VECUETA, Número l . octubre 1993, (293-302) 293
EI mural del Cabildo
Insular de Gran Canaria
de Jesús Arencibia
ntroducción
La obra elegida para esta interpretación es
el Mural de la Sala de Sesiones del Cabildo de
Gran Canaria. realizado en 1954 por el artista
canario Iesiís Arencihia i l Y 1 1 -1YY7i Hemor
seleccionado este mural precisamente por su
significación dentro de la fecunda producción
ai.t;stica de /,,cl-,~i~i,aq ue d e s a i i ~ l l ¿ l ~ u
tanto para edificios ci~iles conlo religiosos
Pretendemos con este trabajo acercarnos a la
obra de arte, al sentimiento que la generó y reconstruirla
a través del sentimiento que genera
en el espectador Al interpretar la obra de
artc, al intencar llegar a SU comprcnsi5n sólo
pretendemos comunicar algo sobre eila y dest-
cdr así !rdhre!!de!!~id histfiri-d vr~rque
consideramos que al escribir sobre la historia
de una obra la misión del historiador del Arte
es iidcer dc iiiier~i~t'dideriii~i~ eid vbra y el receptor
La primera impresi61-i al entrar en )a Sala
de Sesiones es de grandiosidad, son tres paños.
el central y do5 laterale5 pero el central
está dividido en dos partes pues en medio del
paramento se encuentra un retrato del Rey
D luan Carlos, este rctrato es posterior, firmado
por Ciriln Siuárez y fechado en 1978 Fl miirai
fue encargado durarite Id dirlddurd y aiileriormente
en vez del retrato de D. luan Carlos
estaba el de rrancisco rranco, asi qiir aunque
sea t n paiioj decorado-. hablaremos de cuatro<
esceizas.
Descripción Formal
Al Paño Central.
A l Primera Fscena
Está situada a la izquierda del cuadro del rey
Es una escena marinera Centra !a imagen ma
gran nasa compuesta por tres aros. a cada lado
de ésta quedan dos grupos homogéneos
de personajes. Las tiguras de la izquierda forman
una estructura piramidal; son c¿iatro personajes
que se superponen unos a otros como
intentando sostencr o agarrar la nasa dando
cierta sensación de desequilibrio, el
paisaje es inexistente. no hay ni montañas ni
mar. sólo cielo Son celajes que nos recuerdan
los de I'~jrner manchar de colorido marrones
y azules algo desvaidos En el fondo, debajo
de la nas2 y en medio de los dos grupos, apc
ims se vislui-i-ibia la esqúim de una rasa düi;
de se apoyan varios renics. Sorprende que en
esta escena de pescadores no hay2 ningún
pescado. los únicos aninales son dos simples
gallinas situadas sobre la punta delantera de
la barca.
En la escuina izquierda aparecc la firma
del artista y la fecha I E S ~ C A I Z E U C I B I1A ~ 4 .
A.2. Segunda Escena.
Escena marinera comptiesta por once tigura-.
Üe Yquieldd d ~ e l e ~ i ldPdd leCY0 dU5 I I U I I I -
brcs el del fondo está en la sombra y sólo se
ve su cabeza, lleva un sonibrero de pala deshi-
1ac:hacio por las purtas y una especie de cesto
kl otro. con cnmisa rola, vacía una ce5:a de la
que cae una cascada de peces azules Dos
niuieres venden pescado: la primera, cargada
con un cesto rebozantc, gira su cabcza como
voceando SLI mercancía I a cle atrás. muy sonrieii:
e, sc~stiriies obre su i a b e ~ au n eriorriie
cesto también repleto y en su mano derecha
lleva una balan73 Un homhre ?e agacha agarranao
por las agallas un pescado muy grande.
Detrás, tres hombres arrastrar, una barca
sobre la que aparecen cuatro figuras que descargan
la pesca. son dos mujeres y dos hombres,
uno Ilevd dl Iiumbro un cesto y el de la
esyuirid cierrctid está escorzado y sopla cor,
fuerza una caracola tl centro cle la composiriór;
sería el mris'il de1 hnrcn qiie tiene siin 1.7.
vela desplegada.
B) Paño izquierdo
Escena dramática después de un naufragio
en la que veinte marinos descargan el cuerpo
del ahogado de una barca destrozada que un
camello transpor:,? en su lomo El centro de la
El mural del Cabildo Insular de Gran Canaria de Jesús Arencibia 297
-
Cubre la escena una especie de palio de redes
son pescadores que en procesión balan a
la virgen El costalero de la derecha lleva al cuello
un gran escapulario, los demás con las cabezas
cubiertas soportan el peso de una gran con
cha o venera sobre la que está la imagen Se
amontonan los personales oferentes, una muler
sostiene en alto un gran pescado, lleva la cabeza
descubierta porque el sombrero cae hacia
atrás y queda flotando en el aire el humo que
aparece es de un sahumador de talla típica canaria,
que sostiene un hombre a su lado lusto
dehalo de1 hram riel fnrnirin qiie tira de iina de
las cuerdas quc sostiene el techo de redes, el
resto de la cuerda se enrrolla jiisto en la esquina
inferior izquierda del mural, debajo de este atlante.
Un joven sentado tira de la cuerda que
sostiene la otra punta del palio de red. ambos
en posturas muy escorzadas Son dos figuras
espléndidas que reflejan una gran fuerza tanto
por su inusculdturd como por la tensión Iísica
que mantienen Tres hombres que cargan candiles
o lámparas de tipo marinero, de gran tamaño
dos hombres soplan sendas caracolas
marinas. Un hombre de pelo negro y camisa roja
con rasgos de indígena parece vocear algo,
pues coloca una mano en la boca y grita o canta;
en la otra porta un gran palo que con la punta
superior toca el palio. Debajo de este hombre
peculiar. otro hace el gesto de implorar con las
rnaiios juriias y de su cuello cuelga un escapulario
enorme. Abajo una pareja se abraza en una
postura muy torzada Mencionar que en la esquina
inferior izquierda, detrás de un montón
de ~1uerdas, e aprecia !a figura horrosu de iin
hombre calvo que podría ser el mismo que aparece
en idéntica situación en el paño de enfrente,
en la escena del camello
Destacar el abigarramiento y la sensación
de muchedumbre que experimentamos al
contemplar esta procesión marinera
Arencibia Muralista
El artista canario I ~ uCsO NZALAEZR ENCIBIA
nació en Tamaraceite (Gran Canaria) en 19 1 1
y falleció el 1 O de enero de 1993. De forrnación
autodidacta comienza a frecuentar
muy pronto la Escuela Luján Pérez. hecho
éste que destacamos pues la Escuela dejó
en él su sello indiscutiblc. cl indigcnismo
Esto, unido a su amistad con el artista Néstor
de la Torre, son influencias fundamentales
que nos ayudaran en la comprensión estética
de este mural que analizamos. Igual
de fundamental en su formación pictórica
serán sus estudios en la Academia de Bellas
Artcs dc San Fernando cn Madrid, donde recibió
enseñanzas de 1942 a l Q A 7 , especia!¡-
zándose en pintura mural con Daniel Vázquez
Díaz
Ya en Las Palmas corinieii~ad recibir [Iurllerosos
encargos muralcs. Es neccsario scñalar
aquí que Arencibia, con anterioridad a la realización
de este mural dcl Cabildo, ya había
realizado otros.
- Los frescos para el baptisterio de la
Iglesia de San Juan en Telde (1948)
- El gran lienzo para la Sala de espera de
la antigua terrriirial del AeropuerLo de Gran
Canaria, Gando (Telde, 1948)
- Tres paños para el presbiterio de la
Iglesia de Santa Isabel de Hungria en kscaleritas
I 1948)
- Ln el hotel Santa Catalina decora varias
dependencias r r~a n d oun gran ciclo pictórico
de temas canarios.
- Realiza dos grandes lienzos para el Cobierno
Civil. uno en la Sala de Recepciones o
Salón de Embaladores y otro en el comedor.
- En e! mismo Cabildo :a !e hablan en
cargado y realizado las tres sobrepuertas de la
Sala de Plenillos.
Es por eso que cuando el Presidente del
Cabildo, por ese entonces D Matías Vega, le
encarga a principios de la década de los
cincuenta el gran muial de la Sala de Sesiones,
ya era un artista de reconocido renombre
no s6ln nor siis expnsirinnps de nhra
de caballete sino como muralista de prestigio
298
-~..~.
l . Información Oral.
El propio artista nos contaba cómo a principios
de los anos cincuenta le hicieron varios
encargos. 171 del mural del Cabildo fue una petición
anterior al del Hotel Santa Catalina, pero
como el hotel estaba pendiente de fecha de
inauguración, el propio Matias Vega permitió
que terminara antes e! compromiso con el
Hotel y realizara posteriormente la obra de la
Sala de Sesiones
Los cuatro enormes lienzos, a pesar de sus
grandes dimcnsioncs: los dos Iatcralcs midcn
aprnximadamente seis metrnc. r k altn nnr
ocho metros dc largo y los ccntralcs seis metros
por seis metros. no fueron pintados in situ
sino que el artista los trabajó en la antigua
ermita de Tamaraceite, que se encontraba cerrada
en ese momento. Luego se trasladaron
enrrollados hasta el Cabildo, donde fucron
pegados a la pared con una cola de origen vegetal,
un almidón rriuv ligero que rlo periuilicd
a la conser\iación del lino de que está compuesto
el lienzo.
Eii cudriLo a los lenias u~ili~adojse,s ús
Arencibia contaba que quiso expresar las alegrías
y las tristezas de los hombres y mujeres
que viven del mar Se inspiró para ello eri los
pescadores de San Cristóbal y en personales
populares quc él conocía. como la muler que
pregona pescado en la escena de la derecha
del pdño central que era una vendedora que
se ponía enfrente del Mercado de Vegueta y
que un clía siguió mientras ésta cogía la guagua
para San Cristóbal, él se montó también y
fue tomando apuntes durante todo e! trayecto.
El hecho despertó las suspicacias de la mujer,
que muy enfadada le amenazó con avisar a su
marido. Otro personaje popular que retleló en
este mural fue el sepulturero de Tamaraceite,
apodado «el Tolita)). Es el viejo de cara y nariz
colorada que aparece de semiperfil entre los
marineros de los remos en la escena del camello
Después de la primera visita al mural le
pregui-ité a Arencibia el porqué de algunos
- --
OUrvcrsdal <le Las Panias do (,re, Canara i t o e c a Unuestsrs Memma D g a l e Caniris 2015
Nataliu Fermdo Rodriaues
detalles que me habían resultado curiosos
como por elemplo el de las dos gallinas sobre
la barca, que no me resultaba corriente dentro
de una escena marinera, el artista me dilo que
en una visita a Fuerteventura, cuando llegaron
a Corralejo el pueblo estaba desierto porque
todos, incluidos los pescadores, habían ido a
la zafra, a recoger tomates, y lo unico que vio
sobre las barcas fucron dos gallinas. Esta imagen
de desolación y tristeza del pueblo vacío
se le quedó grabada y cuando pintaba el mural
se le vino a la cabeza esta escena de abandono
1 llego le nreyiintP por la procesión 51
quiso reflepr alguna cr concreto y me dilo
que cuando él era joven se intentó restaurar
una dntigud procesión que redlizdbd Id coIrddía
de San Telmo la procesion de dos mareantes))
conocida popularmente como la
«Catunba» pero quc no prosperó La inspiración
de esta escena se basa en el recuerdo de
este rito populdr
Cuando le comenté que me parecía que la
escena de los marineros con !os remos en alto
tenía una fuerte influencia de Las Lai~zas»d e
Velázquez er la rendición de Rreda contestíi
<No lo niego Velazquez es maestro indiscutible
y buscliié Id verlitdl c c i i i rw15 rleiiieiito\»
2. Influencias. La Escuela Luján Pérez y el
Indigenismo.
A Don Jesús Arencibia no le gusta que le tachen
de indigenista, quizás como a cualquier
otro artista le moleste que le cuelguen una etiqueta
y no consideren su evolución posterior
y su pasr por otras tendencias como e! expresionismo.
Pero es innegable que en sus primeras
etapas y en sus murales queda la huella
indeleble del sello indigenista que dejo la Escuela
en los artistas que la frecuentaban.
Arencibia comenzó a asistir despuéq de la exposición
colectiva que hicieron los alumnos
en 1929, allí conoció a Oramas, a Abraham
('ardenes a Iiian laén y tuvo como profesores
a Fray Lesco, a Santiago Santana y a Felo hilanzón
y es indudable la influencia qiie éstos
- - --- ~-
ejercieron sobre los alumnos. Aunque la tscuela
propugnaba la libertad de acción y de
aprendizaje del aiumnado y deseaban mantener
pura la espontaneidad del artista, hay que
recoriocer que iiiuclius de ellcs, iiniliiyenclri a
Arencibia, repetirian una tipología étnica de
los campesinos canarios con rasgos muy marcados
y iina forma miiy concreta de representar
la flora y el paisaje insular
jesús .n\rencibia tome un camino muy particular
que lo ha caracterizado durante inuchos
&os y que dú:i hoy eii día se refle a en
,,,r r,ri-,rinnrir nnr r n f n r i m r i , - "1 " n n n A ? m i n n - . " " ~ . , \ . ' " ~ ' \ " , L . . > , ,,\>.: ' L " ' " " " . ' U 1 U 6 L U 1 l U U l I I Lil
to de las manos y los pies de sus persondjei.
Esta deformación muscular de sus figuras le
han dado un sello y una personalidad inconfundibles.
Destacamos la importancia del lenguaje
de los gestos, de las manos y los pies en
tvdd Id vbrd del piritor, en riiuctias ocasiones
las manos se extienden y se abren en primer
t6rmii-o F s t ~re ciirsn lo iitI7aria niiichn m25
en su etapa expresionista, como fórmula para
captar el dolor y la tristeza del hombre.
Este mural de la Sala de Sesiones corresponde
a una etapa postacadéniica pues ya
habia pasado por la Real Academia de San
Fernando, que depuro la influencia de la Luján
Pére7 Pero todavía podpmos apreciar en él las
caracteristicas arriba indicadas, observamos a
unos marineros de fuertes músculos y de rasgos
étnicos muy acusados Incluso las muieres
que aparecen en el lienzo tlenen eso? pirs
y manos enormes, en los que ya incidimos en
el análisis formal
m- 1 - -1- 1 P u t la rpuCa u t La L>Cuc1!a- L, ulall In-CzI*C-L- I1Cviene
a Arencibia otra influencia fundamental
en su pintura, el conocer a Uéstor Martín
Fernández de la Torre le lleva a valorar las riquezas
naturales de nuestra tierra como
fuente de inspiración. los cascríos, la flora
canaria y las gentes del pueblo serán temas
recurrentes en su obra. Pero sobre todo la
forma de tratar hié~tor!a figuru h~!m,?nzc,u c
escorzos, impactó profundamente en el alma
dc Arcncibia quc confesaba ir al Parque
El mural del Cabildo Insular de Gran Canaria de les¿s Arercibia
--
299
Doramas a contemplar a Nestor pintando
los estudios preliminares para el cherna de
la Tierra» Fsta i~fliiencia nestoriana se pi~ede
comprobar perfectamente en el mural
iliir anal17aino~m r i t e tiahalo Tanto en el
canon hercúleo de sus personales como en
la tcmatim pucs nos rccucrda a! alegre des
file de nlarineros del mural de Nestor para el
Cdsiriv de Tener fe di. 1934 y uue Arericibid
habia estudiado
Otra intlciencia notable fue la ejercida por
Aguiar y sobre todo por su <(Frisois leño)>t amhlén
para e! Casino de Tenerife fechado en e!
rriisrrio dilo que el de Nestvr
Nestor Arencibia y Aguiar forman el gran
trio de muralistas canarios pero destacar que
Arencibia ha realizado a gran escala la pintura
sobre e muro con más de veinte murales de
graiides dimensionei
Valoración Estética
Arencibia para este mural eligió una temática
marinera, son escenas de pescadores en sus
tareas cotidianas, en una ocasión de duelo
por iin naufragio y en una procesiór- En 511
mayoría son escenas profanas menos esta última,
p r o PS innrgahle que en todo ello sp refleja
un fuerte sentimiento religioso o ni&
bien del misticismo que caracteriza la obra de
Arencibia Es un artista ascético que se apartó
en lo? iiltimos tiempo? dr las corrientes niodernas,
pero que en el momento de realizar
esta obra, primera mitad de la década de los
-:-^..^-e^ ^^^ ^^-+:-:^-+- ,J. ..^I:-:^^:^I-^I -^
ci i icur i (La,~ 33 t~I L1 I I I I I C L I L C ~u t I C ~ I ~ I V > I U C I L~I C I -
pular era muy apreciado tanto por la sociedad
quc dctcntaba cl podcr y que hizo el encargo
diirante el Régimen, como por el pueblo llano,
aunque hay que reseñar que esta obra quienes
la contemplaban en realidad eran los
miembros del Cabildo y los asistentes a algunas
scsioncs públicas.
r\!m e n c c n t r ~mp~use s que en ecm u ñ ~ s
se valoraba un cierto tipismo y a veces desgraciadamente,
un folclorismo mal interpretaNntalia
Feurm~do Rodriguez
do de las corrientes regionalistas que imperaban.
Arencibia sigue la tradición de los muralistas
canarios mencionados en el apartado anterior
(Nrt.stor y Aguidr) que pdra encargos oficiales
habian elegido una temática isleña,
unas veces campesina y otras, como ésta que
estudiamos, marinera Los otros abundaron
en el aspecto festivo de estos temas pero lesús
Arencibia, dcbido a su caráctcr tan especial
al que antes denominábamos ascético,
místico o religioso, escoge una vía diferente y
npl,nuc.->m,,n, u n ¡ n f i ~ w : - A-. ,,Tnn Pn-n- *- T-s- U,," U i L 6 < , 1 1 1 4 \.L \,u,U,I I L i L I , y Ir,> 1 , ;>-
tezas del Mar~.
Esta dualidad se aprecia ya en las dos escenas
que componen el pan0 central, por un
lado las nasas vacías y las barcas varadas representan
el esfuerzo de los pescadores en
época de pobre~ad,e faltd de pesca, pero que
siguen arreglando sus redes pues es su único
mdin de vida Al ntrn lado la escena de la alegría,
del gozo de una buena captura, que permite
vender su mercancía como hacen las muleres
que alegramente vocean con sus cestos
repletos, la balanza simbolizaría la venta. En
este bullicioso conjunto de figuras destaca el
hombre que vacía un ccsto del que sale una
catarata de pescados azules. Es la representación
de la abundancia, iconográficar-rierite
asociada al cuerno de la fortuna.
En la pared izquierda se representa la parte
negativa y cruda de la realidad son los siifrimientos
de los marineros tras un naufragio.
La curiosa utilización de un camello, simbolo
.:.-:c:---1- -1- L L- 1.-
L I ~ I I I C d U U UtZ L d l l d l Id>, CUIIIU Lldll>pUI LC IUl ICbre
tiene su origen en la inspiración que Arencibia
recibió desde Fuerteventura por parte de
los relatos de una tía suya muy anciana que
residía en Pájara y que pasaba los veranos en
Gran Canaria. Ella le contaba cómo realizaban
los enterramientos en landia; pues aunque el
cemcntcrio oficial estaba en Pájara, debido a
12 enorme distancia, c~iandoa lguien f!!ocTa
debido a causa de enfermedad infecciosa teniendo
que ser enterrado rápidamente, era
sepultado en las mismas arenas de landía. colocándose
encima de la sepultura una cruz de
piedras. También le contaba cómo para enterrar
en Pájara y debido a la distancia, un familiar
tenía que adelantarse hacia la villa para ir
encargando la cala, saliendo posteriormente
al encuentro del cadáver que era transportado
en una especie de parihuela. desde las costas
de landia a lomos del camello
Lo único que ha hecho el artista ha sido
sustituir con su imaginación esta parihuela
por una barca y así tenemos explicada esa cu-
..:--.. $<-..-.. A-l ""--ll- A-1 -..- "1 A- 1" P"l" Ai
iuaa iiguLa uri 'aiiiriiv uri i i i u i a i ur ia aaia ur
Sesiones del Cabildo de Gran Canaria.
La alusión a las lanzas Velazqueñas, en la
escena de los marineros con sus remos en alto,
es muy clara. El artistd busca así la verticalidad
En cuanto a la escena del tercer paño. la
procesión de los marineros, casi con toda certeza
es la Virgen del Carmen, patrona del Mar,
a'incye Ar~nribias e inspirara en esa ((Catumba
» o procesión de Los Maredrites o cófrades
de San Telmo, puede perfectamente ser cualquiei
procesiún inaiineia de cualy uier pueblo
de nuestra isla, tradición fuertemente arraigada
y que aíln hoy se practica
Para comprender la valoración estética
que en ese año de 1954 se daba a esta obra
recogeremos aquí un extracto de un artículo
publicado en el periódico «Falange» el 23 de
julio y en el que Luis Doreste Silva se retiere al
miiral con estas palahras-
«( ... ) Plreiicibia ha llevado a los pafios altos ofrontoizes
de la Sala de Actos del Cabildo, unas maqnas alegoi-
iiij
l...)o frece un frenesídel motivo u n apretado arrebato
de vigorosas jiyuras huinanas en moi~imientol,o s torsos
magníficos eiz giros violentos de músculos inflados, acusado
reiterado el escorzo de los brazos coi~gestionados
hasta la deformaci511...
1...) Las criaturas del jardín decorativo de lesus Arencibia
construidas en el canón hercúleo y de libertad vo-
!untariusa. su.nrugido r! ~scmariu r!? c ! ? ! vibraci5i.
i ewquisita de la paleta, arnzonizador incomparable
plcno de pod~rscductorM L ( E S ~ Y jOe sús h w ~ c i b i a ~
El mural del Cabildo Ins~lard e Gran Canaria de JesúsA rencibia 30 1
.4sí terminaba Doreste Silva este inflamado
clogio periodístico dcl que sólo hcmos en^
tresacado unas estrofas. El crítico llama «vibración
exquisita de la paleLa» dl colorido que
esta muy bien logracio, los fondos nunca rienen
paisaje pero sí unos celales de increíble
sensibilidad.
En la escena de las nasas, de la falta de
sustento, de la tristeza y cl vacío, unos nubarrniies
osrliros se ciernen sobre los personajes.
En cambio, en la de la abundancia y Id d k -
gría de los cestos cargados de pescados, el
cielo es de un azul celeste con toque? liláceos,
es un cielo limpio, nítido y sobre todo alegre y
luminoso. En la del naufragio pasa del azul oscuro
tormentoso a un rojizo que se va aclarando
hacia la derecha. Refleio de Id desesperación
de los afectados por la desgracia es este
fondo turbio pero impresionante. Es como SI
la noche de tormenta estuviera detrás de los
marinos que llegan al amanecer y el día fuera
abriéndose paso según avanza el camello con
su fúnebre carga. En carribiu, la escena de la
procesióri.tiene como lorido un ocdso, pues la
1117 esta detrás de la imagen de la virgen y los
personajes están a su sombra.
El jucgo del color y de la luz está cuidadosamente
pensado, no cs casual, cstamos convencidos
de que es intencionado.
Este análisis del colorido de los dales
nos lleva a realimr una nueva ordenación lide
!as ~ ~ a terso~e nasd.e spu& CI_e la noche
de tormenta y amaneciendo llegan los
marineros con el cuerpo de su compañero
ciiiogdciu y id Udl~dC ¡ ~ ~ L I U L ~ & x ~ U i t .e l suhdo
camello, el día avanza y nay una relación de
colorido en los celajes de la esquina que linda
con la escena de la nasa, cronológicamente
sería lo siguiente en acontecer. Después de la
desgracia los pescadores arreglan sus redes,
ae ahí el vacío y la trisreza de esta imagen,
luego todo lo contrario, la alegría y la claridad
de la escena de la descarga del barco, es la
victoria de la luz y tinalmente el agradecimiento
de los marinos que en procesión sacan
a la virgen 17s el atardecer que dará oaso a
un nuevo día.
El color tamhien está utilizado para resaltar
a los personajes más elaborados pucs la
mayoría de los hombres llevan sólo unos pantalones
muchas vcccs rcmangados pero a los
quc quicrc destacar los viste con una camisa
azul, como el joven que sobre su brazo parece
soportar el peso de toda la escena de la nasa
o el indígena de pelo largo y negro qiie parece
gritar en la procesión, que lleva una camiseta
roja Son Ins tonos rojos los menas utilizados
cn cl conjunto gcncral pcro los usa para dar
toques de importaiicia en algún lado concre-
LO. Predoiiiinari los tonos vetdes y azules y
abunda el gris verdoso o azulado.
Arencibia ha «jugado> con el espacio, la
luz v el color para crear una armonía de composición
en la quc luego ha inmcrso un tropel
de personajes que desfilan ante nuestros
o j ~ b~. nuchosc on fuertes escorms. en posturas
pocas veces serenas, siempre luchando
contra la inmovi!ibx! Los ha mlocado a cada
lino m su sitio de una forma deliberada pensada
para crear algo, ese algo que se introdu-
't. ri-I iiüestio subcür-fsiieiite cuaridü lo obsei:
vamos.
BOTAL.V alcriano ti redisr/io pli~c[itoe n Ejpona de iqoo- CASTR,B) O I ~ ~ GFOern, a ndc ~ n t o i o g í ucr iti:n del Arte i2n5 1-
1 y36 EJiiioiies Península Mad~id1, 967 i inr ioi santa Cruz de Teneritc, 1957
Ca t ~ l o ~ c d c I ~ ~ c x p o s i c ó n d c l o s éVbiai vlas ¡Par& Barcelona, FLi?R4NLiO ROI)I:I;IINFa/t alia «Los ~ u r a i e sd e lesús
i 99n .4rencibia en la evmita de Santa Cdtalina Pueblo Ca302
Natalia Ferrando Rodríl~wz
nario)» IX Coloqltio de Historia Caniirio Americauia Las Palmas
de Gran Canaria, IOYO
-<La inspiracion de lesus Arencibia en tuerteventiirau
V Jorn<ldasd c cstudtoj sobre FurrLevci~iurny Laflzarore Puerto
del Rosario, 1951 (en prensa)
-al ns mi rales he lesús Arencibian Catiilogo Erpoiició~
Antolóqica lesiis Arentibio Las Palmas d e Gran Canaria
1991
-«Los rriurdles de lesus Arencibia~ Aquayro Gran Canaria,
n'' 1193, Las Pairnas 1991
-oLos 3 vidaaos d e la gesta colombina» X Calmuic dc
HisLoria Cdndriu C \ ~ e r i ~ d nLdd, i Pdlrnas d e Gran Canaria.
19% (en prensa1
FRGA C i i o ~~/ 7~,~C a rme nA rtist;is Pldrlicoj de la Academia de
Canarias. Santa Cruz de Tenerife. 1951
IICCRiCUEZ UDRESIt , luan La Escupla de Artes deco~ativ~de~ s
Liilin Pira El Museo Canario, 75-76, Las P d m x
1962
VVAA I lisloria aei Artr eri Canarias Edirca, Las Pairnas,
1982
VVAA Hon~enajea lesiis Arercibio EUP d e EGB dr I.ai Palmas,
1982