VEGUETA, Número I octubre 1993, (145-152) 145
Un proyecto de ensanche:
Arenales ( 184 5 -80)
* Departamento de Ciencias Históricas.
Unibersidad de Las Palmas de Gran Canaria
146
D esde su fundación la ciudad de Las Palmas
ha visto delimitado su espacio urbano
en función de una población asentada
en el núcleo histórico, Vegueta y Triana. y la
ucupdiióri de espacio marginal en la zona de
los Riscos por parte de aquella población menos
favorecida económicamente
Así y durante cuatro siglos son estas zonas
las protagonistas del desarrollo urbano y demográfico
de la ciudad en un espacio delimitado
por rnurdllas localizadas al norte y al sur
de la ciudad El resto, fuera de los miiros,
constituye un área básicamente dedicada al
cultivo junto a pequeños núcleos de población
marginal especialmente formada por trabajadores
dedicados a actividades relacionadas
con la agricultura y la pesca.
En este estado se encontraban las huertas
de Triana, zona conocida como das Arenas) y
que antes de la expansión urbana del Ochocientos
se consideraba como afuera de la portada
». Ésta iba a ser la zona elegida para proceder
dl crecimiento de la ciudad.
Este desarrollo viene avalado por un momento
de auge económico derivado del comercio
de la grana. si bien la ciudad no se
convierte en zona productora de la misma, sí
será su centro de distribución y de infracstructura
necesaria para la comercialización de
esa produccióii.
Protagonista de esta actividad económica
será la h~urgueríat,a nto !oc~ic! omo eutran-
]era asentada en la ciudad Esta burgiiesia,
beneficiaria en primera instancia del moirieiiiu
de euívrid coriieriidi e íriiiriidrrieriie iigada
a las estructuras de poder municipal,
ser2 la encargada de promover el desarrollo
urbano de la ciudad hacia el norte. hacia el
punto de salida de la producción: El Puerto
de La Luz. consiguiendo así colocar en el
mercado una gran cantidad de terreno urbanizable
que participará ahora del fenómeno
de la espcculación, rcvirticndo sobrc la misma
clase social que promueve los beneficios
obtenidos
Inilier Sosa Henríqua
Sin embargo, para proceder a este crecimiento
de Las Palmas hacia la zona portuaria
desde el núcleo tradicional, hacían falta dos
condiciones previas, reiacioriadds con la actividad
urbana y ia adaptación del casco antiguo
a una extensión de sus propias fronteras.
El derribo de la muralla de Triana y el posterior
comienzo del eje vertebrador de la zona,
la construcción de la carretera de scgundo orden
hasta el Puerto de La Luz
A partir de 1852 se procede al derribo de
la muralla de l'riana y en cuanto queda abierto
el acceso a las huertas comienzan las obras
de la carreterai.
Desde 1858 comienzan las parcelaciones y
repartos de sitios urbanizables por parte del
Ayuntamiento por lo que el proyecto de Ensanche
de la ciudad había comenzado
La evolución urbana
Este proceso da lugar al comienzo de una
nueva etapa en el desarrollo urbano de la ciudad,
lo que se ha dado en llamar el <(proceso
urbano modernou2.
Comenzando en los años cincuenta del
siglo XIX asistimos a un crecimiento mantenido
de las solicitudes y concesiones de
construcción cn cl nuevo barrio de las Arenas.
El período 1857-63 (ver Grúfico) está caracterizado
por una gran actividad de edificación,
decayendo entre 1864-66 para volver a
r e~c t in~r reen ! M 7 y mantenerse ~e!ativamente
eievado hasta 1874, año en el que el
descenso de concesiones es patente hasta el
íiiial del pcríodo quc cs~udiamosi,8 80, año
en el que la ciudad y las islas en general están
sumidas en una situación de crisis social
y económica total. debido a la caída del comercio
de la grana.
Incluso el Ayuntamiento frena cn 1879 las
concesiones gratuitas de sitios en la zona hasta
que posteriormente en los últimos años del siglo
y debido sobre todo a la construcción del
Puerto del Refugio se volverá a activar la edificación
en la ciudad.edificación en la ciudad.
Javier Sosa Henrímm
se de crecimiento que hemos establecido
desde 1857 a 1863. La prensa de la época. testigo
de excepción del acontecimiento, narraba
así ese desarrollo al que la ciudad estaba asistiendo
en su vertiente norte:
«En el barrio de los Arenales están concluídas y
roacluyéndose hasta cincilenta casas, i 4 empezándose
y todos 10s sitios de las calles pnncipales pedidos. ks admirable
el iizcreinento que va tomando la ciudad por
aquella parte>"
No obstante el desarrollo de esta nueva
zona va a encontrarse con problemas, fundarn~
ntalm~ntde~ tipo econñmico, q~uec asi
siempre chocaron con la imposibilidad de ser
resueltos por parte de la corporación municipal
Ello implicará que dentio de este procesv
de especulación urbana al que Arenalcs sc incorpora
no siempre va a existir una planificación
urbana que desarrolle las infraestructuras
y potencie un crecimiento racional que en
palabras de Pérez Garcia:
«Todos 10s proyectos encltentran las dificultades de
un presupuesto público escaso y con unas inversiones estatales
rilezquinus iidevuiái del problenm de la rivulidud
que i ~ f l u yae la hora de emprender la búsqueda defondos
públicos para desarrollar la infraestructura>.
Por ex] esb burguesía, protagonista de
esta expansión de la ciudad hacia Arenales,
ccs dc tipo conzcrcial e incapaz de intervenir deforma decidida
en la transformación urbuna)P
Realmente lo que se plantea en este proyecto
de ensanche de la población previsto
por el Ayuntamiento-burguesía local, es de
disponer de un espacio que albergara aquella
población que 7, ser fcerzs de trabaj~t)a nto
en labores agrícolas que aún se mantienen
en la zona como en actividades portuarias
que cada vez más irán invirtiendo la tendencia
hacia la ocupación de terrenos hacia Guanarteme,
paralela al desarrolla de las obras del
Refugio. Pero el fenómeno que se genera de
especulación del suelo va a dar lugar a que no
toda la población va a poder acceder a una vivienda
en esta zona dc Arenales, hecho que
además tendrá como consecuencia inmediata
el incremento de la población en la zona de
los Riscos de la ciudad.
Otro tipo de instituciones existentes en
Las Palmas y también en íntima relacióri
con la burguesía local, como la RSCAP participan
en el proyecto de ensanche de la
ciudad.
Asi en 1870 se presenta en la memoria de
la Sociedad Económica el apoyo decidido al
proyecto en ejecución, informando que:
«Nuestra municipalidad fijó su atención en la Ilanlua
de los Arenales, que presentaba las condiciones
w ~ t a j o mde ectw~o!?!ig!!aa! .~!!o!Ied,e of-cor !!nn S?!-
perficie poco accidentada y sobre todo de no tener valor
alguno los solares Principiadas las construcciones en
i 8 58 curl urregio a un piano de población perfectamente
trazado, hoy ofrece este barrio un desarrollo fabuloso (..)
El aumento de población s i g u ~s i e~d ou na progresión
y el interés privado no puede satisfacer la apretniante
nevsidud de viviendas baratas»3.
Años después de haberse puesto en marcha
este proyecto de ensanche de la ciudad, el
Ayuntamiento saca a concurso en 1875 la realización
de un plano de la zona con la intención
de unificar criterios para la realización
de las edificaciones Las bases del mismo establecían
una serie de condiciones para su
ejecución, teniendo en cuenta una serie de
aspcctos que entre otros eran los de altura,
superficie y una cierta ordenación del terreno,
y que. resuniidamente eran los siguientes:
1. El plano debe incluir Parroquia. escuela,
lavandería y mercado.
2, la direcciSn de ca!!es dcbcrj
atenderse a los vientos reinantes, haciendo
que los barran los que la higiene señala como
mas saludables, o sea los del norte
3. La altura máxima de los edificios no debe
sobrepasar los 20 metros.
4. Cada edificio deberá tener uiia superficie
edificada cuando menos de 150 metros
c~iadrados
5. El plano establece la prioridad absoluta
al enlace Las Palmas-Puerto facilitando a la
OUrvcrsdal <le Las Panias do Ira, Canara i t o e c a Unuestsrs a e m m D g a l e Caniris 2015
Un proyectu de ensanche Arenales I 1845-80)
nueva ciudad la comunicación y acceso con la
nidyor rdpide~y cuii~odiclad'~.
No obstante este proyecto de ensanche
programado se ve paralizado por varias razones
que imposibilitan su puesta en marcha
Como primcr motivo tenemos que tras agotarse
el plazo estipulado de seis meses dado
por la corporación y no habiendo concurrido
ningún proyecto a la misrna, el Ayuntamiento
- r i ~ o r Aol~ns r-ir inrt3nri3 3! r .nhiornn AP $, )A, uLuL,L.L, . > L " L , , ,,,.>LL, -.,.,.-,..- --
<soIicita~dote nga a su bien antpliar el ~ l a h;as~ta finales
de 1876))l ' sicndo así una prórroga de tres
mcses la cual tampoco tuvo efecto.
junto a esto, el arquitecto oficial de la ciudad,
I.ópez Echegarreta, cesa su actividad en
1876 dejando así un vacío administrativo para
la consecución del proyecto, agravado tambi6n
por la sitiiación de crisis econónlica por
la que atraviesa todo el Archipiélago cn cstos
momentos.
Por estas razones el ensanche de la poblacion
se realiza de forma caótica pues el ritmo
de construcción en los años setenta del siglo,
si bien había descendido, se mantenía aunque
a bajos nivelcs y ya la zona contaba con
todo lo edificado desde 1855.
El aspecto que el nuevo barrio ofrecía denotaba
claramente la falta de control de la expnsibn
a todos Ins niveleq, e s n ~ r i a lm~ennt ~
el decoro y aspecto externo, ya que incluso un
periódico de la época califica a esta zona co-
,,,"& <<~'i,.,jc,Jc; u5r.h iri as,, 17 . l . . - l : - - J -
CIIUUIEIIUV a >u aspecto.
Precisamente en los años de mayor ritmo de
construcción, sobre 1860, el Ayuntamiento ordena
la elaboración de un documento en el cual
se expresa el estado de todas las casas que
comprende ci barrio de las Arenas, indicando
los números de los sitios concedidos (rcfiriéndose
a las parcelas y rrian~driasl)a s calles en los
que estdri situados. los nombres de los dueños,
el estado en qiie se encuentra la construcción
así como las medidas dt. lo edificddci y Iris inecesidades
en cuanto a encalado, falta de pretiles
u otros elementos dc la fachada
En un total de scis calles (Paseo del Muelle,
Alonso Alvarado, Paseo de las Victorias,
Molino de Viento. Constancia y Murga) y una
plaza (la de la Feria) hemos podido contabilizar
un total de 152 construcciones distribuidas
como en el cuadro de la siguiente pagina.
Con ello tenemos que 5 años dcspués dc
la primera solicitud de construcción en la zoria,
el 55% de las mismas ya habían concluido
c~ conctriucci6n y de! As?: restante m~uch-s d r
ellas están en fabricaci6n si bien aún no concluidas.
De ese Lotal de 69 sitios que iunsideramos
sin concluir, tan sólo 1 O corrcspondcn a
lugares eri los que iio se tia comenzado ningún
tipo de fdbricacióri. Evideriterriente esto
responde a la medida tomada por el Ayuntamiento
de no renovar licencias de construcción
a aquellas solicitudes que una vez concedidas
no hubieran comenzado las obras en un
plazo dc trcs a scis rncscs.
Entre los nombres de los propietarios 5:
como hemos podido constatar a lo largo del
presente trabajo. destacan miembros de la
burguesía local tanto canarios como extranjeros
y relacionados tanto con la actividad política
como comercial.
Entre ellos destacan J. Ripoche y Aridrés
F~rnfpctn mn nrnpi~tarioqd ~ qitios en e1 Paseo
del Muelle Tomás Miller, Lliego Wood y M
Massial en Hlonso Alvarado y así muchos más
cjemp!os. Y m aanto a propictaiios dc origen
español, tenemos los nombres de Esteban del
Rosario, Fernando Bácz Cambrclcng, Domingo
IJerez tiaidos, Cristobal Manrique de Lara como
dueños de lugares en esta zonaI3.
Sin embargo las concesiones de sitios no
se realizaban de forma arbitraria Los dos puntos
clavcs de la zona eran el mucllc de San Telmo
y la carretera al Piierto de 1 .a 1117 Por tanto,
y corroborando la idea expuesta por Martín
Calán14, existió un reparto espacial de los
sitios de Arenales en funcion de la proximidad
o no de la parcela a estos dos ejes neurálgicos
del desarrollo económico. Esto aún agudiza
luvier Sosa Henríauez
NOTAS
1 MART~GNA LANLa formación de [.as Palmas ciudad y
pucrto. p 162
2 MARTiN GALAN Op Cit. p 135
3 Véase la comunicacion presentada al X Coloquio
de Historia Canario-Americana, las Palma< diciembre
de 1992 por Conzjlcz Rodriguez C y Sosd
Henrlquez, J con el titulo a5ociedades ionstructoras
en Las Paimas en el siglo XlXu ¡en prensa)
donde se analizan las construcciones
realizadas uor e \ td i r i \ i i i i i c i ó n en la ci~idadd e Las
Paimas y que contribuyeron al desarrollo urbano
de la ciudad especialmente en la zona nueva de
Arenales
4 AHPLP Expedierites rriuriicipales serie Policía y ornato,
leg. 1 exp 43
5 AHPL.P Fxpedientes rniinicipales serie Policía y orrato,
leg 2 exps 72 y 79
6 <El Ómnibusa. 4 de lulio de 1860 H.M C.
7 PÉREZG ARC~1A. M, Ld ~itudcióilp olítica y social en
las Canarias orientales en la época isahelina r> 71 h
8 C4SkRIEGO RAM~RE1.Z ,L as Palmas: Dependencia,
marginalidad y autoconstrucción, 1987, p 50
9 4UALES DE LA REAL SOCIEDAEDC ONOMICDEA h lullG05
DEL IJkr\is DE LAS PALMAISn.f orme correspondiente al
primero de agosto de 1870 Rihlintera de Museo
Canario
10 AHPLP Expedientes municipales, serie: Obras Públicas,
ieg 7, exp 127.
1 1 AHPLP Expedientes municipaies Serie Obras Públicas,
ieg. 7, exp 127
12 El Ómnibus 1 de noviembre de 1865 H.MC.
13 AHPLP Expedientes municipales, serie Policia y ornato,
leg 2, exp. 52, año 1860.
13 'vl~rzriuG PLÁN, I r Op.c it p 197