VEGUEII-2, Namero 1, octubre 1993. (201-2141 201
El Plebiscito Ca~aridoe 1910,
UM movimiento auto~oinista
y 6uvgués
* Protesor de Historia Contcmporánca Facultad dc Cccgrafía c Historia.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Ayusth Millares Cauitero
E n la sesión del Congreso del 19 de noviembre
de 1910 presentó el diputado
federal por Sabadell, Francisco Pi y Arsuaga, el
llamado Plebiscito de las lsias Menores. uno de los
documentos más relevantes de riuestrd historia
política contemporánea. Su autor había sido
el abogado majorero Manuel Velázquez
Cabrera (1 863- 19 161, natural de Tiscamanita y
afincado en Las Palmas, quien lo incluyó en el
Resumen que publicó tras aprobarse la Ley del
I I de julio de 1912, con un preámbulo y breves
glosas sobre algunos de los episodios que
condujcron al orto de los cabildos'. ignorado
o apenas valorado por un personaje de la
época, cl Plebiscito no ha recibido hasta hoy la
atención que merece2 Nn se trata de un texto
teórico sobre el problema provincial y la temática
de las autonomías insulares, al estilo
de los del republicano palmcro Pcdro PErcz
Díaz, sino de un catálogo dc rcivindicaciones
expuestas ante las Cámaras de la nación por
un contingente significativo de ¡as poblaciones
de Fuerteventura, Lanzarote. Hierro y Gomera.
La denuncia de una secular situación de
abandono era planteada desde una óptica
ajena al pleito divisionario, precisamente como
fundamento de sus tres bases últimas:
~ I ~ c r i ódne u n diputado a Cortes por cada
una de las islas (primera), autonomía adminish.,+;,,,
., r,,,+,, ;,,..1,,,, ,,,m " S , , ,,+A, A,L;
L 1 U L 1 Y U y J U I L L U . 3 I I 4 L 1 U I U I L L 1 \\Lil YUL L J L L I I ULU,
darnente representados todos los pueblos))
(seguida),a signándose d k t d s das atribuciones
necesarias para la defensa y direccion de
los intereses morales y materiales comunes)) y
para estatuir dos medios de relación» que
afectasen a todo el Archipiélago (tercera). Y
puesto que fue en especial un fenómeno nutrido
par fracciones muy caracterizadas de las
burguesías peritéricas, entrañó asimismo un
acto de protesta civil frente al omnipotente
Paitido Liberal de Leóri y CdsLillo, especialmente
por lo que dañe al f ld11~0o riental.
Velázquez Cabrera tenía ya una larga ejecutoria
en las filas de la oposición al leonismo
cuando ideó y puso en marcha el movimiento
plehisckxio La cosa venía de familia Tras un
litigio por amojonamiento de tierras con el latifundista
Cristóbal Manriquc dc Lara y otros
propietarios en 1873, su padre, a la sazón alcalde
de Tuiriele, fue ericarcelado y acabó evddiéndose
al Uruguay3 Ello no impidió que los
tíos o hermanastros de nuestro hombre, los
Vel5zquez Curbelo, ganasen plaza en la políti
ca isleña; Miguel 1. Velázquez Curbelo sería diputado
provincial y en Tenerife lo puso al frente
de la recaudación de contribuciones del
sur, precisamente cuando en 1887 obtuvo el
título de bachiller en artes. Apenas concluida
la carrera de Derecho, un grupo de liberales
fuerteventurosos avaló en 1892 su candidatura
a la Dip~itación por el partido judicial de
Arrecife, encontrándose con la tajante negativa
del directorio libcral dc Las Palmas4. El sosten
inicial dc 60 contribuycntcs dc su isla y la
promesa de coopcración por partc dc varios
núcleos arrecifeños, animaron a Velázquez a
lograr el dcta iridependienternente y se encontró
con las inevitables deserciones: «han
empezado cantando de gallos para terminar
cacareando de gallinas», escribirá a propósito
de sus paisanos y malos padrinos'.
Detrás de estas elecciones provinciales
alentó un primer brote de solidaridad entre un
segmento de las elites de Lanzarote y Fuerte- ., +...... A , A, ,,,L,- ",,1," ",-rl:rl,
V L I I L U L U U L J L V J W UL U L U U U I LWI1 LVJ L U I I U I U U -
tos cuneros que imponía desde Gran Canaria
la gran propiedad El choque del joven Velázquez
con las estructuras del poder interno
coincidió con las génesis de la Asociación Patriótica
en 1893, integrándose desde el 9 de
diciembre en la redacción de su periódico,
El Dejensov de la Patria, e interviniendo con periodicidad
en sus concurridas reunionesb.
Reorganizada la parroquia canovista en aquella
coyuntura, con el auxilio del gobernador civil
AriLoriio Cdstdñóri y Fdez, resultó dl firi elegido
dipulado proviricidi por Arrecife en 1896,
poco después, es vocal del comité del Partido
Liberal Conservador de las islas orientales7
Según contó en el Resumeri, a raíz de tales coEl
Plebiscito Canario de 1910, un rrovimiento autonomista y burgués 203
-
micios «por primera vez se sentaron en la Diputación
provincial diputados conejeros y
majoreros que carecieran de toda clase de
compromisos con políticos tinerfeños o canarios):.
El triunfo de csta segunda acometida dc
los opositores orientales lo atribuyó al ex republicano
lanzaroteño Leandro Fajardo Cabrera
( 1 85 1 - 1896) asesinado en vísperas electorales3.
Velázquez se consideraba en 19 10 un
heredero de Fajardo, apreciando en su lucha
un precedente de la movilización plebiscitaria.
Los leonistas grancanarios aplicaron a los
\/e]&quez e] mote de Gratos de F I J ~ ~ ~ P -
ventura», un título que sin duda no debió incomodarlos.
Durante 1893- 1899. éstos pugnaron
por desbdllcdr al Iiberalisrrio eri la isld y
tomaron parte activísima en cuantas elecciones
hubo enfrentamiento entre las dos familias
dinásticas, ya generales o provinciales y
municipales. Las tareas que el futuro autonomista
desarrollo desde la Diputación se
inscribieron en esta dinámica. El 16 de noviembre
de 1896 propuso, al lado de su hermanastro
Miguel y de Eenito Pérez Armas, solicitar
de las Cortcs la creación dc un distrito
electoral para Lanzarote y Fuerteventura, conforme
a las garantías quc pocos anos atrjs
había dado el propio Canovas a Falardo? La
crítica liberal hacia «los Gracos): arreció luego
de los motines contra los consumos que estallaron
en 1897 en Fuerteventura'? De su paso
por la Diputación Velázquez sacó el convencimiento
d e que los intereses de cada isla no
son solamente distintos sino hasta opuestos
-:\. --m- -..-+A -- -1 n A - . . . " ~ ~ . ~
L , , L , L ,,#, L L , , , L L l o,,,,L \l r,,r ,, \r>r,,,v,r,,
El siguiente rastro en la andadura opositora
del conservador estuvo vinculado al Partido
Local Canario de 1903. una disidencia leonista
que levantó el estandarte de la división provincial
cuando todavía León p Castillo se negaba
a prohijarla Vocal de la junta organizadora
dc csta formación constituida cl 31 de
mje, 2quí encontraren acomodo las apuectas
divisionistas que había asumido desde la
época de la Asociación Patriótica y que trasladó
a sus escritos para La Defema, el órgano de
expresión de los «locales». No hubo. pues, esa
retirada de la vida pública a lo largo de una
década que invocaría después, desde que
abandonó la Diputación hasta que perfiló cl
Plebiscito; la <paciencia feha» duró algo menos
'
A lo que también se dedicó en cuerpo y alma
don Manuel en esta etapa fue a extender
su patrimonio rústico en Fuerteventura, ampliando
los bienes que le correspondían por
herencia paterna en su aldea natal. Una cesión
en pago sor haberes jiirldicos de hilaniie! Riigama
Vera le permitió hacerse el 4 de febrero
de 1904 con 63.45 Has de terreno, en 27 suer-
Les iiiiddriLe5 con oLras de los «Herederos de
don Manuel Velázquez):, más un pequeño fundo
en la Ro7ita de los Halcones de La Antigua
Gracias al legado de un tío de su esposa y rico
hacendado del Uruguay el lanzaroteño Ginés
González Brito. afronto en julio de 1905 la adquisición
de las Salinas de la Torre (luego «del
Carmen» en honor a aquélla) En el verano de
19 13 pensó incluso en comprar la Dehesa de
landía a los condes de Santa Coloma, junto a
sus pertenencias en Lanzarote2.
Convertido cn un próspero letrado dc
Las Palmas y en empresario agrícola y salinero
en FuerLevenLura, \klázyue~C abrera vol~ió
a interesarse directamente por la política local
en 1909, al calor de la ofensiva divisionista de
los liberales grancanarios y de los proniinciamientos
autonómicos de la Asamblea de Santa
Cruz de Tenerife en mayo de 1908, arranque
. - iAr,. r 1io- rr..:;- n-+-:~+:-.-. .,- -1 --J..¡- J - < r i i t c , i I i o i i i i i i i ~ oi i ur c i - i p ~ci ~ii~iv ucici uc
la Solidaridad de Cataluña. La carta abierta
que destinó a Luis Morotc el 25 de septicmbre
supuso ya un anticipo de las tesis plehiscitarias.
Situándose al margen de los avatares
del pleito («ni tirio ni troyano, ni montesco ni
capuleto~l, critico la ignorancia de Madrid
acerca de las espccificidades isleñas e hizo
nal> de un insu!xicmo desr~ediduq G r arrp- bu.-
metía por igual contra la unidad y la división,
partiendo de una interpretación mitificctda dc
Aqustin Millares Cantero
los cabildos históricos. En una Icy cspecial
que reconociera la autonomía administrativa
de cada isla y su representación en Cortes sintetizaba
su fórmula, que el 15 de enero siguiente
reiteró al periodista Cánovas CervantesI3.
El divisionismo de la AP y del PLC qucdó
definitivamente postergado, pues ya no bastabd
reducir el ceritrdlisrrio provincial de Santa
Cruz de Tenerife implantando otro de menor
cuantía en Las Palmas. lo procedente era acabar
con ambos y dar pie a una estructura administrativa
más acorde con la pluralidad archipielagica,
pasando por encima de la legalidad
vigente.
La Real Orden de 16 de abril de 1910 y el
cucstionario gubcrnativo sobrc «organización
administrativa)) y «organización electoralb,
apelando a das fuerzas vivas de Canarias), decidió
a Velázquez a concitar un pronunciamiento
unitario de la ciudadanía periférica
que discurriera por otros canales y recogiese
sus postulados. Formó alrededor suyo una
<(Juntao rganizadora de discusión y propaganda
» con hijos de las islas menores avecindados
en Las Palmas (Antonio Espinosa, Federico
DoresLt: Belaricor, bidriuei Reyes Díaz, Francisco
Padrón. Antonio Martín y otros), la cual
recibió el valioso coiicurso del primer párroco
de Puerto de Cabras. Teófilo Martínez de Escobar.
En el seno de ella redactó el Plebiscito;
una empresa trazada y ejecutada al margen de
las tendencias autonomistas del diario La Maiiana
y del Partido Republicano Federal, híbrida
dcsdc cl punto dc vista ideológico y
compacta en siu dimensión biirgnes., porque
estaba objetivamente al servicio de unas
burguesías subordinadas a los puertos cen-
Lrdles. El 21 de julio sdlieruri por correo los
primeros ejemplares impresos, comenzando
una laboriosa recogida de firmas que duró
más de tres meses.
Si el proyecto sobre Régimen de Administración
Local de Maura desató una fase álgida
del pleito insular, la información pública del
Gobierno Canalejas agudizó esas directrices
al confrontar abiertamente varios bocetos autonomistas
con la simple prédica divisionaria
de los oligarcas de la &la redonda). Por esta
vía penetró el Plebiscito, cuya audicncia no scría
extraña en absoluto a la crisis económica
presente sobre todo en Lanzarotc y Fucrtcventura.
La población de aquélla registró un
modico crecimiento en el in~ercensal 190 1 -
1910, con una media anual del 1,02 por 100
que no llegaba a la mitad de la grancanaria.
mientras en ésta se produce un decremento
anual del -0,93 por 100. Las negativas consecuencias
de la Ley de Puertos Francos del 6 de
marzo de 1900, cuyo art i0 gravaba con altas
tarifas la introducción de cebada canaria en el
mercado peninsular, dejaron en una difícil tesitura
a la predominante agricultura cerealera
de sus campos. recrudecida en cuanto al trigo
por la apertura interior a la concurrencia de
granos y harinas peninsulares y extranjeros.
Las campañas en pro de la exención de derechos
arancelarios en Sevilla, Saníúcar o Barcelona
que llevaron adelante los burgueses de
Puerto de Cabras o de Arrecife no dieron fruto
alguno. y Velázquez pudo legítimamente introducir
en el Plebiscito una queja más que justificada
y popularl%n Lanzarate. por otro lado,
el 98 deparó la pérdida de los consumidores
cubanos para las exportaciones de
garbanzos y cebollas, que no pudieron resistir
las competencias respectivas de Marruecos y
de los EE.UU.; la cosecha de cebollas se había
reducido en 1910 entre un 30-50 por 100 con
arreglo a las cifras finisccularcs, alcanzando la
ciepreciación inc]ij~ioj nos márgenes rupericres.
La sequía y la plaga de langosta de 1909-
191 0 no hicieron más que agrandar unas calariiidddes
que puiiLualrrierite corisigrio el Plebisc1to15
Las demandas plebiscitarias lograron el
aval del 26,56 por 100 de los electores de las
cuatro islas periféricas, un porcentaje muy estimable
teniendo en cuenta la novedad del
procedimiento, los cscollos matcrialcs dc
cualquier orden, la premura temporal y, sobre
El Plebiscito Canario de 1910, un movimiento autonomista y burgués 205
todo, el boicot de los leonistas orientales y los
reparos occidentales a una iniciativa que enianó
de Las Palmas. Los 3.388 signatarios abarcaban
2 1 pueblos, 15 caseríos y cinco corporaciones
municipales, concentrándose en un
78,60 por 100 en Fuerteventura y Lanzarote16.
Aquélla fue lógicamente su primer bastión,
merced a las relaciones variopintas del pregonero
de das verdaderas necesidades del Archipiélago
canario)). Aparte de sus hermanos y
hermanastros, un tío suyo que iesidía en La
Antigua, Sirneón Velázquez Cabrera, cumplió
seguramente una destacada labor difusora17.
De hecho, al conferenciar el 21 de noviembre
en Madrid con Francisco Pi y Alejandro Lerroux,
el dirigente autonómico admitió que el
epicentro majorero radicaba en este rriuriicipio
(Viaje plebiscitario). El acuerdo adoptado por
el ayuntamiento de La Oliva el 11 de octubre
agrega otra importantísima adhesión figurando
los concelales Cristóbal Cabrera Soto y ?dicoi&
iiouríguez ivíarrín entre los mayores contribuyentes
del término. Al responder a un oficio
del gobernador civil de 30 de septiembre,
recabando noticias sobrc la postura corporativa
acerca de la R.O. del 26 de abril, se indicó
que los anhelos de la vecinddd
«quedaron derviostrados alfirwiarpor inmensa rnayaría
el Pkbistito que las Islas Menores dirigen a las
rnvtn,c, !y inn; rmn, , ,,<tn rnvmnv;innfnr,.in;n~n , , 01 -Y'.">, y, Y"* Illlilll", CAL". L " l ~ " I I I L I " , I I I L , " I , , l Y L C I L C.
sentido de que ia división de la provincia interesa solawientea
Tenerife y Canaria, siendo e ~ o n ó n ~ i ~ a ~ n t n t e ~ o n -
siderada un perjuicio para estas islas por los gastos que
ocasiona, y sólodefienden la autonomía, un distritoelectorai
para esta isla y un juzgado de primera instancia
»lh.
La burguesía de Puerto de Cabras rechazó
mayoritariamente el envite de los Velázquez.
Los leonistas que encabezaba el francmason
Ramón Fernández Castañeyra no estuvieron
dispucstos a secundar una ruptura con los jerarcas
grancanarios. Llevaban lustros oficiando
de pedigüeños y en cierta medida, facilitaron
la toma de coriciericia en torno a la
acuciante problemática insular (puertos,
carreteras. escuelas u hospitales). logrando algunds
conquistas siempre frágiles e insuficientes.
El semanario La Aurom, dentro de una
inspiración netamente costista. difundió un
modesto regeneracionismo que abonó el terreno
para unas formulaciones menos contemporizadoras
o claudicantes La profunda
depresión económica de 1902 indujo a formar
en Cabras una lunta Patriótica el 3 de rnavo,
presidida por el munícipe Castañeyra, en la
cual actriaiciii coiiio vcicdles clrlegdus de lus
ocho municipios, escoltados por sus tres primeros
contribuyentes; dos futuros plcbiscitarios
pertenecieron a ella con esta última condición,
Secundino Aíonso por Cabras y Escolástico
Soto por PájaraIy.
El Piebisdo, básicamente, recibió en la capital
majorera el soporte de quienes en 1904-
1906 habian establecido un comité republicano
federal bajo la presidencia del cornerciante
y multitundista Secundino Alonso y
Alonso, antiguo aaaiia de los conservaaores
desde los tiempos de Leandro Faiardo2?.P ero
al explotar las rivalidades con el emporio
marítimo y mcrcantil, consiguió capitalizar
unas apoyatiiras suficientes En Tetir. por
eiernplo, pesó el largo contencioso de Iímites
con Cabras, en el que había terciado Velázquez
como asesor legal. Y si la mayoría de
ln,- , , ,--,h~l ln~nA-- 1 q n v , ,mnA- - -- +-*mi
u l i ..Lu"uiiii"li U L i .,ui,,, ugiuyuuv, L L , L V i , iV
al indiano Matias López Hernández, tampoco
securidaron desde Gran Tarajal la contestación
plebiscitaria, en Palara y en el mismo
'Tuineje se localizan respaldos de probada
solidez. Entre los 25 individuos que en diciembre
de 1912 arroparon la candidatura
velazqueña al Congreso, nos encontramos
con un destacado propietario y carpintero de
Tuineje, Antonio Camelo Falcón, y cuatro señalados
burgueses dc Pájara: el industrial
harinero José María Sánchez, el maestro Mariano
Sánchez, el comerciante José Bueno
Cubas y los propietarios Escolástico Soto y
Justo P. Villalba, todos los cuales seguían fieles
al «sueño dorado) del PlebiscitoL'.
El Plebiscito Canario de 1910, un movimiento autonomista y burgués 207
de noviembre, proclamará Velázquez que en la
cabeza del partido judicial <sólo nueve analfabetos
quedaron sin firmar, haciendolo ocho
abogados, ocho médicos, etc.,. (Viaje plebiscitario).
La dirigcncia libcral de Las Palmas, sca
como fuere, tuvo que alarmarse ante la defección
dc gcntcs como los diputados provinciales
Eduardo Martinón y Maniiel Medina. el
primer teniente de alcalde Domingo Lorenzo
y los ediles Rafael Cabrera, Pedro Medina y
Nicolás de Páiz. por no hablar del notario losé
Tresguerras, del comerciante Jerónimo Díaz o
del viticultor Domingo Armas La relación indicativa
que adjuntamos es muy reveladora
del ascendiente alcanzado por los autonomistas
en la capital insular. Con ellos están cuatro
de los once concejales, dos de los cuatro abogados
en ejercicio en 1910, cuatro de los seis
médicos, los dos únicos farmacéuticos y !os
tres libreros. el solitario sastre varón y el titular
de la notaría; nueve tenían en 1907 la ri-
1:-..:-1- :- ---- .
qUCLd IlYUlUd 1 ICCCJdl Id LUlllU LJdlcl dLJcllCCC1
entre los 43 arrecifeños que más tributaban al
Tesoro?
El proceso de captación de firmas en Hierro
y Gomera corrió especialmente a través de
circuitos mercantiles, utilizando sobre todo
las relaciones del droguero Antonio Espinosa,
mandatario de la Elder y miembro de la ]unta
de \!elázq~.!ez b r m áuimcr a u ~ i l ie~ns \ /a!vede
los recibió aquél de su suegro Cirilo Ayala
Casañas, consignatario dc la Compañía dc
Cuireos Interinsuíares. La pareja promotora,
sin embargo. no gozó de credibilidad entre los
opositores al cacique conservador Guillermo
Cejas Espinosa, cuyos amigos políticos recibieron
la denominación de aacanariadosu y
ujaponeses~ Los liberales herreños o «rusos>>,
así llamados por haber pertenecido al círculo
del médico Eduardo Dolkowsky, acogieron favorablemente
la autonomía plebiscitaria, pero
hicieron constar su radical disgusto con el
protagonismo de Espinosa-Ayala2'. El médico
Guiiiermo Paz Cabrera, ei ex secretario y presidente
del Gabinete Instructivo Mauro Sánchez
Hernández. o el vocal del mismo centro,
Manuel Barreda Alfonso, trabajaron además
sin conexión alguna con los republicanos federales
que desde 1905 presidía el propietario
]osé Gost Fernández, en cuyo comité desempeñó
una de las vocalías el comerciante
Francisco Díaz Armas. De csta forma, cl rcchazo
al dúo patrocinador inicial y la falta de entendimiento
entre la oposición liberal y la republicana
mediatizaron la contribución herreña,
que a pesar de todo fue capaz de alcanzar
un nivel s~bresaliente~~.
El propio Espinosa se encargó de reclutar
en La Gomera a su red de minoristas en las localidades
interiores el munícipe Ángel Carrillo
Almansa en Agulo, Antonio Fagundo y Fragoso
(«Ramón Fagundo e Hijos») en Hermigua,
aAscanio Hermanos y Compañía> y Diego
Carcíci Gon7ález en Vallehermoso IJn cónclave
de alcaldes determinó que el de San Sebastián,
Buenaventura Padilla, fuese el comi-
-! ---- 1- -1- 1 - - -..L ----- :-A-- -- 1 "- s i u i ~ d u uu c ~ u a>u wl IUI I I I>L~SJU IIICIU> CI I ,viddrid,
si bien incumplió el cometido y dio lugar
a un retraso en la entrega que exasperó a Ve-
Iázquez y le hizo suponer maniobras tinerfe-
Ras similares a las que retuvieron los plebiscitos
de la otra isla oc~idental?C~u.a ndo por fin
reciba éste en la Corte el pliego de los cuatro
ayuntamientos en cuestión el 15 de noviembre,
afirm-rá que entre !os signatarios estaban
«casi todos los alcaldes, jueces y autoridades>
(Viaje plebiscitario).
El Plebixito significó una dura réplica hacia
las contestaciones leonistas al cuestionario
gubernamental, negando la unanimidad divisionaria
que desde el 5 de abril de 1908 habían
pretendido las corporaciones municipales
del grupo oriental reunidas en Las Palmas.
La respuesta del Colegio de Abogados de esta
población no pudo sustraerse al reto de Velázquez
y ensayó una vía transaccional entre
los criterios rigurosamente divisionistas y las
ideas autonómicas3'. Al margen de la peña
que rocieabd d iidídei íidrriíre~y üoresie en el
diario Ln Mariaila, sólo el Partido Repiiblicano
PROFESIONES
F.mpleado
h'lédico
CARGOS
Propietario
Herrero
Ncitario y cosechero
Propietann
Dircctiun dc oLa Dcrnc~crdcia~
Asecor de la :l\rudantía de Marina
Propietario
Comerciante Y propktario
Comerciaritc
Pr r i t ~ t a r i oy coicchcro
Priipictarici
Propietario
Ex alcalde. ex fiscal municipal. juez municipal Junta del Censo Ei~ctorai
Ex irle7 miiniripal \r vicepresidente 2 de la Ex pez municipal
Secretario del (uzgadn municipal y pri-iidentc Ex alcalde, prcsidcntc dc la lunta del Censo ]unta dt Rclormas Socialcs
El Plebiscito Carario de 1910, un movirnicnto autonomista y burgués - 21 1
Federal de Franchy y Roca «sostuvo gallardarncntc
» por allí un autonomismo insular de
corte plebisiitario Uno dt. Ir)\ r c t l d ~ i o r cd~e
dicho rotativo Domingo Doreste (<Fray Les-
LOXI polemizo en tavor del Piebisclto con el ex
conservador y ya liberal Prudencio iCl~rales'~
La postura de Ramírez, empero, fue moderadamcnte
crítica frente al documento de marras
(«Es un trozo de nuestro programa, del
que se h . segregx!o 12 parte mar imprtarite
»), reprochándole «iin espiritii estrecho)) y
hasta un germen de posibles componendas
con las élilei cerilrdles en litigio, «según convenga
a sus intcrcses)>R. amírez rechazaba el
usistema centralista» de las diputaciories y el
control privativo sobre los coiitingentes provinciales
con el mismo énfasis que sii colega,
hablaba de ujuntas regionales), en cada isla y
de representación parlamentaria dc todas,
mas no quería prescindir de una distribución
eyuiiibradd dc los organismos gubernativos
entre las dos ciudades principales. Su plan de
llegar a un arreglo con Velázquez, Fajardo y el
médico y liberal palmero Van Baumberghen,
para una acción conjunta, no prosperó, frustrándose
asimismo su empeno de activar a
los autonomistas grancanarios para superar
los moldes del Plebis(ito cuando éste accedió a
la C~ámara
Las limitaciones de ia autonomía plebiscitaria
afectaban no sólo a sus plantearnicntos
..^A: L. : I L ' .L.- i~UiLdl l i l~I iLtL: LI>UldllbLd>. Teínia~i que Ve1
igualmente con la debilidad de las convicciones
autonómicas de muchos firmantes y con
su heterogeneidad política. Desde que el leo-
-
NOTAS
nismo conejero cerró filas alrededor del doctor
Lorenzo Cabrera y del maestro Francisco
Batllori, se produjo una desbandada que confluyó
en el mitin de Las Palmas del 19 de febrero
de 191 1: Domingo Armas, Ratael Cabrera,
lerónimo Díaz, Tomás González, Domingo
Lorenzo, Pedro Medina, Nicolás de Páiz, Pedro
Quintana, luan Bautista Reguera, Esteban de
la Torre losé Tresguerras, justiniano Perdorrio
y Ramfrez, tornaren a! redi! divisionictu3.i
Fn contraposición, quienes habian montado
la juventud Plebiscitaria, diez de los cuales
dieron vida en octubre al Círculo Republicano,
se adhirieron a la asamblea provincial de San-
La Cruz de Tenerife al lado de las <Fuerzas vivas
de Lanzarote~h,a sta totalizar 72 individualidades.
Los autonomistas herreños y gomeros
tomaron igual rumbo. Y Velázqilez se qiied6
apenas con los plcbiscitarios majoreros, haciendo
causa común con los «dictaniiriistas»
de La Palma?i.
El movimiento autonónlico de las hiirguesías
periféricas se vino muy pronto abajo,
aunque sin él parece imposible apreciar las
circunstancias cn que nacicron los cabildos.
El quehacer descentralizador de Canalelas no
estuvo sólo marcado por la «catalanización)
de la reforma administrativa analizada por Ture!!,
más rndest-, hay tamhign una suerte de
acanarización» incardinada a la sen:;ibilidad
autonomista del Partido Liberal, expresada en
ius pruyecwi de ieyes dc rri~ncorriuniciacies
provinciales y de bases sobre el régimen local
de 191 2'j0. «A cada uno lo suyo), tai corno quería
Velázquez.
1 \~ELPZ@UCEAZB II~RAM,a nuel. Resuinerz histiírico dotu- 2 Cf N.W~RRCY Riiiz. Carlos Páginas histór~casd e C r a ~Ca -
rnevitado de la autanowiiir de Canarias (Suum iuique iribuerel, mana, La5 Palmas, 1933 p 252 y C,UIUERA PERALAM, ar-
Las Paltrids, lrnp de El Tribuno, 1913, 2' cu en Las cos El Pleito Insular, Santa Cruz de Tenerife, 1976 p 297
Palmas, 1973, con prólogo de Ecrnardino Correa 3 Boletín Ofiirai de !a Prcvirrciü it Canarias (BOPC), 18-IVViera,
por la cual citarnos 1873, 13-111-1871, 29-IV-1874 y 23-1\' 1875
El Plebiscito Lanario de 1Y 10, un movimiento atitonomiqta biirgiiés 217
coritribución., Arch. Municipal de La Antigua y S
PÉREZA, lfredo y Ehniou~zP ADRONR,a fael Anuario
Comercial de las Cannrias Orientales. Las Pa!mas, 191 0,
PP. 393-394
18 ¿&u de Adui dc Soiuiif'>, Lcg 11. i ;\rcii. iviu:iicipd¡ de
La Oliva
19 ~luntaP atrihtica en Fiierir\irntiirau La Aurorfl, 12-V-1902
Y aEn favor de Fuertentura))L. asCannnas. LO-VI-1902
20 Además dc Cstc, otros tres micmbros sc incluyen entre
los mayores contribuyentes por renta territorial
del enclave capitalino en 1907 Agustin Perez Rodriguez,
telipe Martos bdritdria y t'rdricisco del Toro
Rivero. i 907 Excmo. Cabildo Injulariic Grarz Camria Eipeaitntu
de la Iuiita Muiiitipai del Ceciso ..Cf acerca de los notables
de Puerto de Cabras, MILLARCEASN TERAOg,u stín.
.Notas para un cscudio sobre la burguesía majorera
en el trársito del XIX al XXB, Anuario del Centro
Awiado de Lilc Palrwas. Núm 5, UNE11 1979, pp 81-128
21 «A nuestros hermanos de Fuerleventura~,L ds Pdlmas,
1 -Xll- 191 2, ASV Camelo y Soto fueron rclacionados
en 1907 dentro de los máximos contribuyentes
de sus demarcaciones ) Bueno consicitrado en
1909 el oriiner coinercidiik de Pdidrd Cf Z ZUM~PDO,
Carmelo Anuaiio dc la Prowncia de Canarias pard
iqng, I as Palmas. 1906 pp 76-79 y TQRREJSU ~ NA ntonio
y ENRIC'LPEAZD RORNd, rdei Art~rurioC o~nercladl e
Gran Canaria, Laníarote g Fircrleveflt~rraL, as Palmas,
1909, pp 239-257 Velázquez narró en sus memorias
inconclusas (.4SVI que en 1881 despues de un quinquenio
dedicado al cultivo de a cochinilla hatiíd
instalado un pequeño corrcrc,o en Tiscamanita con
Ini h~rrrzinosS ánrhez. esta ari,stad venía así de lejos
22 También habría que añadir al ex cobrador del ,nipuesto
de consumos Domingo Lorenzo Viera Cf
Las descalificaciones Iibrralei a la gestión cnn?er-
~ d d ~arrrdec iieña en Diario de Las Palmas 14-X11- 1897,
9-11-1898. 12-VII-1898 y 19- Vil-1898
7? Campaña e n Lanzar~ltec ontm !a dkisiSnn, Ln h.4~7;:
na 23- XII-1909 y «El gobernador Euldte recorrerd
nuevamente el ArchipiClago Manifestación cn Arrcrife
Sr necesita ronncer la opiiii6n de cada isla>,
ibid, 1-Vlll-1910 El portavoz central de los leonistas
grancanarios atacó <la añagaza2 del diputado libeial
por Tenerife poniendo el divisionismo por delante
Ct <La i~idñi! de lo historian D;<ii-ii, di L~is Fü;iiiü~,
5-VIll-1910 y <Para terminar), 6- \1111-1910
24 Sobre los remi:idos al gobernador civil, dirá el ex alcalde
Ramírez <Todo se rcducc a pcdirlc diariamente
la ursencia de su pvesencia et., ssta isla, para denlostrarle
que las coritesldcioiies dadas al cueslionario
por 'os municipios son una imposición dcl
permanente gobierno leonino, traicionando el unanime
sentir antidivisionario y atrevida y monstruosa
farsa representa& Rdfdel Rdiriírei Vegd a Manuel
V P ~ Ze~z AL r recife. 15-X- 10 10, ASV
25 <La autonomía de Lanzarote El br Falardo habla en
nombre de dos mil firmantes del Plzbiscitou, La Mu-
Mana, 10-IX- 1910
26 aCon todo el sefior IFdip~lA ilas~ieuy don I.orenzo
[Cdurera y Cabrera1 recomendar a los pueblos que
no firmen tenemos ya tomadas hasta de alcaldes en
algunos pueblos Espero que no saldremos desairados
El tomar la5 firma? nn imnnrtant~sy rdp analfabetos
es cuestión fácil, como ustedes comprenderán~
Rafael Ramírez Vega a Manuel Velázquez y Federico
Doreste, Arrecife. 23-Vlll- 19 10, ASV I,a
encumbrada comitiva libera de Las Palmas, al decir
dc Vclázquez, hizo atoda clase de ofrecimientos a
cambio de la entrega de los rríseroi p ebiscitos firma
d o s~(R esumen ., p 39)
27 E1 peso especifico de la nómina puede constatarse
mediante una simple cata cn cl ApEniiice al amillaravnie~
top ara el año de 1906.L eg n" 76, 1901-1910y en la
Conkibución I~duslriaí Año de 1909. Matrícula., Arch.
hlunicipal de Arrecife. Cf. igualmente los anuarios de
ZULIBApDp~ ,1 58- 161, TCRR~.yS Er\RiQ?i?z,p p 2 13-
226 4 5 PÉREZ y ENRÍiillE/ [ J I I 159-373 Pdrd pl nillli0
de Las Palmas los plebiscitarios de Lanzarote eran
aasalariados de la gente tinerfeñan o aLnos cuantos
jóvenes inexpertos. ganosos de notoriedad8 (iáíd..
11-V111-1910 y 6-X-1910)
28 <Queda, pues, sentado qce es:e señor [Espiiiosdl
sólo ha sido para los antcejistas en esto un agente
del enemigo que s no nos ha perliidicado es
porque no ha podido Su suegro don Cirilo, unas
vcccs llamándose donlinquistn y otras antidomirquistn,
sólo ansía obtener una iefatura que siempre sc
le ha escapado de las manos por su de jugdr
ion dos carlds rnds que otrd cosa ( .) En resumcn,
la idca autonómica la apoyamos. firmamos el
plrhisrito y cL,anto haya que firmar pero el señor
Espinosa seguira sierido para nosotros un droguero
y nada más3 Mauro Sáiictiez Heriidride~d blanuc!
Reye-, Sfoz. V,~l:~;d?.? -X- 1910. ;',S'/ A prupósito
de Dolkowcky y del autonomismo de sus otrora
partidarios, cf. «Del Hierro Asesinatu
desmentido La autonomía del Hierro y de las islas
pequena s~L.a MaMana 3-V111-1910 Las Notitins de
Dacio V Ddr~ds y Padrón y las de José Padrón Machín
apcnas contienen referencias a la dualidad
"iuso~-.lapuiicsau, cuiiusu reiiejo Ue id guerra
asiática de 1904-1905
29 <Por aquí se hizo cuan:o se pudo y mejor resultado
se hubiera obtenido si el médico IGuiIlermo
Paz1 y sus amigos hiihipran .;ido dr oplni6n que
drr:bos bandos fueran a los wueblos a recoger firmas,
y esto no quiere decir que yo. rii ninguno de
mis amigos, lo propusimos personalmente, pcro sí
lo manifesté a Manurl Rarrrda en el puerto el misino
día que recibí las car:ulinas y es presumible
que por este conduc~o ilcjiara a coiiuciinicrito
de aquéllo< mi deseo Sin emhargo. cl nirlico fue
solo v sin decir nada a la piara de San Pedro, en
El Mocarial, cuarido los vecinos de aquel pago
estaban citados por el pedjneo, y, en cuanto les
exigió la iirmn el faciiltativo, ~i i p n n i r n d oa qiir-
110s que se IrdLdbd de uii asunto de interes poirico
en bcncficio del dicboso mi.dico, no firmó na
d e a excepción de dos o cuatro individ¿iosr La
representariin cnnfirida al i-lipiiradn Dnrnínqiie7
A'foiiso para entregar los plebiscitos herreños en
Madrid al fracasar el ofrec7miento al ruso Dolkowsky,
fije obra de los l i h ~ r a l r sy 70 conth r n n r l
aplauso republicano Francisco Diaz Armas a Antonio
Espinosa, Valverde, IX-1910, ASV, Mauro
Sjnchez just'ficó el nombramiento de Domíngucz
a hlanuci Rcycs cl 24 de septiembre y el
7 de octuure
30 Ángel Carrillo a .4ntonio Espinosa, Agulo, 9-1X-1910.
ASV
31 H ~ b oco nfron:acion entre los divicionistas y Ics
a~tonornistasi\ 'elázquez. Ramírez, Franchy y Melo,
iundamenta,mente), distanciándose los segundos
ante la ci i r i t ión el~r rordlC xFI Ci.e\ti~iridrioe ii el
Colegio de Abogados>. La Manarid, 22-V111-1910.
<En el Colegio de Abogados La discusión de la ponmcirio.
ibíd 23 Vlll-1910 y «Sobre el Cuestionario
En el Colegio de Abogados La ]unta general», ibiíl
5-1X-1910
32 Cf F R A ~L ESCO((L a crisis del divisionismo~L, n hlii-
Ga n o 10-V111-1~1yíl MORRCI ~P, ru drnrin <I.ahorandc
por Tenerifeu, Diario d~ Las Piilmas 11 -Vlll-1910
12-VIII-1910 y 17-VIII-1910 y nuevamente FIWY LE:-
CS. rEl momento político En contestaci6nn Ln Mañana,
17-V111-1910. tl elogio a la agrupacion de
Frdiiiliy lo Ilevú Velázque~a l Rejurnrri p 2 11, al paso
que Moralcs había condensado sus argumentos
en N~~q i á idl d~ d~v l d idrnic~ lia Pmviníia d~CanariasL. as
Palmas, 1910, pp 96-109
?? Cf aChrro piensan en Tenerite, Las Palmas y las islas
menoresa, La Maña~lt1, 2-VIII-1910. «O DipdldciÚri u
Cabildos insclares Sobra uno de estos organismos.
ibíd 18-VIII-1910; «Celebremos una asamblea),, ibíd,
19-Vlll-1910. <A D Luis Falardon, ibíd.1 1-X-1910. « t l
problema de Canarias ¿as isid, riieriores pide11 uii
diputado para cada unan, híd. 21-XI-1910 y <(El mitin
de ayer Disc,~rso de don Rafael Rarníreíu, ibíd. 19-
XII- 19111 a d r n i á~i h e scrito y las <Base<»q ue había
destinado a CANO'JASC ~IWANTovE c~i,t. pp 86-92
31 Véanse el desaliento y la santa ira del presidente de
la Junta Patriótica. «Tengo tanta indignación por lo
que aquí ocurre, que usted no >dbe Id pena Ldn graiide
que se apodera de ní cn estos iromcntos
,Cuánto canalla entre mis pisanos! Ni siquiera me
atrevo a llamarles hon-bres oor no ofendernos lodos,
salvo tres o cuatro. los que firmaron el plebiscito,
cst3n con la div sión :Qué conciencias' ,Qué asco
me da todo esto! Y cuaiita ni en esta política Para
Id dsdmblea de Sdlilá CIUZ be h d ~ iii idiidado
alguna representación de cx alcaldes Pare la dc ahí
no se puede, pues hasta don losé Ramírez, cl herrraiiu
de d ~ iliia fael. \ a a esa rrpresrntariclo al pueblo
de Te~uiseD e esta isld vdii ~11;)bs r~ei l tdl L . ~qu e es
pagar los gastos' Todos quicrcr~ir Si no fuera quc sc
les Daga todo, irían muy pocos Pero siendo gratis, ja
correr una Ruerna! como dicen ellos LlendrAri el vápoi
ji es que caber,» Gonzalo hlolina a Federico Dorcstc,
Arrccifc, 17- 11 19 1 1, AS\'
35 C- MI L L ~ I IESC PNT~IAZg~u,s tin ctstudio preliminara
d Pedro PPw Díur El PruDIemu Cuviuriu, Lar Palmas,
1977, pp 38- 41, y ,2snmólcti Proiiminl cn Siñrzta Cruz de
T~nerijoC npi tol de 10 Puni,,~rlnA P Ciiviarwc Fohvurn do I q i i
San:a Cruz de Tenerife. sa, pp 16. 87-88. 181-182,
186- 201 y 203-21 2.
36 T I J ~ ~GLOLM FZ, Javier con la colaboración de CMAc6u
ORTIZD. itgo La rdor~nad e la adruiieiisiramín iOcí41 en
Expa?i~i Iiyoo-. yjb), Mddrid, 1987. ~p 135-1 >S