Anuario de la Facultad de Geografía e Historia

ISSN: 1133-598X

8

Las Palmas de Gran Canaria

2004

EDITOR

Servicio de Publicaciones y Producción Documental

de la Universidad de Las Palmas de

Gran Canaria

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Torres Santana; Germán Santana Pérez; Javier

Márquez Quevedo; Luis Miguel Pérez Marrero;

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(U. Autónoma de Madrid); Reinaldo

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et Environnementales, Institut Royal de

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Laguna); Pere Salvà Tomàs (U. de les Illes

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Archäologisches Institut)

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Revista Vegueta. Universidad de Las Palmas

de Gran Canaria. Facultad de Geografía e

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Palmas de Gran Canaria.

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Vegueta. Anuario de la Facultad de Geografía e Historia es una publicación científica de periodicidad

anual, editada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que publica artículos inéditos

sobre Historia, Geografía e Historia del Arte, una vez superan un proceso de evaluación anónimo

por expertos externos. Vegueta se publica anualmente desde 1992 y está referenciada en el Índice

Español de Ciencias Sociales (ISOC) y en DIALNET. Mantiene intercambios con todas las publicaciones

nacionales e internacionales de dichas especialidades que lo soliciten.

ISSN: 1133-598X Depósito Legal: GC xxx-2004

Impresión: Cometa

ANUARIO DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA

Número 8

Las Palmas de Gran Canaria 2004

Vegueta. Anuario de la Facultad de Geografía e Historia está disponible en Internet:

www.webs.ulpgc.es/vegueta

LAS REVISTAS CIENTÍFICAS DE HISTORIA PUBLICADAS

EN CANARIAS: A PROPÓSITO DE VEGUETA (1992-2003)

MANUEL RAMÍREZ SÁNCHEZ

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

Departamento de Ciencias Históricas

mramirez@dch.ulpgc.es

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 227

BIBLID 1133-598X (2004) p. 227-250

Resumen: Se analiza la problemática

actual de las publicaciones científicas

especializadas en Historia que se editan

en Canarias, que, aunque aparecen indexadas

en algunas bases de datos y directorios

de publicaciones periódicas,

carecen de una visibilidad que vaya

más allá del ámbito estrictamente regional.

La creciente implantación de modelos

de evaluación de la investigación en

las áreas de Humanidades y Ciencias

Sociales que, entre otras cosas, priorizan

la publicación de la investigación científica

en revistas competitivas, supone un

serio inconveniente para la supervivencia

de estas revistas. Tomando como

ejemplo la revista Vegueta: Anuario de la

Facultad de Geografía e Historia de la Universidad

de Las Palmas de Gran Canaria,

se analiza el grado de cumplimiento

de los estándares internacionales en

materia de publicaciones científicas periódicas,

al tiempo que se proponen una

serie de mejoras que, en caso de aplicarse,

mejorarían notablemente su calidad

editorial y permitirían la inclusión de la

revista en las principales bases de datos

españolas e internacionales.

Palabras clave: Revistas científicas,

historiografía, bibliometría, calidad editorial,

evaluación de revistas, humanidades,

Islas Canarias, España.

Abstract: In this essay, we will

analyse the problems History Reviews

published in the Canary Islands are facing

now. Though some of these reviews

appear indexed in some data bases

and listings of publications, they are

virtually unknown beyond their region.

The progressive implementation of parameters

to evaluate the quality of research

in the fields of Humanities and Social

Sciences, those, which come to priorize

publication of scientific research in

competitive reviews, will make the future

of these reviews turn bleak. We

will analyse whether Vegueta: Anuario

de la Facultad de Geografía e Historia de la

Universidad de las Palmas de Gran Canaria,

a review we have taken as sample,

meets the international criteria for publication.

We also attempt to make a series

of suggestions which, if taken into

consideration, may help to improve its

quality as a publication allowing it to be

accepted in mainstream data bases both

in Spain and outside of Spain.

Keywords: Scientific Reviews, Historiography,

Bibliometry, Review Evaluation,

Humanities, Canary Islands,

Spain.

1. INTRODUCCIÓN

Los estudios sobre evaluación de las

revistas científicas españolas de Historia

son relativamente recientes, si los comparamos

con los que desde hace años se

vienen realizando sobre las publicaciones

científicas de Ciencia y Tecnología o

Ciencias Experimentales. Desde 1995, un

grupo de investigadores del CINDOC ha

publicado algunos trabajos, particularmente

referidos a las revistas de Arqueología,

Prehistoria e Historia Antigua

(GARCÍA y ROMÁN, 1998). Recientemente,

han visto la luz los resultados de

un proyecto de investigación en el que, a

partir de la valoración de los profesores e

investigadores universitarios y del CSIC,

se ha propuesto un ranking de las revistas

españolas de Antropología, Arqueología

y Prehistoria, Filología Clásica, Filología

Española e Historia de América (ROMÁN

coord., 2003).

Aunque se han publicado algunos

trabajos sobre la evolución historiográfica

de revistas científicas como Hispania

(ALMUIÑA et ál., 1990) o Archivo Español

de Arqueología (MORA, 2002), los estudios

bibliométricos han sido relativamente

escasos en nuestro país. No obstante,

contamos con algunas contribuciones

interesantes, como el estudio realizado

sobre Trabajos de Prehistoria (RODRÍ-

GUEZ et ál., 1993), o el reciente estudio

bibliométrico sobre el impacto de la revista

Hispania en las revistas universitarias

de Historia Moderna españolas (TOSETE,

2002)2. En Canarias, hasta el momento,

no se ha realizado un estudio de

228 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

conjunto sobre las revistas científicas de

Historia, siquiera sobre las que gozan de

una larga trayectoria, si exceptuamos los

recientes análisis historiográficos sobre la

Revista de Historia Canaria (DIVASSÓN y

SOLER, 2003 y en prensa). Tampoco se

han realizado estudios bibliométricos sobre

la producción científica en Historia,

salvo un exhaustivo trabajo dedicado a la

investigación prehistórica y antropológica

(ESTÉVEZ et ál., 1996). Por nuestra

parte, desde hace varios años estamos realizando

un análisis bibliométrico de la

investigación histórica realizada en Canarias

en las últimas décadas, de la cual

este artículo que aquí presentamos constituye

una primera aportación.

El objetivo principal de estos estudios

bibliométricos, que en áreas como la de

Humanidades aún son tan escasos, es el

de profundizar en el conocimiento científico

de las distintas disciplinas, al tiempo

que el de ofrecer a los investigadores unos

datos objetivos que permitan evaluar algunos

aspectos esenciales de la investigación

científica que realizan. En algunas

áreas científicas, estos trabajos han permitido

determinar algunos sesgos de la

investigación, las publicaciones más importantes

en una especialidad concreta o,

incluso, han permitido establecer rankings

de grupos de investigación e investigadores

más citados. A pesar de que

algunos autores han puesto en entredicho

algunos aspectos relacionados con

este tipo de estudios, particularmente los

dedicados al análisis de citas (SIMKIN y

ROYCHOWDHURY, 2002 y 2003), debemos

reconocer que los análisis cienciométricos

tienen un notable interés, tanto

en materia de política científica como para

los propios investigadores3.

2. VISIBILIDAD DE LAS REVISTAS

CANARIAS DE HISTORIA

El objetivo principal de una revista

científica es la difusión de conocimientos,

actuando así como agente activo en el

proceso científico, al canalizar y poner en

común la información sobre la que se

edifica el consenso en el conocimiento

científico (MALTRÁS, 2003: 91). Los investigadores

publican sus trabajos en

aquellas revistas que gozan de mayor

prestigio en su especialidad o, con mayor

frecuencia en el área de Humanidades,

en las que saben de antemano que gozarán

de una mayor difusión. Es obvio que

nadie publica un trabajo de investigación

inédito en una revista poco conocida entre

sus pares, porque lo que busca un

científico es difundir su investigación y,

al mismo tiempo, obtener el reconocimiento

de sus colegas. Estos hábitos conllevan

que la práctica común entre los

historiadores canarios sea la de publicar

los trabajos de investigación en aquellas

revistas más cercanas y, por tanto, mejor

conocidas por sus iguales4.

Actualmente se editan en Canarias

diez publicaciones periódicas que incluyen

entre sus objetos de estudio la investigación

histórica: El Museo Canario (1880),

Revista de Historia Canaria (1924), Anuario

de Estudios Atlánticos (1955), Estudios Canarios:

Anuario del Instituto de Estudios Canarios

(1955), Tabona: Revista de Prehistoria

y de Arqueología (1972), Boletín Millares

Carlo (1980), Tebeto: Anuario del Archivo

Histórico Insular de Fuerteventura (1988),

Eres (Arqueología/Bioantropología) (1990),

Vegueta: Anuario de la Facultad de Geografía

e Historia (1992), y Faykag: Revista canaria

de Arqueología (2001). Sólo tres de

ellas, las dedicadas a la Prehistoria y Arqueología

(Tabona, Eres y Faykag), son publicaciones

especializadas, y únicamente

una de las diez (Faykag) es una publicación

electrónica5. El resto son revistas no

especializadas en ninguna materia concreta,

de carácter misceláneo, con mayor

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 229

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

o menor peso de los artículos dedicados

a la Historia, según la trayectoria científica

de la revista o el criterio de sus editores.

Todas ellas (menos Estudios Canarios)

están vaciadas en la base de datos ISOCCiencias

Sociales y Humanidades6. Sólo

tres de ellas (El Museo Canario, Revista de

Historia Canaria y Anuario de Estudios

Atlánticos) están indexadas en bases de

datos internacionales7 y únicamente Eres

(Arqueología/Antropología) está registrada

en el catálogo LATINDEX8.

El concepto de visibilidad, comúnmente

utilizado en los estudios bibliométricos

en relación con el factor de impacto

de una publicación, lo aplicamos aquí

vinculado al mayor o menor grado de conocimiento

de las revistas por la comunidad

científica9. La escasa visibilidad, tanto

nacional como internacional, de las revistas

editadas en Canarias, puede deberse,

entre otros factores, a una deficiente

red de intercambios con otras revistas

científicas, lo que impide una distribución

eficaz por las bibliotecas de las principales

universidades y centros de investigación,

tanto españoles como extranjeros.

Pero también es posible que una de

las razones que explique esta escasa visibilidad

sea su escasa apertura a investigadores

de otras regiones españolas y de

otros países (sobre el ejemplo concreto de

Vegueta véase lo dicho en § 3.2). Además,

la escasa representación de las publicaciones

canarias en las bases de datos internacionales

es, también, un factor añadido

que resta visibilidad a estas publicaciones

científicas. En efecto, las bases de

datos10 y guías de recursos on-line, son

un poderoso instrumento que permitiría

que algunas revistas canarias de Historia,

que no gozan de una red de intercambios

amplia, pudiesen ser conocidas

más allá del ámbito estrictamente regional.

Sin embargo, para que las revistas

sean indexadas en estas bases de datos,

se hace absolutamente necesario que

cumplan algunas normas ISO/UNE que,

a día de hoy, sólo cumplen, en mayor o

menor medida, unas pocas. Es por ello

que consideramos como una de las medidas

más urgentes que algunas de estas

publicaciones acometan una reestructuración

formal, y, en algunos casos, incluso

de sus contenidos, para poder integrarse

en los catálogos de estas bases de

datos.

En el momento de redactar estas líneas,

la mayoría de las revistas canarias especializadas

en Historia o que, entre sus

materias de interés, incluyen las ciencias

históricas, están catalogadas en la base

de datos ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades,

con excepción de Estudios

Canarios: Anuario del Instituto de Estudios

Canarios y de Faykag: Revista canaria de

Arqueología. Sin embargo, ni todas las revistas

están completamente indexadas, ni

está actualizado el vaciado de sus artículos11.

En este sentido, no está de más conocer

cuál es la situación de las distintas

publicaciones de Historia que se editan

en Canarias, ya que dependiendo de la

actualización de sus registros en ISOCCiencias

Sociales y Humanidades o de la

cifra total de éstos, podemos extraer algunas

conclusiones acerca de la importancia

que se concede a estas revistas12.

El Anuario de Estudios Atlánticos es,

con 392 registros, la revista con mayor

número de artículos indexados en la base

de datos de ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades.

Le siguen, a bastante distancia,

la Revista de Historia Canaria, con 216

registros, Tebeto, con 215, y el Boletín Millares

Carlo, con 200. Por debajo de los

doscientos registros se encuentran Tabona,

con 142, y Vegueta, con 122. Finalmente,

las revistas menos indexadas en la base

de datos ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades

son Eres(Arqueología/Bioantropología),

con 82 registros, y El Museo Ca-

230 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

nario, con 34 registros. Si son notorias las

diferencias observadas en el número de

artículos registrados en la base de datos,

no menos lo es el hecho de que algunas

de ellas no hayan sido vaciadas desde

hace mucho tiempo. En el momento de

redactar estas líneas, sólo dos revistas están

actualizadas en la base de datos

ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades:

la Revista de Historia Canaria, cuyo nº 185

(2003) ya está indexado, y la revista Vegueta,

con el nº 7 (2003), igualmente vaciado.

Otras publicaciones llevan un leve

retraso, como el Boletín Millares Carlo, con

el nº 21 (2002) como último ejemplar vaciado;

Eres (Arqueología/Bioantropología),

indexado hasta el nº 10 (2002); Tabona,

hasta el nº 11 (2002); y Tebeto, con el nº 13

(2000) como último volumen registrado.

Por contra, el último ejemplar vaciado

del Anuario de Estudios Atlánticos es el nº

43 (1997), aunque peor aún es la situación

de la revista El Museo Canario, cuyos

ejemplares no se registran desde el nº 36-

37 (1975-1976)13.

Sin embargo, la presencia de las revistas

canarias en LATINDEX es prácticamente

nula, si la comparamos con la que

tienen otras publicaciones españolas de

Historia. La idea de crear LATINDEX

surgió en Guadalajara (México), en 1994,

en el transcurso de un taller sobre Publicaciones

científicas en Latinoamérica. Un

año más tarde, la Universidad Nacional

de México (UNAM) trazó las líneas generales

del proyecto, concebido como un sistema

automatizado de información de

publicaciones científicas periódicas editadas

en América Latina y el Caribe (CETTO,

1997). En 1997 se establecieron las

normas editoriales y los criterios de calidad

exigidos para la inclusión de las publicaciones

científicas en el Directorio de

Revistas Científicas LATINDEX, que por

aquellas fechas contaba con más de 2.460

títulos indexados, en la actualidad supera

los 12.000 registros14. Por ahora, únicamente

Eres (Arqueología/Bioantropología)

está registrada en LATINDEX, debido a

que es la única publicación científica que,

en sus tres últimos volúmenes, cumple

con las ocho características imprescindibles

y, al menos, diecisiete de los parámetros

incluidos en los bloques de características

formales, de gestión y política

editorial, y contenidos15.

Un reciente informe realizado por un

grupo de investigadores del CINDOC nos

ofrece interesantes datos para poder conocer

cuál es el grado de conocimiento

que alcanzan algunas publicaciones canarias

más allá de nuestras islas (ROMÁN

coord., 2003). Dicho informe, financiado

por la Dirección General de

Universidades del Ministerio de Educación

y Ciencia, tenía entre sus objetivos

principales, el de conocer la valoración

que los profesores e investigadores de un

grupo de disciplinas científicas tenían sobre

una relación de revistas de su especialidad16.

Las áreas que ha abarcado esta

investigación han sido las de Antropología,

Arqueología, Prehistoria, Historia

de América, Filología Griega, Filología

Latina y Filología Española. En el momento

de redactar este artículo, este grupo

de investigación está realizando un

estudio en la misma línea que el que comentamos,

sobre las revistas de Historia

Moderna, Filología Moderna, Filología

Árabe y Hebraica, Derecho y Ciencias de

la Comunicación17.

Las revistas seleccionadas para ser

evaluadas por los profesores e investigadores

de dichas disciplinas fueron extraídas

de los listados de revistas registradas

por el CINDOC en sus bases de datos.

Los encuestados debían señalar, entre

otras cosas, la valoración que hacían de

cada revista aunque, como explicaremos

a continuación, no todas las publicaciones

científicas que se editan en Canarias

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 231

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

aparecían incluidas en dichas listas, en

unos casos porque no están registradas

en las bases de datos del CINDOC, en

otros casos porque son revistas misceláneas.

Pero en el caso de las revistas que sí

estaban incluidas en las listas, las respuestas

de los encuestados demuestran

la escasa visibilidad nacional de estas publicaciones

y, en algunos casos, incluso,

su escasa consideración por parte de la

comunidad científica.

En lo que se refiere a las especialidades

de Arqueología y Prehistoria, los investigadores

del CINDOC confeccionaron

una lista con 94 revistas, que remitieron a

276 profesores e investigadores de dichas

especialidades (102 de Arqueología y 175

de Prehistoria). Se recibieron 41 encuestas

respondidas de Arqueología (40,2%

de tasa de respuesta) y 79 del área de

Prehistoria (45% de tasa de respuesta).

En el listado de revistas de ambas disciplinas,

confeccionado por los autores del

informe, se incluían tres revistas canarias:

Eres (Arqueología), Tabona y Vegueta.

De todas ellas, la revista que contó con

un número mayor de valoraciones fue

Tabona, seguida a bastante distancia por

Eres (Arqueología/Bioantropología) y, aún

más lejos, por Vegueta (ROMÁN coord.

2003: 15-23). Los porcentajes de votos recibidos

por cada una de estas tres revistas

permiten observar que los encuestados

que las evaluaron tenían un mayor o

menor conocimiento de las mismas dependiendo

de su especialidad. Pero si

comparamos los datos de valoración recibidos

por cada una de ellas podemos

comprobar su visibilidad entre los especialistas

de las universidades españolas y

del CSIC en ambas áreas de conocimiento.

Por ejemplo, en el área de Arqueología,

los porcentajes de valoración de las

revistas canarias indican que dos de ellas

son poco conocidas por los arqueólogos

españoles: Vegueta es, empatada con otras

cuatro publicaciones, la penúltima por la

cola en cuanto al número de valoraciones

recibidas (4,88%), y Eres (Arqueología)

muestra una valoración bastante baja

(29,27%). En el área de Prehistoria, las cifras

de valoración, aunque levemente modificadas

al alza, son igualmente alarmantes

para las publicaciones canarias,

en especial para Vegueta, con un 10,13%.

Respecto al área de Historia de América,

los autores del estudio seleccionaron

un listado con 28 revistas españolas

especializadas en la materia (la única revista

canaria que se incluía era el Anuario

de Estudios Atlánticos), que enviaron a 147

profesores de Historia de América. La

encuesta fue contestada sólo por 49 investigadores

(lo que supone una tasa de

respuesta de 33,3%). No todos los encuestados

conocían la existencia de las veintiocho

revistas, como se deduce de los

porcentajes de valoración, que oscilaban

del 95,92% que recibió la Revista de Indias,

la más conocida de todas, al 18,37% de

Instituciones y Desarrollo, la publicación

menos conocida. El Anuario de Estudios

Atlánticos ocupa el tercer puesto por la

cola con un bajísimo 22,45% de valoraciones,

lo que indica la escasa visibilidad

de esta publicación fuera de las islas, al

menos entre los americanistas (ROMÁN

coord., 2003: 23)18.

Los autores del informe del CINDOC,

cuyos datos hemos extraído aquí, consideran

que, a la luz de los datos que ofrecen

las encuestas recibidas, se puede hablar

de prestigio extensivo e intensivo de

las revistas científicas españolas. El prestigio

extensivo vendría definido por el

porcentaje de personas que valoran la revista,

cualquiera que sea la orientación

de sus votos, mientras que el prestigio

intensivo estaría expresado por el porcentaje

de las personas que la han evaluado

como perteneciente a la categoría

“A”. De este modo, una revista que fuese

232 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

valorada por el 100% de los encuestados

sería una revista con el prestigio extensivo

más elevado, mientras que el prestigio

intensivo vendría determinado por el

porcentaje de ese 100% que la ha considerado

como “A” (ROMÁN coord.,

2003:13). A partir de este criterio, del examen

de los datos publicados en dicho informe,

se pueden extraer dos conclusiones

generales: por un lado, que las revistas

canarias son poco conocidas entre los

especialistas españoles de las áreas de Arqueología,

Prehistoria e Historia de América;

por otro, que los investigadores que

las conocen tienen una alta valoración de

las mismas.

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 233

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Todas las cifras son porcentuales. Calificaciones de las revistas: A = Muy buen, fundamental para

la disciplina; B = Buena, interesante para la disciplina; C = De interés general; D = Sin interés para

la disciplina, marginal. Fuente: Román, coord. (2003: 15-24).

Cuadro 1. Revistas canarias valoradas por los profesores e investigadores españoles de las áreas

de conocimiento de Arqueología, Prehistoria e Historia de América.

Ciertamente, la mayor o menor visibilidad

de las publicaciones científicas canarias

no es un asunto baladí. Es cierto

que, debido a la escasa utilización que

hacen los historiadores españoles, y extranjeros,

de las bases de datos y directorios

de información bibliográfica on-line,

la ausencia de las publicaciones científicas

en estos repertorios no debería repercutir

en el mayor o menor conocimiento

de los artículos publicados en ellas. Además,

una mejor política de intercambios

y una activa labor divulgadora de los

propios investigadores, mediante el habitual

envío de separatas, bien podrían

ayudar a aumentar esta visibilidad. Sin

embargo, la presencia de las publicaciones

científicas en estas bases de datos y

directorios tiene una importancia mayor

de la que le conceden los editores de estas

publicaciones y los investigadores que

publicamos en ellas. En efecto, de ello se

deriva, entre otras cosas, la inclusión (o

exclusión) de estas revistas en los listados

de publicaciones científicas que, de

un tiempo a esta parte, se vienen utilizando

para la evaluación de los currículos

de los solicitantes de proyectos de investigación,

sexenios, becas y acreditaciones

para las nuevas figuras contractuales establecidas

en la LOU, entre otros menesteres19.

Y aquí ya no estamos hablando

únicamente de que la historiografía canaria

sea mejor o peor conocida más allá del

paralelo 30º, sino del mayor o menor

grado de competitividad de los historia234

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

dores canarios (y por extensión, de los

grupos de investigación en los que éstos

están integrados) en relación con los de

otras regiones españolas. Y cuando de este

grado de competitivad depende la de

sus propios Departamentos, Facultades y

universidades, el asunto deja ya de ser

preocupante sólo para los directamente

perjudicados, y pasa a ser un problema

para los implicados en la política científica

de las universidades canarias y en el

Gobierno de Canarias. Ahora mismo estamos

en una primera fase, en la que el

asunto ocupa y preocupa a los propios

investigadores20, sería deseable que no

tardase en preocupar también a las autoridades

académicas y políticas.

3. LA REVISTA VEGUETA: PASADO Y

PRESENTE

La revista Vegueta fue fundada en

1992, gracias al empeño de un grupo de

profesores de la Facultad de Geografía e

Historia de la, por entonces, recién creada

Universidad de Las Palmas de Gran

Canaria (ULPGC). Se trataba de una vieja

aspiración de los profesionales que, en

los años ochenta, iniciaron su labor docente

en la División de Geografía e Historia

del Colegio Universitario de Las

Palmas, dependiente de la Universidad

de La Laguna. Pero las estrecheces económicas

de aquellos tiempos no hicieron

posible que el proyecto de una revista

científica, tantas veces intentado, pudiese

salir adelante. Dicho proyecto sólo se pudo

llevar a cabo cuando, como consecuencia

de la reordenación universitaria

en Canarias, se creó la Universidad de

Las Palmas de Gran Canaria.

Vegueta nació con la modesta pretensión

de reflejar los trabajos de investigación

que llevaba a cabo el personal docente

e investigador de la Facultad, intentando

hacerse un hueco junto a otros

proyectos editoriales ya consolidados,

como el Anuario de Estudios Atlánticos o la

Revista de Historia Canaria, entre otros21.

Con el paso de los años, con más timidez

de la deseable, el anuario Vegueta fue

abriéndose al exterior, incluyendo entre

sus páginas artículos firmados por docentes

e investigadores de otros centros

de la ULPGC o alumnos de doctorado.

La estructura de la revista, desde sus primeros

números, se organizó en tres secciones:

Historia, Historia del Arte y Geografía,

correspondientes a la especialización

de los docentes de la Facultad. El

empeño de los colegas del área de Prehistoria

por contar con una sección propia

hizo que, en algunos números de la

revista, apareciese una cuarta sección, en

unos casos denominada “Prehistoria”, en

otros “Prehistoria e Historia Antigua” y,

ya en los últimos tiempos, “Prehistoria y

Arqueología”22.

Al igual que muchas revistas surgidas

en España entre mediados de los ochenta

y comienzos de los noventa, particularmente

en el área de Humanidades, Vegueta

presentaba serias deficiencias de

normalización, e incumplía varias directrices

internacionales en esta materia, a

pesar de que éstas ya eran suficientemente

conocidas por aquel entonces (RUIZ y

PINTO, 1990: 75-113). Sin ánimo de extendernos

demasiado en estas deficiencias,

algunas de las cuales han sido subsanadas

en los últimos tiempos, sí enumeraremos

al menos las más importantes:

membrete bibliográfico en la portada

de la revista; sumario23; ausencia de traducción

de los títulos y subtítulos de los

artículos24; resúmenes en castellano e inglés25;

fecha de recepción y aceptación

de los artículos; descriptores, tanto en español

como en inglés26; afiliación institucional

de los autores27; membrete bibliográfico

en todas las páginas del artículo28...

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Todas estas deficiencias formales, con

ser más o menos graves para poder alcanzar

la necesaria normalización científica

de la revista, no son tan importantes

como el hecho de que ésta haya carecido

durante mucho tiempo de unas instrucciones

técnicas para los autores29 y, a día

de hoy, carezca aún de una mención del

objetivo, cobertura temática y línea editorial

de la revista, entre otras cuestiones.

Menos grave, en el sentido de que aún

son pocas las revistas de Historia de

nuestro país que lo incluyen, es la carencia

de un sistema de arbitraje con evaluadores

externos. La necesidad de adaptar

la publicación a los criterios internacionales

de calidad científica hace muy recomendable

corregir estas deficiencias.

Además, como se verá a continuación,

ello permitiría mejorar la calidad de los

trabajos publicados en la propia revista.

3.1. Calidad formal de la revista Vegueta

Entre los indicadores de calidad de

una revista científica se encuentran los

meramente formales, que atienden tanto

al diseño de la publicación como a su

adaptación a las normas ISO/UNE y AENOR

correspondientes. Algunos de estos

aspectos formales están estrechamente

vinculados con la política científica del

Consejo Editorial de una publicación.

Otros están más ligados al diseño gráfico

y editorial (formato, tipografía, imagen

corporativa).

Comenzando por su diseño gráfico, la

impresión global que ofrece la revista Vegueta

es positiva. Se trata de una edición

cuidada, realizada en un formato estándar

de 24 x 17 cm, que facilita su manejo

y conservación. La portada de la revista,

desde el nº 0 (1992) al nº 4 (1999), se caracterizaba

por una mancha cromática

con un degradado vertical, cuyo color

era diferente según el volumen, en el que

destacaba el nombre principal de la revista

acompañado de la indicación del

volumen, año de edición y nombre secundario

de la publicación. A partir del

nº5 (2000), coincidiendo con una renovación

del Consejo de Redacción de la revista,

se acomete una reestructuración de

su diseño que, entre otras cosas, incide

en la transformación gráfica de su portada.

A partir de este momento, el color de

la misma se mantiene inalterable y adquiere

protagonismo la inclusión de una

ilustración de cubierta que alude a la

propia denominación de la revista30.

En el diseño interior destaca la presencia

de una portadilla en cada artículo,

donde se incluye el título del artículo, el

nombre del autor (o autores) y en la parte

superior de la hoja el membrete bibliográfico,

con las carencias señaladas más

arriba. La retícula del texto está dispuesta

en dos columnas, lo que dificulta la

lectura del mismo, mientras que en las

recensiones (a partir del nº 5), el texto está

estructurado en un solo campo, incluyendo

las notas cuando éstas existen. La

tipografía, sin ser excesivamente original,

al menos contribuye a la legibilidad

del texto. La calidad del papel, en cambio,

no es la más óptima para las reproducciones

fotográficas, tampoco para algunos

gráficos. Las notas no están al pie

del texto, sino al final del artículo, justo

delante de las referencias bibliográficas,

lo que dificulta la lectura atenta del texto,

sobre todo cuando el autor utiliza éstas

exclusivamente para citar la bibliografía

(en contra de lo establecido en las normas

de publicación de la revista, a partir

de 2000). Como veremos más adelante, la

necesaria adaptación de Vegueta a algunas

normas internacionales, pasa por

acometer un replanteamiento de algunos

elementos relativos a su diseño gráfico.

En lo que se refiere a los aspectos formales

de la revista, basta analizar el si-

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 235

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

236 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

guiente cuadro, en el que se establecen

los criterios de calidad editorial LATINDEX

que cumple Vegueta. El mayor grado

de cumplimiento se observa en los parámetros

básicos (6 de 8) y en los relativos

a las características de los contenidos (7

de 8). Sin embargo, el grado de incumplimiento

de estos parámetros es mayor en

los aspectos relativos a la presentación (3

de 8), y a la gestión y política editorial (2

de 9).

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Cuadro 2. Criterios de calidad editorial LATINDEX que cumple Vegueta (últimos tres volúmenes).

3.2. Calidad científica de la revista Vegueta

La mejora de la calidad científica de

una revista no debe ser sólo un objetivo

prioritario de sus editores o de su Consejo

de Redacción, sino también de los autores

que han publicado en ella, o pretenden

hacerlo en un futuro. Las revistas canarias

especializadas en Historia adolecen

de una serie de defectos que, en mayor

o menor medida, encontramos presentes

en el Anuario de la Facultad de

Geografía e Historia de la ULPGC. Sin

ánimo de extendernos demasiado, señalaremos

aquí los más importantes, que

inciden directamente en la calidad científica

de la publicación: incumplimiento de

las normas editoriales, ausencia de sistemas

de arbitraje y evaluación externa de

los artículos presentados para su publicación,

escasa apertura exterior de la revista,

y excesivo localismo de los trabajos.

Para empezar, sorprende el elevado

grado de incumplimiento de las normas

impuestas por el Consejo de Redacción

de la revista para la presentación de originales,

aunque más sorprendente aún es

que estos trabajos hayan sido publicados

sin que estas deficiencias se hayan corregido.

A pesar de que desde el nº 5 (2000)

se estableció cuál es el sistema que deben

utilizar los autores para citar la bibliografía,

son muy pocos los que lo siguen al

pie de la letra. Algunos investigadores lo

ignoran y optan por el método que utilizan

habitualmente (sistema francés), sin

incluir el obligado apartado de referencias

bibliográficas al final del artículo.

Hay incluso quienes optan por un modelo

mixto: referencias bibliográficas completas

en las notas y repetición de las

mismas referencias en el apartado Bibliografía31.

Más grave aún es que algunos

autores envíen artículos para su publicación

que carecen de la estructura mínima

de un trabajo científico, a saber: introducción,

cuerpo central del texto (dividido

en los capítulos y subcapítulos necesarios),

conclusiones, bibliografía y anexos

documentales (en su caso). Y no deja

de ser llamativo que quienes han enviado

a la revista originales de esta naturaleza

no sean autores noveles, sino investigadores

senior con amplia experiencia

investigadora32. Consideramos que estas

deficiencias deberían corregirse cuanto

antes, ya sea mediante una activa política

de control por parte de los miembros de

su Consejo de Redacción, ya mediante la

corrección de originales por parte de evaluadores

externos.

Uno de los aspectos que confiere calidad

a una publicación científica es la apertura

institucional de sus páginas a las

contribuciones de otros autores y grupos

de investigación ajenos a la propia institución

editora, en este caso, la ULPGC.

Como ya hemos visto [Cuadro 2], Vegueta

incumple el parámetro nº 22 de LATINDEX,

en el que se establece que al

menos el 50% de los trabajos publicados

deben haber sido redactados por autores

externos a la entidad editora. En efecto,

de los 140 investigadores que han publicado

en esta revista entre 1992 y 2003, 78

de ellos (55,71%) son profesores e investigadores

de la propia ULPGC. Si a ellos

unimos los 14 autores (10%) que, aunque

no trabajan en esta universidad, han realizado

el doctorado en ella y participan

en algunos proyectos de investigación dirigidos

por docentes de la ULPGC, la cifra

asciende a 92 autores (65,71%), vinculados

a la entidad editora. El resto de los

investigadores que han publicado en Vegueta

se divide entre docentes e investigadores

de la vecina ULL (20 autores,

14,28%) y autores que, aunque desarrollan

su actividad profesional en Canarias

(Enseñanza Secundaria, empresas, etc.),

no han sido estudiantes de la ULPGC (15

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 237

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

238 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

autores, 10,71%). Sólo 13 investigadores

(9,28%), que desarrollan su actividad en

otras universidades y centros de investigación

fuera de Canarias, han publicado

algún artículo en Vegueta.

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Cuadro 3. Artículos publicados por autores no vinculados a la ULPGC o por grupos de autores

formados exclusivamente por personal docente e investigador ajeno a la ULPGC.

Clave de las columnas: 0 = Vegueta 0 (1992); 1 = Vegueta 1 (1993); 2 = Vegueta 2 (1995-1996); 3 = Vegueta

3 (1997-1998); 4 = Vegueta 4 (1999); 5 = Vegueta 5 (2000); 6 = Vegueta 6 (2001-2002); 7 = Vegueta

7 (2003).

Estas cifras evidencian la escasa apertura

editorial de esta revista, aunque un

examen atento a su distribución por áreas

y la evolución cronológica de las cifras

permite constatar dos aspectos especialmente

significativos: en primer lugar,

que unas especialidades son más endogámicas

que otras, y, en segundo lugar,

que la tendencia ha mejorado sensiblemente

desde el 100% de autores locales

del nº 0 (1992) al 77,78% del nº 7 (2003).

El análisis del nivel de colaboración

entre varios autores al firmar un artículo,

es un buen indicador de la madurez científica

de cualquier disciplina (MALTRÁS,

2003: 241). Si bien es cierto que en algunas

especialidades de las ciencias históricas,

particularmente en España, todavía

se considera que los trabajos deben ser

firmados por un único autor, y se cuestiona

incluso la ejecución de trabajos de

investigación firmados por dos o más autores,

no es menos cierto que, en las áreas

más competitivas e interdisciplinares

(Prehistoria y Arqueología, entre otras),

hace ya tiempo que se han producido

cambios sustanciales en esta tendencia

(RODRÍGUEZ et ál., 1993). Un examen

atento a los trabajos publicados en Vegueta

entre 1992 y 2003 permite comprobar

el mayor peso de la investigación individual

frente a la desarrollada por los equipos,

al tiempo que la mayor generalización

del trabajo colaborativo en unas áreas

más que en otras: el 76,6% de los artículos

publicados han sido firmados por

un único autor, frente al 23,4% de artículos

firmados en colaboración. De este

23,4% de trabajos colaborativos, la mayoría

de ellos (15%) han sido firmados por

dos autores. La distribución de estos datos

por especialidades permite observar

que los especialistas en Prehistoria y Arqueología,

junto con los geógrafos, publican

más trabajos en equipo que el resto,

y son los únicos que firman artículos

realizados por tres o más autores, lo que

indica la existencia de grupos de investigación

consolidados en estas materias.

Frente a ellos, los especialistas en HistoVEGUETA

8 (2004), ISSN: 1133-598X 239

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Cuadro 4. Autoría de los artículos publicados en Vegueta (1992-2003).

Clave de las columnas: 1 = Un sólo autor ; 2 = Dos autores; 3 = Tres autores; 4 + = Cuatro o más

autores.

ria del Arte, como buena parte de los

modernistas y contemporaneistas que

han publicado en Vegueta, trabajan en solitario.

Pero el análisis de los indicadores bibliométricos

de colaboración nos permiten

ir más allá de la simple cuantificación

del número de artículos firmados por

dos o más autores. Entre otros aspectos,

nos permite analizar el nivel de relaciones

entre los científicos y la existencia de

redes de colaboración entre distintas universidades

y centros de investigación.

Una vez más, al analizar los datos que

ofrece la revista Vegueta nos encontramos

con unos indicadores muy elocuentes del

tipo de investigación que realizan los historiadores

y geógrafos que trabajan en

Canarias, o al menos, los que han publicado

en esta revista: el 59,52% de los trabajos

realizados por dos o más autores,

están firmados por profesores e investigadores

de la propia ULPGC, frente al

11,90% de artículos realizados por equipos

integrados por personal de la ULL.

El nivel de colaboración entre ambas universidades

canarias no es muy elevado

(7,14%), siendo mayor el de la colaboración

entre investigadores de la ULPGC

con otras universidades y centros de investigación,

nacionales e internacionales

(19,04%), sobre todo en Geografía.

Cuadro 5. Vinculación institucional de los autores que han publicado artículos en colaboración en

la revista Vegueta (1992-2003)

Finalmente, el análisis de los contenidos

de los artículos publicados en Vegueta

entre 1992 y 2003 nos puede indicar algunas

pautas de comportamiento de la

investigación histórica publicada en sus

páginas: períodos cronológicos, temática,

análisis espacial; metodología, etc. Dejando

a un lado los cincuenta artículos de

Geografía (el 27,93% de los trabajos publicados

en la revista), observamos que

240 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

los 129 artículos restantes se reparten entre

Prehistoria y Arqueología (22 artículos,

17,05%), Historia (85 artículos, 65,89%)33

e Historia del Arte (22 artículos, 17,05%).

Por áreas, la mayor proporción de artículos

publicados en Vegueta, se reparte entre

Historia Moderna (39 artículos, 30,23%),

Prehistoria y Arqueología (22 artículos,

17,05%), Historia del Arte (22 artículos,

17,05%), e Historia Contemporánea (17

artículos, 13,17%). Estas cuatro áreas suman

el 77,50% de los trabajos de temática

histórica publicados en Vegueta; el resto

se lo reparten media docena de áreas

más: Historia Económica (7 artículos,

5,42%), Historia del Pensamiento Político

(5 artículos, 3,87%), Archivística y Documentación

(5 artículos, 3,87%), Historia

Antigua (4 artículos, 3,10%), Historia de

la Educación (3 artículos, 2,32%), Teoría

de la Historia (3 artículos, 2,32%), e Historia

de América (2 artículos, 1,55%).

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Gráfico 1. Distribución temática de los artículos publicados en Vegueta (1992-2003), excepto los de

Geografía.

El ámbito espacial de la mayoría de

los estudios históricos publicados en Vegueta

es fundamentalmente canario (91

artículos, 70,53%), seguido de varios estudios

en distintas materias relacionadas

con la Historia de España (17 artículos,

13,17%). Llama poderosamente la atención

el bajo número de trabajos publicados

sobre las relaciones entre Canarias y

América (3 artículos, 2,32%), o entre Canarias

y Europa (2 artículos, 1,55%). Igualmente

escasos son los artículos publicados

sobre Historia de América (3 artículos,

2,32%)34. La cifra relativamente baja

de trabajos sobre Historiografía, Teoría

de la Historia y otras materias afines publicados

en Vegueta se evidencia por el

hecho de que sólo 10 artículos (7,75%) no

se adscriben a ningún ámbito espacial

concreto. Un análisis pormenorizado de

los 91 artículos dedicados a la Historia de

Canarias publicados en Vegueta nos permite

comprobar que la mayoría de los

trabajos están dedicados al estudio de aspectos

diversos relacionados con algún

municipio (25 artículos, 27,47%), con la

región (29 artículos, 31,86%), con alguna

isla concreta (31 artículos, 24,03%), o una

de las provincias (6 artículos, 6,59%)35.

Sin embargo, el desglose de los datos

permite determinar que Vegueta no es sólo

una revista que publica, fundamentalmente,

temas relacionados con la Historia

de Canarias, sino que todos los estudios

a nivel provincial publicados en la

revista se han centrado en las Canarias

orientales, que el 58,06% de los centrados

en una única isla lo han hecho sobre

Gran Canaria, y que el 84% de los estudios

sobre aspectos relacionados con la

historia municipal se han realizado sobre

alguno de los municipios de esta isla,

mayoritariamente sobre la capital (68%).

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 241

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Cuadro 6. Ámbito espacial de los artículos de Historia e Historia del Arte publicados en la revista

Vegueta (1992-2003)

En suma, a juzgar por los artículos

publicados en el período 1992-2003, Vegueta

se puede definir como una revista

de carácter local, especializada en el estudio

de temas de historia canaria (7 de cada

10 artículos), pero sobre todo, relacionados

con Gran Canaria y sus municipios.

4. ALGUNAS PROPUESTAS DE MEJORA

Una de las primeras medidas que debe

adoptar el Consejo de Redacción es la

normalización de la revista. Para ello, recomendamos

la lectura de la normativa

internacional (RUIZ y PINTO, 1990; ROMÁN

coord., 2001), además de los criterios

LATINDEX (ALONSO y CETTO,

2003; ROMÁN et ál., 2002)36. Dentro de

este objetivo de alcanzar la normalización,

Vegueta debería implantar, cuanto

antes, un sistema de arbitraje y de revisión

por expertos (peer review), con el fin

de impedir que sigan publicándose en

las páginas de la revista artículos que

presentan serias deficiencias formales y

de contenido (MALTRÁS, 2003: 44-58). Si

242 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

bien es cierto que el sistema de revisión

por expertos plantea numerosos problemas

(CAMPANARIO, 2002), y que muchos

colegas mostrarán sus reticencias

frente a la implantación de un sistema de

evaluación externa de los trabajos presentados,

consideramos que siempre será

mejor implantar un mecanismo de control,

aunque sea imperfecto, antes que continuar

con la práctica del “café para todos”

37.

Esta mejora de la política editorial,

unida a otras que deberán llevarse a cabo

en los aspectos formales, permitirá la inclusión

de Vegueta en catálogos internacionales

como LATINDEX. Pero el camino

no acaba aquí. A medio plazo, la revista

debe ingresar en las bases de datos

internacionales que ya acogen revistas de

mayor tradición como la Revista de Historia

y el Anuario de Estudios Atlánticos. Al

carecer Vegueta de algunas de las fortalezas

que poseen estas revistas (antigüedad

y prestigio), es necesario que concentre

sus esfuerzos en ofrecer otros elementos

de calidad: una política y gestión

editorial rigurosa y unos trabajos de calidad

contrastada. Para ello se hace indispensable

abrir la publicación al exterior,

invitando a especialistas de otras universidades

y centros de investigación a colaborar

en ella. Una buena manera de hacerlo,

sin impedir el acceso a ella a los

autores locales, sobre todo noveles, pasa

por la necesaria modificación de su estructura

interna. Frente a la división actual

(Historia, Arte, Geografía y Reseñas),

se podría optar por un modelo presente

desde hace tiempo en otras publicaciones

nacionales:

a) Una primera sección que se podría

denominar Dossier, Informes (o cualquier

otro título), donde se invitaría a colaborar

a especialistas de reconocido prestigio

en un tema propuesto por el Consejo

de Redacción de la revista. Sería aconsejable

que los temas a abordar fueran transversales,

lo que permitiría participar a especialistas

de distintas áreas y, sobre todo,

sería recomendable que los temas a

analizar versasen sobre aspectos hasta

ahora poco transitados en la historiografía

local. Además, esta sección cumpliría

un doble objetivo: por un lado, contribuiría

a que colaboren autores externos a la

propia entidad editora (recordemos los

porcentajes de la revista explicados más

arriba), por otra parte, sería un acicate

para que publiquen otros autores en el

futuro.

b) Una segunda sección, que se podría

denominar simplemente Artículos,

donde se incluirían los trabajos enviados

motu proprio por distintos especialistas,

siempre y cuando superen los controles

de calidad establecidos (evaluación externa),

en las áreas temáticas propias de

la revista: Historia, Arte y Geografía38.

Debería evitarse, en la medida de lo posible,

que aquellos autores que ya han publicado

de forma reiterada en las páginas

de la revista, sigan haciéndolo, entre otras

cosas para permitir que participen otros

investigadores que aún no han publicado

en ella.

c) Finalmente, la sección Reseñas, presente

en Vegueta desde el nº 5 (2000), que

debería impulsarse desde el propio Consejo

de Redacción, ya sea invitando a los

autores que remitan originales de sus libros

para ser reseñados, ya sea animando

a los colaboradores habituales de la

revista para que dinamicen esta sección

con sus aportaciones, hasta el momento

prácticamente testimoniales. Las recensiones

constituyen un excelente medio de

difusión de los avances bibliográficos, de

ahí su interés para los potenciales lectores

de estas obras, pero también constituyen

un indicador más de la vitalidad de

una revista científica y del interés de sus

colaboradores por someter a crítica las

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

aportaciones bibliográficas más recientes.

Otra de las mejoras que podría hacer

de Vegueta una revista más visible en el

exterior, donde aún es desconocida, pasa

por la publicación íntegra de sus contenidos

en Internet, al tiempo que en el habitual

formato papel. Esta política, que ya

llevan a cabo los servicios de publicaciones

de algunas universidades, permitiría

una mayor difusión de los artículos publicados

en la revista, además de aumentar

la visibilidad de la propia publicación39.

Consideramos que este objetivo

se puede alcanzar con facilidad, si tenemos

en cuenta que desde el nº 7 (2003), la

empresa encargada de su maquetación e

impresión facilita al Consejo de Redacción

de la revista una copia íntegra en

formato PDF. Actualmente son muy pocas

las revistas españolas de Ciencias Sociales

y Humanidades que tienen presencia

en Internet (apenas el 35%) y, en junio

de 2001, el porcentaje de éstas que ofrecían

acceso al texto completo de sus artículos

publicados, apenas llegaba al 5%

(ROMÁN et ál., 2002: 298), una cifra muy

inferior a la que ofrecen otros países de

nuestro entorno. Una publicación relativamente

joven como Vegueta debería

apostar, de forma decidida, por lograr

esa presencia en la WWW, algo que otras

publicaciones con mayor tradición difícilmente

podrán lograr a medio plazo.

Relacionado con el interés por difundir

en el exterior la revista, con vistas a la

inclusión de Vegueta en las bases de datos

internacionales, o simplemente con el

objeto de que sus artículos puedan ser localizados

con los buscadores al uso, es

recomendable que desde el Consejo de

Redacción de la revista se revisen atentamente

los abstracts que, de un tiempo a

esta parte, se vienen publicando en la revista.

Estos resúmenes en inglés, traducidos

por los propios autores de los artículos,

pueden resultar más o menos legibles

para las personas cuya lengua materna

sea el español y comprendan algunos

de los giros y expresiones automáticamente

traducidos a la lengua de Shakespeare.

Sin embargo, resultan absolutamente

ininteligibles para cualquier persona

que no lea el español y que posea

un buen conocimiento del inglés. Salvo

honrosas excepciones, la mayoría de los

abstracts necesitan una profunda revisión,

cuando no una completa redacción,

por parte de algún especialista en traducción

inversa, que no debe de ser muy difícil

de encontrar, máxime cuando Traducción

e interpretación es una de las titulaciones

oficiales de la propia ULPGC.

Otro de los aspectos que se debe mejorar

es el de los intercambios, que constituye

una buena muestra de la calidad

científica, prestigio y salud editorial de

cualquier revista. Un examen atento de

la cantidad y calidad de las revistas que

se intercambian con Vegueta permite

comprobar que la situación es preocupante.

En el momento de redactar estas

líneas, el Anuario de la Facultad de Geografía

e Historia de la ULPGC sólo se intercambia

con 24 revistas, de las cuales la

mayoría son misceláneas frente a unas

pocas especializadas40. Estas cifras deberían

incrementarse en un corto plazo de

tiempo, no sólo porque con ello la Biblioteca

de Humanidades de la ULPGC obtendría

ejemplares de revistas que, por

ahora, no se incluyen entre sus fondos,

sino porque de este modo Vegueta mejoraría

su visibilidad más allá de las fronteras

de nuestras islas41.

Finalmente, Vegueta debe mejorar su

diseño gráfico, adaptándolo a los requisitos

de normalización editorial que la revista

no cumple. En este sentido, la renovación

debe comenzar por la propia portada

de la revista, pero debe ampliarse a

la organización de su sumario y a la estructura

interna de los artículos (en los

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 243

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

244 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

que debe incluirse el título en dos idiomas,

la fecha de recogida y aceptación

del artículo, la afiliación institucional de

los autores, el membrete bibliográfico en

la primera y siguientes páginas del artículo).

Además, debe acometerse una nueva

redacción de las normas de publicación

dirigidas a los autores, en las que se

incorporen aspectos hasta ahora no incluidos

(contenido científico de la revista,

sistema de arbitraje, estructura interna

de los trabajos, fechas de recogida de originales,

formato de entrega de las imágenes

en soporte digital), junto con la necesaria

actualización de otros (como las referencias

bibliográficas, incluidas las electrónicas).

5. CONCLUSIONES

Las revistas científicas de Historia, o

que incluyen esta materia entre sus áreas

de interés, que se editan en Canarias necesitan,

al igual que muchas de las que se

publican en otros puntos de la geografía

española, una profunda revisión, tanto

en sus aspectos formales (normalización),

como en los relativos a su gestión y

política editorial. Se hace necesario acometer

estas reformas cuanto antes, para

lograr una mayor visibilidad de estas publicaciones

y, al mismo tiempo, abrirlas a

la colaboración de especialistas de otras

regiones y países. Al mismo tiempo, es

recomendable que los historiadores canarios,

sobre todo los de algunas especialidades

que no citaremos aquí para evitar

que algunos colegas puedan sentirse aludidos,

se animen a publicar en otras revistas

nacionales. Ello permitiría descargar

las revistas canarias de las excesivas

contribuciones locales, con vistas a incorporar

en ellas los trabajos de especialistas

de otros ámbitos geográficos.

La presencia de Vegueta en la base de

datos ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades

y el grado de actualización de los

registros, fruto de la eficaz gestión del

Servicio de Publicaciones y Producción

Documental de la ULPGC, es una de las

fortalezas de esta revista. Sin embargo, a

corto plazo debe procurarse su inclusión

en el catálogo LATINDEX, una vez se

mejoren los parámetros relativos a la gestión

y la política editorial, lo que requerirá

un esfuerzo suplementario de los responsables

editoriales de la revista Vegueta.

A pesar de las reticencias que puedan

mostrar algunos investigadores, sobre todo

por la introducción de prácticas como

la evaluación externa, consideramos que

es absolutamente necesario instaurar estas

mejoras, no sólo con la finalidad de

alcanzar los estándares internacionales

de calidad de las publicaciones científicas,

sino porque estamos convencidos de

que con ello mejorará la calidad de esta

revista. Un objetivo a largo plazo, que

pasa por una notable mejora de la línea

editorial de la revista, debe ser su inclusión

en las principales bases de datos internacionales.

Vegueta, a pesar de su relativa juventud,

refleja algunos de los males que poseen

otras publicaciones canarias con

mayor tradición. Buena parte de las deficiencias

de la revista señaladas en este

artículo fueron reflejadas, hace ya unos

años, en una reseña editada en una publicación

latinoamericana (RODRÍGUEZ,

2000). A pesar del tiempo transcurrido

desde entonces, ninguna de ellas se ha

corregido hasta el momento. En nuestra

modesta opinión, tanto el gasto económico

que supone la edición de esta revista,

como el hecho de que se trate de la publicación

científica de la Facultad de Geografía

e Historia de la ULPGC, justifican

por sí solo que se afronte, de una vez por

todas, una profunda reestructuración

formal y editorial de esta revista. La empresa

nos debe comprometer a todos los

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

que, de forma directa o indirecta, colaboramos

en el sostenimiento de esta publicación.

Con la confianza de que este objetivo

se alcanzará pronto, esperamos que

este estudio sirva para la reflexión autocrítica

de los editores de otras publicaciones

de nuestra región que, al igual que

Vegueta, necesitan una urgente adaptación

de sus prácticas editoriales a los parámetros

normalizados y a las prácticas

internacionalmente consagradas en la

edición de revistas científicas.

6. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a Rosario Blanco (Biblioteca

de Humanidades de la ULPGC),

Silvia Hernández (Servicio de Publicaciones

y Producción Documental de la

ULPGC), María Cruz Rubio y Adelaida

Román (Departamento de Documentación

Científica y Análisis Bibliométrico

en Ciencias Humanas, CINDOC), su disponibilidad

para responder cuantas consultas

les hemos hecho. Igualmente, agradecemos

las sugerencias propuestas por

nuestros colegas Mª del Cristo González

Marrero, Luis Hernández Calvento, Ernesto

Martín Rodríguez y Amelia Rodríguez

Rodríguez, con los que hemos discutido

buena parte de las cuestiones que

se analizan en este trabajo. En cualquier

caso, asumimos cualquier error que haya

podido introducirse en la versión final

del artículo.

NOTAS

1 Todos los recursos on-line y páginas web citadas

en este artículo han sido revisados en

el momento de finalizar su redacción (1 de

junio de 2004), lo que no garantiza que puedan

estar disponibles o no sean modificados

con posterioridad a esta fecha.

2 Sumemos a estos títulos el estudio bibliométrico

sobre el Boletín de la Asociación Española

de Amigos de la Arqueología (ROVIRA,

1994). Además, se han publicado algunos

trabajos que trascienden del análisis de una

determinada revista para analizar disciplinas

científicas como la Arqueología y la

Prehistoria (RODRÍGUEZ et ál., 1996).

3 Aunque se corra el riesgo de que estos últimos,

precisamente por conocer bien los estudios

bibliométricos de sus respectivas disciplinas,

orienten su actividad investigadora,

e incluso la elección de un grupo de investigación

concreto, según las posibilidades

de publicar sus trabajos en revistas con

mayor índice de impacto (ALEMANY,

1999: 88-92). Este tipo de situaciones son

bastante comunes en las áreas de Ciencias

Experimentales y Ciencias de la Salud, que

son las que gozan de una mayor tradición

en la evaluación de revistas, entre otras cosas

por la actividad de empresas como The

Institute for Scientific Information (ISI). En

Ciencias Sociales y Humanidades, por suerte,

no se producen estas cosas, aunque todos

sabemos que la especialización en una

u otra disciplina, o en una u otra línea de

investigación, puede repercutir positiva o

negativamente en las posibilidades de publicar

los trabajos de investigación en las revistas

nacionales e internacionales más importantes.

4 Entiéndase por historiadores canarios aquellos

que realizan su labor investigadora en

Canarias y que, por razones de su especialización

o de intereses concretos, centran sus

líneas de investigación en el estudio de la

historia regional. Esta tendencia hunde sus

raíces en el nacimiento de las primeras revistas

editadas en las islas, donde se difundieron

los estudios de historiadores como

Chil y Naranjo o Serra Ràfols, lo que explica

que el primero de los dos autores citados

optara por El Museo Canario como una de

sus publicaciones preferidas, mientras que

el segundo de ellos publicara la mayoría de

sus artículos en la Revista de Historia Canaria.

5 Faykag: Revista canaria de Arqueología está

disponible en Internet <http://espanol.geocities.

com/faykag/>

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 245

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

6 ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades es

una base de datos bibliográfica que recoge

referencias de artículos publicados en más

de 2070 revistas españolas de estas áreas,

desde 1975 hasta el presente. Se puede consultar

en Internet a través de la web del

CINDOC <http://bddoc.csic.es:8080/ISOC

/BASIS/isoc/web/docu/SF>

7 Las tres están registradas en The Serials Directory,

una base de datos que tiene registradas

unas 182.000 publicaciones periódicas

de Estados Unidos y otros países. Sin

embargo, sólo la Revista de Historia Canaria

y el Anuario de Estudios Atlánticos están vaciadas

en America, History and Life (AHL),

una base de datos internacional que contiene

los resúmenes de los artículos publicados

en una selección de 2100 revistas de todo

el mundo. Ambas bases de datos están

disponibles a través de Internet.

8 LATINDEX es un sistema regional de información

bibliográfica en línea para revistas

científicas de América latina, el Caribe, España

y Portugal, publicadas en español,

portugués, inglés o francés (ALONSO y

CETTO, 2003). Su base de datos puede consultarse

en Internet <http://www.latindex.

unam.mx/>.

9 El factor de impacto (FI) indica el número de

citas que han recibido en un año los artículos

publicados en una revista los dos años

anteriores. EL FI fue concebido por su creador,

el norteamericano Eugene Garfield, como

un instrumento para la investigación bibliográfica,

pero con el paso del tiempo se

ha convertido en uno de los medios universalmente

aceptados para medir el nivel de

la producción científica y su impacto (MALTRÁS,

2003: 224-227). En 1963, Garfield

fundó el Institute for Scientific Information

(ISI) que, a partir del vaciado de las revistas

incluidas en el selectivo Journal of Citation

Reports (JCR), publica el Sciencie Citacion Index

(SCI) y el Social Sciences Citation Index

(SSCI). Del análisis de estos índices, los investigadores

pueden determinar el FI de un

artículo publicado en una revista determinada

y, al mismo tiempo, tienen un criterio

para saber en cada momento qué revistas

tienen garantizada una mayor visibilidad

para sus nuevos trabajos. En cualquier caso,

el cómputo de las citas realizado por el ISI

plantea algunos problemas metodológicos

que no deben infravalorarse (CALLON et

ál., 1995: 48-52), y no es una herramienta

eficaz para evaluar la calidad de la investigación

científica en Ciencias Sociales y Humanidades

(ALIAGA y ORELLANA, 1999).

Sin duda, la alternativa a las bases de datos

del ISI pasa por la creación de índices de citas

de revistas españolas, como el reciente

proyecto para las Humanidades impulsado

por un grupo de investigadores españoles

(SANZ et ál., 2002).

10 Las bases de datos almacenan y organizan,

en soporte electrónico, un conjunto de información

que, a través de unas aplicaciones

informáticas, es susceptible de ser recuperada

por varios usuarios. Las bases de datos

bibliográficas, que son a las que nos referimos

aquí, son realizadas por algunos organismos

públicos (como el CINDOC) o empresas

privadas. Aunque algunas de ellas

se distribuyen en CD-ROM y DVD, actualizados

periódicamente, son muchas las que

se pueden consultar a través de Internet,

previa suscripción. Cada vez son más las

universidades que se suscriben a muchas

de estas bases de datos, que no sólo ofrecen

referencias bibliográficas de interés para

sus investigadores (autor, título, fecha y datos

de publicación de artículos editados en

revistas científicas), sino que en algunas de

ellas es posible acceder incluso al texto

completo de los artículos. En cualquier caso,

la utilización de estos recursos por los

historiadores españoles es aún minoritaria.

11 Estas diferencias obedecen tanto a la política

del CINDOC, que ante la imposibilidad

de vaciar la totalidad de las revistas que tiene

registradas en sus bases de datos, sólo

realiza esta labor con las que considera más

relevantes, como al hecho de que algunos

editores no envían los ejemplares para ser

indexados por este organismo público.

12 A día de hoy, sólo tres revistas canarias (Boletín

Millares Carlo, Tebeto y Vegueta), tienen

vaciados todos sus números en la base datos

ISOC-Ciencias Sociales y Humanidades,

en la que se incluyen los registros de ISOCHistoria.

La BD ISOC-Ciencias Sociales y

Humanidades ha sido consultada por últi-

246 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

ma vez el 1 de junio de 2004. Las cifras que

se citan aquí pueden incrementarse debido

al vaciado de nuevos ejemplares.

13 La escasa actualización de la revista El Museo

Canario en la base de datos ISOC-Ciencias

Sociales y Humanidades supone, a día

de hoy, que no se cuenta con esta revista en

los estudios bibliométricos que se están llevando

a cabo desde el CINDOC, como

muestra su ausencia en los listados de revistas

analizadas en un reciente informe

(ROMÁN coord., 2003).

14 En concreto, 12.787 revistas registradas hasta

enero de 2004, de las cuales 2.458 (un

19,22 %) son editadas en España. Nuestro

país es, detrás de Brasil (3.068 revistas,

23,99 %), el que más revistas tiene indexadas

en LATINDEX. Datos disponibles en la

página web de LATINDEX <http://www.

latindex.unam.mx/articulos/Estadisticas.ht

ml>

15 Esta información está disponible en la web

de LATINDEX: <http://www.latindex.

unam.mx/busquedas/catalogometodología.

html>.

16 Para la realización de este estudio han sido

encuestados la totalidad del profesorado en

plantilla y los investigadores del CSIC, de

las distintas especialidades científicas (ROMÁN

coord., 2003: 4).

17 Cuando estamos ultimando la redacción de

este artículo las encuestas ya han sido enviadas

a los distintos especialistas y se estima

que, en enero de 2005, los resultados estarán

disponibles en la página web del

CINDOC.

18 En cualquier caso, los investigadores que sí

conocían la existencia del Anuario, la calificaron

mayoritariamente con la clasificación

A (muy buena, fundamental para la disciplina)

y, en menor medida, con la clasificación

B (buena, interesante para la disciplina).

No obtuvo ninguna valoración como C

(de interés general) o D (sin interés para la

disciplina, marginal).

19 Si bien es cierto que en algunas áreas de conocimiento

no se valora tanto el nombre de

la revista donde se han publicado los artículos

como la trascendencia de éstos, no es

menos cierto que el mayor reconocimiento

de estos trabajos (que se evidencia, al menos

en teoría, por el número de citas bibliográficas

que reciben), puede depender del

prestigio y de la visibilidad que tiene la revista

en la que han sido publicados.

20 Aunque sería más apropiado decir que el

tema preocupa a una parte de los investigadores,

ciertamente minoritaria aún.

21 Buena parte de estas aspiraciones aparecen

recogidas en la presentación de la revista,

firmada por José Miguel Pérez García, primer

Decano de la Facultad de Geografía e

Historia de la Universidad de Las Palmas

de Gran Canaria, e incluida en las primeras

páginas del nº 0 (1992).

22 Semejante distinción entre Prehistoria e Historia

no obedece a criterios teóricos y metodológicos,

sino más bien a la norma historiográfica

en la mayoría de las publicaciones

canarias que, por su carácter misceláneo,

organizan sus secciones en tantas materias

como especialidades tienen sus colaboradores.

En cualquier caso, la escisión de

la Prehistoria y materias afines del resto de

las ciencias históricas en publicaciones como

El Museo Canario, Anuario de Estudios

Atlánticos o la propia Vegueta, no deja de

sorprender a propios y extraños (RODRÍ-

GUEZ, 2000: 94).

23 Desde el nº 0 (1992) se utiliza la expresión

“Índice” en vez de la de “Sumario”, que es

la correcta. Además, sólo se indica la primera

página del artículo, faltando la última

separada por un guión (ROMÁN coord.,

2001: 26-27).

24 Con excepción del nº 0 (1992), en el que los

títulos de los artículos fueron traducidos

(véase lo dicho en la nota siguiente), esta

norma no se ha vuelto a cumplir desde entonces.

25 En el nº 0 (1992) se publicaron unos abstracts

traducidos al inglés por Geraldine

Boylan, profesora de la Escuela Universitaria

de Traductores e Interpretes de la ULPGC,

aunque no se publicaron los correspondientes

resúmenes en español. A partir del nº 5

(2000) todos los artículos publicados en Vegueta

incluyen un resumen en español e inglés,

por lo general redactado por los mismos

autores.

26 Éstos aparecen por primera vez en Vegueta

en varios artículos de Prehistoria publica-

VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X 247

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

dos en el nº 4 (1999), por iniciativa personal

de sus autores, ya que por aquellas fechas

la revista carecía de la obligada sección de

normas de publicación. Se generalizan a partir

del nº 5 (2000).

27 En unos casos ésta se indicaba desde el nº 0

(1992) en la portadilla de los artículos, aunque

en otros casos se sustituía por una mera

indicación del grado académico de sus

autores (Licenciado o Doctor). A partir del

nº 5 (2000), como consecuencia de la reestructuración

que se realiza en el diseño de

la revista, la afiliación institucional de los

autores deja de publicarse.

28 Éste sólo se ha publicado desde el nº 0

(1992) en la portadilla de cada artículo, aunque

sin indicar el ISSN de la revista. A partir

del nº 5 (2000), inexplicablemente, deja

de incluirse en este membrete bibliográfico

la indicación de las páginas primera y última

del artículo. A partir del nº 7 (2003) sí se

indica el ISSN de la revista, aunque sigue

sin aparecer la mención de las páginas.

29 Estas instrucciones, bajo el título de “Normas

para la publicación de originales en la

revista Vegueta” no aparecen hasta el nº 5

(2000), y adolecen de varios defectos formales.

30 Se trata de una fotografía antigua de la

Fuente del Espíritu Santo, situada en el barrio

de Vegueta, realizada por el pintor y

arquitecto Manuel Ponce de León y Falcón

(1812-1880). La fotografía original se conserva

en el Archivo Fotográfico de El Museo

Canario.

31 Algunos de los firmantes de estos artículos

son miembros del Consejo de Redacción de

la revista.

32 Una vez más, los ejemplos podemos encontrarlos

en algunos artículos enviados por

miembros del Consejo de Redacción de la

revista, pero también en artículos remitidos

por algunos de los escasos autores externos

a la ULPGC que han publicado en Vegueta.

33 Se incluye entre estos trabajos un artículo

de Historia Antigua publicado en el nº 1

(1993), ya que los trabajos de esta especialidad

se han incorporado a la sección de Historia

desde el nº 3 (1997-1998).

34 Más llamativo es, sin duda, que hasta la fecha

no se haya publicado en esta revista

ningún estudio histórico sobre las relaciones

de Canarias con el continente africano.

35 Los artículos de Prehistoria y Arqueología

que se centran en el estudio de un yacimiento

concreto se incluyen dentro del grupo de

trabajos relativos al ámbito espacial insular.

36 El listado de la normativa ISO y UNE para

la edición de revistas científicas está disponible

en la Guía de buenos usos recientemente

publicada por el CINDOC (ROMÁN coord.,

2001: 79-80). Se puede acceder al texto

completo de esta normativa a través de la

base de datos SUSCRINORMA de AENOR,

disponible on-line a través de la mayoría de

las bibliotecas universitarias.

37 Los historiadores que rechazan el sistema

de revisión por expertos suelen aducir que

los ámbitos tan especializados de la investigación

histórica hacen poco efectivos estos

controles. Pero las reticencias de algunos

historiadores por aceptar lo que, en los próximos

años, terminará por imponerse en las

mejores revistas de nuestras disciplinas, no

deber ser un obstáculo para impulsar una

política editorial efectiva por parte del Consejo

de Redacción de Vegueta.

38 No parece recomendable dividir esta sección

por áreas (Historia, Arte, Geografía),

entre otras cosas para evitar que algún número

quede huérfano de colaboraciones en

alguna de ellas (como ya ha sucedido en el

pasado). Aprovechamos para llamar la

atención de la necesidad de ordenar los artículos

por orden alfabético del primer apellido

del autor (o del primero de los autores,

si son más de uno).

39 Véanse los ejemplos de la Universitat Autònoma

de Barcelona, que ofrece más de una

docena de sus revistas editadas en formato

papel, también en formato PDF: <http://

www. bib.uab.es/pub/>.

40 Vegueta se intercambia, entre otras, con las

siguientes publicaciones (se señala entre

paréntesis el editor): Anales de Historia Contemporánea

(Universidad de Murcia); Anales

de Historia del Arte (Universidad Complutense

de Madrid); Archivo Teológico Granadino

(Instituto Francisco Suárez); Baetica (Universidad

de Málaga); Boletín de la Asociación

Provincial de Museos locales de Córdoba (Asociación

Provincial de Museos locales de

248 VEGUETA 8 (2004), ISSN: 1133-598X

Manuel Ramírez Sánchez

Las revistas científicas de Historia publicadas en Canarias: a propósito de Vegueta (1992-2003)

Córdoba); Botánica Macaronésica (Cabildo

Insular de Gran Canaria); Calendura. Revista

anual de Historia Contemporánea (Fundación

Universitaria San Pablo C.E.U. de Elche);

Capa (Laboratorio de Arqueoloxía e Formas

Cultarais de Santiago de Compostela); Clio.

Revista do Centro de História da Universidade

de Lisboa (Instituto Nacional da Investigaçao

Científica, Lisboa); Cuadernos de Estudios

Borjanos (Centro de Estudios Borjanos,

Zaragoza); Eres (Arqueología/Bioantropología)

(Museo de la Naturaleza y el Hombre, Sta.

Cruz de Tenerife); Ería (Universidad de

Oviedo); Estudi General (Universitat de Girona);

Estudios de Historia de España (Sociedad

Japonesa de Historia de España); Geographicalia

(Universidad de Zaragoza); Historical

Studies in the Physical and Biological

Sciences (University of California); Makaronesia.

Boletín de la Asociación de Amigos del

Museo de Ciencias Naturales de Tenerife (Asociación

de Amigos del Museo de Ciencias

Naturales de Tenerife); Obradoiro de Historia

Moderna (Universidad de Santiago de Compostela);

Revista Agustiniana (PP. Agustinos

de Madrid); Revista de Historia Canaria (Universidad

de La Laguna); Sancho el Sabio. Revista

de Cultura e Investigación Vasca (Fundación

Sancho el Sabio, Vitoria-Gasteiz); Serie

Geográfica (Universidad de Alcalá); Tapa

(Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Cultarais

de Santiago de Compostela); Vieraea.

Folia Scientarum Biologicarum Canariensium

(Museo de la Naturaleza y el Hombre, Sta.

Cruz de Tenerife). Datos ofrecidos por el

Servicio de Publicaciones y Producción Documental

de la ULPGC. Conviene señalar

que en el catálogo general de la Biblioteca

de la Universidad de Las Palmas de Gran

Canaria no hay datos de que existan ejemplares

de la revista Estudios de Historia de

España.

41 En cualquier caso, la presencia de la revista

Vegueta en las bibliotecas de algunas universidades

españolas está garantizada gracias

a los intercambios de la Asociación de

Editoriales Universitarias Españolas (AEUE),

a la que pertenece la ULPGC.

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Nota final: Como pueden observar los lectores, actualmente la revista está normalizada gracias al

esfuerzo del editor y el Consejo de Redacción. No obstante, creemos en la necesidad de nuestro

trabajo por el interés que significa para otras revistas editadas en Canarias, sobre todo en la mejora

de su calidad formal y científica.