VEGUETA, Número 2,19951996, (181-192) 181
Sevilla,
motor financiero
del comercio canario.
* U~iivtirsidadd e Las raimas de Gran Canarid.
Comunicación presentada al 11 Congreso de Historia de Andalucía
182 Llisa Torres Surituna
L as relaciones del archipiélago canario
con Andalucía han sido intensas a lo
largo de la historia, en particular durante el
Antiguo Régimen. Ya a fines del siglo XIV
se habían producido navegaciones andaluzas
al amparo de la corona castellana, en
torno a las islas Canarias, dándoles el relevo
a los mallorquines y catalanes!.
Es más, desde el mismo momento de la
conquista se registra la participación de
muchos andaluces que intervienen en ella,
tanto como conquistadores, como posteriormente,
una vez finalizada ésta, como colo-
.~-~--rv üan ~ u~i c iordi es tacadas aentro de ia
nueva estructura social que se estaba formando:
clérigos, regidores, comerciantes
etc..'.
Al conocimiento de esta historia común
han contribuído los trabajos ya mencionados
y otros que no lo serán en esta ocasión,
pero sobre todo, la ingente labor desarrollada
por los Colvquios de Historia Canario-
Americana, ya por su XI edición, en los cuales
han trabajado muchos historiadores
andaluces y canarins.
Toda ésta publicística nos sirve para
afirmar aún más las relaciones constantes
que tienen como ámbito: las artes, la cultura,
la economía, etc.; generando una serie
de influencias andaluzas que aún hoy en
di^ son pcrcep:ib!es en e: U L L ~ ~ ~ ~ ~ I I I U ,
(barrio de Vegueta), en la toponimia (calle
de Triana), e incluso en el habla de los canarios.
Sin embargo, nos interesa a nosotros
destacar básicamente lo que significaron las
relaciones comerciales establecidas entre
Andalucía, especialmente Sevilla y Cádiz,
con las islas Canarias. Como asimismo la
incidcncia que pudieron tener en la economía
y sociedad grancanaria de principios
del siglo XVII, período que abarca nuestro
estudio.
Ya desde finales del siglo XV y comienms
de! XV! so inicia e! intercnmbio de productos
del área andaluza. sobre todo Sevilla
y Cádiz, con el archipiélago canario. De
Andalucía se enviaban productos agrícolas:
aceite, vino, olivas y manufacturas diversas
con predominio de la loza, alfarería y otros
de origen metálico, como las calderas y las
armas.
Mientras que de Canarias, por lo general
se enviabon con cl destino contrario.
azúcar, y esclavos, además de orchilla,
maderas y cereales3.
Durarite el siglo XVI, la situación no se
alteró básicamente, afianzándose Cádiz
como mercado intermediario en la distribución
en la l'enínsula de los productos canarios
hacia otras zonas andaluzas como
Málaga y Sevilla, y hacia Europa.
El azúcar y la orchilla continúan siendo
los productos más exportados de Canarias
con ese destino. La conserva ocupaba el tercer
lugar en el escalafón de los productos
importados dcsde Cádiz4.
1.a sitiiaci6n con $evi!!a P.^ diferia cun
respecto a la anterior, al menos en lo que se
refiere a productos importados, aunque si
con respecto al volumen. Cádiz se situaba
por encima, quizás debido a su buena posición
geográfica, confluencia de las rutas
atlánticas y medilerrárieas. Sevilla importaba
básicamente cereal y harinas destinados
a paliar probablemente sus deficiencias al
respector.
Las mercancías importadas desde
Andalucía continúan siendo las mismas;
además de los productos alimenticios, aceite
y aceitunas, continúan presentes los :
jabones, esparto y la loza".
A comienzos del siglo XVII podemos
precisar que no se ha producido un cambio
sustancial, Sevilla y Cádi7 continúan su
intenso comercio con el archipiélago canario,
actuando como mercados redistribuidores
hacia otras áreas peninsulares, españolas
y portuguesas, de los productos isleños.
Cádiz se sitúa en la cabeza de la recepción
de inavíus cuyu puerto originario estaba
en Canarias. recibiendo básicamente
Sevilla, motor financiero del comercio canario. 1600-1625 183
orchilla. Mientras que Sevilla en una posición
menos destacada era receptora preferentemente
de azúcar. Con carácter periódico
se efectuaban envíos de: cereales y
maderas.
La situación pues, con respecto a las
centurias anteriores no se había modificado
sustancialmente, sólo varían alternativamente
los productos recibidos en uno y
otro mercado. Como tampoco se experimentaron
variaciones significativas en las
importaciones que continuaban siendo las
mismas: productos agrícolas y manufacturados
de ios ya señaiados7.
El desarrollo de la actividad comercial
entre Canarias y Andalucía generaba lógicamente
la realización de una serie de operaciones
mercantiles y financieras destinadas
a hacer posibles los intercambios.
Nos interesa estudiar sobre todo en qué
medida se financiaba el comercio canario
con Andalucía, en particular con Sevilla,
de qué instrumentos de crédito se valían los
mercaderes para hacerlo posible.
Las letras de cambio. Gran Canaria-
Sevilla.
Las letras de cambio eran uno dc los instrumentos
de crédito ampliarnentc utilizados
en el siglo XVI, pero con un origen bastante
anterior, r e r i ~ u ~ i i ~ ~ i dsrugsúeii aiguiius
autores hasta los musulmanesR. Sin embargo,
en Europa comenzaron a utilizarse de
forma generalizada como papel moneda en
el primer cuarto del siglo XIV'.
En un principio se usan para el cambio
y transferencia de fondos, pero pronto se
convierten en un instrumento de crédito,
quedando el interés oculto por el porcentaje
del cambio, con lo cual no se dcspertaban
las inquietudes de los teológos que tan suspicaces
se mostraban en el tema de la
usura.
Con el transcurrir del tiempo la letra de
,,-h;, 0, Lin mrirl;f n ~ n r l n~r ar l~ntanr in2 L,.LLLL,L" OL A". ...<,-..LL-~L-., J ---y --L.--z
las nuevas necesidades del comercio y ya
en el siglo XVII se había desarrollado de
una forma extraordinaria, permitiendo el
endosolJ.
En un principio la letra de cambio era
un cheque dirigido a una plaza extranjera y
consignada en una moneda distinta a la de
origen. Si el tomador viajaba con ella intervenían
tres personas,. el librador que la
expedía, el tomador que la transportaba y
cobraba y el librado, que la aceptaba y
pagaba.
No obstante, podía suceder que el tomador
designase a otra persona que cobrase
erl su rwrrilre, cu~liü 1 u d paiiicipabain C U ~ -
tro individuos.
La situación se podía complicar aún
más cuando la letra no era aceptada, se protestaba
y comenzaba a recargarse con unos
intereses que solían variar. Por medio de
ésta última fórmula llegó a convertirse en
un verdadero instrumento de crédito permitiendv
los pr6stamos".
Las primeras letras de cambio documentadas
en Canarias se sitúan a principios
dcl siglo XVT1?, aunque se sabe de su existencia
con anterioridad ya desde fines del
XV. Según Otte la falta de moneda corriente
en Canarias, en lo cual coinciden varios
autorcs", propició la ausencia de cambiadores
a principios del siglo XVI, corriendo el
ci&diiu a de los ii.,elca~eies ter,:-
an incidencia en el comercio internacional.
Esa misma situación se mantiene en la
época que nos ocupa", notándose una gran
actividad mercantil amparada en las letras
de cambio, que funcionaban para el comercio
exterior, básicamente peninsular, y para
el comercio regional o interinsular, o sea de
isla a isla del archipiélago.
En el siglo XVI, Canarias, en particular
Las I'almas, tras Medina del Campo y
Valencia, ocupaba el tercer lugar en importancia
en la red de cambios de Sevilla". Con
respecto a los comienzos del siglo XVII, la
tendPIICi2,nr -nAr mY--i o homnc nndirin rnmprobar
sería la misma, a falta de estudios
134 Elisn Torres Santana
más pormenorizados con respecto a la isla
de Tenerife LI otras del archipiélago, como
podría ser La Palma, que se muestra bastante
activa en la emisión de este instrumento
de pago.
Si con anterioridad afirmábamos que
con Cádiz existía un mayor volumen de
comercio, respecto a algunos artículos
exportados de Canarias, debemos de decir,
que por el contrario la relación financiera
era bastante siiperior cii11 Sevilla. Lo cual
nos indica iin posible reparto de papeles
entre las dos capitales andaluzas.
,-;A;- --* o,. -e:-.. -:&.."-:L.. :- -1
--.AL& y,,, .,u "","' ' " L U U L L < " L CALC, F' cL
mayor volumen de mercancías, y Sevilla
por SUS condiciones económicas actuaría
curriu centro bancario y financiero.
Hemos contabilizado un total de hasta
61 letras de cambio, en el período estudiado,
cuyos librados estaban en Sevilla, lo
cual significa que era en ese lugar dónde se
encontraban los capitales, sobre todo en lo
que se refiere al comercio con Canarias. Es
más Sevilla en la época continuaba teniendo
el atractivo del con~ercioc on Indias, y la
vinculación que con él se podía
mantener,tal como algunos documentos lo
~eña l an'T~a.m bién hemos de precisar que
esta cifra de letras no representa una cantidad
absoluta, sino que son las que aparecen
sultados, que tampoco son todos los que
podían haber sido escritos, dada la pérdida
de algunas escribanías, y por las características
específicas que tiene esta documentación.
El estudio que vamos a realizar se circunscribc
a la parte oriental de Canarias:
Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria,
especialmente a esta última, dado que de
las otras dos islas poseemos sólo datos dispersos.
Y porque como demuestra Otte",
era la cabeza del archipiélago, y nosotros
pensamos que al menos en lo que se refiere
a! primer cüñito del siglo A'v'ii cul~tii11udLd
siéndolo. Si el papel de Gran Canaria
podría cuestionarse en lo que se refiere a la
totalidad del archipiélago, no sucede lo
mismo con respecto a las dos islas antes
mencionadas: Lanzarote y Fuerteventiira,
aspecto éste ya estudiado por no~otros'~.
Hemos realizado una serie de cuadros
que nos han ayudado a organizar y sistematizar
unos datos, por otra parte bastante complejos,
que nos aportan los documentos notariales.
En primer lugar nos parece interesante
comenzar por precisar quiénes eran los libradores
de dichos instrumentos de pago.
El lihradnr era el personaje que emitía la
letra para efectuar un pago en beneficio de
un tercero'? Nos interesa por lo tanto porera
c! ir.rlis~iri~yo ~ pc ~ ncir, ~mu rcho y--
Mercaderes 10 16'3% Gran Canaria 17 27,8%
Administración 17 27,8% Tenerife 12 19,6%
Clero 1 1,6% La Palma 25 40,9"/0
Músico 1 1,6%
No consta 32 52,4% No consta 7 1,4%
Total 61 Total 61
Fuente: protocolos notariales.
Elaboración propia.
Sevilla, motor financiero del comercio canario 1600-1625 185
la dináinica del intercambio; que habiendo
realizado un negocio debía proceder a su
finiquito.
Si nos atenemos al cuadro anterior nos
encontramos con que la mayor parte de las
letras emitidas, e1 40'9%, lo son en la isla de
La Palma, llegando incluso a superar el
porcentaje de las emitidas en Gran Canaria,
que se sitúa en la segunda posición con el
27'8% y Tenerife con cl 19'6%. En última
iristdiicia, una serie de ellas donde no consta
el lugar de emisión, un 11'4%.
Observamos también como la profesión
de los einisarios de ias letras está pcrieciamente
señalada. En primer lugar, son los
personajes pertenecientes a la administración,
caso de los regidores, como José LLarena
un vecino de Tenerife'", o un Juez de la
Casa de la Contratación de la isla de La
Palma, Juan Maldonado''. Tiene que ser así
dada la complejidad de las clasificaciones
pmf~sinnaleesn el Antiguo Régimen, cuando
un solo personaje ejercía varias actividades
de manera simultánea, como es el caso,
por ejemplo de Cristóbal Cachupín, contador
del Cabildo de Gran Canaria, pero al
mismo tiempo uno de los más activos carg
a d o r ~y ~rr irrcadrres de la isla, además de
dueño de uno de los ingenios de Gran
Canariaz2.
Asi pues, partienao de ia compiejiddd
de ese epígrafe que engloba a los personajes
de la administración y haciendo constar
que algunos de ellos simultaneaban varias
actividades, nos encontramos con que el
sector de la administración ocupaba el
27'8%, seguidos muy de cerca por los mercaderes
con un 16'3% y otras profesiones
rnn iin carácter bastante más minoritario.
Es de destacar no obstante el alto porcentaje
de personajes que no hacen constar su profesión
en los documentos, lo cual nos irnpide
precisar aún más. También es cierto que
algunos de ellos se reiteran a lo largo del
períuciu cu~iiü es el caso de !os hermünos
Eernán y Bartolomé Pinto, vecinos de La
Palma, que aparccen hasta 4 veces emitiendo
letras con destino a Sevilla, lo cual nos
induce a pensar cuál era su verdadera profesión,
aunque ellos no lo hagan constar
expresamente.
Ello quiere decir que el número de mercaderes
se engrosaría bastante si pudiésemos
especificar aún más el apartado de "no
consta", como también significa que el origen
dc las lctras de cambio intercambiadas
entre Gran Canaria y Sevilla, estaba en operaciones
mercantiles realizadas en la isla dc
La Palma.
El tomador era cl que recibía la letra en
pago de la transacción efectuada. Si él persuiiaimriiir
i-ealizaba e! viaje y prcscntaba
Mercaderes 7 11,4% Gran Canaria 57 93,4%
Administración 11 18,0% Lanzarote 2 3,270
Clero 20 32,7% Cádiz 1 1,6%
Mareantes 1 1,6% Fuerteventura 1 1,6%
Aristocracia 2 3,2%
No consta 20 32,7% No consta
Total 61 Total 61
Fuente: protocolos notariales. Elaboracidn propia.
186 Elisa Torres Saiitaiia
la leti-a d que i&íd de pagaria, intervenían
sólo tres personas en la operación, pero si
por cl contrario, él nombraba a otros para
que le representaran y cobraran la deuda,
entonces intervenían cuatro, complicando
la operaciónz'.
Con respecto al cuadro anterior observamos
cómo la situación se altera basicamente
con respecto a los libradores; ahora
la mayor parte de los tomadores son vecinos
de Gran Canaria, el 93'8%, y cuando no
lo son , residcn ocasionalmente en la isla o
se declaran estantes, posiblemente el tiempo
necesario para realizar su negocio. Tal es
el caso, por citar un ejemplo del mercader
francés Juan Perier", que recibe una libranza
de otro mercader francés residente en La
Pü!mü, para d x a r en Sevilla. N Ü L I ~ L I ~ I ~
asimismo dos apoderados, también residentes
en la ciudad del Betis, franceses y
rriercaderes. Todo ello no es más que otro
indicio de la compleja red comercial y
financiera establecida cntre Canarias y
Sevilla, en la que los mercaderes franceses
tanto tuvieron que ver ''.
Los demás porcentajes son mínimos en
comparación con el cuadro anterior, aunque
sería necesario destacar la aceptación
de dos letras por parte de la marquesa de
Lanzarote y de un vecino de Fuerteventura
únicos ejemplos referentes a esas dos islas
qiie han side onmntrzdcc.
Las profesiones de los tomadores de
ietras también cambian significativamente
con respecto al cuadro 1. Si antes el sector
que denominabamos administración, cuyo
criterio de selección explicábamos y seguimos
manteniendo, ocupaba la primacía,
ahora es superado por el de los personajes
pertenecientes al clero, sobre todo aquellos
que aparecen vinculados al Cabildo Catedral,
lo cual nos ~ I I P i~nd~icPar la importancia
del comercio del cereal entre Gran
Canaria y Sevilla, como ya se ha señalado
con anteriuridad. TambiCn puede suceder
que buena parte de estos clérigos del Cabildo,
como personajes de recursos que eran
estuviesen en disposición dr poder efectuar
préstamos a los mercaderes o a otros personajes
que necesitados por otras circunstan-
~idbd, cuciiesen a eiios en busca de una solución.
O incluso, podrían actuar en cumplimiento
de mandas testamentarias, como es
el caso de dos canónigos de la Catedral de
Las Palmas, Bartolomé Cairasco de Figueroa,
afamado poeta canario, y Gaspar de
Martínzb, que toman una letra de Cristóbal
Cachupín, para a su vez darla a su protegido
Gonzalo de Quintana Betancor, que la
cobrará de Rodrigo de Tapia Vargas, correo
mayor de Sevilla, para poder finalizar sus
estudios.
En tercer lugar, un 11'4% de los tomadores
son mercaderes, lo cual sigue siendo un
irdice de !a existeniid de id dcii~idddm ercantil.
Sevilla, motor financiero del comercio canario. 1600-1625 187
Siguiendo los mismos criterios de clasificación
hemos elaborado un cuadro para
los librados, aquellos personajes sobre los
cuales recae la obligación de pagar, precepto
éste que no siempre se cumplía y que
podía dar lugar a los protestos y recambios.
En esta ocasión ya se perfila el carácter
estrictamente mercantil y financiero de
estas operaciones de pago efectuadas con
letras de cambio. Pues como bien señalan
los profesores Otte y Lobo para el siglo
XVI, la ausencia de moneda corriente en
Canarias propició que el crédito estuviese
en mñ n n s de los m ~ r c a d ~ irm~psli radns en
el comercio internacional y con residencia
en Sevillaz7, tal como continúa sucediendo
en la época cstudiadci por nosotros.
En un 96'7% de los casos las personas
que tenían la obligación de pagar residían
en Sevilla, lu cual rio quiere decir que sean
sevillanos necesariamente, pues si revisamos
el cuadro del Apéndice nos encontramos
con que podemos establecer la relacion
en el cuadro IV.
Había pues entre los pagadores de las
letras, una interesante presencia de flamencos,
lo cual dada la época, primer cuarto del
siglo XVII, concuerda con la tesis del profesor
Morales Padrón, sobre que ellos fueron
los sustitutos de los genoveses en la vida
rron6mico-mercantil sevillana2Hll.e gando a
Flamencos 7 18,4"/0
Ingleses 2 5,2%
Purhigueses 2 52Y0
No consta 27 71,0%
Total 38
Fuente: protocolos notariales.
F_nrE&n nrnnG
r--r---
adquirir tal importancia que Felipe 111 les
permitió crear su propio Consuladoz'.
La presencia de ingleses y portugueses
también está perfectamente documentada
en la Sevilla de fines del siglo XV, por lo
cual no debe cxtranarnos quc continuen allí
un siglo después0. Sí debemos de precisar
que posiblemente el número de portugueses
fuese mayor, por la relación tan importante
que mantenía Sevilla con Lisboa, pero
son difíciles de detectar por la grafía de sus
apellidos, que en muchos casos era similar
a la española. Ahora bien, si podemos aportar
más datos sobre como la relación comercial
de Gran Canaria con Lisboa pasaba en
muchas ocasiones por Sevilla. Así pues, a
modo de ejemplo, tenemos un documento
mediante el cual dos mercaderes lisboetas
que se van a trasladar a Gran Canaria, reciben
crédito de un tercero también lisboeta,
unos 600 cruzados para emplearlos en
"vinos y otras haciendas", que serán pagaderos
pur Manuei López nome, vecino ae
Sevilla, de origen portugués". Este mismo
personaje aparece como librado de letras
aceptadas por vecinos de Gran Canaria y
emitidas en esa misma isla".
Dentro de ese alto porcentaje dc mcrcaderes
un 71'0% que no especifica su procedencia,
podrían incluirse muchos andaluces
con toda probabilidad. IZesulta sin duda
bastante significativo que de las 61 operaciones
registradas, 20 de ellas, el 32'7% sean
letras libradas sobre el merca~lerR uy Pérez
de Cabrera, vecino de Sevilla, al cual la
documentación nos ha permitido seguirle
!a pisto v e n c ~ n t ~ n r n oc osn q-úc c n !6OS
figura como vecino de La Palma y estante
en Sevilla", pero que a partir de esa fecha
debió de consolidar su residencia en la ciudad
del Betis llegando a convertirse en
prior de la Universidad de mercaderes de
Sevilla31 y prior del Consulado". Lo que no
cabe ninguna duda es que debió de ser un
personaje de alta solvencia económica,
dedicado además de a la actividad propiaElisa
Torres Santana
mente mercantil, a cambiador y prestamista,
como parece desprenderse de sil miiltiple
actividad. Asimismo debió gozar de la
confianza de sus paisanos y no sólo de los
palmcros, ya quc continuamcntc los canarios
enviaban letras sobre él.
El monto de las operaciones
Aspecto imprescindible a estudiar si queremos
evaluar la importancia de las operaciones
crediticias realizadas entre Sevilla y
Gran Canaria, es el alcance que éstas tenían.
A sabiendas de la relatividad de las
cifras obtenidas en los protocolos notariales,
por circunstancias que todos conocemos y
que han sido reseñadas, creemos interesante
hacer una aportación al efecto, basándonos
en los datos que poseemos, y que posiblemente
sólo constituyen una parte de la
realidad. Sin embargo, dado que no tenemos
otros medios de hallarlos, las cifras
ay"i.iadas puedrl.l il.liei.esai.iirs Y"'.
que nos permitirán evaluar, aunque sea de
forma aproximada, la importancia de la
relación canario-sevillana.
El primer problema que se nos plantea
es la moneda utilizada; si era la canaria,
premiada,'" la castellana, cuyo valor era
un poco inferior. Dado que las operaciones
finales, los pagos, se efectuaban en Sevilla,
hemos preferido utilizar como patrón la
moneda castellana. Es más la moneda canaria
perdía su premio fuera del territorio
insular. Así pues, hemos convertido a esa
moneda los ducados, que en algunas ocasienes
a--nra roron
Una vez procedido a la conversión en
reales castellanos, el monto devengado por
las 61 operaciones crediticias detectadas
asciende a una cantidad considerable: 287.
580 reales, que convertidos a su vez en
moneda de cuenta se convierten en. 9. 777.
720 mvrs. Sin contar algunos medios reales
y tostones que aparecen y que no hemos
contabilizado por ofrecer una cifra cerrada.
Esos casi 10.000.000 de mvrs corresponden
sólo a los 25 primeros años del siglo,
con la salvedad de que posiblemente
muchas operaciones no quedasen registradas
ante notario porque no interesaba a las
partes.
Asimismo, sucede que esas cantidades
son las que van especificadas en los documentos,
pero que podían ampliarse si procediésemos
a baremar los protestos y
recambios que también se produjeron.
Los intereses solían oscilar, suponemos
que según conveniencia de los interesados,
entre un 7%; ' ~u n 40'?0~',l a cifra mas elevada
entre los documentos hallados.
Estimamos además que supone una
rts>l.lsideial":t. si ieí.ieii.Lo> c.uei.,ta y.ue
el dinero procedente de las Indias en el
mismo período, averiguado por medio de
las mismas fuentes y procedimientos,
ascendía a 152.397 reales o 5.181.498 mvrs.'"
Es pues casi la mitad, lo cual no deja de
resultar, cuanto menos sorprendente, ya
que tradicionalmente se ha estimado que el
dinero indiano suponía la aportación más
importante que se producía a Canarias.
Claro está, que en el tema indiano habría
que evaluar las cifras del contrabando y
fraude, lo cual en los momentos actuales es
prácticamente imposible. Sin embargo, aún
-si, qimx!a claro que Sevilla cnnrtiti.~ía una
fuente primordial de financiación del
comercio grancanario y por ende de la economía
insular, por no decir la más importante.
NOTAS
1 AZNARV ALLETOE, . : Las relnciones comerciales
eritre Andalucía y Canarias a firzales del siglo
XV y comienzos del XVI "Actas 11 Coloquio de
Historia Medieval andaluza", Sevilla, 1981,
Sevilla, motor findnciero del comercio canario. 1600-1625 191
pág. 269.
2 LOBOC ABRERAM,. : Grupos humanos en la
sociedad Canaria del Siglo XVI, Las Palmas,
1979.
3 Aman VALLEJO, E.: Lns uelaciones ... art. cit.
pág. 279-280.
4 LOBOC ABRERMA,. : El conlercio canario-europeo
bajo relipe 11, runchal, 1988, pág. 162-163.
5 idem, pág. 166-167.
6 idem. pág. 213-214.
7 TORRESSA NTANAE.,: El comercio de las Canarias
Orientales en tiempos de Felipe III. Las Palmas,
1991.
8 BKAUUF~.L: C, ivilización nzatevial, economía y
capitalismo. Siglos XV-XVI11. Las cstr~ictwasd e
lo cotidiano, Madrid, 1984, pág. 412. '1.1.
9 BLRNARDJ.,: Coinercio y finanzas en la Edad
Media. 900-1500 "Historia Económica de
Europa. La Edad Media", Barcelona, 1979,
pág. 346.
10 VICENVS IVESJ,. : Historia Cconó7nica de Espaiia,
Rarna, 1979, pág. 404.
11 HEERSJ,.: Occidente durante los siglos XIV y
XV, Barcelona, 1968, pág. 142-144.
12 OTTEE,. : Cat~ar iap~la za bancaria europcci erl el
siglo XVI "IV Coloquio de Historia Canario-
Americana", Las Palmas, 1982, pág. 161.
13 LOBOC ABRERMA.,: Monedas, pesas y , medidas
en Canarias en el siglo XVI, Las Palmas, 1989,
pág. 9.
'TORRES SANTANEA.:, El comercio ... op. cit. pág.
49.
14 idem.
15 ORE, E.: Canarias. . . . art. cit. pág. 161.
16 A.H.P.L.P. Delgado Salazar, Francisco . no
1066, f. 25 vto. -27 vto. Un vecino de la isla de
Trinidad(Indias), entregó una letra a Juan
Angel Poggio avecindado en Gran Canaria,
tesorero de la Sta. Cruzada, de 5300 reales
sobre Francisco de Avila un vecino de Sevilla.
Especifica el documento que cobre de
cualquier hacienda de él que estuviere en
poder de .4vila. Asimismo especifica también
que un hermano suyo parte para Indias
y pudri haccr cfeciivü ia deuda.
17 OTTEE, .: Canarias. . . art. cit. pág. 161.
18 TORRESS ANTANEA.:, El c~rrierc..i.~ o p. cit.
19 HERS, J.: Occidente ... op. cit. pág. 142.
20 A.H.P.L.P. Galán de Figueroa , Lope. nU979.
f . 168 vto-170 rto. Se dió letra de cambio por
valor de 2200 reales a otro regidor avecindado
en Las Palmas, Rodrigo de León, para que
cobrase de Francisco Marroquín avecindado
t-ii Scvilld.
21 A.H.P.L.P., Suárez Francisco, no 917. f. 476
rto-477 vto. Se la libra sobre Jacques Belot
mercader francés avecindado en Sevilla.
22 TORRESSA NTANEA.:, El comercio ... op. cit. pág.
273.
23 HEERSJ.,: Occidente. .. op. cit. pág. 142.
24 A.H.P.L.P., Suárez, Francisco. n0915, f. 314
vto-316 rto.
25 TORRESSA NTANEA.,: El comercio ... op. cit.
26 A.H.P.L.P., Suárez, Francisco. n0914, f. 84 rtovto.
27 LOBOC ABRERAM,. : El comercio ... op. cit. pág.
32.
Z? hlr\~,~FC. !? h r ) nm, F.: Ln &dnd dn! @:i~irn::tos,
Sevilla, 1989, pág. 82.29)idem, pág. 83.
30 idem. , pág. 84.
31 A.H.I'.L.I'., Figuerds, Prdricisco, n" 1056, f.
160 rto-161 rto.
32 A.H.P.L.P. Figueras Francisco, no 1055. f. 139
rto. -vto. La letra importaba 6330 reales que
según reza el documento procedían de la
compra de vinos y el préstamo de dinero a
un mercader de la ciudad de Las Palmas,
Miguel Ortiz, por un vecino de Lisboa, residente
a su vez, en la ciudad isleña.
33 A.H.P.L.P. de Quintana, Juan. no 1013 f. 144
rto-vto. El otorgante y Julián de Letrada aparecen
como librados de una letra de 7U0 reales
librada por el capitán Carcía de las hluiiecas
vecino de La Palma.
34 A.H.P.1 .P. Figiieras, Francisco, n01055, f. 232
rto-233vto.
35 A.H.P.L.P. García Cabezas, Hernán, no 1051.
f. 345 rto. vto.
36 LOBOC ABRERMA.,: Monedas ... op. cit. pág. 9.
37 A.H.P.L.P. , Saavedra Sebastián, no 984. f. 172
rto-vto. Arnaiao Ciave mercader iiainenco
residente en Sevilla paga por una letra de
3350 reales protestada el 7%, convirtiéndose do U. Juan de Quinones residente en Las Palen
1575 reales. mas y vecino de la Trinidad. Obligándose
38 A.H.P.L.P. Delgado Salazar, Francisco, no con el 40% de interés sobre el principal.
1066, f . 25 vto-27 rto. Francisco Avila es el 39 TORRESSA NTANEA.,: El comercio op. cit. pág.
vecino dc Scvilla obligado a pagar los 5300 189 y S.S.
reales de una letra que sobre él había envia