VEGUETA, Número l. octubre IYYS, (223-2331
El modelo femenino
vige~teen Ca~arias,
en los i~iciosd e
ha Guerra Civil
" Departamento de Ciencias Históricas
Universidad de Las Palma? de Gran Canaria
E 1 presente trabalo intenta corijugar dos
ohletivos iniciales: por un lado analizar
el modelo femenino propuesto por la prensa
diaria de Las Palmas en los inicios de la Gueri-
u Civil p p a f i o ] a (jülio j; agosto de 1:?6j, y
por otro, resaltar el importante papel que luega
este medio de comunicación en cuanto a la
difusión de ideologías concretas se refiere.
A pesar de lo reducido que pudiera parecer
del período cronológico escogido. consideramos
que tiene un gran interés por cl intenso
debate político-ideológico que se desarrolla
a lo largo del mismo y que, sin lugar a
dudas repercute en la conciencia de la colectividad
Para abordar dicho estudio, seleccioridmos
cinco pcriódicos dc tendcncias ideológicas
diversas, pero si bien mostraron divergencias
en cuestiones de carácter políLico. éstas
no tiivieron su equivalente a la hora de tratar
cuestiones relacionadas con la mujer En este
punto, todos eran coincidentes'.
La mctodología utilizada en cl anjlisis de
esta prensa, objeto base del trabajo, sc apoya
en la realización de una clasificación temática
y formal de todos aquellos datos referentes a
la mirler lo que permite obtener una serie de
conclusiones muy esclarecedoras2
El resultado indica que son los temas de
alimentación, belleza, moda y mujcr como
niadre y esposa, los más frecuentes, seguidos
por el tema del apoyo nioral femenino a los
combatientes (tras el 18 de lulio) (Fig. i ). La forma
más frecuente de presentarse es la publicidad,
íanür-,cjoc pü~lici;arioc), L~~ ar:icU!os
se localizan fundamentalmente en las «páginas
» o «secciones femeninas» no siempre fijas
(Fig. 2).
De lo anteriormente señalado, se deduce
la escasa relevancia que tendrán los temas relacionados
de alguna forma con la mujer en la
prensa de Las Palmas, en estos momentos
Esta afirmación la ratificamos, al comprobar
cómo estos artículos mayoritariamerite se localizan
en las paginas interiores de cada uno
de estos periódicos, a excepción del Diario de
Las Palmas que con un contenido serneiarite
al de las revistas del corazón, admite en sus
primeras páginas artículos dedicados a conscjos
dc tocada, nxh, hogar, ctc, mientras
que noticias de cicrta trascendencia política
iiobre todo si tenemos en cuenta los momentos
que se están viviendo] quedan en un piano
secundario, relegadas a páginas interiores.
í Fig. 3 1
Pero lo que realmente nos preguntamos
desde el comienzo del trabajo era en qué medida
haiiría podido ~arrihiarla d a c otidiana,
la vida diaria de las mujeres, en eia coyuntura
política que se había impuesto en las islas La
respuesla la elicoiitramos al concluir el análisis
de las fuentes y de todo ello surgió este artículo
quc exponc de manera breve, los resultados
del trabajo de in~estigación. Trabajo,
que hace uso de citas recogidas de esa prensa
que leían nuestros padre5 y ahuelos ( y quizá
también nuestras madr~s o abiielas) Citas
que creemos no tienen desperdicio, puesto
que nos permiten acercarnos, mejor que cualquier
explicación, a la ideología trasmitida por
la prensa y, de forma indirecta, a los receptores
de dicha ideología, es decir, a la sociedad
canaria en general pero, de modo particular,
también nos muestra el tipo de mujer al que
se dirige este mensaje.
La muier como amadre y esposa,
Una constante en las publicaciones de estos
momentos, será la visión de la mujer eri el
-:-"n;-;- A- - 7 3 , - f,,n,-,*nn" Pnmn --,Av0 T 7 oca C,CICICI', "C JUJ l i , , l l , l , l l c , > < 1 1 1 1 1 1 / 1 1 1 1 1 < 1 1 L J. L.,
posa, destacando de entre ellas, las relacionadas
con la alimentación y salud de los hijos.
La madre es, ante todo, una mujer casada
puesto que el status de madre soltera no es
admisible en una sociedad tradicional en todo
lo que concierne al tema de la maternidad.
Todo ello cabría entenderlo dentro del
marco ideológico desarrollado por cl catolicisnio
imperante en el país y que asigna a la
miiler el desempeño de este rol.
226 Candelaria González Rodríguez
bra, sino en la acepción que ieda el hombre quees su dueño
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
(..) la mujer ideal tiene la cualidad (...)
OUPMO cupsta U M ~ i n t i r n o ) ~
En la mujer serán más apreciadas sus cualidades
físicas que intelectuales, esperándose
de ella que responda a las exigencias del marido.
Pero además, como esposa y ama de casa,
debe tener otra característica: ser ordenada.
Encargada de mantener el hogar limpio y
ordenado, además de tener siempre la comida
preparada, la mujer debe mostrar en todo
momento un aspecto impecable, puesto que,
carente del desarrollo intelectual que pudiera
suponer un atractivo más a su persona, está
obligada a explotar sus cualidades físicas con
el fin, por supuesto, de agradar al marido y a
los posibles invitados.
Ella, acepta las obligaciones impuestas
socialmente y que la encasillan en el desempeño
de las funciones de madre y esposa sumisa
y resignada, todo por «amor», sin llegar a
plantearse la posibilidad de realizar otra tunción
que no sea la de ama de casa.
«(..) Por amor la mujer se convierte en madre, y ya
coíz ese caricter, mas que vivir para ella, existe para sus
hijos. Son ellos el objeto de su vivir y por su vida, por 811
felicidad, ella siempreesta dispuesta a todo io que sea necesario,
sin medir dificultades, siiz que la detenga ni el tewor
de caer PM la derna~da.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las mujeres estarnos hechas para el amor; al esposo,
a !os hijos, n! qws'irfu-, nl ivi,fortiiilndn
Cumplamos con amplia buena voluntad nuestra
n~isiónq ue si a las veces resulta heróica. en otras es dulcísima
y exlruurdinuriumenk b d W .
La asimilación de conceptos religiosos a
los definitorios de la actitud de una buena esposa
y madre es clara. El papel que asume la
propia mujer se asemeja al del perfecto cristiano.
dándolo todo sin esperar nada a cambio.
«Amor al prójimo) y «buena voluntad» cn
la eiecución de la misión encomendada, equivale
a la humildad proclamada por el cristianismo.
Educada en estas ideas, la mujer queda
apartada de la vida pública permaneciendo
pasiva y alejada de cuestiones de carácter social
y aceptando de forma abnegada e! papel
que le toca desempenar en la sociedad en la
que se encuentra inmersa, como el único y
más importante, sin llegar a plantearse otra
meta que no sea la del matrimonio y la maternidad.
Estas ideas quedan perfectamente señaladas
en un artículo publicado en el Diario
de Las Palmas. donde además se contextualiza
y refleja el ambiente de agitación
quc sc estaba viviendo cn esos momentos
en el país.
«¿Quién dice que andan las cosas mal en Españu?
Tal vez sea verdad, pero la gente se sigue casando conzo si
no ocurriera nada y viviésemos en el mejor de los r n ~ ~ d o s
(..i
Ya les puede ir, lector: a estos seres dichosos, con los
confliclos sociales y econ¿micos, pinlúndoles con los mas
negros colores las delicias de la situación actual. Todo sera
en cano (... 1
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
(...) a causa de lo agitado de los ti~mposq ue corremos,
ha decrecido la manía de casarse, t...)
Esto, naturalrnente, u simplevista, es como para poner
ei veiio de punta a cuaiquier señorita casadera de
esas cuyo único fin en esta vida es el rnatrirnonio. Pero
nosotros podenzos asegurarlas, con la mano puesta sobre
el bolsillo izquierdo del chaleco, que no hay por qué lemblar
( ) Hay tonterías que son crónicas e incurablej y
inno d ~P I I I ~PZ< P<t0 I I > j
¿Cómo ve el hombre a la mujer?
Todo lo señalado hasta el momento, e5 reflejo
evidente de la visión masculina sobre la mujer,
puesto que hemos de tener en cuenta que la
prensa consultada está dirigida y elaborada
fundamentalmente por hombres.
La mujer es, ante todo, el usexo débil) al
cual hay que mimar y dirigir por el camino
adecuado.
El modelo ferneiiirio vigente en Canarias. en los inicios de la Guerra Civil 227
" -
Hecha para el hombre, ésta debe scrvirle
lo mejor y más atractivamente posible. Además,
relegada, salvo excepciones, a realizar
actividades dentro de! hogar, no debe preocuparse
por desarrollar sir< ciialidades intelectuales.
Por tanto, específico de ella y para ella,
serán los articulas de moda, belleza, consejos
del hogar, la salud de los 1-iips, etc.
Pese a la asignación de este papel, la mujer
es tratada con respeto, o adulación, puesto
que cs corriente la denominación de «dama»
cuando se hace referencia a ella. La utilización
en numerosas ocasiones de un lenguale cursilón
en artículos dirigidos específicamente a
mujeres, resulta normal si tenemos en cuenta
la consideración de seres dulces, sencillos,
coquetos, etc, que de ellas se tiene.
Por todo ello, se intenta mantener a la muier
al margen de los horrores de la guerra, reforzando
la idea de la necesidad de apoyo
moral femcnino en la contienda, negando la
actuación directa, puesto que al considerar a
la mujer como un ser frágil, se tiene el deber
de apartarla dc todo aquello que pudiera turbarla.
Para lograrlo, se publican artículos cuyos
temas pretenden ser un «velo» que oculte
la realidad bélica cid riiorrierito.
<( ... i Mis amigas de hoy, nzis anzigas de ayer Quizá
encontreis sarcástico el que yo escriba eii broma cuando
todo los dolores jlagelan el alma del buen español: sabed
que lo hago para distraeros, corrieizdo ante vuesíros ojos
u11 velo decolores que os impida vislumbrur las negruras
de uiza lucha cruel y despiadada, y tanzhén pam que la
visión de un futuro de paz y progreso os anime a prosegniv
rvqendn a8 !m~ !!c!!ea. ~isteorind e tvi?!vifosp ntrios
y de infinito bienestar (...)»h.
Los artículos donde se presenta de alguna
fo~maa la inujer curriu superior al hombre, siguiendo
un criterio de destreza más que de
fuerza en la realización de actividades diversas,
están cargados de una cierta ironía que
intenta disminuir o suavizar en algún modo, la
realidad de lo aue en ellos se exnon?
La supcración femenina está concebida
como la imitación de todo aquello que era
«patrimonio» exclusivo del sexo masculino
Desde estos parámetros el hombre se considera
como un ser ubicado en un escalafón superior
al de la muler y por tanto, más perfecto
que ella. Por eso, ésta, al intentar superarse y
desmarcarse de los roles donde se encuentra
inserta, no tiene otra posibilidad sino la de
iriiitdr al propio hombre.
«Decididamente e1 <sexo débib ha declarado una
guerra sin cuartel al «sexo fuerte». El espíritu belig~rante
que alberga el «sexo débil» hace liempo que se ha propuesto
arrebatar toda representación que esté en poder
del «sexo fuerte>. Claro. que en el fondo PI a f h d~ la< damas
no es otro que cl de imitar nuestras cosas hasta superarnos
en ellas. (...). todas quieren ser lo que no son, y
p m ello, irniian y hasfa calcan, lo que hasta hace poco
firé patriiuionio exclusivo de los que nos titulamos sexo
fuerte.
Nuestra situación, la de los hombres es verdaderamente
apurada. Por forzudo o inteligente que sea uno d~
los «fuertes siempre tendrú enfrenle la damisela aue le
imite y evidenciesus facultades.
. . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . , . . . . ,
Después de todo esto lo dicho: iEslumoi perdid
o ~ ! » ~ .
Actuación y participación de la mujer en la
vida pública tras el 18 de julio
Inmcdiatamente después del estallido de la
contienda civil en julio de 1936, comienzan a
publicarse en la prensa una serie de artículos
en forma de discursos o arengas patrióticas.
realizados por mujeres o bien, destinados a
ellas. El discurso trasmitido pur la prensa a
n 2 r b-i.r. de entonces, estar5 murcado pur la
ideología del bando ridcional, destacando la
consideración que hacen de la mujer como cl
elemento indispensable para conseguir una
cnación nueva», y por eso, será la encargada
de convencer a los suyos de la necesidad de
este fin.
Para ello, se hace uso de un lcnguajc que
intenta jiistificar e! alzamiento de !os nacionules,
legitimándolo a través de la religión y la fe
católica.
Candelaria Goizidez Rodríauez
olvidan en señalar el <gusto» y «primor» que
ponen las mujeres a la hora de realizar esta tarca.
«Pero lo que ha asonibrado a todos ha sido la cooperación
femenina en esta gran obra que ríiundialm~ntese
considera ya como momento histórico de España.
Nuestras ~wujprpsh an mostrado PII todo instante SU
entusiasmo por esta causa justa y iegítima. Dondequiera
que han estado se han eupresado con frases optimistas
M ale~tadoras»'~.
La publicación de articulas que resaltan la
actuación femenina en estos momentos, tienen
un doble obletivo, no sólo el de dar a conocer
la noticia, sino taii-~bikiie,l de iiaiiidr id
atención a las propias mujeres, en un intento
de captación ideológica de este importante
colectivo social que. por regla general, perrnanece
al margen de los acontecimientos de carácter
público Para conseguir cl fin dcscado,
se hace uso de un lenguaje poético y retórico
que pretende resaltar y ensalzar las características
cinnat-r>i de !as mujeres ~ ~
<( ..l Todus las lardes los salones de la Federación Patrotzal,
donde se ~onfeccionanaq uellasl [meriendas para
el ejército cívico-militar y olru>luer~ud,e l orden],l estan
plenos de dulces votesfemeninas, fíotundo en el umbienle
el suave runlorde las (onfidencias centre amigas. y respiriiidose
un exquisito optimismo por todas parte5 iOh
magnificas mujeres canarias! [.. ) &Quién hablóde la ingratitud
de Eva?
Muy de mañana empiezan aqliellas niulercitas su
admirable labor inundándos~e ntonces la Patronal de
risus y grilos juveniles -ejtá mis que vistoquees inútil
pretender el silen~ioe n el « SEXO débil»-, y ya no la abandonardn
(..) hasta que el cielo se emapota con el manto
vtcqwriinu de iu Lar& t...¡ ¡Hay que vwei esmero e higiene
que preside aquella tnagnífica despensa que es en estos
días la Patronal!
(..J (24gradecidísi~ocsi La Patria os lo agradece!
»)»".
Pocas son las noticias propiamente de
guerra, que se publican v que tienen a la mujer
como protagonista de las mismas. De ellas. lo
que más dertacumus, ne es !a R~t iciczn si, sino
el tratamiento que va a recibir la muler dependiendo
del bando con el cual se identifica.
Así. por ejemplo, si está vinculada al bando
nacional puede conseguir con laciiiddd el trato
de «dama», lo cual se convierte en un imposible
si se la vincula de alguna forma al bando
republicano.
Podemos comprender la actitud adoptada
por la prensa respecto al tema de la mujer su
relación con los nacionales o los republicanos.
pero también, rpspecto a otros temas no
específicos del género femenino, ya que es
una prensa adaptada a la nueva situación política
planteada en Canarias tras el 18 de julio
t i didque directo y de forma pcrmancnre a
los republicanos o a cualquier otra manifestación
que pudiera identificarse con ellos, será
el reflejo más evidente del cambio políticoideológico
que se impone en estos mornentos
Teniendo en cuenta las nuevas características
de la prensa canaria, no sorprende la
uucrriciu numY!e de noticiuc, de cz:jct~: po-
Iítico o bélico de interés general, y que son
sustituidas con frecuencia por artículos de escasa
rrascendencia, fotos de señoritas o incluso,
por coricursos femeninos como el de la
elección de la ~ShirleyT emple» canaria.
A modo de coriclusión, podemos señalar
que el modelo de mujer propuesto por la
Drenca de Las Palmas tanto en los momento?
finales de la I I República como en los iriicios
de la Guerra Civil y por tanto, de dominación
del bando nacional cn Canarias, se ajusta a
idcas dc arraigo tradicional. donde el mantenimiento
de una estructura patriarcal, perpetúa
ios diferentes roies sexuales y la subordinación
de la mujer a! hombre
Si bien durante la II República existieron
mejoras en cuanto al reconocimiento jurídico
de la personalidad femenina, con la modificación
de algunos puntos del Cótiigo Civil y Penal,
lo cierto es que. como señala la profesora
Galán Quintanilla:
<(.,) ¿iueMb jiii tocar jiM)i tM& MJel yiVbleiliIi jexual,
ya que la supeditación intelectual iaborddel sexo
232 Candelaria Gouizález Rodríouez
conlinuóexistiendo (...) lo m i s w ~la esposa, que la amante
que la compañera, per~zanecicron en ese papel ancestral
dr pasividud, de ubedien~iud, e inleriuridad y de no
autodecisión (...) la supeditación de un sexo d otro seyuivá
inmóvil»12.
Ello se explica por el diferente ritmo de
evolución que tienen los acontecimientos
políticos y económicos, con respecto a las
estructuras mentales. De esta forma, se explicaría
la imposibilidad de alterar de forma
significativa el rol social de la mujer así como
la estructura familiar o la moral sexual
durante la 11 República. puesto que su período
de vida fue demasiado corto como para
lograrlo13.
Los valores sociales arraigados en la conciencia
colectiva, respecto a la concepción de
la institución familiar y la mujer^ serán recogidos
por el franquismo y por la Falange, en sus
principios ideológicos. Por ello, no resultará
nada difícil la aceptación general de los inis.
mL , n"Jn.
Estas ideas de carácter tradicional estarán
reflejadas en la prensa canaria del momento.
sobre todo a partir de mediados del
mes de julio, momento en que se impone
en las islas y sin grandes dificultades cl gobierno
del bando nacional, lo cual es indicativo
en cierta medida, del carácter conservador
de iin amplio wctor de la S ~ T ~ P -
dad isleña.
Pero también debemos tener en cuenta
que en estos momentos el público al que se
dirige esta prensa no es un público mayoritario,
los índices de analfabetismo son muy elevados
no sólo en Canarias, sino en todo el
país, y más entre las mujeres que entre los
hombres. Por ello, debemos tener en cuenta
que el tipo de lector de esta prensa pertenece
con toda probabilidad a un sector social acomodado,
con un cierto nivel cultural y económico
que le hace partícipe de los valores y
normas de conducta social defendidos por la
'uurgucsíd cspilluld e i~~~pucbdiio rbes to de la
sociedad, a medida que aumenta su control
sobre los resortes del poder político y econórriico
del país. En esta labor de difusión, indudablemente
la prensa juega un papel fundamental,
como órgano de expresión de este
sector de la población
Y es en este marco social donde debemos
encuadrar, no sólo al modelo femenino que
difunde y propone la prensa, sino además, a la
mujer que es receptora de estas ideas.
Teniendo esto en cuenta, podemos
comprcndcr cómo los cambios políticos y
la nueva situación originada a raíz del inicio
cie la Guerra Civil Españoia, no cambiaron
en modo alguno la vida de las mujeres
canarias ni tampoco de la mayoría de las
mujeres del resto del país. Ellas, siguieron
en sus casas. dedicadas fundamentalmente
y, ante todo. al cuidado de sus hijos y de
sus respectivos cónyuges (profesión: sus labores)
F.- ---..m-.- -1 --A-!- 4- :-- ----..-- L L l lC3U11LClli CL IIIVUCIV IClLICIIIIIV plVpUC3-
to se construye sobre un elemento básico: la
sumisión, que, como señala la profesora Gallego.
es <característica del orden patriarcal, cuyos
ideales tieizen plena vigencia y efectividad»'! careciendo
de planteamientos que permitan a la
mujer adquirir conciencia de su personalidad,
capacidad, etc.
F1 riinrirn final nos h 2 c i s~~ r v ipr a ra presentar
de forma esquemática, los elementos
más destacados de csc modelo o ideal femenino
de la década de los 30, tal y como lo
refleja la prensa. Modelo que continuará vigente
durante largo tiempo, llegando incluso,
de forma muy diluida hasta nuestros
días, y demostrando así, la importancia del
arraigo en la conciencia colectiva de valores
y normas sociales, que en este caso, no tienen
su origen en el franquismo, aunque sí
fueron potenciados por el entramado propagandístico
que éste generó, y dentro del
cual, la prensa tendrá un papel fundamental.
El modelo femenino vigente en Canarias, en los inicios de la Guerra Civil 233
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NOTAS
Los periódicos consuitados fueron los siguientes
La Provincia Monárquico y conservador Tiene continuidad
tras el estallido de la guerra.
Diario de Las Palmas. Elaborado en la misma redacción
quc cl anterior, prcscnta sus mismas características
ideológicas aunque este al tener difusi6n de
tarde aborda menos cantidad de temas políticos,
dedicándose más a notas de sociedad y otros temas
de menor relevdncid
El Triburto De tendencia republicana, publicará su ú1-
timo número el 17 de julio de 1936 De los cinco per-
ódicos consultados, es el único con carácter fundamentairrente
político, mostrándose comprometido
con aquello que publica
FI Radiral. De carácter moderarlo, no ?e define claramente
ante el cambio producido tras el 18 de julio. A
pesar de su tendencid conservadora, sera su propiu
moderantismo el que le hará desaparecer
Hoy considerado a sí mismo como republicano, ante
el estallido bélico se pone ael lado nacional alegando
que esta sublevacion es el medio adecuado
para salvar la República Es una muestra clara de la
confusión reinante en aquellos momentos
Los datos se clasitiiaron de la siguiente torrna
Alimentación, higiene, belleza moda, salud, mu;er,/
esposa, madre. ama de casa, actuación y apoyo moral,
educación y otros.
Algunos de ellos aparecían interrelacionados entre
sí como por clcmplo, el tema de la alimentación y el
de la muler como madre
Forma en aue se pubiica
PublicidaC, noticias, Ar~ículos(e ntrevistas, colaboraciones,
repurtdjes), reldtos, secci0ri (rija o no) ). olros.
3 La Proviilcia, 2 dc julio dc 19% p. 7.
4 Diario dc Las Paimas. 28 de :dio de 1936. p 1
5 Diario de Las Paimas, 6 de julio de 1936, p 3
6 La Provincia, 27 de agosto de 1976, p. 3.
7 La Provincia, 25 de agosto de 1936, p 5.
8 La Provincia, 27 fle agmto de 1976, p 7
9 Ibcdetn
10 Hiig, 24 de luliu de 1956. p. l.
11 Diario de Las Palmas. 27 de lulio de 1936 p 3.
12 GALÁNQ UINTANIMLLa AAn,t onia La inujer a través de la
inbrwiación en la 11 Reoúbl!ca hiiadrid. 1980. p 36
13 Ideas qLe recogemos de la obra de .a profesora
GALLEZOM ENDEZV,d T eresa Mujer; faianqe y frmquisrizo
Madrid, 1983, p. 199.
14 Ibldern, p 200.
Por tetnas