DATACIONES ABSOLUTAS

PARA LOS YACIMIENTOS DE RISCO CHIMIRIQUE

(TEJEDA) Y PLAYA DE AGUADULCE (TELDE)

30 Ernesto Martin RodrQuez

Resumen: En este trabajo se contempla

la secuencia estratigrafica de los yaciinicntns

arquroloógicos de Risrn Chimirique

(Tejeda) y Playa de Aguadulce

(Telde), presentando las dataciones absoluias

obtenidas para ambos ase~itamientos.

Palabras clave: Prehistoria, Gran Canaria,

Canarias, Cronología, Carbono-14.

Abstract: In this paper is shown the

strata sequence from two archcieological

cites Risco Chimirique (Tejeda) and Playa

de Aguadulce (Telde). Their radiocarbon

dates are also presented.

Key-words: PIIEHISTORY, Gran Canaria,

Canary Island, Chronology, radiocarbon

dates

En 1998, a través de un Convenio de

Colaboración firmado entre el Cabildo Insular

y la Universidad de Las Palmas se realizaron

tres intervenciones arqueológicas

en Gran Canaria. Estos trabajos tuvieron

lugar en Risco Chimirique (Tejeda), Playa

de Aguadulce (Telde) y El Pajar (San Bartolomé

de Tirajana). En este último cnsn SE

pretendía delimitar el área de protección

del yacimiento, mientras que en los prinieros

se buscaha documentar dos yacimientos

en cueva natural que estaban siendo saqueados

por clandestinos.

l a inv~rtiosri6n des-rrri!!ada hasta !S

fecha en Gran Canaria ha estado centrada

en el estudio de los poblados costeros y las

necrópolis tumulares, esperando quizis

que la espectacularidad de sus ruinas fuese

paralela con la información que conte-

-<-- D....- -: - - A - - -.--:-:--A-- 2:-

1 1 1 0 1 1. 1 CLC? 1 1 1 CJLVJ ~ ~ C I I I I I T I L L IU T~~ ~ U I L U I T -

ron a las expectativas depositadas en ellos

por los investigadores ni fueron tampoco

objeto de estudios exhaustivos, limitados

las más de las veces al reducido perímetro

que encierran los muros de la vivienda de

piedra seca. Estos factores junto a la irregularidad

en el tiempo y la caprichosa selección

de los sitios a excavar, explican la

confusión que experimenta la arqueología

de la Isla que apenas ha bosquejado el marco

cronológico en el que se mueven estas

poblaciones.

Esta situación nos k v 6 a prestdr 11i8s

atención a otro tipo de yacimiento apenas

tenido en cuenta por la investigación anterior

que, teóricamente, debería suministrar

información de calidad sobre un segmento

temporal más amplio. Nos referimos a las

cuevas naturales de habitación que son, si

pensamos con coherencia, los primeros lugares

ocupados por la población prehispánica.

Al contrario que las casas y las cuevas

excavadas, las cuevas naturales necesitan

de la acumulación de basuras y del

aporte de sedimentos del exterior para mejorar

las condicioncs dc habitabilidad, cs

decir, el espacio útil de la vivienda. Es obvio

que no esperábamos encontrar en estos

sitios una secuencia estratigráfica que abarcase

la etapa prehistórica de la isla, aunque

si tramos amplios de esta, en especial alguno

de los más antiguos.

Risco Chimiriqiir ('leida] rs iinn de estos

lugares, aunque ha pasado desapercibido

como consecuencia de la monumentalidad

del contexto arqueológico que lo

rodea. Situado en la frontera del municipio

de Tejeda con San Bartolomé de Tirajana,

apenas destaca si lo comparamos con conjuntos

arqueológicos cercanos como son los

de Roque Bentaiga, Cuevas del Rey o Montsfia

de! uutr.u, t d u s e!!=c. iisib!es Ucsd

los abrigos y solapones que integran este

conjunto. Sin embargo, los yacimientos que

sc sitúan cn la parte media y alta de esta

elevación rcvelan una importante actividad

humana que alcanza hasta época reciente

cuii Li ieui i l i~d~i6U1t.1 e ~ i u bsv idyuries por

los pastores históricos.

En la Playa de Aguadulce (Telde) la

erradicación de las chabolas dejó al descubierto

una amplia cstratigrafía en lo que

seguramente fue una amplia cueva natural,

de la que hoy sólo queda una porción del

fondo de la misma. Debemos destacar su

proximidad al poblado de Tufia, cuyos moradores

fueron probablemente los -últimos?-

usuarios de la cueva. Nuestros esEstrato

11: Cvrresponde a un nivel de

ocupación plenamente definido que, a difcrcncia

del anterior, no muestra ningún

signo de alteración. La excavación de este

estrato permitió documentar la existencia

de nueve focos dc combustión repartidos

entre las cuadrículas B-4, C-4 y B-5, seis dc

los cuales (1-6) definen y conforman una

es t ruclurd de cui i ibus~iór id e considerables

dimensiones. En todos los casos se trata de

hogares planos, sin acondicionamiento alguno

que limite su extensión, normalmente

de forma circular o elíptica y con dimensiones

y potencias variables. Los focos

denominados con los numeros 2, 3, 4, 5, b,

se encuentran apoyados directamente sobre

la roca madre, superpuestos siguiendo

el desnivel del sudo natural de la cueva.

De este mvdv se constata que los hogares

se ubican inicialmente en las zonas más bajas

de la roca y, a medida que se va colmatando

este espacio (por el fuego y las cenizas

evacuadas de éstos), son reubicados

en cotas más elevadas.

En este estrato, el volumen y la diversidad

de materiales aumenta de forma importante

cm respecto a los anteriores, se

mantiene el número de evidencias líticas y

se produce un sensible incremento de la cerámica

y de los restos de fauna. Estos últimos

mantienen unos índices muy elevados

de fragmentación. estando algunos restos

termoalterados.

A juzgar por la organización microespacial

dr esfe recinto, se podría afirmar

que las zonas de combustión son el elemento

fundamental en la articulación del

espacin hñhitacinnal, lncalizándose aqi~lía s

Arcas de mayor concentración de materiales.

En definitiva, y a juzgar por las observaciones

de campo, el fuego sc crigc como

el centro de la actividad doméstica que se

lleva a cabo en el interior de este recinto.

La cueva 2 -Chimirique 2- (25R0435275

UTM3192766) se localiza en el tramo medio

de la montaña y se trata de un espacio

que hoy prescrita dos sccivres bieri ciifcrenciados,

como consecuencia del derrumbe

en época prehispánica de parte del techo,

por lo que hemos distinguido entre el

seclor n y el b. Se trata de un espacio utilizado

en los primeros momentos y hasta

que se produce aquel acontccimierito, como

lugar de hábitat para, más tarde, una

vcz acaecido cstc suceso, aislar el sector b

que pasa a convertirse en lugar de enterramiento.

La morfología de uno y otro espacio

explica la conservación diferencial que

presentan, pues mientras el b contenía

aburiddrit? irif~~rrridcirírie, l a manifestaba

los problemas propios de todo lugar reutilizado

por pastores históricos, como consecuencia

cic ias mcjorcs condicioncs que

reunía este sector.

En los primeros momentos, la morfología

de Chimirique 2, debe vincularse con

un amplio espacio cubierto, configurado a

partir de dos cavidades emplazadas en

sendos cxtrcmos de un gran solapón, no

excesivamente profundo. Estos elementos

constituirían un solo conjunto, unidos físicamente

sin solución de continuidad,

constituyendo las dos cavidades laterales

el cierre del mismo. El mencionado complejo

se encontraría orientado al E., ocupando

Chimirique-2a el lateral izquierdo.

Cvri posterioridad, en un rnornento que

trataremos de situar cronologicamente más

tarde, la tcchumbre de cstc gran solapón

se desprendió, dando lugar a la caída de

grandes rocas quc sc instalan cn cl frente

del mismo y que todavía hoy se pueden reconocer

en la zona. Este fenómcno transformó

el emplazamiento, eliminando el espacio

a resguardo que significaba el solaním

y ai~landola s cavidades laterales que

a partir de este suceso se convierten en unidades

independientes, con una dinámica

dc funcionrimicnto particular.

En este sentido, mientras el abrigo mantiene

los rasgos originales dc espacio y

orientación sc utiliza cxclusivamcntc como

lugar de habitación, documentándose todas

aquellas actividades domésticas propdsd

C.C S ~ C+. " & :Jai;ii-,;erii"s, :" que Srnera

un abundante registro ergológico:

Dataciunes absolutas para los yaciinienios de Risco Chimirique y Playa de Aguadulce 33

OUnversdad de a s Fanas d? Gran Canara i t o e c a Unuestsri Memm Dgta le Caniris 20815

producciones Iíticas y alfareras, así como, a

partir de las evidencias relacionadas con la

pr~paración de alimentos, estructuras de

combustión y detritus alimenticios. En un

segundo momento, al reducirse las dimensiones

del espacio habitable, el sector b se

utiliza como lugar de entcrrarniento, acogiendo

los cuerpos de tres individuos.

Las condiciones que hoy presenta el depósito

arqueológico en el sector a no permiten

documentar la continuidad en el uso

de este espacio como lugar de hdbitaciíiri

tras producirse las ciladas iriliurnacio~~es.

Las razones que determinan esta situación

ihay que buscarias en ia rcutiiización histórica

del abrigo como redil hasta fechas muy

rccicntes, lo que ha determinado la alteración

y destrucción de una parte significativa

del relleno sedimentario de este sector.

El sector a de Chimiriqur 2 es una cavidad

natural de planta de tendencia scmicircular

con unas dimensiones de 4,50 m. de

largo por 4 m. dc ancho. La altura del techo

va disminuyendo desde la boca, con alturas

que rondan los 1,70 m., hasta la zona del

fondo, donde no supera los 25-30 cms. 1.a

superficie original del suelo era practicamente

horizontal, salvo en el área inmediata

a la boca, es decir, en la franja de contacto

con el sector 2b, donde manifesta una

acusada pendiente hacia el exterior.

En la actualidad el acceso encuentra

parcialmente obstruido por la prccencia

del bloque de piedra desprendido que se

apoya cn la boca de la misma, el cual sólo

deja libres estrechos pasos a un lado y a

otro de esta cavidad. Ambos pasillos de acw

S n SP hallan parcialmente cerrados p r

muros de piedra seca, paredes que, en la línea

que define la visera del abrigo, se concctan

mediante la prolongación de un

muro que recorre todo el frente de la cavidad,

delimitando así ambos espacios (a y

b). Estos muros se encuentran desmantelados

en parte, lo que permite el acccso al interior

del recinto por ambos laterales, aunque

id curisirucciríri ubicada en ei iai-eral izquierdo

manifiesta un mayor desarrollo

vertical, lo que parece indicar que en algún

momento pudiera haber cerrado completamente

esta zona, de mudo que s6lo habría

un acceso a esta cavidad.

El área seleccionada para la excavación

en cl sector 2a correspondió a las cuadrícula~

B-5/C-5 y la mitad inferior de

B-4lC-4, definiendo un área de 2 m. por

1,50 m., prúxiina d ld Lucd de ld cueva.

Posteriormente, las condiciones de conservación

del relleno arqueológico impusieron

que la zona de trabajo fuera ampliada,

afectando a las ciiadrículas B-6/C-6. La

elección de esta área estuvo motivada por

que en eiia aumentaba la potencia sedimentaria

de este sector y dada su localixación

junto a la base del muro que cierra este

acceso, favorecería la prolongación de

los trabajos en Chimirique-2b, correlacionando

ambas zonas. Por su parte, la excavación

de Chimirique-2b afectó a las cuadr

ícula~B -7, C-7, B-8, C-8, C-9, y parte de

D-8 y D-9, así como a las cuadrículas C-10

y C-11 en las cuales se rrcogio material superficial.

En el sector a los trabajos de campo permitieron

documeritar cuatro unidades sedimentarias,

correspondiendo a los niveles

1, 11, 111 y IV; tambitn en el sector b se registraron

cuatro estratos, siendo el 111 y IV

comunes a ambos depósitos, mientras que

el 1 v el 11 funcionan de manera independicntc.

Los trabajos de excavación llevados a

cabo en este yacimiento han puesto de manifiesto

un importante depósito arqueológico,

tanto por el propio desarrollo del misme

como rn-n-r !m e!ementns estriict~?r~!es

quc lo originan, manifestando toda una serie

de singularidades que lo destacan del

conjunto de yaciinicntos arqucológicos cstudiados

en la isla. Suponen un destacado

avance en la investigación prehistórica insular,

al aportar una serie de dalos ~oialmcntc

novcdosos para la reconstrucción de

las formas de vida de los canarios, permitiendo

asimismo contrastar y profundizar

otros aspectos que, hasta ahora, habían

Dataciones absolutas para los yacimientos de Risco Chimirique y Playa de Aguadulce 3.5

quedado un tanto relegados en favor de

otras manifestaciones consideradas más relevantes

simplemente por su espectaciilaridad.

En este seritido, además de los rriagníticos

repertorios de materiales recuperados,

en el depósito arqueológico han

quedado registradas las evidencias de la

actividad humana, tanto en el plano de las

tareas domésticas de carácter cotidiano como

en el de las prácticas funerarias inherentes

a estas comunidades.

Ya se ha seRalado que Chimirique-2

funciona en un primer inomento como un

aseritamierito de carkter teniporal, prubablemente

vinculado al aprovechamiento

estival de los pastos de cumbre. En esta fase

tiene lugar la formación de un depósito

de considerable entidad, asociado a la ocupación

del sitio como lugar de habitación.

De este uso deriva un abundante y variado

repertorio de evidencias: líticas y alfareras,

así como de un destacado conjunto

de restos fáunicos vinculados a los desechos

c~ilinariosg enerados por el grupo humano

que ocupó este enclave. A lo que habría

q11r añadir, cn rstrccha rclncih con 10s

materiales, la existencia de una serie de estructuras

sedimentarias, de marcado origen

antrópico, como son las estructuras de

combustih y todos aquellos testimonios

asociados a éstas. De igual forma, las caractor{

ctic2c intrincocac do! AonÁc;tn ~ , r las --r----- +

condiciones de preservación que confluyen

en su conservación, han permitido documentar

algunos de los cambios que afectan

a este asentamiento en el uso del espacio a

lo largo del tiempo.

1 ..-:A-A"" ",.A: -,.- L-..:-" A,. PL:-: La,> U I I I C I " C I C D iCUllll~lllnllo-u> r \ 1 1 1 1 1 1 1 -

rique-2 están muy diversificadas en cuanto

a su caracterización, debido a la variedad

de lus fdctores que inciden eri su íormación.

Se caracterizan de la siguiente

manera:

Estrato TV. Su presencia se ha documentado

en ambos sectores del solapcín. En

este caso los elementos que integran el estrato

no se refieren exclusivamente a formaciones

sedimentarias sino que también

incluye unidades constructivas. Se definió

una unidad estratigráfica de carácter constructivo

que se denominó TVa que correspondería

al sector 2b sin que se haya reconocido

en el interior del abrigo (2a). El

mencionado acondicionamiento se realizó

mediante la colocación de grandes piedras

de proporciones y morfología bastante regulares,

logrando con ello una plataforma

relativamente horizontal.

En el interior del abrigo, en la franja

que se conservaba intacta, se docuiiienló

una preparación inicial del suelo mediante

la extensi611 de una especie de "torta" de

tierra apelmazada, en la que se distribuían

varías cubctas de reducidas dimensiones.

Esta unidad estratigráfica, aunque no fue

excavada en su totalidad, no contenía evidencias

materiales, salvo en el interior de

los agujeros que la cortaban, rellenos por

sedimentos correspondientes al nivel 111

que contenían algunos materiales arqueológicos

como fragmentos de cerámica y útiles

Iíticos.

Hay que señalar que por el momento,

c ~ t tcip o dc ncondicionamicntos en cuevas

naturales no se había documentado para

Gran Canaria, aunque si para otras islas como

Tenerife, donde se ha registrado un fenómeno

semejante en una cueva de habitación

quc mostraba un suelo acondiciona-

& rr.c.iiante Lr.ezc!a do tiorr,? T. ,-',.. ;-... J '""'"""

compactadas (GALVAN SANTOS et al.

1999:58-59).

Estrato 111: Como cl nivcl 1V sc localiza

tanto en el interior del abrigo (2a) como en

el espacio definido por el solapón (2b). Se

L..-L- A,. - : . . - 1 . . - L A : L- 1-:-

~ i n ~c i ra u i i i i i v ~I C~L ~ U V ~ L ~ L T I I L CT V I I I ~ ICJ V ,

integrado por diversas unidades sedimentarias

en función de las variaciones tanto

verticdes como horizontales que manifiesta,

relacionadas con la primitiva función de

vivienda que tuvo el yacimiento. Su formación

tiene un caracter exclusivamente antrópico,

distinguiéndose los hogares como

los principales generadores de sedimentos.

En el sector 2a sólo se conserva en una

zona próxima a la boca del abrigo, intenDataciones

absolutas para los yacimientos de Risco Chiinirique y Playa de Aguadulce 37

materiales arqueológicos, que definía el

perímetro cubierto por el solapón, todo ello

enmarcado por un muro de piedra seca

coincidiendo con la línea que marcaba la

visera.

En cuanto a la distribución espacial de

los materiales, en t6rminos generales, hay

que destacar el carácter selectivo de los depósitos,

concentrando principalmente las

evidencias cerámicas en el lateral derecho,

adyacente a lo que constituiría la pared del

fondo del solapón (Ciiadrículas D-7 y D-8),

los repertorios líticos próximos al exterior

a---- 2,. 1- L--- -- :..-L- - 1 2 - 1 -L-: LL-lcn cir- I n uucn y JULLLU ni ~ L C C J U uci r i ~ i 1 1 -

go (Cuadrícula B-7 y la zona colindante de

C-7) y los restos de fauna entre ambos

(cuadrícula C-9 y frdrija culinddnte de C-S),

mientras que las evidencias antracológicas

se concentran en torno a los focos de conibustión.

Esta unidad estratigráfica conjuntameiite

con la documentada en en el sector A se

designó Nivel Illla, puesto que la existencia

de un cuarto foco de combustión en

Chimirique 2b, cronológicamente nias antiguo

que los anteriores, determinó el establecimiento

de un Nivel Illb. Éste corresponde

a una estructura de combustión dc

cierta entidad, que a diferencia de los restantes

hogares documentados presenta una

mayor complejidad que responde a la categoría

de hogares en cubetas con acondicionamiento.

Se localiza en la cuadrícula

D-8, se apoya en la pared del fondo del solapón

y está delimitado por una estructura

de piedra de doble hilada, de tendencia semicircular,

aprovechando asimismo la estructura

de grandes piedras dedicada a regularizar

la superficie, lo que hace que

q ~ ~ e edneca jado en el nivel IVa.

Estrato 11: Lo encontramos sólo en el

sector B y está relacionado con las actividades

funerarias que se desarrollan en este

espacio. En la secuencia se ha distinguido

la unidad sedirnentaria IIa, correspon-

A;--&- n !c c::briciSx & F?ii.drns cuc U L L L L L L 1

efectúa en relación con los cuerpos inhumados

que, a su vez, se puede subdividir

en diferentes estructuras, según afecten a

un individuo u otro, y la unidad sedimentaria

IIb que se asocia a la propia deposición

de los cadáveres. El uso sepulcral ésta

en estrecha relación con la transformación

niorfológica y el reajuste espacial que

se pruduce con el desprendimiento de la

visera del solapón.

Esta situación puede observarse en la

relación estratigráfica que se establece entre

los cadsveres y los niveles de habitación

precedentes, depositindose aquellos

directamente sobre el nivel 111. Asimismo,

-1 ,.l -L..:.-- A - 1 :-

C1 l l l U l U YUC JCYLIILI CI LILlll5V CLCl C S ~ c l L l V

funerario se asienta sobre el nivel 111, aunque

en determinadas zonas lo rompe juntu

al nivel 1Va para apoyarse en la roca

madre.

Estrato 1: Se trata de un paquete localizado

exclusivamente en en el sector A, pero

que afecta sólo a una parte de su superficie,

quedando ausente de la franja inmediata

a la boca del abrigo. Apoyado

directamente sobre la roca madre, se caracteriza

por una tonalidad amarillenta y

su relativa compacidad.

El paquete no posee interés arqueológico

y tiene su origen en la descomposición

de la materia orgánica, fundamentalmente

excrementos, generada por los animales estabulados

en este recinto, no habiéndose

documentado ningún material arqueológico

en el proceso de excavación.

Estrato Superficial: Corresponde a la

superficie del suelo tal y como se encontraba

antes de iniciar la excavación. El material

arqueológico es escaso, a excepción

de material Iítico, algunos fragmentos cerárnicos

y óseus, fundamentalmente de ooicaprinos,

intensamente frarturadns.

EXCAVACIONES ARQUEOL~GICAS

EN EL YACIMIENTO DE AGUADULCE

(TELDE)

El yacimiento arqueológico de Agua-

A..lnn7 (T- lA- ) ,-In n,l;-, / 1 V 57' 5I1'N ?J(> U C L ' L L L \ I L . L L L , ilC I \ , C L L I I L ' L \IL

22' 53"W) en la Playa de Aguadulce, de la

que recibe su nombre, una pequeña cala siDataciones

absolutas para los yacimientos de Risco Chimirique y Playa de Aguadulce 39

lógico de Aguadulce permaneciera oculto,

manteniéndose inédito el yacimiento hasta

que en el año 149.5 se eliminaron definitivamente

los restos de tales edificaciones,

proceso que había sido iniciado a mediados

de la decada de los 80.

Los elementos que conforman el depósito

de Aguadulce se pueden estructurar en

función a tres grandes complejos sedimentarios,

ademss de la existencia de una construcción

de piedra seca, correspondiente a

un tramo de pared.

a) Complejo sedimentario 1: Constituye

la base sobre la que se dispone la colada

volcánica en la que se abre la cavidad. Se

trata de un paquete de arenas fósiles, relativamente

compactadas, de tonalidad mjiza,

que se extiende practicamente a lo largo

de todo el perímetro de la playa. En el

momento de la excavaci6n presentaba un

espesor descubierto en torno al 1,30 m, si

bien csta variable puede ser modificada según

el aporte de arena que reciba la playa.

No presenta evidencias arqueológicas.

b) Complejo sedimentario 11: Dircctamente

relacionado con la actividad antr6-

pica desarrollada cn este lugar en período

prehispánico. Se trata de un depósito arqueol6gico

que evidencia una secuencia estratigráfica

compleja con abundante matcría1

aborigen. Apoyándose directamente

sobre el complejo sedimentario 1 que le sirve

de base, presenta un desarrollo vertical

de aproximadamente un metro de espesor.

Los trabajos de excavación se centraron de

forma prioritaria en su contenido. La din&

mica de formación del paquete obedece

tanto a la actividad antr6pica como a la influencia

de diversos agentes naturales, si

bien son los primeros los que manifiestan

un peso más destacado en dicho proceso,

mientras que entre los segundos destacaría

la incidencia dcl viento y del agua.

C) Complejo constructivo r (constmcción

de piedra seca): Se trata de una porción

de lienzo de pared ejecutada con cantos

y piedras de medianas dimensiones n

partir de una sola hilera. Evidencia una

Plava de Agiiadulcc (Trlde). Detalle de la cstratigrafía.

factura cuidada, destacando la técnica con

que se colocan las piedras y se sujetan unas

a otras sin la presencia dc argamasa, produciéndose

asimismo una selección minuciosa

de cada una de bloques utilizados coni

» apairjo. El niurt, se apoya directamente

sobre el depósito arqueológico

(Complejo Sedimentario 11) y se levanta

hasta el techu de la cdviddd, dlcd~udi~du

una altura aproximada de un metro. En

principio esta estructura no presenta elemento

alguno que la relacione con la ocupación

aborigen de la cavidad, si bien parece

corresponder a una construcción relativamente

antigua, sin duda i-iistórica.

d) Complejo sedimentario 111: Corresporide

a un depósito de arena actual-subactual,

de origen eólico, que se apoya directamente

sobre el paquete arqueológico,

colmatando completamente la cavidad.

Asimismo, está limitado en el lateral derecho

por la construcción de piedra, acomodándose

al espacio que define dicho muro.

Se caracteriza por la sucesión de numcrvsos

niveles, cii general de poco

espesor, en los que se alternan arenas de

tonalidad oscura con otras más claras, fenómeno

que se relaciona con la intensidad

del viento actuante en el proceso de formación.

Al igual que el complejo constructivo

presenta un desarrollo vertical

cwcann al metrq manifestándose estéril en

contenido arqueológico. No obstante, posee

un destacado interés biológico al acoger

aburidantes restos inalacológicos de reducido

tamaño.

La secuencia arqueológica de Aguaciulce

esti integra& per sinte niie!es ertrztigráficos

que a su vez se subdividen en unidades

menores. Todos, excepto el nivel 1,

presentan abundantcs signos dc actividad

antrópica.

Unidad sedin-ientaria VI1

Base del depósito arqueológico, representa

el inicio dc la ocupación humana de

la cavidad. Se apoya directamente sobre el

Compiejo Sedimentariu 1 constiiuíciu yur

arenas fósiles compactadas.

Con una potencia máxima de 30 cn-i y

mínima de 18 cm, se adapta a la cnnfiguración

original del sustrato sobre el que se

asienta, manifestando un buzamiento de

cierta importancia hacia el exterior. De matriz

arcillo-arenosa, presenta una tonalidad

rojiza oscura.

Unidad sedimentaria VI

Cü~resyunde a un paquete sedimentario

con un desarrollo relativamente homogéneo

que fluctúa entre 25-27 cms de espesor.

La matriz sedimentaria prrseritd iiria

importante concentración de arena, de tonalidad

gris, granulometría media y escasa

compacidad. Como en ia uniaaa precedente

la inclinación de los sedimentos se

dirige hacia el lateral derecho y el exterior

de la cueva. En general el contenido arclueolúgico

es muy reducido.

Unidad sedimentaria V

En términos gcncrales, corrcspondc a

un paquete con un componente sedimentario

dominante de carácter arcillo-arcnoso,

de coloración rojiza oscura, grano de

fracción media y escasa consistencia.

Presenta un desarrollo relativamente

homogéneo con una potencia estable en

torno a los 20 cm, mostrando una disposición

que buza hacia el exterior de la cueva.

El contenido arqueológico aumenta con

respecto a la unidad preccdcntc, si bien a

escala interna muestra comportamientos

diferenciados. Si a grandes rasgo éstas

constituyen las principales características

de la iinidad, en la génesis y proceso de

formación del paquete sedimentario interactúan

un amplio espectro de agentes,

cembin>nc!o i p r t e s ñntrópicos 17 riati.~rales,

que dan lugar a una compleja situación

estratigráfica, produciéndose en consecuencia

importantes cambios tanto vcrticales

como laterales.

Unidad sedimentaria IV

Sedimento de color gris, dc grano mcdio

y compacidad algo más elevada que la

del nivel precedente. Manifiesta una dispusiciúii

reÍdi ivdinei i ie ~ioiizüliia~cü i-i üii

espesor constante que fluctúa entre 7 y 10

42 Erlzestu Murtíu Rodr(yuez

micos detentan el porcentaje más alto de

todo el depósito, correspondiendo a recipientes

de tactura cuidada, incluidos en la

categoría de cerámica pintada. En último

término la industria Iítica se concreta en

iiria reducida rriiit-strd de laxas fabricadas

sobre cantos.

Unidad sedimentaria 11

Constituye el techo del dep6sito arqueológico

y el último momento en la ocupación

prehispanica de este enclave. Se trata

de un paquete diversificado en cuanto a su

composición sedimentaria. En general predomina

una tonalidad gris, la fracción del

grariu es media, siendo muy variable el

grado de co~isistencia según las zonas.

Como todos las unidades que integran

la Estructura Sedimentaria 11 su disposición

es bastante regular, adquiriendo un

desarrollo vertical en torno a los 10 cm. El

material arqueológico es abundante, incluyendo

entre las evidencias de origen antrópico

diversos elementos relacioriados

con las actividades de combustión.

Unidad sedimentaria 1

Aiinque se incluye en el depósito arqueológico

se trata de un paquete estéril,

sin menoscabo de la existencia de algún

resto arqueológico en su interior. Se trata

de un nivel generalizado que sella la secue~

icia arq~ieológica.

F1 wdimpntci r n i i ~ ~ tirinaa tnnalidad rnj

i ~ am uy clara, de grano medio, relativamente

compacto. Presenta una disposición

regular, con una potencia que oscila entre

los 5 y 8 cm. En relación con su dinámica

de formación se observan abundantes griet-

m A, ,,&,,,,:A, ,, .,1 ,,A;-,,&, ,-..,,A,c L U L ' UL I L L I C I C L I V I L L I L LI L ' C U L I I L L I I I " , C U U d U U U . 7 ,

niuy probablemente, por filtraciones de

agua en el interior de la cueva.

LAS DATACIONES

RADIOCARB~NICAS

Los resultados obtenidos en Risco Chimirique

y Aguadulce fueron bastante alentadores

en cuanto a las expectativas iniciaies

e interesantes en muchos aspectos, especialmente

los referidos a la dieta

alimenticia de estas comunidades. Sin embargo

no encontramos la continuidad estratigráfica

que perseguíamos debido fundamentalmente

a las características de estos

sitios y a las transformaciones naturales

o anlrópicas que iiiodificai-on sus condiciones

originales. Aún así fue posible recoiistruir

la secuencia estratigráfica y datar mediante

C-14 alguno de sus hitos más significativos,

lo que si bien no soluciona

ninguno de los problemas planteados por

la investigación arqueológica que se desarrolla

en la isla, sí contribuye a mejorar el

nivel de comprensión de esta.

La arqueología insular se entrenta a

dos problemas que son, desde nuestro

puntv de vista insolubles por el momento.

Uno es la inexistencia de datos estratigráficos

que permitan articular entre sí los

diferentes componentes y procesos culturales

que tenemos documentados, bien a

través de la arqueología, bien a través de

las fuentes documentales. Otro es la escasez

de dataciones absolutas que permitan

componer el marco cro~iológicoe n el que

se desarrolla el poblamiento insular, del

que sólo conocemos con seguridad el limite

superior. Las dataciones absolutas a

nuestra disposición -CM- además de presentar

una distribución espacial irregular,

tienen distinto valor científico en función

de sil antiyiidad. Así aproximadamente

el 52,38 del total corresponden a la Cueva

Pintada (Gáldar) y están calibradas,

frente al 34,92 % que 110 lo están y que

además tienen algunos -las más antiguasproblemas

en relación tanto con la procedencia

teme c e l~a r r.etCldn!nrrío~m n l o a - e-- --U Y---

da en su obtención. Nos queda por tanto

un 12,69 '%) que corresponden a yacimientos

cxcavados c11 los últimos años localizados

en el sector suroriental y central de

la isla.

Varios son los factores que concurren en

los bajos niveles que presenta la invcstigación

en la isla o en el Archipiélago, aunque

ei más importante sea ¡a errada y obsoieta

política llevada a cabo desde la administraDataciones

absolutas para los yacimientos de Risco Chimirique y Plava de Aguadulce 45

NOTAS

1 En los trabajos de campo, llevados a cabo en 2 En los trabajos de excax.ación, llevados a calos

meses de septiembre y octubre de 1998, bo en los meses de noviembre y diciembre

participaron las siguientes personas: J. Vc- de 1998, participaron las siguientes perso-

LASCO VAZQUEZV,. AI~BERBTAOR ROSOG, . SAU- nas: J. L'ELASCVO AZQUEZV,. ALBERTOBA RROI

A k A DLCHEMENAT., B ETANCORRO L>R~C:LJ.I F~, 5 0 , M. J. MFII ÁN AGIJIA,R c . SANTANDAL IMEIJANA

GUIART,. DELWUOD I ~ I AYS C. CHEMENT, T. DELGADDOA R~AYS O. R o u ~ i -

SANTANJAUB EILS. c u t ~I'L KATE.

46 Ernesto Mnrtíil Rodr+m

ARCO ACUILAR, M. C. et al. (1979): "Nuevas fechas

dc C-14 cn la prehistoria dc Gran Canaria".

El A4uspo Cailnrio, XXXVIII-LX, pp.

77-78.

B[<UKKR A M S ~CY. (1994): "Analysis of Chronolugical

I~i for~i idl idoii~d ~R ddiucdrboii Cdlibration

: The Program OxCal". Arcllneolo~icnl

C o i i i p ~ f i N~c~wg: lct ter ,41, pp. 11-16.

KRONK I<AMCECL. ( 1995): "Kadiocarhon Calibration

and Analysis of Stratigraphy: The Ox-

Cal Program". R~~diucurbu3n7 (2),p p. 425-430

GALVÁNSA NTOSb,. ef al. (1999): Or(yvies de Buerruuistn

del lVvr te. DL' los p.irrreros pb/ndorus u

los inicios dc la ~oloizicación ciuopca. Sta. Cruz

de Tenerife, 278 pp.

MART~LXN GL~ZMACN , (1976) "Fecha< de Cnrbono

14 para la arqueología prehistórica de

las Islas Canarias". l ~ a b a / o ds e lJrc/iistorin,3 3,

pp. 318-328.