social y econ6-

mico tiene como motor impulsor los Eraves

descqiiilibrios en la distribuci6n de

la riqueza. A consecueiicia de estos ni«-

vimientus se están produciendc cambios

de todo tipo tanto en las sociedadcs de

origen corno en las de recepción. Estos

ccimbios pueden valorarse corno positi-

.,,,,., ,..Y.-C--,, C I 1, .O- , u-1 i.. .. F F ~ teLs (iiiiiiig~,iiiiesy

acogedores) en algunos pocos casos y

muy negativos en determinados supuestos

(ewplotación de Inc inmigrantes 1 c . p

les y sobreexplotación de los ilegales).

Europa y el conjunto del llamado Mundo

Occidental sc dcbntc entre el estableciniiento

de contirigen les iiiiiiigrdtorios,

integracióii, control de los traficantes de

personas, conversi6n en ciudadanos a

ios que se ~ l ~ l t ~ ~ r ~mi leld~idaans ,c ontra

los abusos a inmigrantcs y la xenofobia

porque la economía c,ipitalista está 'itravcsando

una fasc expansiva. Pero

sucederá cuando sobrevenga un ciclo recesiv

»?.i scr:in dc nuevo 105 iiimigrdiites

y las minorías étnicas las cIii\»s rxpiatorios

de las des\~eiiturns económicas y

del malestar mcial?. Como anticipo prcventi\-

o coiix iene cirsde diora iniciar un

debate sobre los retos futuros de la irimigración

desde todos los p~intosd e \.¡Stn.

El presente trabajo pretende cuiitribuir

pusiti\iiiiieii~e CI ese debate en un

as~uito de extraordinxia responsabilidad

por su conipli.jidad y por la realiddd

z. \reces dramática de fiiieutrc ei,tcrn:: bc - ,L~

ográfico más inmediato.

Palabras clave: ciudadanía, soliddridad

v cooperacií,n, integración, asimil+

ción, nxionalisnio Ctnico, racismo, xenofobia,

nat~iraliz,iciori, reniesas, ius so-

11, ius sanguiriis r iiis domicili.

Abstract: Thc riewly born twenty

first century faces the cl-idllenge ot massi\

c. imn?igr,iti:>:i k!:mu$; vv.hi&

and clandestinc demojirapliic excesses

are transterred. [mmigrants are comyelled

by different calarnities to displacerrlent

frorn dwelopping countries to mnre

prosperoui, areas of the planct.Tliis $0-

cial and cconomic plien»me~~cmis raused

by the serious imbalarices in the

distribution of' u-ealtli. As a consequence

of these flows al1 kinds oi changcs area

Lakiiig place huth in countries of origin

and reception. These clianges can bp \-alued

as positive for botli parts, (immigrdntsand

rrceptors) in very few cases

and very negati\re in detcrminrd circumstnncics,

(exploitation of legal iiiiigrantes

and o\~erexplotati«n ot illegal

onrs). Furope and the ~ssenibly of thc

x i r a l l d 'vYe>ierri w~rici are ciouiiting

betheeii tlie rstablislime~o~ít immigrant

cont~ngents, intcgration, control of human

traffickers, gi~ring citizeiisliip to

tliose who becornc naturilized. measures

to avoid abuses ag,iinst immigrants and

xcnophobia because sapitalist econoiny

is going Lliro~igli aii expansive phaw.

tlut what will Iiappen when a cyclc of recess

supervenes? Sliall tlie immigrants

arid etiiriic minorities become again the

scnpeggodts of ecorioniic misfortuiirs anci

social unrcst? .\S an cxcercise of prm-ention

it is coiivrnient f r o r n I ~ C W V I I ~L c ~ Lxgin

a debate owr thr futiire i-hallengcs

of imii;r,ition obscrirt-d from '111 points of

view. The presseiit work pretends to contribute

positively to this debate, being

tliis matter ot extrnordinary reponsibility

for its complrxity aiid loi tlie suirietiriies

dramatic realitv ot our iiearest gcograpliical

en\,iroiiment.

Key-words: Cili~ensliip, solidarity

tion, ethnic riationalism, tacism, xcnopliobid,

r~~ituralizationr,i ationalism, settlements.

iiis .;di, iii.; .;nngiiiik, i ~ i sd omicili.

l. INTRODUCCION GENERAL

Etimológicnmeiite el término inmigrante

se aplica a las pcrsonas que tratan de introducirse

legal o ilegalmente en un pais

distinto del suyo propio. En Esyaíia, las

personas ql-le e ~ i t r ~ern! t e x i t c r i ~~ ~ c i c ~ a ! ,

incluso cuando ya llevan residiendo largo

tiempo en el mismo, se las sigue llamando

Las migraciones internacionales o el gran des,ifío del siglo XXI 249

OUnversdad de a s Fanai d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri Mem<,ri Dgta le Caniris 20815

inmigrantcs. Esto es que permanentemente

están en tránsito a la ciudadanía y que

nunca consiguen librarse dc la condicicín

de inmigrantes ni siquiera cuando obtienen

la nacionalidad española. En nucstro caso,

da la impresión de que las personas que

llegan y se integran en el suelo y en la sociedad

española no consiguen terminar del

todo su entrada ni siquiera en aquellos casos

cuando han abandonado nuestro territorio.

Por el coiitrario, en Francia se denomina

"imm<prir" (es decir, inmigrado) a 1;i

person'i que 1i'i entrado y se ha instalado

en SUD!:> g 2 ! ~p r c p e c nnsicleran q i e!~ nc -

to de entrar ya se ha consumado y scílo se

está a la espera de la obtención del derccho

de ciuciadaníci. Por cnciini dc las fronteras

administrativas el inmigrado o inmigrante

se enfrenta a una ci~~té~i tcidcrart xi-ad e obstác~

ilvs.P cir eso eslas cuestioiitis conviene

aclararlas porque que existen difcrcncias

trrminológicas y barreras mentales, a veces

muy sutiies, que tienen iuego su correspondiente

tradiicción pr6ctica en actitiides

tanto de tipo inclusivas corno exclusivas.

2. CAUSAS Y CONSECUENCIAS

ECONOMICAS, SOCIALES Y

POLITICAS DE LAS

INMIGRACIONES EN LAS

COMUNIDADES DE ORIGEN Y DE

DESTINO.

La intensidad y el carácter significativo

de los cambios ocurridos durante estos ú1-

timos anos en la realidad migratoria mundial

justifican la necesidad de reflexionar

seriamente sobre las causas y consecuencias

de tan vastos desplammirntos. En

efecto, estamos ante un salto cuiintitdtivo y

cualitativo el que ha experimentado este

fenómeno durante los últimos años. Según

las Nacioms L'nidas el 2,3 por ciento de la

población mundial (unos 138 nii1lu1it.s dc

personas en cifras absolutas) cambian de

residencia y de país cada ano, a veces forzosamente

por infortunios bélicos o por catástrofes

naturales. Nunca en la historia de

la Humanidad se había prodiicido un movimiento

de personas tan masivo como el

que por diversas razones se esta produciendo

actualmente. Eso explica, por ejemplo,

el que sociedades mediterráneas de

lcirga iradicibn emigratoria como las de bspaña,

Portugal, Italia y Grecia hayan pasado

en poco tiempo a ser naciones de destino

de centenares de miles de inmigrantes

llegados desde todu el rnuiido. Japón, que

siempre ha sido un Estado cerrado a cal y

canto, impermeable desde todos los puntos

de vista, ha tenido que abrirse también en

los últimos anos para acoger a 1,8 millones

de inmigrantes. Se da el caso parad6jico de

España, que cuenta con una colonia de 1,3

mi l lm~ sd e ~spañolese sparcidos por todo

el mundo, y que también se ha visto convertida

en un territorio preferido por casi

1,2 millones de inmigrantes Tal es así q i i ~

en menos de 15 años ha tenido que dotarse

de nadd menos que de tres "Leyes de

Extrnnjcrin" (una ?qPF; y Y m m P! XM!!

), además de múltiples disposiciones regulatorias

y de cuatro procesos ertraordinai-

ios de regularizaci6n. En los países de ori

gen tambi6n se han producido cambios peculiares.

Por ejemplo, Marruecos cuenta en

su organigrama gutwrri~rrierilacl on un flamante

Ministerio de Erriigrdcici~i, lieclio

verdaderamente inscílito y sin parangh en

el concierto de ias iu'aciories, cciyv corrieiido

es tan opaco que no se cahe hiw si trata

de aumentar las cifras de m;irroquíes

emigrados (oficialmente 2,4 millones) o

controlar las remesas de divisas que aqut-

110s envían al país magrebí y cuyo valor supera

ya los fondos de A!/iiiIii Üficiai d DL>-

snrrolio'.

Los actuales iriovi~iiieiilos migratorios

desbordan los esquemas clásicos dr c>xpitlsión

atracción ("Pllslz-p~ill tlirory") y se insertan

en el contexto de la globalización

parcial o mundialización capitalista asimétrica,

puesto que los Estados industrializados

liari perdido el cciritrol electivo sobre

los capitales, pero en cambio sig~len controlando

férreamente sus fronteras impidiendo

la entrada de trabajadores foráneos.

El capitalisn-io neoliberal se extiende a ni-

\ el plmetario despreciando las clásicas

fronteras nacionales, deslocdizando los

centros productivos, los servicios, los mo-

\ irnientos de capitales, de mercancías y los

\ alores financieros, pero protegiendo con

fruición sus propios mercados laborales, al

tiempo que gravan con pesados aranceles

los productos de los países menos ~ ~ V ~ I ~ L C I -

dos y fuertemente endeudados a los mismos

que luego acusan de ser países hiperproteccionistas

o de "nacionalismos caducos".

La globalización limitada profundira la

divergencia económica entre países pobres

v ricos. De modo que mientras la brecha siga

ensanchándose, los niedius de comunicación

y los transportes desarrollándose a

niveles h5td dhord desconnridos, y la cultura

del éxito individual y el consumo difundiendose

a escala mundial, ningún niedio

de cnntr-! $&re !XS frlinterac n -"'1 < \ A ruí

impedir que las migraciones sigan produciéndose

con carácter expansivo. A ello hay

que aliadir clue existe una asunci6n universal

de los valores de legitimación de los

esfuerzos persvndes que explican la iniciativa

individual dc movilidad en el origen

de las inigraciones económicas masi-

\,as. El derecha a emigrar se ha instalado

cr, !a cü!tUra dc !a imayüiia de las suiicdades

del mundo, por encima incluso del derecho

y del deber de las naciones de aceytar

a los inrnigradus.

De otra parte, el desenconlo pustcolonial

se ha ido generalizando y está frustrando

cn todas partes ei icieai coiectivo redentorista

de la independencia y la emancipación

nacional de las nuevas riacioiies

que antes estaban bajo el yugo imperialista.

La corrupción, el desgobierno, la inestabilidad

política, los conflictos tribales y

fronterizos, las cpidcmias' y siniestros 11aturales

así como el descreimiento en la

ayuda internacional coino soluci6n al atraso,

sólo han servido para alentar proyectos

individuales de pro1noci61i ecoiihica y de

ascenso social. Por eso el elevado nivel de

vida de las antiguas metrópolis actúa en

las excolonias como un atrayente imán para

sus respectivas sociedades rezagadas.

De otra parte, el hundimiento dcl bloquc

soviético y sus secuelns socioeconómicai

ha detwminado la incorporación masi~ra

dc personas a esa tendencia, que complementa

hoy en día los tradicionales mox~imientos

Sur-Norte, aportando importantes

flujos que toman la dirección Estc-Oeste.

Podemos afirmar que desde este punto

de vista las últimas dos dCcadas constituyen

la historia de veinte años perdidos. T os

di\rergencias entre paises' desarrollados y

menos desarrollados se han agrandado

cons iderahl rm~nte~n ese perícido. Las rentas

de la mayoría de los paises en \,ías de

desarrollo presentan en la actualidad unas

cifras parecidas a las de 1970. Eso explica

que alrededor de 2.800 millones de seres

Iiurnmos vivan con menos de dos dólares

2! din, p ~ YIRrG c1~ ~ i n t poa rte dc &:os se tiene

que conformar con sólo un dólar al día

en el Este de Asia, Europ'~ Oriental, Latinoamérica

y Caribe, O~ieiile1 '1óxirrio y El

Magreb, Sur de Asia y Africa Subsal-ioriana

(EL PAIS, 1998), en donde el número de pobres

1x1 aurneniaclt~r~r i 24 rriillones entre

1987 y 1998. I'or otro Iddo las 225 personas

más ricas del mundo poseen tanto como el

47 por cieriiu Ue i'i humaniaad según ei

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

La ayuda al desarrollo por parte

de los paises de la OCDE ha descendido. A

su vez la población crece a un ritmo superior

que el PIB, de forma que, aunque este

último aurnente, e1 PIB "per cápita" desciende

al aumentar el divisor. Así mismo,

los fen0rnenos derivados de la glob a 1i' zacicín

(parcial, asimétrica e ingobernable) están

alcanzando por igual a todos los mercados

(a excepción de las rcstriccioncs

arancelarias que Id UE, U.S.A., Canadá y

Japhn imponen a los productos de los países

subdesarrollados, especialmente a las

n~ateriasp rimas de carácter agrícola, energéticas

o minerales), siendo el factor trabaLas

migraciones internacion;iles o el gran desafio cid siglo XXI 251

jo el menos integrado de estos flujos. En

efecto, el mrwndo dc la mano de obra es el

que presenta menor capacidad de movimiento

en comparación con el de mercancías,

servicios y capitales. No existe un

mercado integral ni global del trabajo. 1.a

mano de obra es hoy en día la única mercancía

que cst6 desglobalizada frente al

proteccionismo que ejercen las potencias

económicas, lo que entra en abierta contradicción

con las teorías de los padres del capitalisnio

(Adam Smith). Los paises industrializados

de América del Norte, Japón,

Vceanía y Europa Occideiiidi iieiier~y oiei-ttes

políticas restrictivas tendentes a impermeabilizar

sus fronteras ante una eventual

avanlancha inmigratoria procedente de

los países pobres (BANCO MUNDIAL,

2(300/2001).

La Unión Europea restringe la entrada

de inmigrantes por factores que objetivamcntc

iio tienen nada que ver con la economía

como son el miedo a la xenofobia y

a la deseuropeización de sus ciudadanos.

Todos los informes científicos apuntan a

que si los Estados europeos cierran sus

fronteras a la mano de obra ioránea sus

econorriías se resentirán fuertemente por

falta de fuerza laboral. Las Naciones Unidas

estiman quc Europa necesitará de aquí

al año 2050 nada menos que 47 millones de

trabajadores extr,~comunitari»s, a razón de

casi un millón por ano1. Por otro lado un

nuevo problema interno sc viene gestando

ante las consecuencias de la pérdida de población

por la caída de la fecundidad y

rnnsigiii~nted ewatalidad,, así como el progresivo

envejecimiento que hará insostenible

el mantenimiento del los vigentes sistemas

públicos de pensiones (EL PATS,

2000). En muchos Estados europecis las

alarmas sobre esta cuestión ya están sonando.

En esc contexto se habla ahora de

recurrir abiertamente y de forma estructural

(o sea , no coyuntural) a la inmigración

scieciiv,~i r~siur riieriiakái-tdolu comu ünicü

garantía de sostenibilidad del crecimiento

económico y del sistema público de pensiones.

En este sentido se empieza ya a hablar

sin tapujos de inmigración de sustitución

de ocupaciones laborales indeseadas

por los aiit6ctonos y de cubrir las vacantes

dejadas por las generaciones huecas o de

repoblar áreas de montaña y zonas rurales

aisladas abandoriadas pur el 6xodo rural.

3. EL MAL DENOMINADO "EFECTO

LLAMADA"

Desde instancias oficiales y desde círculos

conserradores sc lia venido insistiendo

m'~r1iarnnamente r w que el carácter

exccsivamentc generoso de la Ley Orgánica

4/ 2.000 era el mecariismo en donde residía

el "efecto 1lamadau(J. DE LUCAS,

2000). Esta curiosa lectura de un texto jurídico

entre ciudadanos semianalfabetos y

desconocedores del castellano cn países

tan remotos como Senegal, Filipinas, China

o en los Andes ecuatorianos (en donde

ei quechud es 11' ~ C I I ~ ILI L~ ~Sui~i : il;iida ci-itw

las comunidades indígenas) no deja de ser

un síntonia de alejamiento de la realidad.

Priirha de que rstdbamos ante una descomunal

falacia es que una vez aprobada la

nueva Ley 8/2000 las entradas irr~giilares

de inmigrantes no sólo se han continuado

produciendo sino que además han aumentado

considerablemente su número.

El denominad» "efecto llirtnnda" no tiene

~i a d aq ue ver con una permisiva Ley de

Extranjería (4/20(30) que, por si fuera poco,

era tanibiéri rrstricLiva con todos los niatices

que se quieran añadir. La creciente

atraccion que se viene registraridu por entrar

en el "Paraíso Europeo" (que desde el

punto de lista geográfico abarca, además

de los paísrs occidentales del Viejo Continente,

hasta prActicainerite toda la ribera

Norte del Mediterráneo), se d e h ~an te todo

a su impresionante nivel CIP vida s ~ ~ s t ~ r l t a -

do en los elevados ingresos medios del orden

de niás de nueve mil dólares del PNB

"my"- - u-'.L-;ty-"u, u i,2@l? e! RyncG h l ~ ~ ~nd~ ir~s !

r -- -.

1998. Europa se ufana de los éxitos alcaiizados

en materia socioeconómica y política

y quiere haccr de cllo un deslumbrante

escaparate del modelo capitalista de desarrollo.

Limitándonos al ámbito estatal drbrmos

señalar prin-iero que iiada, dos cuestiones

importantes: 1) el desarrollo económico

y social dc España en el contexto de

la U.E. 2) los rasgos generales de nuestro

p i s cluc posibilitan la entrada de flujos inmigrator

io~ir regulares en épocas recientes.

La economía ~spaficila lid cxperirrientado

en las cuatro iiltimas décadas Lin proceso

tan expaiisivo que ha cambiado de for.

m. .a r a d i a ! !2 vida de !es ci~dzdafiuv.A

modo dc ejemplo sirva tan sólo que el PIB

se ha multiplicado casi por cinco desde

1954 hasta 1997 (F. PEREZ Y OTROS, 2000),

pero ese crecimiento wpectaciilar ha venido

acompafiado de canibios relevantes en

la composición de la producción y del corisumo

privado, así como de una apertura

exterior con la internarionalización de la

ccu~iurriíds in precendentes en nuestra -Historia.

Una muestra evidente dc este crecimiento

continuado a lo largo de estos últimos

27 anos nos In proporcionan los cambios

de pauta en el consumo privado de

forma que, si en 1954 la alimentación y el

vestido suponían el 57,5 por cielito del consumo,

en 1997 la suma de ambas partidas

s6lo alcanzaron un 26 por ciento, mientras

que consumos asociados a un mayor nivel

dc rcrita (transportes, comunicaciones, medicinas,

cultura y otros servicios) supusieron

entonces el 47 por ciento del total.

España, segundo pais de Europa en exterisiíin,

el quinto en población y el décimo

en el ranking mundial por su PNB en 1998,

ea hoy un Estado urbano, industrial, moderno

y tmmologable con los países de sil

entorno europeo. La tasa inedia de crecimiento

de la renta d~ cada español ha auiueiitado

desde 1900 d 1998 por rnrima de

la mayoría de las grandes naciones industrializadas

de Europa, sólo superada por

Iblia, en 1.m yorcentrje de! ? a! 2,? por cipnto.

España ocupa el 37" lugar en cuanto

PNB "per cápita" se rrficre, con 14 080 dólares

correspondieritt.s '1 1998 (ANUARIO

EL PATS, 2000). Partiendo de un alto índice

de andlfabetirmo en la primera mitad

del Siglo XX, es Iioy el país con mayor proporción

de universitarios, con 22.411.194 de

coches y 9.496 kms. de autopistas en 1999.

En este mismo aíio viriiervri 72,3 millones

d e tiiristas y st. oht~ivou n CM1 de 113.675

pts. p«r nies, ra~ories entre otras muchas

por las cuales España Iia dejado de ser un

pais atípico y atrasado, pasando a convertirse

en un destino inmigratorio deseable y

atractivo como cualquier nación desarro-

!!a&. ,i<;.,iy &fi, a y c x a ~u3 r- 7L -U -S c-l1t

vados porcentajes de paro', pobreza y excliisión

social » la alarnia social que generan

problemas conio Id deliricuencia,

economía sumergida", maltrato de mujeres,

niños y mayores, deficiencias del sistema

sanitario, o los fraiidc.s alimentarios y el

creciente proceso de deterioro ambiental.

En srgiindo lugar los rasgos generales

que ídcilitan estos flulos ciesregulados los

podemos sintetizar seguidamente. La inmigración

irregular se está acentuando

desde hace unos años en los paises europeos

meridionales hasta el punto de que

Grecia, Italia, Espaiia y Portugal pucdcn

ser reconocidos ya colno nuevos países de

inmigracih, hrchn impensable cuando liace

tan sólo dos décadas estas mismas naciones

rran, por su atraso socioeconómico,

zonas de expulsión de millones de trabajadores

con destino hacia las prósperas naciones

del Centro, Norte y Oeste del continente

europeo. Los recientes avances en

sus respectivos niveles de vida y las restricciones

a la inmigraciiin impuestas por

los restantes paises de la OCDE (CSA, Japón,

Australia y Estados miembros de la

U.E. no mediterráneos) con medios técnicos

y barreras más eficaces, hacen que ahora

sean el destino preferido por concurrir

en ellos las siguientes circunstancias:

Pred~~rniriidue l turismo de masas y

n n v """'.;5UiCi,tc, omp!ins para

1'"' '"""'

muchos inmigrantes que llegan como falsos

turistas con organización, aliento y faLas

migrnciories internasiondcs u el grai desalío dc.1 siglo XXI 253

cilidades de financiación por parte de inafias

y de agencias de viajes especializadas

en los diferentes países de origen.

Las relaciones de afinidad cultural

con las antigiias colonias espaiiolas en Iberoamérica,

Asia y Africa facilitan acuerdos

oficiales, creación de redes far~i i l i~~yr esso -

ciales de apoyo.

España forma parte del espacio curopco

definido por el c u e r d o de Scliengen

que restringe fuertemente las cntradas en

el mismo, pero a la vez facilita los traslrases

de personas entre los países miembros

que iiaslñdai-se por !a U.L. !i!;rimente

(a excepción de Reino Unido) sin

pasar por controles fronterizos. Por eso

muchos de los inmigrantes que reda11 en

nuestro país han entmdo legalmente por

los aeropuertos de Amsterdam, Eiiidhoven,

Luxemburgo, Roma, Munich o Hainboiirg.

Desarrollo de la economía inform'il o

sumergida- que se alimenta de la desregiilación

laboral. El empleo de " ecuatorianos,

marroquíes y subsahariarios sin papeles"

en la construcción de las islas de Lanzarote

y Fuerteventura o cn la agricultura y servicios

de otras Islas, también en el resto del

Estado, es algo que se puede constatar sin

gran esfuerzo.

La cercanía geográfica al Magreb con

bajo nivel de vida y fuerte crecimiento demogrAfico,

muy concentrado en la población

con menos de 25 anos de edad , dc

donde proccdc la mayoría de estos inmigrantes.

Marruecos, por ejemplo, esti en el

puesto 131" dcl "ranking" mundial por su

PNR "prr cápita" que asciende a tan sólo

1.230 dólares en 1998; Guinea Fciiatorial o

Mauritania ocupan los puestos 122" y 168"

con 1.500 y 410 d6lares de PRN "prr cápitan,

respectivamente, tambien para el año

1998: Colomhi,i y Venezuela están entre los

puestos 9 4 y 83" con ingresos equivalentes

a 2.600 y 3.500 dhlares anuales de PBN por

cabeza. Por coiisiguiente, el escaso d e s -

, . rrciiiv erc>~i~íi-~iclia,s, Wesigüaldade~e üciz

les, la inestabilidad política y el éxodo rural

descontrolado con procesos de crecimiento

~ii-bariod esplanificado suponen el

mejor calcio de ciiltivo para poner en movimiento

a estas inasas deslieredadas en la

búsqueda de un nuevo "El Dorado".

Fuerte demanda dc trabajadores agrícolas

rn los cultivcis intensivos, en el subsector

dc la construccióri y en los servicios,

ante la escasez >. carestía de trahajarlor~s

autcíctonos. La Asociación de Empresarios

de la Construción y las asociaciones de cosccliei-

os y exportadores agrícolas han manifestado

recientemente que necesitan varios

miles de inmigrantrs no comunitarios

para poder mantener ritmo cic crecimimto

de sus respectivos sectores. En el

Archipiélago canario, en estos mismos

años 2000-2001, se afirma que mas tres mil

hectcireas han quedado sin producir tomates

y hortalizas por falta de mano de obra

agrícola.

A lo largo del 2000 f~iercmi nterceptados

unos d i e ~m il inniigrantes iriteiitando

entrar clandestinamente en España por su

frontera Sur, recogiéndose sólo en las costas

gaditanas 263 cadáveres de nAiifrngos.

En julio de 2001 la cifra del año anterior se

había duplicado, aurneritarido también el

núniero de cadáveres rescatados. Las personas

que fallecen y que se quedan scpultadas

en rl mar o los cadáveres que llegan

a la otra oriiid, I I& iub C ~ U C ~ c . I ~ c ~t.inI -elL

camino, es el elevado precio quc deben pagar

para ganar el futuro. Cuma respuebla,

el gobierno espanol ha invertido 20 mil millones

de pesetas en reforzar el muro electronico

que separa el Magreb de las ciudades

hispanas en Africd. Sin eiiibargo, tsyaña

necesita unos 240.000 inniigrados al

ano, pero sin embargo establece un cupo

para la inmigración no comunitaria de sólo

30.000 al año".

Un dato preocupante es el afloramiento

de tendencias xenófobas en la población

española. En encuestas recicntcs se

inYic2 nrno e! ?Q por ciente de 10s jlávenec. Y --

cons idera~q~u e la iiirriigración es perjudicial

para la raza, y otro 24 por ciento cree

que tendrá efectos negativos en la moral y

las costumbres españolas.

Canarias se ha cmvertido cn una región

frontera desde la pérdida del Sáhara

Occidental en 1975. Las costas insulares,

más extensas que las del Estrecho, son absolutamente

imposibles de vigilar y cnntrolar

eficarnientc. Si los norteamericanos

con un fuerte disp«siti\w técnico y huinano

han blindado su frontera con I~íéxicoy

así y todo lo cruzan medio millón de liispanos

cada año, qué se puede pensar del

amplio litoral andaluz, levantino o canario

p!agad:: de c:nhnrcnciunes depoi:iuaa, prsqueras

y cuiiierciales. En niiestro caso, la

acusada carencia de medios para imperiiieabili~

ary controlar de iriariera efectiva

estos flujos, debido a la longitud del litoral

y a la cercanía con Africa, hacen de Canarids

un auttntico coladwo.

Otras collsiderdciones colaterales son:

que la may»ría de los subsaharianos indocuii~

eiitadoss e queda en España ya que resulta

imposible la expatriación al no poderse

probar su nacionalidad de origen.

Las expatriaciones por vía aérea o inarítima

son muy costosas. Se da la circunstancia

de que algunos países no reconocen n

sus ciudadanos e iinpiden su de\.uluciUn.

Por otro lado la estancia ilegal en nuestro

país no es motivo de expulsión según la vigente

Ley 8/2000, sinc dr detenciíin por 72

horas y miilkis que pueden oscilar entre las

5OO.flOO y el millón de pesetas.

Existe un factor coyuntural que, sin

diida, también ha influído en los últimos

años acentuando la capcidad de atracción

del Archipiélago. IAad emanda alojativa del

turismo e11 Canxias se ha disparado y tste

a su ve7 ha reactivado la conitriicción.

Este último subsector necesita abundante

mano de obra intensiva y poco cualificada.

En suma hacen falta peones para trabajar a

destajo. Los negroafricanos y los magrcbíes

vienen cubrierido esas carencias. Fuerteventurs

y !,unznrskc (tnmbi& y en parte,

Gran Canaria) son los polos de un crecimiento

expansivo del turismo y de la construcción.

El desarrollo de la construcción

está batiendo records históricos. Como

muestra señalemos que el consumo de cemento

sólo en la isla de Fuerteventura ha

aiimentado un 42,8 por ciento entre 1998 y

primer cuatrirnestre del 2000.

En estos factores que ejercen una indudable

atracción cs cn donde deben-ios situar

el "efecto Llamada" que, para el caso

de Espana, ha supuesto unas 245.684 solicitudes

de regulai i/,dción efectuadas al 30

de octubre del aíiu 2000 y de las cuales más

de catorce mil correspondieron a Canarias

(ts decir, ei 5,7 por ciento del total estatal).

Del conjunto de todas las solicitudes,

57.646 han sido denegadas, pero el ritmo

de entradas por los diversos medios no han

cesado dc producirse en intensidad y en todo

momento desde el cierre de la última fase

de regularización extraordinaria de estos

flujos hasta el presente. Con posterioridad,

en la fase de puestrt en rriarcha del reglamento

de desarrollo de la vigente Ley de

Extranjería 8/2000, y en aplicación del

principio de arraigo, han aflorado rn España

otras 322.761 solicitudes de tramitación

de regularización (EL PAIS con fecha

del dos de agosto de 2001, citandn tiientes

de la Delegación del Gobiernc para la Extranjería),

de las cunles unas 14.000 se han

prrsrntadn en las dos prnvinciac canzias

(31.07 de 2001).

4. CONSECUENCIAS POLITTCAS DE

LA INMIGRACION: EL ESTADO

NACION Y LOS NACIONALISMOS

nos criterios deben ser aclarados antes

de entrar en otras consideraciones y que

concierne a los conceptos dc coiidnuidnd y

ciudndanífl. Cuando nos referimos al concepto

solidaridad estamos hablando de algo

que no tiene Iímitcs territoriales ni personales

porque es en esencia un sentimiento

global que aspira a la supresión de cualquit'i-

atisbu de iiiju>iici,i o de satisfacción

de necesidades no cubiertas. Por eso decimos

que la solidai.idr?d es acogedora, activa,

Las migracic~nes internacionales o el gran dwnfíc-i del siglo XXI 255

abierta y universal y se apoya en la primacía

de la cooperacih de las personas entre

sí o con otras.

Cuando hablamos de c i ~ i d u ~ i n r ~iinnd,e -

pendientemente de su significación histórica

como conjuntv de ci~idadcinoslas, de

hombres y mujeres libres y de sus derc3-

chos, en la actualidad, o por lo rrierivs cun

mucha frecuencia, se utiliza este cnnceptc

como principio excluyente, para justificar

fenómenos de segregación. El concepto de

iiudndnnín se emplea también hoy en día

para reforzar la cohesión y la homogeneidad

de aquellos grupos humanos que comparten

un mismo territorio. Por ello, cilidncimzin,

es a veces sinónimo de particular y

tiene una connotacibn de wrrñdo, pasivo y

excluyente.

Cuando se combinan los conceptos de

ciudadnilía y rznczoiznlidad, el resultado puede

ser el siguiente: sólo los narionalizados

pueden tener derecho a ejercer el c~niplio

e~pcct iud e dcrcchus c iul~dnno' : ,I r~! t ! iYe c

los derechos políticos.

Para que los foráneos puedan alcanzar

la ci~lcluilirrzílr y lograr la iracioi~nlidrid en un

país distinto al de nacimiento es preciso

pasar un período de prueba e iniciación de

duración y dificultactes vdri'iblrs. Ims inmigrados,

aunque residan periiianentemente

en el territorio de la nación de acogiaa

y tengan reconocidos [ir. j i t r e dgurivs

principios de ciudririn~lín,t ienen en la práctica

cotidiana sus derechos y libertades limitadas

de hecho por la persistencia dr

ciertos abusos de poder. El Principado de

Andorra era hasta hace poco un caso extremo

porque exigía hacer un examen para

obtener la nacionalidad a los hijos de los

extranjeros naturdii~ddose n aquel país pirenáico.

El 8 de septiembre de 1985 entró

en vigor en el Principado la Ley de Reforma

del Código de la Nacionalidad Andorrana

de 11 de marzo de 1977 por la que se

establecen los ~x¿í rn~nedse nsirnilnción ante

el Tribunal de Asimildci6li (EL PAIS, 1985).

Otro caso curioso es el de Estados Unidos

que rifa cada año 55.000 permisos de residencia

y trabajo ( c a r f n aerif~,)e ntre unos

ocho millones de solicilcmtes de todo el

mundo. Este irracional mdodo en un impremeditado

ejercicio de ocurrerici'ls es

propuesto por la Ejecutiva del PSOE para

su iniplaiitación en España entre los paises

que envían más inmigrantes "l.

Desde los aiíos sesenta se asiste a un

proceso de cambio en la asignacibn de derechos

a los extranjeros residentes e11 el territorio

de los Estados-naci6n. Este cambio

se ha caracterizado por la progresiva extensión

a los extranjeros residentes de alrrunos

de los derechos ciudadanos, funda- u

mentalmente de los civiles, ~conómicosy

sociales. Ello ha permitido por ejeniplo que

algunos ~ s p a ñ n l ~o sd e SUS descendientes

ostenten alcandías de determinados municipios

curocoinuriitarios.

Este proceso ha sido el resultado del desarrollo

del Estado del Bienestar en las sociedades

de acogida y de lo que ' I ~ ~ L L I I O ~

nütores dei;vrhan "..!ibcrn!is~:: basad:?

en los derechos" (HOLLIFIELD,1992). En

los años setenta, algunos países toniaron

nieclidcis pcirrl Iavurecer el acceso de los extranjeros

a las instituciones dc la sociedad

civil y promober su participación política.

Uno de los instrumentos utilizados pard

conseguir estos objetivos fue conceder el

derecho al sufragio en las elecciones locales

y regioiiales a los inmigrados que tuvieran

una residencia estable y duradera.

Algunos ejemplos importantes de esta

asignación de dcrcchos políticos parciales a

los extranjeros los encontrarnos en Noruega,

Suecia y Holanda (J. CEBRIAN, MJ.I.

BODEGA Y LOPEZ SALA, 2000).

5.1.0s MODELOS DE ESTADO Y LOS

TIPOS DE NACIONALISMO

Estado y nación son tlrminos intercambiables.

El Estado es la estructura legal y

política que sustenta cualquier comunidad

humana. En tanto que Nación es la comunidad

de personas vinculadas por lazos de

svlid;iridad, de cultura y conciencia nacional,

es decir, el sistema de crrrncias basadas

en rasgos culturales y afecti\'as que originan

sentimientos de identidad y de pertenencia.

Pdra determinados nacionalistas,

especialmente para los denominados nacionalismos

etnicistas radicales y excluyent

e~g, rupo étnico, Nación y Estado son

diferentes facetas de la misma comunidad.

Todo grupo étnico es una nacihn. Con ese

ideario consideran a lus irirriigrdd«s como

ap»rtaci»nrs hiimanas que pueden contaminar

o desvirtuar la cultura identitaria

dominante. Sin embargo en la mayoría de

los Estados-nación las posturas se están flexibilizando

y la naturalización u obtencibn

de la nacionalidad en los países de destino

por parte de lo\ inniigrados o de sus descendientes

resulta viable a partir de la

combinación de los principios conocidos

yur el ius suli, ilri saiiy~riilise iris doririiili.

El iils soli se refiere al derecho fiindamentado

en la ocupación de la tierra o del

siieln E1 i!rs s!!!!~!!i!!iizi yuit-. a !o< Y ~ P -

chos heredados por vía generativa, hereditaria

o de sangre. 1' t.1 iiis dmicili hace referencia

a los derechos quc sc obtienen

cuando un extranjero se traslada legalniente

a \ ivir a otro país, o tiene estancias

más o menos largos, lo que le permite

transformarse cn cildndarzo.

7 , lodavia existen países como Alemania

cr, dündc !a na:ura!izaii6ii i-LO se p u d e d)-

tener si no se puede demostrar la ascendencia

germana; es decir, sólo se puede ser

alemán a traves del i~rsa riyuitii>. Prro aquí

nos encontramos con una excluyerite reciprocidad

también desde los países de particia.

Por ejempio, ei gobierno turco se ha

opuestn a la suavización de las leyes de

ciudadanía de Alemania destinadas a facilitar

la naturalizacih de los extranjeros de

segunda generación, perpetuando así la

condición dr millones de extranjeros como

ciudadanos de segunda en Alemania (MILLEI<,

lYXó).

No existen modelos puros de atribuciúri

de la nacionalidad basados íinicamente en

uno o dos de eslos priricipios, entre otras

razones porque se prestaría a numerosas

irregularidades. Pero existen países que se

acercan a los modelos puros en sus legislaciones

para la concesión de nacionalidad.

Por ejemplo, Argentina, Canadj o Estados

Unidos, países que fueron poblados por

primera vez por inmigrados, aplican el criterio

basado en el ius sol¡. Pero en aquellos

otros Estados-nación cuya construcción nacional

es previa a la llegada masiva de inmijirados,

se ha \.enido aplicando mayoritariamente

el ilis siirlpiiiis. kn Europa y en

la mayoría dc los países democráticos se

viene progresivamcntr flruihili;.andn la

aplicacihn de criterios a este respecto, debilitándose

la aplicacibn del iirs smgitiilis y

restringiendo el irrs soli o fortaleciendo cl

ius iloniicili. Actualmente, la discusión entre

los defensores de diversos tipos de vínculos

entre los indivíduos y la colectivadad

d~ acogida tiene en muchos casos un cáracter

retórico y artificial puesto que lo que

dcbc ~ K V L . ! C C C ~ ur.t¿-S cpr nada son !os aspectos

humanitarios y los intereses económicos

fundamentalmente.

En los territorios ieceplores liay quienes

se resisten a emplear la expresión iisiiililacióil

del iilrilipdo por considerarla sesgada

de cara a los iialurdlt.\ drl país de llegada.

IIay otros que creen que su cultura es dif

e r ent~( o s ea, siiperior) por su mayor pesu

Ueiiiugrdiicu o por su antigüedad, con io

que rtwlan de cualquiera otras costumbres

o de Id5 distintas culturas. No debe ser así

evidentemente. Menos aún en países que

se consideran así mismos como la primera

línea de la civilización. Dc ahí el que se

precisa que cada p i e ~ ad el mosaico cultural

tcnga su vida propia y que en un plazo

de tiempo razonable algunas barreras interc~~

lturaleses puedan ir debilitando hasta

desaparecer y originar nuevas formas de

mestizaje. Debe valorarsc cl hecho de que

los grande3 países de la era contemporánea

se han configurado desde el "meeting pot",

mescolanza de orígenes en "un crisol de razas"

o criollismo. Mientras eso suceda, hay

que acostumbrarse a aceptar la diversidad

Las migraciones intcriiacionalcs o cl gran dcsufío del siglo XXI 257

y a practicar la tolerancia como un buen

ejercicio de crecimiento personal. En todo

el mundo perduran afortiinadainente n-iinorías

cult~iralmented iferentes. Son a veces

irieniidudes insurgeritc~s, que pueden en

ocasiones derivar en identidades excluyentes

y fanáticas. Un "i~osotuos"q ue aplasta al

"yo" y a los diversos "yoes". I'ero esas

"idcirtidades imulgerites", conlo los indígenas

de Chiapas, utilizan sus diferencias comii

aiii-lajrs idrol(ígiri-is idhileos para rrsistir

ccihesionadamente a la prepotcmcia absorbente

de la uriiforrriización por parte de

las fiierzas Yuminc.ntec, En Cii2!ni~iur r2o>

l-&-- ---u-'

a estas alturas del debate debemos reconocer

y proclamar que la diversidad cultural

es lueriie de creatividad si se llckri bicn.

Cuando una ciiltiira, una lengua o una minoría

ttnica desaparece la humaiiidd se

erripubrece. El rriuriclo p uedc disciia r-se como

una constelación o mosaico de pueblos

y culturas compatibles que crecen y se enriquecen

reciprocamente.

Brasil <,S, sin diida, en este sentido una

ndciUn paradigrr~cític~cu~n, w afirma 'icei.1~1-

damente R. Fernández Retamar (1983) citando

al universal escritor carioca Jorge

Amado (fallecido en agosto de 2001): "El

Brasil es un país rnestizo. Esta es una verdad

incuestionable (...) Aquí se llevó a cabo

y contiriúu realizándose m a experiencia

de iinportancia capital para la solución

~ i eyl r obleina racial que, por desgracia, sigue

siendo terrible en el rnlrndo de Iioy.

Ayuí se rnezclan iodazh las VLIZLZS m í s di-

7irrsas. iQu 8 b r a s i l ~ kpo~d ría proclarnarsr

honestaínente de razli pura si aquí se confirrzdieron

las nriciones blancas nzás diversas

-ibéricas, eslaaas, arzglosajoiza, rizagiar

y otras- con las diferentes naciones

negras e indígeri~zsy cori los árabes, judíos

y japon~ses? Se fnndieroi~ y SE funden y lo

J I U C P I I C U L ~ ZLL~>Z inus. ESU LIS M I I L J S ~ Y rI Ie alidtzd

más profirnda y iiztestra contvib~rción

a la cultura rmrirdial y al htin~anisnzo ( E L

cnnnm DE LA L!RIECCI, 1 ~ 8 3 .

Vistas 1'1s cosas así, y~ieda suficieiitemente

clarci qiie se precisa un debate internacional

sobre el significado funcional y

operativo de la palabra ciudadnilía. La ciudadnilía

es un estatus político común a una

serie de indivíduos. Como concepto normativo,

la ciridndniiírr es u11 conjunto de derechos

y deberes ejercidos por igual en todo

un territorio tanto por los naturales de

ese mismo espacio como por los inmigrados

que adquieran la condición de ciudadanos.

Respecto a la gestión de las diferencias

culturales de los inmigrantes han

existido a lo largo de la historia al menos

cuatro tipos de Estados-nación, (según CERRIAN,

!..A. et 2!., 2000) qi?e c m :

Estados Imperiales en los que las personas

de diferentes territorios ostentaban

lo condición dc súbditos soinctidos o1 mismo

poder judicial y político. Este modelo

facilití, e11 su día 1'1 iritegrxií,ri de c«iiiiinidades

multiéti-iicas en un s6lo imperio.

Es el caso de los Imperios austrohúngaro,

otomano, ruso o británico. Aquí las razas

y cuituras eran toiercicias a condici0n de

que se supeditasen a la supremacía de la

ideología de una raza o cultura dominante.

El modelo étnico (arraigado en Alemania

, Jap6n y ciertos países árabes) se basa

en que la nación se caracteriza por su pertenencia

a una leng~iac, ultura y ascendencia

comunes. Sólo se puede acceder a la

misma a través de lazos de sangre (ius snrrguirlis).

Esto provoca la exclusión de las ininorías

i n n~i g r a d~a~ lsa, \w que permite la

diferencia cultural como vía dc promover

el retorno o limitar la estancia de los trabajadores

eri los p'~íses de desliiio.

El modelo republicano define la nación

como una comunidad política fundnda

en una Ley coiistitucional y en otras

norn-ias jurídicas seculares. Este modelo

convierte en ciudadanos a los extranjeros,

proiiiocioiia la 1iat~iralizaci01y1 emplea el

iirs soli en la atribución de la nacionalidad.

A cambio los extranjeros tienen que asimilar

12s f ~ r r n iciii lt-.ral-c. del Erta<_ipd t. acngida

y abandonar su herencia cultural propia.

El país qur ni& se aproxima a un

modelo ideal de Estado republicano es

Francia.

El modelo multicultural sc parece al

anterior y es inclusivo en cuanto al acceso

de la ciudadanía se refiere puesto que favorece

la transformación de los extranjeros

como miembros de pleno derecho de la nación

de acogida sin exigirles a cambio la renuncia

a su bagaje cultural propio. Este

modelo pluralista lo han adoptado paises

como Australia, Canadc? y Suecia. Las políticas

inmigratorias de USA, Reino Unido y

Holanda se orientan también en esa direccinn

pnr lo ~ I I iPi i infliirncia sin diida irá

prendiendo de forma creciente en otros países

democráticos liberales.

Con el proceso de globalización económica

se está apreciando una tendencia cada

vez más nítida hacia la desnacionalizaci6n

de las cconomías nacionales. En cambio,

la inmigración parece apuntalar o

renacionalizar la política al sobredimensioinar

el coi-iii-0: sübt- ano y pliricccioiiisid dc

la nación sobre el mercado de trabajo y al

establecer limitaciones crecientes al libre

movimiento de personas y trabajadores. En

este contexto las fronteras dejan de ser una

noción meramente geográfica para pasar a

ser una instituci6n que se orienta ahora

esencialmente al control de los flujos de

personas. Claro que esta lisión se hace desde

ia parte dei mundo en donde el concepto

frontera tiene aun algún sentido,

puesto que en otras partes. por el contrario,

la noción de soberanía estatal y la existencia

de tronteras nacionales constituyen

una entelequia que poco tiene que \,er con

la realidad. En ciertas regiones africanas o,

incluso, en los Balcanes y en el Este de Europa,

el Estado significa bien poco, pues su

control sobre la geografía que le incumbe

es sólo parcial. En gran parte de Africa,

muchas fronteras sólo existen en el mapa,

no en el terreno concreto v por eso mismo

la colaboración con estos supuestos Estados

para racionali7ar cn origen la inmigracicín

legal o clandestinci no ofrece la menor

garantía. Ello a su vez, como reacción, refuerza

cl papel de las fronteras de los países

ricos a la inmigración poniendo de manifiesto

que la debilidad de unos Estados

contribuye a fortalecer a otros"

6. CONCISA RELACION DE LOS

ASPECTOS NEGATIVOS Y

POSITIVOS DE LA INMIGRACION

EN LOS PAISES DE ACOGIDA Y EN

LOS DE ORIGEN:

Cdsi nadie pone en duda de que los fenómenos

migratorios están fuertemente

supeditados a las fluctuaciones internacionales

de la actividad económica. El carácter

cíclico de ld ec«n«rriía capitalista fuer~a

a recurrir reiteradamente a la inmigración,

que de esta forma ejerce un papel amortiguador,

durante la fase expansiva de atracción

por el sobrecalentamiento de la economía.

Fm cambio, durante los períodos de

recesión se imponen las tendencias de rem,,

lriAm A ,>C.+- vno,.nnt- < - - Z m l m l- T--;--- y"'.""". " '""""Y ""' "L"""' U. '" Y""~'"

que el recurso sistemático a la inmigracibn

como respuesta a necesidades coywltiwnlcs,

~ O I l-o s efectos y u r vlla iiiii-ocluct. soL>re el

nivel de los salarios, la organización del

sistema productivo, el funcionamiento del

rrirrc ado de ti-dhajo, el ritmo de acumulación

y 1'1 especidli~acih, modifica las razones

mismas de este procedimiento por el

país receptor. Para este autor ia posibiiiaaci

renovada que tienen las empresas de recurrir

a inmigrados para enfrentar la escasez

categorial de empleo lleva al final, por la

propia dinániica del mercado de trabajo, a

hacer de la inniigracih una variable t>structiirnl

del proceso productivo". En cuanto

a los países emisores existe tambibi-i cierto

escepticismo de que la emigración internacional

transmita crecimiento económico

desde los países industriales hacia los países

pobres. Nuevamente Tapinós nos previene

de que las migraciones no tienen mayor

efecto positivo sobre las variables

~ s t r a t ~ g i r rais~ lri rsarrollo y piueden inc11.1-

sive constituir una des\.entaja a largo

plazo.

6.1. Aspectos positivos en los países de

acogida

- Disponibilidad de mano de obra barata,

abundante y sumisa, que realiza las tareas

que los trabajadores nacionales no

desean, no plantean problemas de movilidad

laboral, de temporalidad o estaciüiialidad,

esián disponibles siempre

en aspectos como nocturnidad, peligrosidad

y seguridad e higiene en el trabajo,

hacrn todds lbs I ~ o r d sr x t r d h que lidgdn

fdlta, rio iieiien prejuicios sociales

para aceptar determinadas misiones, no

sueien sindicarsc ni reivindicar mejoras

horarias, salariales y sociales por temor

a perder el empleo.

- Se trata casi siempre de trabajadores poco

cualificados. Pero los que cuentan

con formación elemental básica (dominio

de la escritura, operaciones inatemáticas,

idiomas, carnet de conducir,

experiencia laboral, etc.) han sido ya

instruídos en los propios países de origen

por los que el Estado receptor o las

propias empresas no tienen que destinar

grundcs partidas presupuestarias

en concepto de formación profesional u

ocupacional.

- Se suele atribuir a la inmigración un

efecto positivo sobre los factores determinantes

de las economías desarrolladas

(cambio industrial y de las políticas

industriales) por facilitar la furmacióii

de capital y f'a\rorecer la flexibilidad del

sistema productivo. La presiúri a ld bdja

sobre los salarios estimula la acumulación

de capital. La flexibilidad de

adaptación del sistema productivo hace

posible progresos de productividad con

la extensión del trabajo temporal. Estas

premisas pueden extrapolarse a los sectores

primario y terciario.

- Los iiuriigrdntes compran o alquilan viviendas,

pagan sus impuestos, utilizan

los servicios públicos y privados, consium~

n himps, rnti7;in a la Sryiiridad

Social y contribuyen al sostenimiento

del Sistema Público de I'ensiones. I'or

consiguiente, aportan considcrablcs beneficios

a la economía de las sociedades

de acogida.

- Con el reagrupamiento familiar o con la

formación de familias en el lugar de

destino los inmigrantes contribuyen al

rejuvenecimiento de las poblaciones envejecidas

de destino gracias a su elevada

natalidad.

- Los inmigrantes están contribuyendo a

evitar el completo abandono de pueblos

rurales , de zonas montañosas, aisladas

o marginales. Es más, su sóla presencia

siiponp iinñ garantía de rrpnhlamimtn

y una dinamización socioeconómica de

antiguos espacios agroganaderos que se

habían desertizado desde el &odo rural

de los años sesenta.

- Los inmigrantes están contribuyendo a

recuperar oficios urbanos y rurrilcc quc

se habían perdido por su escasa rentabilidad

o su débil consideración social:

ru;&dr,lcs dc lcbapius, asisiriiiia do.

miciliaria, como señor o señora de compañía,

como jardineros, conductores,

forjadores o artesanos, sin descartar su

contribución a los diferentes oficios

agrícolas.

- Los paises tecnologicamente avanzados

están abriendo sus fronteras a centenares

dc miles de ingenieros informtiticos,

cientiticos, médicos y sanitarios. La importación

de "inteligencia viva", con

coste cero en formación, supone un

aporte \,aliosísimo por cl clc\.ado valor

añadido de esta selecta inmigración.

- Estos flujos dinamizan extraordinariamente

a los subsectores económica y socialmente

estratégicos como son los

transportes, agencias de viaje, comunicaciones

(correos, telégrafos y teléfonos),

asesorías laborales y jurídicas especializadas

así como a la banca para el

cambio de divisas y transferencias de

remesas a los países de origen.

- Los ininiyrantes aprenden conocimientos,

actitudcs, aptitudes y habilidades

capacitantes para ejercer el liderazgo

Las migraciones intcrnacionalcs o cl gran dcsaiío del siglo XXI 259

OUnuwsdad de a s Fanas d? (,ran Canara i t o e c a Unuestsri a e m m Dgta le Caniris 20815

empresarial, sindical o político en sus

países de origen. Al acostumbrarse a un

determinado nivel de vida, a las pautas

de consumo y a los valores imperantes

en las zonas de destino, luego, una vez

concluído el ciclo y retornar, pueden aspirar

a aplicar las facultades adquiridas

a las svciedades de origen contribuyendo

al cambio.

- En general los inmigrantes que retornan

exitosos a sus lugares de nacimiento y

110 Iian tenido una experiencia traumática

en la sociedad de acogida.pueden

constituir un influyente "lobby" en la

defensa de los intereses comrrciales y

culturales de los países de desliiiu.

6.2. Aspectos negativos de las

inmigraciones en los países de

acogida

- La nrayvr v rneriur afluencia de inmig

r a n t e~c ontribuye a bajar los salarios

en i»s pdises receptores entre un 3 y un

10 por ciento por la acción del incremento

de la oferta.

- El recurso a una mano de obra inmigrada

de baja cualificación presiona sobre

el nivel general de los salarios y disminuye

artificialmente el precio del trabajo.

Ello incita a determinados empresarios

a sustituir capital, inversión e innovación

con trabajo barato 10 que

permite la supervivieiicia de empresas

marginales que de lo contrario habrían

desaparecido. Lo que implica una disminucion

del ritmo general de los progresos

de la productividad".

- Recurrir a la inmigración para hacer

frente a la CSC~SCZ de mano de obra, en

ciertos sectores de la economía, implica

a su vez un cierto rechazo por parte de

los nacionales de semejantes empleos,

lo que conduce, al final, a tener que

echar mano cada vez más de trabajadores

extranjeros.sin este socorrido recurso

parece evidente ~ U lPa m-ase7 de

mano de obra habría forzado a una

transformación de las condiciones de

trabajo y a un incremento de las rcmuneraciones.

Vistas así las cosas, la inmigración

aparece como un freno al cambio

y al desarrollo tecnológico (G. TAPINOS,

1990).

- Los inmigrantes poco o nada cualificados

compiten con los trabajadores en

paro o procedentes de empresas reconvertidas

poco cualificados. Los obreros

foráneos pueden acentuar la creciente

precarización laboral, reducir la influencia

de los sindicatos, ser utilizados

como "rompehuelgas" y hasta favorecer

la drsr~~i i lar izacindne la cnntratación

en patronos sin escrúpulos.

- Aunque en menor medida, los inmigrante~

altamente cualificados compiten

también con ciertos trabajadores de

élite en los países de destino.

Las cmprcsas o las instituciones de los

países de acogida a veces deben costear

las clases de idioma, así como la asisteiicia

h u i i i i i i i i i ; i s i c i c s i ci i~ivixicriiud e ici

acogida inicial.

- Las empresas o las instituciones de los

países de destino sufragan los costes de

las oficinas de información, formaci61-1 y

contratación de trabajadores inmigrantes

en los paises de origen.

- Las instituciones públicas costean las

campañas de retorno, los desplazamientos

de trabaladores estacionales,

las expatriaciones y expulsiones de los

inmigrantes ilegales.

- Las administraciones oficiales son las

que costean, a veces en exclusiva, los

programas de vivienda y alojamiento

de los trabajadores inmigrantes.

- Las instituciones públicas son las que

tienen que llevar la iniciativa en materia

de integración, prevención y represión

de los brotes xenófobos, en acciones

orientadas tanto a los nacionales como

a los extranjeros.

- Para impedir que se repitan sucesos quc

Penrren alarma .;erial las ariniinistra- L>

cioncs tienen que reforzar las plantillas

de inspectores de trabajo y luchar conLas

migraciones internacionales o el gran desatío del siglo XXI 261

OUnuersdad de a s Fanai d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri a e m m Dgta le Caniris 20815

tra la nueva esclavitud, el trabajo de

iiienores de edad y contra las condiciones

laborales qiie atentrn contra la dignidad

de 1'1s personas.

- Las instituciones públicas tienen que poner

cuantiosos recursos en la persecusión

de las mafias que trafican con personas,

contra la trata de blancas y contra

los empleadores sin escrúpulos.

- El "estado de bienestar" tiene que extender

también sus beiieficios a los inmigrante~

e n materia de educacibn, scinidad,

~nipl rnv; ivienda. pensiones. etc.

6.3.Aspectos positivos de la emigración

en los países de origen

- La salida de trabajadores incide sobre el

empleo, la prodiicci6n y los salarios.

Los emigrantes consiguen aliviar en

parte las situaciones de escasez de empleo

a causa de la deficiente organización

productiva en las Lonas de partida

...

- Para el país de origen, los efectos positivos

de las migracio~ies resultan del

envío de sus salarios y de su eventual

retorruTrabaja~ido en el exterior iiiuchos

trabajadores consiguen ahorrar y

enviar remcsas que luego sc invierten

en pequenos negocios o mejoran la situación

de las familias. El cambio de la

moneda favorece casi siempre al ahorrador

que puede optimizarlo.

- El envío de estos fondos influye sobre el

nivel de vida de las familias, la distribución

de los ingresos, los precios, el

consumo, la aciiniulación producti\>a y

el crecimiento económico.

- Estos prqut.ñ»s negocios, constriicción

de viviendas, mejora del consumu familiar,

posibilidad de financiar estudios,

acceder a la sanidad privada, etc

en ocasiones consiguen dinamizan la

econumía del pais de origen.

LZcr.n mn,ns jny?jrrrqi,toc L..A..-= dc i-inro-Arg-n- .

en ocasiones a las expurldciories de los

países de origen o a la Ayuda Oficial

para el Desarrollo. Por cso muchos paises

del Tercer Mundo fomentan deliberadamente

la emigración porque de esa

forma se liberan tensiones internas tanto

de carácter laboral como de estancamiento

del consumo y la producción.

En ciertas teorías la emigración se presenta

como una posibilidad de desarrollo

nacional a través de un proceso de

ajuste que puede conducir al crecimiento

<ir\ irigreso de toddh Id5 calegorías

implicadas y a una reducción de las

disparidades

- El retorno efectivo de los emigrantes

modifica el volumen y la cualificación

del capital humano.

- En mucl-ias ocasiones contribuye a mejorar

la halan7a de pagos lo qiir constituye

a si1 vei iin rstíniiilo político a la

continuidad de la emigraci6n

- La emigración a naciones desarrulladas

süpui-,r ;aíi-,bi& ünn escUe!a .Gn

de aprendizaje masivo sin costes para

las países emisores. Muchos retornados

aprovechan para prepararse. bien en

idiomas, destrezas, habilidades inanuales,

intelectuales, gerenciales, sindicales

y políticas muy provechosas dada la alta

incidencia que tiene en el desarrollo

el capital humano.

- La emigración en países demociAticos

supone también un aprendizaje y una

fcirniacióri de 1 ~ fs L L ~ LrIo s C L I ~ C ~ l)oSca -

les, regionales y nacionales en los países

de origen. En esta dirección los re-

L A-.. d..- L ---- 1-,. !-:,... i I i i l incicia t r u r k i r i i i i n i r i i i i ~ i ii i i i u i r i i i'ri

materia de contribuir a los necesarios

cambios democráticos en sus respectivos

p.lises y facilitar las relaciones ex-

Lernas de los mismos.

- Muchos universitarios, científicos y personas

al~ariicnte cualificadas no eiicuentran

acomodo en las economías

atrasadas y desorganizadas de siis países

de origen cs por lo que la emigrnci6n

supone para ellos una oportunidad

decisiva.

6.4. Aspectos negativos de la

inmigración en los países de origen

- Los países de origen pierden a las personas

más decididas, preparadas y emprendedoras,

necrsai-ias e iiirlisper~sables

para el desarrollr). Las salidas implican

desajustes en las zonas de origen,

que lejvs de corregisrse por si mismos,

tienden a agravarse. La emigración crea

expectativas y se extiende a capas cada

vez más amplias de la poblacicin, desde

trabajadores no marginales hasta sectores

cualificados, que se ven tentados a

salir con lo que se resiente la pr~ducción.

- El carácier masivo de estos desplazamientos

internacionales puede ocasionar

situaciones de penuria de mano de

obra en .determinadas regiones emisoras,

quc se vuel\.en más agudas y difíciles

de superar cuanto mayor sea la

atracción de los salarios de los países

industrializados.

- Muchas de las personas que emprenden

el proyecto emigratorio corren elevados

riesgos, frec~~enteinentpee recen en el

intento, dejando deudas, perditkiose

vidas jóvenes muy valiosas.

- La fuga de cerebros empobrece todavía

más si cabe a los países en desarrollo.

- En ocasiones los emigrantes se quedan

definitivamente en el lugar de destino.

De esta forma la sociedad de origen

pierde un caudal de recursos humanos

indispensables para el despegue económico.

- Los países emisores faltos de perspectivas

y gangrenados por la corrupción

desaprovechan el alivio que la emigración

siiponP en las cifras de paro para

reorganizar la economía con los que se

quedan impulsando las reformas necesarias.

- Así mismo los países pobres malgastan

las sumas de divisas de Ids remesas de

!oc o r n i g ~ ~ ~ctnc uix vcrsiunci; sur.tuc.-

rias v escasamente rentables, en vez de

favorecer la economía productiva estirriuidda

pur el incremento del consumo

familiar.

- El envio de ahorros salariales favorece

en ocasiones la inflación y deteriora la

situación relativa de las familias que no

se benefician con la emigración por carecer

de coniponerites en el extranjero.

- Muchos países emisores de migi-antes se

desentienden de sus súbditos en el rx-

Lerior y cuarido retornan suelen controlar

y reprimir sus iniciativas en aras a

evitar propagar ideas democráticas que

puedan favorecer cambios sociales y

políticos.

7. A MODO DE CONCLUST~NR:E TOS

Y DESAFÍOS QUE PLANTEAN LAS

INMIGRACIONES

INTERNACIONALES

El desafío político más importante que

tienen los países desdrrollacios hoy en día

es la aceptación e iiitegracicín de los trabajadores

inmigrados y de los refugiados políticos

y sus familiarc~s, cqprcinlmcnte los

procedentes del Tercer hlundo. El desafio

es agudo porque contradice muchas de las

espectativas y suposiciones que desde la

postguerra han compartido la dites políticas

v la población en general tanto de los

-y":r...i,i..a..,c.,.a~- Li..r..^c.. r , r v l r a -1- 1 - - - -- ' - - - -1. t LUULU uc 103y alhc3 u c ~ 1 1 1 -

gen. También ponen los inmigrados en tela

de juicio las iioriones y valores vigentes

en Europa sohre ciudadanía y la pertenencia

a una comunidad nacional. Son decenas

los millones de trabajadorcs inmigrados

que han sido atraídos por la amplia oferta

de empleos. Se trata de personas de variados

orígenes culturales, linguísticos, religiosos

y étnicos que durante la estancia (a

veces larga cuando no definitiva) no es seguro

que éstos quieran abandonar s i l indentidad

nacional, sus peculiaridades culturales

y su ciudadanía de origen. Tampoco

e?, con,,,, ql;p &rcc, cuc svL; hpvJ si\

'" 6"'" 1 1

conviertan en ciudadanos de los nuevos

países en donde residen y trabajan y que se

Las migraciones internacionales 0 el gran desafío del siglo XXI 263

dejen asimilar por las sociedades que les

proporciona empleo y seguridad.

La inmigracih lid aurrientadv rriuclio la

población extranjera de numerosos Estados

desarrollados. Algunos de estos países que

hasta hace poco disponían de homogeneidad

poblacional se han visto convertidos

en Estados multirraciales con minorías iio

europeas.

Una consecuencia de1 asentamiento de

numerosos extranjeros e11 E~i ropae s el prciblema

de determinar qué es verdaderamente

lo que constituye la ciudadanía en

~ iE,st ude mvderne. M~ c h e Is, bitmter de

las deiiiocracias occidentales no son ciudadanos,

sin embargo, son miembros de esas

sociedades porque participdn en SU Inerc~ido

de trabajo, pagan impuestos y consiimen

bienes y servicios. No obstante en su

caliddd de extrarijercis suderi estar excluídos

de la toma de decisiones, si bien ya son

varios los países que les permiten votar en

ias eiecciones iocaies. Los inmigrantes tienen

una presencia más precaria piirsto que

tienen menos derechos, especialmente si se

trata de trabajadores indocumentados y

asilados políticos. Quien emigra a la Europa

Occidental no se introduce en sociedades

pacíficas y acogedoras, sino en Estados

capitalistas en donde ia norma es la opresión

de clase. El sistema econóniico imperantr

en Occidmte es explotador y no va a

hacer una excepción cm los exlranjeros.

En suma, son cinco los grandes drsafíos

que el mundci desarrullado Liene en estos

momentos:

a) Desafío económico: las diversas reestructuraciones

industriales han aumentado

el desempleo entre los nacionales

y extranjeros. La terciarizacicín de las

actividades productivas y la precarización

de determinados ámbitos de la

economía niantirrictri uria creciente oleada

inmigratoria, frecuentemente clandestina.

No obstante determinados sectores

estr.-tégices de !2 e cm~mi ñd eszirrullada

lunciondii grxias a los

inmigrados. Por consigiiiente, sin pl

concurso de éstos la economía se resentiría

y con ella peligraría el evidiable nivel

cle vida alcanzado lo que irritaría a

su vr7 a unos ciudadanos que también

se enfurecerían si vieran que el número

de extranjeros continúa aumentando.

b) Desafío para la solidaridad internacioal:

la cooperación y las políticas internacionales

no traspasan de momento la

antesala dc la teoría y la retórica.

C ) Desafío para la s»i:ieilad civil rii SII rnnjunto:

existen serias dificultadrs hoy en

día para concebir lds relaciones entre la

curn~~nidapdu !itic2 n2ci<?na!, 2 ..reces

con problemas de cohesión socio-territorial

e identidad y las comunidades intiiigradas.

Europa y las sociedades op~ilentas

son en general visceralmmte racistas

y xenófubas. Aceptan inmigrantes

riada ni& que por el berielicio que les

reporta.

d) Desafío cultural, debido a que la religión

musuimana y animista tienen su propio

lugar y donde la inmigración constitiiye

uria curitraprueba, que obliga a los

Estados-nac~óii a redefinirse en materias

como aceptación de otras costumbres,

hábitos, usos, lenguas, valores,

etc.que no contradigan los valores coristitucimales

de sus respectivas cartas

magna.

e) Desafío demográfico: De aquí al 2010 países

como Turquía tendrán un 40 por

ciento más de habitantes que Alemania.

La población total de los tres países del

hfagreb tendrán el doble de población

que Francia. Los sujetvs iriiriigratorios

procedentes de todo el mundo crecen

exponencialmente cuestionando nuestra

concepción de ciudadanía y nuestros

valores.

Ante todo ello es preciso implicar a los

ciiicladm«s en la definiciiín e irriylaritaciiíri

de políticas de integración, derechos y deberes

políticos de los extranjeros, pluralid-.

d cii!ti2r21 ;7 cnmi2ni&d pn!itic-., ce!icl_aridad

ante el aumento de la xeiiolobia, lormación

y reinserción. Pero también, ayuda

y cooperación en el m& amplio sentido

(comercio exterior, anulación de la deuda

externa, lucha contra las mafias organizadas

d e personas, armas, narcotráfico, materias

primas estratégicas y metales preciosos

)I tavorecer los cambios democráticos

precisos para extender el desarrollo económico).

NOTAS

Llama podet-usamcnk la aleiirií~iie l lCrreu

control policial que el régimen marroquí ha

impuesto en aquel país con las incesantes sdlii-

12.: "clandeitinai" di magrehíes, al.1t4nticamente

masivas, así como la tolerante tilización

de aquel ierritorio por las iiiafiah

que transportan personas de diversas procedencias:

subsaharianos, filipinos, chinos,

liindúes, pakistariíe~~etc.

Ln epidmia del Sidn: ,itmzcicín en diciciriiirc tic

2000. Programa adjunto de las Naciones

Unidas para el VSH/Sida en EL PAfS de 1.

XII de 2000. Allí se puede leer que durante

o w .?En c~ yrcYuj:\i.cn ?,Q xi!!un:.s r'c. x::c

vos casos, frente a los cualro milluneh de

1YYY y que en Africd hay actualmente 25.3

millones de personas infectadas.

Tanto el T.M.I. como el Banco M~iiidialn, clemás

de otras instituciones y foros internacionales

(OCDE, CEPAL, G-7, etc.) reconocen

el empantanamierito de la situacion Seriera1

y lus preocupantes retrocesos en el

Africa Subsahariana, Europa del Este y determin.?

dur paises ibt.ro.irncrici.:iur -::-u

Colombia, Argentina y Ecuador.

La Comisión Europea presentí, en Bruselas

en marzo de 2001 una nueva estrategia para

que se supriman las barreras que impiden la

m»\ilidad de 10s trabajadores por el territorio

de la U.E. y crear un verdadero mercado

laboral paneuropeo para anks de 2005. A la

vez se pretende elevar los ni\-eles de cualific~~

ciodrei la mmo dr obra en vctnreq como

el de la5 nuevas tecnologíai, donde hoy no

se consiguen cubrir unos K00U UUU empleo5

pur falta de tr&ajdcres espe~ia!izadcs.

5 España sigue siendo el país de la UE con

rridz paru, un 13,7 por ciento, en enero de

2001 según EUROSTAT.

6 "Partc del crriplco crcndo v i r r ~d~r la woriorrríi1

siinicr,yida". Declaraciones de R. Rato, \ricepresidente

del Gobierno, a EL P,41S el 27 de

frhrero de 2000 PEREZ.J JLÜUU). Elclre, pcirníso

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realizado para el año 1999 por la junta de

Calicia titulado Estiriiacióri regiorinl de la Ecori<

irriíri Cicrrii~,;t;idsa e cifrd e11 17,34 billones de

pesetas el inonto de la economía informal en

España.

7 l~f~~l?l.

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