VEGUhTA, Número 5, 2UUU 217

CERVEZA TROPICAL:

DE PEQUEÑO NEGOCIO FAMILIAR

A EMPRESA MULTINACIONAL

1924-1993l

SANTIAGDOE LUXÁN MELÉNDEZ

JosÉ LUISQ UESADGAON ZÁLEZ

218 Santiago de Luxin Meléizdez / losé Luis Quecada Gotzzález

Resumen: En este artículo se enuncia,

a grandes rasgos, la evolución de

una cmpresa industrial d ~ sliih sector Rehidas,

en Canarias (7924-1993), primando

los aspectos relacionados con las estrategias

conierciales.

Palabras clave: Canarias, Historia de

la empresa, Historia industrial, marketing,

cerveza.

Abstract: This article discurses, from

a general point of view, thc cvolution of

an industrial brewing firm in the Canary

Islands, making special considerations

on its comercial srategic plans.

Key-words: Cana- lslands, Brewino

industry, History of thefirtn, Industrial history.

ANTECEDENTES, ESTADO DE LA

CUESTI ~NF,U ENTES Y

METODOLOG~A

El tratamiento historiográfico de la historia

empresarial en estas latitudes (Luxán

y Solbes, 1998) puede ser resumido del modo

siguiente: Con algunas excepciones (Luxán

y Quesada, 1997 y 1999), escasa presencia,

en primer lugar, de obras quc cstiidicn

a la empresa como organización, o se ocupen

de las biografías de los propios cmprcsarios,

en la línea señalada por Col1 y Tortella

(1992). Gran desconocimiento, por

tanto, en segundo lugar, de la estructura

emnrocsrial con nr-o-r cnort i~mh istbr ic~(Q uintana,

1985). En este último terreno, las recientes

investigaciones del Instituto Universitario

de la Empresa de la Universidad dc

La Laguna (IUDE), de la Cirnara de Comercio

de Las Palmas, de la Consejería de

:ndUs;i-ia de: Gobieri-io de Caliaiias, de

gunas patronales, como la de Artes Gráficas

sobre su propio sector, o más recientemente

del Proyecto Gran Canaria Siglo XXI, empiezan

a ofrecernos instrumentos útiles dc

análisis. El mundo de las empresas en Canarias

puede describirse atendiendo a las siguientes

características: extrema juventud

de las empresas, la Isla como ámbito preferente

de actuación, una marcada especialización

en el sector servicios, reducida presencia

hasta ahora de capital extranjero -con

inversión muy selectiva en el campo indus-

Lrial-, escaso núrrieru de establecimientos

por empresa, reducida dimensión medida

en número de trabajadores y /o en facturación,

y escasísima importancia de las sociedades

anónimas como fórmula de organización

societaria.

l'or todo lo enunciado hasta ahora, podemos

plantear que la empresa industrial

ha tenido un desarrollo específico con respecto

al conjunto del país. Canarias habría

tenido un crecimiento económico sin industria,

explicado por nuestra historiografía en

atención a la carencia de materias primas,

de recursos energéticos y de agua. A estos

condicionantes negativos tendríamos que

añadir la falta de tradición empresarial y / o

cultura industrial (Miranda Guerra, 1975) y

la propia singularidad del mercado canario

(compartimentación insular, reducido tamaño,

lejanía de la España continental, ctc.). La

historiografía canaria, sin ~mhñrgoh, a mostrado

una cierta preocupación por la organización

manufacturera en aquellos renglones

que tuvieron algún éxito o generaron

una razonable expectativa de beneficios,

tanto en el Antiguo Régimen (siglos XVXVIII),

como en la Época Contemporánea.

Ingenios azucareros, ensayos de actividades

extractivas, subsector textil, producción de

!uza 9 c9i.str-ccióx dc Vnrcm, dcfitrc. dc ün

marco en el que a las Sociedades Económicas

de Amigos del País corrcspondió la máxima

iniciativa (Luxán, 1994), para el Antiguo

Régimen; con respecto a las dos últimas

centurias, se ha prestado una cierta atención

a id curisiiiucióri de empresas constructoras,

a las obras públicas -con especial relevancia

a los puertos-, a la industria del tabaco, al

subsector pesquero y, últimamente, a la industria

cervecera (Luxán y Quesada, 1999)

y azucarera (Luxán y Bergasa, 1999).

En líneas generales podemos enunciar

que de una escasísima participación de

Canarias en la industria nacional a mediados

del siglo XIX (Nadal, 1987, y, Nada1

y Carreras, 1990), habríamos pasado a

OUnversdad de a s Fanas d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri Memmi Dgta le Caniris 20815

Cerveza tropical: de pequeño negocio familiar a empresa multinacional 1924-1993 219

ocupar una posición más significativa en

la actualidad.

Finalmente, debemos destacar el predominio

histórico del subsector industrial "Alimentación,

bebidas y tabaco", que puede ser

considerado un rasgo definitorio en el largo

plazo (1856-1995) de la estructura industrial

canaria (Luxán y Solbcs, 1998). Canarias ha

seguido, en este sentido, una evolución peculiar

con relación al resto del país, dado

que el subsector mencionado mantuvo una

iniportancia relativa mucho mayor. La empresa

industrial isleña tuvo un dinamismo

escaso entre 1856-1900, con una estructura

absolutamente desequilibrada hacia la producción

de alimentos, en consonancia cntonces

con el resto de España. Entre 1900-

1936, asistimos al despertar manufacturero

del Archipiélago, momento en el que tenemos

que registrar el naci~iiientod e la industria

cervecera, especialmente relevante entre

1922-1933: modernización tecnológica, incremente

de !2 pric!~!cción elbrtrica JJ nntable

ensa~icliarnientod el mercado. En la última

de las fechas, "Alimentación, bebidas y

tabuco" perdieron posiciones relativas que,

no obstante, fueron recuperadas en la etapa

autárquica, produciéndose, incluso, un incremento

en épocas posteriores. La gran

oportunidad de la empresa industrial canaria

debe ser explicada en función del nuevo

l l ld~cui cpd (Ley d~ R6giii-teií ~ ~ ü i i Ó i i y~ i ~ 0

Fiscal de 1972, y los instrumentos ad hoc), y

de una inversión pública mayor (energía c

infraestructuras) de1iidIidddd dinylianiente

desde las instituciones, especialmente los

Cabildos Insulares, y los círculos empresariaies,

ciurantc ia década de íos sesenta. Entre

1955-1995 se producirá un vuelco en la

estructura productiva del Arcl-iipiClago, que

presenta, en su perfil final y en su desarrollo

histórico, algunos matices específicos:

perdida de importancia relativa mayor del

sector agropesqucro y, cn contrapartida, una

subida mucho más notable y prematura de

los servicios derivada de la enorme cxpansión

del turismo, a partir de la década de los

sesenta. Situada entre ambos polos, la actividad

de la empresa industrial se ha mostrado,

relativamente estable aunque con teiidencia

a disrriinuir y, de iiiüdo especial, el

subsector "Alimentación, bebidas y tabaco".

En este último subsector podemos apreciar,

además, una propensión hacia una mayor

concentración y a un consiguiente aumento

de tamaño, relevante en bebidas y tabaco. El

resultado fina1 del proceso historico contempor5neo

ha sido una fuerte especialización

en empresas industriales de bienes de

consumo, entre las que sobresale el subsector

tabaquero, ocupando a cierta distancia,

las siguientes posiciones, los refrescos, el

agua embotellada y la cerveza, objeto esta

última del prcsente estudio.

Hasta prácticamente el siglo XX, dentro

del espacio europeo, la cultura de la ccrveza

puede identificarse con la Europa del

Norte, desde donde irradiará a los países de

colonización anglosajona -especialmente a

los Estados Unidos mientras que el vino

r ~ i n ñ h ae n Ins pa í s~sd el área mediterránea

y, por supuesto en Canarias, cuya prospcridad

y vitalidad económica dilrante el Antiguo

Régimen ha estado ligada a la exportación

de sus caldos. Desde la Edad Media, en

la que las grdrides abadías destacaron como

centros productores (Cúnter Schultze, 1992)

hasta fines del siglo XVIII, la elaboración de

la cerveza tuvo un marcado carácter artesarLa!,

hoys .Gl;dsc i;srL:vcdv ; csid.da!,

El gran siglo de oro de este renglón de la industria

alimentaria, no comienza hasta la

aplicación de la máquina de vapor a sus

procesos productivos. Después vendrían los

descubrimientos de la producción en frío,

para cuiminar en ei úiiirriu ierciu de id decimonovena

centuria con las investigaciones

relativas a la fermentación de Pasteur (Martínez

Lainez, 1996).

Son, por tanto, pioneros en la industria

cervecera aquellos países que primero entraron

por la senda de la Revolución Industrial.

No es de extrañar, pues, que hallan sido

historiadorcs anglosajones los primeros

que se han ocupado, dentro de su interés y

mayor tradición por la historia de la empre220

Smitiagu de Luxrín Melétzdei 1 losé Luis Quesada Got~iál~z

sa, de la industria cervecera: Th. C. Cochran

(1948), P. Mathias (1959, 1990 y 1993), Gourvish

y Wilson (1985, 1994), etc. La empresa

cervecera española, apenas ha sido integrada

en los proyectos de investigación de la

hisicirivgrafíd de la empresa en nuestro país.

En su catálogo de publicaciones sobre la

historia empresarial española de los siglos

XIX y XX (1993), Torres Villanueva, por

ejemplo, solamente recogía un título dedicado

a este subsector. Se trata de un folleto

conrncmorativo, publicado por Cervezas El

Aguila (1Y69), con motivo de cumplirse

treinta años de funcionamiento desde el fin

de la Guerra Civil. El panorama se ha visto

enriquecido recientemente, por la publicación

del libro sobre Mahou de García Ruíz

(1999), obra de rcfcrencia fundamental para

el que se acerque a este ramo, y por algunos

balances, realizados para libros generales

sobre la cerveza, que nos aportan datos sumarios

sobre la industria cerveccra en España,

con algunas referencias hiqtríriras; q ~ i ~

por lo escasas cobran extraordinaria importancia;

confróntese, por ejemplo, el apéndice

que A. Rodríguez Arias escribió para el libro

del especialista británico en la historia de

la cerveza M. Jackson (1994), con el título de

La Cemeza en Espnfin y lus países hispai~oainericanos;

o el libro oficial, -redactado por F.

Martínez Laínez- de la patronal de productoros

de C ~ F J C L r~4 NlACS (Av~ciüciórN, U

cional de Fabricantes de Cerveza), con el título

La Cervcm en España (1996).

Para el caso de Canarias, hemos realizado

una monografía sobre el desarrollo y evolución

de la marca Tropical, del que estas líricas

son uri avance (Luxán y Quesada,

1999). El estudio sobre la industria cervecera

en Canarias debe levantarse sobre fuentes

documentales primarias emanadas de las

propias empresas. Hemos aprovechado el

archivo de CCC (Libros de Actas, de Juntas

Generales, de Consejos de Administración

(CA), lnventarios y Balances, Escrituras, Memorias,

Informes Técnicos, etc.), con la apoyatura

de fuentes hemerográficas (Fondos

del Museo Canario), estadísticas oficiales

(Dirección General de la Contribución de

Usos y Consumos, Dirección General de

Aduanas, I~istitutoN aciuiial de Estadística)

o empresariales (Asociación Nacional de Fabricantes

de Cerveza) y entrevistas a protagonistas

vivos.

Con relación al método empleado, el

análisis dc Tropical ha tenido como objetivo

fundamental el estudio del desarrollo

de la marca en el mercado cervecero regional.

Desde esa perspectiva hemos estructurado

la dinámica del crecimiento de la empresa

en la secuencia histórica propuesta

más adelante haciendo especial hincapié en

las estrategias comerciales (marketing pasivo,

marketing de organización y marketing

activo)

DESARROLLO DE TROPICAL EN EL

MERCADO CERVECERO REGIONAL

La historia de Tropical, en función de su

dinámica propia y de la evolución del mercadn

rervecom regi~ns!, naciena! e inte~-

nacional, puede ariicularse e11 cinco grandes

etapas: "Fundación y primeros años

(1924-1939)", "Las dificultades del regimcn

autárquico (1 939-1 953)", "El gran salto hacia

delante (1954-1960)", "La época de la

producción en masa (1960-1984)" y, por ú1-

timo, "El difícil reto de la competitividad.

La fusión entre Sical y Compañía Cervecera

Canaria (:$&:993)".

Fundacirín y primeros años (1924-2939)

La industria cervecerd en Cariarias puede

decirse que hace acto de presencia antes

de la primera Guerra Mundial, con la fundación

de La Caiua (i9i0j, aunque realmente

comience su andadura durante la

Dictadura de Primo de Rivera, en los años

veinte, coincidiendo con el pequeño "despegue"

del sector industrial en las Islas y

con el empuje de este ramo, en toda España.

En estos inicios, en que el mercado cervecero

aún no está estructurado, en Canarias

(0,14% de la producción nacional en

1924) funcionarán dos peqiieños establecimientos.

El ya citado de La Salud y, desde

Cerveza tropical: de pequeño negocio familiar a empresa multinacional 1924-1993 221

1924, Tropical. Curiosamente, ambos aparecen

radicados en la ciudad de Las Palmas,

compartiendo ubicación, uno junto al otro,

en el Barrio de Los Arcnalcs. En Tcncrifc,

por su parte, no aparecerá esta actividad

hasta 1948, pues aunque verá curistituirw,

en 1939, una sociedad (Compañía Cervecera

de Canarias) para la elaboración de cerveza,

como consecuencia de los avatares de

la Segunda Guerra Mundial y de las contingencias

impuestas al comercio exterior

por la política autárquica del primer franquismo,

la salida al mercado de sus productos

se retrasará durante una década. Pese

a la permanencia de los obstáculos

tradicionales al desarrollo de la actividad

industrial en Canarias, a los que antes nos

hemos referido, desde los propiamcntc institucionales

(Puertos Francos, falta de cultura

e iniciativa empresarial), a los de carácter

estructural (falta de energía, escasa

disponibilidad de recursos hidráulicos, carmria

de materias primas), pasando por las

singularidades del mercado canario (lejanía

con altos costes de transporte, compartimentación

insular con elevados problemas

de distribución, estrechez del mercado, en

suma), la iridustria se desenvolverá, aum

quc sca en tbrminos modestos. Efectivamente,

una gcncración de hombres de negocios

isleños, entre los que se encuentra

P--L-.. P.&---- h T L..-A-.J-.. A,. 1 - L.4

LCLJIVI U\IIILCL. L Y U V U l l V - I U I L U C I U U I UC ICL L U -

brica Tropical- que han ocupado un lugar

ciertamente secundario, pero no carente de

importancia, e11 el desarrollo de la actividad

portuaria y del subsector agroexportador, al

amparo del crecimiento urbano, en especial

de ia ciudad de Las Palmas, decide dirigir

parte de su capital a la industria. Así se

pondrán cn marcha insignificantes fábricas

de harinas, de pastas, salazones de pescado,

talleres de reparación naval, o estas pequeñas

fábricas de cerveza. Tanto La Salud, como

Tropical, responden, por otro lado, al

prototipo de pequeño negocio familiar, sin

status societario, en el que apenas cxistc separación

entre la propiedad del capital y el

ejercicio real de la gestión, aunque la pequeña

complejidad tecnológica del sistema

de producción, obligue a la contratación de

un director técnico extranjero (maestro cervecero).

Otro de los rasgos sobresalientes

que conviene resaltar de la primera fase de

la l~isturircl le Tropical, es la "~~ioderriidad"

que aportan al espacio urbano de Las Palmas,

sus instalaciones. Estamos ante una

edificación civil, diseñada por un arquitecto

para la función específica de producir

cerveza, en cuyos planos de planta (es decir,

la disposición y funcionamicnto de la

maquinaria), ha intervenido, por añadidura,

un ingeniero industrial.

Las dificultades del régimen autárquico

(1939-1954)

Con cl fin de la Guerra civil de 1936, y la

constitución de SICAL (Sociedad Industrial

Canaria S.L.), de la que formaban parte tres

socios -Vito Sánchez Jiménez, Diego Vega

Sarmiento y Miguel Curbelo Grondona- entramos

en otra fase de nuestra historia. Esta

firma surgirá para haccrse cargo del negocio

familiar de los Gómez Bosch, sucesores del

fundador de Tropical, y tratar de sacar de la

atonía a la fábrica de cerveza y de chocolate.

Estamos ante un momento de pequeiia

renovación del empresariado autóctono, cuyo

perfil sin embargo, en líneas generales,

parece todavía coincidir con el de los hom-

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XX. Son hombres dedicados a la actividad

comercial que, o bien se han formado a si

mismos al amparo de una casa importadora,

como es el caso de Diego Vega Sarmiento,

que realiza su carrera inicial en la em-

prehd de Dorriirigo Aivdrdd~; 7 . U LTleIl,

proceden de dinastías de comerciantes, con

una cierta tradición de operar en el Puerto,

como será el caso de Miguel Curbelo. En

cualquier caso, este grupo de empresarios,

que alcanza la madurez durante la Autarquía,

ha formado su capital en el comercio,

pero también en la industria, en la agricultura

de exportación o en actividades propiamente

especulativas. En esta nueva saciedad,

aunque la presidencia recaiga en el

222 Santiago de L u x h Meléndez / ]osé LUIS Quesada Gonzalez

socio de más edad (Vito Sánchez Jiménez), el

control de la gestión y la dirección de la empresa

h a y continuidad con la etapa anterior,

al mantenerse la confusión entre propiedad

y gestión- será compartida por los tres socios.

De esle rriodo, en una de las clá~isulds

de constitución de la citada Compañía, queda

estipulado que: "los tres socios se hacer? cargo

de la direccion, gerencia yfirma. Los tres pueden

actuar corno gerentes y rqresenfar a ln

sociedad en cunlquier actuación" (Escritura de

Constitución de 15-V-1939, Cláusula 9'0. Una

de las.novedades sin embargo, de la nueva

andadura de la fábrica, será la perdida de su

carácter familiar. Durante esta etapa, se realizarán

dos ampliaciones de capital, en 1941

y 1946 respectivamente, en las que el equilibrio

de la participación se mantuvo cscrupulosamente.

La empresa vivió con serias

dificultades durante estos años de la Autarquía

(desabastecimientos de materias primas,

problemas para adquisición de maquinaria.

escaso nivel de consumo,, etc.],

apostando por la diversificación de actividades.

No se limitó en consecuencia, a la

producción de cerveza y de chocolate, sino

que entró en el tueste de café y, sobre todo,

en la actividad pesquera. La preferencia por

esta última, en los momentos difíciles de la

Segunda Guerra Mundial, tuvo una enorme

repercusión en la estructura financiera de la

omnrrAoc3U -nl i ,o + , T T , ~ rticicirrir a! cam;t..l fi- Y-- --'- r

nanciero, rompiéndose, en este punto, la actitud

conservadora de sus propietarios, más

inclinados a solventar las necesidades de capital,

mediante aportaciones pcrsonalcs, que

a la apertura de líneas de crédito en las insiiiuciuiies

La~~caridVs.e sde iuegu, ius e&-

deros saharianos no fueron alternativa viable

al Gran Sol y, poco a poco, se abandonará

esta línea estratégica, dando mayor protagonismo

a la elaboración de cerveza, aunque

en estos años el papel del chocolate no sea

en absoluto despreciable. De todas formas,

la atonía de la producción, con incrementos

muy modestos, acompañada de una pobre

inversión en renovación del equipo productivo,

debe ser resaltada como el rasgo dominante

del período. A fines de los cuarenta,

podemos observar una cierta inflexión en la

marcha de la fábrica, que intenta entrar por

la senda de un dinamismo mayor. Aunquc

el crecimiento no sea, ni mucho menos, espectacular,

harán acto de presencia los desequilibrio~

f inancieros: incrementos más que

notables del pasivo circulante que, durante

el quinquenio de 1950-1954, alcanza el 457:)

del pasivo total; con problemas de liquidez,

en suma, que ponen a la firma ante una situación

de estrangulamiento, de la que únicamente

se saldrá, gracias a la modificación

del status societario (conversión en sociedad

anónima) y la consiguiente ampliación del

capital social.

Mientras tanto, en el mercado regional,

Tropical pasará de ser un líder vigoroso, en

los primeros tiempos, a tener los pies de barro,

puesto que la modificación acaecida a

finales de los cuarenta, con la aparición de

la competencia en Tenerife (CCC), le harj

perder rápidamente competitividad y ciiota

dc mercado. Hasta 1948, Tropical había envasado,

por término medio, más de los 213

de la producción canaria, respondiendo la

evolución de la misma a las pautas del mercado

nacional. De un mercado regional, casi

controlado en su totalidad por ella, con

posibilidades incluso de exportar excedentes

al NO de África y a Guinea Ecuatorial,

;,.n*.nn nnn..nAnA,-.n,-.n n """"" "'""""U"""" .... ..: .?1. .A ,. ,."--An " "U ""U U" "",,C"U

lización insular (Gran Canaria) e, incluso,

urbano (Las Palmas), al final del período al

que nos estamos refiriendo. Cuando las circunstancias

excepcionales del conflicto

mundial desaparezcan y, además, surja la

curripeiericia, Tropical no podrá responder a

las exigencias del mercado, fundamentalmente

por falta de capacidad, entrando

en un proceso de necesaria reestructuración,

que se desarrollará durante la segunda mitad

de la década de los cincuenta. El hecho

quizás más destacado, de las nuevas condiciones

del mercado, será la pérdida inevitable

del mercado dc Tcncrife, atribuible no

sólo a insuficiencias de capacidad de nuestra

empresa, sino también a las dificultades

Cerveza tropical: de peaueño negocio familiar a empresa miiltinaci~na! 1924-1W3 223

intrínsecas de la distribución en un mercado

formado por islas. Hay que recordar, por

último, que estamos en un momento en que

impera el marketing pasivo, en el que apenas

está d~sarrollada la publicidad. En la

distribución, se opta por un sistema mixto

en el mercado principal, recurriendo a canales

indirectos fuera de Gran canaria, conformándose

una estructura de representaciones

en exclusiva (Tcncrifc, Lanzarote y

Fuerteventura) y dc representantes ocasionales

en el resto de los mercados.

El gran salto harin d ~ l n i ! fD~P. !a fihricn

de Canalejas a la de Barranco Seco

(1954-1960)

1 Iemos creído necesario, a continuación,

dar personalidad propia a la segunda mitad

de la década de los cincuenta, el "decenio

bisagra" de los historiadores del Franquismo,

puesto que en esos años se produjo, a

nuestro entender, uno de los cambios más

trascendentales en la historia y desenvolvimiento

de la marca Tropical: la decisión de

levantar una nueva fabrica, fuera, esta vez,

del perímetro urbano de la ciudad de Las

Palmas. Se trataba de dar un golpe de timón

que permitiese hacer frente a las nuevas

circuristancias del mercado cervecero

regional, en el que la perdida de competitividad

de Tropical era manifiesta, como consecuencia

de la irrupción en años anteriores

de la Compañía Cervecera de Canarias, cuya

cuota de producción estuvo en este pcríodo

por encima del 65710. Esta etapa estuvo

marcada, entonces, por la renovación del

equipo productivo y la preparación y desarrollo

de las nuevas instalaciones, lo que

obligó a la sociedad a un esfuerzo inversor

notable. En esta nueva andadura hay que

situar la renovación de la gestión y del modo

de funcionamiento de la empresa, con la

incorporación de un director técnico, A. Vega

Pereira, hijo de uno de los propietarios,

sobre el que recaerá la responsabilidad del

dicnRo de !,-.S xucvas insta!aciones. jurito al

anterior, será también de gran trascendencia

el fichaje de G. Hocht, un ingeniero cervecero

alemán, que aprovechará los años

anteriures a la apertura dc la fábrica de Barranco

Seco, para definir el nuevo estilo de

la cerveza Tropical. Los obstáculos institucionales

al corncrcio exterior, mediatizarán,

en grado sumo, todo el proceso de la compra

de maquinaria. La fábrica que ha incrementado

su tamaiio ron reldci6ri d épocas

anteriores, pasará de 60 operarios en 1956 a

más de 100 en 1958, convirtiéndose, entonces

según este parámetro, en una mediana

empresa. Por otro lado, el cambio de status

sncietario, introduce alguna variación en la

composición bei accionariado, aunque el

equilibrio inicial se siga manteniendo y, sobre

todo, permitirá las sucesivas ampliaciones

de capital, necesarias para poner en

marcha el proyecto de la nueva fábrica. En

la primera de las cuestiones se pasó de tres

a cuatro accionistas, al incorporarse como

tal A. Sánchez Wedeles, sobrino de uno de

los fundadores, cuya presencia en la empresa

se remontaba a los años cuarenta. El

capital social, por su parte, experimentó un

incremento de un 300%, entrando el nuevo

accionista en la ampliación de 1959, al suscribir

arciones que le hubiesen correspondido

a su tío V. Sánchez Jiménez.

La época de la producción en masa

(1960-1984)

Durante la cuarta etapa (1961-1984), asistiremos

a un proceso más intenso de desarrollo

de la marca Tropical, que se cvnvertirá

en líder del mercado regional, superando

con creces la cuota de n-iercado de la emprma

rival tinerfena q ~de,má s , ver2 d e

bilitada, aún más, su posición, por la aparición

de una nueva fábrica (Certesa), en

Tencrifc. Este empuje cn la elaboración de

cerveza puede ser calificado, en términos relativos,

de espectacular, especialmente en la

decada de 10s sesenta, en la que el ritmo de

crecimiento duplicará al de la producción

nacional. En el tramo final de estos veintiriiiw

dñus, sin embargo, ei vigor expansivo

se habrá reducido considerablemente, apareciendo

los primeros síntomas de que la fá224

Sulitiugu de. Luxún Mriéndez /José Luis Qursuh Ganzález

brica está entrando en una fase de madurez.

El crecimiento es ya, en algunos ejercicios,

iriciusu iirgdiivu y, desde 1775, siempre

muy por debajo del ritmo de variación de la

producción nacional. Las circunstancias empiezan

a apuntar, entonces, hacia un nuevo

reequilibrio de la producción regional, que

el incremento de la competencia, como consecuencia

ciei ingreso en ia Comunidad Económica

Europea, no hará más que intensificar.

No obstante, el rasgo más relevante de

estos años es, sin duda, el aumento constante

de capacidad como respuesta a una

demanda en rápida expansión y, en consecuencia,

la ampliación y renovación del

aparato productivo. Este proceso, por otro

lado, difícilmente puede explicarse sin la

presencia de un marco institucional favorable

(REF de 1972) que permite el mantenimiento

y un mayor empleo del Fondo de

Previsión para Inversiones y, por tanto, una

política de financiación con recursos propios:

reservas voluntarias más ampliaciones

de capital. De este modo, entre 1961 y 1980

se realizaron doce ampliaciones de capital

que supusieron un incremento del 690%.

Igualmente se modificó la composición

del accionariado, como consecuencia directa

de la desaparición física de dos de los socios

fundadores, en estos primeros años, y

de la entrada, más adelante, de los hijos del

socio superviviente. El peso de la sociedad

comenzó a inclinarse, a partir de esos momentos,

hacia D". Vega Sarmiento que,

prácticamente ya hasta el final de su vida,

ostentará la presidencia del Consejo de Administración

(la presidencia la asumió en el

CA de 8-VII-1961 y su dimisión irrevocable

no se produjo hasta la celebración dcl CA

de 27-111-1990). En el primero de los casos,

cl fallcciniierik~ de Vito Sjnchez y, casi sin

solución de continuidad de su viuda (Y

Sáiiche~m urió en 1961, reconociéndose en

JGO de 15-VI-1962 a María Jiménez Neyra

su derecho a formar parte del accionariddo),

amplió hasta nueve el número de acciuriistas,

al iricoryordrse tanto sus herederos,

como A. Vega Pereira. En 1964, D .

Vega Sarmiento detentaba algo más del

38% del capital social, A. Sánchez Wedeles

conirdaba por encima áei 2176, ios herederos

de V. Sánchez alrededor del 16:% y M.

Curbelo Grondona, cerca de un 24%. La política

cie ia socieciaci iratando de seguir, ai

menos formalmente, el equilibrio establecido

en la constitución de la misma, fue dar

entrada en el Consejo de Administración a

dos nuevos consejeros, ampliando su número

a cinco. En aquella ocasión, pasaron a

tormar parte del mismo, P. Quevedo lJeano,

en representación de los herederos del consejero

fallecido, y A. Vega Pereira, que llevaba

ya cerca de diez años al frente de la

dirección técnica de la fábrica. Esta decisión

se justificó "en vista del incremento experimentado

por la sociedad que aconwja esté formado

por un mayor número de ~ o n s ~ j e ryo sa sí,

al mismo tiempo, exista en el Consejo una mds

amplia repvesentación de los accionistns" (IGE

de 24-1-1964). Por si esto no fuera bastante,

la modificación de los estatutos de la saciedad,

dando cabida a la sindicación de acciones

a efectos de voto, permitió la existencia

de un mecanismo corrector, que fue

utilizado. Al respecto hay que mencionar

también el mayor peso que en el conjunto

de la firma, iba adquiriendo el Presidente

del Consejo de Administración. La puesta

en marcha de este último procedimiento vino

a coincidir con la muerte de otro de los

socios, M. Curbelo Grondona (CA de 15-X-

1966), que volvió a cambiar la composición

del accionariado, 31 pasar a formar parte

del mismo sus herederos. En 1968, la balanza

seguía inclinándose a favor dc Vega

Sarmiento, posición que se reforzó con el

papel y el protagonismo que cmpczó a jugar

su hijo, A. Vega Pereira que, desde 1973,

se convirtió cri el ejecutivo principal de la

empresa, al ser nombrado director general

de la misma. El procedimiento puesto en

marcha, esta vez, para que los tres grupos

iniciales mantuviesen un cierto equilibrio

relativo, en el control de la gestión de la socieddd,

fue la delegaciBri de fdcultades por

parte del Consejo de Administración a cada

uno de los representantes de los tres segmentos

del accionariado. Es claro, sin embargo,

que el distanciamiento del control de

la gestión iniciado por el presidente de dicho

Consejo, dando incluso cabida, en las

sucesivas ampliaciones de capital, al resto

de sus hijos, no declinó en absoluto la fuerza

de su grupo, sobre todo si tenemos en

cuenta la doble presencia de su hijo mayor,

tanto del lado de la propiedad, como del de

la gestión, en su puesto de director general.

Sobre este último, pese a compartir la delegación

de facultades con sus socios, recayó

el mayor veso en la toma de decisiones en

la empresa. Esta será, precisamente, una de

las diferencias más marcadas, que podemos

observar en el período final de esta historia:

la mayor separación relativa, entre la

gestión y la propiedad de la empresa, al

contratarse, en 1983, I L I d~ i r~r togr eneral sin

voto en el Consejo de Admiriislración.

El crecimiento de la actividad productiva

y de las ventas, se verá acompañado también,

de una importante modificación de la

plantilla. A mediados de los sesenta, el número

de empleados de la fjbricci ascendía a

236 que, en 1968, se convertían en 265, siendo

significativos los 33 empleados eventuales

contratados para los meses de verano. En

ciialqiiier caso, e1 ritmo de crecimiento continuó,

dado que rn 1970 se rozaron los 300

contratados. Este considerable ensanchamiento

de la plantilla, como es lógico, situó

en el horizonte rstrategico de la empresa, la

necesidad de yroluridizar en los prvcesos de

automatización de los equipos productivos,

con el fin de reducir los costes de personal.

Esta línea de actuación deberíd ir acompañada,

a su vez, por una mejora sustancial de

los propios recursos humanos -mejora en la

dotación de mandos intermedios y de obreros

especialistas, principalmente- que pasaba

por el desarrollo de actividades de formación

profesional, dentro y fuera de la

empresa. No es una casualidad, por tanto,

que durante el ejercicio de 1969, se contrataran

los servicios de una empresa externa (Ingeco

Española S.A), con el fin de realizar una

clasificación lo más completa posible de los

diferentes puestos de trabajo de la fábrica.

De todas maneras el avance de la automatización

no fue todo lo intenso que hubiese sido

necesario, como pone de manifiesto el

nuevo incremento de la plantilla, registrado

en el Censo Industrial de 1978. Según este

recuento oficial, la empresa contaba con 353

empleados, de los que 22 realizaban tareas

propiamente administrativas.

La expansión continuada de la fábrica,

tanto desde el punto de vista de la construcción

de edificios e instalaciones diversas,

como de adquisición. meiora y renovación

de maquinaria y equipos productivos,

en general, no habría bastado para explicar

la presencia dominante de Tropical en e1

mercado regional, durante estos arios. Después

de la explosión de los años sesenta,

como ya h~mi i -p e - t o de manifieit<l, el incremento

de las ventas se ralentizará, para

casi llegar a detenerse a principios de la década

de los ochenta. Es en estos momentos,

en que la presión de la competencia es mayor,

cuando las estrategias de marketing

pasarin a un primcr plano. La cmprcsa sc

preocupará, entonces, de dotarse de una estructura

comercial más eficiente, creciendo

en importancia dentro de su organización

el departamento comercial. En consecuencia,

entre 1960-1984, Tropical entrará en el

estadio del marketing de o r g a~~i z a c iyó ~~

dará los primeros pasos hacia un marketing

más activo. El objetivo principal de la firma,

no será vtrv que la exparisióri del consumo

de cerveza en el mercado regional, no

desdeñando las posibilidades que se le

abran a la exportación, en mercados complementarios.

Las acciones emprendidas en

este período, por consiguiente, estarán dirigidas

a la definición de los productos de

la marca en el mercado, mediante una política,

en primer lugar, de diversificación de

la oferta, intentando generalizar el uso de

envases más pequeños (botellines), rccuperando

la venta en barriles -cuidando de

modo muy especial los puntos de ventalanzando

al mercado nuevos tipos de bote-

Cerveza tropical: de pequeño negocio familiar a empresa multinacional 1924-1993 225

C I hwp r i d a , i r p a i P ami i de Gr in ^ma r a R h n ~ IwInv .ritmn Vli.mma >g#tnI i p C i n i m i Ol85

Ilas, potenciando la gama de productos de

más calidad, etc. En segundo lugar se buscó

la formación y consolidación de la imagen

de la marca, reforzando todas aquellas

actividades que redundasen en aumentar

su prestigio, por ejemplo identificándola

con la historia de la ciudad, de la región,

etc. ("Tropical, una cerveza con historia"),

o, sencillamente, entrando de lleno en la

Publicidad Activa. Un tercer tipo de acción

estuvo dirigido al control de los canales de

distribución, intensificando el reparto directo

(incremento notabilísimo de la flota

de camiones). Desde esta perspectiva conviene

destacar, por último, los esfuerzos dirigidos

a la recuperación del mercado de

TrnpriCp n a la articiilarión de la 7nna turística

del Sur de Gran Canaria.

Finalmente, durante estos años, la so-

&dad dig también nasr,< en la dirpC-i6n r ----

de una mayor colaboración con empresas

del subsector, en proyectos de interés estratégico,

como la puesta en marcha de Canaryplast,

a partir de 1970, o de Vidrieras

Canarias, desde 1972.

El difícil reto de la competitividad.

La fusión entre Sical y Compañia

Cervecera de Canarias (1985-1993)

Los cambios institucionales iniciados a

mediados de los años ochenta, y las circunstancias

específicas de Tropical, hacen

aconsejable dedicar un apartado especial a

los últimos momentos de nuestra historia.

Eleclivailie~ile, la integración en la Comunidad

Europea y la progresiva liberalizaci6n

de la economía española, propiciaron la

modificación del subsector cervecero español,

dando pie a procesos de fusión que tuvieron

como resultado un mayor grado de

concentración y, al mismo tiempo una intensificación

de la presencia del capital internacional.

Ambos fenómenos tuvieron su

traducción en Canarias, si bien el mercado

isleño -con una cuota mayor dc participación

de las cervezas importadas- mantuvo

su estructura regionalizada. Quizá, en este

sentido, el hecho más significativo de esta

etapa que ahora se abre (1985-1993), fuera la

recuperación del liderazgo por parte de

Compañía Cervecera de Canarias (mayoritariamente

participada por capital internacional),

a la postre productora única de cerveza

en el Archipiélago, después de su

proceso de fusión con Sical, en 1993.

La dincímica de Tropical, vista en rctrospectiva,

estuvo marcada por la búsqueda de

una estrategia adecuada, quc lc permiticsc

no seguir perdiendo, + incluso iniciando un

proceso de recuperación-, posiciones en el

mercado regional. La empresa se adentró en

el estadio del Marketing Activo, desplegaiido

todo tipo de iniciativas conducentes a la

consecución de ese objetivo. No obstante, a

la viirlta del camino, durante e1 ejercicio de

1991, es posible detectar cierto desánimo ante

la falta de eficacia de las actividades desn-

1 -D~.. u.J.. .;- i,s n .r.i. n. - r.i plm~nbee1 1 e1 campo de !a

publicidad convencional, de las promociunes

o de la distribución. La salida del callejón

de la perdida de competitividad pasaba

por una nueva ampliación y modernización

del aparato productivo, por tanto por un

crecimiento que permitiese las corrcspondientes

economías de escala, y por una modernización

de los procesos de producción,

que volvía a pasar por una política de mejora

de los recursos humanos. Como es lógico

resultaba imprescindible un plan de inversiones

de envergadura, difícil de acometer

con los recursos propios de la sociedad, como

se había estado haciendo en los últimos

tieniyos. Sin duda, se dio un segundo golpe

de timón, mejorando sensiblemente los modos

de dirección p de gestión de la empresa,

que pasaron a realizarse con procedimientos

más técnicos y científicos. De este modo la

toma de decisiones se sustentaba en la elaboración

de planes estratégicos, estudios de

mercado, etc., en suma procedimientos más

complejos que incluían la contratación de

empresas especializadas externas, la realización

de auditorías, etc. De todas formas, la

propiedad y gestión de la fábrica, no llegó

nunca a separase del todo. Hasta 1991, Vega

Pereira continuó ocupando en el organigraCerveza

tropical: de pequeño negocio familiar a empresa multinacional 1924-1993 227

ma de la empresa el puesto de director general,

condición a la que añadía su puesto de

consejero delegado en el Consejo de Administración.

El nuevo profesional ejecutivo,

contratado desde 1982, figuraba, entonces,

como director general adjunto. De este modo,

los informes de gestión general, que recibía

dicho Consejo, fueron siempre responsabilidad

del citado Vega Pereira, cuyo

control de la situación era, por consiguiente,

manifiesto. En 1990, al producirse la renuncia

de su padre que había rebasado con creces

los 100 años, sería nombrado prcsidcntc

de este Conseio; en cualquier caso, su iubilación

como ejecutivo de la empresa, en diciembre

dc 1991, propició, por primera vcz

en la historia de la misma, la separación entre

propiedad y gestión, adquiriendo a partir

de entonces, un protagonismo mayor el

citado director general adjuntn.

En uno de los objetivos, no alcanzados

durante la etapa anterior, parece que se

avanzú en eslcis afios, coricretanierite en

una mayor automatización de los procesos

de producción, con la consiguiente reducción

de personal, pese a que hubo que reabsorber

el resultante del cierre de la fábrica

de chocolate en 1988. A la altura de

1992, la plantilla sc componía de 280 empleados,

de los que 58 eran cventuales.

También, adentrándonos de modo específico

en el terreno del marketing, se profundizó

en la estrategia de diversificación

de productos, bien lanzando al mercado

nuevos productos propios (Light y Tropisin);

bien cambiando la imagen de su cerveza

de calidad (Bock); bien formalizando

acuerdos con comyaiiías interiiacio~~ales

para envasar o distribuir sus productos, intentando

de este modo complementar la

propia oferta de Tropical (Hoffbrauss,

Carlsberg o la gama de los productos Guinness);

o, finalmente, potenciando el consumo

de cerveza en barril, en lata o en otros

envases no retornables. Se estructuró igualmente,

un nuevo departamento comercial

(ahora, de marketing), que quedó ubicado

en el pabellón que ocupaba la antigua fábrica

de chocolate. Pero creemos, que la

gran novedad estuvo en el nuevo modelo

de control de la distribución a través de un

grupo de sociedades, enteramente propiedad

de Sical, que operaron en los principales

mercados, mejorando los resultados

del sistema anterior: Distra (en el Sur de

Gran Canaria), Distribuidora Laguna de Janubio

(Lanzarote), Jugonza (Tenerife) y

Distribuidora El Cotillo (Fuerteventura).

Por último, las sucesivas ampliaciones

de los tres troncos familiares iniciales, dieron

como resultado una sociedad más dividida,

superándose la treintena de accionistas,

y convirtiendo cn un proceso también

más complejo el de las ampliaciones de capital.

que pueden ser aducidas como un indicador

palpable del crecimiento de la empresa.

Antes de la entrada de Guinness, en

1991, q 1 1 ~1 1 ~ a~ d6e t r i i íar rl 31175 rlcl capital

social, se produjeron tres ampliaciones

que situaron a ésle en 1.105.000.000 de ptas.

Debemos concluir con una rápida mención

a la entrada de Guinness y a la fusión posterior

con CCC, que a la larga hicieron posible

el proyecto de reestructuración diseñado

en esta fase final de nuestra historia.

El desarrollo y descnvolviiniento posterior

de la marca Tropical, se sale fuera ya de los

límites de este estudio.

CONCLUSIONES

1. Estamos ante un modelo de evolución

histórica, en la que el desarrollo de la

empresa ha pasado por las etapas características

del camino hacia la modernizacicín:

pequeño negocio familiar, sociedad

li~niladd, 50ciedad anónima y,

finalmente, multinacional; esta dinámica,

a su vez, se ha conjugado con la especialización

en el mercado regional.

2. El marco en el que se desarrolla la economía

española, atravesando una etapa

de fuerte proteccionismo durante la

primera mitad del siglo XX, exacerbado

durantc los años de la Autarquía,

tiene su correlato en Canarias durante

el decenio bélico (1936-19451, con el Ilamado

"Mando Económico" y en años

posteriores, hasta bien entrado los cincuenta.

Tropical con problemas básicos

de abastecimiento de materias primas,

maquinaria y repuestos, y recursos financieros,

languidece durante este período.

Los años del gran crecimiento

de la economía española, coinciden,

como es lógico, con el empuje decisivo

hacia arriba de la producción de cerveza,

quc se mantendrá hasta mediados

de los setenta; es el momento de

recuperación del liderazgo regional,

perdido por la salida al mercado de

CCC, en Tenerife. Por último, con la

mayor apertura de la economía española,

desde mediados de los ochenta,

Tropical será participada, primero por

una multinacional con fuerte presencia

en el mercado español, a través del

grupo Cruz Campo (Guinncss, 1991);

siendo después, absorbida por la cmpresa

de la competencia de Tcnerifc

(CCC), también, con capital internacional

mayoritario en 1993.

3. Hasta la actualidad, e1 mercado cervecero

canario ha estado regionalizado. El

desarrollo del mismo, se inicia en Las

Palmas (La Salud, 1910 y Tropical,

1994); el consumo de cerveza del resto

del archipiélago, excepción hecha de Tenerife,

tiene carjcter residual hasta fechas

muy rccientes; los espacios contiguos

a Canarias (Noroeste de África,

Guinea, Sierra 1 .eona, o Nigeria) no llegaran

a cuajar como mercados complementarios.

Tropical ha tenido a lo largo

de su historia un componente importante

de especialización insular (Gran

Canaria), últimamente debilitado, como

consecuencia del desarrollo turístico,

por la emergencia de Lanzarote, Fuerteventura

y, en menor medida Tenerife,

como mercados complementarios.

4. A las distintas etapas de nuestra fábrica,

ha correspondido una estrategia comercial

diferente. Antes de 1954, estamos ante

una situación de marketing pasivo, en

la que apenas tiene cabida la publicidad.

Tropical entra en el marketing de organización,

sin posibilidad de que podamos

definir una fecha exacta, entre 1960-1984;

es, entonces, cuando se preocupa por dotarse

de un departamento comercial más

eficiente, dando comienzo a estrategias

de diversificación dc la oferta, impulsando

igualmente estrategias de comunicación,

o prestando un mayor interés al

control de los canales de distribución.

Hay que esperar a la década de los

ochenta, para que, como consecuencia

del incremento de la competencia, entremos

en el estadio del marketing activo.

5. La modernización de la empresa se corrcsponde

con la puesta en marcha de

líneas de colaboración en proycctos cstratégicos

con otras sociedades, por

ejemplo la formación de Canaryplast

(1970) o Vidrieras Canarias (1972), con

el fin de reducir costes en el proceso de

envasado. Esta dinámica se concretará

también, en la participación en otras

empresas del subscctor "Bebidas", como

Jugocan o Ahcmón, entrc otras.

6. En lo que se refiere a la captación dc recurso;

financieros poden& establecer

un antes y un después del REF (1972);

el desarrollo de este marco institucional

a través del Fondo de Previsión para Inversiones,

permitirá una política de financiación

con recursos propios. Por

otro lado, la industria contará con un

instrumento protector que facilitará su

desarrollo.

NOTAS

1 Este trabajo resume en líneas generales un

estudio más amplio, realizado dentro d d

Programa Innova (1998-99), que contó con la

colaboración de Amara Florido Castro.

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