VEGUETA, Número 2,1995-1996, (295-302) 295

La articulación de los

modos de producción:

Aplicación del modelo

teórico de Bartra a la

Formación Social de

Canarias Orientales.

ALEJANDRGOO NZALEMZO RALE(SD ACT) *

+Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

E n el presente trabajo queremos abordar

la aplicabilidad de las teorias de Roger

Bartra' a la Formación Social Canaria, siendo

el denominador común entre el espacio

estudiado por el autor de las Estructuras

Agrarias y Clases Sociales en Méjicu y el

Archipiélago Canario, que ambos territorios

participan de unas estructuras económicas

y sociales "subdesarrolladas", cntendiendo

éstas en el sentido que las definió 1.

Lacoste'. Nuestra hipótesis de partida consiste

en que si bien el modo de producción

dominante y determinante es el capitalista,

&te se concatena con otros subordinados

(subcapitalista y de pequeña producciún

mercantil) para permitir una reprodución

más barata de la fuerza de trabajo al tiempo

que consigue unas mayores tasas de bcneficios

y plusvalícis. En otras palabras, el

modo de producción capitalista emplea

como estrategia para la obtención del plusbeneficio

ia articuiación con otras Ívrmas de

producción que explota y subordina, reflejándose

ello en unas particulares relacioiies

sociales y de producción.

Este trabajo lo justificamos por la necesidad

de dar una interpretación global e integradvra

a la realidad del Archipiélago,

pues hasta fechas relativamente recientes

los modelos explicativos de las estructuras

agrarias Canarias pecaban unos de parciales,

mientras que otros eran descriptivodeterministas.

En cuanto a los primeros

cabe destacar aquellos que se han especializado

en el análisis de un único factor, en

cstc mer.ciGr.ur l1 teeriu nrn-

Y--

puesta por Juan A. Sanz7 fundamentada en

la comercialización de los productos agrarios,

o la más svcvrridd del prvfesvr Alvarez

Alonso4, basada en criterios climáticosgeográficos,

dividiendo las islas en tres

sectores: costas, medianías y cumbres. Con

todo, estimamos que los cambios climáticos

producidos en función de la altitud no son

razón suficiente para establecer una autorizada

teoría, entre otras razones puryue se

han asimilado los cultivos propios de costas

con productos exclusivamei-ite capitalistas,

cuando en realidad, por debajo de la cota

de los 400 metros también existen una

variada gama de productos propios de la

subsistericia campesina, corno son las papas

y algunas hortalizas (cebollas, zanahorias,

etc..). Es más, sobrepasando la cota indicada

encontramos de igual manera productos

del mercado exterior como son los casos de

algunos frutales (papayos, aguacate, etc..).

Respecto de los segundos modelos

quizá sea ,con todo, el más significativo el

propuesto por Morales Padrón5, cuya base

explicativa estriba en la sucesión croiiológica

de distintas fases que se distinguen por

la dominancia de un cultivo (teoría de los

monocultivos), a saber:

a) Fase primera representada por la

caña de azucar, y abarca el siglo XVI.

b) Segunda fase, constituye la etapa

viriícuid y cvrresyuride di sigiu Xv'ií.

c)Tercera etapa, se introducen los cultivos

de la barrilla y la cochi~iillay, comprei-iden

el siglo XVlll y parte del XTX.

d)Ultima etapa, supone la penetración y

generalización de las formas de producción

capitalistas, siendo los cultivos más representativos

el tomate y el plátano, y abarca

desde finales del XIX y lo transcurrido del

XX.

Otra clasificación usada, con relativa

frecuencia y poco justificada, ha sido la de

dividir las islas en dos espacios antagónicos,

como si se trataran de dos realidades

diferentes (mnde!n d ~ d i c t ~c)u,m d o en

verdad el "subdesarrollo" de una viene

motivado por los "adelantos" de la otra. La

escasa rigurosidad de esta teoría se pone de

manifiesto por la evidente articulación

entre las distintas formas de producción

que conforman la Formación Social Canaria.

En efecto, nosotros defendemos la existencia

de al menos tres modos de producción

en Canarias:

a) Modo de peyuefia producción merLa

articulación de los modos de producción: Aplicación del modelo teórico de Bartra ... 29 7

cantil, que se caracteriza por el empleo de

mano de obra familiar, es decir no asaliara

da, baja composición orgánica del capital,

con una producción destinada a la autosubsistencia,

y el escaso excedente es corriercializado

en el mercado interno.

b) Modo de producción Capitalista, que

se define justo por todo lo contrario, es

decir, fuerza de trabajo asalariada, grandes

inversiones de capital, productos destinados

a los mercados foráneos (península y

extranjero), habiendo, asimismo, un gran

consumo de insumos.

c) Modo de producción Subcapitalista,

constituyendo una auténtica forma de transición

entre los dos precedentes. En otras

palabras, dicho modo de producción se

encuentra a caballo, y reúne características

de ambos.

La Articulación de los modos de

producción en ia Formación Sociai de

Canarias Orientales

Adoptamos como hipótesis de partida la

evidente intcrrclación que hay entre las

diferentes variables y parámetros que definen

las distintas formas de producción, nos

encontramos con que el resultado de estas

determinan un desigual desarrollo de las

fuerzas productivas y. por ende. de las relaciones

sociales y de producción.

El modo de pequeña producción mercantil

Su localización en el Archipiélago está restringida

a espacios auténticamente margi-

--1-.. r- LA--:-,." 1-.. ,.,.M,-,. 4-1,-

, ,a,c->.L l l ICl l l l S l l l l . ~ 5 CI ICIaIC.7 IIIIIIt -""'"" '""

zonas de cumbres y medianías, e incluso

algunos sectores de costas (el suroeste de

Gran Canaria, excepto San Nicolás de

Tolentino). En cambio, para Lanzarotc y

Querteventura, al no ser posible establecer

una tipología en función de la altitud, por

las escasas cotas que alcanzan sus macizos,

(en Fuerteventura el Pico de la Zarza con

807 metros, y en Lanzarote Las Peñas del

Chache con 677 metros), es necesaria una

clasificación distinta. Para el caso particular

de Fuerteventura distinguimos la zona sur,

que comprende los municipios de Tuineje y

Pájara, donde el cultivo del tomate es prepu~

i c l~rd~yi tleas relariorirs socialrs y de

producción netamente capitalistas; mientras

que los municipios de Antigua, Puerto

del kosario y La Uliva combinan este modo

de prodiicción capitalista con otras formas

de producción precapitalistas. El único

espacio decididamente precapitalista lo

conforma el municipio de Betancuria, con

una agricultura de autosiibsistencia en su

totalidad, escaso tamaño de las explotaciones,

fuerte desarrollo de los regímenes de

tenencia indirectos (medianería), y mano cle

obra fundamentalmente familiar. Este

modo de pequeña producción mercantil es

dominante desde la óptica espacial en las

islas de Lanzarotc, Fucrtcvcntura, El Hierro

y La Gomera, y en algunos espacios (los

nias inarginaiesj dei interior de Gran Canaria,

Tenerife, y La Palma.

En este modo de producción la fuerza

de trabajo es enteramente familiar. En ningún

caso se trata de mano de obra retribuída,

sino que como bien apunta R.Bartra (6)

la ganancia en estos casos es un salario

autoatribuido. La mano de obra es a tiempo

parcial (sistema obrero-campesino) y, por

regla general, la principal actividad se desarrolla

fuera del sector agrario (turismo,

constr~icciún o servicios), siericio el trabajo

en la explotación un auténtico complemento

destinado en su mayoría a la propia

,..c,"..L":,&",,;, A, 1 , c,,:1:, .:,:, ,,,, c,

U U L \ , . 3 U " ~ 7 L . , L L L L L L U U ,'LL LULLLLLL' , U L t L L U I L L L l L L L

cuando existe excedente se suele comercializar

en un mercado de ámbito local. Los

principales productos son los cereales (trigo

y cebada), las lcguininosas (lentejas , judias,

etc ...), algunas hortalizas (coles, calabazas,

zanahorias, cebollas y ajos) y también plai-itas

forrajeras (maiz forrajero en las median

í a ~de Gran Canaria y la alfalfa en Fuerteventura).

Asimismo, suelen contener un

pequeño rebaño de cabras que no sobrepa298

Alejandro González Morales (DACT)

se, en ningún caso, la treintena de cabezas,

o un pequeño hato de ovejas de similar

número o, también, algún cerdo y aves,

cuyos productos cárnicos y lácteos están

destinados a la subsistencia del campesino

y su familia.

Son todas ellas explotaciones de reducido

tamaño y baja composición orgánica de

capital. En el trabajo de campo sólo hemos

podido constatar para este tipo de explotaciones

como única maquinaria el riego localizado

por aspersión, y no para todos los

cultivos, simplemente para papas y zanahorias.

El consumo de insumos es bajo, apenas

se utilizan fertilizantes y abonos qiiímicos,

siendo empleado en su defecto el estiércol

de los animales. El principal gasto de estas

explotaciones es, sin lugar a dudas, el agua

y las simientes.

La forma de tenencia de la tierra domi-

I I ~ I I ~cCb id p~upicdddU i~c~i~dU, I L Y U Cd ~i d

misma manera, adquieren cierta relevancia

las formas contractuales (medianería y

aparcería).

Por lo que a la comercialización de los

productos respecta, decir que es muy escasa,

pues únicamente el reducido excedente

es objeto de distribución, mientras que la

mayor parte permanece para el sustento

familiar.

En definitiva, el modo de pequeña producción

mercantil se caracteriza por las

bajas inversiones de capital, por el trabajo

eminentemente familiar, por la ausencia de

s2!2ric?r, pcr 12 &trihiiCi& de !es n r n A i i r - r-----

tos en el mercado interior, y la propiedad

directa como la forma de tenencia más

común.

El modo de producción capitalista

Se localiza preferentemente en las zonas de

costa, aunque se pueden, asimismo, encontrar

explotaciones en las medianías, si bien

estas últimas están dedicadas a cultivos de

frutales, y en menor medida a papas. Dicho

modo de producción, a pesar de no tener el

mayor impacto espacial, es determinante en

cuanto a las relaciones sociales y de producción.

Las formas de producción capitalistas

son dominantes en la Formación

Social Canaria, reservando por tanto a los

restantes modos de producción unas funciones

concretas. Por un lado, la reproducción

de la fuerza de trabajo y, por el otro,

permitir la propia autosubsistencia del

campesino, consiguiendo con ello un ahorro

considerable en el gasto de capital

variable.

Caracteriza a este modo de producción

una fuerza de trabajo asalariada, un alto

desarrollo de las fuerzas productivas, comparables

en muchos casos a la actividad

industrial, unas altas tasas de ganancias

derivadas consecuentemente de la obtención

de importantes plusvalías relativas. De

todo ello se desprende una alta composi-

L ~ Ú I uI rgí~~i cdde cdpiicli. Ci C U I I ~ U I I I Ud e

insumos es igualmente elevado, utilizándose

de forma generalizada, en cuanto a las

explotaciones agrícolas se refiere, insecticidas

y abonos químicos entre otros.

La comercialización y distribución de

los productos se realiza en circuítos de

ámbito exterior, aunque ello constituye uno

de los mayores inconvenientes para la rentabilización

de las explotaciones por la fuerte

competencia de países con climas y actitudes

similares y, también, por la propia

inadecuación de los canales de comercialización

propios.

En tPrminec genor.!es, !2 m7in~d) e nbra

se dedica en su totalidad al trabajo en la

explotación (full-time), aunque en las

pequeñas explotaciones capitalistas es frecuente

combinar con alguna otra actividad

(part-time).

La agricultura capitalista en Canarias,

hasta fechas relativamente recientes, estuvo

representada por tres cultivos principales:

plátanos, tomates y papas. A partir de la

década de los setenta, la gama de plantas se

La articulación de los modos de producción: Aplicación del modelo teórico de Bartra ... 299

incrementa notablemente. Hay un aumento

espectacular de los cultivos bajo cierre

(invernaderos de flores, plantas ornamentales,

pepinos, pimientos, judias verdes,

etc ...). De igual modo, se da una intensificación

de los cultivos alternativos a los ya tradicionales

en el agro canario, aunque con

desigual fortuna. Estos son fundamentalmente:

cítricos, aguacates, papayos, melocotones,

piña, etc ... En buena medida, estos

últimos han sustituido a los cultivos "tradicionales"

de exportación, pese a que éstos

han sufrido un importante proceso de

recorversión. Por ejemplo, la platanera ha

pasado de unas formas generalizadas de

riego por inundación a dominar en la

actualidad el riego por goteo.

El considerable incremento de las fuerzas

productivas no se debe exclusivamente

a una mejor cualificación y capacitación de

la mano de obra, sino que, paralelamente a

--L- 2 11- 1.- 1.-1.:3- .... : L . . . L -

T ~ L C u c a a l l u ~ ~ ul l,a llauluu u11 I I I L ~ U I L ~ ~ L L C

aumento de las técnicas de producción y

sistemas de cultivo. Así, en Fuerteventura

está generalizada la utilización de semillas

híbridas para el cultivo del tomate (Meltine).

Igualmente, son importantes las transformaciones

habidas en los semilleros, sustituyendo

el clásico sistema de plantación

en surcos por el imnovador sistema de

casetones de turba o más conocido como

sistema del "enanismo", que consiste en

permitir el desarrollo vigoroso de la raíz,

mientras que el tallo desarrolla un escaso

crecimiento. A la técnica de riego por goteo

se le irme e! armado de la euplotacinn, ronsiguiendo

evitar la evaporación y aumentando

el nivel higroscópico de la misma.

A pesar de los altos índices de capitalización,

todavía la introducción de maquinaria

es mínima. Los motivos son de índole

divresa. Por un lado, la excesiva fragmentación

de las explotaciones con un alto número

de parcelas y, por otro, el nada desdeñable

condicionante topográfico, pues la

fragmentación de los campos de cultivos

por la presencia de numerosos barrancos

constituye un handicap importante.

En resumen, el modo de producción

capitalista, a pesar de no ser el de mayor

impacto espacial en la Formación Social

Canaria es, sin embargo, el dominante y

determinante de la misma, sobre todo a

partir de los anos sesenta. Este modo de

producción se articula con las restantes formas

de producción, reservándoles unos

papeles muy concretos, fundamentalmente

la reproducción de la fuerza de trabajo, permitir

la subsistencia del obrero-campesino

y, en definitiva, salvar alguna de las contradiciones

más evidente del propio sistema,

pues se sabe que otra de las funciones

importantes de las formas de producción

precapitalista es contribuir a generar el

"ejercito de reserva de mano de obra", para

así dotarse de una buena oferta de fuerza

de trabajo.

El modo de producción subcapitalista

En la Formación Social Canaria encontramos

fórmulas intermedias entre explotaciones

auténticamente capitalistas y las precapitalistas.

Contienen características de

ambas, por lo que consideramos cunveniente

diferenciarlas de una y otras formas de

producción.

Estas formas de producción constituyen

una especie de modo de producción de

transición, que se sitúa entre la pequeña

producción mercantil, de la cual conserva

importantes rasgos, y las formas de producción

capitalistas.

En el sector agrario las explotaciones se

caracterizan por una nada desdeñable composición

orgánica de capital, donde el régimen

de tenencia de la propiedad directa es

compartido con el de arrendamiento, aparcería

y otros. La mano de obra es, asimismo,

mixta, combinándose la fuerza de trabajo

familiar con uno o dos asalariados por

explotación, siendo éstos en su mayoría trabajadores

eventuales.

Una diferencia significativa con respecto

U. las formas de producción netamente capitalistas

es que no necesariamente la comercializacion

de los productos es de ámbito

exterior. Ello se detecta de forrria rriás nítida

en el subsector ganadero '.

Estas explotaciones ocupan, por regla

general, espacios marginales dentro del

ámbito de la agricultura capitalista. Por

ejemplo, en el caso de la platanera son

identificable con aquellas explotaciones

de segunda y tercera categoría.

En síntesis, este modo de producción

viene a matizar la conformación de nuestra

Formación Social. En efecto, la existencia

de explotaciones intermedias entre las dos

fórmulas manifiestamente contrapuestas

(precapitalismo y capitalismo), pone en

evidencia las teorias dualcs que sostcnían

dos sectores antagónicos, sin ningún tipo

de articulación" En cualquier caso, la articuiación

existente en ia Formación Social

Canaria pasa indudablemente por el reconocimiento

de estas explotaciones subcapitalistas,

producto de la transición efectuada

dentro de nuestra Formación Social. En

este sentido, hemos de convenir que las

formas de producciún subcapitalistas no

sólo matizan el esquema antes expuesto,

sino que al mismo tiempo lo completan '.

Conclusiones

Con lo expuesto hasta el momento hemos

querido mostrar un esquema básico que

sirva de instrumento para un mejor conocirnicrit~

d c !as F ~ r ~ u c i ~ nCewci.u les, y e n

particular la Canaria. En efecto, aportamos

un análisis de los distintos modelos interpretativos

de la realidad Canaria. Asirriismo,

tratamos de superar los modelos mantenidos

hasta el presente y que, de una

forma u otra, se circunscribían a un modelo

dual de nuestra realidad social. En cualquier

caso, nos reafirmamos en la inconveniencia

que supone sustentar el citado

esquema, puesto que está demostrada la

complejidad y globalidad de la formación

Social Canaria"'.

A nuestro juicio, ya quedan superadas

aquellas posturas que se refugiaban bien

eri uiia iriterpretaciuii parcial, bien en

modelos descriptivos-deterministas. Así

por un lado, algunos (pogamos por caso a

Juan A. Sanz) orientan su análisis en función

de la comercialización de los producto;

otros, en cambio mantienen criterios climáticos

o geográficos-altitudinales. Por

otro lado están los planteamientos de Francisco

Morales Padrón con su particular

tesis sobre la sucesión cronológica de ciclos

asociados a un tipo específico de cultivo

que se identifican con el aziícar (sigln XVT),

el vino (siglo XVII), la barrilla y la cochinilla

(siglos XVIII y XIX), y por último y ya

en la presenta centuria el tomate y el plitano.

La realidad social Canaria se ha mostrado

bien distinta y no responde exactdmente

a los cliché universales. En definitiva,

podemos afirmar que la Formaciún Social

Canaria es el producto de la articulación

de distintos modos de producción, en la

que cada uno de ellos ejerce una función

específica. Nuestro análisis, por tanto, se

ajusta a esta diversidad entendida como

una globalidad.

Por todo lo expuesto reconocemos, al

igual que R. Bartra para Méjico, al menos

tres modos de producción diferenciados: el

modo de pequeña producción mercantil, el

modo de producción capitalista y el 111odo

de prGdldcción subcapita!ista, Estec, tres

modos de producción se articulan de

forma peculiar, donde el modo de producciÚ1i

cdpitdlktd e5 el d~lliilidlitty. establece

unas relaciones de dominación y explotación

con los dos restantes.

Así pues, en el agro canario se aprecia,

como en los demás sectores de actividad,

estas tres formas de producción. Para la

primera forma de producción (Modo de

pequefia producciór-i mercantil), y denomiLa

articulación de los modos de producción: Aplicacib del modelo teórico dc Bartra ... 301

nado por M. Guntelman corno régirnen

parcelario", se perfilan explotaciones en

régimen de autoexplotación. Aquí la mano

de obra es familiar, no asalariada, donde

en gran medida la prod~icción obtenida

(cereales, leguminosas, hortalizas, forrajeras,

etc ...) sirve para la autosubsistencia

(reproducción de la familia) y sólo cn algunos

casos una mínima parte de ésta, es

decir el escaso excedente, se destina al

mercado local. En muchos casos la explotación

tan sólo es el complemento de otra

actividad como la hostelería o la construcción,

que pasa a ser la principal función.

Espacialmente podemos localizar este

modo de producción en algunos puntos

del sur y suroeste de Gran Canaria y Tcnerife,

así como en buena parte del resto de

las islas. Sin embargo, éste se encuentra

sujeto al papel que le otorga el modo de

producción capitalista, esto es la reproducción

de 12 fcerzz trahnji j7 !a si-hirtencia

de la mano de obra, que en este modo

de producción precapitalista es familiar.

En las formas de producción capitalista

observamos una elevada composición

orgánica de capital, la obtención de plusvalías

absolutas y relativas por parte del

empresario capitalista, y un alto consumo

de insumos en el proceso productivo. Se

localizan estas explotaciones en las zonas

costcras y cn algunos puntos de las medianías

de las islas "centrales".

Entre esta última forma de producción

y la de pequrfiii producc ióii iriercaniil se

encuentra el modo de producción subcapitalista,

que contiene, como ya adelantamos,

elementos de ambos. De ahí que encontremos

formas de propiedad directa conjiintamente

con el arrendamiento y la aparcería.

No existe una importante penetración de

capital fijo, variable y circulante. En definitiva,

se trata de un modo de transición

hacia el capitalismo, pero que ya ha dejado

de ser cxclusivomente dc pequeña producción

mercantil, ai.inqli~t amhiPn pn algiinar

ocasiones se debe a una degradación del

modo de producción capitalista.

1 ROGERB ARTRA(1 974): Estructuras Agrarias y

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2 IVES LACOSTE (1978): Geografía del

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3 JUAK A. CANZ (1977): La Crisis de la A g r i ~ u l ~ u -

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6 ROGERB ARTR(A19 74): Op. Cit.

7 ALEJANDRO GONZALE(1Z9 89): Estructuras

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8 EUGENIBOU RREL(1L9 80): "La dualidad agrícola

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9 JLJAFNC O. MARTINy ALEJANDRGOO NZALEZ

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11 MICHELG UNTELMA(1N9 71): Capitalismo y

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