Tvans J formaciones
recientes del paisaje
de Arucas (1962-1996)
y SUS consecuenczas
ambientales
" Área de Geografía Física, Departnrneillo de Arte, Ciudad y Grrilorio.
Universidad de Lus Pulrnus de Gran Cunuriu
** AN'EL (Altenatizla vi~ral)
J. Carnino Dorta /F. Lingre / L. Hrrrriridez Caluetito / P . Mayer 5~rrírc.z
284 A. Nnrnnjn C<pnla / L. E. Romern Mnrtín / P Ririz FIatio / E. Pérrz-Cllacón Espiiio
E 1 territorio constituye un hecho dinámico
y, por tanto, evoluciona a lo largo
del tiempo. Esta afirmación que, en principio,
pudiera parecer obvia tiene, sin embargo,
una gran relevancia cuando su consideración
representa una clave esencial
para comprender la organización y funcionamiento
de los paisajes actuales, que a lo
largo de este siglo han experimentado cambios
sustanciales en intervalos temporales
relativamente cortos. Estos cambios, en numerosas
ocasiones, han implicado también
la aparición de una problemática ambiental
específica, que para ser afrontada requiere
de nuevos instrumentos de análisis.
Por ello, la consideración de estos aspectos
resulta imprescindible para orientar las futuras
intervenciones en el territorio, pues
muchas veces se comete el error de afrontarlas
desde concepciones estáticas que lo
perciben como la "imagen congelada" del
momento en el que se programa una determinada
actuación.
Desde esta perspectiva, la invesligación
de las transformaciones espaciales representa
en la actualidad un objetivo científico
de primer orden, que en el caso de las
Islas Canarias en general, y de Gran Canaria
en particular, cobra una especial significación.
Ello se debe a la profunda transformación
que han experimentado los paisajes
insulares desde la Conquista de las
islas y que, a lo largo de la presente centuria,
se ha acelerado, apareciendo notables
disfiincinnes entre lns reciirsns nafiiral~s
disponibles y las necesidades planteadas
por cada sociedad.
Precisamente, el trabajo que aquí se
presenta tiene un doble cibjetivo: realizar
una aproximación metodológica al estudio
& '""~"$",,~AA,"" ,,:,"::,e;,"" LL~Ll.,L,LLL,L,,Lu..C, J L,LLC,,, rccientes
y, al mismo tiempo, evaluar las consecuencias
ambientales que han inducido
estos cambios. Para ello se ha toinado como
caso de estudio el municipio de Arucas
en Gran Canaria, analizando el intervalo
temporal corriyre~idido eiitre 1962 y 1996.
El trabajo ha sido realizado por un equipo
organizado en torno al Área de Coiiocimiento
de Geografía Física (Departamtintu
de Arte, Ciudad y Territorio), y financiado
al amparo del Convenio número 01037,
suscrito entre la Fundación Universitaria
de Las lJalmas de Gran Canaria y el Excmo.
Ayuntamiento de Arucas para la realización
del contenido ambiental de su planeamiento
urbanístico. Así pues, la reflexión
que se presenta en este artículo se inserta
en un estudio más amplio, de carácter aplicado,
cuyos resultados han permitido elaborar
un diagnóstico ambiental del municipio
considerado.
EL ANÁLISIS DE LAS
TRANSFORMACIONES DEL PAISAJE:
ANI tCCUhN1 hb M~IUUULÚGICV~
Los análisis de las transformaciones recientes
del paisaje son objeto en la actualidad
de numerosas publicaciones, especialmente
en el ámbito de los "estudios integrados
de paisaje" y de la dcnominada
"ecología del paisaje". E11 ellos se afronta
tanto la elaboración de modelos para determinar
estos cambios (Baker, 1989), como
las causas que los originan en las sociedades
desarrolladas actuales (Antrop, 1993),
su incidencia en la conservación de la diversidad
biológica y cultural, así como la
incorporación de nuevas tecnologías para
su estudio., tales como los Sistemas de Información
Gcogrjfica y la Teledctección
(Sancho t2t d i , 1993). Por lo que respecta a
Canarias; Ins análisis r~l a t ivma la ~vnl i i -
ción reciente del paisaje cuentan ya con
aportaciones que se inician en la década de
los ochenta. La mayor parte de ellas está
realizada por geógrafos de las Universidades
de La Laguna y de Las Palmas de Gran
y "A--- :,-l..+ m .. ".. l.. L:Ll;,. ,',LC,LLl "C"b""'3 C" 'C' "'"u"-
grafía de este trabajo.
La primera etapa de estos estudios se
ha sustentado fundamentalmei-ite en fuei-ites
históricas y documentales, donde la restitución
espacial de esas informaciones resultaba
muchas veces curripleja. Siri ernbargo,
a partir de la segunda década de
Transformaciones recientes del paisale de Arucas (1962-lW6) y sus consecuencias ambientales 285
este siglo se empieza a disponer de una
fuente excepcional: la totogratía aérea. Así,
desde 1957 se cuenta en España, y desde la
década de los sesenta en Canarias, con documentación
que permite trasladar directamente
los resultados a soportes cartográficos.
Por ello, las técnicas cartográficas de
análisis de cambios cobran hoy día una
gran relevancia, por cuanto no sólo permiten
conocer los elementos que han condicionado
la dinámica territorial, sino que
también ofrecen un documento, el mapa,
que plasma de forma espacial estos cambios
(Sancho y Bosque, 1991).
Todo ello ha supuesto la incorporación
de un nuevo concepto al análisis de la dinámica
de un territorio, y de nuevas técnicas
que se sustentan en:
- La existencia de documentación gráfica
exliaustiva relativa a tiempos recientes,
tanto analógica (fotografías aéreas), como
digital (imágenes de satélite), que utilizan
formatos prácticamente iguales a los utilizados
hoy en día.
- La posibilidad de trabajar en entornos
digitales, lo que representa un ahorro considerable
de costes, no sólo por la posibilidad
de clasificación semiautomática dc nlgunos
de los documentos de entrada, sino
por las amplias posibilidades de calcular
los cambicn de forma rsparial y nlimbrica.
En este sentido, se ha abicrto la posibilidad
de realizar documentos con gran detalle,
donde sc reconocen los cambios acaccidos
entre dos fechas concretas. Las técnicas de
análisis de cambios (como las clasificacionps
cr~_~zx!ñic.i)ti liz-n hprra.m.ipntnc tan rnn- -
tentes como los Sistemas de Información
Geográfica (Naranjo y Hernández, 1995).
- La fiabilidad de los resultados obtenidos,
en los que sólo es posible considerar
como error el generado a partir de la pro-
.Y.;* '" ";,",h"-'Y,-.',L.,',"hLn';"A"n UA -" !Gs Ud.U.&L -V- J ",,&lAlb..-l.,.,1- l"'L.7
contenidos en los documentos de entrada.
En definitiva, esta visión permite contemplar
por separado la evolución de cada
una de las variables del territorio, así como
medir en unidades de superficie su propia
transformación. A partir de este punto es
posible analizar cuáles son los cambios
previstos, de cara a un futuro próximo, en
cada una de las variables y, por ello, en el
territorio.
Desde esta perspectiva, el otro aspecto
que resulta fundamental en este tipo de
análisis es la utilización de "indicadores"
que permitan detectar las transformaciones
del paisaje. El territorio refleja los cambios
en su fisionomía, en la organización de sus
elementos, en las relaciones que entre éstos
se establecen y todo ello, indirectamente,
expresa las voluntades de las sociedades
que lo han gestionado. Así, el estudio de la
dinámica de un territorio se basa en el análisis
de sus cambios fisionómicos para, a
partir de ahí, localizar la dinámica estnictural
que subyace. Se parte, por lo tanto, de
la búsqueda de elementos que han evolucionado
para, a partir de un trabajo complementario,
localizar las causas que han
posibilitado este cambio.
Uno de los elementos que presenta una
mayor significaci6n es precisammtr la cnbertura
del suelo, que constituye uno de
los indicadores fundamentales de este tipo
dc nnAlisis, piics los cambios estriicturales
de un territorio se manifiestan en forma de
ganancias o pérdidas de superficie a favor
n pn contrñ i i l~una cohert1.ira de1 sueln 1.t
otra. La cobertura, al fin y al cabo, resume
de una forma bastante concreta tanto el dominio
de una variable sobre las demás en
cada punto del territorio, como la utilización
genérica que de él se realiza. Asimismn,
y desde !2 perspectiva de iin trahuifi I"
sustentado en la fotointerpretación, el concepto
de cobertura del suelo resulta más
adaptado que el de "uso del suelo", pues
este último es de más difícil evaluación, al
poder coincidir más de uno sobre tina mis-
-, ,,h,,4 ..,, ''1'' CVVC* L U 1 U .
Es precisamente este indicador, la cobertura
del suelo, el que ha sido utilizado
para la realizacióri de este trabajo, seleccionando
para su aplicación un municipio
muy dinámico en el contexto de Gran Ca1.
Camiiin Dorta / E Liagr~/ L . Hrri!fli~dt,zC nlvriitn / P . Mayrr Sunrpz
286 A. Naranjo Cigala / L. E. Roriicro Martíil / P . Ruiz Flaiio / E . Pbrcz-Chacótl Espitio
naria, Arucas, que en los últimos cuarenta
años ha experimentado una rápida transformación
tanto en su organización espacial
como en la problemática ambiental que
de ella se ha derivado.
ÁREA DE ESTUDIO
El municipio de Arucas está situado en
la vertiente septentrional de la isla dc Gran
Canaria y ocupa una superficie de 33 Km2,
que se distribuye desde la costa hasta el 1ímite
inferior de las medianías.
Se sitúa en el sector de la isla donde
predominan los materiales volcánicos más
recientes (Neocanaria), lo que explica la extensión
que ocupan las coladas lávicas y
depósitos piroclásticos de los ciclos eruptivos
pleistocenos. Estos materiales han sido
emitidos por un conjunto de edificios volcánicos
estrombolianos que se distribuyen
de forma dispersa por todo el municipio:
Las Cabezadas, El Picacho, Montaña Blanca,
Pico Negro, Montafia del Arco, Montaña
Cardones y Montaña de Arucas. Sin ernbargo,
y aunque ocupan una extensión mucho
más reducida, !a diwrsidad dp
matcriales de ciclos eruptivos más antiguos
constituye otro de sus rasgos característicos,
sobre todo en los lomos del sector mcridional
del municipio.
El relieve es, cn general, poco accident
d i . Predominan las si.~perficies llanas o
con pendientes poco acusadas: plataformas
Iávicas, llanuras endorreicas, superficies de
abrasión inarina e interfluvios alomados.
No obstante, existe también una representación
significativa de relieves abruptos:
conos v o k h k o s , b ~ r r ~ n c ocnsc üjüdos, cs
carpes y acantilados.
Por lo que respecta a las características
climáticas, éstas se encuentran condicionadas
por la disposición del relieve, la proximidad
al mar y por su localización en la fachada
de bariovento de ia isia. Todo eiio da
lugar a una permanente exposición a los
vientos húmedos del Norte, cuya acción va
modificandose cn función de la altitud, así
como a la inexistencia de acusados contrastes
térmicos. Las prccipitacioncs sc rcparten
de forma escalonada por el territorio,
con un gradiente medio de 74 mm cada
cien metros de altura.
El paisaje vegetal actual es la resultante
de las interacciones entre las condiciones
ambientales y el proceso de transformación
antrópica, criterios que permiten distinguir
varias unidadcs.
En el piso bioclimático infracanario se
localizan las comunidades halófilas y xerófitas,
bien adaptadas a soportar largas etapas
de estrés hídrico. En los sectores algo
más apartados de la costa, entre los 200 y
300 m, ya aparecen las formaciones de tabaibas,
incluidas dentro de la clase Kleinio-
Eiiphorhi~ten,a pareciendo los cardnnales de
forma aislada (vertiente sureste del Lomo
Riquiánez).
En el piso bioclimático termocanario se
localizan especies con mayores exigencias
hídricas. La mayor parte de las cornunidades
primitivas han drsaparecido, pues su
localización coincide con las áreas de mayor
productividad agrícola. En el piso tcrmncanario
remiárido-rern SP lncalimn algunas
especies termoesclerófilas incluidas
dentro de la alianza Oleo-Rhriiilnetrríin crri
i ~ í l n f n c (Srintnq, 1981), pcrtenecirntc a la
clase Kleiitio-E~cyl~orbieteaO. cupan, aproximadamentc,
la franja altitudinal comprendida
entre los 300 y los 500 m, donde se Incalizan
los palmerales de Phoenix cnnnricnsis
(palmeras), asociados a los cauces de los
barrancos o a los límites de cultivos; ejemplares
aislados de Olen etiropntv ssp crrnsiforrnis
(acebuche), Pistncia lentisciis (lentisco),
Wi t h n x i ~,? iistatc (=roba!), ctc.; j; vabrc
todo, arbustos vinculados a las facies
regresivas de esta vegetación, como Hlyper
i c l ~ i nc arrnrirnse (granadillo) que ocupa importantes
extensiones. Ya en el piso termocanario
subhúmedo-húmedo aparecen algunas
maniíesiaciones de rriuriieverde
(laurisilva y fayal-brezal) que se incluyen
en la clase Prtitzo-Lnuret~a, también muy alteradas.
Además de los brezales, cuya mejor
representación se encuentra en el Lomo
Transformaciones recientes del paisaje de Arucas (1962-1996) y sus consecuencias ambientales 287
Riquiánez, aparecen matorrales de sustitución
formados por Adenoca~pus foliolosus
( c o d e r ~ ) ,C hnrrtrrecytiszs yvo!~~e~(e~s:cso h6n)
y Teline microphylla (retama amarilla), que
se desarrollan fundamentalmente en los
....-L ---- -..l-:---L-" 2-1 -.--:-:-l.. l-:--1
JCCLVICD L U I I l I l l L C I l L L C D U C L l l L U I L I C l ~ l V iI 11 LCI 1 -
mente, las plantaciones forestales han comenzado
a formar parte del paisaje vegetai
en ias úitimas décadas.
Por lo que respecta a los suelos, destaca
el predominio de los Aridisoles, Andosoles
vítricos (Vitrandept), y la presencia
de paleosuelos (Paleorthid y Palexeralf), y
ya en el ambiente de medianías, aparecen
los Hapludalf. Junto a todos ellos aparecen
los suelos de sorriba.
La actividad agraria ha constituido el
eje estructurante del paisaje tradicional del
municipio. Se diferencian, por una parte,
los monocultivos de exportación, que ocupan
los terrenos llanos de la costa (regadío)
y, por otra, los policultivos de susbsistencia,
situados en las medianías (secano). Entre
ambos, las zonas con escasos recursos
edáficos (lomos, barrancos encajados, etc.)
fueron progresivamente deforestadas y
constituyeron las áreas de pastoreo tradicional.
En la vega agrícola, núcleo del desarrollo
tradicional, se han ido sucediendo los tipos
de cultivo desde la Conquista: primero
la cana de azúcar, luego la cochinilla y,
ya en nuestro siglo, la platanera. A partir
de 1968, este paisaje tradicional inicia un
proceso dc transformación radical, originado
por la acción combinada de la crisis de
la agricultura del plátano y la fuerte atracción
de las actividades terciarias que se genera
desde la capital y sur de la isla hacia
1970.
El trabajo r~a l imdosr apoya en la bíisqueda
de relaciones espaciales entre las
transformaciones paisajísticas experimentadas
en el municipio de Arucas en el período
comprendido entre 1962 y 1996 y la
problemática ambiental que actualmente
presenta.
Pzr2 o! 2ná!icic las nrirnorcac nsr- r' -A-'-"" t'"'
te de la realización de la cartografía de las
coberturas del suelo correspondientes a
^imh=c Fnnh3'. rnn n c C . 1 F;nnl;rl3rl cn ,.&;l;L .*zLLL.<.d LLLLLL.". L.,.- dL .%.>..
zaron las fotografías aéreas, escala 1:5.000
y 1:18.000, realizándose un trabajo de res- . . +:L..":A- - . . y . -.-..-.-m- -..a L..- ----l..
LILUCIVIL IIIUY llllllUCIVJVl YUC 1 UC C V l l l ~ l C -
tado con un exhaustivo trabajo de campo
durante 1996 y 1997. Una vez elaborados
lüs my a s de iübei tu~asd e dllllüd~C ~ C ~ L ~ S ,
se procedió a su cruce para detectar las modificaciones
más significativas. El mapa resuiiiinte
(mapa de transiormacioncs paisajísticas,
mapa l), a escala 1:25.000, refleja
espacialmente los cambios acaecidos dentro
ciei termino municipai. Aunque en ei
trabajo inicial son trece las categorías que
reflejan las modificaciones experiineniadas,
en la representación realizada parn este
artículo han quedado reducidas a las siguientes:
-Áreas en las que se ha producido el
abandono de los cultivos
- Áreas que han experimentado una ampliación
de las edificaciones: incluye sectores
donde las edificaciones están concentradas,
pero también aquéllos otros
donde el poblamiento tiene carácter disperso
y quedan espacios intersticiales, así
como las áreas industriales y de equipamientos
- Áreas con un incremento de la cubierta
vegetal
- Areas en las que se ha producido una
sustitución de cultivos
- Áreas que se han puesto en explotación
agrícola
- Áreas sin cambios significativos
Al mismo tiempo, se procedió al análisis
de la degradación ambiental del municipio,
utilizando como indicador de la misma
la existencia de impactos detectados
mediante trabajo de campo. Estos aparecen
en un mapa (mapa de impactos actuales,
mapa 2) dondc, a cscala 1:10.000,se representa
su distribución espacial y su tipolo\
Camino Dorta /E Liagre / L . Herrzández Cnloeizto / P. Mliyer Silhw
288 A. Naranjo Cignln / L . E. Romero Mnrtín / P . Ruiz Flnlio / E . l'ér~z-Clincóiz Espillo
gía. Conscientemente, no se ha tomado como
indicador de la degradación amb.ie.n tal pr&!emjticr erGsi.vra -,.-,,.,-.n .
"'"""'i-""r
pues, aunque una parte muy importante de
la misma es debida a actuaciones antrópicas,
3.G &s:ribUci6n re!acivna tarnbiéii
con cuestiones de índole natural, como
puede ser la litología. Su consideración po-
&í;i iiiciuir, por iariiu, ídciurcs de disiursión
para este análisis. La cartografía de
impactos realizada inicialmente permitía
discernir entre ias siguienies categorías:
- Acciones generadoras de impactos geomorfológicos,
donde se incluyen canteras
en uso y abandonacias y movimientos de
tierras
- Acciones generadoras de impactos por
residuos sólidos, distinguiendo entre vertidos
de tierras, depósitos de chatarra, escombros
y vertederos
- Acciones generadoras de impactos por
residuos líquidos: vertidos de granja y
domésticos y estaciones depuradoras
- Acciones generadoras de impactos visuales:
vallas publicitarias y construcciones
de baja calidad
Sin embargo, por cuestiones relacionadas
con las dificultades de representación
de esta publicación, el mapa que se presenta
no desarrolla esta tipología, quedando
reflejados todos los impactos mediante
símbolos que no permiten distinguir su carácter,
aunque son un fiel reflejo de su distribución
espacial.
Finalmente, el análisis comparativo de
ambos documentos cartográficos permite
advertir las asociaciones existentes entre
las transformaciones paisajísticas y la degradación
ambiental, originando una serie
de claves interpretativas.
CARACTER~STICAS Y DISTRIBUCI~N
ESPACIAL DE LAS TRANSFORMACIONES
DEL PAISAJE (MAPA 1)
El primer hecho destacable es que el
34% de la superficie municipal ha experimentado
canibios significativos (Fig. l),
mientras en el 66% no se han modificado
las coberturas del suelo, cifra que esconde
cambios cualitativos importantes. Junto a
Ac.l.A A m t n A'. tm-L;A.. :.-.+,...A,%~,.~A m.-...-+.... L d L L U".", L., L U I I L V I L I I I I I L ~ . L . , U I L C C "Y "'""'
las notables diferencias que existen entre la
mitades septentrional y meridional del mu-
iii.C.ip i.0 , püCS es !?i p'kiCr9 !a qüt- eiíg!0b9
las mayores transformaciones.
Las transformaciones más importantes
se reidciurid~ic uri el dl~r idur iud e ius cuiiivos
y la ampliación del edificado, que representan
el 43% y 29% de los ca~nbiosr,e spectivamente
(Pig. 4. Menor importancia
reviste el resto de categorías, correspondiendo
la menor entidad a la puesta en expiotacion
de nuevas tierras, pues estas se
reducen a pequeños espacios que, en 1996,
suponían menos de 0.4 Km2.
El análisis de cada una de las categorías
revela interesantes detalles sobre las variaciones
experimentadas. Por lo que respecta
a la progresión de las áreas abandonadas,
éstas se corresponden en su mayor
parte con cultivos de plataneras cuya explotación
ha cesado durante este intervalo
temporal, y más concretamente entre 1967
y 1996. Es en el primero de los años cuando
este cultivo alcanza la máxima ocupación
agrícola en el municipio de Arucas,
descendiendo a partir de ese momento a
causa de dificultades estructurales y comerciales,
tales como el encarecimiento del
precio del agua, los elevados costes de producción
o los problemas del mercado. Los
abandonos se concentran en la periferia de
los núcleos de Arucas, Bañaderos y Cardones,
en las dos vegas agrícolas (alta y baja)
y en las proximidades de las principales vías
dc comiinicación. Por otro ladn, cahe
destacar que, en estos sectores, el abandono
no sólo representa el cese de la explotación,
sino que alcanza también a la infraestructura
asociada a este tipo de cultivo
(canales de riego, muros de bancales, etc.).
Por lo que respecta a la ampliación de
las áreas urbanizadas (continuas y dispersas),
éstas se desarrollan sobre sectores que
en la foto de 1962 están ocupadas por cultivos
de plataneras, áreas de pastizal y maTransformaciones
recientes del paisaje de Arucas (1962-1996) y sus consecuencias ambientales 289
torral, y muy especialmente a partir de cultivos
abandonados, sobre los que se asien-
La algo más del 40% de las nuevas edificaciunes.
A grandes rasgos, los nuevos crecimienius
respuridrri idliiü a p ~ ü ~ i ~ ü ~ i ü i i e ~
públicas y privadas, como a procesos de
autoconstrucción. Éstos últimos se han reaiizaao
ae forma aesorcienacia y, en ucasiones,
no disponen de la infraestructura
necesaria (alumbrado, redes de abastecimiento,
alcantarillado,...). Por sectores municipales,
las características que reviste esta
expansión son diferentes:
a) En la zona de costa, los crecimientos se
realizan sobre piezas de pequeña y mediana
dimensión correspondientes a cultivos
de platanera. Así ocurre en Bañaderos,
casco de Arucas o Cruz de Pineda.
Con el mismo origen destacan los
tres sectores que representan expansiones
urbanas de mayores dimensiones: el
área industrial de Montaña Blanca, el
área universitaria del Campus de Arucas
(Hoya Alta) y, con menor extensión superficial,
el níicleo de Tinocas. También
se experimentan crecimientos a partir de
áreas abandonadas (El Perdigón, Lomo
de la Palmita) y, en mucha menor medida,
de áreas de pastizal-matorral (Cardones).
b) 2:: c! S C C ~ ~CCFT Ltra! de! mi.r?jcjn;n 12 -u- r--! --
pansión se realiza principalmente a partir
de áreas de pastizal y de cultivos
abandonados ,,,,,, E-C-P .,-,,-,-,C,,,A ..-- ha- co~.figurado
un continuo edificado que hace
bascular el peso demográfico municipal
irdcia los lolinos de Santidad, Saztidrid
Alta y La Guitarrilla. Se incluye también
en esta zona la expansión del casco de
Arucas nacia ei sur, a costa ae ias plataneras
de la Vega agrícola.
c) También en la zona de medianías los crecimientos
responden a la ocupación de
cultivos abandonados y Areas de pastizal
matorral. Especial mención merecen el
importante incremento de los núcleos de
Visvique, Los Portales y Los Castillos,
así como la aparición de nuevas urbanizaciones
(Domingo Rivero, Fuente del
Laurcl).
La tercera transformación importante,
en lo que a extensión superficial se refiere,
coi-i-esporde al incremerLto de !a c~bicrtr,
vegetal. Contribuyen a ella las áreas de
pastizal que han pasado a formación arbórea
y la recuhiiz~ciúriv cgcia: dc Lis &ras
abandonadas. Son éstas últimas las más
significativas, pues representan el 75% de
ia superficie que ha experimentado estas
modificaciones. Su presencia es notable en
Lomo Grande y Montaiia Blanca y conforma
núcleos de menor extensión en Lomo
Riquíanez, El Arco y Las Cabezadas. Por lo
que se refiere al incremento de las formaciones
arbóreas, son importantes en Lomo
Jurgón, Lomo Riquíanez o Las Cabezadas,
debidas en su mayor parte a plantaciones
forestales, correspondiendo las más antiguas
a eucaliptales, mientras las más recientes
se han realizado con especies características
del bosque termoesclerófilo.
La última modificación, de cierta extensión
superficial, se refiere a los cambios de
cultivo que han tenido lugar entre las fechas
analizadas. El 60% de estos cambios
responde a la ocupación de lo< cultivos tradicionales
de plataneras por la explotación
de las mismas bajo plástico, hecho que se
aco-cpña de ~jna nrnfiinrla rernnvprsinn
que abarca desde cambios varietales hasta
innovaciones tecnológicas en los sistemas
de riegc? j rbonadc?. Ari, !es iniornaderns
han ocupado medianas y grandes parcelas
de la vega de Arucas principalmente. Jun-
LL-u a e!!v, no es Uecdeñnb!~! S s:;ctitUciór: dc
la platanera por el cultivo de otros frutales
y hortalizas, hecho que adquiere mayor reievaricid
eri las irir~ieiiiaciuiiesd el i u ~ n ude
La Palmita y en la propia Vega.
Finalmcntc, y de forma especial en los
últimos años, se ha producido la reutilización
de antiguas parcelas abandonadas,
orientándose fundamentalmente al cultivo
del plátano. Esta nueva expansión se encuentra
vinculada sin duda a las ayudas
1. Cainino Dorta / F . Liagrc / L . Hcrnández Cnlzlerzto / P. Mnyer Srrhre:
290 A. Naranjo Cigala / L . E. Romero Martín /P. Ririz Flnño / E . Pérez-Clzacón Espino
económicas concedidas por la Unión Europea,
que han conseguido revitalizar par-
&!m~i~te cste sectcr mcdiuntc s ~ b i c ~ c i ~
nes para la mejora tecnológica de las explotaciones.
CARACTER~STICAS Y DISTRIBUCI~N
ESPACIAL DE LOS IMPACTOS
-A - -M -R - I- -F- N .T - -A - -I F- - q ( M A P A 2) > - . - - - - - -
Un somero análisis del mapa de impactos
pone de manifiesto que nos encontramos
ante un municipio que se enfrenta a
un deterioro paisajístico grave. Los iinpactos,
variados en tipología, ocupan una importante
proporción dei espacio municipai.
Junto a este hecho, hay otro que llama
de forma poderosa la atención, y es la diferenciación
que puede establecerse entre
dos sectores: por un lado, la mitad septentrional
y oriental, donde se registra la mayor
densidad de impactos; por otro, el sector
meridional y centrooccidental, donde
los impactos, aunque presentes en buena
medida, son menos numerosos. A priori,
este hecho permite establecer asociaciones
de paralelismo y desarrollo temporal simultáneo
entre la variación de las cobertiiras
del suelo municipales y el incremento
del deterioro ambiental del mismo.
Si bien es cierto que no poseemos información
acerca de los impactos ambientales
a que se enfrentaba el municipio con
anterioridad a 1962, cabe pensar que, en
una sociedad eminentemente agrícola, con
sistemas de cultivo tradicionales, éstos estaban
centrados en la extracción de recursos
hídricos y de materiales y en áreas concretas
de vertidos. Dr ello se deduce que
no sólo se ha producido una notable densificación
de los mismos, sino quc, además,
se ha asistido a una gran diversificación.
Son precisamente estas dos variables (densidad
y diversidad), y junto a ellas el potencial
transformador quc supone cada im
pacto, las que permiten determinar el grado
de alteración del medio.
En este sentido, los impactos geomorfológicos,
derivados de la explotación de
canteras y de su posterior abandono, así
como de la creación de taludes y dcsmonhnr
., y !m rcs id~ms S!id~s s ~ !xm c p c rc
visten una mayor gravedad por cuanto representan
una alteración más importante
de !as condicione~ üm'üienta!rs, asi como
mayores costes de recuperación. Ambos
constituyen los inipactos más frecuentes en
el rriuriicipio. Por su parie, ios residuos iíquidos
y los visuales son menos abundantes,
en consoriaricia con la gravedad que se
ies otorga, íunaamentaimente a estos úitimos.
La distribución espacial de estos impactos
permite extraer una importante conclusión:
las redes de con-iunicació~-yi las
áreas de nueva edificación son lus vectores
en torno a los que se organiza la mayor
densidad y diversidad de impactos.
Así, los impactos geomorfológicos aparecen
siempre muy vinculados a las vías
que articulan las comunicaciones internas
y externas y a las áreas de expansión urbana.
En ambos casos, la construcción implica
la creación de desmontes y taludes
artificiales altamente inestables, que no incorporan
medidas de corrección. Especialmente
alarmante en este sentido es el caso
del conjunto Juan XXI11-Santidad-San Francisco
Javier, donde las alteraciones geomorfológicas
se disponen a modo de orla
en torno a los lomos edificados. Junto a
ellos, y como impactos también de nueva
aparición, podemos citar los desmontes generados
por las extracciones de arena realizados
en la zona de Bañaderos. Finalmente,
dentro todavía de los impactos
geomorfolbgicos, aparecen desmontes asociados
a antiguas extracciones de tierras
para préstamo (árca de medianías), a antiguas
canteras o a otras en explotación (Lomo
Tomás de León).
De igual manera, respondiendo a las
mismas pautas dc distribución espacial, los
vertidos de sólidos se generalizan en las inmediaciones
de las áreas urbanas (San Andrés,
Quintanilla, Bañaderos, Trapiche,
Cardones, etc.), ocupando incluso solares
Transformaciones recientes del paisaje de Arucas (1962-1996) y sus consecuencias ambientales 291
vacíos en el interior de los mismos (El Perdigón,
Arucas, Santidad, etc.); en torno a
las redes viarias (carretera de Cruz de IJineda
a Trasmontaña, Lomo de la IJalmita);
y en las vertientes de algunos barrancos,
siendo especialmente destacado el caso del
barranco de Tenoya.
Por último hay que destacar otra tendencia
y es el papel de canalizadores de los
vertidos líquidos que ejercen los tramos de
barranco cercanos a la costa. En ellos se
vierten líquidos domésticos o procedentes
de depuradoras, cuando no lo hacen directamente
al litoral.
DISCUSI ~ND E RESULTADOS
Los resultados obtenidos permiten confirmar
que son los cambios relacionados
con el abandono de la actividad agrícola y
la progresión del poblamiento los que caracterizan
las transformaciones recientes
del paisaje municipal de Arucas. Los primeros
responden a la reducción de la superficie
agrícola cultivada, que es común a
la isla y al archipiélago, por la implantación
de un nuevo modelo econhmico urbano-
turístico, agravado en este caso por la
crisis estructural en que se ve sumido el
sector platanero cn los últimos treinta años.
Junto a los abandonos producidos aparecen
nuevas tendencias agrícolas, marcadas
por la proliferación de los invernaderos, especialmente
en la vega.
Por lo que respecta a la progresión del
edificado, tampoco es un fenómeno exclusivo
de Arucas. El dinamismo urbano constituye
una característica común a los muriicipios
isleíios de mayor erilidad, Lales corno
Las IJalmas de Gran Canaria, Telde o
San Bartolomé de Tirajana.
Las conexiones entre ambos hechos son
también evidentes. Las nuevas edificaciones
se asientan sobre las áreas de cultivos
abandonados, comenzando por ocupar las
más próximas a los núcleos originales. Ya
en 1962, y salvo algunas excepciones, se
anunciaban los núcleos precursores de las
concentraciones actuales de población. Pero
además de consumir tierras agrícolas o
áreas de pastizal y matorral, estos crecimientos
se han cobrado también importantes
costes ambientales.
Al relacionar el mapa de transformaciones
paisajísticas con el de impactos es
cuando realmente puede advertirse la verdadera
magnitud de los cambios que han
tenido lugar y puede apreciarse, con mayor
claridad, que las variaciones de uso de
un territorio no pueden estimarse a partir
de los datos superficiales brutos. Aparejadas
a estas transformaciones se genera
una serie de modificaciones inducidas,
cuya forma de manifestación son los impactos,
que reducen sustancialmente el
área sin cambios significativos y lo que es
peor la calidad ambiental de todo el municipio.
A falta de información sobre otros inunicipios
de la isla, Arucas constituye un caso
muy ilustrativo en este sentido. Como
ha podido apreciarse en la cartografía las
mayores transformaciones de uso se producen
en la mitad septentrional del territorio
municipal, área en la que también se
generalizan los impactos. Estos muestran
unas pautas claras en su distribución: se
vinculan a áreas urbanizadas y a vías dc
comunicación. El resultado final es evidente.
Arucas cuenta con un área de costa con
una elevada degradación ambiental, con
numerosos conos volcánicos muy alterados
por extracciones, con barrancos que en las
proximidades de los núcleos de población
o en la desembocadura se han transformado
en vertederos, con vacíos agrícolas, laderas
y laterales de carreteras y pistas que
fiincionan como áreas receptoras de residuos.
En definitiva, los espacios intersticiales
próximos a los núcleos más densamente
poblados se convierten en "áreas críticas"
desde el punto de vista de un
diagnóstico ambiental, donde la ausencia
de un uso definido de las mismas induce
su progresivo deterioro.
Son las áreas no transformadas las que
mantienen unos mayores niveles de caliJ.
Camino Dorta / F . Liagre / L . Hernindez Calar i~fo/ P. Mnyer S ~ ~ á r e z
292 A. Naranjo Cigala / L . E. Roniero Martín / P . Ri~i zF laño / E . Ptírez-Cliacóiz Espino
dad ambiental. Los tramos de barranco que
discurren por el sector meridional están
menos alterados, y lo mismo sucede con
las laderas y lomos. Aquí juega un papel
muy importante la accesibilidad, pues las
dificultades de acceso a los sectores mencionados
los preservan de los signos de degradación
descritos anteriormente. Asimismo,
representan las áreas en las que se
constata una progresión de la cobertura
vegetal, bien mediante procesos de recolonización
espontánea, bien a partir de las
políticas de plantación o repoblaciones Ilevadas
a cabo.
Para concluir, puede afirmarse que las
transformaciones que se realizan en un territorio
conllevan cambios en las coberturas
del suelo, siendo éste un indicador fundamental.
Sin embargo, su análisis debe
completarse con el de poblemática ambiental
asociada, verdadero problema inducido
por la transformación actual que
experimentan muchos de los espacios de
esta isla.
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