VEC;UErA, Número 4, 1999 (241-253) 241

De fetiches, espacios

ficticios y huellas en

Citizen Kane y

Sunset Boulevard

*Dcpnvtarricnto d~ Educacio,~ (Áwa de Teoría e Historin)

Uri~z~elsiiiudde Las Palmas de Gr a n Canavla

E 1 arte del siglo XX ha sido considerado

como el de la imagen en movimiento.

Como dijo Bcrnardo Bertolucci: "cada 11~~-

mento histórico escoge el lenguaje más

idóneo para representar (. ..), la pintura sobre

lienzo en los siglos XV y XVI, luego la

música y el teatro en el XVII y XVIII, la novela

que nace en el siglo XIX. Finalmente,

el siglu XX decide representarse por medio

del cine"'.

En El cine conzo Arte2, Arnheim se conmueve

ante la contemplación de una película

en la que el proceso de crecimiento de

una planta es filmado a intervalos de tiempo

regulares que son reproducidos a la velocidad

usual en la proyección, con lo que

ese proceso, que se desarrolla a lo largo de

un amplio periodo de tiempo, se "revela"

concentrado en escasos segundos. El valor

del Cine, para Arnheim, reside en su capacidad

para reprvducir analógicarnente segmentos

de la realidad según pautas que divergen

de nuestras percepciones comunes

de esa realidad. En este sentido, el tiempo

se convierte en un valor manipulable,

abriendo de esta forma un acceso insospechado

a las cosas. Este medio audiovisual

no es simplemente un sistema técnico, sino

una representacicín del mundo, una realidad,

unos seres; "unas imágenes en las que

se cifra no ya el misterio del cine o de la

imagen filmada &m el misterio do! ser x 7 J

de la contemplación de su a~ariencia''~.

En esta línea, la película de Clouzot, El

niisterio Picnsso, muestra como el pintor traza

in sitir, ante la cámara, numerosos cuadros

sobre una superficie traslúcida que

o c q u tedo e! enpacio del enir~iadie.E i irdzo

de Picasso se adueña de la pantalla; expone

la génesis del gesto creativo, el proceso

y las distintas fases por las que la obra

de este artista sigue su curso. En la parte

final, ante un gran lienzo, Picasso realiza

una pieza mucho más ambiciosa. Ya no se

filma dentro de un tiempo real, sino que se

encadenan dentro de un falso continilum

temporal los distintos momentos de la elaboración

de la obra, pero sobre todo, los

múltiples cuadros que hay dentro del cuadro.

Picasso pinta cuadros diferentes una y

otra vez svbre el mismo lienzo, "reescribe"

el cuadro con insistencia, partiendo de lo

inmediatamente anterior, y sin que su esfuerzo

parezca ir dirigido hacia un fin preciso.

Nuevamente, el tiempo fílmico es aquí

protagonista: en él y a través de él contemplamos

un proceso. Un proceso que

viene dado no sólo por lo que se ve, sino

también por lo que no se ve (el tiempo y el

espacio fílmico son limitados): esto implica

valorar y elegir siempre lo que vale la

pena mostrar y lo que vale la pena sacrificar.

El Cine se muestra a través, por tanto,

de un lenguaje icónico, y como tal está sujeto

al estudio del lenguaje, en concreto a

través de la semiótica. Como ciencia, la semiótica

se ocupa de los signos, lo que supone

dos planos de estudio: aquello que se

expresa y el significado de lo que se exnresa.

Fl cine, comn estxctura de este !CT:

guaje, tiene en la actualidad una gran importancia

científica y social. Y es en este

sentido, cuando adquicrc su relación con la

educación. Es, por una parte, lenguaje, pero

por otra, también es comunicación o

comprensión de este lenguaje. Al mismo

tiempo, contribuye desde su doble perspectiva

documental a conocer mejor determixadsu

~spcckus de cualyuir~ Eyucd iiistórica,

y en nuestro caso, los espacios habitados

por el hombre moderno. Su vaiur

como recurso didáctico se refleja en la Reforma

Educativa que se está desarrollando.

"Ver cine" es un contenido procedimental

que sirve para adquirir numerosos contenidos

conceptuales y un procedimiento para

debatir y adquirir contenidos actitudinales4.

De igual manera, todas las personas

que vemos películas, formamos un grupo

heterogéneo: en cultura, edad, creencias,

intereses, adhesiones políticas, etc. Esto

comporta que la visión formativa de un

film variará de acuerdo con la intencionalidad

con la que se miren las imágenes.

El llamado Cine Clkico nmericano (años

244 Antonio S. Aliiwide Alyiiiilr

de Borges, de "un vano millonario acumula

estatuas, huertos, palacios, piletas de natación,

diamantes, vehículos, bibliotecas,

hombres y mujeres; a semejanza de un coleccionista

anterior (cuyas observaciones es

tradicional atribuir al Espíritu Santo) descubre

que esas misceláneas y plétoras son

vanidad de vanidades y todo vanidad; en

el instante de la muerte anhela un solo objeto

del universo: ;un trineo debidamente

pobre con el que en su niñez ha jugad^!"^.

Al mismo tiempo, el film muestra iin paralelismo

entre el ficticio Kane y el magnate

de la prensa norteamericana William

Kandom H~arst.

El valor que pretendemos analizar en

este estudio es doble. Por un lado, la composición

del espacio a través de la arquitectura;

por otro, una realidad del hombre

que habita en las grandes ciudades norteamericas

de los años cuarenta: el hombre

"moderno" que deja "huellas" (si bien con

ejemplos llevados a la máxima expresión,

cercar.= n !a !:itc!:).

El crítico de arte y poeta Charles Baudelaire,

autor de obras como Las flores del

mal o la conocida El yirltor- de ln u ~ d am oderna

(1863), define la modernidad como "lo

transitorio, lo fugitivo, lo contingente...".

Iden~ilicd lo moderno con lo transitorio,

con el movimiento. El cine es continuo movimiento,

continua fugacidad de realidades

ficticias, de interpretaciones y sueños, en

algunos casos no muy alejados de la cotidianidad.

La arquitectura cinematográfica

es ante todo movimiento, no sólo por lo

construido-deconstruido, sino por los efectos

ópticos que llegan al espectador a travC.

5 de los distintos tipos de planos. Gilles

Deleuze se refiere al respecto indicando

que "la ley de este espacio es fragmentación..

. ". Introduce el concepto de espacio

cunlquierri para referirse al espacio cinematográfico.

Lo define diciendo que "no es

universal abstracto, en todo lugar. Es un espacio

singular, sólo que ha perdido su homogeneidad

(...) el principio de sus relaciones

métricas o la conexión de sus propias

partes (...) es un espacio de conjunto

virtual, captado como puro lugar de lo posible".

Para Deleuze "un espacio lleno con

sombras, o cubierto de sombras", se convierte

en espacio ctralqi~icra y también "las

sombras, los blancos, los colnres son aptos

para suscitar y constituir espacio cualesquiera,

espacios desconectados o vaciados".

1.a tesis de este autor es que este nuevo

espacio original es el espacio del cine7,

tal y como veremos en ambas películas.

Nuestro primer acercamiento a la arquitectura

de Citizen Kane será a través de

la secuencia con la que se abre la película:

Uzir.adú, casti!!~ munsiíh ~íivze!to en una

atmósfera fantástica y surrealista. Una serie

de imágenes nocturnas, sucesión de

fundidos encadenados, nos descubre la

fantasmagórica Xanadú. Construida con

estilos heterogéneos, como analizaremos a

continuación, suscitd un clima de extravagancia,

impregnado de expresioiiismo? En

esta vista principal se utiliza la técnica de

yiriiura sobre vidrio (matte pairitingj, constituyendo

por si sola todo el plano de la filmación.

Probablemente, el punto de partida

estético de esta "fortaleza" fue San

Simeón, mansión que Hearst tenía construida

en un emplazamiento similar. El

monasterio francés de Mont-Saint-Michel

(lugar donde se rodó gran parte de la prlícula

El nombre de la Rosa, basada en la novela

de Umberto Eco), sirvió también como

fuente iconográfica por su emplazamiento,

por su grandiosidad arquitectónica y su

verticalidad. Xanadú, a pesar de esto, se

nos muestra como una Torre de Babel, un

totus reuulzctum de detalles arquitectónicos

con poca familiaridad entre sí, inspirada en

elementos constructivos de distintas épocas

históricas. Robert 1,. Carringer, en su

conocida obra9 sobre Ciiizen Kane, señala

que el autor de este diseño se inspiró en

fuentes arquitectónicas conocidas: la torre

situada en el extremo derecho recuerda el

campanil de San Marco en Venecia; la arq

~ i ~ r síiati iada en la pñrte inforicr c ~ g i e w

un detalle del Palacio Pitti de Florencia; a

De fetiches..e spacios ficticios y h i i ~ l l a qm Ci t iwn Kanp y Si inwt Rni.ileiinrd 34 5

la izquierda de la columnata hay una puerta

arqueada de estilo gótico victoriano, como

la iglesia de Todos los Santos en Londres;

toques de estilo medieval, como la turre

más ancha que recuerda a la Giralda de

Sevilla, etcl! Su grandiosidad aparece destacada

con la voz en off, al decir que se usaron

"20.000 toneladas de mármol", y que

las estatuas de su interior "llenarían diez

museos de todo el mundo". Perry Ferguson,

el diseiiador de la película, demostró

que esta mezcla abigarrada de estilos podía

verse con un sentimiento de horror. La

mansión aeiirantc cid poderoso magnate

de la película inspiraba al espectador menor

simpatía incluso que su propietario.

Un artículo de Mc Clure Capps explica los

cambios y debates de este momento en torno

a la arquitectura: "la investigación puso

en claro el estado realmente espantoso

de la arquitectura en 1880. Nada se dejaba

en su estado natural. La madera, por ejemplo,

se tallaba, retorcía, incrustaba, y en general,

se estropeaba por completo. Ninguna

superficie era lisa o sencilla. Pesadas

molduras y paneles, atrevidos empapelados

en gran escala, fuertes y oscuros colores,

motivos de inspiración gótica, francesa,

turca, morisca y oriental, todo era empleado

para hacer las casas más

inhabitables que se han construido nunca

en América. (. . .) Esas casas caras y adornadas

deben marcar, ciertamente, el punto

más bajo de la arquitectiira americana, y

anima comprobar cuanto más simple, directa

y menos engorrosa se ha hecho, no

solo la arqi.iitert-ora, sino famhiPn !a vida

americana"ll. El palacio mandado a construir

por Kane no es más que una acumulación,

una sucesión de iconos (objetos)

donde el "motivo final es la persona que

colecciona"". Un diálogo entre el periodista

que trata de averiguar el significado de

la palabra Rosebud, y el ya retirado Joseph

Cotten, centran su atención en el mausoleo

habitado:

-"Xanadú (...), tuvo que sentirse muy

sólo en aquel palacio durante tantos aiios.

-No lo había terminado cuando ella le

dej6.

-El nunca terminó nada.

-Aquello lo construyó para ella, eso tuvo

que ser amor.

-No lo sé, estaba desilucionado del

mundo y por eso se fabricó uno para él soloJ4.

Desde una semántica iconográfica, Xanadú

es todo contradicciún. No sólo una

coritradicción de estilos, ni la representación

del propio carácter inestable de Kane,

sino también se dilucida en ella la contraaicción

ciei hombre moderno (al igual que

trataremos de analizar en Sunset Botileoard),

el hombre con poder que habita en la

ciudad, que vive "aislado", estático, encerrado

en su propio yo frente a una realidad

dinámica, convulsa, en continuo movimiento

y en continua contradicción. Un

mundo abierto frente a un mundo cerrado;

el universo de un mitóinano, el de un fetichista

que cree en sus propios valores e independericia

frente a un mundo que lo

arrastra. Un hombre educado bajo los valvres

sociales decimonónicos y que quiere

ser moderno. Un choque entre el ser y el

querer ser, entre su propia realidad y la

realidad de un mundo que cambia. Entre

vivir en una arquiteciura que sirve de furtalrxa

para anclarw pn ~1 r )a~aTinjr pr~ltegerse

del presente, o vivir en una arquitectura

dinámica, que comunique el interior

con lo exterior, donde el hombre moderno

construya su recorrido, su realidad cambiante.

La propia codificación del espacio

arqcitecfSfiicn . ; l~o= ti!iz. \.A@!es n=c,

dc un mundo dramático, "sólo en su suntuosa

mansión jamás acabada y ya en decadencia,

apartado y poco visitado, continuaba

dirigiendo sil imperio que se derrumbaba".

Es un espacio cerrado, como

veremos 1116s ddeldnte, que produce sensación

de angustia, abatimiento, tensión y

depresión. A ello hay que unir el valor

tiempo, caracterizado aqui por el empleo

del Jnd-bnck, elemento narrativo que

muestra alternativamente acciones presenDe

fetiches, espacios ficticios y huellas en Citizen Kane y Sunset Boulevard 247

"Kane: ¿Qué estás haciendo? ¡Tus manias!

No lo entiendo, Susan. ¿Cómo puedes

estar segura de que ese (puzzle) no lo has

hecho antes?

Susan: ¡Más lógico es esto que coleccionar

estatuas!".

A ambos lados de la chimenea, los estilos

se mezclan, siguen dejando "huellas",

co7no el hogar del btlrgués con los estantes llenos

de chucherías, con los panitos bordados en

los butacones, uisillos en los ventandes y reji-

/las unte la cliirner~ea'S~.u san forma parte dc

las huellas de Kane, es un objeto más de su

colección. Ésta, cansada de sentirse un juguete,

no duaa en drcírseiu di magiiak arites

de su ruptura conyugal: "nunca me has

concedido nada que deseara de verdad

(...). Me has regalado muchas cosas, pero

eso no significa nada para tí. ¿Qué diferencia

hay entre regalarme a mí una pulsera

y pagarle a otro 100.000 dólares por una

estatua que vas a tener embalada y sin mirarla

incluso?. Sólo dinero. Nunca te has

desprendido de algo que te importara en

realidad". Una de las esculturas clásicas

que flanquean el hogar reproduce al Hércules

de Farncse. Los Kane interpretan sus

escenas domésticas de carácter privado en

este espacio decorativo y ceremonial. Frases

convencionales como "nuestro hogar

está aquí, Susan", desentonan en el museo

habitado. En este espacio se suceden distintos

enfrentamientos verbales entre los

personajes principales, teniendo como causa

central el lugar habitado-deshabitado:

-"Susan: IJero nuestro caso es distinto

porque vivimos en un palacio.

-I(ñne. Ti~í qiirrías vivir en un palacio.

-Susan: Pero en este agujero se puede

volver loca, sin nadie con q~iiénh ablar (. . .);

20.000 hectáreas donde no hay más que

paisaje, estatuas".

No sólo los objetos estructuran el espacio

ficticio del gran salón. En su enorme dimensión

alternan los fetiches (la propia Susan

es un fetiche manipulado a su antojo

- --- T/---\ FUI nailrj C-U-I-L C J ~ R C I V J Il I:VhL..C-O- , r c c r r i c c z ci.+li .,,.,An

de esta forma la perspectiva escénica. Al

igual que sucede en Siinset Roulevard, el

juego de luces y sombras que Welles uliliza

continuamente en el film aumenta los

valores dramáticos y espaciales del mismo.

Una escena es bastante representativa: Kane

entra al salón dejando a su espalda un

pórtico gntico con esculturas en las hornacinas

laterales. Su figura queda en negro

frente a dos fncns de liiz: uno de ellos viene

a iluminar el suelo desde atrás y el otro

resbala sobre el inicio de la escalera (situada

en un primer plano) en cuya base se encuentra

una escultura clásica y dos esfinges

sedentes.

La f rngmc~tuciór im mo cua!idd esténica

de la arquitectura en el cine se manifiesta

en la utilización de los techos. Gran

parte de los decorados interiores no poseen

techos para facilitar la iluminación cenital,

junto a los micrófonos (jirafa) que recogían

Ids voces de los actores. Es en Citi

zerz Knne donde por primera vez aparecen

en un número importante de ocasiones los

tecnos como eiementvs deíiiiiclu~csd el espacio,

teniendo un valor visual trascendental

en la historia del cine las numerosas

tomas con punto de vista bajo. En un plano

de la película, Kane entra a la oficina

del periódico donde Josrph Cotten realiza

la crítica teatral de la actuación de la esposa

(diva-muñeca-fetiche) del magnate. El

punto de vista de la cámara ofrece unos techos

más bajos de lo normal, dando sensación

de opresión. En otra escena, el techo

del comedor está formado por dos bóvedas

rebajadas situadas cada una encima del

matrimonio Kane. El techo de la habitación

de Kane está pintado de negro, indicando

su estado de ánimo17. Al final de la película

de Orson Welles, podemos confirmar las

apreciaciones de Borges: los únicos Paraísos

verdaderos son los que se han perdido

y la muerte curará a muchos del deseo de

inmortalidad (a los coleccionistas de objctos,

de fetiches). Kane es un personaje herido

interiormente. El contacto con el objete

e i x x ! ~ dre !a infancia perdida fla bola

de cristal en cuyo interior la nieve cac co-

Ohversdad de a s Fanai d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri aemmi Dgta le Caniris 20815

De fetiches, espacios ficticios y huellas en Citizen Kane y Sunset Boulevard 249

busca lo inmutable, rememora en el presente

su pasado a través de sus fetiches, de

" ~ ~ t ~ ~ l l o s ~ ~nfoplspa~dmn fqo us s ~~ g u í a nu na

huella furidada por la costlmbre". Huellas, señales

& el interior frente al exterior; lo movihle,

lo efímero Por otro lado, SI-1 nrnniñ 1 --r---

mansión, su mausoleo, nos habla de esa

otra arquitectura de los años veinte basada

en !es prinripinc r!acicictas y oc!écticec. De

nuevo lo pasado, la arquitectura llena de

testimonios, de recuerdos, de maderas ret~

r c idr sy Yr!!~s d nmr a d~r ,c ~ r fi a ~tas ias

góticas, mudéjares y neoclásicas. La propia

actriz en una entrevista realizada por John

habln &! "hubitur" dc !u fi,..,,

bL""

femenina a la que interpreto0: "Pero Norma

Desmond (...) llega la escena de una

-..:-- -- L- ,.-1:2- 2- -.. L ---- a-

ILIUJCI YUC 11" ~m aauuu UF JU ILVECII, FJ LLILCI

reclusa que vive en el pasado, que quiere

retomar su carrera, que está chiflada en

mi l i ü s se~-~~i(d. .ü . js p iulablemeiiie iiu lüca,

pero sin duda es un personaje raro (. . .)

que tiene como mayordomo a su ex-marido,

que adora vivir en un rriuriclu de sueños

y que vive en el pasado".

La mansión misma es una tumba, separada

del mundo; un monumento al pasado

de Hollywood. La fuerza obsesiva de la

memoria permite que el film realice una visión

dura del sueño del glamour hollywoodiense.

El primer acercamiento a la casatumba

lo hace la voz en off de Gillis: "la

mansión parecía abandonada y desierta".

No es la única referencia que durante la película

indica el guionista asesinado: "era

una casa enorme, como la que construían

los actores de Hollywood de los años 20".

Su estado ruinoso, de estatismo temporal,

lo indica al decir que "todo el palacio parecía

haber sufrido una especie de parálisis

que lo mantenía ajeno al ritmo del mundo

exterior, derrumbándose lentamente". En

su fachada los elementos arquitectónicos

siguen el ideal clasicista, frente al eclecticismo

del interior. Arcos de medio punto

separados por columnas pareadas forman

la arquería (la parte central más elevada

que las laterales) situada en el hall.

Muchas películas han mostrado la casa

como el símbolo por excelencia del poder

dominante masriilinn y PI Iiiyar donde PI

hombre ha confinado a la mujer. Las cuatro

paredes han significado para la última,

rin r61n SLI aislamiento físico, rinn también

la imposibilidad de comiinicarse con otras

mujeres y de evolucionar a la par que el

r n i i n A n ovbrinr $i e! espacie Cerrado ha A A . - . - - - <. . - A -. , A .

significado entropía, aislamiento, tradición

e incomunicación, el mundo exterior rep

r e s c~~t!ar !iYt.rtad y !a posibilidad d-!

cambio. En Srrmet Borrkz>ard, la diva fantasmagórica

se ha confinado voluntariam

c1'n'tc, hccho dc !a cncu s~ "hubitnciSfi

propia". El hombre que habita en ella es

quien le brinda el espejismo de la fama fic-

Ir:i-c:-i a /tIi-c :^ ---L,.- L: 2,. riivin cai r n i ilriiiaiiuu culiiv adiiiiradores

de la actriz); es su mayordomo, el

único valedor de sus sueños (Max von May-

eiliiig, que eii id vida ied Íue dilecíui de

cine -Von Stroheim- y con quien Swanson

trabajó en muchas de sus películas). El desrriururiarriieii~

ud e Id casd e~ el drsrriurunamiento

del pasado del cine, de sus actores.

En la literatura de la escritora británica Angela

Carter, la imagen de la casa destruida

tiene un valor simbólico. El estado ruinoso

de las mansiones muestra la fragilidad de

sus cimientos y la facilidad con la que tanto

una como otra construcción -la patriarcal

que representa- pueden empezar a desmoronarse?'.

Del espacio interior destacaremos tres

iconos: la habitación de la Desmond, el salón

y el nexo de ambos, la escalera. Su dormitorio

forma parte de la totalidad del museo

habitado. Chimenea, pinturas, alfombras,

candelabros, grandes cortinas, una

cama en forma de góndola truncada "cubierta

de oro y sedas"; puertas de madera

tallada que alternan con columnas salomónicas,

etc. En el salón, los objetos-iconos se

convierten en fetiches. Pantallas con flecos,

un órgano tocado por su mayordomo Max

para animar los solitarios días de la diva,

muebles tallados con formas diversas. Un

telón de fondo le sirve de cine privado

De feticlies, espacios ficticios y huellas en Citizen Kane y Sunset Boulevard 253

NOTAS

1 GOROSTIZAJo, rge: "La imagen supuesta.

(Cuatro arquitectos de película)", en Bnsn,

n012, (1990), p.134

2 ARNHEIMR,~ ~dolEfl: cine como Arte, Barcelona,

(1990)

3 G L ~ I P ~ KPeRre:~ "IL~os, comienzos", cn I.n Rnzón,

26-11-98, p. 5

4 GORGWEGSO; BERNJAos, é: "El cine en la clase

de historia", en Cornrrnicar, noll, (1998), p.89

5 RAM~KEJZu,a n Antonio: Ln nrquitecturn cii cl

cinc. Hollywood, la Edad de 0x1, Madrid,

(1993), pp.103-116

Y G ~ X G S T ~JZOAT ~, C( coord.): Ciiii y A i i j i i i i ~ ~ f i < -

ra, Las Palmas de Gran Canaria, (1990), p.25

7 fbidem. p.84

8 PLIAUXF, ranqoise: "Ch~teaum, aison, villa: le

r6le cl6 de la demeure", en CinP~nArtion,

n075, París, (1995), p.41

9 CARRINGERRob, ert L.: Chna se hizo Ciiidndano

Knnr, Barcelona, (1987). En concreto, para

la realización de este trabajo hemos seguido

los capítulos 3 (Dirección artística) y

5 (Posproducción y estreno).

10 Íbidem, pp.118-123

11 CAPPSM, C Clure: "Architectural Gimcracks.

Architectural Horrors of the American 80's

Set the Sccne for a Modcrn Picturc"; citado

en Lo arquitecfura en el cine. Hollywood, la

Edad dr Oro, p.236

12 BAUDRILIARJeDa,n : Le syst2me des objcts, París,

(1968), p.128

13 C ~ i ~ ~ r tLa~6Ks AJ.,M .: "Análisis critico del cine

argumental", en Historia, Antroyologín y

Frreritcs Orales, n018, Barcelona, (1997), p.97

14 GOROSTIZAJ,o rge: o@. p.26

- - 13 CARRINGERRo,b ert L.: opsit., p.72

16 BENJAMIWN,a lter: Discursos interrumpidos

1, Madrid, (1973), p.153

17 GOROSTEAJ,o rge: op.cit., p.28

18 GONZÁLEZ, Jesús (comp.): El nnálisis cinetiintogrhfico,

Madrid, (1995), p.51

19 TURIMM, aureen: Floslibsch-s iiz F i l m Meriiory

O History, London, (1989), p.136

20 KOBAL, John: Ln genti. hnliicirá, Barcelona,

(1987), p.24

21 PEREZG IL,M " del Mar: Ln suhacrsiún del podw

c v Angclfl Cnrfer, Las Palmas de Gran Canaria,

(1996), p.98

2.2 K.A~i.fiiq, E. AIIII.W U J I Wir1~ Filtu Nuir, Lundon,

(19891, p.42

23 BENJAMIWNa, lter: op. cit., p.153

24 R A M ~ R JFu~a,n Antonio: op. cit., p.285

25 NEU~LANDNie,t rich (ed.): Film Arclii1c.ctiire

jrom Mi.trtipolis to Riad~ Riinner, Munich,

(1996), p.126

26 GOROSTIZJAor, ge: op. cit., p.49

27 BENJAMIWK,a lter: "París, capital del siglo

XTX", en Poc~íny Capitnlismo. Ilriminnciorzes 2,

Madrid, (1960), p.185