VEGUETA, Número 1, octubre 1993, 1353-368) 353
La adhesión de Ca narias
a las coinun idades europeas:
las modificaciones producidas
en el subsector plataizero
Rwa r ~ ar i i~n v ~ t 1 p a r 1 6 n la l l n ~ v ~ r < ~ rri aldL~ a< Palmas
d e Gran Canaria, en la Sección del Departamento d e Arte
Ciudad y Territorio
1 ntroducción
Mucho se ha escrito sobre la integración
de Canarias a las Comunidades turopeas. Se
han elaborado numerosos informes. estudios,
y propucstas a lo largo de más de diez años y
sin embargo, constatamos una ignorancia generalizada
sobre una cuestión tan importante
para e1 fi itiirn de Canarias Todo el miundo opina:
políticos, representantes sindicales, sectores
implicados, y hasta cl hombrc dc la calle;
todos proclan~an su interés hacia el tema pero
lanientdbieniente, son muy pocos los que
tienen un conocimiento profundo y reflexivo, y
los que dejan sus intereses al margen para
obtener una visión de conjunto, un poco más
objetiva y realista.
Diariamente vemos. leemos, y oímos noticias
que de una u otra forma se relacionan con
el marco de relaciones entre Canarias y la Comunidad.
La confusa terminología empleada.
la escasa memoria histórica, y la poca visión
de futuro, hace que estas noricias sean eíímeras
y muy incompletas, con lo que poco aportan
a las personas que no hayan seguido el
proceso de adhesión desde su origen. Desde
luego, lo que sí hacen es sensibilizar a la sociedad
hacia la defensa de una serie de cuestiones
que a veces se confunden con la identidad
de un pueblo, y que se reclaman por tradición,
sin an-!izar cen prif~indidac! !a
situación actual, y los continuos cambios que
se producen. Con esto. no quiero decir que no
se exijdii urid serie de cuesLiories, iriiiereiiles d
las particularidades reconocidas a nivel nacional
c internacional para Canarias, pero creo
que. en general. se han defendido mas los intcrcscs
particulares de unos determinados
sectores. que e1 desarrollo integral de las Islas
No nos vamos a detener en la controversia
surgida entre los partidarios y retractores de
la adhcsión dc Canarias a la Comunidad. Esta
discusión también se produce a nivel nacional,
pero creemos que, en la actualidad debernos
dceptar que Espand y Canarias formen
parte del territorio comunitario y, partiendo de
Cristina Martín GÓYMCZ
esta realidad, aprovechar las ventajas que esta
circunstancia nos brinda. para mejorar, en lo
posible, nuestra situación
tn los abundantes informes' y estudios
elaborados, se dan soluciones para los problemas
concretos que plantea para Canarias
la adhesión a un organismo supranacional
Muchas de las soluciones, dadas hace die7
años, se siguen defendiendo en la actualidad,
y sin embargo, cn cl tcrrcno dc las rcalizaciones
concretas poco se ha actuado en estas
líneas de mejora y adaplacióri.
Nos parece que el estudio de la problemática
concreta del plátano, a lo largo del cornplicado
proceso de adhesión de Canarias a las
Comunidades Europeas, puede ser representativo
de todo lo que hemos dicho anteriormente.
,Por qué elegimos el plátano?. En primer
lugar, porque la agricultura, y en particular
la de exportación. ha sido uno de los capítulos
que ha originado mayores controversias en la
inregración de Cdnarias a ia Comunidad. Esro
nos va a permitir seguir el difícil proceso negociador
y la renegociación posterior. En segundo
lugar, por la importancia de este cultivo
en Canarias. que motivó la reserva del mercado
peninsular y balear para el plátano canario
Y por último, por las características concretas
del plátano en el seno de la Comunidad, y las
c~r?triversiaqs ue se estan generande pi r !a
competencia de los denominados «plátanosdólar).
De esta manera. vamos a poder salir de
riueslra protiieiridlicd isleñd pard aridli~dr uri
tema común a varias zonas, y que, además,
nos va a permitir adentrarnos en cuestiones
inherentes al denominado acervo comunitario
», tales como, los objetivos de la Política
Agraria Común (PACI. la política de precios y
mercados articulada en las Organizaciones
Comunes de Mercado (OCM), la política sociocstructural
y cl sistcma dc prcfcrcncias comcrciales
comunitarias.
Creemos que la integración de Canarias en
las Comunidades Europeas ha rriocliticado el
espacio canario, y que a medio y largo plazo
La adhesión de Canarias a las comunidades europeas las modificaciones producidas ... 355
se irá intensificando esta transformación En
este análisis intentaremos demostrar los cambios
que se han producido en un sector concrcto.
y las estrategias quc crccmos dcbcn seguirse
de cara al futuro.
La adhesión de Canarias a las Comunidades
Europeas
En el complicado proceso negociador podemos
distinguir dos grandes etapas. La primera
de ellas (a la que denomincirnos «etapa preautonómica
») se inicia en los años setenta, y
culmina con el establecimiento del Estatuto
de Autonomía de Canarias en 1982 La segunda,
se extiende desde ese momento hasta la
aplicación del POSEICAN faliarido para corripletar
el marco la aprobación del nuevo REF
Esta segunda etapa, o etapa autonómica se
puede subdividir, a su vez, en dos periodos el
que abarca desde el comienzo de la autonomía
a la integración de Canarias en la CE con
el Protocolo Dos 11986); y la posterior renegociación
Desde el inicio de las negociaciones se
barajaron tres opciones para Canarias- oprióiz i
o integración en las mismas condiciones que
el 1-estc del territorio riaciurial, op~i ( ínL o iiiLegrdci61i
con uri estatuto especial por las especificidades
de Canarias; y la opcióiz 3 o no integración,
quedando Canarias fuera del mencionado
proceso. Esta última opción ha sido
calificada por muchos autores de poco realista,
ya que Canarias realiza la mayor parte de
sus transacciones comerciales con cl continente
elurnpw y ademar, su prod'irrión entraría
en compctcncia directa con la de la propia
Península
El Documerito consensuado que presenLú
el Parlamento de Canarias a1 Gobierno Central,
de cara a la adhesión de España a la Comunidad,
fuc aceptado en su práctica totalidad,
y llevado a Bruselas. Allí, se produjeron
modificaciones importantes, tales como, el establecimiento
de contingentes (volumcn máximo
de un producto que se puede acoger a la
reduccióri de la TEC) y precios de referencia
(precio mínimo que marca la CE, por debajo
del cual no puede entrar ningún producto de
un país tercero, a no ser que pague una tasa
compensatoria. para evitar la competencia a la
producción comunitaria) a productos agrarios,
y otras limitaciones de carácter comercial y
fiscal. La discusion del Estatuto de Canarias
se dejó para los últimos momentos de la negociación.
Para algunos. las enormes dificultades
existentes en otros temas hicieron que no
se prestase la debida atención a Canarias: para
otros por el contrario, PI prohl~m;i Pstiivn
en la falta de sensibilización de los políticos
españoles negociadores, que no comprendieron,
o nddie les hizo entender, las peculiaridades
del Archipiélago.
Con el Protocolo Dos (así se denomina a
nuestro Estatuto especial en el Tratado dc
adhesión de España a la Comunidad) no entramos
en el territorio Aduanero Común, rii
participamos de la Política Comercial Común
(PCC) . ni de la Política Pesquera Común
(PPC) ni de la Política Agraria Común (PACI.
Canarias no entra en la política de precios y
mercados de la CE, pero sí en la socioestruc-
Lurdl, por lo que se podrá acoger a los programas
del Feoga-Orientación y a todas las
Directivas Comunitarias existcntes sobre el
tema?
En cuanto al pldtd~lo se reservd el mercado
nacional, tanto respecto a los plátanos
procedentes de la Comunidad, como los de
terceros países. Las exportaciones a la Penín.
su!a y Ra!eares, no pagarán derechus de
Aduana durante diez años, es decir hasta el 31
de diciembre de 1995. Pasado 1996 (fin del período
de Lrarisición filado para nuestro país],
los plátanos comunitarios seguirán sin satisfacer
la demanda, y España, mientras no exista
una OCM, puede prohibir la entrada de
otros plátanos recurriendo a la cláusula de
salvaguardia 115 del Tratado de Roma refwmte
a impedir la entrada de plátanos procedentes
de la CE pero no originarios de ella Los
356
plátanos canarios no pueden pasar al resto de
la CE sin pagar la TEC.4
En el apartado 4 del Articulo 25 del Tratado
de Adhesión de España a las Comunidades
Europeas se recoge la posibilidad de un
cambio de opción para la integración total,
mediante una petición del Gobierno español,
y su aprobacion por el Conselo, previa consulta
del Parlamento Europeo. Los dcsajustcs
prodiicidos por la aplicación del Protocolo
Dos, abren un período de reflexión en la sociedad
canaria. Los contingentes constituyeron
e1 factor lirnitativn más importante de las
exportacioncs canarias, y la aplicación de tasas
compensatorias marcaban el fin de la zafra
por la gran dependencia del mercado comunitario:.
Pero a esto, habría que añadir el paulatino
descenso de competitividad de los productos
canarios, la incertidumbre ante el modelo
definitivo de adhesión y las históricas
deficiencias estructurales del agro canario Todos
los sectores apoyan una renegociación
con la Comunidad, pero no se ponen de
acuerdo en la forma de llevarla a cabo. Para algunos,
la solución está en el cambio de opción
y la integración plena. Para otros, lo coriectci
es la incriipoi-acilín en la PAC, sin modificar
el Protocolo Dos; esta alternativa parece
ser inviable, ya que la Comunidad se niega a la
integración en la PAC. sin que Canarias acepte
previamente la PCC y la Unión Aduanera. En
los años 1987 y 1988 predominan las ideas de
modificación sobre el Protocolo Dos, mientras
que, a partir de 1989, se empieza a pensar en
!a plena integración.
En diciembre de 1989, El Parlamento de
Canarias decide la integración en todas las
políticas comunitarias, siempre que se tonieri
en cuenta las características especialcs dc Canarias,
e insta al Gobierno Central para que
comience la renegociación. Este cambio de
postura del Gobierno de Canarias coincidía
con la puesta en marcha de una política comunitaria
dirigida a las regiones ultraperif6ricas,
con una visita anterior del Grupo Interser-
Cristina blartin Gomez
vicios. y con la aparición de nuevos problemas
tales como. las perspectivas del mercado
único, y los inicios del segundo periodo de la
fase de transición para España" Tras la rcsolución
del Parlamento, se dio a conocer el informe
sobre las islas Canarias del Grupo Interservicios
(C,IS). Este grupo nació en 1986, centrado
en determinados territorios no
contincntales de Ultramar: DOM ilDepartamentos
Franceses de Ultramar), PTOM [países
y territorios de Ultramar), Canarids, Ceuta, Melilla,
Azores y Madeira Sus cometidos son
coordinar la acción de servicios de la Comunidad,
y presentar, cada año, un breve informe
sobre las acciones emprendidas por la CE en
esos territorios. En el informe sobre Canarias
se daban tres alternativas: modificaciones
puntuales del Protocolo dos, adaptación del
Protocolo dos. o mayor integración. decantándoce
el GIS por esta última.
En junio de 1991, el Consejo de Ministros
de la Comunidad aprobó las dos propuestas
normativas que consagran el nuevo régimen
de mayor integración de Canarias El nuevo
modelo consta de dos normas jurídicas En
primer lugar, un Reglamento del Consejo relativo
a la aplicación del derecho comunitario
en las Islas, yue modifica el Protocolo Dos excepto
en lo referente al plátano, incorpora a
Canarias en todas las políticas comunes y garantiza
la coherencia del nuevo REF con las
disposiciones del Tratado de Roma En segundo
lugar, una Decisión del Conseio, por la que
sc cstablccc un programa de accioncs cspccificas
?ara la Ieiania e insii!a.ridac! de las Irlar
Canarias (POSCICAN). Dicho programa fija
unas directrices y abre iin plazo, al final del
cudl, 5e 5eñdldrd11Id 5 rriedidas curicreLas para
la implantación de las normas comunitarias.
Una aplicación rígida de la legislación comunitaria
podría causar un cncarecimiento dc
los productos básicos, ya que muchos productos
de la CE llegan a Canarias subvencionados
por el sistema de restituciones a la exportación7.
Además, los productos procedenLa
adhesión de Canarias a las com;inicladci curopccis. Ix modificacio-ies producidas 357
tes de terceros países entran en Canarias sin
pagar aranceles ni TEC Con el POSEICAN se
ofrecen excepciones a la politica comercial
común para permitir el abastecimiento de
productos a balos precios (Regimen Especial
de Abastecimiento) y se arbitran medidas
que permitan restructurar o sostener los sectores
económicos canarins rnn ri~ficiiltarlw
para competir en un contexto comunitario. H
lo largo del año 1992 fueron aparcciendo una
irrir de Reglamentos conci-etos para hacer
aplicable en Canarias el POSEICAN
Es todavía pronto para evaluar los resultados
del funcionamiento del POSEICAN en
Canarias. Algunos sectores se quelan del no
cumplimiento de las expectativas prometidds.
Lo cierto, es que la aplicación de la PAC
en Canarias, ha coincidido con una coyuntura
negativa. Hablamos concretamente de Ins
intentos de reforma de la PAC, de las negociaciones
del CBU y la temida tarificación
del piárano, dsí ~ 0 1 1 1 0ú, e id ~ ~ U U C L r,i ~l dI~Ii -
celaria prevista por el GATT para la Iiberalización
del mercado mundial y que afecta directamente
a la Comunidad y, por último, de los
problemas del Norte de Africa que han Ilevado
d Id Comuiliddd ii potenciar el comercio
con estos países como posible salida para
sus dilicultades, y temerosos ante una emigraci6n
m-iciva hacia Europa Prrr el contr;irio
se podría obtener alguna ventaja de la
decisión de la Comunidad dc acabar, lo antes
poiible, cori Ivs períodos de tiansición, para
coiivertir e:i redíiddd el rriercddo único. Otros
sectores se quelan de que Canarias no ha
aprovechado todos los progrdiriiis y ayudas
destinadas a mejorar su si:uaciónr
La situación del plátano en la comunidad
La producción de plátanos comunitaria es insuficiente
SI atendemos al consumo total de la
Comunidad (unos dos millones de toneladas).
Los plátanos comunitarios proceden de los
Departamentos Franceses de üitramar (en Torno
a 350 000 toneladas], de Creta 15 000 toneladas)
y de &ladeira 120000 toneladas). Los
~pldtaiiosc anarios, a pesar de estar incorporados
a la PAC, mantienen la reserva del mercado
nacional
Los plátanos no comunitririos provienen
de los ACP (400000 toneladas). Estos plátanos
están libres dc aranceles por los acuerdos
prefrrenrial~s" recogidos en los sucesi\ioc
Convenios de Lorrié. El resto de pláhnos iinportados
por la Con~unidad proceden de la
denominada «zona dólar» (Ecuador, Costa Rica,
Honduras, Colombia y Panamá), y están
comercializados por tres importantes compafiías
banarieras norteamericanas United
Brands Company, Standard Fruit Company y
Del Monte Corporation
Alemania es la nación que consume más
plátanos en Fiiropa, y se abastece de los plátanos
de la «zona dólar», a los qiie sr Irs aplican
unos trontingentes qiie generalmente se
amplían debido a la inexistencia en el mercado
dc IZA-.. . . . -- ..: - - -1 ----- p i d L d l l U > C U I I I U I l ¡ ~ d l l U > , o ~ I U C T U C I I L C >
de países con acuerdos preferenciales. El coniurrio
de estos p1dtd11os se restringe a Alemania,
no pudiendo este país exportarlos hacia
otros miembros de la Comunidad Los paises
latinoamericanos también abastecen en su totalidad
a Holanda. Bélgica, Dinamarca e lslandia.
An t e P I p~l igrnd e invaqiñn dpl m~ r r a d o
comunitario por los plátanos de la czorid
dólar» se constitugó, en 1990, la Asociación
de Productores Europeos de Bananos. con
motivo del PI-imer Simpos!o Internacional
sobre la Situación Actual y Perspectivas del
Plátano Canario. Esta Asociación ha jugado
un papel esencial de cara a la defensa de
unos intereses comunes, que han logrado
cuajar, tras el informe del GIS sobre el plátano,
en la creación de tina OCM para este ciilti\@.
El GIS elaboró un informe titulado el
cblercado turopeo del platano)). En el estudio
se propone la irripidriidcióri Uc uii sisieiiid Úc
precios de ref~rencia a la importación de plá358
Cristina Martíii Gómez
tanos de terceros países, tomando como referencia
los costes dc producción en Canarias y
en los DOM. Los criterios manejados en la elaboración
del informe eran los siguientes: preservación
de los legítimos intereses dc los
productores comunitarios, garantías para el
cumplimiento de los acuerdos con los países
ACP, v respeto a las disposiciones aduaneras y
comerciales dimanadas del GATT, ademds estaba
el compromiso, por parte de la Comunidad,
de mantener bucnas rclaciones con los
países de la «zona dólar».
Antes hablábamos de la Asociación de los
productores comunitarios, de torma paralela,
los Presidentes de Colombia. Guatemala,
Honduras, Costa Rica y Panamá firmaron, en
1991, la declaración de San Andrés, para pedir
igualdad de trato por parte de la Comiinidad
con los países ACP Los motivos que argumentaban
para establecer este trato preferencial
eran cldros: superar la pobreza la violencia
;,.( n a i c o ~ i ~ f i c o y la c o r l ~ ~m~ r l aaicn'"~iri~i- i - '
tal, además recuerdan que el banano es para
muchos el primer producto de exportdcióri, y
fuente de ingresos y empleo1'-.
Bruselas, en octubre de 1991, barajó dos
propuestas para el plátano tras el análisis del
documento elaborado por el GIS. La primera,
supone la contingcntación cvolutiva del plátano
dólar manteniendo la TEC actiial del 313?++e,1
libre acceso de las importdciones provenientes
de los países ACR la revisión de los contingcntcs
dcl plátano dólar según la producción
comunitaria y de los paises ACP y la progresiva
liberalización del mercado siguiendo las premisas
dimanadas del GATT La segunda propuesta
se denominó de «partenariado», y trata
de implicar a los diferentes operadores comerciales
del plátano comunitario, .4CP y zona dólar
en la distribución de unas cantidades de referencia.
En concreto hace depender la importación
de plátanos dólar por un determinado
operador de la prueba de haber adquirido el
dñv driicriur una cierra cantidad de plátanos
ACP o comiinitarios En mayo de 1992, la Comisión
Europea emitió un documento consultivo
sobre el plátano. En él, se fija el contingente
base del plátano dólar en 1.400000 toneladas,
es decir, un 60% del consumo comunitario y,
además, queda sometido a una TEC del 20%.
Las peticiones de los paises ACP y comunitarios,
defendiendo el sistema de partenariado,
síiln <e aplicarán para los plátanos importados
por la Comunidad fuera de contingente. A pesar
de esta protección a las producciones comunitarias.
se recoge la posii->ilidad[ le iriiluir
al plátario e11 las negociaciones del GATT dentro
de diez años.
El año 1992 estuvo lleno de acontecimientos
contradictorios para los productores plataneros.
Un ejemplo lo tenemos en las nenociaciones
entre la Comunidad y el GATT En un
primer momento, se pensó que Bruselas excluia
al plátano de las listas de tarificación
que debía mandar al GATT De esta manera, la
Comunidad contestaba negativamente a la li-
L w d i i ~ d ~ idÚe~ e~sL e comercio exigiao por
EE UU, y por los países productores centrodmericanos
Pero Alemania consiguio incluir
el plátano en el listado enviado al GATT Los
países productores, particularmente Francia,
España, y Portugal reclamaron sus derechos.
Al final, la Comisión Europea decide retirar al
plátano de la ronda uruguaya del GATT
Tras prtos ;icontecirnient~cl,a C~mmi d z !
debía dar una respuesta concreta a los bananeros
comunitarios. Dc esta manera, a finales
de 1992, se celeliiarori wrids reuriiones de los
Doce llegándose, por fin, a un frágil acuerdo
político. Se acuerda conccdcr unas primas
(ayudas a la producción) a los productores comunitarios.
Al plátano dólar sc lc aplica un
contingente de 2 millones de toneladas con
arancel del 30%. En febrero de 1993, la Comunidad
aprobó la OCM para el plátano, con el
voto en contra de Alcmania, Bélgica y Holanda,
que se retractaron del acuerdo anterior. La
Comunidad renegociará los aranceles del plátano
centroarriericario durdnte las negociaciones
del GATT
La adhesión de Canarias a las comunidades e~ropeasl.a s modificaciones producidas 359
La creación de una OCM para el plátano,
ha tranquilizado a los productores comunitarios,
veamos ahora qué es lo que supone la
cxistcncia de una OCM para un producto concreto.
Los productores cuentan con una serie
dc garantías e instrumcntos dc apoyo, tales
romo ayudas compensatorias que cubrirán
las posibles perdidas de la renta de los agricultores,
ayudas especificas para la creación
de asociaciones de productores. ayudas para
triejoras estructurales y para el arranque de
plantaciones marginales; protección frente a
las producciones de países terceros. mediante
la imposición de un contingente arancelario
y de la TEC. Además un 30% de las importaciones
de terceros paises dcbc estar vinculada
a la comercialización de! plátano comunitario
(sistema de partenariado), y se establecerán,
cláusulas de salvaguardia (mecanismos,
utilizados por la CE, para intervenir en el mercado
si se producen perturbaciones).
Antes del 1 de julio de 1993 se deberá
aprobar un texto que contenga las normas comunes
para el plátano. Luego se irán acodando
otras disposiciones que las concretm (reglas
de calidad, ayudas, etc.1.
A pesdr de Id iredciíiri de Id OCM, y cle las
ventajas que supone para los productores comunitcirios.
las presiones ejercidas por Estados
Unidos, por los países centroamericanos,
y por algunos países comunitarios, sobre todo
Alemania, hacen preveer algún acontecim~
entoin esperado. Por ello. diferentes sectores,
insisten c r ~la ncccsidad de adoptar formas
jurídicas q ~ j ev iten la modificación de la
OCM."
Las modificaciones producidas y los problemas
del plátano canario
iniciaremos nuestro análisis con una alusión a
un informe realizado antes de la intcgración
de España a la Coniunidad Europea, titulado
«Perspectivas del plátano canario en relación
con la adhesión dc España a la CEE»I2.Ac orto
y medio plazo se piensa que se producirá un
incremento apreciable de la cotización del
plátano en el mercado" (realmente han subido
los precios. ver Gráfico 41. Por otra parte. la
falta de competitividad comercial de la variedad
pequeña enana. debido a su deficiente
presentación, hace que no se pueda esperar
un incremento de la exportación de plátano
~drldrivd ULIO~ pdíses curiiuiii~drius( ver Crú/ico
5 en el que se muestra la escasa importancia
de las exportaciones al extranjero). Además
a largo plazo, existe el peligro de que el
consumidor español empiece a conocer y a
apreciar los dátanos de otras variedades mas
competitivas y no quiera consumir plátanos
canarios (protestas de algunos importadores
pcninsulares, por 1s. imposición de abasteci
miento de plátanos canarios existiendo otros
más baratos, y de mejor presentacionl Los
factores determinantes del futuro que se dan
en el informe siguen siendo los mismos en la
actualidad. la modernización de la producción,
la mejora de la eficiencia de la comercializacion
(incluido el transporte) y la industrialización,
adcmás de la demanda dc aplicación
de una política cnmunitaria e~pecíficap ara el
sector.
El plátano inici6 su iinplantaricin eii Canarias
a fines del siglo XIX, desarrolláiidose plenamente
tras la Primera Guerra Mundial en las
zonas costeras que no necesitaban correción
de suelos para su cultivo. Su cultivo y comercialización
era llevado a cabo, en un primer
momento por Compañías inglesas. La Guerra
Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
araharon rnn la ~xportarihn a los m ~ r r a d n ~
extranleros, clcvándosc, por el contrario, su
consumo local y nacional13. Tras la Segunda
Cuer-ia Mundial, se recuper-an algunos mercados
internacionales, que son perdidos, definitivamente,
en los años setenta, por la enorme
compctcncia dc las compañías bananeras
norteanlericanas que ofrecen un producto
más comercial (ver Gráfico 7).
El plátano ha sido en Canarias, un cultivo
protegido. Con esta afirmación quiero decir
Cristiiza Martín Gómez
Las Palmas de Gran Canaria I Santa Cruz de Tenerife
que tras la Guerra Civil, se contó con cl apoyo
oficial para su implantación (ayudas del Instituto
Nacional de Colonización primero del
IRYDA y de la Consejería de Agricultura después),
y pul uira pdiie se pruiegiú su curiiercialización
asegurándole el mercado nacional.
Los efectos de la adhesión de Canarias a
la Comunidad Europea para el plátano, a corto
pla7o. fueron mínimos una vez que se logró
asegurar la reserva del mercado nacional, tema
que había suscitado controversias y negativas
europeas durante la negociación. Las
mayores transformaciones se fueron produciendo
a medida que se acercaba la fecha
límite de protección del mercado, es decir con
el fin de la fase de transición, aunque se sabia
que España, con su cláusula de salvaguardia,
podía impedir la entrada. a los plitanos no comunitarios,
y que, por otra parte. los plátano5
coniunitdrios rio cubrían Id demanda interna.
El pcligro dc invasión del plátano dólar, la integración
en la PAC, y la creación de una OCM
para ci sector, en la quc participaría Canarias
por estar dentro de la PAC, han cambiado
cvriipieidriieri~e id situación. Poco a poco, ios
plataneros canarios se han ido dando cuenta
de que tendrán que competir con las producciones
de otros países, ya que dentro de una
OCM existe protección pero no reserva del
mercado Esto ha acelerado los cambios, pospuestos
una y otra vez. primero, por la conf~
anza en la reserva del mercado, y después,
por la incertidurnbrc cxistcntc a nivcl comunitario
e internacional.
Compartimos la opinión de que el cultivo
del platano esta limitado en Canarias por dos
hechos, uno coyuntural: los mercados y otro
estructural. el aguaI5. Los costes de producción
y comercialización en Canarias son similares
a los de los DOM y ACP Canarias se en362
Cristir~a Martí17 Góma
La importancia del cultivo del plátano en
Canarias es muy grande, dado el importante
iiúiriero de persoiids que trabajan en alguna
de las tareas que van desde el cultivo a la comercialización,
y las costosas inversiones Ilevadas
a cabo para lograr unas infraestructuras
de cultivo, empaquetado v comercialización
adecuadas. El porcentaie de la producción de
plátanos con respecto a la producción final
agraria. es muy elevada, sobre todo, en la provincia
de Sta. Cruz de Tenerife (ver Gráfico 1).
Veamos ahora las consecuencias directas de la
adhesión
i\j Lo primero que podriamos destacar
es la vejoriyia en la normativa commial del plátano en
febrero de 1988 (ver Grdfico 3). Se llevó a cabo
la actualización con las dicposicioncs \'I' gc ntes
en la Comunidad. La categoría primera es
la que marca el precio. y en 1987 el 93% de los
plátanos comercializados eran de categoría
extra en Canarias. Adeirids, entra en vigor un
n u w a t i p ~dc caja con !o qüe se impone 1a
uniformidad en el empaquetado, frente a la
anarquía anterior. Esta medida tiene efectos
inmediatos ya qiie los platanos sutren menos
daños en su traslado, y se consigue una mejor
presentación, variable muy a tcner en cuenta
de cara a la promoción de cualquier producto.
B) Asimismo, dcstaca el intento de transformación
con PI h u i d p wn d r r ~ i ím- i hy w i ~ j l i v idi o
11i produi~ión y la cornerciulizacióiz presentado por
los productores plataneroc en 1991 con un
prcsupuesto total de 118.500 millones de pesetas.
E1 plan se acompaña de unas declaraciones
de apoyo a la creación de una OCM para
el plátano, de la petición de prórroga de la
reserva del mercado nacional, y de la demanda
de un período transitorio en el proceso de
comunitarización del mercado del plátano. Se
trata de un programa pliirianual con los sigiiirrite5
cibjetivns'" introducción de mejoras
en la producción mediante la reconversión varietal,
la construcción de invernaderos, la mecanimciín
de la reculecciúri, y Id irisiaidción
de riego localizado; minimización de los costes
sociales por las pérdidas de empleo:
transformación de las estructuras comerciales
con mejoras en el transporte interior de la tinca
al empaquetado, concentración de los almacenes,
instalación dc cámaras frigoríficas
en los puertos, y concentración de empresas
exportadoras, 17, por último, investigación, formación
profesional y asi~tenciat6 cnira
Este plan recoge todas las posibles soluciones,
que desde antes de la integración, se
tormulaban para el plátano canario. Sin embargo,
el Gobierno Canario rebajó la recoriversión
del sector platanero canario a 40.000 millones
de pesetas, asumidos en uri dlto porcentaje
por la Administración, alegando que la
reconversión era parcial y no total, y que el
3% de ella ya había sido realizada
C) llna conseciiencia directa de la integraci0n
t=s f o ~ ~ mdef lo a socitnciouiisino agvrlrio en
e1 sector, proreso que se ha visto acelerado. y
que todavía debe acentuarse mas con la creación
de üi7a OCM. EL-I iicicii sc pruduce id primera
fusión empresarial (COPALMA y COINPA),
cori el objetivo de credr una asociación
competitiva ante el reto europeo, y la desaparición
de una marca en el mercado (objetivo
prioritario de la comercialización del plátano
canario en la Península). Estas cooperativas
palmeras han firmado un acuerdo con Id cornp
ñ í a miiltinacinn-! frar?ceca Cnrqxgnie Fxitiere.
que posibilitará la comercialización del
plátano cn toda la Comunidad (iniciativa con
gian futuro) Sigiiiericlu el rriericionado proceso
eri 1992 diecinueve firmas, doce de La Palma
y siete de Tenerife, se unieron cn la fusión
COEXPLA-PLATANOSA-COPLACA-PLACABANA.
En julio de 1993 el plátano canario pirrde
la reserva peninsular por la creación de una
OCM Se necesita una reconversión urgente
de las sociedades anónimas para que puedan
actuar como intermediarios, en el mercado
comunitario, ya que la Comunidad canaliza
sus ayudas (también las conceciidas a traves
del POSEICAN, unos 2.400 millones para 1993)
LA PALMA
EL HIERRO
LA GOMERA
s Df 15 ;i 114 H-ii
O De I l i a 221 Has
O Dc 225 a 3.'4 Has
0 De 325 4.4 Has
m Muniiipioicon n á s de
15 Hdh cul~vdddbe 11
1980 3 19%
- - -- - - -~
O Dc 425 n 524 Hai
O De 575 a 624 H d i
O De 625 a 721 11as
O Rlac de 724 Has
iYS0
1939
'; FUENTES 1986 y Conscleria
La adhesión de Canarias a las comunidades europeas las modificaciones producidas 367
-
una mejora de la imagen. y la búsqueda de
mercados alternativos
t. i Otra de las consecuencias de la adhesión
es la ~"r~~iltipl~de~ lal~s ialyiund as concedidas
al campo El volumen total de inversiones, en
estructuras agrarias, durante 1992 fue de 2.500
millones financiados por la CE, la Aclministrarión
Central y la Cnrniinid~d Aiutónoma, sin
tener en cuenta las ayudas específicas del POSEICAN.
G) Veamos ahora oti-üs problemas a los
que se hd tenido que enfrentar el plátano. '4
partir de diciembre de 1991 comienzan a producirse
denuncias de entrada ilegal de plátanos
en la Península. El contrabando de pljtanos
se ha disparado tras la supresión en la
Comunidad de los controles frunkrizos d las
mercancías, con la aplicación del mercado
Ünico, y con la incertidumbre existente hasta
que comience a funcionar la OCM La Comisión
turopea ha autorizado a los gobiernos, a
irdvés de una ciáusuia de salvaguardia, a romar
medidas protectoras hasta la creación de
la OCM Francia ha impuesto una importante
sanción, pero las multas españolas, no son disuasorias
En el wrdno de 1992 se produjeron importantes
problemas por la saturación del mercado
peninsular. La falla de planificación produ-
/ei j n TI_esajgste 13 p r o Y ~ ~ ~y!3S q~ue, , e!
verano, época de menor consumo, se produjo
una sobreoferta de fruta. f llo provocó graves
pSdiilds, s o k ~ r~~o doP,n las islas pequeñas
con reducidos mercados que no pueden absorber
la producción excedentaria. A estos
problemas se unieron los del transporte ma-
-
NOTAS
1 Podemos citar los siguientes e! informe tirane l
11979). la Declarac ón de la luiita de Canarias I 19801, el
Informe Payno (19801 y cl I-itorme Musto (1981) todos
ellus eri id &pd pred~~uriór~iiEcnd la etapa auronomica,
pero antes de la adhesión, epareccn los Inforrítimo:
averías y retrasos en el embarque dr
frutas.
Para poder obtener las ventajas derivadas
de la OCi\/I se deben mejorar los costes, y solucionar
los grabes problemas de la comercialización.
Hay que adaptarse a la nueva realidad
basada en un mercado abierto frente al
proteccionismo anterior. La situacirjn de incertidumbre
existente, que pudo explicar la
dcmora de las mejoras, y los problemas de
plaiiifirotit5ri y trarii[xirir, cieberi ser superados.
Si queremos que nuestra producción platanera
sea compctitiw cn Europa, se deben
acelerar los cambios, y mantener una postura
unitaria.
Conclusiones
Da la sensación de que las expectativas de
aplicar una política agraria de acuerdo con las
características especiales de Canarias no se
llevó a cabo, y viendo como pasaba el tiempo
y ante ei peiigro de entrar en competencia con
las propias producciones peninsulares se Ilegó
a la conclusión de que la única salida para
la agricultura canaria, en este tiempo de crisis
general, era la integración en la política agraria
de la Comunidad, formar parte dr la política
de precio? y m~rcados.y que hubiese una
aplicación real de la política estructural del
FEQCA Crccrnoc, hahcr !üg:üda ri~cs:rü obictivo:
reflejar claramente las modificaciones
operadas en el subsector platariero por la adhesión
de Canarias a !a Comunidad. e insertar
estos cambios en el panorama general de la
economía canaria, y en el funcionamiento global
de las Comunidades EuroDeas.
mes de Schawrtz (1983) M ~ ñ o yz C lavilo ( 19841 j Tarnames
(14x4) Despu6s para mejorar las condiciones dc
la adhcíión sc claboran cl Informe Griffiths (19871. el
Libro Blarco 11988), el Informe del Grupo Interse~icios
i 19891. el Prograra Rrgi-. ( 19901 y el Prmican (1991 1
2 Las peculiaridades fiscales y comerciales de Canarias
fueron reconocidas desde la coiquista, y crista-
Iizamn en el Decreto de Rravo hlurillo de 1852. ratificado
en 1900. por e que se instaura el régimen de
Puerto? Franrc? Fstas esperificidadrs fiieron drsarrolladas
dcsdc 1972 cn el REF En 1989 sc inicia la
modificaciói del RET se empieza por la reforma fiscal
entre Madrid y Canarias para después continuar
con la reforma eccnómica en donde tambier~i ntervicnc
Er~sclasL a negociación dcl RCgirncn Econó
mico esta a punto de concluir en la actualidad
3 Cuardc se creó la PAC se incentivó la política de
precios y mercados. soore la política estructural Sin
embdrgo los eriornies costos derivddos del ~uriiionarnienx
de la-. OCM, y la aparición ce excedentes
difíciles de coniercializar, motivaron la n-ultiplicacicii
ue dciiuries wbre exruiiurds, pdrd d srii~~iuir
los cu,les y autiuar Id derk a la Jeniaiida
4 La Tarifa Exterior Común es una barrera arancelaria
que aplica la Comunidad a todos los p:odiirto~ procedentes
de terceros países, con ella se consigue
mantener dos pilares fundamentales de la Comunidad
la unidad de mercado 4 la preferencia comunitaria
5 RIOS Lor:Ez, E . «La agricultura canaria dc cxportacion
de cara al ncievo modelo de adhesion de las is-
12s 2 12 C~mn p i d i dE nripear en ICE, EA $erre! de
Estado dc Comcrcio. lulio. 1991
6 D.L%-HOCHL~I IRN ~<I(~E,l i iuebo rnodelc de rnapor
integración de Canarias en la CEE proceso y resultado
de una negociación>?e,n ICE, Ed Secr de Estado
de comercio, julio 1991
7 Generalmente los prec os ce los productos comunitarios
son superiores a los dei mercado Internacional
para cumplir uno de los obletivos de la PAC en el
Trataoo dc Rom; la clcvación dc la rcnts para los
productores De esta manera, cuando e' agricultcr
comfmitario exporta sus productos a países terce-
.os, lo hace a los precios internacionales La Corruriidad
para evitar rentas diferenciales, subvenciona
la cxportac:ón con UI valor iguíil a la ditcrcncia dc
precios entre el merr;dn rom,iiiitarin y el internacional
8 Dí~z-HOCHLEITIUliE R((C anarias no ha aprovechado
b.en las ayudas del Poseican~e, n La Prwicia. 23 de
enero de 1993 p X
9 La Comunidacl, en conmdicción con los postulsdos
del GAI 1 (Acuerdo General sobre Ardnceles y Corr,
ercioi que defienue el pr.ricipio de la no discriminación,
establece acuerdos preferenciales con una
serie de paíiei A la cabeza tenemoí los ACP Isesenta
y nueve países del África subsahariara, Caribe y
Pacífico) después estarían los paises europeos
miembros de la EFTA (Asociación de Libre Comercio),
tras ellos los países beneficiarios del SPGrriercio),
:ras ellos los paises beneficiarios del CPG
Cristina Martín Gómez
ISisten-a de Preferencias Generalizadasi. y por último,
los PTM (Países Terceros Mediterráneos)
10 La alusión a motivos humdnitdries y de apoyo dI
subdesarrollo, son ataques directos a la Comunidad
y a su política comercial preferencial y de cooperación
con el desarrollo La negativa comunitaiia
d Id libre entrddd de estos pidtdrios. se corilrddice
abiertamente con las citadas políticas, e incluso
con la lustificación que kacen de la preferencia pata
cl plátaiiü cit. lüs paiscs ACR auriqLe a nadie se
le oculta a presión norteamericana en este tema, y
s:ii intcreseq Vernos romo i r r l n i n In; ohi<rcs alemanes
han apovaao los intcrcscs ccntroamcricanos
basandose en la defensa de los motivos humanitarias
11 h2firiJTES. A «Hay qJe buscar la forma de amarrar el
acucróo platancro» cn La Proiwcia. i i ac rebrero ae
1993. p 6
:2 PUNSETE, oPerspectvas del plátano Canario en re-
Iarión rni i 12 Ariht=?iónd ~ F~pañaa la CEE2 Reiurneri
publicddc, e11 Cunuriu) Ayrursu y P~qu~ru
n" I abril 1986, Sanya Cruz de Tenerife
13 Debemos tener er cuenta que Ins precios romunitarios
son por lo general más elevados que los españoles,
y en el períoeo de traiisiciAn se debe producir
una igualación entre ambos precios. con lo que, en
n,n.mrll . ,~ , ~ . , ?e nlniilrin k .. .l.I1., pctnr .LI I i,r ,.- ?? l i a!!3 13? rp,t,?q dr
los agricultores españoles
14 MARTiN RUZ. j t. I'EREZ MAIRERO, L M y GONZALEZ
CARCAE. . La aflvicultm del plhiano eii las Islas Canarias
iituatión ntlual y persvtziivas de /ufuro. Ed Cabildo lnsu-
Idr de Grdil Cdlldild, Mddlid 1991
15 Rociiictit.L BIIITO, W La agricu!tura de expartflclón en Cu-
~zarias1 1940-1 980)E. a Conscjcría dc Agric¿iitura, Ga
radería y Pesca del Gobierno de Canaria<. Santa
Cruz de Tenerife, 1986
16 ALONSO. IZ «La recomersien cel sector platanero
coscará 3000 puestos de trabalou. publicado en La
Provin~!aC, anarias Económica, 11 de septiembre de
1991, p 32/'\'1
l i ROUR~GUDERZI TCW, y CUENCAA, nEectos negativos
del sistema de invernaderos p camb o varietaln en
Diario de Las Palwiaj, 26 de diciembre de 1992, Las Palmas
18 Esta expresión es utilizada pcr numerosos autores.
er,tre cllos S A ~ IS A «\?te la comunitari7aci6n dr l
mercado del plátanou en ICCEd Secretarya de Lstado
de comercio, lulio, 1991. También es usada por
Rodrígiirz Rrito, refiriéndns~a una variedad de alta
calidad, con c~idadose smerados, uso dc fcrtilizantes
y abonos nariiraleq r i a~lrn precio v ron iina demanda
en alza en todos los mercados Asimismo se
hahla de agro~rologia o agricultura ecológica, un
detallado análisis lo tcncmos en un artículo de CONZALLL,
J y LOPEZ1, en Canarias Agraria 11 Pesyuera, no 13.
abrll-junio 1991