VECUETA húmero 1 octubre 1993, 1303-3 1 1 ) 303
Sobre la exhi6ición de Cine
Espakoiol en Canarias
* Proresor de Histuria del Arte Uni~ersidad de La Laguna
** Becaria del Departamento de Hiitoria del Arte
Universidad de La Laguna
304 Domiuigo Sola ,4nrequera / Teresa Rodríyuez Hage
«El ciiie amcricaíio está absonliendo la crisis restándole espetl~idorcsa oivas
cinematografías, especialmenteu icn espaiolii, y. por ianto. salvando su propia
crisis coui la ruina de lus demús.
E 1 Cine, quelue hasta hace poco alegría para ni-
<( ños y pasatienzpo Mzcnor pam los rnayoves, es
huy sir1 exageración, el espectlículo que con wids aficionados
cuenta en izuestra poblaciórz))? Este comentario
de losé Rial, en 1928, parece quedar a años Iiiz
de la actual situación de Id exhibición cinernatográfica
en nuestro país. Si atendemos a una
encuesta realizada por el Ministerio de Cultu
ra, en diciembre de 1985, nos encontraremos
con que el número de españoles que <(leían»y
«asisiídn a represenraciones teatrales) habla
aumentado, mientras que en la única actividad
cultural que éste había descendido era en
la «asistencia al cinc». Con cifras en la mano
este descenso se situaba en torno a diez puntos;
en 1978 un 46,4% de los encuestados iban
al cine. en 1985 sólo un 37%. Esta situación a
la bala ha seguido manteniéndose en la seuiind-.
mitad de 12 déaY3 de !es 8G. ---.
Las causas del descenso radican, básicamente,
en un cambio de hábitos sociales y de
rridrierds de ver el cine. Es cierto que los potenciales
espectadores ya no frecuentan las
salas, pero ello no conlleva, ciertamente. que
se haya dejado de ver cine, sino que los canales
de visión son ahora otros Televisión y Video,
principalmentej También. la Indiistria Cinematográfica
lucha contra un handicap evidente,
y es que cl público es cada vez más
indcfinido menos influenciable; ya no se va al
Cinc como un atávico acto social. -domingos
por la mañana misa; domingos por la tarde cirie-
sino yue se van a ver películas. Esto habla,
quizás, de una mejora, ciemprc discutible,
en la critica selectiva del espectador, pero es
obvio que resulta muy negativo para las arcas
de los exhibidores cinematográticos.
En un reciente sondeo4 realizado en nuestras
islas durante los primeros meses de 1991,
sobre la aceptación y asistencia al Cine, -el
español en particular-, por parte de los Canarios.
aparcccn resultados realmente interesantcs.
Por otra parte, una encuesta realizada
once años antes para la revista F o t o g r a ~ ae~n,
IYKL', sobre los mismos supuestos pero teniendo
como campo de estudio la población
de Barcelona. nos servirá para realizar comparaciones,
ya que muchos de los datos riu han
variado sustancialmente en estos años.
En Canarias se va con bastante pnca freciienria
al cine En torno a un 35% de los encuestados
iban menos de una vez al mes, -e
, , c n m s , ",.? ,,* A A O , ,,iLluJv ..-- A - - i i u i i i u . u , r~+ m u i i a O U V \~I C C C ~ta. n~
sólo un 21% más de tres En la enciiesta realizada
por Fuloyr6irnas los datos que se correspondían
a estos eran: 28.4% para el primer supuesto,
468% para el segundo, y 24.88 para el
tercero Por tanto, en Canarias este proceso de
huida de espectadores es. si cabe, aún más
grave A pesar de esto, en 1988, tdnto Las Palmas
como Santa Cruz de Tenerife se situaban
entre las diez provincias con mayor asistencia
de público y volumen de recaudacihn de todv
el país: lo que rio iriiyidió que de ese año al siguiente
cerraran cinco sdias en riuestrd Región'.
Preguntados acerca de las razones de la
escasa asistencia, los encuestados alegaban,
Sobrc la cxhibición dc Cinc Español cn Canarias
por encima de todo. los motivos económicos,
-y es cierto que el cine se está, cada vez más,
convirtiendo en un artículo de lujo-, la distancia
entre el domicilio y el cine, la falta de
tiempo -bien por cuestiones laborales o por
dedicarlo a otros ocios-, v, por último, hacían
hincapié en la falta de calidad de gran parte
de la cartelera.
Creo que en esto, y excluyendo los condicionantes
expuestos por los encuestados, cabe
;ifidtiir vririds rd/ories Por u r i lado ~ s k r í dId
concentración de las Salas en las grandes capitalcs,
lo que ha provocado cl cicrrc dc muchas
de las de pueblo Mientras que, a su vez.
las quc qucdan tienen unas condiciones realmente
nefastas para la rxhibirión: lo que implica
que haya que desplazarse para ver cine.
Habría también que tener en cuenta que más
del 87% dc los canarios vcn pclículas cn vidco
y televisión con muchísima más frecuencia
que en las Salas7. Y desde luego, hasta qué
punto la vlerld cinerridtogrdtica puede atraer
al espectador
Veamos un caso concreto. Los hlulticines
Aguert. sitos en una ciudad con una población
de hecho importante no están considerados
como tolm de ~ ( t r m ny,a que éstas se reservan
para las salas capitalinas, exceptuando algún
estreno simultáneo cuando se llega a un
acücido cn:ic dis:iibüidoias se dos
copias de un mismo film Lo que a priori parece
no tener importancia conlleva a la larga a
una serie de efectos negativos. Por un lado, SI
los espectadores tienen interés en ver alguna
novedad cinematográfica deben bajar hasta la
capital, y como vimos por el sondeo la distancia
era un elemento negativo tenido en cuenta
a la hora de ver iina p~líciila y por otro ciiando
éstas llegasen a La Laguna ya no concitarían
el mismo interés porque su campaña de
pronioción Iiabiía teiminadv. Poi lu tanto, el
perjuicio que produce esta, en ocasiones caprichosa,
calificación es evidente.
En cuanto a los Géneros, los más jóvenes
tienen predilección por las Comedias y por
todo aquel cine ql~es,i n englobarse genéricamente,
queda reunificado bajo el término de
«Acción», entiéndase como tal algunos thri-
Ilers, el cine de aventuras, el cine de suspense,
algunos filmes de terror, de ciencia ficcióri ...
mientras que el resto de la población prefiere
básicamente el Melodrariia, seguidv por la
Comedia y de nuevo, el cine de <Accións.
Sobre los criterios de selección funciona
sobremanera la <publicidad oral>>ju nto con la
escritd y la televisiva y, en segundo lugar lo
que llamariamos un pseudo-stur system, o sea el
rcclamo de las «majors» a través de directores
y estrellas.
La nacionalidad preferida por el espectador
medio es siempre la Norteamericana -en
casi un 62% de los casos-, seguida de lejos
por el cinc curopco entcndicndo como tal
basicamcnte, el Inglés, rrancés, e Italiano. Por
debajo cstaría el Español. Solamente alrededor
de un 16% era partidario de ir a ver películas
hechas en nuestro país. El problema se
agrava cuando es de nuevo cl cinc USA el quc
acapara aproximadamente el 75% de la recaudac16n
anual
Sondeados acerca del Cine Nacional, la
mitad de los encuestados no iba nunca o casi
nunca a ver una película espaíiola, un 32%
acudía alguna vez a las salas de provección
g.cia&s s.u aficibrl a aIg;i.l artü,
determinado, lo cual es bien comprensible si
tenemos en cuenta que, a excepcion de
apuestas sobre seguro, -pongamos cl caso
de Almodóvar, o este año las cintas de Trueba
y Bigas Luna, Bek Epoque y lun~ón JcninYn-, el
resto de hlms únicamente interesan al exhibidor
como inedio para cubrir Id cuuLa de pantalla
impuesta pnr el Gobierno Es significativo
que aproximadamente un 186 de canarios se
extrañaran ante esta pregunta respoindieiiclo.
,Pt.iu ruái~icios e eslrerid ciiie espdnol?
Sobre su calidad, un Larito por ciento elevado
se ponía de acuerdo en afirmar que se
estaba saliendo de una crisis creativa que habría
tocado fondo con la denominada Espu6olada,
realizada durante buena parte de los 60 y
70, -lo cual indica claramente. el escaso conocimiento
del desarrollo de nuestra cinematografia-.
IPedro Almodóvar estaría al frente
de este cambio. al menos popularmente, aunque
se mencionaron nombres como el de Berlanga,
entre los clásicos de nuestro cine o
Trueba, entre Ins nuevos realizadores.
Únicamente se seguia achacando la utilización
de temas repetitivos, agotados, manidos,
caso del «k)lklorisrrio»y d e Id «Giirrr;i Civ
i l ~L. o cierto es que lo «folklórico»s e ha recupcrado
cn estos últimos años, después de
haber estado denostado a todos los niveles,
-cn cinc sicmprc idcntificablc a la etapa C1-
FESA-. pero es una recuperación que ha llegado
al cine rebotadd del mundo musical E1
final de los 80 se constituyó en el momento
clave de recuperación de las músicas étnicas
-recordemos Barcewomad-, y por tanto. lo
folklórico, el flamenco, etc. volvieron a tomar
luer~au. n ejemplo cie la simbiosis cine-íoi~iore
lo tenemos en el exitoso penúltimo film de
Chávarri, Laj Cosa5 del Querer (1989). cuyos resultados
en taquilla Fueron realmente intere-
Tanles
Pero también podemos entender por ((lo
folklórico>>la- payasada, el mal gusto, el chiste
fácil, el kitsch,. que estaría representado por
e! cine, r n 5 c bien sxbciRe-, de @ores eritre
otros. Pero es que. aunque sus recaudaciones
hayan ido también en descenso, sigue siendo
esta manera de hacer películas -coste bajo
tirón de público, buenas recaudacionesbastante
más rentable que el resto.
El tema de la «Guerra Civil» es bastante
más controvertido Son escasas las películas
que tratan directamente la guerra más bien
ésta es únicamente un adecorado~d onde se
van a desarrollar otras historias. Recordemos.
por ejemplo, el caso de La vaquilln, Derlanga
1985, o de iAy Carnleh!, Saura 1989, -esta última
una buena reflexión sobre el conflicto bdico-.
Pero lo que sí es cierto, es que la Posguerra
ha estado y sigue estando todavía presente
en nuestro cine, -cualquier película de Patino
o Fernán Cómez lo evidencia-, claro que también
es lógico SI tenemos en cuenta que muchos
de nuestros cineastas actuales son hilos
directos de ella
De todas maneras, es visible que los gustos
del público han cambiado y demandan
otro tipo de pelíciul;is. o incliisn las miqmas
pero con un tratamiento diferente; independientcmcntc
dc que la calidad dc éstas no sea
~ i i di ~ t eiii iiiantr Historias actuales vistas con
el distanciamiento y la ironía que ofrece la comedia
vienen a ser las preferencias del espectador
medio
Existe también otra queja que es necesario
destacar, y es la abusiva utilización de la literalura
como refererite para la reali~acióri de
un film. Cela. Valle Inclán, Delibes.. han sido
escritores que han puesto sus obras al servicio
de los guionistas. Situación que originó el
PSOE, con el Decreto Miró en 1982, al establecer
una subvención extraorainaria para aquellas
películas que obtuvieran la calificación de
«especial calidad> Y qué manera melor de
conscguir esa calificación quc adaptando clásicos
literarios españoles.
Si hubiera que definir el cine que se tia
protegido bajo el mandato del Gobierno socialista,
éste serid, sin duda, el que se ha dado
en llarn3r irSnic2mente cimn?n de qun!i!tí. Pero !e
que puede resultar curioso es que parece haber
una relación directa entre estas adaptaciones
literarias, este cine de dutor, y Id ty)aritada
de público a la hora de la verdad, a la hora
de ir a vcr cinc cspañol; con lo cual cl tiro
puede haber salido por la culata6.
Sobre si sc potencia y promociona cl cine
hecho en nuestro país las opiniones están
enfrentadas, aunque en general se mantiene
una postura negativa -58%- Matizando que
esta promoción, cuando la hay, parccc cncaminada
a encumbrar siempre a las mismas
personas. Puede ser que hasta cierto punto
esta atirmación tuera correcla, teniendo eri
cuenta todas las veces que se habló de «amiSobre
id exhibici6n de Cine Lsuañoi en Caridrias
guismo» en el momento de repartir las subvenciones
durante el mandato de Pilar Miro.
Subvenciones de las que, por otra partc, más
de la mitad de los encuestados desconocían
su cxistcncia, tanto las ofcrtadas por cl Ministerio
de Cultura como las más recientes de las
comunidades autónomas; lo que viene a corifirmar
una vez más el escaso interés del público
por todos aquellos aspectos de la industria
cinematográfica que no sea la mera exhibición
del film. De todas formas, lo que es totalmente
evidente es que se ha proniocionado el Cine
Español de cara a la galería, pretendiendo su
reconocimiento en el extranjero; pero nunca y
csto cs irnportantc, sc ha hccho una labor industrial,
o sea, no se han buscado nuevos
mercados, ni se han aumentado considerablemente
las ventas de nuestras peliculas. Con lo
cual la labor realizada puede considerarse como
nula. hasta cierto puntoq.
También se les cuestionó si se mantenían
informados acerca del mundo cinematograficc'
y por club canalcs Esta información solía
obtenerse por medio de la prensa o de piihlicaciones
especializadas En este caso, y por
este oi-den, ei-an ronnridas las rwistas Fotogrumas
y Dirgido. En televisión los programas más
seguidos eran Días de ciw de La 2 de TVE, y con
menor audiencia Priilzer Plano de Canal Plus; y
en radio Polvo de Estrellas A pesar de estos datos,
sólo un 42% aproximadamente de los canarios
se interesaba por el cine fuera de las
Salas.
M~recen mpnrihn aparte las qiieiaq de los
espectadores -a menudo tachados de pasivos-
acerca de la infraestructura de los locales
de proyección soriidu demasiddo elevado,
pavimento con escasa inclinación que imposibilita
la correcta visión de la pantalla, cintas
deterioradas, imágenes desenfocadas y así un
largo etcéteraik.
Por último, se hizo hincapié en advertir si
las actividades que en nuestro archipiélago se
están llevando a cabo para difundir y potenciar
la cultura cinematográfica eran conocidas
por la población canaria. El 2 lo& no había oído
hablar de éstas, mientras que solo un escaso
15% sí. El 61% rcstantc opinó que en Canarias
no se potenciaba el panorama audiovisual
Las actividades citadas m5s arriba han vcnido
desarrollándose de poco para acá y surgierori
cori la creación de la PAC (Plataforma
Audiovisual Canaria) que está trabajando por
la imprescindible regulación del sector. A raíz
de ello aparecerán poco después otras dos
asociaciones. la AEPAC (Asociación de Empresas
de Producción Audiovisual Canarias) y
la AECC (Asociación de Escritores de Cine de
Canarias); los primeros agrupando a las empresas
dcl scctor c irnpalsando la producción
y los últimos intentando difundir la cultura cinematográfica
escrita. La pena es que el apoyo
que se esperaba del gobierno autónomo
ha sido más bien escaso1
Por otro lado. es también de destacar el
apoyo por parte de la prensa diaria a los diferentes
aspectos de la cinematografia as1 como
el nacimicnto dc Rocebmd una rebista realizada
por e1 Aula deCwde la Ilniversidad de La
Laguna, y que es la primera publicación que
se dedica en nu~stin airliipiélag~, enteramente
al ((Séptimo Arte»
Despues de presentar los datos obtenidos
en el sondeo creemos necesaria una pequeña
reflex~ón acerca del estado actual del «Cine
Español»
Es evidente que se esta en un estado de
precariedad absoluta sobre todo despues dc
la Ilepada del miniqtro Sempriin Bede el Cnbierno
se ha querido ver el cine como una industria
más que debe ser saneada a cualquier
precio, sin tener eri cueritd que es una de las
más importantes expresiones culturales de un
pueblo, y que, desde luego, no se puede dejar
morir.
Siempre se ha hablado de crisis.
(c.. sobre todo me preocupu eso que llarnan crisis, que
no es otm cosa que la falta de urzn industria organizada
y seria, ya que el cine espaiiol siempre ha estado en trisissI2.
308
.
Esta acertadísima sentencia de Eduardo
García Maroto plantea directamente la carencia
fundamental del Cine Español, la falta de
una Industria. industria si se quiere, al estilo
norteamericano, donde exista una difcrcncia~
ción clara y profesional del trabajo, una dedicación
completa, unos objetivos económicos
y comerciales marcados de antemano. y que
ncccsariamcntc hay quc llevar a cabo.
Esta clara diferencia e n t r ~C ine Norteamericdiio
y Cirie del Continente viene de antaño.
Su origen estaría en el poder de los grandes
estudios de Holl~wood. quienes marcaron
una línea a seguir, al pertenecer la película al
productor, al Estudio; mientras que en Europa
el dircctor, cl autor, era prácticamcntc ducño y
señor de su obra. Es. desde luego, una fórmula
-la europea-, mas creativa, pero también
menos rentable.
Pongamos un ejemplo, en nuestro país
hay una carencia casi total dc guionistas Existe
la figura más común del director-gliionista.
Viílaronga, MdLji, Alrriodóvar, Trueba ,... Y esta
duplicidad de funciones provoca. bajo nuestro
punto de vista. que planteamientos tan cohcrcntcs
dc partida como los de El sueño del
MOMO IOCO, Trueba 1989, o iÁtaiw!, Almodóvar
1989. se malogren a1 diluirsc la historia según
avanza la película Lo que no ha ocurrido, toii~
d~idUuI I c d x recieiiie, eii Briie Epuyue, Uuride
Trueba deja el guión en manos de Rafael
Azcona, quien a su vez es asesorado por el
propio dircctor y por José Luis García Sánchez.
Lo que viene a demostrar que un g~iión
en el que interviene un profesional que aporta
sus aptitudes como tal, acaba teniendo mayor
coherencia y menos fisuras cuando es llevado
a la pantalla.
De ello son conscientes los propios autores,
y, lo que es más estimulante, parece yue
hay verdaderd iiiLericiUri de drregidr el problema.
y además a triple banda Becas del programa
«Script», llevado a cabo por la CEE y el
~European Script Fond», ayudas anuales del
ICAA para los mejores guiones, y un curso,
Domingo Sola Aiitequem Teresa Rodríguez Hag~
~
también anual de ((Escritura Cinematográfica))
organizado por la «Fundación Viridiana)) en
colaboración con otras entidades. caso de la
Universidad Autónoma, el Ministerio de Cultura,
y la Comunidad de Madrid1?
Así es como debería empezarse a hacer
industria, potenciando la profesionalización
de las diferentes actividades cinematograficas
Si no las normas siempre nos vendrán impuestas
de fuera; al no crear mercado, los for
á n e o~se comerán al nuestro.
Se ha achacado también y con frecuencia,
una falta de calidad en nuestro cine. lo ciial es
evidentemente cierto en bastantes casos, pero
no es un factor determinante ya que el cine
americano produce películas cuya media iualitativa
suele estar por debajo de la española.
Entonces, el problema parece ser más bien
sociológico, el público se ha acomodado al
«gusto americano», a las películas estándar
que llenan las carteleras de medio mundo. Lo
cual se agrava si tenemos en cuenta que uno
de los grandes males estructurales que padece
nuestro cine es su subordinación. su dependencia.
tanto en el sector de distribución
como en el de exhibición, al cine norteamericanoi!
Así cualquier intento de establecimiento
industrial parece abocado al fracaso, sobre touo
~e~~ieriecni oc uerila ¡as ciíras ue especrddores
potenciales de nuestro cine. y la lucha
imposible, porque se jugaría en su terreno,
contra las grandes producciones norteamericanas
Quedan entonces dos opciones por un lado,
realizar cine de consumo, de masas, donde
los reyes son los americanos, o bien hacer
un cinc dc calidad, un cine dc autor, tradicionalmente
establecido en el Viejo Continente
La cueslióii se debate eri que el Cirie Europeo
tiene perdida la batalla de antemano, desde
hace muchos años, y el público apoyd, ddemás,
esas producciones foráneas El espectador
es ahora un elemento pasivo que reniega
de su cultura".
Sobre la exhibición de Cine Español en Canarias
Personalmente plantearíamos un cine de
autor que manifestara la falta de complejos, la
total imaginación, el punto de vista personal ,
pero también. cierta adecuación al nuevo tipo
de espectadcii y a las nilevas historias que éste
demanda Si no, sería imposible rrieiordr Id
situación de la industria cinematográfica en
general
Se pueden barajar datos realmente esclarecedores
Sobre 44 películas subvencionadas
durante 1986, solamente siete fueron rentables.
h4arbella, golpe de cinco estrellas, Policía; La ley
do! doson, E! nñn do !ns I!~coc Rihn la honda: El hncqiie
animado, y La vida alegre. beneficios que fueron
del medio millón de pesetas de la citada en
priiriei lugar, a los 106 de la Últi~na'~.
Podemos ver un caso concreto, las recaudaciones
comparativas y aproximadas, entre
cinc nortcamericano, europeo y español, de el
Cine Víctor» y de los «Multicines Greco» y
«Multicines Oscar's~d urante el último año''.
dentro de los films norteamericanos habría
que hacer una subdivisión; los considerados
como «fuertes> (El CTunvda~spnldnDs;u Áiin/n
Rram Stolw Las R~llay la R~stia,) cuyas recaudaciones
pueden superar los 30 rnillows de
pta.;, c-arla una. dui-ant~ aproximadamente
tres rrieses de exhibición, y el reslo (Unu PA~YLIfia
entre nosotros; El río de la vida; .) que obtienen
unos ingresos que oscilan entre 1 y L) millones
durante más o menos un mes. El Cinc Europeo,
Comunitario está representado por películas
que no durdn en cartel rrids de uria o
dos semanas, a excepción hecha de filmes del
éxito de Cwano de Bergem o Deliratessen, recaudando
entre el millón y el mdlón y medio de
pesetas'! En cuanto al Cine Español, habría
que haccr dc nucvo una subdivisión. por una
parte, los filmes de Amodóvar, que en iin par
de meses obtienen entre 10 y 15 millones de
ingresos; le sigue el «Pceudocine», lease üzores.
Martes y Trece ,... cuyas peliculas pueden
llegar a obtcncr una recaudación cercana a los
10 millones en mes o mes y medio de exhibición,
y por último el cirie de «calidad» (Saura,
Camus ,...) que apenas se exhibe más de una o
d o s s r m a n x , y ciiyns recaudaciones difícilmente
llegan al millón de pesetas, situándose
riorrridlrneiite por las 700 000'".
Así, si hacemos cifras, tcnicndo en cucnta
Id cuota de pantalla. vemos como el cine USA
recauda aproximadamente entre el 75 y el 808
del total, mientras que el LUX restante se lo reparten
españoles y europeos, casi a partcs
iguales
Quizás para arreglar esta situación deberían
tenerse en cuenta las medidas adoptadas
por la COPIAC para favorecer a la cinematografía
españolax' En resumen, quedarían establecidas
en tres apartados: el primero aborddria
la desgrdvdciórl de inipuestos a emprcsas
distribuidoras y exhibidoras de películas
espanolas: el segundo la desgravación fiscal a
los capitales ajenos a la cinematografia que se
inviertan en producciones espanolas. y por último
una reconversión de las Salas, con ayuda
estatal, para atraer a un mayor niimero de espectadores
\i por si ipi i r~toa, todo esto habría que
añadir una mayor colaboración con Televisión
y las empresas Videográficas. un incremento
de coproducciones con otros paiscs
y el auniento de presupuestos destinados a
la mercadotecnia. para que todas las peliculas
tengan aseguraáo un canal ae aisrribución2
Tras haber recapitulado sobre el tema,
concluiremos que la iniciativa privada es importante,
tanto como la pública, y que el esfuerzo
debe ser coniunto, e incentivado con
desgravaciones fiscales. Si no, al paso que vamos
el estreno de una pelicula española se
constituirá en una efemérides digna de celebración
Como cierre a la elaboración del presente
rexro, y reniendo en cuenta la situación acriial
del Cine Español recurriremos de nuevo a un
comentario de Carcía Maroto
«Continúo tenie~ido las wiisinas dudas sobre tI
porvrnir d ~u'u e~troL ine apre~iandoS US a~iertosy laI
i LAllCI4 biiROTO. E Ai'i'I:IUr~1jy ~icslWltur(~sdiC'i ilii' ESDLIno1
Plaza '1 l a r e s e d i t , Barcelona 1988. p 232
13 Información subve s t o s programas en MuNoz, D
«UII guióii udid el rrieiuiu. eii El Puís, domingo 1 de
~ ~ i ldleo 1 990. p 24
14 De insultante podríamcs calificar la cuota de omlalla
que establece el gohierno que d e 4 r 1981 es dc '3 a
I O sca. por cada día de p-oyección de una pelicula
?>panola se proyectaran [res americanas, la CUPIAC
quería balar la cuota a un 2 a 1
\/cr los Priniipios Gásiccs pum una politi~agl oba1 de la Cinew,
atogvafk, prcipi~ignadni pnr c.1 PSOF d.ilr\ [Ir lds
Elecciores Generales de 1982. en los que se garantizaba
la formación del espectador como partícipe activu
del proccso cinematográfico. asegurando su encuelilro
io:i Id ubid (ílii i i a
Fuente ICM, Ministerio de Cultura Recaudaciones
al 31 12 198i
Datos ;edicios por el Sr Olea, director de la distribuidora
Tropical Filtws
Aunque deberíamos seralar que algunos grandes
e x t o s d e 13'; I\~Iul!i~iacionalen~o rteame:icanas vienen
3 sfrazados di. películas curopcas, caso de
Aiirlr j -inglesa- o Ii?it~n:oB asicn -holandesa- c m
lo cual adeniás. ourlan la «cuota de pantallau ya que
,rl ;t.( i c c ibidas ciiiilo ~ i ü i n ~ ~ i ~ t a i ~- iüaes -d r i$iL is:¡-
tuir a Id cinta española e i la iitddd C U U L ~ d e r x l i LIción
Concretamente en la provincia de Sta Cruz de Tener
fe y según los catos del cistribuidor anteriormente
citado, la película española qLe mayor recaudacior
alcanró hace pncw año< fii? Guarapo. la cinta de los
Hnos Rios Qiie llego ;i ckrcnrr más dr 12 rriilioi~es
ce pesetas durante su pase 4 por razoncs obiias
También coma caso excepcicnal Iia) que menciona1
cc.e todos os años ha,i alguna uelícula e s ~ a ñ o l acu -
yos ingreios se s túan por encima de la media. Eri
1992, Br811i. Fpc'quc3 y lutriiivi Iiivniin
L I DERECHOS DE ANTENA 1988-1991
Cadena Película
p.-
Productora
I V t ,Ay Lrmcld'
(proyectos más Bd drie d mor I
importantes) Rcltcne nroi
Ld5 Ctirld5 d~ /\I~,u
El dxrnt« gr e<o
El -ey del m,mbo
r I rey pasmad'
Ld n x b e i m á ~la r@
La v uda del Cdpt
tsrrddd
Lo m& natu~dl
i.>eroi?rntr~cdna
Ion Pro~iutción
I.wriiar-iicricana
Elid, Oilvr~icti
1npdI11 - Trabada
Fíichan Alenca
hraic rilrns
lberv,irncricana
Classic t i l n i
CAN4L PLUS Arnan:es Pedro Ccird
El hombre q ~ c To-nasul
~ t ' r d i 6s u comh,a
l r c l ~ ~p i , \'ideo hlertury
y vino
Trlc~ii:.I~kl aiic~s t i DEFCO
un paroguas rd d T ~ ~ r i i ~ l ~ ~ ~ i
t'CS
COPRODUCCIONES 1988- 1991
-- - --
22 G~RCÍAM .?i?uio, E Avenlurris y dciiwiturat del Cine
Ejpafio/ Plaza y l a r & e d i t , Barcelona i988. p 232