VEGUETA, Número 5, 2000 365
EL DESARROLLO TURÍSTICO
EN LA ISLA DE LANZAROTE:
LAS IMPLICACIONES ECONÓMICAS Y ECOLOGICAS
Resumen: El presente trabajo vcrsa
sobre las implicaciones medioambientales
del desarrollo turístico en la isla de
Lanzarote. En este sentido hemos comprobado
como su crecimiento afecta al
resto de las actividdclrs y ha terciarizado
de forma considerable la economía
insular.
Palabras clave: Tirvismo, d e c ~ ~ r o l l o
sostenible, agricultilra, ecolagiá y mcdiuumbien
te.
Abstract: The present article is o11 turist's
develop of Lanzarote Island (Lanary
Island). The agriculture is going
down, whole than the tourist is ovcr. Ihe
economy of island is very third.
Key-words: Trwisf, 17gticult~11.seu, stentable
develoy, ecolu~y,
INTRODUCCI~N
El presente trabajo tiene por objeto analizar
la incidencia del desarrollo turístico
en los factores ambientales- ecológicos y
socieconómicos de ia isia de Larudruic, pra
conocer la implicación que los mismos
tienen en el propio desarrollo turístico del
mencionado territorio.
Nuestra hipútesis de partida es que los
mencionados factores han permitido un
desarrollo turístico diferencial en la isla
de Lanzarote al resto del Archipiélago Canario.
En efecto, nosotros pensamos que
existe una oferta singular para vender el
producto Lanzarote, y que ésta está
fundamentada en el singular paisaje natural
y agrario que presenta la isla. Ello
no significa que e1 turismo que visita la
isla sea diferente al del resto del Archipiélago
Canario, pues también en la isla
conejera el turismo es mayoritariamente
de sol y playa (turismo de masas); lo que
si es diferencial ha sido la forma de vender
los espacios como recursos turísticos,
pues éstos c n n s i d ~ r amo sh an sido objeto
de una mayor preservación y cuidado que
en el resto del Archipiélago Canario. En
dcfi-itirru, nzpctra nromica de partidl rA-----
que debido a la existericia de unos recursos
singulares, la isla ha sabido - hasta la
fecha- combinar de forma adecuada crecimiento
turístico y conservación de los
valores paisajísticos. De ahí que la isla en
su conjunto haya sido declarada Reserva
de la Biosfera desde 1993. (VV.AA., 1998)
En este proceso de conservación del
paisaje ha tenido una notable influencia
la figura del artista lanzaroteño Cesar
Manrique, pues éste fuc el encargado de
crear y dinanizar, conjuntamente con el
Cahildo Tnsular, los centros turísticos de
la isla, siendo la finalidad de estos últimvs
poder admirar los recursos sin que se
nr Lm-d ~z c - .e xcesiva yresihn sobre l n q mismos.
De estos centros creados por el artista
Manrique destacan: El Mirador del
Río, la idea es de César, aunque el proyecto
lo firma el arquitecto Eduardo Cáceres;
el Jardín de Cactus y el monumento
al campesino son obras enteramcntc
suyas; La cueva de los Verdes y el Parque
Nacional de Timanfaya son sobre todo
obra de Coro, aunque en I I L L L C u~ ~~ ~d ~ i ü -
nes se han atribuido al famoso pintor conejero.
Por último los Jameos del agua
también son ideados por César, pero
construidos por otros. Entre sus obras
ideadas pero no finalizadas ni siquiera
comenzada está el auditorio de el Golfo.
No obstante en los últimos años, y más
concrctamcntc dcsde la muerte de César
Manrique en el año 1995, el crecimiento turístico
comienza a ser tan importante, que
la presión sobre los recursos paisajísticos
empieza a provocar algunas disfuncioncs
preocupantes. Todo ello a pesar de contar
la isla con un Plan Insular de Ordenación
Territorial (PIOT) desde principios de la
década de los noventa y de haber sido declarada,
como ya expresamos con anterioridad,
Reserva de la Biosfera. En este scntido
la última propuesta realizada desde la
ddilii~iistrdci6np ara frenar el frenético crecimiento
del turismo en la isla ha sido realizada
dcsde el Cabildo Insular, proponiendn
una moratoria en las cnnstriicriones
de instalaciones hoteleras y extrahotelcras,
pero que de momento no ha sido secundaEl
desarrollo turístico en la isla de Lanzarote: las iinplicdcivnes económicas y ecológicas 367
da por los empresarios y otras instituciones
(Gobierno Autónomo y Ayuntamientos), e
incliiso el efecto del anuncio de la mencionada
moratoria ha propiciado que muchos
de los planes parciales que estaban parados
se hayan puestos de nuevo en marcha, contribuyendo
así a acelerar cl proceso de contrucciones.
En otras palabras, que tal aviso
de paralización de la actividad conslrurliva
ha incrementado la vorágine desarro-
Ilista-inmobiliaria en la isla.
LOS FACTORES AMBIENTALES
Lanzarote presenta una naturaleza
L L L U ~ especkcuiar fruto de una pcirticuiar
configuración geológica y geomorfológica,
de hecho en la oferta turística la isla
se vende como "La isla de los volcanes".
La isla constituye la más septentrional del
Archipiélago Canario, y conjuntamente
con Fuerteventura son las dos más oricntales
del mencionado archipiélago. En
efecto se halla la isla entre los 29" 15' y los
28' 5U' de latitud norte, y los 13" 25' y 14"
57' de longitud oeste. Nuestro espacio de
estudio se extiende por una superficie de
862 kmz, que si le agregamos el Archipiélago
Chinijo, es decir los islotes de la zona
nortc, aumenta a 905 km2, pues éstos
abarcan una superficie de 44 km2. Lanzarote
presenta una forma de óvalo inclinado
hacia oriente en su parte septentrional
y a poniente en su mitad meridional, los
extremos de este óvalo lo conforman sendos
macizos montañosos, los más antiguosde
la isla con una edad próxima a
los 20 milloncs dc años. Estos macizos se
encuentran conformadns pnr iin impirtante
apilamiento de coladas basálticas fisurales
(tipo plateux), y son al norte el de
Famara-Guatifay, mientras al sur está cl
de Los Ajaches. La mayor estribación insular
se halla en el propio macizo de Famara,
esto es las Penas del Chachc (670
mts. de altura). Por lo que respecta a la
configuración del territorio, aparte de los
macizm j r a mcn';onodo~ se eniuei-itran
una serie de alineaciones montañosas. repartidas
por el conjunto de la superficie
insular y cuya orientación dominante es
la de NE - SW;, es decir la niisiiia que la
de los macizos, ya quc csta orientación
responde a la principal fractura por las
que emaiiaron las lavas para la configuración
de la isla en las distintas etapas geológicas.
Asimismo, destaca la presencia
de un campo de lavas, lapillis y escorias
recientes (Campo de Fuego del Timanfaya),
que data de las erupciones acaecidas
entre 1730-1736, y que conforman aproximadamente
una cuarta parte de la superficie
insular, es decir unos 200 km2. Este
amplio espacio se divide a su vez en dos
zonas de gran interés paisajístico, el propio
Parque Nacional de Timanfaya, que
ocupa la mayor parte de la superficie de
lavas, éste espacio constituye el recurso
turístico más visitado de toda la isla,
aproximadamente un 90% de los turistas
que vienen a la isla pasan por el mencionado
parque, esto es aproximadamente
unos 2.000.000 de turistas al año, con lo
que ello supone de presión antrópica sobre
este delicado ecosistema; mientras
que en la zona cubierta por las lapillis se
encuentra en la actualidad un interesante
espacio humanizado dedicado al ciiltivo
del viñedo, esto es La Geria, del cual nos
ocuparemos más adelante. En la mitad
septentrional dp la iqla s~ halla ntri interesante
ecosistema, de gran calidad paisajística
como los restantes, es el denominadn
Jable, que se ha conformado gracias
a la peculiar orientación del Macizo de
Famara, que impone a los vientos Alisios
c!em.in,ntnc i?na icf!cxiSr. e:, !a sons NE,
y pasan a convertirse en vientos del NW.,
de esta manera entran por la Caleta de
Famara y levantan las arenas organógenas
depositadas en la playa del mismo
nombre, para posteriormente extenderlas
por toda la zona norte, en una especie de
corredor que va desde la mencionada caleta
hasta las playas de Tías. (Araña, V. y
Cd~~dct 'dvJ.,C ., 1978). Este pecuiiar paisaje
destaca también por presentar unos
370 Alejandro Gonzílez Morales
húmedo necesario para que se produzcan
precipitaciones. No obstante esta humedad
luego es aprovechada por la lapilli para introducirla
a través de sus vacuolas y refrescar
los suelos (efecto higroscópico).
La forma del relieve, su orientación, su
disposición con respecto a los vientos dominantes
y, sobre todo su altitud es, de entre
todos los factores climáticos antes mencionados,
el que más contrastes provoca en
la geografía climática de cada una de las islas
del ArrhipiPlago.
La altitud provoca una gradación vertical
de los valores térmicos y pluvioniétricos.
l a tempratiura genm-almente decmre
con la altitud mientras que las precipitaciones
son más abundantes conforme se asciende
en altitud. Esto último se debe a que
las laderas actúan de rampas de ascenso de
las masas de aire húmedo disparándose de
esa manera los procesos de condensación,
o sea, de formación de nubes.
Todos estos factores climáticos señala-
A," ,$,,+,, , 1, :,1, U,a UL,LLUIL dc Lanznrvtc, pcrv si
aumentamos la escala de análisis podemos
comprobar cómo dicha isla presenta unas
particularidades climáticas definidas básicamente
por su posición en el conjunto del
Archipiélago y, sobre todo por su relieve.
Su lncalizacih en el seclnr nni-ni-ienlal
del Archipiélago, le confiere una situaci6n
marginal o desfavorable respecto al trasiegu
de 111d5ds cie dire poidres rridríiirrids que
son transportadas hacia el Archipidago
por las borrascas del Frente Polar. Éstas,
son las causantes de las lluvias en Canarias.
Este hecho explica, en parte, los escasos
registros pluviométricos de dicha isla.
La escasa aititud de sus conjuntos montañosos,
con su cota máxima de 670 metros
en las Peñas del Chache (macizo de Famara)
al Norte, hace que esta isla, al igual que
su vecina Fuerteventura, permanezcan casi
siempre por debajo del nivel de inversión
térmica de los alisios. Por este motivo,
ninguna de las dos se beneficia, salvo en
contadas ocasiones (verano) y localizadas
en los macizos antiguos, del aporte adicional
de humedad que supone para el resto
de las islas la presencia del mar de nubes
en los sectores de medianía. De lo expuesto
se deduce que Lanzarote carece de
la riqueza en variantes climáticas que carartrri7a
a las islas orcidriitales d ~ A1r cliipiélago.
Sin embargo, y pese a su reducida
superficie, la forma de óvalo de la isla con
luna disposición NE-SW, la errara altitud
de sus costas y la distribución de las formas
del relieve (campo de volcanes amurallados
por macizos antiguos al Norte y al
Sur con un vano constructivo en la zona
del Jable), son características geográficas
suficientes para que existan en dicha isla
pequeños contrastes en el comportamiento
y distribución de los elementos climáticos ".., ,,,, ,r,,: ,,.. -1 ,1:,, A,, 1, y"' '"""L""'." " U""" U' 1" "U""'".
La escasez de las precipitaciones, la
irregularidad y la fuerte intensidad de las
mismas, la alta insolación, sus elevadas
temperaturas medias anuales y la persistencia
de los vientos, han dado lugar a un
clima de cai-acleiíslicas deséiliras (1-egistros
pluvioniétricos inferiores a 130 i i i i i i .
anuales) y áridas (balance hídrico negativol,
segúri ei íiidice de Ferirria ei déficit iiídrico
de la isla es de unos 1.200 mni., que
son de alguna manera amortiguadas por
los elevados registros de la humedad relativa
del aire. Además los fenómenos atmosféricos
de consecuencias adversas como
ios temporaies de iiuvia, viento y
sequía acompañadas o no por olas de calor,
han causado cuantiosos daños a la
economía insular.
El desarrollo turístico en la isla de Lanzarote: las implicaciones ecoi~ómicasy ecológicas 373
1.P.T. DAVIS I
Pese a todo lo expuesto, el campesino y
los habitantes concjcros han sabido aprovechar
al máximo los escasos recursos naturales
disponibles para crear espacios agrícolas
únicos en el mundo. Estos espacios, junto a
las favorables características climáticas de la
isla, son objeto de la actual oferta turística.
En cfecto, tal como se puede observar en las
tablas anteriores las condiciones de Lanzarote
para su explotación como espacio turístico
son muy buenas, lo que junto a unos
cuidados e interesantes paisajes han hecho
que la isla presente un potencial turístico
envidiable, pero insistin-ios esta situación es
tremendamente inestable por lo cual hay
que esmerarse en la conservación y protección
de estos factores potenciales.
En síntesis, se puede afirmar que Lanxarote
constituye una isla singular en el coritexto
del Archipiélago, pues tanto los factores
naturales como los propios humarivs son
de una gran originalidad. En efecto, la isla
cuenta con la mayor erupción volciinica de
la historia reciente de Canarias. Asimismo,
y como consecuencia de lo anterior, se han
formado toda una serie de ecosistemas muy
interesantes, que no se repiten, al menos con
esta intensidad y magnitud en el resto de las
islas Canaria?, tal como son: El campo de
Fuego de Timanfaya, El malpais de la Corona,
La Geria, El Jable, las zonas de arenades
yrtifici~!es,.. ., preductn de !a particiilar
configuración geomorfológica y del clima.
De igual manera se puede deducir que
debidu al espectacular ci-ecimientu que está
experimentando la industria turística en
estos últimos años los cambios son rápidus
y espectaculares, así los paisajes agrarios
tradicionales que habían permanecidos casi
intactos en las últimas décadas, están
ihoy día - gracias ai íencimeno anres mencionado-
cambiando de forma sustancial,
tanto por la presión urbanística que se ejerce
sobre ellos como por el propio abandono
de las actividades agrarias. En este
mismo sentido, hay que mencionar que actividades
económicas que tuvieron antaño
un gran desarrollo como la pesca, la ganadería,
y la artesanía, se encuentran hoy en
una situación de abandono, de crisis o en
el mejor de los casos compartiendo esta actividad
con el turismo (sistema obrerocampesino).
(González Morales, Inédito).
La isla goza de unas particulares estructuras
agrarias, fruto de la acción combinada
del hombre y la naturaleza. En
efecto, junto a los paisajes naturales volcanológicos
hay una serie de paisajes agrícolas
que constituyen igualmente iin poderoso
reclamo para el turista que visita la isla.
La Geria es un paisaje que se ha formado
con las erupciones volcánicas de 1730-
1736, que tapizó el suelo vegetal preexistente
de lapillis. Tras el final de la erupción el
campesino conejero observó que la vegeta-
Ounversdad de a s Fanai d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri a e m m Dgta le Caniris 20815
374
ción se abría paso a través del picón (lapilli).
Por eso el propio hombre comenzó a dedicar
parte de este paisaje a plantar cultivos,
principalmente viñas c higueras. Las técnicas
eran muy sencilla, pues consistía en abrir
hoyos en el picón hasta encontrar el suelo
vegetal. En éste se plantaba la viña o el cultivo
que fuese y luego se cubría de nucvo
con picón, pero sin anegar el hoyo. Para evitar
que el picón invada el hoyo se construyen
unos muros semicirculares de piedra
volcánica alrededor, éstos también tien~iila
función de cortavientos. Los efectos beneficiosos
del arenado sobre los cultivos son de
índolr divrrsñ en primer lugar hay Gn efecto
hidroscópico, que consistc en que las vacuolas
del picón son capaces de captar directamente
del medio ambiente la humcdad,
por tanto el suelo siempre está mojado a pesar
de la sequedad ambiental, constitup~dv
éste uno dc los "milagros" que explica la
agricultura de Lanzarote. Otro de los factores
beneficiosos es el denominado efecto
,,- . - 1 -l.:.- - r,
~ í i ~ ~ i iCIiUCi C~ U I I J ~ J ~e~n hacer de coichón
aislante. En efecto la lapilli impide que
la tcmperatura del suelo baje por la noche,
como si lo hace la del medio ambiente, propiciando
ello un desarrollo más conveniente
del cultivo. Asimismo, el picón retiene la
humedad de la lluvia impidiendo su cvaporación.
Por otro lado el color negro del picón
es capaz de absorber gran cantidad dc raaiacion
solar, coadyuvando con ello a incrementar
aún más el calor y la tcmperatura del
suelo. Por último, la capa de picón protege
al suelo dc las lluvias torrenciales evitando
la escorrentía y la pérdida del mismo. (González
Morales, 1998)
Otro de los espacios agrícolas de gran
calidad paisajística en la isla son los arenados
artificiales. El campesino conejero tras
vivir la experiencia de la Geria decide trasladar
el sistema y las técnicas a otras zonas
de la isla donde no habían lapillis, para ello
transporta las mismas creando sobre el suelo
vegetal los llamados arenados artificiales.
En estos tamhi6ii hay ñlgiunas diferencias
frente a los creados por la naturaleza, así
Alejandro González Morales
entre la capa de lapilli y el suelo vegetal el
hombre también coloca una capa de estiércol,
para mejorar la productividad del suelo,
y una capa de arcilla, para evitar que el
estiércol se mezcle con el picón. En este tipo
de arenados que se encuentran repartidos
por toda la geografía insular se da una
amplia gama de cultivos como sun: las cebollas,
las papas, Inq tomates, las leguminosas
(garbanzos, judías, chícl-iaros, lentejas,..
.), los frutales, la viña y los nopales
(cultivo de la cochinilla). Hoy día todos estos
paisajes de arenados artificiales constituyen
unos interesantes paisajes que son
m..;. vu!urudcx por !m visi:sn:es n !a isla.
Por último, tei-iemus el cultivo del Jable
que se reproduce en una superficie que
ocupa la franja comprendida entre la bahía
de Penedo en el sector noroccidental de la
isla, justo al pié del Macizo Famara-Guatifay,
y lds pldyas de Fariones, en el miinicipio
de Tías. Esla banda de arenas organógenas
transportadas por el viento cubren el
sueio vegeiai de esta parte de la isla permitiendo
el uso agrario mediante una particular
técnica. En efecto, el jable (arena) tiene
unos efectos similares al arenado, es
decir permite la captación de humedad, retiene
la misma, impide la absorción de calor
por el color blanco de la arena que tiene un
elevado albedo, e impide la escorrentía. En
este tipo de ecosistema se dan sobre tudv el
cultivo de la batata, melones y sandias, y
constituye - junto a los otros dos anteriormente
comentados- otro recurso paisajístico
de elevada calidad. En definitiva se puede
manifestar que los paisajes agrarios
tradicionales de Lanzarote son otro de sus
principales activos turísticos, pues la helleza
de estos paisajes no es menor que la de
los propios naturales. En conjunto coma w
ha podido ubservar la isla tiene una elevada
cantidad de recursos para ser un lugar
de alto interés turístico. Esto precisamente
es lo que ha propiciado que la isla haya experimentado
en eslas dos últimas décadas
un e l e v~d ccr ocimie~tve n e! r,&rncrad c tUristas
(vid fotos 3, 4, 5 y 6).
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