PIERRE DE COUBERTIN Y EL MENSAJE EDUCATIVO

DEL OLIMPISMO MODERNO

Resumen: Los cambios experimentados

duranie el siglo XIX en ámbitos corno

el educdtivu, el sucidl u el pulítiiu,

propiciarán que la educación física y el

deporte se acerquen de manera ineludible

al iencímeno del Olinipisnio como

forma de desarrollo cultural El instaurador

de los Juegus Olímpicos rrivdrrnos,

Pierre de Coubertin, aparece en escena

a finales del siglo XIX en un momento

en el que bullen todas estas

reflexiones prdaghgicas sobre el hecho

deportivo, de la que él mismo es un excelente

teórico, faceta esta en la que se ha

estudiado escasamente en nuestro país.

La cuestión caucativa, pese a io que pudiera

considerarse, se hace extensiva a

toda la sociedad en su conjunto, creando

pi ra cllo uiiivcrsidadcs pc>p~ilrircsd, on

de todas las capas sociales podían acceder

al hecho cultural.

Además de reivindicar el valor educativo

del discurso de Coubertin, los autores

plantean una reflexión del discurso

olíiiipico en iiueskos días, scñalandn

una lectura educativa con respecto al extendido

deporte espectáculo.

Palabras claves: Historia del Deporte,

Olimpismo, Educacion.

Abstract: Clianges that have liappened

in tlie 19th century regarding education

and politics resulted in a closer

approach of Pierre de Coubertin to

Olynipic gaines as way «f cultural development.

I'ierre de Coubertin, founded

the Modern Olynipic games at the end of

1 9 ce~ntu~ry. At that time there were peddg~

lgi~rdelf lectiu115 nbuut spurts. Coubertin

is, as wcll, an ctccllcnt sport thcoretician.

In our country, there is a lack

stu.iicr 2buuk &.ir fact.

The educational issue extends to the

society as a m-hole, creating courses where

any social stratum could study. Apart

from claiining, the educational value of

Coiibertin's theory, authors bring up reflections

aboiit tlie Olympic theory, showing

an educational view of sport entertainment.

Key-words: Sport History, Education,

Oiympic iiistory.

Los cambios experimentados durante el

siglo XIX en ámbitos como el educativo, el

social, el econóriiico y el político propiciarán

que la Educación Física y el Deporte se

acerquen de manera includiblc al fcnómcno

del Olimpismo como forma de desarrollo

cultural y deportivo. La confrontación

dialéctica entre Giinrmin y E d u c a c i ó ~F~ís ica,

por un lado, y Deporte por otro, encontrará

.su crirrelaio pr-áciico en la discusión sobre

el método por parte de los teóricos de la

centuria (Amorós, Ling, Iahn, Miiths, Arnoici,

etc.), que conciben ei uso ciei cuerpo

como un instrumento necesario en la formación

integral del ser humano. Esta concepción

será utilizada por el movimiento

olímpico como respuesta efectiva a la diferencia

tradicional entre los antiguos juegos

y los nuevos que pretende poncr en marcha.

El Olimpismo sc prcscntará así como

una nueva filosofía de la vida, con un código

de conducta que aspira a recuperar

ciertos aspectos del mundo antiguo griego,

sobre todo su concepción de la libertad y

de la arcié helenos dentro de la competición

deportiva actualizada (aunque en sus inicios

no permitiera la participación femenina

e n estos agoi~cs)L. os postulados d e esta

nueva doctrina, encaminados a ensalzar la

dignidad humana en un ambiente de paz

social, tendrá como meta la consecución de

una sociedad más equilibrada que haga

descansar en el deporte la educación de los

jóvenes, todo dentro de un ambiente de solidaridad,

amistad y juego limpio. Las resonancias

de estos principios dieron como

resultado irimediato un deporte más abierto

v comprensivo, entendido como tina

manifestación cultural rriás de primera

magnitud que podía ser estudiada, analizada,

practicada r incliiso ~nsc+ada, d e -

más de su incidencia en la práctica profesional

educativa.

Pierre de c ~ c h & i n ~narm-o escena -r-----

en unos momentos (finales del siglo XIX)

en e1 que bullen todas estas reflexiones pePierre

de Coubertin y el mensaje educativo del Olimpismo Moderno 83

dagógicas sobre el hecho deportivo, de las

que él mismo es un excelente teórico, aunque

muchos lo selialan simplemente como

el instaurador de los modernos Juegos

Olímpicos. La cuestión pedagógica, pese a

lo que pudiera considerarse, se hace extensiva

a toda la sociedad en su conjunto, no

sólo a los jóvenes y adolescentes; y así nos

encontramos con iniciativas como la creación

de las universidades populares, donde

todas las capas sociales sin distinción

acceden al hecho cultural, o bien la organización

de n~~nierosocso ngresos olímpicos

relatims a! cimhitn pdagrígiro en la educación

física y el dcportc, o cl establccimiento

de instituciones como la Vficiiiil 111-

tcmncioml dc Pcdngogío.

Estos hechos se vieron favorecidos no

scílu por la noslalgia de algunos diletanii

por el pasado griego, sino que ya desde los

siglos XVII y XVIII una corriente humanista

recorría la educación europea favorecida

por ios ~iescu'o~imientoasr queoiógicos

(Olimpia, sobre todo) y por la concepción

culturdl que proponía la u n i h del cuerpo

y la mente en sintonla espritiial. El proceso

histórico que hemos convenido en Ilamar

Olimpisii~os upuso el eslabón aglutinador

de toda aquella filosofía que consideraba

al ser humano en su acontecer físico y

deportivo.

El gran mérito de Coubertin, ademiís

de la celebración cuatrienal de los Juegos

Olímpicos ininterrumpidamente desde

1896 (con las correspondienles excepciones

motivadas por hechos histhicos de gran

trascendencia como las dos guerras muiidiales),

ha consistido en la vigencia de su

ideario, recogido por el Movimiento Olímpico

Internacional que ha pretendido con

mayor o menor fortuna salvaguardar el valioso

legado que supone la comprensión

universal de todos los pueblos mediante el

hecho deportivo. No obstante, el desarro-

110 del deporte espectáculo, tal y como lo

entendemns h ~ ydía , ha eupr imentadn

una evolución un tanto regresiva, en el

sentidc rn que la ética de los participantes

ha sido puesta en entredicho con escándalos

como el dopaje, o bien se cuestione la

honorabilidad de los miembros del Comité

Olímpico internacional (Col) a la hora

de la concesión de las candidaturas olímpicas.

PIERRE DE COUBERTIN Y SU

PROYECTO PEDAG~GICO:

ANTECEDENTES

Personaje mil veces citado y, sin eiiibargo,

desconocido (en este sentido la tradiicción

de sus trabajos espera una rápida reelaboración

por parte de los especialistas),

recoge en una de sus propuestas la frase

"deporte para todos", expresión que se ha

convertido en el eslogan por antonomasia

de las políticas locales, autonómicas y nacionales

que nos bombardean continuamente

en los medios de comiinicaci6n.

Frente a la opinión generalizada que le si-

&L -;.uc. c-vll,Lv. -,. .",.nLk,,..wa- L,.LLL,dudrc !os J U C ~ XG !im

picos inodernos, la verdadera esencia de

Coubertin radica en su preocupaci6n por

lus probler~i~sisu ciales y en s u consideración

del deporte como elemento fundamental

para alcanzar lo que el denomina

"paz social". Algunos autores como Brohm

(1981:450), por su parte, describen el ideario

de Coubertin de la siguiente forma: "es

uno de los pensadores burgueses mas consccuentes,

donde todos los medios son

buenos para inculcar al proletariado el sentido

del orden, de la sumisión y dc la djsciplina".

Esta sentencia ha provocado que

muchos hayan tachado al pensador parisino

de vraccioimvio en cuanto a su pensamiento

político, pesando más y de manera

peyorativa esta consideración que su programa

pedagógico, igualmente v6lido y

desatendido. La sólida formación del joven

Coubertin viene precedida por sus años

con el padre Caron, profesor de humanidades

y retórica en el colegio de los jesuit2s

c i I~'a ris, d ~ n c i eSP xre atraído por la fascinación

de la cultura de la Grecia antigua;

también la influencia de la sociología de

Hipólito Taine viene dada por su lectura dc

Notos sobuc lizglnterua, trabajo que analiza la

lucha dc clases entre patronos y obreros,

intentando disminuir esa hostilidad con el

acceso de aquellos últimos a la escolarización:

"es necesario instruir al pueblo porque

si no sc hari ingobcrnablc". lgualmente,

Le Hay incide en el tema del desarrollo

social y en los peligros del sistema

educativo francés del momento; además,

ni~estro aiilnr srgiiirá los principios dc

Ro~isseau, Pestalcirri, los filantropinistas

alemanes como G. Muths y Basedow, rec!

r.m2ndu educación corri;n !; ~ z t x r a - "'a ""

leza donde la gimnasia ocupa un lugar autónomo.

Los di\,ersos rri&tudos gímnicus (sueco,

alemán, francés) apuntaban a una misma

idea: la necesidad de una formación del

cuerpo en beneficio de la cultura del espiritu

y del alma; reivindicaban acleinás para

el cuerpo el derecho a la ediicacih, el

desarroiio de id baiuii, que fuera Utii para

la formación intelectual y moral. A la par,

los médicos l-iigienistas propugnarán más

sol y ejercicio físico para los niños y menos

trabajo escolar. A ello se suma la pérdida

de influencia de la visión amorosiana militarista

de la gimnasia, sobre todo a partir

de 1887, momento en que se crea una comisión

encargada de revisar los programas

relativos a la ensefianza de la gimnasia,

presidida por el profesor hlarey y entre cuyos

colaboradores figuraba el Dr. Fernand

Lagraiige, publicáridoie en 1889 el MLIHLM~

d p e j r~c i~igoíst i~~~i!c/ o~ sI I P ~ OPSS C O ~ ~dYan~- C ,

do lugar posteriormente a la recomendación

oficial de creación de asociaciones de

juegos.

Un nuevo riimbo adquiere sil modelo

educativo tras conocer el paradigma norteamericano

a través de la obra de Tocquevi-

1 1 ~ ; también importante es su conocimicnto

de la obra de Thomas Hughes, R~rri

Bromn's S c h ~ Dl n ys, cuyo contenido sobre

!a e d u c l c i ó n hr i táni cu suciz i - . ~c y r i0i id3Y.

En 1883 viaja a Inglaterra y conoce ir1 sitii

la escuela de Rugby de Thomas Arnold,

donde constata la existencia de una sociedad

escolar liberal y democrática que propone

el deporte como vector principal de

la educación renovada. Arnold entendía

que la vida de un colegio era una replica

de la vida social, utilizando el deporte junto

a las disciplinas intelectuales. A partir de

aquí. los seguidores de este pensador inglés

(T. Hughes, M. Arnold) crearon el concepto

de Mz~sculnrC hvistinnity para evidenciar

q ~ e~l deep orte cifrecía más \,entajas

que la gimnasia. En este sentido la íilosofía

de Arnold primaba la educación sobre

1- ;m'.&v,,,.,.;A" T,- n,,n ,,e+- .<1t;-- '-A 1;-: LL, LL L d L L U L L L \ , L L , ,"" y"" '2"' U"""" 2' ""U

taba a dar los conocimientos, mientras que

la primera hacía a los hombres y forjaba su

carácter. Este sistema pedagógico se oponía

al concepto de instrucci6n pública francés,

valorando el hecho de que la libertad de

juegos y no su imposici01i hace de la educación

inglesa un claro refleju doride el deporte

no es un fin en sí sino un medio para

wnucerbt' mejor y ldbrar la personalidad.

Coubertin se entusiasma con la

musculatura cristiana de Arnold y toma el

deporte como motor de su reforma pedagógica.

Arnold dijo: "Deseo formar al gentleman

cristiano y enseñar a los niños el

autogobierno". La educación debe ser u11

prefacio de la vida (nada de uniformes de

carácter militar). Es ~ind Educaciún hloral

y Social ( a través del sistcma de prefectos

y de las asociaciones, los chicos se resporisabilixan

de la organi7ación de los juegos,

crean la disciplina interna de lus mismos,

etc.).

Comprueba que los deportes de equipo

estimulan el sentido de la responsabilidad,

la educación cívica, el espíritu colectivo para

consolidar el carácter y la formación de

la personalidad. También visita las escuelas

de Harrow, Eton y las universidades de

Oxford y Cambridge. En ella las reglas del

juego serán respetadas, la libertad del deportista

no teiidr2 otrd limilaci6n que los

r ~ g ! a r n e n t x ,q u !~a r iva!idyd E C C C S ~ I ~ ~L?'C

manifiesta dentro de la alegría de cada deporte.

Pierre de Couhertin v el meiisaie educativo del Olimoismo ivlodeino 85

Tras esta visita a Inglaterra, Coubertin

publicará en 1888 La cducmión u 1 In@erua.

En ella critica la militarización de la educación

en Francia, ya que produce fatiga y

sin ningún equilibrio en la forinación de la

persona. Funda el Comite de difusión de

los Ejercicios Físicos en la Educación y en

contraposición a la anglomanía, Grousset

funda la Liga Nacional de E d ~ ~ r a cFi íhsi -

ca. Un año después se creará en Francia la

U.S.F.S.A. (Ulricít~ de Socii~diirlrs F~.nriccsris dc

Deport~s Afliticos) bajo la presidencia de

Georges de Saint-Clair, entidad que será

piesi&& ;aii-Lbit'i-L Cuuloei-;ii-,, y que

junto con Tules Simon, uno de sus colaboradores,

propiciará las competiciones escolares.

kn ese mismo año realizará diversas

estancias en Norteamérica donde se empapará

de la realidad universitaria de Canad

i y Estados Unidos, publicando a su vuelta

Las liiiiomi~iadcs tunsatl~íizticns (1890). Un

resumen del análisis coubertiano de este

sistema educativo americano puede apreciarse

en Solar Cubillas (1999: 32), cuando

indica:

"1. Resaltaba Coubertin un conflicto de

intereses evidentes entre quienes seguían

bajo la influencia inglesa, el modelo del

juego libre y quienes oponían a la aiiierior

tendencia la rigide7 e intolerancia de los

principios girriridsiicos de irispiraciór~ demana.

2. Denunciaba cierto exclusivismo, por

parte de algunos directores, en la atencibn

a los atletas de alto nivel.

3. Aplaudía, en consecuencia, una tendencia

en coritrd de la aiiterivr actit~icf,u n

movimiento como reacción al exclusivismo

de la elite, que él calificaba de tendencia

"arnoldiana"

4. Constataba el exceso de independencia

en colegios y universidades, del que

afirmaba, sin embargo, que no produce

malos resultados.

5 El esfiuer70 ~rnyI~~Cpn1rn I nq p d a -

gogos en formar un espíritu crítico y en fomentar

la honestidad, incluso de pensamiento

y de intención, constituía otro aspecto

recogido por Coubertin.

6. El importante papel que tenía en todas

las instituciones la prensa escolar llamó

su atención y así se lo hacía ver al ministro

Falleres, destacando la función que jugaba

en la promoci6n de las asociaciones deportivas

y de los hábitos higiénicos.

7. Insistía, Coubcrtin, a1 final de su informe,

en el interés, el patriotismo y en el

ejemplo de energía que los jóvenes franceses

encontrarían en el estudio de la civilización

americaiia."

En A.1n6rica se dehate entre la influencia

de la gimnasia alemana y los juegos ingleses.

En los colegios y universidades habrAn

gimnasios y campos de juegos. Fuera

de ella habrán asociaciones de deportes como

el ciclismo y el tenis, creátidosc yosteriormente

los futuros clubs, siendo los más

extendidos los de beisbol y fútbol junto a

deportes de invierno.

Otro de ¡os acontecimientos cuituraies

más representativos del pensador francés

será SLI yroclmla sobre la ensefiariza ~iiiiversitaria

obrera, idca a la qne se adherirán

autores como el padre Didon. Su apuesta

por la renovación pedagógica irá más allá

de los centros educativos convencionales y

del deporte escolar, centrándose en su ináxima

de "deporte para todos".

Estas experiencias motivaron en Coubertin

la posibilidad de una nueva pedagogía

adaptada a las necesidades de la 6poca

que diera respuesla al sistenia educativo

francés, al que pretendía reformar en

todos sus niveles, b&nciuse en el rriodelc~

anglosajón y bajo lii dinámica de los ejercicios

físicos y los deportes. Sólo dcsdc aquí

podemos entender el proceso de restauraci6n

de los Juegos Olímpicos, en el sentido

en que suponían la vía ideal para la propagacih

de lo> ejercicios físicos y su pruinoci61-

i internacional.

Es neccsxio forjar una nueva concepciYn

dc! inundo :7 !a mejor manera de mnseguir

el propósito era cambiar la sociedad

mediante una nueva pedagogía que tendría

el deporte como mejor instrumento.

Preferirá al campeón que al hombre record.

El triunfo ante los otros que a la lucha

exclusiva contra el tiempo y el centímetro

(Mercé, 1992:23). Coubertin decía

que el deporte no es tan solo ejercicio corporal

higiénico, sino el triunfo del ideal

humano. En Francia el ejercicio resulta autoritario

y aburrido, contrariamente a lo

que pasa en Inglaterra. El descubrimiento

intelectual, el esfuerzo moral y corporal, la

espontaneidad estética sugiere una actividad

creativa y no las lecciones disciplinarias

y reiterativas de !a gimnasii. (Me?-&,

1992:55).

PRINCIPIOS PEDAG~GICOSD E

COUBERTIN

El comienzo de la primera Olimpiada

de la era moderna (1896) marcará nuestro

puntu de pariida en la co~isideraciórdi e los

. , .

kn.,'.','n""'y,n",,n"c ~ o'""Ah~',#h,"A'."A , - ~y-c1 9 l2 <>br2

de Pierre de Coubertin, que a pesar de su

ininterrumpida presidencia de los Juegos

Olímpicos hasta 1925, no abandonará su

dedicacicín en pro de esta empresa hasta el

final de sus días. Este afán y atencicin por

c l i i l i i ~p~ r.incipicjs no siílo qurdai-an plasniadvs

en la letrd irripresd, ~ i tma~n biéiei n

la creaci6n y establecimiento de numerosas

asociaciones e instiruciones que sustentan,

asumen y avalan dicho ideal pedagógico.

En su obra Llnn carripni7a dc 21 nfios !190d)

explica las bases de su reforma pedagbgica

a través del hecho deportivo, entendicndo

que los deportes deben ser populares,

y por ello es necesario que su aprendizaje

sea rápido, poco costoso, que los

conocimientos adquiridos sean fáciles y

que permitan al individuo alcanzar la libertad.

Así en 1918 recomienda el establecimiento

en todas las ciudades de centros

culturales con giinnasios. En definiti\.a, se

debe acceder a él de una manera general y

sin restricciones. En 1903 (junio) en un artículo

en Lc Figaro, hace referencia al mal

uso del record. El record ha llevado a la

práctica deportiva a un uso exagerado de

la competición.

En el año 1905 y con motivo del Congrfi"

O1ínipico celebrado en Bruselas recomienda

favorecer la práctica deportiva en

las instituciones periitenciarids. Un díío

después funda la Asocincicír~d c D c p o r t ~p opzilnres

cuya misión fundamental será propiciar

la expansión de métodos de gimnasia

utilitaria mediante la creación de infraestructuras

(gimnasios, campos de juego,

etc.) en todas las ciudades, sin olvidar las

manifestaciones artísticas y literarias donde

se rnnjiigan deporte y cultura. De este

modo en 1913 se crea el lilstitirto O l í ~ ~ p i c o

de Lausanne ( debía ser un modelo de colaboración

entre las inctitucioncs municipales,

las artísticas y el mundo del deporte)

que promueve la práctica deportiva y la

promoción cultural cntrc todos los miembros

de una comunidad bajo el lema ri~ciis

fwí~icin iiz corpore l i~c r~tosoE.l slogan higie-

Asia de iu\leiiai debe r-eiiiyhzai-se yor una

tórmula más dinámica en la educación de

adolescentes y adultos. Se pretende conseguir

así una armonía pedagógica entre las

artes, las letras, la higiene y el deporte, hasta

tal punto que la práctica deportiva se

convierte en el antídoto contra el alcoholismo

y contra ciertas enfermedades como

la tuberculosis. Esta gimnasia utilitaria distinguia

dos etapas claramente diferenciadas

en el ser humano: una primera que

abarca los anos iniciales de la existencia y

en la que se recomienda una gimnasia de

tipo general, y una segunda también llamada

pnstcfcbío, donde el deporte se convierte

en el referente principal de la educación

física.

A partir de 1916 la introducción del deporte

dentro de este tipo de gimnasia utilitarja

encontrará detractores en la propia

Iglesia que chocan frontalmente con la concepción

coubertiana que propone una defensa

del deporte entendido como balar

educativo que crea escuela de socialización,

puesto que aporta clemcntos intelectuales

(como la observación, la reflexión),

P~erred e Cvubertiii y el ~iiensajee ducativo del Olimpismo Moderno 87

morales (la frialdad, la energía, el coraje) y

sociales (el hombre aprende a respetar las

reglas, a controlar 5u humor y a frenar sus

pasiones). Además, la constit~iciónd e clubes

deportivos fomentar2 la cwperdci6i-i

entre jóvenes y el trabajo en equipo. Esto es

lo que parece desprenderse de su PcLingogic

Spovtiue donde la utilidad del deporte viene

dada por:

a) Su repercusión ética y social.

b) Su aportación al entendimiento.

C) Su influencia sobre cl tcniperumciito,

el carácter y la conciencia.

U) Su 1eyeicusi6n yüsitiva aübw otros

aspectos sociales.(alcohol-penitencdepresiones)

e) Como instrumento pdra educar. la

sensibilidad.

f) Sus posibilidades en la educación en

valores clásicos (perseverancia, integridad,

superación, etc.

El niisrrio Coubertin en esta obra (1922:

140) indica: "El deporte, es el único campo

que permite un apreridi~dje rcípido y liomogéneo

por la introducción de elementos

nuevos. Un equipo de fútbol co~istiiuye

probablemente el prototipo de cooperación

humana. La cooperacih posee características

que hacen de ella una escuela preparatoria

de la Democracia". En cstc sentido,

su reivindicación de la participación de todas

las clases sociales cn cl dcportc responde

a que los seres humanos compartinios

ritos, sacrificios. valores, y riccedcmos

a una nueva cultura por medio de la técnica.

Circunstancia que denuncia cuando

critica la falta de variedad en la ensenanza

dada a los obreros a quienes se rediice mediante

un simple utilitarismo prufesiorial,

donde las clases diripntps no estaban dispuestas

a compartir conocimientos. En Llls

puertas dcl iemplo (1918: 1) manifiesta: "Una

elite tenía interés en guardar para sí el saber,

a fin de ser un instriimento de poder".

Conscientes de esta situación , el liistifuto

Vm, , r:r -l f., .i L-u; -.. UA-' T-L LnL.3a.ucL.unLc- m- qnr , . .qv; r03!jzl-

"1'"Y "'"

ción en 1921 de un Congr~sod e Dcpcirt~..p upiilnres,

en el que se debatirá la apasionante

cuestión de las universidades populares

y la diversificación de su enseñanza, constituyendo

los ejercicios físicos parte importante

del entramado educativo. Deporte

y cultura serán a partir de ahora elementos

indisociables de una misma

realidad. Más que nunca la proclama de

"deporte para todos" será apoyado por las

organizaciones obreras y las municipalidades

(»b+rvese si no la Asc~ciacii?izS ocialisfrz

I v r t c~i r i~~c i i ir~lri aEI i lrir-(7,-iríriF ísica, ASTEP, que

en 1920 adoptará el nombre de Uizióiz Intrriz(

rcivmr1 rir Edltrircitjri Físic~z y D~po~lim

wJ.,1L . T~nbcjc,m ás c u n ~ c i d ac ~ m r !a' !!!tc.v!?ncioiznl

Dcpol-tivn de Lzíceri~a o la que dimanó

de algunos países del Este, la Intcrrzaciond

Rojrr Dcporlivrr). En suma, cl adagio de "espíritu

sano en iin cuerpo sano" se extenderá

mediante la educación física y ld giniriástica

eritre lus obreros, esyecialn-iente

entre su juventud.

En 1925, Coubertin funda en Aix-en-

Proverice la urrióil Pc~ing@icn Uniuersai

(UPU) con el objetivo de difundir los principios

de la reforma pedagUgica en la eriseñanza

secundaria y postescolar, criticando

de manera clara la especialización prematura

en el deporte. Precisamente en su

Mcssilgr n ln nccnsion d c l'i~roirgirrofin~dze s

trn7ia~fx dc ['ir nioti pcdagogiq~ic 11 iziocuselle

(1925: 627) indica: "Los inales que sufre

Europa no provienen exclusivamente de la

guerra. La guerra solamente los lia agravado.

Sii origen es niás lejano. Provienen

del estadu de debilidad en el que se halla

la pedagogía occidental". En ella Coubertin

critica a miembros del CIO por convertirse

mas en técnicos asesores que en

defender el espíritu olímpico Mullcr

(2000:36).

U11 aiio después se crea la OJiciira Internnrinnal

de Prdngqílz Dt~portiz~(nB IPS), con

sede en Lausarme, con e1 objeto de velar

por la pureza de la enseñanza deportiva,

luchando contra los abusos del deporte.

!guli!mente convexa P I ~es e mismn añ~1lu na

Cor;fcrericia para debatir diversos temas: 1)

el acceso a la ciiltiira general para todos; 2)

el establccirniento del gimnasio antiguo

bajo la institución municipal; 3) la atmósfera

moral que permita desarrollar personas

sanas; 4) las artes populares y la posibilidad

de seiisibilizar al individuo mediante

la práctica del canto, la escritura y

cl tcatro.

Posteriormente, en el año 1928 delimita

los objetivos de los BIPS y previene los aspectos

peligrosos para la pedagogía del dpporte

(Solar, 1999: 36): "1) la especiali~ación

temprana y la búsqueda del rendimienlo

precoz; 2) una excesiva carga

c ~mp e t i t i ~v. ~e~p ,= diere ser ~ ff?iict vr ~ . . á - .

de tensión para el joven y el niño; 3) La

propuesta de modelos de ejecución que

fucscn acoinpaiiados de actitudes aritipedagógicas,

falsedades, publicidad y recompensas

materiales; 4) La no orientación o la

desorienkición sobre Ivs límites de cada

cual, generando falsas expectativas y frustraciones;

5) El abandono del adulto, que es

tan peiigroso como ios excesos que se pueden

cometer con los jóvenes p los niños.

Además, lo primero puede ser consecuencia

de lo segundo; 6) La inadaptación de la

pedagogía del deporte a cada tiempo y circunstancia

y la pérdida de contacto con los

fincs de esa pcdagogía".

Estos planteamientos pedagógicos le

llevan a formular una renovación del Olimpismo

desde el punto de vista educativo,

aportando, según Bazaco (1999: 65), los siguientes

principios:

a) La igualdad de las grai-ides categorías

de los deportes individuales.

b) Los concursos de arte que asocian a

la actividad muscular las obras del

pensamiento, inspiradas por la idea

deportiva.

c) El juramento de los atletas, furidado

en el sentimiento del honor

d) El uso de ld bandera olímpica, qiir

reúne los colores de todas las naciones

y simboliza las cinco partes del

mnndn, 1-~nidzicp or e! depr t e .

e) E1 ceremonial y las fóriiiulat, de 'ipertura

y clausura de los Juegos, con el

saludo final al Helenismo del que

provienen.

f) La autoridad del Comité Interriacional

Olímpico, cuya independencia

garanti~a el mantenimiento de las

tradiciones, sin que ello deba implicar

la intromisión en las cuestiones

técnicas.

En 1918 en la Gazette de Lausanne

(Muller, 2000: 220) expresaba su preocupación

por la tendencia del deporte a lo vulgar

p menos educativo.

Este somero recorrido muestra los mis-

.-,.-. 6 ------ 11 ,<la L C a n nL,Ica, y I c L , C u t > n C ; u L t c 3 j; pe!igi-OS

que acechan al deporte y a la pedagogía a

lo largo del siglo XX y que llegan hasta la

actualidad. Sirvan curriu ejerriplu las rrflexiones

que el propio Antonio Petrus (1999:

25) aduce a este respecto: "Demos al deporte

sil función preventiva, ediicativa y

sociali~ador.a.. Reivindica el cumplimiento

del fair-,doy respecto a los siguiente derechos

cid ninu: 1.- Derecho a hacer deporte

educativo; 2.- Derecho a jugar y a divertirse

a través de los deportes; 3.- Derecho a

ser tratado con dignidad; 4.- Derecho a ser

entrenado por profesionales competentes;

5.- Derecho a competir con iguales; 6.- Derecho

a hacer deporte con seguridad; 7.-

Derecho a disponer de tiempo libre; 8.- Derecho

a no ser campeón".

Finalmente quisitramos hacernos eco

de los cinco valores que el Grupo O de la

Universidad de Tübinghen plantea sobre el

contenido educativo del deporte olímpico

actual publicadas en las Actas dr.1 Congr~so

Cierit$cico Olírnpicu celebrado en la ciudad

de Málaga en 1992:

a) La perfeccih humana como objetivo,

a través de los logros drportivos. Lo

humano es el hombre y la mujer, no

son cuerpos, en tal sentido el perfeccionamiento

como objetivo pedagógico

del Olimpismo va dirigido al

"ser iiumario" en ~ , L Lt ~tdl idad.

b) F! principi:! Y:.! a ~ a t c u r i s E~s~te .

principio, cuyo control fue siempre

difícil y discutido, fue una apelación

I'ierre de Coubertin y el mensaje educativo del C)limpism» Moderno 89

a la moralidad, a la "no concesión al

espectador" de los derechos del deportista.

Hoy esta pureza, esta moralidad,

se genera a consecuencia de la

creación de una conciencia de 6tica

deportiva mantenida por conceptos

intangible como el fair-play o como

ciertos premios a la honestidad deportiva

v por acciones más pragmáticas

como las sanciones a actitudes

antideportivas y los controles contra

los dopajes, por ejemplo. El control

imposible del amateurismo ha debido

de ser variado por un concepto de

lo ético y lo no ético, también de difícil

control, pero c i i y a asimilación

social existe, y en cierta medida impide

lo que fue el gran temor de

Coubertin, convertir de nuevo al deportista

en un nuevo gladiador del

"circo romano".

c) E! To!Unfafiu sv-&i-irfi:o a !as reglas

de juego, a las de cada competición

y a las de una deontología profesional

no escrila. La ii~le~.pseta~iÓ~~

de cstc principio dcbc hoy seguir teniendo

plena actualidad educativa:

por los reconocimientos de los marcos

de actuación de cada cual, por lo

que supone de respeto a los dereclios

cie ios aemas y por io que tiene üe

aceptación de principios democráticos.

d) El ideal de paz del deporte. bste concepto,

como el propio Coubertin lo

enunciaba y como el Grupo O lo

transmite, es un "ideal". Un ideal

ediicativo constitiiye o debe constituir

un principio educativo. La tregua

olímpica no es un hecho, es un

objetivo y la lucha por ese objetivo

es un elemento educativo, sobre todo

si se interpretd desde una pedagogía

deportiva, donde el logro del

objetivo se vea como de consecución

exclusiva a partir de una actitud de

paz personal y diaria de cada deportista.

COUBERTIN Y LA RESTAURACI~N

DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS

MODERNOS

Desde la prohibición de los antiguos

Juegos Olímpicos por parte del emperador

Teodosio en el siglo IV hasta 1896, fecha de

cclcbrcición dc las Olimpiadns modernas,

pocas han sido las iniciativas encaminadas

a restaurar los célebres certámenes de la

vieja Hélade; sin embargo, el siglo XIX supone

una excepción, ya que diversas voces

se alzan por doquier reclamando la orgai-

iizarióii de u ~ i v sju tigus de car&cier uriiversa1

y universalista. En 1833 Tadeuz Biernakieweiz

manifiesta la existencia de un

organismo sueco que propugna la organización

de unos Juegos Olímpicos Escaizdi)z~zvos

análogos a los de la Antigüedad. Esta

idea cristalizará el 14 de julio de 1834 en la

ciudad de Scanie (Ramlosa) promovida por

el profesor Gustav Johann Schartan, cuyo

programa de competición constaba de las

siguientes pruebas: lucha, agilidad, salto

de altura, pértiga, carreras de velocidad y

carreras de fondo. Estos juegos se mantuvieron

hasta 1836 con variantes como los

ejercicios gimnásticos y los torneos al estilo

inedieval. A fi1id1t.s de la década de los

cinciienta (1859), un griego, Evangelios

Zappas, intenla recuperar para su país el

esplendcir de los antiguos juegos, proponiendo

tal inicialiva al rey Othvri y denominándolos

Cnnrnuscis Olíniyicos, petición

que obtiene su refreridu en el Real Decreto

de 19 de agosto de 18Fi9. J ~ i n t oa los propios

eventos atléticos se cvntienen además actividades

culturales (fundamentalmente, exposiciones).

Los esfuerzos dc Zappas no

obtuvieron el éxito de la organización, de

ahí que lo volviera a intentar en 1870, pero

convertidos ya en una parodia de los antiguos

Juegos. Posteriormente, en 1891 el

Dr. Brookes lleva a cabo los \ircy~s dr M'VW

lock en Inglaterra, donde especialidades

deportivas como la hípica, el tpnis; rl cricket,

la natación y la danza entran cn csccna,

dándose la particularidad que las muj

e r ~q ~i i ~as istían n dichas competiciones

eran las encargadas de coronar a los ganadores.

Estos eventos pretendían la alianza

del deporte y el arte, del ideal griego y del

mito caballeresco, y prefiguran en cierta

medida la antesdla de los Juegos Olímpicos

modernos.

En 1888 Coubertin es nombrado secretario

general del fnn1ifP rinun ln pui.pi7rarihn

de los ejercicios fiicus en 114 educ(zci(írl, cargo

que le llevará al año siguiente a participar

en el Co~zgvcsod e Ejercicios Fisiccis de Boston

(1889), donde ;iprovechará su estancia para

empaparse del ámbito universitario

ainericariu y Uesarroiiar, d bu vueiid 'i FI~ILcia,

su proyecto de reforma de la ensenanza

francesa, donde ya se producen alusiones

y referencias a la posibilidad de unos

k~wvos Juegos Olínipicos. Afios más tarde

(1891) entra a formar parte de USFSA

(Unióir de sociedades fiaiicesas de deportes

atlP'ticos) en calidad de secretario general ya

con la ided de restdurar, en la medida de lo

posible, los antiguos Juegos Olímpicos. Esta

sociedad organizaría en 1892 un congreso

en la Corbona de París en el que se dictaron

tres conferencias: una de George

Bourdon que apelaba a la educación física

helénica, otra de J.J. Jusserand sobre la vida

deportiva en la Edad Media y una tercera

del propio Pierre de Coubertin sobre

-L1L uL -'-yvrti. cr. !m tic-pvv mudcrnus, dende

en sus conclusiones proponía de forma

clara el restablecimiento de los Juegos

Olímpicos. Como setíala11 C. Fleuridas y li.

Tlioriias (1984 : 33-34), recogiendo las palabras

de Coubertin: "Estos deberían ser

abiertos a todos, a todos ios paises, a todas

las raras, a todas las religiones". Este congreso

pasó prácticamente desapercibido,

aunque ocho meses más tarde, el 1 de agosto

de 1893, la USFSA introduce definitivamente

la expresión \14~,q0~O líi?lpicos con un

texto programa que será aceptado en los siguientes

ttrminos:

i .- Definición de amateurismo.

2 . Suspensión, descalificación y readmisión.

3.- Distinción de amateurismo entre deportes.

4 . Limitaciones del valor de los objetos

ganados en los premios.

5.- Posibilidad de restaurar los Juegos

Olímpicos.

En junio de1894 tendrá lugar el mencionado

congreso en el que se nombraron

tres comisarios: Pierre de Coubertin (secretario

de la LSFSA y en representación de la

Europa continental), C. Hcbert (secretario

de la Asocincilín Atléticn Aniatcw y en representación

de Inglaterra y sus colonias)

y W _M Sloane (prof~mdre la 1 Jniv~r~ii-lad

de Princeton y en representación del continente

americano). Con ellos se amplían algunos

aspectos con relaci6n a los Jucgos

Olímpicos, como las condiciones para acceder

(deportes representados, organización

y periodicidad) y la designación de un

Comité Internacional. En el discurso inaugural

de dicho evento el barón de Courcel

s e ~ l ~ ly~u*c dcpol;c deja & ser :-+j

para convertirse en una necesidad; el deporte

es eminentemente social y une a los

hombres sin distinción de clase y raza.

Finalmente, el 23 de junio la comisión

del Congreso estipula lo siguiente:

1.- No duda de las ventajas que representa

el restablecimiento de 10s Juegos

Olímpicos, tanto desde el punto de vista

atletico como del morai e internacionai,

siendo restablecidos según las condiciones

y necesidades de la vida moderna.

2 . l' articipación amateur.(incluso desecha

la definición de la Amateur Rowwing

Assoc. que excluía a los obreros). Esto le

hace reflexionar y llegar a decir que la comercialización

del deporte llevara el dinero

a la corrupción del deporte (Merce,

19926).

3.- Comité internacional encargado para

la organización.

Comité Internacional Olímpico (CIO)

anteponiendo el concepto internacional al

de olímpico que era primordial.

4.- Cada país elegiri a sus rcpresentantes.

Pierre de Coubertin y el iviei~saje educativo del Olimpismo Moderno 91

5.- Los deporles en los juegos serán: deportes

atléticos (carreras, péntathlon), náiiticos

(vela y natación), juegos dtltticos (fútbol,

tennis, pelota), patinaje, esgrima, boxeo

J' lucha, deportes hípicos (polo), tiro y

gimnasia, y velocipedio.

6.- Los primeros juegos serán en Atenas

en 1896 y 10s s~gi indcxe n París e11 I9nn, y

cada cuatro años en otras ciudddes.

7.- Los juegos deberían tener el apoyo

de los gobierrios.

A partir de aquí quedarán restaurados

los Juegos Olímpicos de la era moderna cu-

-.- -*,.":A--L,. ",."A -1 n,4 si-

JCI y I I I I C I y I C J I \ I C I I L C J C l O CI 6' 'C6" "'.

kelas y estará acompañado en su gestión

por el ruso Boutowski, el alemán Giri

Gutli, el sueco Balck, el rieozeldridés Leunard

A. Cuff, el norteamericano Sloane, el

uruguayo Zubiaur, los italianos Lucchesi-

Palli y Andria Carafa, los ingleses Herbert

y Lord Ampthill, el húngaro Franz Kemeny,

los franceses Pierre de Coubertin y

M. Callot, y el belga Maxyme de Bousies.

Posteriormcntc, en 1896 Coubcrtin asumirá

la presidencia del Covr~itéO límpico I~zkrilncioiznl

(COI). Para 61 los Jucgos son una

fiesta , un culto, una ceremonia y no un

simple espectáculo de competición deportiva.

Juega su rol en la civilización a condición

que los deportes que los constituyen

dejen sus intereses particulares.

PANORAMA ACTUAL DE LA

EDUCACI ~NO LÍMPICAY SU

DESARROLLO

Frente a los avatares del día a día, el

ideario olímpico ha continuado su travesía

adaptando su paso a los nuevos caminos y

rumbos que marca la sociedad actual. Así

ante problemas de tono político, como lia

descrito Domingo (1992:25), figura la ciudad

de Berlín, 1936, donde se pusieron de

manifiesto las contradicciones del propio

olimpismo, al ser las Olimpiadas organizadas

en aquel a-ñn hñjn e! rtgimen nazi d~

1 Iitler, y sin embargo, recibir el beneplácito

de Coubertin que en 1937 escribió al gabinete

del Tercer Reicli solicitando la creación

de un instituto olímpico internacional

en el que depusitard el legado de sus dvcumentos

y proyectos. Hitler acepta esta

propuesta encargándole al profesor Karl

Diem su desarrollo, convirtiéndose dicho

instituto en un instrumento político del nacional

socialismo. No obstante, esta circunstancia

acabó cuando en 1944 todo su

legado volvih de nuevo a Laiisanne; otro

rnonie~ito crítico ha sido el uso del boicot

como respuesta a numerosas confrontaciones

internacionales. Entre las razones de tinn

cnri-1 pYedon 2dilcirce c! ateiLtudu te. rrrorista

palestino contra intereses judíos en

Munich (1972), o las revueltas estudiantiles

en la ciudad de Mkxicu, con un saldo de

más de trescientas víctimas, en 1968, que

puso en peligro la organización de los Juegos,

u bieri las prütestas rdcidles que reivindicaban

un trato igualitario en diversos

mom- entos del movimiento olímpico. ~anibiénio s probiemas económicos han

estado presentes en el movimiento olímpico.

El fiel de la balanza se inclina desde

momentos en que el dinero supone el mayor

peligro en la organización de los Juegos,

como demuestran las palabras de Lord

Killanin en 1973 (Congreso de Variza): "dos

peligros amenazan los juegos: la política y

el dinero", freinte al cainbio de actitud que

se aprecia en las palabras de J.A. Samaraincl-

i en 1993, "El dinero ya no es un peligro

para el olimpismo; al contrario, lo heliios

heclio i)iíiiipicou. El desarrollo de Id

economía, la afluencia de los medios de corriu~

iic~iciUnlo, s derechos televisivos, la publicidad,

etc., han conformado un enorme

entramado comercial que ha beneficiado o

perjudicado, según las ocasiones, el desarrollo

de los Juegos. Como expresa Brohm

(1976340-343) el CIO funciona como una

multinacional, como un sindicato de intereses

asociados, como un holding internacional

de enormes intereses financieros.

Pcrr otro Iadr\, e! progrew nlti~ra! de!

deporte y su paso al mundo del espectáculo

ha provocado una serie de problemas

que han puesto en entredicho los principios

del olimpismo, como, por ejemplo, la

violencia, el doping, la especialización precoz,

el fanatismo ( lm~l i~gnngse)tc, . Ante tal

situación, el movimiento olímpico ha desengrasado

su maquinaria para presewar

el espíritu que 10 l i i ~ ogr ande. En 1981 durante

el Conp.eso de Rnrle17-Rnclo1 se tomaron

determinadas medidas, entre ellas, un mayor

seguimiento de la lucha contra el doping,

una mayor solidaridad cn rclación a

los países en vías de desarrollo, una batalla

contra la discriminación en el deporte,

ia exaitación dei fair-piay y su contraposición

a la violencia, una vía de crédito de

desarrollo comercial que favorezca al deportista

sin explotarlo, etc.

Incluso ha sido modificada la Curta

Olín~piiiz, como señala Bazaco (1999: 67):

"Este magno documenlo significa la síntesis

de una personalidad, en la que confluye

tanto el desarrollo del deporte como sus

valores educativos que emanan para la juventud,

en la que se identifican las naciones

qiic la integran en cl miindo" A continuación,

presentamos algunos de los principios

fundamentales en los que se basa :

El olimpismo es una filosofía de vida,

que exalta y combina en un conjunto

armónico las cualidades del

1- -.,. l..-L-,l y c! ,.,.-:..:L..

L U C L p I , ICL I <IIUIIICICI CJYULLU,

aliando el deporte con la cultura y la

educación. E1 olimpismo se propone

crtxar uri vhtilo de vidd bdbddo e11 Id

alegría del esfuer~oe, l vdlor educativo

del buen ejemplo y el respeto

por los principios éticos tundamentales

universales.

El objeto del olimpismo es poner

siempre el deporte al servicio del

desarrollo armónico del hombre,

con cl fin dc favorecer cl cstablccimiento

de una sociedad pacífica y

comprometida con el mantenimientn

de la dignidad hiimana Para ~ l l n ,

el Movimiento Olímpico lleva a cabo,

sólo o en cooperación con otros

organismos y dentro de siis posibilidades,

acciones a favor de la paz.

c) Del Olimpismo moderno ha surgido

el Movimiento Olímpico, dirigido

por el COI.

d) El Movimiento Olímpico agrupa bajo

la autoridad suprema del COI a

organizaciones, atletas y otras personas

que aceptan guiarse por las

disposiciones de la Carta OIíi11pic~E7l.

ci-itei-io c-lr pei-triiriicia al Movimirnto

Olímpico es el reconocimiento del

COI. Ld orgdni~dc i í )y~ g~e sti0n del

deporte deben ser c~ntro!ldas rn nr

los organismos deportivos independientes

reconocidos como tales.

c) El Movimiento Olímpico tici-ic por

objetivo contribuir a la construcción

de un mundo mejor y más pacíficu,

educando a la iuvenkud a travk del

deporte practicado sin discriminaciones

de ninguna clase, y dentro

dei espíritu olímpico, que exige

comprensión mutua, espíritu de

amistad, solidaridad y juego limpio.

f) 1.a actividad del Movimiento (71impicv

simboiizadd pur cinco dnillos

entrelazados es iiniversal y permanente.

Abarca los cinco contincntcs y

alcanza su punto culminante en la

reunión de los atletas del mundo en

el gran festival del deporte que son

Los Juegos Olímpicos.

g) La práctica del deporte es un derecho

humano. Toda persona debe tener

la posibilidad de practicar deporte

según sus riecesiciades.

Cuando la carta magna hace referencia

a la colaboración con diversas entidades,

nos referimos particularmente a actividades

como la realizada en París e11 julio de

1999, concretamente a la ConfC.rcncia rn11~1-

diul sobre eduarcicíti y deportc pri1 111 c~lltiiriz

y ln paz , organizada bajo los auspicios del

COI y la UNESCO, cuyos temas tratados

fi-i.er~n:!a ecliucacicín para ~i.nac iultiura de la

paz y el deporte; la construcción de un

mundo mejor y pacífico a traves del dePierre

de Coubertiii y el mensaje educativo del Olimpismo Moderno 93

porte y del ideal olímpico; los valores del

Olimpismo y de la cultura de la paz; deportes

como elementos de integración en la

vida comunitaria; deporte y cooperación

internacional en el campo de la educación

para la cultura y la paz. En la intervención

de Kofi Annan, secretario general de la

ONU, se recoge el espíritu de la Carta

Olímpica, al abogar por un deporte, bien

sea practicado por un equipo o bien por un

individuo, que supere las diferencias políticas

nacionales, étnicas y culturales. El deporte

se convierte en u11 inslrumento de

entendimientn entre lns ~iueb!l-rr.E n e! mismo

sentido, el presidente del COI, Juan

Antonio Samaranch, señala que el deporte

preserva la dignidad humano y contribuye

a crear un mundo mejor y de pa7. Sigui~ndo

esta filosofía y rriudu de actuar, El Comité

Olímpico Intei-nacimial lia CI-eado la

Ii~terizntionalO lyrilpic rcorui?rfor.D evclopricr~t

(IOFD), ha colaborado con la Unitrd Nat

i o m Üevriopincw~ Progrnrrirn (UiÚüPj, y iiCl

participado en numerosos programas de

actuación contra la droga, etc.

La invitación al deporte es una invitación

a la virtud y a la justicia, también una

llamada a la educación en beneficio de la

sociedad, un fdctur de equilibrio cuya práctica

siipone la mejor forma de combatir las

ldcras que drnenudn a nuestra sociedad,

un guiño a la tolerancia y a la hermandad

entre los hombres, en definitiva un amplio

campo de desarrollo de valores humanos.

CONCLUSIONES

El siglo XXI muestra el deporte corno

uno de los grandes referentes culturales del

futuro, constituido como una gran religión

laica cuyos enfebrecidos seguidores han

puesto en jaque al propio Olimpismo. Los

vnlorcs cducntivos y socialcs reseñados sufren

el embate del relativismo más feroz,

como puede observarse en la concepción

de éste como espectáculo de puro montaje

alimentado por los grupos de presión y

medios de comunicación que desarrollan

su estrategia en un circuito circense y consumista.

También como explotación niercantil,

anulando la personalidad de milchos

participantes en una fiera competición

donde lo importante es ganar, sin tener e11

cuenta los medios que se utilicen para ello

(doping); en este sentido, Jacques Roggc, el

nuevo presidente del COI, en una entrevista

reciente llevada a cabo por R4ontxo

Nebreda (www.marca.com de 24 de julio

de 2001) afirma que "La credibilidad del

deporte se ha visto afectada por problemas

tan graves como el dopaje (...) por 10 que

h a y q i i ~er radicarlo de raíz (...), pnes !m

gobiernos no financiaran una actividad que

comporta serios riesgos para la salud de

los jóvenes". A ello se suma la poca formación

de los técnicos, los arreglos extradeportivos

(compra de partidos), la co~iccpción

de un público espectador sedentario

y poco participativo (bien en directo 0

a través de la televisión), el valor que se

'iiribuyc CI LI I I M ~ CU~ a i record, ia escasa

atención formativa del deporte escolar convertido

en u11 profesioi-ialismo a pequefia

escala, con la creación de pequeños guetos

(los buenos y los malos; 10s que practican

y los que no; etc.), la instrumentalizacicín

dc la ctica como falsa justificación. Esta

agobiante realidad debe cambiarse en estos

primeros años de la centuria ya que se aleja

de: el juego limpio, la espontaneidad, la

convivencia, la educación, el diálogo, la libertad,

el deporte como escuela de la vida,

la integración social y el ocio mal entendido.

Ante ello y como solución se podría

transformar la filosofía olímpica de Coubertin

para adaptarla a la realidad del dcporte

actual o encontrar los medios para

reducir las divergencias observadas sin restar

el ideal del pensador francés. Los medios

educativos deben orientarse Iiacia tres

áreas principales:

A. Familia (sensibilizar padres y nifios)

R. Esrii~la (elaboración proyectcir redagógicos,

jornadas olímpicas)

C. Instituciones deportivas: formación

entrenadores, árbitros, directivos y

educadores. Modificación reglas en

función del fair play. Responsabilidad

en el arbitraje. Inscripción principios

olímpicos en sus asociaciones.

La crisis en la que se encuentra el deporte

actual debe reconducirlo hacia el

ideario olímpico y su aplicación consecuente,

tras una serena reflexión sobre los

valores formativos del deporte olímpico.

En este sentido los profesores de educación

física deben implicarse de manera clara en

la recuperación de dichos valores y a la vez

fomentar el olimpismo como fuente de

pensamiento. Humanismo y olimpismo se

muestran como elementos indisociables en

esta nueva epopeya que persigue la formación

integral del individuo.

Pierre de Coubertin y E¡ mensale educativo del C)limpismo Moderno 95

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