VEGUETA, humero 3,1997 1998, (163-175)
Historia oral
e historia económica,
colaboración desde
la interdisciplinariedadl
*~rofesorT itular de Historia Económica.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
1.- Introducción
Ouizá sea la historia económica la materia
donde la historia oral ha sido menos aceptada,
especialmente desde que la Nueva
Historia Económica se impone como la
principal corriente en esta rama de la
Historia. En efecto, la adopción de quienes
la ciiltivan de modelnq formales y de teorías
intemporales capaces de ser aplicadas en
cualquier tiempo y lugar, les hacía decantarse
por luna Historia Económica qiw
manejara estadísticas a ser posible, y a
rechazar evidencias que no estuvieran fun-
&&E efi datcc emnírirnc re-----.
Sin embargo, las fuentes orales no han
dejado de ser utilizadas en ámbitos de la
fiirtcria ~ c c ) ~ S ~P.i&~sCtce~ .en niomnlnc
-1----r---
como los que ofrece la historia del trabajo,
la historia de la empresa, las emigraciones,
e t c 2 , T;!!= ip,dICe a cGilsidrrar "7.0 12 Y --
Historia Oral puede ser valiosa para estudiar
diversos aspectos de la Historia
Económica, bien como fuente principal bien
sea como herramienta que ayuda a confirmar
o rellenar los huecos que la documentación
escrita no cubre3. La Historia Oral
puede proporcionar una nueva dimensión a
la documentación oficial generalmente utilizada
en historia económica, pucs siendo la
realidad compleja y multiforme, esta fuente,
generalmente poco utilizada, permite, en
mayor medida que otras, recrear la multiplicidad
de puntos de vista. La Historia
Oral implica un cambio de enfoque, y concretamente
se ha dicho que "el economista
puede observar al patrono y al trabajador
como seres sociales en su quehacer ordinario
y así acercarse rnás a la con-iprensión del
proceso económico típico, sus éxitos y sus
contradicciones"'.
De acuerdo con lo dicho, en esta comunicación
se pretende indagar en las posibilidades
que la Historia Oral ofrece a la
Historia Económica: después de la introducción
(1) definimos las relaciones de la
Historia Económica con otras disciplinas
(U), desde una apuesta por la historia global
(111) como opción metodológica que
posibilite abordar diversos aspectos del
conocimiento histórico (IV). Por último, en
el apartado V se hace una breve aproximación
al estado de la cuestión en Canarias.
Para cumplir con estos objetivos, partimos
de un enfoque que permite hacer una
Historia construida en torno a la gente,
introduciendo la vida en la Historia, acerca
de la historia en la comunidad, es decir,
una disciplina que actúa en pro de hacer
linos seres hiirn-anos más competentes;
aportando medios para una radical transformación
del significado de la Historia.
Pern esto nn estk e~entnd e nhs th~losq, ue,
fundamentalmente, derivan de la concepción
de la Historia Económica como ciencia.
Cuande, en !-. décad-. de 1960, !-.
Nueva Historia Económica se impuso como
paradigma dominante, su cultivadores,
de,2&ur de l2 corriente ney!ásic2, nruton- r-----.
dieron que en Historia Económica, al igual
que en Economía, se pudieran establecer
leyes universales mediante una metodología
que exige la formulación de hipótesis
contrastables econométricamente, esta disciplina
se inclinó por temas y fucntes a las
que fuera factible aplicar modelos matematizados,
mientras que se olvidaban otros de
naturaleza más cualitativa. Sin embargo, su
evolución más reciente parece que marca
un giro en esta tendencia. La Historia
Económica se acerca cada vcz más a nuevos
temas y utiliza nuevas fuentes; se lo facilita
la evolución reciente de la Economía y la
Historia, las dos ciencias de las que parte.
Efectivamente, en la primera, por ejemplo,
el creciente protagonismo de la corriente
neoinstitucional y la apuesta por la interdisciplinariedad
en la segunda, permiten
evolucionar a la Historia Económica en el
sentido indicado.
11.- Historia oral e historia económica
Se va superando entre los historiadores de
la economía el cierto desdén por la evidencia
cualitativa que no esté sujeta al análisis
estadístico (partiendo de la consideración
de que una historia estadística no puede
Historia ui-al e tiis~ui-ieac oiiiiinica, colaboración desde Ia interdisciplinariedad 165
por sí sola dilucidar e1 pasado), pues parece
riecrsariu úisipdr -e11 buriia imdida ya lo
está- la hostilidad de los historiadores económicos
hacia otros métodos, y se retorne a
la co~isideracióiid e la evidencia oral como
una fuente historiográfica más; por otro
lado, a ello ha ayudado los cambios en los
medios de cuiiiuriicdciúii eri ici ~uciedad
actual, que han desplazado al documento
escrito del lugar preferente, lo liacen inevitable.
Para mejor entender las posibles aportaciones
de la Historia Oral a la Historia
Económica, conviene referirse a ias características
de esta última como ciencia. Parece
aceptarse que la Historia Económica se ha
desarrollado y consolidado como una
forma de conocimiento a caballo entre dos
disciplinas independientes, aparece como
un diálogo de larga ciuracion entre historiadores
y economistas para intentar definir su
campo de actuación, objeto, métodos, etc,
que debe ser observado teniendo en cuenta
el grado de madurez de ambos saberes en
cada período histórico y, sobre todo, su
desigual desarrollo. Ha de tenerse en cuenta
que desde el últin~oc uarto de siglo pasado
la historia y la teoría económica han
experimentado desarrollos paralelos e independientes,
si bien con escasas y recientes
interconexiones, ello pone de manifiesto las
notables distancias que han existido, en
ocasiones, entre ambas. No obstante, partimos
del hecho de que la Historia Económica
es una materia eminentemente interdisciplinar,
pues ocupa una zona del saber
humano que está situada en la encrucijada
de otras disciplinas: la Historia y la
Economía. La Historia Económica no puede
prescindir de ninguna de ellas; si cede en
uno de esos frentes se desnaturaliza y perdería
su identidad5. Asimismo, Gabriel
Tortella ha insistido en el cariícter "dual,
dubitativor' de la Historia Económica, y
apunta la "esquizofrenia"Qen la que se
encuentra, en muchos casos, los profesionales
al plantearse la metodología a utilizar, si
la del historiador o la del economista, y
aunque su respuesta es que no debe
-..-l..: ..-- 2- 1-" J-- ---- J.-LTACIUIIST
Inlksufla UT la3 UUD, CuImiaLa YUC
en muchos casos nos inclinamos por una u
otra. Según este autor, los métodos de una
y otra disciplina "no son comparables, no
son simétricos en torno a una imaginaria
línea divisoria entre ambas ciencias". La
,T:.,-..:. r- L.-.:-. ....- A - J-L:.-:.. '
1115~ul ldC LUI IUI I I ICL~ S e pucuc ucl l lul , Si
aceptamos una descripción amplia, como
una ciencia que trata de explicar los fenónienos
ecuiiíiii~icusd el pasado7. Pero estamos
de acuerdo con Cipolla en que una
definición como la propuesta necesita precisar,
por un iadu que se trata cie ia historia
económica del hombre, lo cual es limitador,
pero esta observación, que a primera vista
puede parecer obvia, significa que en el
análisis histórico-económico es necesario
tener en cuenta las peculiares características
iisioidgicas y psicoiógicas dei hornore,
tanto su racionalidad como su irracionalidad,
sus características mentales, sociales y
culturales, tanto a escala individual como
colectiva. Por otro lado, la noción dada de
Historia Económica ha de ser considerada
en sentido amplio, es decir, que debe entenderse,
y deben incluirse, no sólo la narración
de los hechos económicos, sino también
la historia de los hombres y de las
instituciones, así como las estrechas, y a
menudo inextricables, relaciones entre instituciones
y los acontecimientos económicos,
y entre estos últimos y las vicisitudes
sociales, políticas y culturales.
Las discrepancias han sido notables en
torno a este asunto. Para unos, la Historia
Económica es el estudio de las economías
del pasado strlctu sensu, esto es, el analisis
de las actividades productivas, de intercambios
y de consumo de las sociedades
humanas; los que así la entienden, historiadores
de la economía, por lo general con
formación de economistas, se sitúan en una
posición muy próxima a la economía aplicada.
Piensan que con la ayuda de los cálculos
estadísticos y de los razonamientos
analítico-causales, fundamentarán progresivamente
sus juicios históricos; paulatina166
A4ioirel Sirdvez Bosn
mente desaparecerán de sus interpretaciones
!m m ~ t i o d~os !m prnt?igenist?.s, 12s
personas actuantesx. El problema de estos
h.i storiadores económicos surge de la elec- , n.nn An 1-0 &nn,-<-e &-nmA-;n3" " q - 0 ln ,-OC,.1L L.".. u- LUd .'"L...d L L " L . " . & C L L U d Y"' " """'
ten útiles, ya que las teorías económicas
muestran "una despreocupada ignorancia
la gi3:or;U":f, u-,. L ---- -- -..-..--'-- JF V C L J U l l F I L JUYUZJIVa
que pueden ser ciertos para un determinado
lugar y tiempo, o pueden no serlo". Y
pai.a &s:ii-L&r esa n+cunciói.L de ui.La feo&
económica de una situación histórica, hay
que tener unos conocimientos y sensibilidad
iiisi61icus de ius que rnuciius ecuriumistas
adolecen. Asimismo, la Historia
Económica exige que sus practicantes
conozcan ios métodos imprescinciibies para
tratar los datos históricos (que son imperfectos,
insuficientes y, en muchos casos,
inexistentesj para situarios en su contexto,
ya que los "fenómenos económicos históricos
no tienen una existencia independiente
del entorno social, político, cultural, religioso
y físico en que tuvieron lugar"q.
Los otros, en cambio, piensan que la
Historia Ecunóniica debe referirse a la totalidad
social sin que sea conveniente prescindir,
si no es por razones estrictamente
analíticas, de ninguna de las variables, lo
que les escora del lado de la I Iistoria, y acusan
a sus oponentes de estrechez de miras,
falta de perspectiva histórica g preocupación
constante por las teorías económicas
en boga, así como por la preocupación creciente
por la sofisticación creciente de las
técnicas cuantitativas.
La colaboración no tiene por qué ser
imposible, al contrario es necesaria.
Siguiendo a P. Vilar, aunque los economistas
"buscan leyes generales, posibilidades
de intervención y verificación estadística" y
el historiador, por su lacio, "busca sobre
todo un principio de clasificación de los
datos documentales, un principio de ariálisis
para el estudio económico de los grupos,
un lenguaje preciso cuyo uso, por otro lado,
tiene que estar cuestionado siempre", lo
que significa persuadir a los historiadores
de que los modelos son meramente instrume
n t ~ s ,m é k n d ~ snr- 'n--t"o'-n toc para rcerc2rnes
al comportamiento de los mercados y de los
agentes que operan en dichos mercados; y a
SU vez 3 !es ~cezernistasd e !a travcendexcia
de la investigación histórica para el
avance del progreso científico, de que
A-l...- ~~-l.-..A -..-- L..--" A- L:--":AUCVCll
C L V V I U C I I J F C L 1 F U J UZ I I L V C J L I O C I L I V I L
vírgenes e inéditas, incorporando los nuevos
desarrollos en el análisis económico". Coi-[ lo i.,ü se si.g i.,.i ficar
la Historia Económica deba alcjarsc de su
carácter científico, pero sí que tiene su propiu
iriéiodu cieriiíiico. i d Eisivrid Ccur1611iica
aplica, pues, los métodos económicos e
históricos al estudio del pasado, dando a la
denominación pasada un sentido iato. Lo
que distingue a la Historia Económica de
otras disciplinas es, en primer lugar, el tipo
de preguntas que se piantea. Éstas nan de
ser de tipo económico, es decir acerca de la
oferta y demanda de bienes y servicios finales
o de los factores de producción; de las
funciones de costes de producción; de la
distribución de la renta; del nivel y composición
de la demanda agregada (consumo,
inversión, exportaciones netas); del comercio
exterior; de los impuestos y gastos del
Estado, etc; la Historia Lconóinica maneja
variables simples o agregadas y analiza
relaciones y fuerzas no inmediatamente
identificables con personajes históricos que
"escapan al control consciente de los propios
actores", por lo que es causa de
muchos problemas para los historiadores
tradicionales; así mismo maneja variables
cuantificables (lo cual no quiere decir que
no pueda utilizarse las fuentes orales)", y
utiliza el Corpus más relevante de la Teoría
Ec~riUmica'~a,u nque es muy problemática
su aplicación a la Historia Económica dada
la dificultad del establecimiento de leyes.
Es cierto que éstas son necesarias en el proceso
de explicación, como única forma de
descubrir el nexo causal eritre dos hechos,
económicos en este caso, del pasado. Pero
las generalizaciones en Historia Económica
deben considerarse como leyes probabilísticas"
, pues, como cl historiador cconómico
no puede controlar todas las causas de
un acontecimiento histórico, se halla imposibilitado
para establecer leyes determinísticas.
Ahora bien, una disciplina sólo queda
acotada cuando se explicita el objeto y el
m6todo que la justifican. Al responder a
esas preguntas se comprobará que la
Historia Econ6mica es una disciplina plural,
por- la enorme cantidad de Lemas y problemas
que constituyen la materia prima
del análisis, y por las variadas ópticas e instrumentos
aridlíticos ccin que lcis feii0rnrrios
económicos del pasado son tratados. La historia
oral comparte con el método histórico
iraciicionai diversas fases y etapas ciei examen
histórico. En principio se plantea una
problemática, ubicándola dentro de un proyecto
de investigación; en seguida desarrolla
los procedimientos heurísticos apropiados
en la construcción de las fuentes orales
que se Iia propuesto producir; al tiempo de
realizar esa tarea, procede con el mayor
rigor posible al control y crítica interna y
externa de la fuente construida, así como
con las conlplementarias y documentales;
finalmente pasa al análisis e interpretación
de las evidencias y examen detallado de las
fuentes recopiladas o accesibles".
No obstante, para precisar nos podemos
acercar más a una aproximación ae cudi es
el objetivo de la Historia Económica. Según
Topolski" viene a ser ni más ni menos que
ia expíicación cie ios iieciios econóinicos üei
pasado, y no su mera reconstrucción. Eso
implica que hay que establecer las relaciones
causales (que es el tipo de explicación
histórica) y los factores causantes de los
acontecimientos económicos; dicho de otra
manera, hay que responder a la pregunta
de por qué ocurrieron determinados hechos
económicos. Naturalmente, no hay que
renunciar a la descripción histórica ordenada,
que es imprescindible para conocer e
introducirse en el fenómeno que se trata de
analizar. TambiPn ayuda en Historia
Económica el recurso a las explicaciones
genéticas (describiendo cómo se generó y
evolucionó el fenómeno económico) o a la
estructural (cuándo los distintos elementos
se inibrican dentro del sistema con múltiples
relaciones).
Suscribimos la opinión de T. C. Barker
de que han sido de gran ayuda para la
"modernización de la disciplina (...) las
nuevas fuentes Iiistóricas. Las meticulosas
entrevistas a gente mayor con técnicas de
historia oral pueden llenar mucl-ios huecos
en aspectos como la comprensión de las
condiciones sociales ordinarias y las prioriclacles
persrinales pupulares, tan Irwueiilementc
distorsionadas por líderes y medios
de opinión. [,as fotografías o las películas
son viras fuentes aprvvechabies"'?.
111.- La pertinencia de la apuesta por la
historia global
Parece reconocerse que las mejores prestaciones
en Historia Oral se obtienen cuando
se logra la confluencia pluridisciplinar,
"tal como encrucijada de caminos, la historia
oral es un punto de contacto e intercambio
entre la historia y las demás ciencias
sociales y del comportamiento,
especialmente con la antropología, la
sociología y la psicología". Ello es así porque
este conjunto de disciplinas comparten
el mismo objeto, aunque, como ha dicho
Franco Ferraroti ':no se trate ae un objeto
fijo, dogmático, congelado. Se trata de un
objeto en movimiento que no debe reificarse
dogmáticamente, o sea en una perspectiva
ahistórica. Ya la autonomía de una
ciencia no se hace depender, como sucedía
hasta hace no mucho tiempo, de la, por así
decirlo, exclusividad jurisdiccional sobre
un dato objeto, entendido estáticamente
como un territorio preciso, "como una
reserva de caza", actualmente "la identidad
y la autonomía de una ciencia tiene
carácter operativo. La óptica propia de una
determinada ciencia es la de fundar su
especificidad y autonomía. La investigación
científica actualmente es esencialmente
multidisciplinar"".
168 Miguel Suárez Bosa
Ya desde mediados de la actual centuria.
muchos historiadores superaron el
rechazo que existía en la profesión a la evidencia
oral y se mostraron interesados en la
búsqueda de nuevos sujetos y fuentes de
información, e iniciaron la construcción sistemática
o de nuevas fuentes orales. Estos
prnmntor~sd e la m n d ~ r nhi~sto ria nral,
tomaron en préstamo muchos temas, problemas,
métodos y técnicas, que otras disciplinas
rocia!es ya hahiñn desarrn!!adn anteriormente
al enfrentarse con testimonios
orales. Ida antropología, a partir de su rica y
n n t imi i a t r l i r l i r i r í n -o t.n-n. n r i f i r = -ba...s-, a n n r t A 2 -r -- '-
historiadores nuevos métodos y técnicas de
trabajo, así como conceptos, temáticas y
pr&!cmas de nstUdios. Per otra parte, !u::
conexiones entre economía y antropología
son cada vez más reconocidas; la visión
L-l:rr;,- ,,-,:, A, A,.&, .'.1&:,, ,..,A, ,,, L L \ I I , J L L L " y1uy1c1 "C CJL'. "111111CL yUCUL y,,,-
porcionar una buena herramienta a la
Historia Económica, hasta el punto de que a
una rama se le ha denominado "antropología
económica"'! IJor poner un ejemplo de
interconexión, mencionemos el interés
actual que riiai-iiliesiaii los l-iistoriadores por
las cuestiones culturales o simbólicas, en los
estudios sobre las mentalidades y la formación
y evoluciói-i de las identidades colectivas
de los grupos humanos; especialmente
interesante es el uso de la antropología para
analizar !os aspectos ecoiióii-iicos de sociedades
no capitalistas, dadas las dificultades
de transferir a organizaciones sociales no
capitalistds los coriceptos teúricus de la economía
ortodoxa. La utilización de herramientas
tradicionalmente usadas en antropología
como las entrevistas etnográficas en
profundidad pueden ser eficaces para abordar
tópicos económicos .
Por su parte, !a sociología en el siglo XX
desarrolló con relativo éxito una metodología
de investigación con base en las hictorias
y relatos de vida, cuyo fundamento era
la evidencia oral. Estas investigaciones de
carácter sociológico, desarrollaron temas
amplios y niveles complejos de análisis, y
no sólo nuevos recursos técnicos, entre los
que sobresalieron el perfeccionamiento del
instrumento de la entrevista y el desarrollo
de algunos controles sobre la validez y
representatividad de la evidencia oral, así
como ciertos procedimientos metodológicos
para la producción del protocolo de
investigación actualmente aplicado por el
historiador oral Las cnnevinn~r~ n t lar ~
sociología y la historia pueden ser, pues,
sumamente positiva^'^.
L- conci&raciSfi cl_e y e t2 h&orirr orñ!
se constituye gracias al contacto pluridisciplinar,
nos lleva a apreciar como importante
e! u n n v t n nyl-.L0 nyi-ibnr-l-z 1 h"a-r-n v. l .n- n c ; r n l nmí l i r-ALvAvbA- ~r , ,
en particular el psicoanálisis. Básicamente
por la inclusión y la necesidad de considerar
!a cxiutcncia de otra:: dimcnsio~esd e !a
realidad, como es la inconsciente, especialmente
para el tratamiento de la información
-....l --.. ,.:,--1, ,.. 1- L:,4-..;- ,.-,..,.--..;-1
, , t a l , C , C u L y ~C~l t L a 1 k L a L u . L " L L , , t"caL"-'.
No hay que olvidar que a partir de la psicología
y sus derivaciones, se ha desarrollado
un aspecto fundamental en el oficio de historiador
oral, y que es la precaución metodológica
a través de la utilización de ciertos
controles sobre la geiieraciói-i y trato de la
información oral; así como reflexiones
sobre la peculiar relación que se entabla
entre el informante y el eiitrevistador y los
factores que afectan sobremanera la producción
y el carácter de las fuentes orales.
En relación con el derecho y su conexión
con la economia, especialmente en el
derecho consuetudinario, en muchos casos
no escritu, las fuentes orales pueden ser
especialmente valiosas; del mismo modo
que pueden serlo para aspectos relacionados
con la geografía económica y la ecología.
Esta fuente puede llegar a ser insustituible
para el conocimiento de actividades
económicas comunales (explotación de
montes, baldíos, etc), la transformación y
reordenación del medio a lo largo de la historia,
por poner algunos casos significativos.
La fuente oral, pues, puede ser tan válida
como cualquier otra, sea vista con la
relevancia que se quiera, sosteniendo que la
historia que se construye es tan válida
rnmn podría ser ; r q i i ~ P a~ I I rP~ sul tad e rnnsultar
fuentes documentales tales como
archivos y expedientes fiscales o policiales,
por ~jemplo. Así p ~ ~ p dseer 1.1tilizíida romo
método para crear y organizar documentos
transcritos procedentes de entrevistas graba&%
y p c i h ! ~It i!izlciSfi nncbrinr nrn-r
historiadores interesados en nuestro tiempo;
también, como una alternativa para reivindicar
!a histcri.? do !<?S y o ne han side
registrados objetivamente en las historias
oficiales, nacionales o internacionales; como
r 7 g r ~ p dv ~c~ =f4 cí i lcntoa otrns fücates,
que sirven para la comprobación fáctica o
ilustración de testimonios de postulados de
---L-L,.- L-L-:-- --L-Ll--:J-- J- --LA--.--. u u a C L c l CCVIICU C~LCIVICCIUUJ uc al L L c u L a I k u ,
o, en fin, para aquellos que consideran la
fuente oral en sí misma, y no sólo como un
mei u a yuy u &iirü u de iiubi~& Vi l cudiiiativa,
se puede decir que hay un amplio conjunto
de investigadores de la oralidad (sean
historiadores, antropólogos, sociólogos, etc)
que utilizan la evidencia oral como una
fuente muy importante, a veces asumida
como reacción frente al cuantitativismo
positivista que hasta hace décadas dominaba
a las ciencias sociales..
1V.- Territorios de la historia oral para la
historia económica
Se trata en esta sección de ofrecer una aproximación
a un catálogo de aspectos donde
la Historia Oral ha hecho aportaciones significativas
para la Historia Económica, y de
las perspectivas que ofrece en diversos
campos de la investigación, aunque no se
pretende hacer una relación bibliográfica
exhaustiva. Para ello nos basamos en las
aportaciones de los manuales clásicos de
historia económica que hemos tenido a
nuestro alcance. Por lo general, se reconoce
que la evidencia oral ha tenido en la historia
cconómica un papel relativamente
modesto, en palabras de Paul Thomp~on'~,
"en principio (participan) con un carácter
de corrección y suplencia de la fuentes existentes,
y en segundo (lugar), proponiendo
nuevos problemas a consideración". Sin
emhargo, no tiene pnr qiué asumir e~rlrisivamente
ese papel subsidiario. El propio
autor enumera una serie de campos donde
.la.. -H - i- ct.n- r.i- a-. -F r- nniímira ha cirln friirtífora, u - - - - .- - -. . - - - - - - - -
supliendo la falta de documentación estadística.
Lec ramnn., cL , rlo 9nl icoricín nirorlon car - - - . . .. . . ., . . Y----"
amplios y variados. (No profundizamos,
por evidentes, en las posibilidades que ofrece
en !es p-&!es 5graf~u)&. iz& zca !u ccanomía
informal uno de los ámbitos donde
las fuentes orales, con una visión antropo-
1/.,.:-- Le---- ..- ---- 1 --:-.:1--:-2- ---- IVF>ICU, L C I L ~ C L I L UII yayc~y u v u c ~ ~ a yu av ia
reconstruir los aspectos económicos de una
sociedad determinada. La gama de actividades
va desde las iii6s Íreiueiiies y rüiidianas
de los menos privilegiados -las cosas
que éstos siempre habían hecho para "conseguir
sus firies", pero que nunca habían
sido recogidas por la información oficial-,
hasta el extremo opuesto de la enorme cantidad
de dinero que circula a través de las
redes internacionales de actividades ilegales
o delictivas, pasando por las cuestionables,
incluso legales actividades de relleno
de las cuentas de gastos o "contabilidad
creativa" de las grandes empresas. En los
anos posteriores a la Segunda Guerra
Mundial fue la época privilegiada de términos
como "mercado negro", "economía
informal", "fuera de registro", que hacían
mención a actividades no recogidas por las
estadísticas oficiales. Las fuentes orales
pueden revelar la existencia de un sistema
extraordinariamente productivo que incorpora
gran número de personas en las elaboraciones,
circulaciones y consumo de bienes
y servicios, en su mayoría sin conocimiento
directo de los gobiernos".
El objeto de la vida económica es la producción
de bienes y servicios para satisfacer
las necesidades de los hombres y las
mujeres, naturalmente. Por ello, entre los
temas tratados por la Historia Económica,
el nivel de vida ocupa un lugar importante
y las fuentes orales pueden aportar y recoger
aspectos que de otra manera quedarían
170 Miguel Sudvez Bosn
olvidados. Para evaluar el éxito de un sisteima
ornn Amirn para cafi~f2cer !ac n~coci&- LA . . . --u A . - LA .- \ .. ,
des de la población hay que medir el nivel
de vida, que refleja los recursos y la tecno-
10'3 do ~ i l ? si ~ c iedad,p ere también. su O&
ciencia y equidad, que denuncian la distribución
de la riqueza, su organización legal
c.G c,-. -.- .. --l:':n-
O"""' rv,,LLC,, !üdcsccvnomius,
como pueden ser la polución, los ruidos o
la desig. ual distribución de la renta2'. El . L.. 2- ,.-L-- c--L L-
~ ~ C U I L U C ~ L I Uuc~ ~C~UCL UU~ L ~ C C U L T D iia cuiiuucido
a los historiadores económicos a integrar
en el análisis otros aspectos históricos
d e ius i ~ d d i ~ i u ~ l d iCeUsII,L U id puiíiic'i, id5
relaciones legales y sociales e incluso la ideología.
Entre los temas que Dautonz: considera
importante tratar para analizar ios iactores
en la asignación de recursos está el de
las relaciones laborales y los métodos de
trabajo. Por ejempio, si ia mano ae obra es
cara en relación al capital es aconsejable
introducir la cadena de montaje y la producción
en serie; y al contrario, si la mano
de obra cualificada es barata respecto al
capital es preferible mantener los métodos
tradicionales de producción artesanal.
Importa también conocer si los patronos
están interesados en arrebatar el control a
los trabajadores y sus sindicatos e implantar
un favorable sistema de disciplina y
control del proceso de trabajo.
En la industria las fuentes orales pueden
suplir la falta de agregados estadísticos
referidos a salarios reales, horas de productividad,
etc, que se han apoyado sobre
documentación inadecuada o sobre conjeturas.
Las fuentes tradicionales se han evidenciado
absolutamente insuficientes para
mostrar el staiidau de vida o para el estudio
de muchas industrias de primordial relevancia,
cuando la extracción de minerales
tenía una de sus bases en pozos y minas de
pequeño tamaño, o eran de tipo familiar.
Los mttodos de trabajo pueden ser sacados
a la luz por la historia, por ejemplo, en la
industria del automóvil, según cita el propio
Thompson2'; a la industria pesquera,
donde predomina la pequeña empresa y el
trabajo temporalz4T. ambién la práctica oral
m o r m i t o -A .. .. - - r o r i i n o.r. .a.r- o- c t.r i i r t i i r 2 c A -. b -A . - . .. prGdLiCtiJ~2c
basadas en el trabajo artesanal supeditado,
en muchas ocasiones, a la agricultura, que
surteritadur de ~ f i a & fCcron
aniquilados por estructuras industriales
más complejas2'.
l2- 1- -,...:A..lL....- 1- -..;A-m":- -..-1 -0
L." 'U "bu'"""'" '" """""C'" "'U' "a
indispensable sobre modelos normales de
trabajo o las variaciones en el nivel tccnoló-
-:-- J- 1 J-L---:--2- A - . - < 1-
t ; i ~uu c U I L lutjal u c i r ~ ~ ~ i i i i a u~ uY. U lIa
aportación de la antropología, la sociología
o e incluso el folklore ha sido importante.
i u s esiudius subre ius piruiius curiiieiudi~
a dar abundantes resultados sobre la historia
de la empresa, que puede ser sobre la
gran empresa pero es especiaimcnrc importante
para la familiar, siendo la historia de
vida interesante en este campo. Las transformaciones
aei paisaje, ei aprovechamiento
de los pastos comunales o de los montes
y bosques (frecuentemente clandestinamente)
o, en fin, en actividades en vías de
desaparición (extracción de sal marina,
fabricación de cal, etc), la aportación de la
evidencia oral puede ser ii~sustituible'~.
Se señala asimismo una importante vinculación
entre la historia económica y la de
los descubrimientos tecnológicos y científicos,
y nos puede acercar a las penurias,
titubeos e incertidumbres que conllevan los
descubrimientos científicos y sus aplicaciones
y a situar al científico en su ambiente
social.
Quizá sea la historia del trabajo donde la
historia oral ha dado sus más interesantes
frutos. La evidencia oral adopta en, este caso,
diversas fórmulas. Va desde las simples biografías
y autobiografías de sencillos obreros
no sindicados a militantes y dirigentes a servir
para ampliar información sobre acontecimientos
específicos de historia del trabajo;
pasando por el análisis de la organixación y
el proceso del trabajo en sí, la tecnología
empleada, la experiencia del trabajo y las
relaciones que se derivan. Puede ser aplicada
en diversus campos: trabajo portuario, textiles,
operadores de tel6fonos, mineros, etF7.
Historia oral e historia económica, colaboración desde la interdisciplinariedad 171
En la historia de la empresa la utilizaci6n
de fcontec era!es se enricpece sin cesar
con nuevos trabajos, a menudo difíciles de
realizar ya que en su conjunto las firmas
concedeIi peca i ~ p e r t a ~ i cai z!a censoriación
de documentos antiguos y cuando los
poseen se muestran reticentes a confiarlos a
1-.- ~ ; O + ~ A ~ A - * -AC. '""" '"'""""""" ..,* 'n".,UA"n".-:"A" '" ,A '""' '"" t
den malzR.
V.- LÍ; aiivrkaci&íi de la historia a !a
historia de Canarias
No deja dc ser sorprendente el cat6logo dc
L . . - l - - : - - 3- TT:-L-..:- J- f- :-- -..- 1 ...-
i1auaju5 uc I I I D L U I I ~ U T ~ a l ~ a l ~YUaC5 L I ~ L L
utilizado las fuentes orales desde las más
variadas disciplinas, aunque aquí sólo menciuriairius
aqueiius que uiiii~dnid s íueriirs
orales como prioritarias. Esta proliferación
puede tener que ver con la secular ausencia
de henies escritas para muchos aspectos de
la historia dc las islas, lo cual ha hccho
imprcscindiblc recurrir a fuentes orales.
Cultivo de la tradición oral propiciado también
por colectivos de investigadores, que
se han propuesto impulsar la Historia Oral;
sin embargo, a pesar de interesantes intentos2',
no parece terminar de asentarse definitivamente
en la institución universitaria;
otras experiencias desde fuera de la
Universidad han tenido una difícil e irregular
trayectoria"'.
Asimismo, han surgido formas experimentales
de trabajo con fuentes orales
especialmente innovadoras, que no han
tenido resonancia hasta hace poco. Son
expericncias, en muchos casos ligadas a un
compromiso sociocultural y a procesos de
búsqueda identitaria que aparecen en comunidades
marcadas por bruscas rupturas
socioeconómicas o por procesos políticos
complejos. Cirilo Lcal vicne trabajando en
distintas dramatizaciones desde 1975, entre
las cuales se cuentan Los ernigraiites claridestirlos,
o El teatro Caníbullóiz -forma particdar
de trabajo de los rnuelles carrarios". Igualmente
pionero es el trabajo que el "Colectivo de
.1. 3 A lAo3", CIrbnidee r, estú. comarca de Gran AA--..
Canaria, desarrolla desde 1978, para la
recogida de tradiciones populares como
bailes, cafiCiellec, ; . .nmn~ uFL;-u tL.d., 910" LrVin-Lc-utci imbres,
con una doble vertiente: la construcción
de un taller etnográfico y la recupera-
,.;/.- A- &..AA;n;---,- A,j,.A,.- ,&,', -,, -1 L . " A L LL' L.'*-.'L"..&a U' UL,'.., ',L.c&., y"' 'A
acelerado cambio económico que el desarrollo
turístico supuso en esa comunidad
A- l,." ...z-"" ---- 6-
C ~ ~I V aJlt u> JCJCILLC~ .
También es posible citar obras de contenido
cconómico. Particularrncnte rica es la
apoi.tociíi.dLe as.peiLos ec"iiCmii o-aLii i.iJyulógicos
a través de los estudios realizados
en la FEDAC. Caridad Rodríguez Pérez-
Gdidób y SU equipo viene trabajando svbre
la involución de determinados oficios propiciado
por los cambios socioeconómicos3';
también sobre un rengión de ia economía
en retroceso: cl pastoreo ganad~r í a ?E~s.ta
institución viene impulsando estudios
sobre oficios tradicionales, en vías de extinción:
salinas, trabajos artesanales, uso y
explotación de los montes públicos'" conservación
de hornos de pan, hornos de cal,
evolución del paisaje, etc. También se han
realizado trabajos sobre economía marginal
(cambullóii)" y otros oficios ya desaparecidos,
como los neveros del Teide'".
Lo expuesto para Canarias nos lleva a
considerar la utilidad y el interés que la
Historia Oral tiene para el estudio de nuestro
pasado social y económico. Por tanto,
parece necesario la introducción de esta
metodología en los estudios universitarios,
con el suficiente rango para estimular en los
futuros investigadores su aprendizaje y
uso. Es conveniente, asimismo, tratar de
aunar voluntades y conjugar los esfuerzos,
tanto los espontáneos como los de carácter
más acadén~icos, para realizar proyectos y
estudios con el necesariu rigor científico
que permita una niejor aproxiniacióii a
nuestra historia.
172 Miguel Suárez Boca
NOTAS
1 Una versión de este artículo ha sido
presentada a la X Conferencia de Historia Oral,
celebrada en Río de Janeiro los días 14 al 18
de junio de 1998.
2 En Thompson (1988, pp. 305-313) se puede
encontrar un repertorio de los campos de la
historia económica donde la historia oral ha
sido utilizada.
" n, ... :. ..- - - .- ~ . < 2 1. ..... J -
J VVVICIIIIUU, LIYUL, P U L CULIUIUCICLIILI 3 U y C l d U b ,
la polémica de si la Historia Oral debe ser
considerada meramente como una fuente
ailuiliar ~ I I ~P n l soir ve para ciihrir los hileros
imposible de llenar con otras, o, por el
contrario debe considerarse como un tipo de
historia con entidad en sí misma.
4 THOMPCO(1N9 88, p. 14).
5 Según opinión de Carlo M. Cipolla en el
"Prefacio" a su obra Entre la Historia y la
Economía. inrrociucción a ia Historia Económica.
(Cipolla, 1991, p. 10).
h Esta posición de "esquizofrenia" la menciona
en el "Prólogo" al volumen colectivo La
nueva historia económica. Lecturas seleccionadas,
editadas por T. Temin (Tortella, 1985,
p. 13) y la cita también Carlo M. Cipolla
(Cipolla 1991, p. 112).
7 Aunque es fácil confeccionar breves definiciones
de IIistoria Económica, ésta es una
tarea poco provechosa, tal y como afirma
Coleman, aunque él dio la suya: "el estudio
de los aspectos económicos de las sociedades
del pasado ..., o el examen del comportamiento
pasado de las economías" (COLEMAN,
1985).
8 Ver Boehme (1981, pp. 28-29).
9 CULEMA(1N9 85).
10 COLEMA(~1X98 5).
11 TOPOLC(KTOI POLCK19I,8 2) suscribe la necesidad
de las leyes en la explicación de la Historia
Económica, pues es el único método científico
para descubrir el nexo entre hechos individuales,
pero no leyes deterministas como
opinaba McCleland (McCleland, 1974).
12 ACEVELS OZANO(1 994, p. 144).
13 TOPOLS(K19I 81, p. 12).
14 T.C.BARKER(I~~~).
15 FERRAHO(1T9I9 6, pp. 87-88).
16 Ver PLATTNE(1R9 91) y GLADWI(1N9 91).
17 GLADWI(N19 91, p. 556).
18 Las conexiones entre ambas disciplinas
pueden ser fructíferas, tal y como han
argumentado varios estudiosos en el
monográfico "Historia v Sociología" que le
dedica la revista Historia, Antropología y
Fuentes Orales, n" 16,1996 (2"poca).
19 P. THOMPCO(N19 88, p. 86). Para España
puede encontrarse un estado de la cuestión
en Borderías (1995).
20 Incluimos aquí las actividades económicas -
&jii.ibüci& e ii.,c:üso coiisuii.,oque
eluden o son desestimadas o ignoradas
por el sistema nacional de cuentas del
~s t a d nV. er E s t ~ l lSi m~ ith !1991í p p 399-4(11).
En nuestro caso hemos estudiado la
economía informal portuaria que se generó
en los puertos canarios (conocida como
"cambullón"), especialmente en la posguerra
en Millares Cantero y Suárez Bosa (1996) y
Suárez Bosa y otros (1997 ); también ha sido
estudiado Cubas y otros (1994).
21 Esta es la opinión de R. Floud (1985).
22 DALITO(1N98 1).
23 THO~~FS(O19N8 9).
24 P. T H O M ~(1N983 )
25 A. CALZADyA R . C. TORREaSn alizan el caso
del País Valenciano, donde antiguos oficios
artesanales evolucionaron hacia formas
productivas industriales (CALZADYA T O R I ~ ,
1995).
26 Véase mis adelante las referencias sobre
Canarias.
27 Para las telefonistas véase el excelente trabajo
de Borderías (1993).
28 Así lo expresa, por ejemplo para Francia D.
VOLDMA(VNO LDMA1N9,9 1, p. 151).
29 Como el que más adelante se comenta de
Hernández Rodríguez, Iglesias Hernández y
Quintana Navarro , estableciendo pautas
para el estudio de algunos oficios tradicionales.
Estos profesores pusieron en marcha un
Taller de Historia Oral en el seno del
Departamento de Ciencias Históricas de la
ULPGC con la finalidad de "estimular la
realización de proyectos de historia local
desde las aulas a partir dc la utilización de
fuentes orales y gráficas" (p. 319). Llevaron a
cabo una experiencia en el municipio de
Teror y proporcionan un esquema teórico y
realizar trabajos de Historia
Oral.
30 Un grupo de profesionales crearon en 1993 la
Asociación Canaria de Historia Oral con la
Historia oral e historia económica, colaboración desde la interdisciplinariedad 173
finalidad de desarrollar proyectos de
investigación y la creación de un archivo de
fuentes orales. Ha realizado algunas
investigaciones pero sin continuidad.
Podrían ser un marco de encuentro e
impulso para este tipo de iniciativas.
31 Según una ponencia presentada a las 1
!~rna&s do Histeria Gr-.!, cn!rhraYx cr. Las
Palmas en 1994.
32 Sobre este aspecto ha elaborado una Tesis
Doctoral con el título de "La involución
sobre los oficios artesanales en Gran Canaria,
entre los cambios socioeconómicos y medio
ambiente". Fue leída en 1992 y verá pronto
su publicación.
33 Su Tesis de Licenciatura lleva por título "El
pastoreo tradicional en Gran Canaria".
34 Los trabajos de González Navarro (1996) y
Murcia Suárez profundizan en otros
aspectos; el propio Lonzález Navarro trabaja
actualmente en el uso de los montes
públicos, particularmente el carboneo.
35 pnrticd!arir.er,:e e! "cambü&i-," ciii-,c;ial;"
el interés de varios estudios antes citados.
36 En el nQ 1 de la Revista Tenique, se recogen
varios casos: mientras qiir I.nr~n7nP wma
(1988) hace una incursión para otros campos
propicios para el cultivo de la tradición oral
como la alimentación, el trabajo del junco,
etc.
174 - - Miguel Siuívez Boca
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