VEGUETA, Número 2,1995-1 996, (29-44) 29
Resultados
preliminares
de la tercera campaña
de excavaciones
arqueológicas
en "El Bebedero"
(Tegtrise-lamaro te)
1990
Departamento de Ciencias Histciricas.
Área de Prehistoria y Arqueología.
Universidad de Las I'almas de Gran Canaria.
-30 Pablo Atoclie Peñu
L a tercera campaña de excavaciones lk6,f4iwns npd ccsrrr~!!zclu en "E!
Bebedero" (Teguise, Lanzarote) constituye
una más de las actividades programadas
deriiru de u11 drripiiu pruyeciu de iiivcsiigiición
centrado en la isla de Lanzarote y que
iniciamos a partir de 1985, el cual ha dado
como resultado la obtencion de un eievado
número de datos, en algunos casos significativamente
novedosos para el conocimiento
de la Prehistoria de la isla (ATOCHEP,. et
alt., 1989; ATOCHEP, ., 1992), que están permitiendo
determinar las características del
modelo cultural que desarrollaron los primitivos
habitantes de Lanzarote y su evolución
temporal. Paralelamente. se ha obtenido
información que permite acometer sobre
bases solidas la definición del modelo de
pl!amientG ificu!ar y !os p~t rnne sd e asentamiento
(ATOCHEP,. , 1993), al tiempo que
comenzar a delimitar el nivel alcanzado
por los primeros habitantes de la isla cn cl
conocimiento y explotación de los recursos
naturales a su alcance.
Los trabajos de excavación se llevaron a
cabo durante el mes de agosto y la primera
quincena del mes de septiembre de 1990,
contando para ello con la preceptiva autorización
y una subvención económica de la
Viceconsejería de Cultura del Gobierno de
Canarias. En la campaña ha intervenido un
equipo interdisciplinar integrado por
miembros y colaboradores del área de
Prehistoria y Arqueología del Departameiito
de Ciencias Histnricas (Universidad de
Las Palmas de Gran Canaria) y del Museo
Arqueológico y Etnografico de Tenerife, a
quienes desde aquí queremos agradecer su
colaboración.
Los trabajos arqueológicos durante esta
campafia se orientaron básicamente a la
consecución de varios objetivos, fundamentales
para la continuidad del proceso de
investigación. Entre esos objetivos podemos
destacar los siguientes:
1. Se pretendía extender la zona excavada
hacia un área distante de la que hasta
=hr\r= h= r i A n nhietn rlo n l i o c t r = ~ t n n r ; A ~ "U"'" "U d."" "U, '" '.' ""'"'L.'
Con ello perseguíamos delimitar la amplitud
de la ocupación del lugar y ahondar en
id &,~ciii,ii-,ari~ci]-lc,: pa.pe: jugó
en el ámbito de la ocupación aborigen de la
isla. En base a esto último, liemos intentado
estabiecer ia presencia/ausencia ae posibles
áreas funcionales que contribuyan a
una mejor caracterización del asentamiento.
2. En segundo lugar nos propusimos
rastrear la posible existencia de vestigios
correspondientes a estructuras habitacionales
o de cualquier otro tipo, las cuales hasta
el momento no se han puesto en evidencia
debido quizás a la escasa extensión excavada
para un yacimiento de la amplitud
-upwf i i ial del cq'tr n'75 nc11pñ,. ~ I I I ~ ~ dI eI P
probable presencia si nos atenemos al elevado
número de restos materiales localizados
y n la tipología y funcionalidad de
algunos de ellos (ATOCHFP,. , 1992), todo lo
cual indica una presencia continua de gentes
en el lugar al irierius desde un inoiiienk
que se puede situar varios siglos antes del
inicio de nuestra Era, si nos atenernos a las
fechas absolutas proporcionadas hasta
ahora por este yacimiento (ATOCHLP, . et
a1.,1989).
3. Un tercer objetivo se orientaba hacia
el pIano cronológico.
Durante la segur-ida carripaíía de excavaciones
(1987) sólo pudimos obtener un
reducido número de muestras destinadas al
análisis radiocarbónico, que no obstante
proporcionaron las primeras fechas absolutas
con que contamos para la Prehistoria de
Lanzarotc. Sin embargo, su escaso número
ha impedido que podamos establecer una
seriación completa que abarque la totalidad
de la ocupación dcl lugar. Esta carencia ha
sido la que ha motivado que uno de los
objetivos más urgentes que nos hayamos
propuesto cuimindr durante estd tercera
campana fuese la obtención de la mayor
Resultados preliminares de la tercera cdmpaña de excavacioiies arqueológicas en. . 31
cantidad posible de muestras, tanto de
carácter óseo como carpológico'.
4. Finalmente, otro de los objetivos propuestos
fue incrementar nuestra información
sobrc la fauna doméstica, en especial
referida a aquélla asociada al estrato V, cl
más profundo y por tanto el más antiguo,
ya que ello podía iriformdr-r~ucsu ii mayor
precisión sobre las fases iniciales de adaptación
de los procesos económicos de la
población aborigen al medio físico insular.
Por otro lado, el poder contar con mevos
y más amplios datos faunísticos constituirían
una gran ayuda de cara a la consecución
de uno de los fines generales que
nos hemos propuesto en relación al proyecto
de investigación que venirnos desarrollando;
en concreto, nos referimos a la
reconstrucción física de las especies domésticas
asociadas a los primitivos habitantes
de Lanzarote, cuestión que permitirá en
.<lL: :--A---:- J,.l:-:*"- --- u l i l u h a IILDIQILLI~ UCJULLLL~L LVII L L L C ~ J V L CAUCtitud
la procedencia de esas especies y de
las gentes que las trasladaron hasta el
archipiélago canario.
Como complemento a la actividad
estrictamente arqueológica de campo y con
el fin de allanar el camino a las siguientes
etapas que componen nuestro proyecto de
investigación, hemos aprovechado la estancia
en Lanzarote para ir definiendo y delimitando
sus recursos potenciales, al menos
aquellos de probable aprovechamiento por
parte de la población aborigen, con el fin de
elaborar una malla dc rccursos quc nos permita
iina mejnr comprensión de la ocupación
prehistórica. En ese sentido y dadas
las limitaciones impuestas por la escasez de
tiempo, agravadas por una prolongación de
la campaña más allá del tiempo previsto en
un primer momento, debimos centrar nuestras
prospecciones estrictamente a aquellas
áreas más próximas a El Bebedero, y orientarlas
exclusivamente a la localización y
determinación de los recursos potenciales,
en espccial hacia la prcscncia de determinadas
materias primas susceptibles de haber
sido utilizadas en la fabricación de recipientes
u otros elementos cerámicos. La
intención que nos movía a esto último cra
desarrollar en el futuro un programa de
investigación destinado a la reconstrucción
experimental de los procesos técnicos de
fabricación de las cerámicas prenormandas
de Lanzarote. Como resultado de esas prospecciones,
se recogieron diferentes muestras
de tierra procedentes de varias localidades
de la isla.
Los trabajos de excavación
Los trabajos de excavación durante esta tercera
campaña se concretaron en la apertura
de dos cortes estratigráficos, de 2 x 2 m.
cada uno, situados en las cuadrículas A7 y
A9 (Iám. T,1 y 2), las cuales se excavaron en
extenso abarcando la totalidad de su superficie
ya que perseguíamos obtener una
. .,
=V-L-~ .L -U L.,a -uA C A]"A, " LwCAOoL,L, lL&L AL In-o~ ~LA I=I Cn vI.L4LII0UInVILc ;An . u!
proceso de excavación se basó en el sistema
dc cuadrículas establecido en anteriores
campañas el cual permite una efectiva
reconstrucción en el laboratorio del proceso
de excavación y la localización espacial tridimensional
de los vestigios, tanto en scntido
sincrónico como diacrónico.
La apertura de los cortes A7 y A9 permitió
la recuperación de un elevado número
de elementvs materiales que suponen, en
base al inventario provisional llevado a
cabo, un total de 37.919 elementos cerámicos,
líticos, óseos, malacológicos,.., que
corroboran la gran riqueza arqueológica
del lugar puesta ya de manifiesto durante
las dos campañas de excavación desarrolladas
con anterioridad (ATOCHCP, ., 1987;
ATOCHEP,. y RODRIGUEZM, .D., 1988; ATOCHE,
P.e t al., 1989; ATOCHEP,., 1993).
A nivel del registro arqueológico, los
elementos materiales puestos al descubierto
durante la presente campaña destacan
por su gran homogeneidad en relación a los
que ya conocíamos de campañas anteriores;
F I 1~ E 1 Bebedero 1990 Corte 49 perfil Oeste
no obstante esto último, también se han
evidenciado nuevos elementos materiales
que contribuyen a completar y esclarecer
aspectos que ya conocíamos por otras fuentes
sobre el contexto material de la población
aborigen de Lanzarote, especialmente
cn relación con la exacta filiación cronológica
y cultural de deterinii-iados elementos,
frecuentes en los citados contextos y que
iremos señalando a continuación cuando
analicemos los resultados estrato por estratu.
La secuencia estratigráfica puesta al
descubierto (fig. 1 ) no presenta, a nivel
L :-. :-~- .. - -- 1. -'!
CJLIu ~tulalg, ~ a l i u cv~al lauul~t.3G IL lrlduult
a lo que ya conocíamos de campañas anteriores
tanto en cuanto a su composición
como a la seriación y número de estratos.
En la zona excavada se sigue observando
un ligero buzamiento de los estratos en
dirección horte-Sur, que en el espacio delimitado
por los cortes (2 x 2 m.) alcanza un
descenso de cota mínimo, que se sitúa en
torno a los 15 cm. Esta inclinación tiene su
origen en la propia configuración física de
la zona donde se asienta el yacimiento,
antigua mareta natural limitada por pequeñas
elevaciones que caen suaveinente sobre
ésta, dando con ello lugar a que la sedimentación
se produjerd siguiendo la inclinación
del terreno.
Los cortes A7 y A9 proporcionaron una
secuencia estratigráfica constituida, desde
e! p12ntd~e vista estructUru! y dc cuEtcr.idv
material, por cinco unidades sedimentológicas
bien diferenciadas tanto por su colordriúri
curriu por ia composición eciaioiógica.
Siguiendo el mismo orden en que se
extrajeron durante la excavación, la secuencia
estratigráfica esta constituida por:
Estrato superficial
Está constituido por una ligera capa de
"rofe" o "picón" (ceniza volcánica) de graResultados
preliminares dc la tercera campaia de txcavacicines srqucoIí>@s cn ... 33
Resultado~reiimiiiaresd e la tercera campaña de excavaciories arqueológicas cn ...
p~ - - - -- - - - - 35
nulometría muy regular (entre 0,5 y 1 cm.)
y color gris (1I)YH-C>/1)', la c i r ~c!n nititiiyp
los restos de la capa superficial del antiguo
enarenado que cubría esta zona.
Les c!crnc=t=s mutcrialcs procedc'ntov
de este estrato son escasos (fig. 2)', hasta el
punto de que sólo se contabilizaron un total
de c~tiurccp i c ~ d(G~,G 37 'L s u ú ~ ccÍ i u i d j , eii
su mayor parte fragmentos cerámicas,
alguno perteneciente a vasos riiodelados a
torno. En cua iqu~e rc aso, se trata d e eiementos
de compleja filiación cronológica al
encontrarse en un nivel atectado intensamente
por la acción antrópica.
Estrato 1
Bajo el estrato anterior y a una profundidad
que oscila aproximadamente entre las cotas
-0,03 y -0.30 m. en cl perfil Sur. se cncucntra
una capa de arcilla de color amarillo
rojizo (7.5YR-7/6) con algunas piedras de
pequeño tamaño. Este estrato, a! igual cl~w
el anterior, corresporide a un nivel artificial
("enarenado") de cronología muy tardía.
efectuado con tiwra vegetal traída de alguna
zona ajena al lugar y que permitió poner
en cultivo El Bebedero hacia mediados del
presente siglo.
La extraccih de este estrato se efectuí,
por tallas o subestratos artificiales dc aproximadamente
LO cm. de potencia. Los clementos
materiales recuperados son escasos
si los comparamos con los hallados en los
estratos inferiores; dc hecho, se trata de un
total de 816 elementos que representan u11
escaso 2,15 '41 sobre el tolal de la caniyaña.
Entre los vestigios recuperados no hay ningún
elemento que merezca una especial
mención, las características dr todos ellos
corresponden de manera general a las que
hasta ahora hemos venido considerando
como definitorins del contexto material
propio del estrato 111, por lo que si tenemos
en cuenta su carácter artificial resulta que
t.5 un contcxto inatcrial yuc pucdc asignarse
desde el punto de vista cultural a la última
fase de ocupación prehistórica de la
¡%la,.i iistn antes d r 1s I l r~ñ d ídl r los conquistadores
cwropeos, la cual se corresponde
con la fase más reciente de las que se
hrri dsfinidu en E! Rohodorc? (P.TGCUK, P. et
alt., 1989: 210). Entre los elementos cerámicos
recuperados de cste estrato se contabilizaiuri
vaiiüs fiagmei-iiüs p e í ~ i e i ~ e ~ i ea i ~ i e ~
recipientes modelados a torno (fig. 3)4.
-
tstrato II
Es un estrato constituido por "rofe" de graniilometría
muy fina y color gris (IOYR-
6/1), que por las características que presenta
y la fiinción que jugó en el lugar recibe la
denominación popular de "polvillo". La
potencia de este estrato es menor que en el
caso anterior, oscilando aproximadamente
cntrc las cotas -0.14 y -0,255 m. en el pcrfil
Norte y las cotas -0,30 y -0,46 m. en el perfil
Sur. Este estrato forma la base del nivel de
culti\>« (láni. 11, l), Fur lo que su funcií>n
fue muy específica como relleno con el que
se niveló la zona superficial del estrato 111
con cl fin de acondicionar el lugar previa
mente a la colocación de la capa de tierra
vegetal en el enarenado. Su desarrollo
resulta muy irregular debido a la abundancia
de piedras que afloran en la parte superior
del estrato 111, las cuales son en algunos
casos de gran tamano.
El contexto material recuperado en este
estrato es aún menos importante desde el
punto dc vista cuantitativo que cn el anterior;
está constituido sólo por 220 piezas,
y ue aperids suponen el 0,58 % del tutal de
la campafia. A semejanza de lo que sucedía
en el estrato anterior y teniendo en cuenta
que ambos son contemporáneos, resulta
?vidente que los materiales que incorpora
deben considerarse coetáneos y determinarse
con 13 misma filiacibn ciiltural. Entre
esos materiales está presente algún fragmento
de cerámica modelada a torno, ocasio~
ialmcnlec on c~rnbassu perficies cubicrtas
con un vidriado de color verde.
36 Pflblo Atochc Pcña
En resumen, los contextos materiales de
lus estratos superficial, 1 y 11 deben pertenecer,
al menos en base a sus atributos intrinsecos,
al mismo momento cultural
Estrato 111
Su potencia estratigráfica es ligeramente
.c,.Uqy--L..L. ;uL -.. O !z '?e !OS estratos nriteiiores,
desarrollándose entre las cotas -0,255 y -
0,50 en el perfil Norte y entre las cotas -0,46
y -0,ó3 m. en ei periii Sur. Es un estrato de
carácter sediineiitario, constituido por arcilla
granulosa de color marrón muy pálido
(10YR-7/4) que aparece mezclada con
abundantes piedras de diferentes tamanos,
aunque con predominio de aquellas con
pequeñas mtdianas dimensiones. Esas
piedras se disponen de manera irregular,
aunque llegan a tapizar la casi totalidad de
la superficie del estrato, en especial en la
cuadrícula A7 (Iám. 11, 2) donde constituyen
una importante acumulación que pone
en evidencia los continuos derrumbes que
se han producido en el lugdr posiblemente
como consecuencia de la erosión y quizás
de otros fen6riienos de carácter geulUgico.
El estratv se extrajo en tallas artificiales de
aproximadamente 5 cm. de potencia con el
fin de obtener una mejor comprensión
sobre la evolución de las caractwísticas del
conjunto material.
El contexto material que se recuperó de
este estrato fue más abundante que en los
anteriores, alcanzando un total de 7.086
piezas, lo que supone el 18,69 76 sobre el
total de la campaña. Esos elementos materiales
se caracterizan por la presencia de
fragmentos cerámicos pertenecientes a
vasoc. der:ura.dos cciri metivos rea!izados
con diversas técnicas, entre las que destacan
la incisión y la impresión. No obstante,
si bien desde el punto de vista cualitativo
resultan más representativas esas cerámicas
decoradas, desde la perspectiva cuantitativa
son las ceráinicas sin motivos decorativos
las que predominan. En el conjunto
cerámico también se contabilizaron algunos
fragmentos pertenecientes a vasijas realizadas
a torno, en algún caso correspondientes
al mismo recipiente que varios fragmentos
do! estrato II. De !as rcstur,tcs c!cmc~tos
recuperados, llama la atención la presencia
de algún bruñidor Iítico realizado sobre
I . . . . l i -
LI~MLLU, cuii h s superficies intensamente
alisadas, y un fragmento de tapadera para
grandes contenedores cerámicos, fabricada
con p~roclastuc, on forma de tendencia circular,
y superficies fuertemente pulidas.
Otro elemento Iítico destacable lo constituye
un fragmento de molino de mano circular,
fabricado sobre basalto.
Estrato IV
Su potencia estratigráfica se sitúa, de manera
general, cntre las cntns -0,50 y -1,03 m.
para el perfil Norte y entre las cotas -0,65 y
-1,095 m. para el perfil Sur. Es un estrato
coristituido por arcilla muy compacta de
color rosa (7.5YR-7/4), con algunas piedras
de pequeño tamaño irregularmente repartidas
por tvdu el estrato (lám. 111, 1). La
extracción del relleno se efectuó en tallas de
aproximadamente 5 cm. de potencia, aunque
procurando mantener en su posición
primitiva la totalidad de los elementos
arqueológicos. La finalidad que perseguíamos
con este procedimiento era poder efectuar
un control más efectivo sobre las transformaciones
que presumíamos existían en
la estratigrafía y en su contenido material.
En este estrato uno de los hallazgos más
destacados se produjo en su base.. concretamente
en la zona de contacto con el estratv
V, donde fue posible aislar la presencia de
nive! de nc~.puciónY, efii.iYs per !a
presencia de un gran número de restos faunísticos
y fragmentos cerámicos con una
disposición aleatoria que no pri-rriilió la
delimitación de una posible área funcional
(lám. 111, 2).
En el plano material, el contexto localizado
en cl estrato IV constitiiyó el que más
Resultados preliminares de la tercera campaña de excavaciones ai-queolcígic,is cii ...
novedades aportó con respecto a otras caniyañas
de excavación. Así, bajo el ni\.el de
ocupación definido en la base de este estrato
se sitúa un potente nivel de cenizas de
colvr gris rosáceo (7.5YR-7/2), muy compactado
y que viene a confirmar el clesarro-
110 en el lugar de iina intensa actividad
humana, al menos en esa fase de ocupacicín
del sitio. Debido a la a~i ipl i tudd e 11' capi
de cenizas, la cual abarcaba gran parte de la
superficie del área en proceso dc exca\ ación,
fue preciso extraerla aunque se tomó
la prwaiirión d r rrsrrvar tina 7nna con rl
fin de que sirviera tanto de testigo sobre el
que tomar futuras muestras como de superficic
cn la quc proccdcr con postcrioridiid a
la realización de análisis paleomagnéticos;
estudios estos últimos que nos permitan
nbtener, a travC.5 de un procedimiento
metodológico diferente al del carbono 14,
nuevas referencias cronológicas absolutas
que contrastar con las ya existentes.
El contexto material procedente de este
estrato supone un total de 24.171 piezas, lo
que significa el 63,74 '% sobre el lotal localizado
diirante la presente campana. DP c<»s
elementos, los cerámicos están constituidos
por fragmentos correspondientes a \,asos
sin decorar con formas bien diferenciadas
rnn r p~p p r t oa la$ ~ I I SPP Inrali7,~rntie n pl
estrato 111, destacaridu entre ellos sobre
todo los recipientes de base plana. .4unque
su porcentaje en relación con las cer5micas
modeladas a mano es muy reducido, en
este estrato localizamos el mayor número
de í r d g u ~ e ~ t i u~se r d ~ ~ l~i~~~oosd t ' i ~'ii d o s
torno de toda la secuencia estratigráfica; se
trata, de manera general, de fragmentos
pertenecientes a un máximo de cuatro recipientes,
en algún caso correspoiidierik '9 un
cuello medio con forma de tendencia troncocónica.
Además de fragmentos ceriímicm,
este estrato proporcionó otro< ~lcnicntos
de interés, en unos casos va
atestiguados en campañas anteriores y en
otros totalmente novedosos. Entre los prinwros
hay qut. destacar la reciiperacicín de
L I I ~ L I nueva cuenta de collar con forma
bitroricocónica realizada sobre Spondylus.
Entre los hallazgos noved(isos destaca otro
elemento de adorno personal, en concreto
~ i n acu enta d e collar fabricada sobre una
sccción hueca del hueso de un bó\,ido
(cabra u oveja). Junto a estos elementos
apC~recierotraim bit-ri utros, entre los que
destacan algunos fragmentos de molinos
de mai-io con forma de tendencia circular,
realizados snbrc basulto, ... Pero de este
r,strato si Iiav algiín rlrnirntn matrrial q i i ~
Ilarne la citención por su novcdad, sería un
conjunto de piezas cerámicas y met a'1 'i cas
~ L I Cd csdt. Liiia pe r spr c t i~t~ipi ológica resutan
totalmente ajenos a la Prehistoria de
Lanzarote. En concreto, y de manera similar
a lo q ~ i eya se proclujci durante la segunda
canip,iña, en ésta se recuperaron a lo
largo del estrato IV (corte A7) un total de
cuatro piezas metálicas.
A ~i i \ ,efla iinístico, este estrato se caracteriza
por 1'1 elevada niultiplicaciíin que se
produce de los l~d l l~~/ gpcer)Lse riecienles n
animales donibsticos, en espcci;il cabra,
o\.ej'~ y cerdo, aunque ahora por primera
ez 5e ha determinado la presencici de algunos
restos óseos de perro liasca la fecha ~lna
p<pprip n(i dririini~ntardn pn P I r ~ g i s t r n
c~rqut~o16gidcoe este yacimiento. Los restos
de fama donitstica están presentes en una
proporción ahruinndora frente los pertenecientes
a especies salva jet; (,i\.es, ...) (fip.
4 y 5). El contar con este amplio número de
t . s p t ' c í~~~es~i"~ tf~' "i ciiii,iridce~11 gr'iii rriedida
la determinación precisa de las especies
domGsticas asociadas a 105 primeros Iiabitantes
de la isla, al tiempo que su reconstr-
cicciíiii rriiirfol6gica.
Estrato V
SLI potencia f6rtil drsde e1 punto de \ ista
arqueológico se sitúa entre las cotas -1,03 y
-1,37 ni. en el perfil Norte y entre las cotas -
1,095 y - 1,44 m. en el perfil Sur (lám. II', 1);
Pablo Atoclie Pcm
DlSTRlBUClON PORCENTUAL DE LOS HALLAZGOS
'EL BEBEDERO". CAMPAÑA 1990.
2 Estrato V 0 Estrato IV Estrato III
3 Estrato II Estrato I 1 Estrato su
FAUNA TERRESTRE DE "EL BEBEDERO"
CAMPAÑA 1990.
% totales
- --
CERAMICAS A TORNO
"EL BEBEDERO". CAMPAÑA 1990.
Estrato V Estrato IV Estrato III
m Estrato II i. Estrato l r 1 Estrato su.
FAUNA TERRESTRE DE "EL BEBEDERO"
CAMPAÑA 1990.
Caplov Capra Ovis Sus Canis Aves
Estrato V Estrato IV ( Estrato lll
no obstante, este es un estrato cuya potencia
reai es mayor aurique su base no presenta
vestígios de ocupación humana. Por
tanto, en él sólo se han recuperado elementos
materiales en parte de su desarrollo. El
procedimiento seguido para su extracción,
como en el caso de los estratos más arriba
descritos, fue el mismo, siguiéndose por
tallas o subestratos artificiales. A nivel
estructural, este estrato está constituido por
arcilla suelta de color marrón suave (7.5YR-
5/6) mezclada con pequeñas piedras, aunc
p a medida ql-1.e se pr~f~tndizsea r rndi .~r
la aparición de rocas de mayor tamaño que
a su ver marcan el momento en el que se
- - -J. . : - 1 - --: . , A - 1 1 ..--- ~ I V C L U J U i n y r l i i i c l n vcuyaciull u c i~u ~ o i
(km. IV, 2).
En este estrato el contexto material
experimenta una marcada reducción descie
el punto de vista cuantitativo, de hecho
sólo se recuperaron 5.605 piezas, las cuales
constituyen un 14,78 90 sobre el total de elementos
localizados.
Los elementos cerárnicos de este estrato
están constituidos por fragmentos pertenecientes
a recipientes caracterizados por la
total ausencia de decoración y por presentar
formas simples, tratindose en general
de vasos de escasa altura, base plana,
amplios diámetros y morfologías de tendencia
cilíndrica, troncocónica invertida, ...
En definitiva, el contenido material que
caracteriza a los estratos IV y V presentan
entre sí grandes afinidades hasta el punto
de que entre ambos existe una clara continuidad
cultural. En este estrato también se
recuperaron varios elementos metdlicos
distribuidos a lo largo de su relleno fértil.
La excavación se interrumpió cuando se
alcanzó una potencia estratigráfica que
oscilaba entre las cotas -1,37 m. en el perfil
Norte y -1,44 m. en el perfil Sur, profundidad
a la que dejaron dc aparecer nuevos
vestígios materiales. No obstante, el estrato
V continúa, aunque a partir de esas cotas
carece ya de interés, al menos desde un
y unto de vista estrictamente arqueológico.
Síntesis y conclusiones
A grandes rasgos estos son algunos de los
resultados más destacados aportados por la
tercera campana de excavaciones que desarrollamos
en El Bebedero durante el verano
de 1990. De los objetivos que nos propusimos
se culminaron una gran parte de ellos;
así, se consiguió extender la zona excavada
durante las campañas anteriores, haciéndolo
además en una Lona que parecía a priori
miuy interesantr, p~rrprctivñq iie lnr. trñhajos
de excavación vinieron a confirmar.
Esto permitib en definitiva incrementar
-..-,,L..- :-L :A- --L-'.,.l L.,.- -"..--AI
I C L C J L I I~I LIVLIIICICIVIL J V L J L C C L n l c a vcu t I U U C L
por el asentamiento.
Desde la perspectiva del registro arqueológico,
nabria que señaiar que entre ios
hallazgos más novedosos que se han producido
durante esta campaña destacan, por
el significado que san a tener en un futuro
de cara a la investigación, una serie de elementos
metálicos y cerárnicos modelados a
torno que, por el contexto en el que se produjo
su aparición dominado por la cultura
material aborigen, nos abren nuevas y
sugestivas perspectivas a la investigación.
En concreto, y para contextos crono-estratigráficos
situados entre los siglos 1 y 111
d.C., hemos documentado la presencia de
varias piezas metálicas y fragmentos cerámicos
modelados a torriu y pertenecientes a
grandes recipientes contenedores usados
pdra el transporte, los cuales, desde el
punto de vista tipológico, presentan grandes
afinidades con piezas cerámicas correspondientes
a la civilización romana. Estos
elementos, atendiendo a su posición estratigráfica
y a las fechas absolutas con que contamos,
se convierten en los más antiguos
localizados hasta el presente en el archipiélago
canario y ricnen a corroborar las tesis
que tradicionalmente se han barajado en
relación a la existencia de contactos entre
Canarias y el mundo clásico romano. Hasta
Resultados preliminares de la tercera campaña de excavaciones arqueológicas en ... 41
b Un o r i d i d co a: Pimi: do Grcn Zcnira B b o o c i Un :r:tira 4<m>r83 3818tiI io Cinimr :O185
el presente, la no aparición de elementos de
tipo los iüi-l~en;üs prr:-Lisi&;'üs de
Canarias ha sido una constante hasta cierto
punto desalentadora para la investigación,
en especiai si tenemos en cuenta que la
información disponible, derivada de las
fuentes escritas griegas y latinas, apuntaba
la hipotética arribada a las islas durante la
Antigüedad de fenicios, cartagineses y
romanos o gentes tributarias de su Imperio,
como es el caso de Juba 11 de Mauritania
(siglo 1 a.c. ),. .., (BLAZQUEZJ,. M., 1977), pero
para el arrhipiPlago ypneral no SP dispnnía
de hallazgos contextualizados que
pu- .d- ieran certificar esas arribadas tempra- 8 t C . 0 .
La investigación prehistórica en Canarias
se viene enfrentando al estudio de
pobiaciunes que iiegan a ias islas procecientes
del continente africano, en un momento
que no debió ser mucho más tardío que el
siglo V a.c. Admitida esta premisa, tambien
se debía admitir que esas gentes, al
menos en el momento de su arribada a las
islas, conocían necesariamente la tecnología
metálica, por esa época ampliamente
implantada en el continente y, por tanto, en
su/s región/es de origen, conocimientos
que traerían consigo tanto en forma de
bagaje cultural como de útiles, unos conocimientos
y unos útiles que el tiempo, unido
al aislamiento geográfico y cultural que
sufren esas poblaciones de los circuitos y
materias primas continentales, haría desaparecer
paulatinamente. Por todo ello no
debe extrañar la presencia de esos elementos
en los yacimientos arqueológicos canarios,
máxime si además tenemos en cuenta
los corilactos que se yrodureri, al menos de
forma esporádica, entre las poblaciones
asentadas en las islas y navegantes europeos
y/o africanos desde momentos inmediatamente
anteriores al inicio de la Era cristiana
y hasta el comienzo de la conquista
betancuriana en cl siglo XIV. Unos contcictos
que en definitiva podrían explicar la
procedencia de algunos de esos elementos
"eni idi~üsd" id3 ~ u i i u r d ~s rtdieridieair isuidres.
Está claro, al menos desde nuestra óptica,
que todo lo anterior constituye una
hipótesis de trabajo que I-iay que desarrollar
en el futuro. En ese sentido, la analítica
de los constituyentes de esos elementos
ceriimicos' y met51icosh recuperados en El
Bebedero durante esta campafia y la campaRa
de 1987, contribuirán a esclarecer
algunos aspectos, en especial aquellos relarionadns
con la deterrminación de s1.i prohable
lugar de procedencia cultural y geográfica.
n A,. ,.-L- .z- -- L-- : A -
1 J L I I < I I L L C CJLCL C C C l l L y C L I L a JC I L C L I L I C C U b l U V
una treintena de muestras, tanto óseas
como antracológicas, obtenidas a diferentes
cotas de profundidad y en ios distintos
estratos definidos durante la excavación.
Esas muestras serán arializadas en el Centre
for lsutupe Kesearch de la Universidad
de Groningen. Esta circunstancia nos permitirá
ampliar las posibilidades de obtener
una completa seriación crono-estratigráfica
que fije con mayor precisión los límites
temporales del proceso de ocupación y
evolución cultural que se desarrolló en el
lugar y por extensión aproximarnos al
conocimiento del proceso cultural que se
produjo durante la Prehistoria de la isla.
Los objetivos que se fijaron en relación
con la fauna doméstica y en especial con la
asociada al estrato V, también se han podido
alcanzar. Se han recuperado un total de
5.931 restos Useos pertenecientes a diferentes
especies, terrestres en su gran mayoría y
por lo general domésticas (99,735 "10) y sólo
en dlgun caso ~dlvajeb(0 ,265 "6).E ntre lds
especies domesticas, una determinación
preliminar ha permitido diferenciar varias
especies (figs. 4 y 5) entre las que por primera
vez está presente el perro (Canis
familiaris).
No se han documentado vestigios pertenecientes
a estructuras habitacionales o de
Resultados preliminares de la tercera campaña de excavaciones arqueológicas en. 43
cualquier otro tipo, lo que obligara a que en
iuturds cdrripdrias ciebdmos vviver a iriteritar
su localización o la definitiva comprubación
de su inexistencia.
bn definitiva, esta tercera campana de
excavaciones ha venido a demostrar una
vez más e l enorme interés que presenta El
Bebedero para el conocimiento de la
Prehistoria de Lanzarote, al menos micntras
no se proceda a la prospección y excavación
sistemática de nuevos yacimientos
con ia buiicienie potencia estratigráiica
para que permitan una visión más amplia.
Por otro lado, estos trabajos han incrementado
nuestra información y abren nuevas
posibilidades a la investigación del proceso
de poblamiento prehispánico del archipiélago,
cuya exacta dimensión sólo podremos
determinar cuando finalicen los procesos
de análisis que se efectúan en la actualidad.
Las Palmas de Gran Canaria, mayo de 1994. -
NOTAS
En la dctudiidad yd cuntdnius con los primeros
resultados cronométricos los cuales están
confirmando las dataciones que ya poseíamos
al tiempo que parecen apuntar hacia
una ocupación del lugar más antigua de lo
que hasta ahora suponíamos.
La culoración de las uriidades sedimentológicas
se ha definido utilizando como referencid
las tablas de culor Munsell.
La tigura 2 recoge la distribución porcentiial
y por estratos de la totalidad de los hallazgcis
producidus durante esta carnpaiia.
La figura 3 recoge la distribución porcentual
y por estratos de los hallazgos de cerámicas
modeladas a torno producidos durante esta
campaña.
Los análisis de la composición físico-química
de los fragmentos cerámicos se llevan a cabo
en el Depdrtainentu de Ciencias de la Tierra,
área de Geología de la Universidad de Zaragoza.
Se han efectuado análisis cuantitativos por
espectrometría por fluorescencia de rayos X
en el I.C.R.B.C.
44 Pablo Atorhe Peña
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