VECUET,Z, Númcro 6, 2001-2002 115
INCIDENTES EN LA ZONA AÉREA DE CANARIAS
Y ÁFRICA OCCIDENTAL DURANTE LA
11 GUERRA MUNDIAL
Resumen: La política cxtcrior cspaiiola
durante la 11 Guerra Mundial enipe70
a virar hacia la nciitralidad con la
llegada de Gómez Jordana al \.Iiiiisterio
de Asuntos Exteriores en 1942. Sin enibargo,
la colaboración con el Eje, aún no
concluida, provocí, fuertes presiones por
parte de los aliados durante el resto de
la giirrra y alentí, la sn<pcha dr qiir
aún continuaba el abastecimiento claiidestino
de submarinos alemanes en Lanar
ia~.P or ello. los aviones aliados iobrevolCiron
irwurriterrierite la Zona Aérea
de Canarias y África Occidental entre
principios de 1943 y el verano de 1944,
provocando ia reaccion de las baterias de
artillería antiatrea españolas e incluso la
intervenci6n de los cazas con base en
GCIIIC~EOn . riirigúri rrii~rri~riltais~ f u r r ~ n s
españolas intentaron derribar a los aviones
aliados que atra~.es,ibanla s .igu.is territoriales,
sino sólo axrisarlos para que
se retiraran. No obstante, los aviones
aliados persistieron, dando lugar a graves
incidentes que csiuviei~iiai punto de
ocasionar un,i fatalidad. Finalmente, las
prolongadas gestiones diplomitica-, emprendidas
a finales de 1943 'icabaron con
estos incidentes, los cuales son un elenplo
olvidado de las tensas relaciones entre
España y 10s aliados clurantc el declive
del Eje.
Palabras clave: Canaria.;, II C.iirrr,i
hlundial, Incidei-itcs, Aviacih
Summary: Spani4-i foreign policy
through World War 11 turiied to the way
of neiitrality after GOiner; Jordana's arril'il
'it tlie Miiiistry ol Fvreigri AlLiirs iii
1943, Howcvcr, thc pcrsistcnt aid t« thc
Axis rose stroiig pressures by the Allies
fnr thn rrxct Df tlici i,~,rar 3117.d I'l?CC\L!rI<io~4 A . , A LA . - A - ., . D.-
them for searching Gernian U-boots at
the Canary Islands. So Allied airplanes
frequently flew »ver the Canarv Islands
and West Africa Aerial Zone bctwccn thc
begining of 1943 and the jummer of
1944, tempting thc Spanish anti-aircraft
batteries and the fighters based in Gaildo
r~action. The Spanish forces iiel7er
tried to destroy the Allied aircrafts, but
oriiy w,irricd iiicrri io kccp 'iw'iy irum
tlie Spcinish aerial zone. Nevertheless,
Allied planes still went on, origining serious
incidents wich dmost caused a fatality
Finally, the prolonged diplomatic
actions since 194.3 finished these iiicidents,
wich are a forgotten exainple of
the thighs relatioiis between Spain and
the Allies through Axis's defeat.
Key-words: Canary Tslands, World
War TI, Tncidents, Aviation.
La colaboración dc España con cl Eje
empezó a disminuir con la llegada de Gómcz
Jordana al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Siendo consciente de que se trataba
de una guerra de larga duración, en la
que España no estaba en condiciones de intervenir,
intentó establecer una política de
neutralidad armada como la del vecino
Portugal. La operación Tovch reforzó esta
actitud, ya de por sí fa~orecida por la estrategia
alemana, la cual ya no pretendía la
entrada de Esyaíía en la guerra, sino síilo
e1 mantenimiento de sil neiitralidad, Ileg;
iiido incluso ;i iiegoci'~r la venta de armamento
con el fin de qiie pudiese defenderse
de un s~ipuesto ataque dhadu. Lus
embajadores norteamericano y británico
lariibiéri acogier«ii favurdbleriierite la nueva
política exterior española, qiie se manifesi6
en la riegaliva al paso de tropas alemanas
por Espana, los acuerdos con Portugal
a tinales de 1942 y el rechazo contra
la República Social Italiana. Sin embargo,
también había llegado la hora de que España
pagara por su colaboración con el Eje,
la cual aún no había concluido del todo
(TUSELL, 1995: pp. 331-434).
De hecho, Javier Tusel1 señaló una fuerte
presión aliada sobre el gobierno español
entre agosto de 1943 y agosto del año siguiente.
Gran Bretaña y EEUU pretendían
atajar así la rolahoracicín dr Fspaña con
Alemania, siendo los británicos mucho más
flexibles que los norteamericanos. Inicialmente,
sus demandas consistían en el retorno
a la condición de neutral, acabar con
los ataques que sufrían desde la prensa esngñnla
T T r la rotir2d2 d o !a ni\iición ,Akzu!, --L-x'L- i
Eslas peticiones fueron sdtisfeclids en rnayor
o menor medida, pero no fiie siificienIncidcntcs
cn la ron^ nCrca dc Canurins y África Occidcntnl duruiitc la TI Cucrra Mundial 117
te, pues aún quedaron graves cuestiones
pendientes de solución: el suministro de
wolframio a Alemania, los sabotajes contra
buques aliados en territorio español, el espionaje
alemán y la Legión Azul. Finalmente,
EEUU decretó un embargo de petróleo
el 29 de enero de 1944 que, a pesar
de la mediación británica, sólo sería levantado
tras la cesión española a las demandas
aliadas, en mayo del mismo ano (TUSELL,
1995: pp. 435-493).
En este contexto de tensión entre España
y los aliados se enmarcó el medio centenar
de intervenciones de las baterías de
cañonrs y amrtralladoras antiaéreas contra
los miunes aliados que subrevolaron 1'1 Zona
Aérea de Canarias y Africa Occidental
(ZACAOI. Intervericiories que cilca~~~aron
su máxima intensidad entre septiembre y
noviembre de 1943. Sin embargo, los disparos
de la Defensa Contra Aeronaves
(DCA) no eran ninguna novedad por esas
fechas. Ya el 17 de mayo de 1939, antes de
que estallase la guerra, se había comunicado
al Fourigiz CIjFcp que se iba a disparar
contra los aviones que sobrevolasen el territorio
español'. Un año más tarde, el 20
de mayo de 1940, se dio la misma orden a
todos los aviones de caza, lo cual fue comunicado
por el embajador en París al Ministerio
de Asuntos Exteriores francés'. Estas
advertencias no eran gratuitas, pues ya
el 21 de septiembre de 1939 se había ~fcctuado
varios disparos de aviw cuntra un
a v i h francés que sohrevolaba Ibiza (MARIQUE
CARCIA et al., 1998: p. 216).
Enero - - 2
Fcbrcro - - 6
Marzo - -
-
2 (3)
Abril 1 1
Mayo - -
J unlo - - -
,1, ,1;n 7 - 1
Agosto - - -
Septiembre 7 - -
Octiibre 8 (11) - -
No\ iembre 2 (3) 1 -
Diciembre - -
Enero 1 - -
Febrero 5 1 -
Marzo 3 - -
Abril 2 -
Mayo 5 - -
Junio - - -
Total 36 (40) 2 12 (13)
Nota. entre parmtwis \a el numc.ro dc. avlnnw contra e1 que c. ahrirí fuego
Elaboración viopia , a partir de las siguientes fuentes.
- 4rchw0 ~ist;>ricdoi1 ktercito del ~ l r (eA HbA) bupedientes A-12 78Ul1 v A-13 562
- ACA, 4fixca, Caja 2 006
- Archivo General hlilitar de Avila (AGMA), Subsecretaría del Ministerio del Ejercito, Caja 21 215
118 Iirn71 [osé Dínz Benítez
En la ZACAO, las primeras intervenciones
de la DCA datan de enero de 1943,
lo cual puede deberse no a la ausencia de
las mismas en fechas anteriores, sino a la
falta de documentación para los aiios precedentes.
Durante ese mes y los tres siguientes
la mayoría de las acciones se registran
en el Sector Aéreo de Ifni-Sáhara,
coiiicidiendo con un número de avistamientos
superior al del resto de los sectores
aéreos. La última intervención en dicho
sector fue registrada en julio, último mes
en el que el citado sector figura en los par-
',.-A,. - - . : -L- . - : - -L- - 1- -..-1 -- -..: A,.
LCJ CLC n v L ~ L ~ ~ L LL ILCU~LJV , cual i ~ vy u i c i c ciccir
que no hubiera más en meses posteriores,
sino que, posiblemente, esta información
dejó de ser recogida en los partes de
la ZACAO, los cuales se centraron en Canarias.
La primera intervención en la ZACAO
est5 relacionada con el hundimiento
del U-167 el 5 de abril, cerca de hlaspalomas,
pues durante ese mes los aviones aliados
patrullaron la costa oriental de Gran
Canaria reiteradamente', buscmdo Id presencia
de otros submarinos o los restos del
que fue hundido.
Exceptuarid« las intervenciones de julio,
se puede decir que el periodo comprendido
entre los meses de mayo y srptiembre
fue bastante tranquilo, aunque ello
nn q n i~r ed ecir q ~ dpi s m i n ~ ?1s~ n. ~r ~m ~~
J - - - --- r---
cupación ante las violaciones del espacio
aéreo español. Así, el 14 de julio de 1943, el
capitán general de Canarias comunicó al jcfe
de la ZACAO que había dado orden a
los gobernadores militares de Gran Canaria
y Teneriíe para que los observatorios
comunicasen las informaciones sobre vuelos
en Canarias a las baterías antiaéreas antes
que a cualquier otra autoridad, para
que así actuasen más rápidamente'. lKo
obstante, aún el 1 de septiembre de ese
mismo aiio se quejaba de las dificultades
para evitar los viielos de reconocimiento de
los aviones extranieros, pues la orden dictada
al respecto por el Estado Mayor del
Ejército el 20 de febrero de 1942 era difícil
de cumplir ante la escasez de baterías antiaéreas
y cazas5.
Estas normas fueron elaboradas de nuevo
el 7 de octubre de 1943, después de que
se iniciara la presión aliada sobre España.
En ellas se indicaba que debía ser comprobada
la nacionalidad del avión para realizar
la consiguiente reclamación diplomática.
Si el avión repetía el vuelo, se le haría
2 disparos de aviso delante y a la izquierda,
tirando sobre el blanco si insistía posteriormente"
Sin embargo, la aplicación de
las mismas no fue tan rígida ya que, con
ánimo de evitar una desgracia y tal como
se aprecia en las intervenciones documentadas,
solía realizarse más disparos de aviso
que los indicados, evitando tirar sobre el
blanco tras los 2 disparos iniciales. lJrácticamente
se puede decir que si algún avión
resultaba tocado por los tiros de la DCA
era por accidente, como le ocurrió al Vickers
Wcllingtotz inglés que sobrevoló el ae-
.~.LuA u i u l l ~uAur- cPa-uLu- T..L.. - i n L ..-S A - - 1 J uvy n IU iiirrius ur aitura
el 21 de febrero de 1943, aunque afortunadamente
no hubo que lamentar
ninguna muerte:. No puede decirse lo mismo
de In actitud de los aviadores aliados,
pues en más de una ocasión rehusaron
cambiar de rumbo tras los primeros disparos
de aviso.
Los meses de septiembre y octubre registraron
ia mayor concentraciiin de intervenciones
de la DCA, las cuales llegaron a
un total de 13. Por esta época los aliados
creían que en Canarias se estaba abasteciendo
a submarinos alemanes destinados
al Atlhtico sur, afirmando incluso algunos
aviadores que tenían pruebas fotográficas
de ello. Por ello, los escuadrones VP-63 y
VP-73 de la US Nm~y, con base en Port
Lyautey y Agadir respectivamente, se dedicaron
a la búsqueda de submarinos. El
principal objetivo del VP-73 era Gran Canaria
y algunos de sus pilotos reconocieron
que violaban el límite de las 3 millas en sus
vuelos de reconocimiento ICARLISLE.
1995: pp. 112-114). Por ello no debe extrañarnos
la frecuente intervención de la DCA
Incidentes en la zona aérea de Canarias y África Occidental durante la 11 Guerra Mundial 119
contra dichos aviones, sin consecuencias
que lamentar. Sin embargo, los días 28 de
octubre y 1 de noviembre, actuaron varios
cazas Fiat Cli-32, apodados Chirvi, con base
en Gando, tal y como se preveía en las
instrucciones de febrero de 1942. La niisión
de estos cazas era advertir al avión extraiijero
que debía retirarse del espacio aéreo
cspañol. Al no disponer de radio, debían
disparar una ráfaga de ametralladora de
aviso, lo cual condujo a graves malentendidos,
ya que los aviones extranjeros lo interpretaban
como un ataque.
A prinripioq de noviembre el jefe de la
ZACAO y el capitán general de Canarias
informaron a sus respectivos ministerios
del incidentc ocurrido el 28 de octubre sobre
Las Palmas de Gran Canaria? Dos
aviones extranjeros, identificados crróneamente
como ingleses por el personal de la
ZACAO, fueron avistados a 5 kilómetros
de la costa y a 40 metros de altura, por lo
quc el ulirid de alani-m eii Gando despegó
en su caza tras ellos. Al ver al CR-32 se alejaron
8 kilómetros hacia el nordeste, siguiendo
luego hasta la verticdl del puerto
de la Luz. Allí, el caza disparó las ráfagas
de aviso, que fueron contestadas por las
ametralladoras de los dos aviones extranjeros.
En la documentación conservada se
dice que el calibre de tales ametralladoras
era de 12 m/m, lo cual sugiere que el avión
cspafiol recibió algunos impactos. Al Fint
se le averió la ametralladora, por lo que
hubo de regresar a su base, continuando
los dos aviones extranjeros sobre Las Palmas
durante 20 minutos a pesar del fuego
antiaéreo.
El 1 de noviembre tuvo lugar un incidente
similar al anterior. Un hidroavión
norteamericano Concolidated PBY-5 Catnlina
se adentró en el espacio aéreo español, buscando
submarinos. Los 12 disparos de aviso
que se le hicieron desde Gando lu ubligaron
a cambiar de rumbo. Sin embargo, el
íivinn sp adrntró de nuevo, volando a 3 kilómetros
de Las Palmas. El oficial de alarma
volvió a despegar de Gando y avisó al
hidroavión disparando una ráfaga, a la
cual replicó éste, pues creía que lo estaba
atacando. El Clzlvvi disparó entonces contra
el Cafaiinn, haciendo tres pasadas svbre el
mismo, al cabo de las cuales el hidroavión
se retiró. Los efectos del combate aéreo fueron
desconocidos para las autoridades españolas,
pero muy graves para los aviadores
norteamericanos. El Catalina había recibido
más de 40 impactos, lvs cuales le
ocasionaron 3 heridos y tan graves averías
que hubo de arrojar buena parte de su
equipo para llegar a Agadir, donde se hundió
tras amerizar. Sus tripulantes fueron
condecorados con la Medalla Aérea y los
heridos recibiervn nada nienos que el
Cora7ón Púrpura (CARLISLE, 1995: pp.
116-118).
La embajada de EEUU protestó el 9 de
noviembre por los ataques de los CR-.??.
Concretamente, señalaba como fechas de
las agresiones los días 27, 28 y 30 de octubre,
adcmk de! ! de ,c)vierr.hro. !.es atzques
de los días 27 y 30 no constan en las
fuentes españolas, las cuales tan sólo muestran
en esas fechas, la intervención dc la
DCA. Además, de los 3 heridos del 1 de
noviembre, la embajada señaló otro en el
incidente del día 27. l.d rdLóli de esta reclamación
era que todos lvs aviones habían
volado fuera de los límites de las aguas
jurisdiccionaies españvias. Ei cdpiid11 gelleral
de Canarias ofreció su versión el día 17
de noviembre, señalando que los cazas sólo
habian intervenido el 28 de octubre y el
1 de noviembre y que la fecha correcta del
incidente del día 27 era el 26. Según el parte
de la LACAU, los aviones habian voiado
el día 28 a 5 kilómetros de la costa y a
2.200 rnetrus el día 26. El capitán general
indicó que el día 1 de noviembre, el Catalina
había volado a 3 kilómetros de Las Palmas.
No seña16 la distancia a la quc voló el
aparato americano el día 30, pero no pudo
ser a más de h millas, como indicó el embajador,
pues los cafiories antiaéreos desplegados
en Canarias no tenían tanto alcance.
No sabemos cuál fue la respuesta del
gobierno español a la reclamacih diplomática
presentada por la embajada de
CEUU, pero ambas partes intentaron evitar
más incidentes de este tipo durante los siguientes
meses. Así, los aviones aliados no
se acercaron a menos de 3 millas, salvo alguna
que otra excepción, tal y curno reflejaron
los partes de avistamientos de la ZACAO
para los meses de noviembre, diciembre
y eneroi. El capitán general de
Canarias ordenó que los disparos de aviso
los hiciesen sólo las baterías antiaéreas, no
despegando más los cazas con esta misión".
Por su parte, la US N a y destacó tin
escuadrón de aviones PV-1 Vrntim en Agadir,
los cuales volaron sobre Canarias para
evitar nuevos ataques sobre los Catalinas
del VP-73, el cual continuó con sus reconocimi~
ntns marítimos (CARLISLE, 1995:
p. 118).
Pero entre febrero y mayo de 1934 volvieren
2 menudezr !es incidnntcs, c ~ i n c i
diendo con el embargo de petróleo contra
España. Posiblemente, este aumento estuvu
relacionado con el incremento de los
vuelos de aviones extranjeros cerca de Canarias
durante el mes de febrero. La explicación
de ambos fenómenos no parece ser
la de una forma más de presionar al gobierno
español, ya que los aliados no presenta~-
üni- iiliguiia y ueja bui>~ee i dbdbie~imiento
de submarinos en Canarias durante
esos meses. En realidad, era algo que
sosyeclidbdrl, pero carecían de pruebas que
lo demoskasen. La embajada de EEUU pidió
que no se abriese fuego contra los aviones
americanos que volasen sobre Canarias,
contestando el ministro del Airf cl 29
de julio que los aviones extrai~jjerosn o serían
molestados mientras no volasen sobre
aguasespañvlas y, en todo caso, las baterías
antiaéreas dependían del Ejército y iio
de Aviación".
De hecho, el día anterior había tenido
lugar una entrevista entre el ministro de
Asuntos Exteriores y el encargado de negocios
de los EEUU en la que se discutió
esta cuestión, tras la cual se ocuparon de
los problen~as existentes con la companía
'lef-fónica y el wolframio. El encargado de
negocios senaló que el 8 de junio ya se había
quejado dc la intervención de las baterías
dntiaéreas en Canarias contra los aviones
americanos que, en sus vuelos de patrulla,
se acercaban a las aguas españolas.
En aquel momento, el ministro se ofreció a
dar instrucciones al mando aéreo y al rnilitar
con el fin de evitar nucvos incidentes,
al mismo tiempo que se daba instrucciones
a las fuerzas aéreas de EEUU de no sobrevolar
las ayuas espariolas. Y así ~ I I P cijmn
cesaron las intervenciones de la DCA en el
Marruecos español, pero no en Canarias,
donde hubo al menos tres incidentes de este
tipo durante el mes de julio. Por ello, el
encargado de negocios quería saber si las
instrucciones habían sido dadas antes de
estos últimos incidentes, a lo cual respondió
el ministro que lo fueron varias semaiiCiS
aic1L2u c-1 l r l ~ t l2a -u - ~t-1i~ ub31' 4 LO dc cst.
mismo mes''.
A partir de mayo no tenemos constancia
de rnds intervenciones de la artillería
antiaérca en Canarias contra los aviones
aliados, aunque como ya hemos visto, sí las
h u l w en julio y posiblemente continuaron
hasta octubre. Durante ese mes, el Ministerio
de Asuntos Exteriores trasladó al del
Aire ias peticiones de ias embajadas de
EEUU y Gran Bretaña para que las baterías
antiaéreas de Canarias dejasen de disparar
contra sus aviones, a lo que el ministro
del Aire respondió que dichas baterías
no dependían de su mando, sino del
Ministerio del Ejército". Este, oídas las quejas
anglosajonas, dispuso el 21 de noviembre
que no se abriera fuego contra los aviones
norteamericanos que sobrevolasen ocasionalmente
las aguas y el territorio
español, excepto en aquellos casos en que
cunstituyese una violación reiterada Los
partes de avistamientos de la ZACAO para
diciembre de ese año y el primer trimestre
de 1945 ya no registran ningún disparo
contra aviones extranjeros".
122 Jirnn José Díaz Benítez
Aun así, vamos a considerar la nacionalidad
de los modelos, a falta de otros
datos, pucs dc csta forma podcmos suponer
la nacionafidad de tres de cada cuatro
casos para un total de 56 aviones. Lo primero
a destacar es el amplio predominio
norteamericano, cuya nacionalidad se extiende
a más de la mitad de los aviones.
Sin embargo, durante el primer semestre
de 1943, la mayoría de los aviones contra
los que se abrió fuego era británica, siendo
escasos 10s norteamericanos. En cambio,
éstos últimos predominaron durante
el segundo semestre de 1943 y los 5 primeros
meses de 1944. Dos de cada tres
aviones contra los que se disparó, volaron
sobre Gran Canaria, isla que concentró la
mayor partc dc 10s aviones nortcamericanos:
31 de 35. Los dos que volaron sobre
Tenerife también eran de EEUU. Por el
contrario, la mayoría de los que volaron
sobre el Sector de Ifni-Sáhara eran británicos,
así como el que lo hizo sobre el de
Guinea.
Gran
Tenel
Ifni-C
Giiin
Total
Norteamericanos Británicos Dcsconoci d os Total
Canaria 3 1
rife 2
;6 hara 2
rnciíin prtipia a partir dc la5 si~tticntcsf itcntcs:
iEA, Expcdictitcs A-1 2.780/1 y A-1 3.562.
;A, '(frica, Cq,i 2.illlt>.
;\1A, Siihsccrctaría 111.1 Jlinictcrio dcl EiCrcito, Cnin 21.215
En suma, las baterías antiaéreas de
Gran Canaria habían hecho como mínimo
136 disparos durante 1943, cifra que se
aproxima a los 141 contabilizados en la
memoria del Servicio de Antiaeronáutica
de la ZACAO", cantidad superior a los 54
registrados durante los primeros 5 meses
de¡ siguiente año. A pesar de las cifras, el
objetivo no era derribar a los aviones aliados,
lo cual habría traído consigo lamentables
consecuencias entre dos países que
no estaban en guerra. Tan solo se pretendía
que se alejasen, respetando así la soberanía
española. El único avión alcanzado
por el fuego antiaéreo, el 21 de febrero
de 1943 sobrc Cabo Juby, lo fue posiblemente
por accidente. Los combates aéreos
de octubre y noviembre se debieron a malentendido~
a, l creer los aviadores norteamericanos
que los disparos de aviso pretendían
derribarlos. Sin embargo, si la actitud
de la DCA fue la más prudente
dentro de las órdenes que había recibido,
no cabe decir lo mismo de las reiteradas
violaciones del espacio aéreo por las aeronaves
aliadas, aún a pesar de los disparos
de aviso, ni tampoco del gobierno espafiol,
cuya colaboración con el Eje, aún no
concluida, daba pie a las acciones aliadas
y a las sospechas sobre la supuesta
presencia de submarinos alemanes en
Canarias.
Incidentes en la zona aérea de Canarias y África Occidental durante la 11 Guerra Mundial 123
Número de
avioncs
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
1
I
I
1
I
I
1
I
1
1
1
Número de
disparos
-
2 dispro.; (11, avko
y 4 ni,i\
I dispmi ~ i av \ - iw,
1S di. la 4' l i a t u i a y
? de I J 3s' l3,itcrU
I disparos di- JI iw
1. 3 dc 1.1 3s' Iiatcria
? disp.iro< ric 1.1 7':'
RatcrW ! I dc la
4' Rattvia
q di.;pirch ldr a~.iw.
Tras miiliar dc riirnbo
.;r Ir I i a c~v4 mi.;
Otros datos
-
Siqtiib cl niicmn riiinho
ivumrm or l~urnemo e
Fecha Lugar aviones Origen disparos Otros datos
Incidentes en la zona aérea de Canarias y África Occidental durante In 11 Guerra Mundial
Número de Número de
Fecha Lugar aviones Origen disparos Otros datos
15 U5 42 Las Palmas de 1
07 35 h Gran Canana
15 05 44 .Las Palmas de 1
1U 00 h. Gran Canaria
15 05 43: Las I'alnias de 1
11 30 h. Gran Canaria
28 05 44 Las Palinas de 1
12 00 h Gran Canaria
28 05 44 Gando 1
15 30 h.
03 06 44 Fernando Poo 1
Desconocido -
Desconocido -
Desconocido 14 disparos de aviso
(Catalina)
Desconocido 3 disparos de aviso
(Catalina)
Desconocido 2 disparos de aviso
Británico - Se internó en un
tornado, tras lo cual
cayó a tierra, muriendo
todos sus tripulantes
Nota el avión contra el que se abrio tuego el 28 de mayo de 1944 he identificado en la dociimrntacion cnnsnltada como
un Luqut. B-5. modelo inextstente entre los usados por los aliados Posiblemente el observador se referia a un Lockiieed y
mas concretamente a un PV 1 Ventura, modelu fabricado por d ~ h ean ipresd At;iddecemos a Luis Moya Piinentei la aciaracion
Elaboracion propia a partir dc las siguientes fuentes
- AHEA, Expedientes 4-12 7801 1 1 A-13 562
- ACA, Afrtca, Caja 2 006
- AGMA, Subsecretaría del Ministerio del Ejército, Cap 21 215
-
NOTAS
1 Archivo Central de In Adininistrncicín Cixril
del Estado (AGA), Asuntos Exteriores, Caja
h ?M
2 AGA, i\suntos Extcriorcs, Cnja 11.409.
3 AHEA, Expedientes A-12.780/ 1 , .4-12.871 y
A-1 2.942.
4 AHEA, Expediente M-3.293.
5 AHEA, Expediente A-12.887.
h AMAE (Expediente R-2.270/11) VACA (Mar
i i i ' i , Cclj't 248 dcl E I I \ I ~ACE~-1 8).
7 AGA, África, Caja 5-2.
8 AHEA (Expedientes A-12,952 y A-12.78U/I)
y ACMA (Siihsecr~taría del Ministwio del
Ejército, Caja 21.215), respecti~arneiite.E l iiicidente
del 1 de noviembre de 1943 tanibitn
proccdc de estas fuentes.
9 Al IEA, Expediente A-l2.780/ 1.
10 AC;I\4A, Subsecretaría del Ministerio del
Ejército, Caja 21.215
11 AHEA, Expediente A-12.957. En relacion con
estas reclamaciones diplomáticas, el que i~iera
embajador de los EECU en España durante
aqucllos años, Carltoii J. H. Hayes, reconoció
que los aviones dc patrulla aliados
volaban sobre las poblaciones costeras de
Marruecos y Canarias. (HAYES, 1946: pp.
307-308).
12 Arclii\;o de la Presidencia del Gobierno
, n i , r \ r - i . ~. ...- l..? ~ . L - A . . n n : - : - r - - : . . .a-
\ni \',, J " L ' L L L , " ur, L D L O U I I , I V I I I I I . , L C I I \ I C l C
Asuntos Exteriores, Política Exterior, Legajo
5", Carpeta núm. 3.
13 AHEA, Expediente A-12.957.
14 AHEA, Expedieiile h1-3.266.
15 AHEA, Expediente A-12.780/1.
16 AHEA, Expediente h1-9.072.
17 )\HE.\, Expediente ,4569.
CARLISLE, Robert (1995): Cnts ouev tlw Atlnritic:
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