VEGUETA, Número 2,1995-1996, (227-244) 227

El Ojo Gráfico

en la Guerra de Cuba

*Profesor Titular de Historia del Arte.

Universidad de T as Palmas de Gran Canaria

E 1 conjunto de eventos históricos conocidos

como la ctiestión cubcln~h a tenido

desde su desenlace, hace ya algo menos de

un siglo, un protagonismo inusual entre los

intelectuales del mundo entero'. Desde

1898, año en el que la isla de Cuba logró su

independencia de España hasta la fecha, el

terrid rriar~tierie u11 lidlü de clespecliu en el

que la objetividad ha brillado por su ausencia.

Tal vez, ello sea el resultado de una

ancestral partida a tres bandas -Cuba,

España y los EE.U U- en la que se dilucidaba

la liegemonía política del Caribe.

Esta situación, y su comprensión, se

sitúan en el nivel medio de los compromisos

políticos del siglo XIX. Por otro lado,

tenemos el lógico interés de los cubanos por

recuperar su identidad, o lo que es lo

mismo, su autogobierno. Tampoco, es difícil

comprender que otro país, los EE.UU.,

participen de lleno en la utilización del

estoicismo cübaiio para, er, breve, rccogcr

unos dividendos políticos brotados del

árbol caribeño. De manera, que buena parte

de los ensayos históricos s61o vienen a

demostrar, una vez y otra más, la necesidad

de expansión económica de los pueblos de

la Tierra, ya sean de aquí o de allá.

A pesar de constituir éstas relaciones un

excelente motivo de análisis nos hemos preocupado

desde hace tiempo por otros

aspectos del comportamiento humano, que

a su vez nos explican los argumentos que

alimentan a períodos relevantes como el

que nos ocupa. son comportamientos éstos

qiie h i ~ npd r íamos ~t iqi~ptader domestic

o ~p, o r lo que de frecuentes tienen. Nos

referimos a los efectos de la propaganda

esparcida sobre una sociedad cspccialmcnte

receptiva, ávida de información, y atrapada

en una curiosidad cotidiana pur los

acontecimientos políticos. Tales parámetros

nos han servido despuas de un trasplante

para ensayar sobre la influencia ejercida

por el periodismo grafico español, el cual

encontró un marco de desarrollo idóneo en

el "debate" de la cuestión cubana. Fueron

cincuenta largos años de preguntas y respuestas;

un largo período que supone para

España la recta final del sueño colonial con

la pérdida de los últimos bastiones americanos,

el sufrimiento en su propio territorio

de una guerra, la carlista, el deterioro de su

eco~iomía,e tcétera. Pero también es un

período señalado en el mundo occidental

como la culminación de la re\oluciUri

industrial, de la popularización de los

avances técnicos, o la democratización de

los medios de comunicación de masas. En

este sentido, contabilizamos innumerables

pasos dados por el mundo de la imprenta,

como los que le aporta la litografía o la

fotografía; pasos que determinan el nacimiento

de la revista ilustrada. Ello propicio

iina mayor difusión de los mensajes impresos

aumentando el número de informados,

pues al grueso de lectores alfabetos, se

agrcgurox Uc impr~visou n ni:,-neru muy

superior de gentes iletradas que establecían

su propio nivel de lectura después de

visualizar las imágenes.

La Guerra de Cuba, al igual que otras

crisis políticas de la época, tuvo la fortuna

de ser narrada a la vez que ilustrada por las

gacetas internacionales; pero en España,

dada su implicación directísima, se le dio

un trato preferencial. Trato, qué duda cabe,

parcialista en el que el medio tomó partido

ofreciendo la versión oficial de los acontecimientos

cubanos. Esta es, en esencia, la

trama argumenta1 del presente ensayo, trab

a ! ~q ue por otra parte. pretende introducirnos

en la comprensión de la imagen

como fuente iconográfica con capacidad

para motivar sentimientos, o lo que es lo

mismo, y descendiendo ya al terreno de la

praxis, crear corrientes de opinión.

La muestra

Para llevarlo a efecto hemos recurrido a

extraer catas de las que consideramos revistas

significativas del panorama decimonóEl

OJO Gráfico en la Guerra de Cuba 231

provenientes de Cuba y como tales elogiados

en multitud de ocasiones entre las páginas

de la prensa gráfica hispana.

La crónica cubana que transcurre entre

1868, año en el que Carlos Manuel Céspedes

proclamó un 10 de octubre ¡Cuba

Libre!, hasta la firma en París de la independencia

de la isla, en 1898, está jalonada

por conflictos bélicos y políticos que sacuden

de contínuo a la población4. Sin embargo

la prensa ilustrada, conocedora de su

poder, transmite sobre sus visualizadores,

lectores e iletrados, una aparente tranquilidad

qiip para nada se correspondía con la

realidad vivida en el Caribe.

-Año -Event o

1868 Céspedes se torna en Demajugua

como cabeza visible de la insurrección

gritando ¡Cuba Libre!. Se inicia

así la Guerra de los Diez Años.

Se armó con 160 hombres y liberó, a

ia vez, que dio armas a ios esciavos

de Yara. Nuevo grito: iRevolución de

Yara!

1969 La República en Armas gracias a la

propuesta del abogado Ignacio Agramonte,

después de conquistar Camagüey,

abolió la esclavitud.

En abril se cclcbró la Asamblea de

Guaímaro. adoptándose una constitución.

Céspedes fue nombrado Presidente

de la República en Armas.

Contraataque de las fuerzas militares

españolas. Resistencia de La Habana.

Condena a José Martí con tan solo 16

-.7-- n :A- nz-1:-- 2- 1--

CIllUD. I \ C t l l C D I U I I . I\CYIICCI UC IV3 l l l c l l l l -

bis en la Manigua. Guerrilla.

Caída de Agramonte. Calixto García

y Céspedes. El movimiento quedó

descabezado.

1872 1 República española. La situación

política cubana sigue inalterada.

1876 El general Martínez Campos se hace

cargo de las tropas españolas en la

isla.

Se firma el pacto de Zanjón. Fin de la

Guerra.

'95 Períudu de rearme mural alimentando

el fuego independentista.

Aparece el asalariado (bajos sueldos)

en sustitución de la esclavitud.

Ruina económica. Destrozo de ingenios

azucareros.

Primera intervención económica de

los EE.UU. en la isla al comprar una

explotación azucarera.

Abolición oficial de la esclavitud.

Primer Congreso de Asociacioncs

Negras. Fundacion del Partido Revolucionario

Cubano de Martí.

Antonio Maura presenta a las Cortes

un borrador de estatutos para Cuba.

Rechazado.

24 de febrero se inicia la Guerra de

Cuba en Baire (Oriente).

En marzo se da a conocer el Manifiesto

de Montecristi por el que se exponen

íos objetivos cie ia Guerra.

En abril Maceo toma la capital de la

provincia de Oriente.

En mayo muere en combate el recién

nombrado capitán general del ejército

de Liberación, José Martí.

En septiembre la constitución de

Jimaguayu instaura la república

democrática.

Al mando del ejército español estaba

el general Valeriano Weyler enviado

por Cánovas del Castillo.

Weyler fue sustituido por el general

Ramón Blanco con el cambio político

espnñci! 9.6" cci1cic6 a Sogasta en e?

poder.

Campaña de prensa USA contra el

general Weyler denunciando la no

aplicación de la Carta de los Derechos

Humanos.

Blanco llegó a la isla con la orden de

"pacificar" y auspiciar la formación

de un gobierno-títere integrado por

autonomistas locales. No fue aceptaEl

OJO Gráfico en la Guerra de Cuba 233

OUrvcrsdal <le Las Panias do (,re, Canara i t o e c a Unuestsrs Memma D g a l e Caniris 2015

imágenes, crear una falsa esperanza nacional.

Entre sus páginas se reprodujeron las

características de los acorazados, de las

casas, fuertes, las tropas desplazadas ... sin

cvaluar a conciencia el fenómeno bélico,

con las complicaciones internacionales que

desde la génesis de la misma estaban presentes.

La técnica al servicio de la

democratizacidn de la imagen

En el mundo de la imprenta todo, desde la

palabra hasta la imagen, está supeditada a

!m nvanccs tccnv!6gicvs ciü e pvsen e! taller

en el momento de su difusión. Ello acarrea

una característica axiomática por la que el

mayor conocimiento de un evento por parte

de la población consumidora de un producto

impreso, dependerá no sólo del nivel de

información del informante, sino también

del modo que éste tiene de hacerlo.'

El periódico frente al libro supone un

paso de gigante dado en el sendero de la

formación intelectual de la sociedad, ya sea

ésta de carácter político, social o cultural. Y,

en este sentido la presencia de la ilustración

coadyuvó a cumplir en su totalidad su

principal objetivo. 1.a historia del pwiodismo

tiene en 1605-1629 las primeras noticias

de la utilización de grabados, con el fin de

"Grnament2!" IIs pábn:RLC. do n,thl;r3.. r --&---

~ i o nim presa en Amberes conocida como

"Niuwc Tijdingcn. A éste le siguieron más

tarde una plaga de periódicos que recurrían

a los "recursos", término que en el argot

profesional del momento se aplicaba a los

pequeños grabados eiaboracios en taiia

dulce que se imprimían para anunciar

determinados productos. Pero la ilustración

como fuente documental e informativa se

empezó a generalizar con un periódico londinense,

Wrrkly Nrm, durante el año 1638

con la inclusivn de algunos grabados

impresos a sangre. En realidad estamos

hablando de unos antecedentes y no del

verdadero periodismo ilustrado, que aún

tardaría algunas décadas en aparecer tal y

como hoy lo entendemos. Sería más bien la

Inglaterra del XIX la conocedora de tal

evento con la difusión de diarios como

Penny h4agazinc (1832), L 'lllustuation (1843)

o el que a la postre tuvo mayor eco en el

mundo occidental Tke lllustuated London

News nacido en 1842.

Las claves de este desarrollo las podemos

encontrar en tres adelantos que en la

recta final del Ochocieiitos corren en paralelo:

las mejoras en las maquinarias tipográficas

que descubre la rapidez de impresiónh;

1-" ---- L:-- -- l,.- ---A---? 2- -1-L ---- :A-

~ U JC O I I I L I I C I J c11 L C ~~I V C C J U JC IC C x z u u L n C i u l i

de los grabados pasándose de la talla a la

litografía'; y descubriendo el colodión en el

terreno de la fotografía, lo que reducía considerablemente

el tiempo de exposiciónx.

Los tres consiguen impulsar el fenómeno

periodístico en el que la noticia poseía un

período de caducidad corto, a menudo diario,

por lo que el factor velocidad en cualquiera

de sus múltiples faces era decisivo

para poder competir entre las editoriales.

Todo ello permitió una gradual, pero

eficaz, democratización de la imagen

adquiriendo así nuevas matizaciones la

"lrctiira" cotidiana de la prensa; una lectura

que permitía la comprensión del sentido de

una información aún sin comprender a

cierta siFL&a&& =x=c, -x-.---

6'"

mas llamados palabras. Los muchos estudios

que en España se han realizado sobre

la población escolar iiis~óricali d11 dt.rriustrddo

que hasta mediados del siglo XX; el

número de analfabetos era muy superior al

de ietracios. De eiio eran conscientes los

editores de prensa y revistas cuyo principal

objetivo, salvando los matices ideológicos,

era el aumentar el número de sus tiradas,

pues debemos tener en cuenta que ya en las

medianícis del XIX, los periódicos no sólo

son órganos de expresión, sino verdaderas

empresas que compiten entre sí para ganarse

iina rlirnt~la

Precisamente en España empresas como

las elegidas para este ensayo, IEA y IA, fueron

pioneras en la incorporación de la litografía,

primero, y del fotograbado, con posterioridad,

ya que ellas se sabían mercurios

vanguardistas que alimentaban ideológicamente

a la burguesía y a la aristocracia. Así

lo podemos verificar si analizamos, de una

manera somera, el contenido de estas publicaciones

desde su portada hasta la página

de los anuncios, normalmente la última.

Sus páginas nos llegan repletas de ilustraciones

que ocupan de una forma física más

espacio que el propio texto. Por poner un

.: . ... .. 1 . -. . .. - t - j t - ~ ~ ~yupt~- u - ..: -.. . - 1 .- - - -. .- .-L: c: .- .. - l~ua v ICI LC al Caau LuaI LiuICalcmos

la superficie empleada por IEA en su

número de 8 de junio de 1878 para retratar

a "Los principales jefes de la concluida

insurrección cubana". Coloca un texto

explicativo en la página 366 ocupando una

extensión superficial de 440 cm?, distribuidos

en dos columnas, en la que se viene a

puntualizar el fin de la insurrección, incluyendo

además unas breves biografías de los

personajes: Ignacio Agramonte, José Antonio

Echevarría, Bernabé de Verona, José

Morales, Calixto García Iñiguez, Carlos

Manuel Céspedes, Máximo Cómez, Domingo

de Goicuria ... Sin einbaro cuatro páginas

más adelante, en la 370, publica a toda

página, es decir 925 cm', los bustos graba-

A-- --- R..A:ll- A- 1-,. ,-$,.,:A-.- , - - h - A l l - o U"., y V L Y U U L L L " U C I V d I C L ~ I I U V UL UVLLIILUU.

He aquí una muestra representativa de esa

doble intensión que mantiene este tipo de

publicación empeñada en establecer esos

dos niveles de comprensión. En definitiva,

lograba así aprovechar una técnica para

obtener una difusión (ltase democratización)

de la noticia en cuestióny.

Los mensajes 1. Valor iconográfico

En aras a una mejor comprensión de las

imágenes seleccionadas, éstas han sido reagrupadas

en epígrafes temáticos interrelacionados,

pues no en vano todas ellas for-

-2" n3rt0 A n iin3 pzrte de ~~~~ estrateoia

Y-.L- -- -A-- o--

publicitaria. A su vez, hemos requerido

analizarlas bajo un orden cronológico, que

obviamente, coincide con la evolución de

las técnicas de impresión. Por tanto, el primer

bloque de imágenes viene conformado

por las litografías publicadas en la IEA,

dejando para otro posterior las fotografías

de las que se valió la IA.

Paisaje

Uno de los principales reclamos de los que

se sirvió la prensa gráfica para demostrar el

estado "salvaje", bucólico, de las tierras

cubanas fue el paisaje. Vistas marinas como

1 - A 3- P - . - L : - - - 3- P..l-- /lF A T 7 T l O V l \

laa ut- Jaiiuasu uc Luua ( L L A , LJ- v I-IV/ L),

del puerto de Manzanillo (IEA, 4-X-1873), o

del de Cienfuegos (IEA, 1-VIII-1873) contrastan

con las visiones más exóticas que

demuestran que la civilización occidental

permanece aún ausente en la isla. Así tenemos

la exhibición de bellezas naturales

como las grutas situadas en San Diego de

los Baños, conocida por "Los Portales" (ICA,

16-XTT-1872), los diversos aspectos del

Monte Turquino en las proximidades de

Matanzas (IEA, 16-VI-1872), o el especialmente

reseñado "Templo gótico" (IEA, 24-

IV-1872), un paraje de ensueño formado

por cascadas de agua alrededor, y dentrn,

de las cuevas de Bellamar en Matanzas.

El encanto de la Naturaleza indómita se

,,,,,,e, A" y""""U ,,e,, ,,.,h,rl," ,,C, A,,, ,,,+a C" "O'"" b'"""""" '"U""""" r ""'

de esa cultura posromántica enunciada,

atrapada en el tópico ideal de enseñar el

exotisirio dr~iericdrio.

Frente a ellas culocamos un nuevo subepígrafe

caracterizado por la incorporación

de hombres y arquitecturas que entonan

dentro del conjunto paisajístico. Palafitos,

chabolas, pequeños huertos ... son ahora

parte del decorado junto con hombres,

mujeres y niños de raza negra o mulatos,

semidesnudos, exponiendo su desarrollada

musculatura. La caída del río Almendaris

en La Habana (IEA, 8-V-1872), algunos

p~h! ides i! pie de! T r i q i ' ? i ~( I~E A , 8-IX-

1872) y una vista de Sagua la Grande (IEA,

El Qo Gráfico en la Guerra de Cuba 235

8-VII-1872) nos han parecido los ejemplos

más significativos dentro dc este grupo.

El Trabajo

Como complcmcnto al epígrafe antecedente

ofrecemos uno dedicado al mundo laboral,

aunque en honor a la verdad hay que

decir que éste no queda bieii ~eflqadoe ntre

las páginas de la IEA, pues durante el período

analizado tan sólo tres grabados hacen

referencia al mismo. Además, las ilustraciones

se comparten en representar en exclusiva

las tareas agrícolas de azucareros, recogida

de la caña, la molienda (IEA,

8-VI-1873); y el cultivo del tabaco (IEA, 22-

IX-1874). Lo que nos viene a refrendar que

10s ojos occidentales sUlv veían en tales productos,

el azúcar y el tabaco, las riquemq de

la isla.

La Arquitectura-La Ciudad

Aycl *l i 1 L--- la- ' ---- Eual q u i i~vy -1 1 NJ sioliva UCL pmgrcso

se miden por los niveles constructivos de

una sociedad. En esta línea de pensamiento,

potenciada por las filosofías del desarrollismo

urbano del siglo XIX, la arquitectura

monumental juega un papel decisivo a la

hora de evaluar la grandeza política y cultural

de un país. La Habana mereció durante

mucho tiempo toda la atención de la

prensa gráfica española con la sana intención

de demostrar cuán próspera era la

principal ciudad de la isla, la capital. Se

demuestra, incluso, que las modernidades

urbana se aplican allí con el mismo rigor

ql-ie en E~irnpa DP ahí; que en repetidas

ocasiones se ilustraran aspectos de la alameda

de Isabel 11 (IEA, 15-V-1874), o se dieran

vistas generales dc la plaza de Armas

(IEA, 1-111-1872). Paralelamente se ofrecían

noticias de la inauguración de edificios

punteros como los teatros de Tacón (IEA,

15-VIII-1874) y de Payret (IEA, 21 -111-1877).

Lo mismo ocurre con la puesta en funcionamiento

de obras hidráulicas -inauguración

del acueducto de Burriel (IEA, 24-VIII-

1872)- o la presencia de inmuebles que

resuman progreso en el sector de la ingeniería

civil -el canal de Vento (IEA, 8-IX-

1973) que beneficiaban al grueso de la

población insii lar.

Otra línea de comportamiento dentro de

este mismo apartado la encontramos en las

ilustraciones quc mucstriin 3 los edificios

que soportan la oficialidad colonial. En

otras palabras, a los edificios que manifiestan

el poder, religioso o ci\,il, que garai-itizan

el orden social cubano. Así lo entendemos

en grabados coino el de la fachada

principal de la Casa de Gobierno y la Cárcel

de Pinar del Río (IEA, 25-VIII-1871), o el

exterior de la Catedral de Santiago (IEA, 8-

VIIJ-1872). Imágcncs, al fin y al cabo, que se

entremezclan con otras cargadas de matices

beligerantes que sitúan en una frágil balanza

de opinión del lector de la época.

cnr;orl4

En España preocupan los modos de vida de

los naturales de la isla. Debido a ello la IEA

se ocup6 en repetidas ocasiones de mostrar

al público algunos detalles de la cotidianeidad

cubana. Detalles insignificantes que

sólo reflejaron las actividades ociosas de los

ii-isulares, y que en ningún caso, como ya

hemos visto con anterioridad, la vida laboral

de los mismos. El mensaje, pues, está

bien claro: El Caribe es la parte alcanzable

del edén. Además, en las ilustraciones

sociales quedaba patvnte el calado de las

costumbres burguesas exportadas desde

Europa. Así, la civilización no perdía ningún

riesgo de perderse por falta de práctica.

La vida familiar, el baile, las reuniones

dc salón ... fueron en estos periódicos iitilizados

como fiel reflejo de la "europeidad

americanista". Entramos en detalle con

varios ejemplos ilustrados. El primero quc

analizaremos fue publicado en la IEA el 1

de abril de 1873, un dúo de ilustraciones

que vlenen a reíorzar un minúscuio texto

en el que se muestra una familia terrateIEA

(8-agosto-1873). Una avanzadilla de insurrectos

niente que descansa en su jardín particular;

mientras, otra lo hace en el interior de su

salón más digno. Ambas 1-rialcari u r i modo

de vida "civilizddo" en el que los blancos

como propietarios son representados vistiendo

a ia moda, ieyencio, actividad privilegiada,

en actitudes educadas. Por cl contrario

los negros son presentados como el

personal del servicio doméstico, y por

tanto, alejados de la escena principal.

Sin embargo, existen casos en los que

los papeles se invierten, lo cual nos produce

sorpresa, a la vez que nos da pie para imaginar

que existe una doble vrrsirín iconngráfica

en juego. Como ejemplo hemos elegido

unas ilustraciones aparecidas en la

IEA del 22 de marzo de 1874 bajo los títulos

de "El Guateque, baile de campesinos blancos"

y "Un sarao de gente de color". En ellos

enisie u ~ ~rcrii~ riifiesiam anipuiación ai coiocar

a los campesinos blancos en inferiori-

T. W I R ~ ~ F: .

l t 4 (22-noriembre-1874). F. Socarrds y N. Ribera

Insurrectos cubanos presentados a indulto.

dad de condiciones sociales que una

supuesta burguesía negra. El sujeto principal

de ambas ilustraciones es el baile y

mientras los campesinos lo ejecutan en lo

que parece ser un grancro, la gente de color

lleva a cabo el divertimiento en un salón

palaciego a la usanza europea. Guirnaldas,

banderas, espejos y cortinas contrastan con

las balas de paja; y lo mismo sucede con los

ademanes de la danza, o los atuendos personales,

vestimenta incluida.

Suhliminarmente detectamos un interés

por dar a entender los progresos sociales

experimentados por los naturales, dejando

entrever que existía una capa intermedia

entre la burguesía blanca y el pueblo llano

formada por los mulalos pendientes, la

conocida aristocracia criolla. En este mismo

sentido, encontramos otra iliistraciones

como ei grabado curiucidu como la "doncella

mulata" (IEA, 24-VIII-1871) que viene a

244 4. Sebastián Hernández Gutiérrez

bien conocida por los lectores españoles,

pues sabían de las características de las flotas

del Pacífico y del Atlántico. La IA publicó

el 23 de mayo de 1898 algunas fotografías

de los barcos que componían la fuerza

naval USA: el Oregón, Cincinati, Puritan,

Indiana, New York, Amphitrite, Wilmington

... y otros que, a la postre, llevaron a

efecto el famoso bloqueo cubano. Una

acción, ésta, tejida a mano por el que sería

uno de los grandes protagunistas, el comodoro

Simpson. Su retrato fue publicado en

España (IA, 30-V-1898) con motivo de ofrenn..

1q.- -,...A:-,.*&,.o ,..,-l:--": A- ".." L"' '"S y""""""" L A y " L " C ' C " ' C - ' U\ .3"a

posiciones navales al mando de su escuadra.

La bahía de Santiago de Cuba y sus

alrededores fue llevada a un croquis (IA, 1-

VIII-1898) en el que a todas luces era un

plan magistral que agotaría las posiciones

hispanas.

Otro tanto hemos de decir al contemplar

las ilustraciones que muestran los

desembarcos de las tropas norteamericanas

en la isla (IA, 30-V-1898). Su principal objetivo

fue el alinearse junto al bando cubano

(IA, 8-VIII-1898) lo que supuso para éstos

una inyección de moral, además de una

importante renovación armamentística que

les daría en breves instantes la victoria

deseada.

Entendemos que en las postrimerías del

conflicto fueron abundantes las fotografías

que demostraban la superioridad del ejérci-

4,. -..L-...- .r 4-1 ,..,L:L:":A- l.. :-L -..-..- S-.--

L" LU"", "',, y L"' L A ' L'L"C',"' '" " L L C ' f ., C L ' , l l l , , . 7

como una operación de rnentalización del

pueblo español para enfrentarse a una

catástrofe histórica: la pérdida de la última

colonia americana.

NOTAS

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