VEGUETA, Numero 1 octubre 1993 (327-335) 327

Gestión g colonización

vegetal COMO base

para interpretar la evolucióui

de los campos a6andonados

* Profesora Titular interina de Geografía de la ULPGC.

** Investigador Cientitico del CSIC. Instituto Pirenaico de Ecologia,

Zdrdgv~d.

*** Colaborador Científico del CSIC, Instituto Pirenaico dc Ecología,

Zaragoza.

*w* n--c ---- A ..., A--&- A- r 6:- A- l.. T I - : :A..A A- 1 - 1 ' " L L J V , ' , J " U U " L C UL U C U ~ L U I I UU C ,U " L L I Y L I J I U U U UL ,U n, , , " ,:U-, :-

Logroño.

328 Purificación Ruiz Flario / 1. María García liui; ,/ leodoro Lasanta Martínez / Luij Ortiaosa lz~uierdo

-

ntroducción

Las transformaciones socioeconómicas y

paisaiísticas que han afectado a las sociedades

montanas de nuestro país en las últimas

décadas han abierto nuevos campos de investigación

que vienen a sumarse a la tradicional

atracción que los sistemas montañosos han

ejeicidü sobre rientíficus dc dislir i~dds ixiplinas.

Uno de los que más interés ha suscitado

es el que se refiere a las consecuencias geoecológicas

del abandono de las prácticas

agrícolas en extensas laderas (ARNAEyZ

PEREZ-CHAC1O9N86. , GARCIAR UIZ et nf, 1988:

RUIZ FLAÑO et al, 199 1 y 1992; LLORENS y GALLART:

1990 y 1992; GARCIRAU I Ze t al, 199 1 ) La

reducción de los efectivos demogrificos y el

progresivo envejecimiento de la población

plantearon nuevos esquemas económicos basados

en la rentabilización de los esfuerzos, lo

que se tradujo en la intensificación de los mejores

espacios y el abandono de todas aquellas

tierras que exigían enormes inversiones

de trabajo a cambio de una dudosa rentabilidad.

Así se abandonaron campos situados en

las mas difíciles condiciones topográticas, sobre

laderas pendientes, con suelos poco profundos,

pedregosos y empobrecidos tras varios

siglos de explotación agropecuaria.

La enorme superficie afectada por la contracción

agrícola -que, segun los aatos disponibles,

oscila en las montañas españolas

entre el 97% en Cameros Viejo (LASANTA et al,

1990) y el 36% en la Sierra de Ronda (GÓMEZ

MOREKO1,9 89)-, el potencial socioeconómico

de estas tierras y el riesgo erosivo a que se

enfrentan los campos abandonados han impulsado

el desarrollo de varios proyectos de

investigación. Los estudios iniciales han

abierto, sin embargo, nuevos interrogantes al

constatarse que en ambientes homogéneos y

muy próximos entre sí, la evolución que experimentan

las parcelas abandonadas puede ser

completamente diferente. El principal reto al

que se enfrentan los investigadores centrados

en este tema es ahora el de interpretar las

causas que han llevado a una evolución tan

heterogénea de la que se conocen los factores

de entrada (colonización vegetal, procesos

geomorfológicos y usos del suclo) y los de salida

(escorrentía y sedimentos), pero en la que

se desconoce la especial combinación dc todos

ellos en distintos momentos temporales

El vbje~ivod e este trabajo es el de clarificar,

siquiera sea parcialmente, la naturaleza de

estas relaciones en un pequeño valle del Pirineo

Central

Area de estudio

El estudio se ha llevado a cabo en el valle de

4ísa (b'ig. i ), situado en el área de tlysch eoceno

surpirenaico (Pirineo ccntral, provincia dc

Huesca), donde una morfología suave y ondulada

y las menores altitudes y pendientes respecto

al resto de sectores de la cadena pirenaica

favorecieron la ocupación masiva de las

laderas por los cultivos hasta tiempos relativamente

recientes

El valle de Aísa tiene una superficie total

de 8 1 54 Km2,de los qiic cl 19% ha sido cidtivado

en algún momento histórico (LASANTA,

19891. Al igual que en el resto de los valles pircnaicos

y conforme se reducían los efectivos

demográficos, se ha asistido a lo largo del

presente siglo a una notable contracción del

espacio cuitivado ti /4% del area agricola tradicional

ha sido abandonado y hoy sólo permanece

en cultivo el 4.9% del espacio total,

coincidiendo con los fondos de valle y los

pies de vertiente. Los primeros abandonos

161% hasta los añns 60) se vinriilarnn a rritprios

físicos, afectando principalmcnte a las

parcelas ubicadas en laderas rectas y convexas.

El 13% restante se abandonó hasta los

años 80 y se centró en aquellos otros campos

que planteaban problemas de mecanización

(LASANTA, 1988 y 1989). La mayor parte de los

abandonos responden a la morfología de

campos en pendiente, siluáridose en exposiciones

solanas o intermedias y en pendientes

entre el 20% Y el 40%.

Gestión y colonización vegetal como base para interpretar !a rcoliición de los campos 3 3 1

hiertas casi en un 80 o 90' de su superficie

En las parcelas de más de 50 años se produce

una importante reducción de la cobertura, retornando

a niveles muy similares a los de partida

e incluso inferiores en algunos casos

Coincide esta reducción, como puede apreciarse,

con la máxima desviación de los datos

..,n iin c o o~p!!.cp?oi r e! hechr? de que mientrx \ 1l.- "-

unas parcelas se encuentran todavía protegidas

por una dcnsa cubierta arbustiva, en otras

la vegetación se encuenva muy aclaracid por

riiotivos que se explicarán más adelante

El papel de la vegetación en la evolución

geomorEológica y en el enriquecimiento en

nutnentes

Los datos obtcnidos de los tres niveles de información

planteados confirman que la presencia

de procesos geomorfulógicoc en la superficie

de las parcelas y la evolución de nutrientes

en el suelo están estrechamente

vinculados con el proceso de colonizaci6n vegetal

Ruiz FLANO et al (1990) demostraron que

existían fuertes vinculaciones entre microamtientes

y densidad de la cubierta vegetal, de

tal manera que esta última permitía establecer

una gradación de la actividad geomorfológica

que oscilaba entre el 10-1 5& de vegeta-

. * cion cjüc aconpaña a las Zxas rnjs dctcri~rc;

das (erosión difusa fuerte, enlosado de

piedras o incisiones) hasta casi el 100% que

caracteriza a las areas de erosion nuia. Se

comprobaba así que la evolución geomorfologica

y la progresión de las com~inidadesv egetales

eran prácticamente indisociables. Las

tablas i , 2 y 3 confirman estas afirmaciones En

ella? se refleja In distribiición de los microambierites

en las parcelds niuesireadds ateridiendo

a parametros temporales y físicos.

Aunque pueden encontrarse relaciones significativas

entre la presencia de procesos, la forma

de la ladera y la pendiente, la principal

tuente de variación es la edad transcurrida

desde el abandono. Erosión difusa fuerte y

erosión difusa débil, que en parcelas de corta

edad de abandono ocupan superficies muy

importantes, ven reducida su presencia en el

grupo dc edades cntrc 25 y 50 años, coincidiendo

con la mayor proporción de las áreas

de erosión nula y de las acumulaciones. Ello

debe interpretase como una consecuencia

directa de !a penetración de! matorra! en !as

parcelas. con capacidad para generar superticies

progresivamente más amplias y donde el

control Uc id escorreriiíd y id producción de

sedimentos es prácticamente absoluta (Ruiz

FLANO et al. 1991). En edades superiores a los

50 años de abandono, la situación georriorlológica

experimenta un cambio incisiones enlosado

de piedras y acumulaciones alcanzan

sus valores máximos, mientras que las áreas

de erosión nula se reducen considerablcmcnte,

coincidiendo, como se recordará, con la

tendencia decreciente que experimentan las

romunidadrs vegetales

Por tanto, las siriiaciones más estables

desde un punto de vista geomorfológico se

alcanzan cn las parcelas cntre 25 y 50 años de

abandono. iniciándosc por encima de estas

edades un proceso desestabilizador que no

afecta a todas por igual sino sólo a aquéllas

en las que la dinámica de la vegetación es regresiva

Tsrnbi6n lc; prcscnciu dc nutricntcs cn e!

suelo parece responder más a criterios temporales

que físicos. Existen importantes variaciones

espaciales dei contenido de nutrientes

en los suelos debido a la redistribución de la

fertilidad que realizan las aguas de escorrentía.

Y así, Nitrógeno, Fósforo y Potasio se distribuyen

en las parcelas siguiendo un eje de

enriquecimiento hacia la zona inferior dc los

campos. Pero es la edad transcurrida desde el

abandono la que condiciona de forma más

significativa la evolución dc la fertilidad (Fig. 31,

con una tendencia al incremento constante de

los niveles de materia orgánica y Nitrógeno

hasta los 5U anos, tomando a partir de entonces

un signo opuesto. Por cl contrario. cl cal334

Purificación Ruiz Flaño ,/ I María García Ruiz ,/ Teodoro Lusanta Martinez 1 Luis Ortiflosa izquierdo

ducen su presencia conforme aumenta la biomasa.

Finalmente, y coincidiendo con la aceleracion

de ios procesos erosivos y el retroceso

de la cubierta vegetal, se inicia a partir de los 50

años una tendencia de signo opuesto, con la liberación

de estos nutrientes.

Discusión v conclusiones

Según parece deducirse de todo lo apuntado

hasta ahora, los campos abandonados atravie-

57n p a dos etapas difcrcntcs en su cxvc!uciór,.

La primera es una fase constructiva en la que,

como consecuencia del doble efecto, protector

y mejorante, que ejercen ias comunidades vegetales

que se asientan sobre las parcelas, las

áreas sometidas a arrastres de suelo por escorrentía

superficial sevan reduciendoyenlaque

materia orgánica y Nitrógeno se incrementan.

Esta es la fase en la que actualmente se encuentran

las parcelas abandonadas en los últimos

50 años.

La segunda etapa, que podríamos denominar

destriictiva, corresponde a las parcelas

abandonadas hace más de 50 años, aunque no

afecta a todas por igual. En ellas se produce un

significativo incremento de los microambientes

que representan la existencia de mayores

pérdidas de suelo ienlosado de piedras e incisiones)

y iin notable retroceso de los cnntenidos

en nutrientes básicos.

Como ya se ha indicado, la responsable de

ambas fascs cs el proceso de recolonización

vegetal. Las preguntas que cabe plantearse

ahora son: ,qué sucede en el proceso de colonización

vegetal?, ¿por qué tras una etapa en la

que t0dds Id5 pdlcelds dpdrfX?Il protegidds

por una densa cubierta vegetal se produce un

retroceso drástico de la misma?, ¿por qué ectc

retroceso afecta a unas parcelas y no a otras

dando lugar a una gran heterogeneidad de estados

de conservación en las más antiguas?

Resulta bastante evidente que nos encontramos

ante un proceso de carácter temporal y

que es cuestión de tiempo que la vegetación

llegue a dominar las parcelas de las que antes

fue desalojada. Este proceso se produce además

en el valle de Aísa con relativa celeridad ya

que las condiciones ambientaies, especiaimente

las climáticas. favorecen su rápido desarrollo.

Esto es lo que sucede en las parcelasentre

25 y 50 años Siguiendo esta evolución, las

parcelas con más de 50 años de abandono deberían

situarse en estadios de colonización

más avanzados. Sin embargo. su situación actual

contradice esta afirmación. En ellas, la colnm;

T7,-;~m ,,nnntql An;- AA ,--* .-Aln nvn,-npn

' " ' L 1 L U C 1 " ' L V L 6 L L U I U L J U UL i C I a"," U,, pl"LCJ"

temporal para pasar a ser además selecti~o

puesto que unos campos siguen dominados

por matorrai mientras que otros presentan una

cubierta niuy aclarada. La posibiliddd de que

los factores ambientales (pendiente, regimen

hidrologico de la ladera) sean los responsables

de esta selección es muy remota puesto que

además la heterogeneidad se producc entre

parcelas muy próximas entre sí y bajo las misrnas

condiciones Iísicas. Sólo cabe pensar, por

tanto, en las actuaciones humanas, y más concretamente

en el uso que el hombre ha hecho

de los campos abandonados en diferentes momenros

históricos, como responsables de su

estado actual.

Los campos más antiguos soportaron uria

mayor presión ganadera que los abandonados

posteriormente pues su abandono coincidió

con la desaparición del sistema trashumante.

El apelmazamiento del suelo por efecto

del pisoteo y la utilización periódica del

fuego para mejorar la calidad de los pastos y

facilitar la entrada de ganado debieron suponer

interrupciones y retrocesos bruscos en el

proceso de coloriizdcióri vegetal de algunos

campos, de aquellos pastoreados con más

frecuencia por sus propictarios, mientras quc

cl rcsto pudo scguir una evolución normal.

Los campos abandonados posteriormente

han sido pastoreados de manera menos intensa

y se ha prohibido además la utilización

del fuego como herramienta regeneradora

por lo que el proceso dc colonización no ha

estado sometido a interrupciones. dando luGeyti6n

y c o l o n ~ z ~ c i overg etal comc nase para intemretar Id ~VC\IUCIOd~eI 10s ~drnpob 335

- - pp pp - - -- - -

gar a situaciones geornorfológicas y botáni- abandono de los campos en pendiente es.

cas más estables. pues, negativo sólo en función del uso quc

La heterogeneidad actual es, por tanto, se haya hecho de ellvs ya que las condicioconsecuencia

directa de las diferentes es- nes ambientales tienden a proteger el

trztcgias d o ~ p r c x e c h imi e r iat ~q iie h x s i - sistema y a ~~tahi l izar lcoo n el paso del

do sometidos los campos abandonados. El t i e m p o

Hrc!d,itL,l i. Pt i i iK~ , i iCi rLi . . 1 9k6 Aproxmaci6n J la tipo

ogia y cvoliiriFr geomortológca de campos

abaiidonadosen Gran Cararia i1;lasCandridil.V Reur

i i l i i i del Grupo de Tri~biljode lii UGI, Siriteiij del Paiiaji,. pp

87-94

FRANCI? C. 1990 5011 eroiion and organic matter Icises

on fdllow ldnd a c a ~ ci t ~ d fyro m south-cair Spain, in

Soil ilrowJi 017 i~griiiil!urLIm~e~l !Boadrnan. 1 . Foite- l D 1

G Dedri7g I A eds! pc 331-338, lohn 'hiley G Sons.

Cillcttilcl

C4x I,Z-I(IJIZ I Ni . L,*'AN I 1 T y SOLI;C'N l 1988 I'roblcrnas

de evcluciCri geomorfold~iidt n ~ o r p o 5db diiJt~iiadu,

el valle Jel lubere ISiitcmu I5f r i c~!Z,u bíri. 6 99-

114

G4nzrn-Ruiz. 1 M. Riil? FLBU? P ! ?\-\N-A. T MOWIkl\RAT,

G. M4i ; i~t iNi .2. 1 P G P,\iJ NI G .1 991 Fr c~ionil l

cibandoned ficlds Nhst i i t i e prcblem?. n Coi1 erosioi?

<lirdic<ir Spiiifl (Sila 1\1 Rubio I I F, García-Ruiz I M

eds t . pp Y / - 1 un Geoforma Ediciories. Logroño

Gb i r 7 MOI<L\IOM. L . 1089 LLI wor~t~~1f1i1a1 11aqw1itait udio

a~vib~eny~ ~ai~l oIicciOuid~supaI~)iap~uata r ón Prnirini.ial cip

Valaea Moroerafias 1.41 2 ~p

G3rviiz SAL4. , mM C U ~ L1. M CA:~AL)MO ,A y DiAZ PINI~DA,

F 1486 Succesioia chdnges i r i the rnorphology arid

ecoogical rciponsesot a grazed pasture ecosyctem in

rhc i-cnrdi Spciin, biye'a[iu, ó7 33 44

L4SANTA. T,1 988 T ~ pPrn rr% of dcvr t ion nt cultivated

areas in t?e Central Spanisi Pyrenees Piri~~eos1,7 2

15-36

L4siir.i-A, T 1080 EKJ~LICIrÓt>Mc ient~de~Iiiig riculturd~ci m oiitiaña

zI Pirin~cO ~ U ~ O I I ~GSe otornia Edicionec. L LU pp , Logroh3

L4SANlA. ~,lil?N,~EZK,IJ,L FLP~C).I')'UI.ll!L,ii>A, ¿ ¡Vi, i990

EvuluciOn superficial del spac io ri~ltivadc~ n Cameros

Viejo bistemo Ibérica! y SLI relacion con alguncs

fa< Lores geoecológicos. Esttidios dográfiics 197

553-571

LLCR~NPS ). G~t..,\iri, F. 1990 Simulacii.r por ordenador

de a respuesta hidrclóqca y de trdnsporte de sóliiius

tii iiiia cuencadecamposabandonados,Ac:asd~~Ii aR ednidr,

Na~ioiialdeU eninarfdi>gía.p p 615-1 28, Ter~e,

Li ciitns P ir G.ii i .~i<Ti., 1992 Cmall basin rcsponsc in a

Md i t e r r ~ r ~ i ; ~iii ouiitainoui abantloncd farrning

are3 rescarch d c s i ~ nan d preirrinarj -esults Catw.

19 1-41 X9-320

L~or i ini t -Pini c1 , \ii y Liitiucu-Uciuu,, M A 1980 El

,banclono de las tierras significcido y gcsti6n de 13s

ctapaidesucesion iecundaria Fl c l e n p l n d I~r irclie-

\es palecizo~~odse '& castellano-leones. V Reurzi61f dcl

Grupo deTr~ibqod c la UGI, Sí~?iejidse l Paisajc. 105- 1 11.

P t n r /-CHAC~NE ~ V A B I Z 1L9.8~8 Ahardono a.i,ropa\torii

y recclonzacibn degetal el papcl de las cspecieslcñsas

como i~dicadorasd el cstudo dc rcgcncrcición ve

gctal v de I i edad cle ahandono (tiaut Coii.;rraii<, Pirineo

ccn:ral trances, Cuadernos de Iflvc~sli@xioGíi eoarlifi~a.

XlV I 1-21 09-1 20

RiliiFi ANC, P MARI ~k.7-RlLi.1P ~C~IICIA-RIIJ [Z\rl , 1990

ivlicroanibcrtes geomcr-ologicos en campos abandondtioz,

A~luiaelrIi R ?ufli(íN~ d ~ i o í ~ ü l d i ' G ~ ~ ~ ~ ~ o r / ~ I ~ g í ~ . p 641651, Ter~cl

RIIIZ Fi il%nP 1 A ~ I INT A - ~ ~ ~ AT.I G~ ~~tUíh~-ZR.L II Lil.il t

Oiii'iccsi? ILOJ IF~DLO. 1 ,9 91 Thediversityiifsediirieiit

yi.Acl fium abaidüneü :ields of :he ce-,tia! 'pi-iqh

Pyrenees in S~dline~aintd 5lreani WatcrOuoiit~i1 1 a Chaflginy

Fnvironrnrfii Tri'rid, ~indE xplanatior,, 1.4HS Publ, n'

203 103-110

Riii/ Fl A K P~. ~ ARC~ A -R1 MI I I~~~. ~RTI ( ;~)~A-~~QLI.J IFRUO

1992 Geornorphological evolutior of abdridoiied

ficlds 4 case study ir1 thc Ccntral Spanish Pyrcnccs.

Cdienii, 1 9 i G i -366

SOBRO~GUA RCi.2. 1 y OR-lz AL^ ¡OS. t . 1989 Aspectos de la

colonizdcióri iicgetdl en un dred de cioritdña suliineclittrránea

el valiedcl lubcn!Sisrcmd Ibi.rico.Lu Riolú).Cuaderiicis

de 111~'ejti~ucGióeno yráfica, XL' I 1-21 YY- 1 U8.